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La antropología cultural:
Antropología aplicada: Estudia y hace Antropología médica: Estudia los factores
propuestas para solucionar problemas biológicos y culturales en la salud y en la
prácticos y evaluar resultados. enfermedad y el tratamiento del enfermo.
Arqueología:
Arqueología histórica: Estudia las culturas Arqueología industrial: Usa técnicas de la
del pasado reciente por medio de una arqueología histórica para centrarse en
combinación de material escrito archivado factorías e instalaciones industriales.
y excavaciones arqueológicas.
Arqueología cultural: Lleva a cabo encuestas arqueológicas para la defensa del medio
ambiente y la protección de lugares históricos.
Lingüística Antropología:
Lingüística histórica: Reconstruye los Lingüística descriptiva: Estudia la sintaxis
orígenes de lengua específicas y de las y la gramática de las lenguas.
familias de lenguas.
Sociolingüística: Estudia el uso actual de la lengua en la comunicación cotidiana.
Antropología física:
Primatología: Estudia la vida social y Paleontología humana: Busca y estudia
biológica de los monos, grandes monos y restos fósiles de primitivas especies
otros primates. humanas.
Antropología forense: Identifica a las Genética de la población: Estudia las
víctimas de asesinatos y accidentes. diferencias hereditarias en las poblaciones
humanas.
La Antropología Cultural se ocupa de la descripción y análisis de las culturas
del pasado y las del presente. Tiene una subdisciplina, la etnografía, que se consagra a
la descripción sistemática de culturas contemporáneas. La comparación de culturas
proporciona la base para hipótesis y teorías sobre las causas de los estilos humanos de
vida.
En los últimos años los antropólogos han tenido una buena acogida en una gran
variedad de puestos públicos y privados: en el sector público, en órganos
gubernamentales relacionados con el bienestar, el abuso de vivienda, la salud mental, el
impacto del medio ambiente, la educación, la ayuda exterior y el desarrollo agrícola; el
sector privado, como asesores de relaciones personales y étnicas y como asesores de
dirección de empresas multinacionales; así como miembros de la plantilla de hospitales
y fundaciones.
La cultura de una sociedad tiende a ser similar en muchos aspectos de una generación a
otra. En parte esta continuidad en los estilos de vida se mantiene gracias al proceso
conocido como Endoculturación. La endoculturación es una experiencia de aprendizaje
parcialmente consciente y parcialmente inconsciente a través de la cual la generación de
más edad incita, induce y obliga a la generación más joven a adoptar los modos de
pensar y comportarse tradicionales. La endoculturación se basa, principalmente, en el
control que la generación de más edad, ejerce sobre los medios de premiar y castigar a
los niños.
1.1.3 Etnocentrismo:
Todos los antropólogos culturales son tolerantes y sienten curiosidad por las diferencias
culturales. Algunos, no obstante, han ido más lejos y, adoptando el punto de vista
conocido como relativismo cultural, con arreglo al cual toda pauta cultural es,
intrínsecamente, tan digna de respeto como las demás. Aunque el relativismo cultural es
una manera científicamente aceptable de referirse a las diferencias culturales, no
constituye la única actitud científicamente admisible. Como todo el mundo, los
antropólogos también se forman juicios éticos sobre el valor de las diferentes clases de
pautas culturales. No hay por qué considerar el canibalismo, la guerra, el sacrificio
humano y la pobreza como logros culturales valiosos, para llevar a cabo un estudio
objetivo de estos fenómenos. Nada hay de malo en tratar de estudiar ciertas pautas
culturales porque se desee cambiarlas. La objetividad científica no tiene su origen en la
ausencia de prejuicios – todos somos parciales -, sino en tener cuidado de no permitir
que los propios prejuicios influyan en el resultado del proceso de investigación
(Jorgensen, 1971).
1.1.4 La Difusión:
A principios de este siglo la difusión era considerada por muchos antropólogos como la
explicación más importante de las diferencias y semejanzas culturales. Los persistentes
efectos de este punto de vista todavía se pueden apreciar en intentos de explicar las
semejanzas entre grandes civilizaciones como consecuencia de derivar unas de otras:
Polinesia de Perú, o viceversa; las tierras bajas de Mesoamérica, de las altas; China de
Europa, o viceversa; el nuevo mundo (Las Américas) del viejo, etc. No obstante, en
años recientes la difusión ha perdido fuerza como principio explicativo. Nadie duda que,
en general, cuanto más próximas están dos sociedades tanto mayor serán sus semejanzas
culturales. Pero estas semejanzas no se pueden atribuir, sencillamente, a una tendencia
automática, a la difusión de rasgos. Es probable que sociedades próximas en el espacio
ocupen ambientes similares, de ahí que sus semejanzas puedan deberse a la adaptación a
condiciones parecidas (Harner, 1970). En otras palabras, la resistencia a la difusión es
tan común como su aceptación. Si no fuese así, no habría conflictos entre los católicos y
los protestantes de Irlanda del Norte; los mexicanos hablarían inglés (o los
norteamericanos español) y los judíos aceptarían a Jesucristo.
1.2 Aculturación: designa los procesos complejos de contacto cultural, por medio de
los cuales sociedades o grupos sociales asimilan o reciben como imposición rasgos, o
conjuntos de rasgos que provienen de otras sociedades. El término pertenece al
vocabulario de la escuela llamada culturalista.
Para otras escuelas, el término constituye un aspecto importante, pero parcial, de los
hechos estudiados por la antropología histórica.
1.2.2 Brujería: designa ante todos los efectos nefastos (accidentes, muerte, infortunios
etc. ) un rito o una cualidad inherente a un brujo, un hombre secretamente dotado de
poderes extrahumanos.
1.2.3 Canibalismo: parece proceder este término de “caribes” o “caribs”, del nombre
de los indios de las Antillas. Se empleó para caracterizar a supuestos hombres
“comedores de carne humana”
El concepto de cultura fue puesto de moda por los antropólogos, incluso antes de
que fuese objeto de un examen minucioso y de esfuerzos de definición sistemática. El
término Antropología cultural surgió de un modo natural en el momento en que se
dibujó en el estudio del hombre un reparto de las tareas, y ha seguido siendo empleado,
de un modo cada vez más exclusivo, por la tradición americana. El término de
antropología social es más tardío, fechable aproximadamente en los primeros años del
siglo XX. Sin embargo, existe en ello algo más que una trivial diferencia de uso y
tradición, más que una simple diferencia de acento. Se plantea un problema más hondo,
la definición y empleo de los conceptos de cultura y sociedad. Estas ideas son
transmitidas por Paul Mercier en su libro “Historia de la Antropología”.
Mientras en Gran Bretaña se daba preferencia a la denominación de la antropología
social, otros se inclinaban a separar la antropología social y cultural, bien atribuyéndoles
dimensiones distintas, bien colocándolas en diferentes esferas. Está diversidad de
terminologías vuelve a aparecer en el interior de la propia antropología social y
cultural.
Como quiera que sea en el punto de partida está la recolección de datos y la
descripción... lo que comúnmente se llama etnografía.
Observación participante:
Participar en la vida local significa que los etnógrafos hablan constantemente con la
gente y les preguntan sobre lo que observan. Cuanto más aumenta el habla nativa van
entendiendo más y mejor, se dan varias etapas del aprendizaje de la misma. Primero la
fase de nombrar, preguntando nombre tras nombre de los objetos que nos rodean. Luego
hacemos preguntas más complejas. Entendemos conversaciones sencillas ente la gente,
y si el dominio de la lengua nos ayuda, somos capaces de comprender las veloces
discusiones públicas y las conversaciones en grupos. La oratoria especial suele contener
liturgias, conjuntar secuencias formales de palabras y acciones que podemos recoger
para su posterior análisis con un experto local.
Con la entrevista con cuestionarios, el etnógrafo habla cara a cara con sus informantes,
hace preguntas y anota las respuestas. Los otros procesos de cuestionarios tienden a ser
más indirectos e impersonales; con frecuencia es el propio encuestado el que rellena el
formulario.
<Nuestra meta de obtener una muestra total nos permitió contactar con casi todas las
personas del pueblo y nos ayudó a establecer una relación. Sin embargo, como en otras
encuestas, nuestras entrevistas con cuestionarios recogieron una información
cuantificable comparable. Esto nos proporcionó una base para evaluar patrones y
excepciones de la vida del pueblo. Nuestros cuestionarios incluían un número de
preguntas que se hacía a todos por igual y que a veces surgían preguntas interesantes.
Luego, seguiríamos estos cabos sueltos en muchos sentidos de la vida comunitaria.
De modo, que esta entrevista con cuestionarios nos proporcionó una estructura marco
que nos orientaba, pero no nos confinaba en nuestra investigación. Ello permitió que
nuestra etnografía fuera tanto cuantitativa como cualitativa>.
El método genealógico:
Antropología urbana:
Análisis comparativo:
A partir de fines del siglo XIX, ésta no puede ser disociada de la presencia del
investigador sobre el terreno. Todas las escuelas antropológicas la consideran como una
fase necesaria para el estudio de la realidad socio – cultural, y, más o menos
explícitamente, definen su tarea como la del manejo de los datos etnográficos. Su
paciente reunión debe conducir a la constitución de los “ archivos “ de toda la
humanidad.
La inocente denominación de recolecta de los datos no debe ocultar los problemas que
ya existen en este nivel de la investigación: problemas que no desaparecen ni aun
suponiendo reunidas en un antropólogo las mejores cualidades de observador y las
mejores competencias técnicas. Notemos aquí únicamente la tendencia de algunos
antropólogos, entre los más perseverantes en la búsqueda de los datos sobre el terreno, a
hacer de ésta, así como de la descripción, una cosa personal. Toda ciencia comienza con
las tentativas más ambiciosas. Pueden distinguirse dos acciones de este orden. Una de
ellas, denominada indistintamente etnología o historia cultural tiene como propósito
analizar e interpretar las semejanzas y diferencias existentes entre las sociedades y las
culturas humanas.