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Neuropsicologia de la memoria

La memoria es una función neurocognitiva que permite registrar, codificar, consolidar,


almacenar, recuperar y evocar la información que se almacena previamente. El aprendizaje se
diferencia de la memoria, esto debido a que la primera es la capacidad de adquirir información
nueva, mientras que la memoria es la capacidad de retener la misma

Desde tiempos antiguos se intentó buscar la sede de la memoria cerebral y tanto


localizacionistas, como sus opositores, se pugnaron por la búsqueda de su sede; esta, aunque
con concepciones distintas sobre el funcionamiento cerebral ambas corrientes asumían
erróneamente que la memoria era una función unitaria. Pero fue con el desarrollo de la
Neurobiología y la Neuropsicología, que se ha ido demostrando que hay numerosos circuitos
en el sistema nervioso central.

En el siglo pasado vemos numerosos aportes al estudio de la Neuropsicología de la memoria,


aunque varios hallazgos se han hecho con anterioridad. Uno de ellos fue William James, quien
puso las primeras piedras en el estudio, empezando con las modalidades primarias, secundaria
y terciaria de la memoria.

Esta clasificación inspira el desarrollo de las clasificaciones de la memoria actual. Para 1899,
Betcherev sugiere que las amnesias son consecuencias de lesiones en el lóbulo temporal,
comprobando esto con pacientes estudiados tienen ciertos daños, formando la teoría del
engrama, afirmando que la huella de un recuerdo se localiza en una zona del cerebro, cuya
extirpación hace que desaparezca este, pero fue en 1950 que Lashley, comprobó que la
memoria es función holística.

Ahora, pasamos con uno de los principales investigadores sobre las bases neurobiológicas de la
memoria, Donald Hebb, que hizo una teoría de los circuitos reverbantes, que afirma que
cuando dos neuronas se excitan de forma simultanea se establece entre ambas una conexión
de tipo funcional formando un circuito reverbante. Este reverba las experiencias que no se
almacenan a largo plazo por un tiempo.

Para 1953, Scoville y Milner presentan el caso de que un paciente se hizo referencia en el
estudio de amnesias, a pesar de este. El sujeto HM presentó amnesia anterógrada severa tras
sufrir la extirpación bilateral de los lóbulos temporales mediales. A partir de ese momento se
constata la importancia que tenían los circuitos hipocampicos como centro de adquisición de
nuevas memorias, especialmente las explicitas.

Tulving por su parte introdujo la memoria semántica y episódica

Squirre y Cohen la memoria declarativa y no declarativa.

Ahora vamos a hablar de las estructuras implicadas en la memoria para los procesos.
Intervienen muchas partes del encéfalo, comenzando por los lóbulos temporales. Estos poseen
caras internas que tienen importancia en el material mnémico. El circuito de Papez es muy
importante integrado en la cara medial de cada lóbulo temporal formado por una red de la
que participan numerosas estructuras diencefalicas límbicas y corticales: hipocampo,
circunvolución parahipocámpica, fórnix, cuerpos mamilares, fascículo mamilotalámico,
amígdala, núcleos anteriores del tálamo, circunvolución singular y dentada.

Lesiones en ese circuito pueden afectar a la memoria a largo plazo e incapacita el aprendizaje,
produciendo un olvido progresivo para olvidar los recuerdos más recientes, mientras que los
antiguos, independientes de este circuito, se quedan. Los circuitos hipocampicos por su parte
son responsables de la memoria anterógrada, regiones temporales no mediales que se
implican en la memoria retrógrada o recuerdos del pasado.

Cada parte de la memoria en el sistema nervioso se localiza según la modalidad de memoria, la


sensorial en los receptores sensoriales periféricos, la de corto plazo en la supramarginal y giro
angular del lóbulo parietal, la operativa en el área prefrontal, colaborativas como el área de
Broca y Wernicke y las áreas parietooccipitales de asociación, la declarativa en las estructuras
temporales mediales y conexiones del lóbulo temporal, la no declarativa en los ganglios
basales, cerebelo, amígdala y neocórtex, la prospectiva en el área prefrontal, la retrógrada en
las caras externas del lóbulo temporal, la anterógrada en el hipocampo y circuito de papez, el
priming en el lóbulo frontal y corteza asociativa, la semántica en el lóbulo frontal izquierdo, la
episódica en el lóbulo frontal derecho y temporal, hipocampo y corteza entorrinal y por último
la temporal en el lóbulo frontal y diencéfalo.

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