Está en la página 1de 4

El Contraban do 1

En el periodo considerado, auto-


res como López Gonzólez y Pita Piza-
rro, no dudan en situar la cifra de per-
sonas que se dedican al contrabando
en Andalucía en unas 300.000.
No olvidemos, al tener en consi-
deración esta cifra, que los puertos
andaluces habían tenido el privilegio
del comercio con las Indias y la exis-
tencia de la col o nia de Gibraltar en
nuestra comunidad.
Durante la Guerra de la Indepen-
dencia, contrabandistas y algunos
bandoleros, formaron columnas de
guerrilleros que hostigaron a las tro-
pas francesas, con el invento de la
guerra de guerrillas, y que resultaron
ser fuerzas determinantes en la de-
rrota de las tropas de Napoleón en Es-
paña.
■ 1 hablar del contrabando parece En nuestra comarca, los saqueos
lógico dedicar algunos líneos o de las ciudades de San Roque y Ji mena
lo figuro del contrabandista. Y habría y de sus respectivos Ayuntamientos
que empezar diciendo que el contra- por las tropas fra ncesas, con expolio
bandista, que está al margen de lo de una parte de sus patrimonios histó-
Ley, encuentro, no obstante, uno ricos, lo fueron como represalia y avi-
os acercamos en este aceptación de su actividad muy gene- so a estos columnas de guerrilleros,
artículo a la figura ralizado en lo sociedad, de tal modo en las que se encuadraban muchos
del contrabandista y que no suele tener grandes problemas ciudadanos de las ciudades citadas.
del contrabando en nuestra con lo Justicio. Así ha sido desde siem- Lo base de operaciones de estas
comarca. Un fenómeno que pre y solamente en estos últimos columnas de guerrilleros estaba en
en muchos momentos de su años, al aparecer con crudeza el tráfi- Gibraltar. Durante este periodo, los
existencia contó con el co de drogas, se aprecio severidad en guerrilleros-contrabandistas-ban-
beneplócito de las autori- su represión y un incipiente cambio de doleros, habían conseguido montar
dades y con la aceptación actitud de lo sociedad hacia lo figuro uno amplio red para el trófico de ar-
de la mayor parte de la so- del contrabandista. En nuestro fon- mas, municiones y explosivos. Una
ciedad . En los primeros dongo de Punto y Tocón tenemos va- vez acabada lo guerr a, esta r ed servi-
años del siglo XIX determi- rios letrillas que afirman lo expuesto. ría paro el trófico de otras mercancías:
nados autores cifran en 300 Uno que no me dio tiempo o publicar tejidos de algodón, lo que orig inó
mil las personas que se en el libro que publiqué sobre nuestro fuertes protestas de los ind ustriales
dedican al contrabando en fondongo dice así: más fino que el ter- catalanes, que consiguieron introdu-
Andalucía . siopelo/ tengo un jaco de coliá/ que cir cambios en lo legislación españolo
es, gachona de mi vía/ quien llevo to sobre la materia, trigo, café, azúcar,
mi caudá/. ginebra y algo de tabaco, en un primer
La etapa que va desde la termina- momento y productos manufactura-
ción de la Guerra de lo Independencia dos y recambios de piezas, junto a lo
TEXTO:
hasta mitad del siglo XIX, puede con- que podríamos llamar " pr oductos de
Eduardo López Gil
siderarse como la época dorada del moda", de los que carecíam os en Es-
Profesor contrabando. Durante este periodo, la paña, componen el repertorio objeto
Ex alcalde de San Roque figura del contrabandista se confunde del contrabando en este periodo.
a menudo con la del bandolero y la del En lo cuarta y última carta que en
FOTOS:
guerrillero después, dando lo impre- 1895 Engels escribió o Pablo Iglesias,
Multimedia sión de que el contrabandista, se fundador del PSOE y la UGT, esto do
adapta a una u otra forma de vida, éste en lo cárcel como responsab de
contrabandista o bandolero, según lo huelgo que iniciaron los trabajado-
las circunstancias. res de la fábrica de tejidos de la Casa
1
Larios, podemos leer "el no mb
. re del
Marqués de Lonos me ha re d tidod Y firmaron 1 . .
. . cor odo ción· Lo h . a s1gu1ente declara-
una historia que aconteció hacia _ ba a él, prácticamente, todo el que en-
1850 . s ermanos Larios s
Había entonces en Gibralt mayores p·u omos los trabo en Gibraltar, ya fuero a trabajar
ar una brolta , os de esta Ciudad de Gi-
casa comercial, Hermanos lar,·o (" o de visito.
. S, IU- r Y aconsejamos a todos no ha-
dfos). Un comerciante ing lés les en- cer negocios co Consistía en traer pequenas canti-
lo h n nosotros, porque si dades de mercancías, los que una
viaba en depósito muchas de sus mer- ocen pueden estor seguros de ser
engañados G"b persona podía llevar encimo de ma-
cancías para que ellos tas v endieran t . ' raltar, tontos de tan- nera no ostentosa o en un bolso y por
como artículos de contrabando a otros os, ... Hermonos Larios.
las que, generalmente, pagaba o los
comerciantes en territori o español. B Esta declaración fue colgada en lo
agentes al cruzar el Puesto Fronterizo,
Estos mercancías eran siempre deco- olsa de Gibraltar sobre el lugar don-
de el v· · L al posar algo más o más cantidad de lo
misados por los aduaneros españoles teJo arios solía instalarse Y permitido. El duro o los dos duros, se-
y los Lorios pagaban al inglés el im- donde durante veinte años hizo sus
gún fuero la coso, se ponía en el inte-
porte de lo cantidad en q ue éste las compras Y sus ventas, con este rótulo
rior del bolso y al meter lo mano el
había asegurado, como en toles ne- clavado en la pared, encimo de su ca-
agente paro verificar lo que llevaba, lo
beza."
gocios es habitual. la cosa sin embar- cogía y al bolsillo.
go no gustaba nodo al inglés, que de- En eS t e punto lo carta termina pre- Hasta tal punto llegaron las cosas,
guntond0 Engels a Pablo Iglesias si es- que los agentes del Puesto recibieron
sapareció del mercado español y per-
tos Lorios pertenecen a lo familia del orden de sus superiores de llevar co-
dió la mayor porte de los beneficios.
Marqués de Larios. No sobemos lo que sidos los bolsillos en sus uniformes.
Para comprobar por sí mismo por
Pablo Iglesias le contestó ni si lo hizo Tengamos en cuanta que en un solo
qué tales acciones afectaban siempre
yo que Engels murió poco tiempo des~ día podían cruzar la verja de cuatro o
a sus mercancías y no o l as de los de-
pués de escribir esta corta. cinco mil personas, lo que traducido a
mós, viajó o Gibraltar pero no pudo
En tiempos más recientes, ante- duros de la época, abultaban lo suyo
descubrir lo causa . Hasta que pasean- riores al cierre de la verja, algunos en el uniforme, aunque fuesen de pa-
do un día por lo ciudad vio como un "privilegiados" del Régimen o con pel. Los censurados bolsillos llegaban
carro perdía una rueda, con lo que al- buenos contactos en él, que se paga- hasta en final del pantalón, sobre el
gunas de los cajas de mercancías que ban bien, tuvieron acceso a un tipo de dobladillo. Cloro que lo picaresco hizo
llevaba cayeron al suelo y se rompie- contrabando de cuello duro: motores que varios bares de La Líneo hicieron
ron. Eran sus cajas, llevaban la morco diese!, cigüeñales, recambios de pie- de recolectores de los cantidades que
de su Caso, pero en vez de mercancí- zas de automóviles, motos Lombret- se pagaban y que eran retirados al
as, llevaban arena. tas, bicicletas, etc., etc., que pasaban terminar el servicio por los agentes
El enigma quedó resuelto: los la- impunemente por el Puesto de Policía implicados, que llevaban lo cuenta de
rios comunicaban a los ca rabineros y Control de La Línea como chatarra, los que habían pasado por su control y
españoles el envío de l as cajas llenas en camiones tapados que nadie esta- que, lógicamente, roro vez coincidía
de areno, las cuales eran decomisa- ba autorizado a inspeccionar. con el dinero depositado en el bar, con
das y pagaban al inglés e l montante Queda por reseñar otro tipo de las consiguientes discusiones.
del seguro; luego expedían las mer- contrabando, que podríamos llamar A principio de siglo, estas peque-
cancías a sus intermediarios españo- menor, y que George Hills, en su Histo- ñas cosas comprados en Gibraltar, su-
rio de Gibraltar, llama contrabando de ponían la cifra de un millón de pesos
les, ahora a su cuenta y de modo mOs
hormigas. (ant-smuggling) Se dedica- fuertes . Imagínense lo que suponía
seguro, y sin mayor riesgo se embol-
--- - para el comercio
saban todas las
gibraltareño ven-
der, además de,
para la población
de Gibraltar, cinco
mil unidades dia-
rias de libras de
azúcar, de libras
de tabaco, de
mantequilla, de
tarros de merme-
lada, de cuarlero-
"Seftor nes de café, de li-
a qué tanta bras de harina, de
l9nación? Le l~tas de beicon, de
barras de pan de
mos a us
lata, paquetes ga-
lletas, chocolate,
caramelos, saca-
rin a, pi ed r a s de
mecher os, etc.,
etc., o los que sa -
lían de Gibr altar.
24 Nuestra Historia

El Contrabando Y11
oeste.
Llegaron a existir barcos espe-
cializados que llegaban hasta las
costas gallegas y v alencianas. A Par-
tir de aquí, las merca ncías se repartr
an en pequeñas ca ntidades, hasta
llegar al consumidor.
El negocio del contrabando, al
volumen que nos estamos refiriendo,
creó hasta una nuev a profesión: el
corredor de contraba ndo. Los corre-
dores de contrabando eran personas
respetadas, tanto por los que vendían
los mercancías en Gibraltar como por
los que los compraban Y esperaban
su entrega en las costos españolas.
Su misión ero lo de da r fe de que la
Edificio de la Aduana en operación se había efectuado a satis-
La Línea de la Concepción. facción de los dos portes. Ello reque-

En el capítulo anterior hablamos


del contrabando de hormigas.
ría que debía de estor pr esente tanto
en el embarque de los mercancías en
Gibraltar como en el desembarco de
El otro contrabando, el que se sacaba los mismos en las costo españolas. En
en grandes cantidades, requería, este negocio nadie se fía de nadie, de
ademos de una perfecta red y medios ahí lo necesidad de crea r este cuerpo
de transporte. Las mercancías, una de notarios.
uestro colaborador

N
vez compradas en Gibraltar a alma-
relata en esta se- Hasta el año 1840, la industria
cenistas, depositarios y comercian-
gunda parte las textil inglesa, con perm isividad ofi-
tes, eran embarcadas en el puerto de
circunstancias en las que se cial, exporto o Gibraltar cantidades
Gibraltar, en barcos remodelados y
desarrollaba el contraban- tales de mercancías que v ienen a re-
hasta especialmente construidos pa-
do a gran escala en nuestra presentar el 84% del tota l de las im-
ra este fin. Es el caso de un jabeque
comarca . Las materias que portaciones gibraltare ñas. Tres
de construcción francesa, "El Flay", o
se " transportaban" iban "El Terrible", construido en Gibraltar.
grandes partidas queda ron refleja-
desde el textil o el tabaco, dos en los libros de la época: manu-
Estos llevaban incluso cañones a bor-
al trigo . La permisividad facturas de algodón, que incluían có -
do, hasta quince, para intimidar a los
con la que contaba esta ac- licos blancos, estampados, museli -
guardacostas del resguardo español.
tividad tanto de autoridades nas, colchas, medias de punto, ter-
Estos barcos dejaban las mercan-
como de la socidad civil se ciopelo, cintas, hilos y productos de
cías muy cerca de las costas españo-
terminó cuando la droga se mercería; manufacturas de lana, en
las, donde eran recogidas y trans-
convirtió en la mercancía las que figuraban paños largos, co -
portadas en mulas, a veces en reatas
estrella del contrabando . tos, superfinos, medianos e inferio ·
de cien y hasta doscientas bestias.
res, chaquetas de lanilla, kersemyre,
En esta modalidad se producía el
bayetas, franelas, mantas, alfom-
pago a los agentes por mula que de-
bras, cobertores, medias y cintas y,
jaban pasar. En las noches oscuras y
finalmente, manufacturas de lino bri-
TEXTO : de mal tiempo siempre se producía la
tOnico, con partidas tales como tela
Eduardo López Gil discusión de si habían sido cincuenta
blanca, damasquinada, lonas, fun-
Profesor o setenta y tres, al ajustar cuentas en das, cintas e hilos.
las ventas o bares convenidos.
Ex alcalde de San Roque Si deducimos de estas cantidades
La distribución de estas mercan-
las necesidades de la población gi-
FOTOS : cías, en lo que podríamos llamar ré-
braltareño, el resto pasaba a España
Multimedia gimen de mayorista, llegaba hasta
y en tal cantidad y precios tales que
Ronda, lugar de paso casi obligado
en el Informe dirigido a Fernando VII
en la introducción del contrabando
por varias ciudades por las que pasó
hacia el eje norte-este y hasta Sanlú-
en 1823, en lo referente a Sevilla se
car, Vejer, Códiz y tcija, en el sur-
puede leer: "La monstruosa intro-
Ali\M[OA
NOVl[MIIR.C · 2007 .,_ ~ ~

~ -
"'
/Y;_;; ~ ....

ducción Y contrabando que de poco


tiempo acá, se hace por los ingleses
de géneros de algodón, ha hecho de-
saparecer para siempre, y que que-
den del todo arruinadas la multitud
de fóbricas de estampados, indianos,
pañolería, colchas y sarasas que ha-
bla en esta ciudad."
La industria textil andaluza, en
tiempos de innovaciones tecnológi-
cas ademOs, se encuentro con uno
competencia desleal que la llevaría a
su desaparición, pudiendo significar
este hecho uno de los causas del re-
traso industrial andaluz.
Entre 1845 y 1895, decrecen es-
pectacularmente las exportaciones
textiles inglesas o Gibraltar, por pre-
siones de las autoridades españolas.
Existe una amplia información, tonto
en Londres como en Gibraltar, del
molestar de los comerciantes gibral-
tareños por esto circunstaricia. Pero para llegar a su destino, desde La Lí- actividad. Si se contesta: a la Hacien-
este malestar va a durar poco. Los nea a San Roque, Estación de San Ro- da Pública, se expone uno a recibir,
textiles en ocaso, van a ser sustituidos que, Guadiar o, etc., por lo que a no- entre risas, más preguntas: ¿y eso
por otro producto estrella: el tabaco. sotros respecta, con la carga comple- qué es? ¿para qué sirve?. Al no existir
En efecto, Gibraltar empieza a ta. un daño visible, con nombre y apelli-
importar tabaco en grandes cantida- El café era tran sportado en mo- dos, no queda muy claro si realmente
des, especialmente de los estados chilas de bastantes kilos a tas espal- hay daño o no, pasando el tema de la
norteamericanos de Kentucky, Virgi- das de jóvenes q ue eran verdaderos legalidad a un segundo término.
nia y Maryland. También de Calcuta y atletas de campo a través. Esta complicidad-permisividad
de otros puertos de la India. El contr abando de trigo, que sus- no se va a romper hasta la aparición,
Este tabaco se subastaba en Gi- citó más de una pr egunta parlamen- en tiempos recientes, de otro produc-
braltar, siendo la unidad de medida taria en nuestra Cámara Alta, se ba- to estrella: la droga.
utilizada el hogshead, equivalente a saba en un ingenioso procedimiento Su contrabando o tráfico ha utili-
unos 54 galones. Para tener una idea administrativo. El patrón de un barco zado en un principio las antiguas re-
de lo que esto significó, diré que en un español autorizado a cargar en un des tradicionales de los contraban-
momento determinado, Gibraltar lle- determinado puerto español una distas y luego, a medida que creció la
gó a importar más tabaco rubio que la cierta cantidad de fanegas de trigo, demanda y el negocio empezó a ge-
entonces Alemania Occidental y que, sólo cargaba una mín ima cantidad, nerar importantes cantidades de di-
ademós, de picadura negra llegó a recogiendo, mediante el co rrespon- nero, estas redes se han ido moder-
tener unas seis fábricas en la Colonia, diente pago, ta documentaci ón de la nizando, tecnificando y buscando,
con marcas tan excelentes como carga completa. Una vez en ta mar, se como al principio, ta complicidad de
Montecristo, El Cubanito o los cigarri- dirigía a Gibraltar, donde completaba la Administración .
llos Colón, que patrocinaban la infor- ta carga total autorizada en España y Hasta hace relativamente poco,
mación taurina en la Comarca porra- ponía rumbo a puertos españoles, hemos visto con asombro como más
donde vendía el trigo con una sucu- de un capo de la droga recibía la Me-
dio con su programa Redondel, con
lenta ganancia producida por el dife- dalla de Oro de su ciudad por haber
una entradilla y un final en verso y
rencial de precio que existía entre Es- dado dinero para construir un campo
que terminaba "y cual digno colofón,
paña y Gibraltar. de fútbol, por ejemplo.
los cigarrillos Colón".
Había complicidad de muchos El reciente cambio de actitud so-
Desde mediados del siglo XIX
funcionarios en este procedimiento, cial hacia esta nueva formo de con-
hasta finales de siglo, el tabaco Y el
pero esta es una constante del con- trabando que llamamos tráfico, pue-
trigo son los productos estrellas del de explicarse porque aquí si hay un
trabando y de cualquier fipo de con-
contrabando hacia España. daño con nombre y apellidos, que se
trabando. De ahí el predicamento so-
El contrabando de tabaco quepo- conoce en muchas ocasiones y que
cial que llegaron a alcanzar algunos
díamos llamar de mediana intensi- puede llegar a tocar incluso a nuestro
contrabandistas famosos.
dad se efectuaba con perros amaes- entorno familiar.
¿A quién se hace daño con una
trados que portaban los cuarterones Pese a loables iniciativas popula-
actividad como el contrabando? Esta
de tabaco en cananas sobre sus bo- res, aún estamos en los albores de
pregunta, que contenía una afirma-
nigas y que podfan oler y esquivar a una concienciación ciudadana colec-
ción en su formulación, la solían ha-
un guardia civil a mós de un kilómetro tiva ante esta nueva formo de pre-
cer y la siguen haciendo los contra-
de distancia. Iban en grupos, guiados bandistas cuando alguien critica su
sentarse un antiguo problema.
por un ·experto y se tas arreglaban

También podría gustarte