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Los artículos 22 al 29 del

COGEP, tratan sobre la excusa y


la recusación; de tal modo que
dichas disposiciones son
terminantes al señalar los casos
en que el juzgador debe
abstenerse de conocer un
proceso, lo cual conviene para
alejar toda sospecha de
parcialidad y conservar incólume
el decoro y prestigio de los
funcionarios que intervienen
en la administración de justicia; a
fin de preservarlos, se previene
en dichos artículos, que
los juzgadores se excusen si es el
caso, o de lo contrario el sujeto
procesal
correspondiente puede recusarlo.
El COIP, en el artículo 572
establece las doce causas de
excusa y recusación; mientras
que el COGEP, en el artículo 22
establece también doce causas de
excusa y recusación.
Al respecto de la recusación, la
doctrina señala, que de este
modo, se frena el abuso de
los jueces, pero hay que justificar
por parte del actor la causa legal
de recusación que
necesariamente deben ser las
señaladas en el artículo 22 del
COGEP o 572 del COIP; por
esta razón la recusación sin causa
no existe en nuestro
ordenamiento jurídico pues si
existiera esto puesto en manos
del litigante sin escrúpulos sería
una arma que en definitiva
traería desprestigio a la justicia;
pues cuando hay buenos
juzgadores los litigantes los
buscan más bien que apartarlos
del conocimientos de sus asuntos
bien dice la doctrina
que la causa de la recusación es
la mala justicia, he aquí la
importancia de la demanda de
recusación que es el tema del
presente artículo.
Los artículos 22 al 29 del
COGEP, tratan sobre la excusa y
la recusación; de tal modo que
dichas disposiciones son
terminantes al señalar los casos
en que el juzgador debe
abstenerse de conocer un
proceso, lo cual conviene para
alejar toda sospecha de
parcialidad y conservar incólume
el decoro y prestigio de los
funcionarios que intervienen
en la administración de justicia; a
fin de preservarlos, se previene
en dichos artículos, que
los juzgadores se excusen si es el
caso, o de lo contrario el sujeto
procesal
correspondiente puede recusarlo.
El COIP, en el artículo 572
establece las doce causas de
excusa y recusación; mientras
que el COGEP, en el artículo 22
establece también doce causas de
excusa y recusación.
Al respecto de la recusación, la
doctrina señala, que de este
modo, se frena el abuso de
los jueces, pero hay que justificar
por parte del actor la causa legal
de recusación que
necesariamente deben ser las
señaladas en el artículo 22 del
COGEP o 572 del COIP; por
esta razón la recusación sin causa
no existe en nuestro
ordenamiento jurídico pues si
existiera esto puesto en manos
del litigante sin escrúpulos sería
una arma que en definitiva
traería

desprestigio a la justicia; pues


cuando hay buenos juzgadores
los litigantes los
buscan más bien que apartarlos
del conocimientos de sus asuntos
bien dice la doctrina
que la causa de la recusación es
la mala justicia, he aquí la
importancia de la demanda de
recusación que es el tema del
presente artículo.

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR


FACULTAD DE JURISPRUDENCIA CIENCIAS POLÍTICAS
Y SOCIALES
CARRERA DE DERECHO
Política Criminal y Seguridad Pública

Tema:

Excusa y Recusación

Nombre:

Ana Cristina Fuentes

Curso:

Noveno Semestre “A”

Docente:

Dr. Andrés Benítez

Los artículos 22 al 29 del COGEP, tratan sobre la excusa y la recusación; de tal modo
que dichas disposiciones son terminantes al señalar los casos en que el juzgador debe
abstenerse de conocer un proceso, lo cual conviene para alejar toda sospecha de
parcialidad y conservar incólume el decoro y prestigio de los funcionarios que
intervienen en la administración de justicia; a fin de preservarlos, se previene en dichos
artículos, que los juzgadores se excusen si es el caso, o de lo contrario el sujeto procesal
correspondiente puede recusarlo. El COIP, en el artículo 572 establece las doce causas
de excusa y recusación; mientras que el COGEP, en el artículo 22 establece también
doce causas de excusa y recusación.
Al respecto de la recusación, la doctrina señala, que de este modo, se frena el abuso de
los jueces, pero hay que justificar por parte del actor la causa legal de recusación que
necesariamente deben ser las señaladas en el artículo 22 del COGEP o 572 del COIP;
por esta razón la recusación sin causa no existe en nuestro ordenamiento jurídico.
El tratadista Eduardo Pallares, define a los impedimentos, que en nuestro ordenamiento
jurídico se llaman causas de excusa o recusación, señalando: “Son los hechos o
circunstancias personales, que concurren en un funcionario judicial y que lo obligan a
inhibirse del conocimiento de determinado juicio, por ser obstáculos para que se imparta
justicia”. Como señalo en el tomo segundo de mi obra antes mencionada, al tratar sobre
la jurisdicción, es decir la facultad para conocer y resolver vinculantemente para las
partes por parte del juzgador, esta facultad está limitada subjetivamente por la total
independencia que debe tener el juzgador respecto al asunto que conoce; por esta razón,
el COGEP en los artículos 22 y 29, y el COIP en los artículos 571 y 572, tratan sobre la
excusa y recusación del juez en el primer caso, y del juez y del fiscal en el segundo
caso.
Análisis sobre las causales de excusa o recusación
Las doce causales, están señaladas en el artículo 22 del COGEP y 572 del COIP,
aclarando que no todas las señaladas de estos dos cuerpos de leyes son las mismas y se
las podría clasificar en razón de su mayor o menor gravedad, pues es menester en la
demanda señalar la causal aducida; y la doctrina establece sobre estas causales aspectos
objetivos y subjetivos.
A. Generalmente la causal más aducida luego del retardo injustificado, es tener
interés en el pleito, así lo señala el número 12 del artículo 22 del COGEP; y, 3 y
10 del 572 del COIP, lo que guarda concordancia con los artículos 75, 168, 169
y 172 del CRE, y 22, 23, 81, 94 y 222 del Código Civil, es la causal que en
doctrina se conoce como litis suam facient que se refiere al parentesco, al
matrimonio y a la unión de hecho.
B. Parentesco del juzgador con alguna de las partes en línea recta de ascendientes o
descendientes; y es así como, el artículo 22 del COGEP, señala en los números
2, 3 ,8 este particular; y 572.1 del COIP.
Hay que señalar que el parentesco es la relación de familia, que vincula a dos o
más personas. Las clases de parentesco en nuestra legislación son las siguientes:
1.Por consanguinidad. - Esto es existe entre personas de relación reciproca de
ascendencia o descendencia en línea directa o colateral.
2.Conyugal. - Existe entre los dos conyugues o convivientes y se extingue por
divorcio o por la terminación de la unión de hecho.
3.Afinidad. - Esto es entre uno de los cónyuges y los consanguíneos del otro; y la
Corte Constitucional señalo en una resolución que esta clase de parentesco se
extingue cuando termina el matrimonio.
4.Por adopción
5.Establecimiento de la filiación en caso de reproducción asistida.
Se mide mediante el grado es decir el número de generaciones que existen entre dos
parientes, por ejemplo, un nieto está en segundo grado con su abuelo. En línea colateral
se cuenta el número de generaciones existentes entre dos personas pasando por el tronco
o ascendientes común, así tenemos por ejemplo primos hermanos consanguíneos en
cuarto grado. La línea y grado de afinidad entre dos personas, se determina por la línea
y su grado de consanguinidad respectiva esto es por ejemplo entre suegros y yerno
primer grado, entre cuñados segundo grado.
C. Conexión estrecha del juzgador con una de las partes, así lo señala el artículo
22.6, y 572.2, .3, .5, .8 y .10 del COIP.
En resumen, el artículo 22 del COGEP y 572 del COIP, fueron creados por la Asamblea
Nacional, quien opta por la fórmula genérica aconsejable en estos casos, por cuanto la
configuración de hipótesis taxativas como lo hace la ley para impedimento y recusación
resulta incompleta. De todos modos, el sentido de los artículos 22 del COGEP, y 572
del COIP, son categóricos en señalar: “Son causas de excusa o recusación de la o el
juzgador (…)” (o en su caso del fiscal), esto es las doce allí señaladas o sea la mención
es taxativa a las doce circunstancias que se consideran las únicas por las cuales se puede
excusar o recusar, de tal manera que en mi criterio, se puede excusar o recusar y
conceder este derecho de abstención solamente en base de dichas causales, pues
lamentablemente, no se mencionan otros criterio de recusación o abstención, cuales por
ejemplo por razones de decoro y delicadeza, de tal modo que esto no procede para la
recusación. De todos modos, hay que insistir que con estos conceptos se trata de
salvaguardar la imparcialidad del juzgador, extendiendo a situaciones no previstas la
posibilidad de parcialización, pero se ha asentado que lo individual del juzgador es lo
preponderante. El Instituto de Derecho Procesal, señala al respecto “Se trata de un caso
de homenaje al juez, a su delicadeza de conciencia, evitándole la violencia de tener que
resolver en un caso que de alguna manera se siente involucrado o susceptible de ser
sospechado, son motivos de decoro o de delicadeza (escrúpulos de conciencia, de
recato, de respeto de si, de vigilancia externa por su buen nombre de juez). Lo que, a
decoro, se refiere más bien a la situación social que reviste el juez; es tanto como honor,
respeto, reverencia que se debe a una persona por su dignidad, por lo cual guardar el
decoro significa comprometerse con arreglo a su condición social (dice el Diccionario
de la Real Academia) en tanto que delicadeza, se refiere más al fuero íntimo, atención y
exquisito miramiento con las personas o escrupulosidad y estricto cumplimiento de lo
que se tiene entre manos. Lo subjetivo (escrupulosidad de conciencia) en el juez, funda
la iniciativa que solo él puede tomar, pero está sujeto al examen y apreciación (para
fijar, los limites sociales del escrúpulo) en qué medida este ha de influir en la actuación
de los jueces del superior, es decir de la voz social judicial para evitar excesos y
respaldar en uno u otro sentido las actitudes del juez al respecto”.

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