Está en la página 1de 8

Garantías Constitucionales del Derecho Penal y Procesal Penal – TP Nº 3

1. Independencia, imparcialidad y juez natural

INTRODUCCIÓN DOCTRINARIA

Las garantías constitucionales que gozan los individuos referentes al órgano encargado de juzgar
abarcar 3 aspectos interrelacionados, que por cuestiones didácticas pueden estudiarse
separadamente, pero que no debemos olvidar que forman parte de un todo indisoluble. Sin ir más
lejos, estas garantías son enunciadas en los instrumentos internacionales de derechos humanos
con jerarquía constitucional de forma conjunta, como integrantes de un todo.

JUEZ NATURAL (Art. 18, art. 99, inc. 4 y 114 inc. 1 y 2 CN - 8.1 CADH - Art. 14.1 PIDCyP – Art. 10
DUDH – Art. XXVI DADDH)

La garantía del juez natural prohíbe ser juzgado por comisiones especiales o sacado de los jueces
designados por ley anterior al hecho de la causa.

Hace referencia a 2 cuestiones: 1) La prohibición de las comisiones especiales y 2) la


irretroactividad de la ley que asigna competencia penal.

Sin embargo, la interpretación de esta garantía por la CSJN le da otro contorno estableciendo que
ella no se ve afectada por la aplicación de leyes procesales dictadas luego de producido el hecho
de la causa siempre que sean de carácter general, es decir, que no importen la sustracción de un
proceso singular de los tribunales que conservan competencia sobre otros similares, asignen
jurisdicción a órganos permanentes del poder judicial y no aparezcan fundadas en motivos de
persecución u otros de arbitrariedad semejante.

Asimismo la garantía del juez natural exige que quienes ejerzan jurisdicción hayan sido designados
por el procedimiento establecido por la CN en los arts. 99 inc.4 y 114 inc. 1 y 2.

INDEPENDENCIA (Art. 18, 109, 110, 114 y 115 CN 8.1 - CADH - Art. 14.1 PIDCyP – Art. 10 DUDH
– Art. XXVI DADDH)

La garantía de independencia hace referencia a que los jueces no deben ser ajenos a cualquier
tipo de presión política o institucional realizada por el Poder Ejecutivo y Legislativo, como así
también desde el propio Poder Judicial.

En este sentido la constitución establece que sólo los Jueces pueden juzgar en los casos en que
les sean sometidos a su jurisdicción, prohibiéndose al Poder Ejecutivo Ejercer funciones judiciales
(art. 109 CN), y al Poder Legislativo con la excepción referida al juicio político (art. 53, 59 y 60 CN).

Alumnos: BANES, Yanina - DERECHO, Patricio – Profesora: MALDONADO, Susana – Comisión: 0665
Garantías Constitucionales del Derecho Penal y Procesal Penal – TP Nº 3

Por otro lado, también se establecen otra serie de garantías que hacen a la independencia de los
jueces entre las que podemos nombrar:

Permanencia (art. 110 CN). Ejercen sus funciones desde su nombramiento y mientras dure su
buena conducta, pudiendo ser destituidos únicamente por mal desempeño en el ejercicio de sus
funciones. El principio es que gozan de estabilidad en sus empleos a perpetuidad con la salvedad
establecida por el art. 99 inc. 3 y4 para los jueces que cumplan más de 75 años de edad.

Intangibilidad de sus remuneraciones (Art. 110 CN). El salario de los jueces es establecido por el
congreso y no puede ser disminuido en manera alguna.

Organización Horizontal. A diferencia del PE para los jueces no rige el principio de jerarquía. Las
tribunales de revisión o instancias recursivas no son superiores jerárquicos que puedan impartir
órdenes, sino que se establecen como una garantía para los individuos para evitar errores
judiciales. Los jueces sólo se someten a la ley. Para asegurar tal sometimiento es que se
establecen más garantías, por ej. la configuración de delito para aquel juez que dolosamente
dictare resoluciones contrarias a la ley o fundadas en hechos falsos (Art. 269 CP); la CSJN
considera procedente el recurso extraordinario por arbitrariedad para descalificar sentencias que no
son derivación razonada del Derecho vigente, etc.

Sistema de Nombramiento (Art. 114, art. 99 inc. 4, art. 86 inc. 5). El nombramiento de los jueces
responde al equilibrio de poderes porque implica un acto conjunto del PE y del Senado,
incluyéndose con la reforma del 94 la participación del Consejo de la Magistratura para la terna de
los jueces inferiores.

IMPARCIALIDAD (Art. 18 - 8.1 CADH - Art. 14.1 PIDCyP – Art. 10 DUDH – Art. XXVI DADDH)

Esta garantía hace referencia a la posición del juez (ya como persona y no como institución) frente
al caso concreto y a diferencia de la independencia se materializa negativamente, es decir,
excluyendo del caso al juez que no garantiza suficientemente la objetividad de criterio frente al
caso, separando al juez cuando sobre él pese un razonable temor de imparcialidad.

Los motivos para excluir a un juez pueden ser de índole personal (por ej. el parentesco del juez con
alguno de los intervinientes), relacionadas con el objeto del juicio (por ej, conocer el hecho como
testigo) o con el resultado del juicio (por ej. tener un interés en el proceso).

Estos motivos facultan a los individuos a recusa a un juez y que se lo reemplace por otro, pero
debe notarse también que los jueces ante estos casos tienen la obligación de de denuncia la
situación y excusarse de oficio.

Alumnos: BANES, Yanina - DERECHO, Patricio – Profesora: MALDONADO, Susana – Comisión: 0665
Garantías Constitucionales del Derecho Penal y Procesal Penal – TP Nº 3

Son casos especialmente relevantes de temor de imparcialidad cuando un integrante del tribunal
de juicio ha intervenido en períodos anteriores del procedimiento. Por ej. cuando un fiscal es
nombrado juez y lo toca resolver sobre la causa en la que intervino previamente como fiscal, o
cuando el juez encargado de juzgar intervino también como juez de instrucción (como sucede en
Argentina con los juicios correccionales)

Instruir y sentenciar son actividades incompatibles, razón por la cual resulta conveniente o mejor
aún, necesario evitar que esas dos actividades correspondan a una misma persona dentro de un
único proceso. El magistrado interviniente en la primera etapa del proceso debe ser apartado en la
segunda, garantizando de esta manera la imparcialidad durante el juicio y la sentencia.

Esta situación afecta la imparcialidad en un sentido objetivo como bien destacó el Tribunal Europeo
de Derecho Humanos en los casos Piersack y De Cubber, en donde dijo que “todo juez en relación
con el cual pueda haber con el cual pueda haber razones legítimas para dudar de su imparcialidad
de abstenerse de conocer en el caso, ya que está en juego la confianza que los tribunales deben
inspirar a los ciudadanos en una sociedad democrática (…) en palabras de la máxima inglesa: “no
sólo se debe hacer justicia: antes bien debe parecen que se hace justicia”.

Sobre este aspecto es que giran los fallos que a continuación se analizarán.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

Fallo Mongiardini, Renzo

Fallo Llerena, Horacio

 Recurso de hecho deducido por el defensor oficial de Horacio Luis Llerena en la causa
Llerena, Horacio Luis s/ abuso de armas y lesiones- arts. 104 y 89 del Código Penal- CSJN
5 de agosto de 2003.

Hechos: La defensa luego de notificarse de la clausura de la instrucción del sumario y la elevación


a juicio, es decir al citarse a las partes al debate y a ofrecer prueba, planteo la recusación de la
jueza a cargo del Juzgado Correccional N° 3 de esta ciudad, fundada en la sospecha y el temor de
parcialidad que sentía su defendido, ya que la recusada ya había dictado resoluciones en su contra
para avanzar en el proceso, con fundamento en las pruebas recolectadas en la etapa de
investigación instructoria, y en consecuencia no se encontraba en posición de neutralidad frente al
caso, como para llevar adelante el debate. Fundó su derecho amparándose en la garantía de que
todo imputado debe ser juzgado por un tribunal imparcial, consagrada en los instrumentos
internacionales incorporados a la Constitución Nacional (y con igual jerarquía) por el art. 75 inc. 22.

Alumnos: BANES, Yanina - DERECHO, Patricio – Profesora: MALDONADO, Susana – Comisión: 0665
Garantías Constitucionales del Derecho Penal y Procesal Penal – TP Nº 3

La jueza a cargo de la causa hizo lugar al planteo de la defensa y remitió las actuaciones a la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad para que sorteara el
juez que continuaría en el proceso, habiendo resultado ser este el titular del juzgado Correccional
N° 1 de esta ciudad.

El magistrado sorteado no acepto la competencia y remitió la causa a la Cámara Nacional de


Casación Penal por considerar que la resolución que hizo lugar a la recusación carecía de
fundamentos, puesto que no encuadraba en ninguno de los supuestos del art. 55 del Código
Procesal Penal de la Nación.

El tribunal a quo resolvió la cuestión y devolvió las actuaciones al Juzgado Nacional en lo


Correccional N°3, al sostener que las causales de recusación deben interpretarse en sentido
restrictivo, y que solo resulta procedente el instituto cuando se verifica alguno de los motivos
previstos taxativamente en el art. 55 del Código Procesal Penal de la Nación, supuesto que según
su criterio no se daba en las presentes. Por otra parte sostuvo la constitucionalidad del segundo
párrafo del art. 88 de la ley 24.121.

Contra esta sentencia de la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, que declaro la
competencia del Juzgado Nacional en lo correccional N° 3 de esta ciudad para seguir interviniendo
en la causa seguida contra Horacio Luis Llerena, por presunta comisión de los delitos de amenazas
agravadas por el uso de arma de fuego y abuso de armas, ambos en concurso real, la defensa
interpuso recurso extraordinario, cuya denegación del tribunal inferior en grado por considerar que
no se trataba de una sentencia definitiva, origino la presente queja.

Contenido:

-Se toma en cuenta el principio acusatorio de división de funciones, a partir del cual deriva que
quien investiga no puede juzgar, y con base en esta fórmula se argumenta la recusación. Asimismo
solicito subsidiariamente que se declare la inconstitucionalidad del 2° párrafo del art. 88 de la ley
24.121, que suprimió el apartado 1 del art. 55 del CPPN, que preveía expresamente la causal
invocada de recusación, pues según su criterio resulta opuesto a la garantía de imparcialidad del
juez consagrada en los instrumentos internacionales.

-La sentencia impugnada si bien no es definitiva, ya que no pone fin al juicio, resulta equiparable a
tal en tanto produce un perjuicio de tardía e insuficiente reparación ulterior, ya que se cuestiona la
imparcialidad objetiva del juzgador en un momento determinado del proceso, que por su naturaleza
exige una consideración inmediata en tanto constituye la única oportunidad para su adecuada
tutela. De lo contrario, es decir de tener que pronunciarse la Corte luego de llevado a cabo el juicio
y agotado los recursos pertinentes, se produciría una dilación indebida del proceso, ya que de

Alumnos: BANES, Yanina - DERECHO, Patricio – Profesora: MALDONADO, Susana – Comisión: 0665
Garantías Constitucionales del Derecho Penal y Procesal Penal – TP Nº 3

resolverse favorablemente la pretensión de la defensa, se debería realizar un nuevo juicio. Por


estos motivos la oportunidad para decidir la cuestión resulta ser esta en la que se invoca.

-Si bien es cierto que las causales de recusación deben admitirse en forma restrictiva, ese principio
no puede ser interpretado de modo tal que torne ilusorio el uso de un instrumento concebido para
asegurar la imparcialidad del órgano jurisdiccional llamado a decidir la controversia.

-Existe cuestión federal suficiente puesto que la defensa pone en discusión el alcance de la
garantía de juez imparcial reconocida dentro de los derechos implícitos del art. 33 CN, y se deriva
de las garantías del debido proceso y de la defensa en juicio establecidas en el art. 18 de la CN y
consagrada expresamente en los artículos: 26 de la declaración Americana de los derechos y
deberes del hombre, 14.1 del pacto internacional e derechos civiles y políticos, 8.1 de la CADH, 10
de la declaración universal de derechos humanos, que forman parte del bloque de
constitucionalidad federal en virtud de la incorporación expresa que efectúa el art. 75 inc. 22 de la
CN. En virtud de ello y al hallarse cuestionado el alcance de una garantía del derecho internacional,
el tratamiento del tema resulta pertinente por la vía establecida en el art. 14 de la ley 48, puesto
que la omisión de su consideración puede comprometer la responsabilidad del estado argentino
frente al orden jurídico supranacional.

-La imparcialidad del juzgador puede ser definida como la ausencia de perjuicios o intereses de
este frente al caso que debe decidir, tanto en relación a las partes como a la materia. Si bien podría
argumentarse que esta ausencia de perjuicios, por lo menos respecto de la materia, nunca seria
absoluta, por las convicciones propias del juez en tanto hombre, ello no obsta a que se trate de
garantizar la mayor objetividad posible de este frente a la cuestión que debe resolver. El temor de
imparcialidad es un vicio objetivo del procedimiento y no una mala cualidad subjetiva o personal del
juez. Desde este punto de vista objetivo, es una garantía del justiciable y solo a favor de este se
puede esgrimir este temor de parcialidad. En ella se sostiene el planteo de la defensa en este caso.

-Si de alguna manera puede presumirse por razones legitimas que el juez genera dudas acerca de
su imparcialidad frente al tema a decidir, debe ser apartado de su tratamiento, para preservar la
confianza de los ciudadanos, y sobre todo del imputado, en la administración de justicia, que
constituye un pilar del sistema democrático.

-En la tarea de investigación preliminar el instructor va formándose tanto una hipótesis fáctica como
una presunción de culpabilidad, en una etapa anterior al debate oral. Por lo que podría
sospecharse que ya tiene un prejuicio sobre el tema a decidir, una opinión preformada, puesto que
impulso el proceso para llegar al juicio, descartando hasta ese momento las hipótesis
desincriminantes. Por lo que la separación de juez y acusador es sumamente importante (ligado
con el principio republicano: división de funciones).

Alumnos: BANES, Yanina - DERECHO, Patricio – Profesora: MALDONADO, Susana – Comisión: 0665
Garantías Constitucionales del Derecho Penal y Procesal Penal – TP Nº 3

-Además en el caso esta convicción del juez instructor, ni siquiera se diluye, o compensa con la
presencia de otros magistrados que componen el tribunal, ya que el juez correccional juzga
unipersonalmente.

-Puede afirmarse que los actos procesales llevados a cabo por la jueza cuestionada, evidencian
objetivamente la sospecha de su parcialidad que puede tener el imputado, toda vez que aquella
recopilo prueba, ordeno el allanamiento de su domicilio, lo interrogo, dicto su auto de
procesamiento y posteriormente decidió la elevación a juicio de la causa. Es más, la propia juez
involucrada reconoció el temor fundado de parcialidad que podía sentir el imputado, y en virtud de
ellos hizo lugar a la recusación planteada.

-El juez que llevo adelante la instrucción y elevo a juicio la causa, se encuentra impedido para
realizar el juicio y dictar sentencia con respecto a ese mismo caso, y por ende debe elevar al
superior jerárquico la causa para que por algún medio como por ejemplo el sorteo, remita la causa
a otro juez correccional para su juzgamiento, y en caso de que no lo haga habrá motivo de
recusación para el imputado por temor de parcialidad.

Fallo: Se hace lugar a la queja, se declara precedente el recurso extraordinario y se deja sin efecto
la sentencia apelada (Disidencia parcial del Dr. Agusto Cesar Belluscio y de la Dra. Carmen M.
Argibay).

 “MONGIARDINI, Renzo y otros s/ homicidio en ocasión de robo – causa Nº 6/04” S.C.M.


2340, L.XLI

Hechos: Los Sres. José Manuel Ruiz (como autor) y Laura Adriana Russo y Renzo Mongiardini
(como partícipes primarios) fueron absueltos del delito de robo seguido de muerte cometido en
perjuicio de Fernando Marti Reta por la Cámara Segunda en lo Criminal de la Ciudad de Bariloche.

En la última sesión del debate y como consecuencia de que el Fiscal solicitó la absolución la
Cámara otorgó la excarcelación de los imputados.

Contra esta sentencia la querella interpuso recurso de casación ante el Superior Tribunal de
Justicia de la Provincia de Rio Negro argumentando que la libertad de los imputados dispuesta en
la última audiencia del debate significaba decidir anticipadamente a favor de la solución liberatoria
antes de la deliberación final y a pesar de la acusación de la querella. Dicha situación, a su
entender, implica que la voluntad de quienes debían resolver se encontraba viciada, ya que los
condicionaba para pronunciarse sobre una eventual condena, razón por la cual cabría invalidar el
acto dictado por quedar seriamente comprometida una de las garantías constitucionales más
elementales: la imparcialidad del tribunal que debe juzgar.

Alumnos: BANES, Yanina - DERECHO, Patricio – Profesora: MALDONADO, Susana – Comisión: 0665
Garantías Constitucionales del Derecho Penal y Procesal Penal – TP Nº 3

El Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Rio Negro hizo lugar al recurso presentando, y
en consecuencia dispuso la sustanciación de un nuevo juicio al anular la sentencia de la Cámara.

Contra esta resolución la defensa interpuso recurso extraordinario que al ser denegados, dieron
lugar a la queja de que tarta el presente fallo.

Sentencia definitiva, origino la presente queja.

Contenido:

Los jueces de la CSJN hacen suyos los fundamentes del Procurador General (Eduardo Ezequiel
Casal) salvo la Dra. Carmen M. Argibay, quien consideró que la cuestión federal no fue introducida
oportunamente en el proceso.

Entre los argumentos más relevantes del caso podemos citar:

-Reconoce la CSJN que la imparcialidad del juez encargado de decidir en el caso concreto goza
de garantía constitucional por estar consagrada en Pactos internacionales incorporados a la CN,
pro el art. 75 inc. 22.

-La imparcialidad debe analizarse no sólo subjetivamente, sino también objetivamente. Así hacen
propia la interpretación de la Corte Europea de Derecho Humanos (según fue puesta de manifiesto
por la CSJN en la causa “Diese María Graciela y Fraticelli, Carlos Andrés s/ homicidio calificado por
el vínculo y por alevosía –causa Nº 120/02”) y de la Comisión Interamericana de Derecho Humanos
(conf. Informe 5/96, del 1/3/96, caso 10.970 Mejia vs. Perú).

- Al respecto la CEDH dijo “en materia de imparcialidad del juez lo decisivo es establecer si, ya
desde el punto de vista de las circunstancias externas (objetivas), existen elementos que autoricen
a abrigar dudas con relación a la imparcialidad con que debe desempeñarse el magistrado, con
prescindencia de que lo que pensaba en su fuero interno y siguiendo el adagio “justice must no not
only be done: it must also be seen to be done”

- Por su parte la CIDH expreso: “la imparcialidad objetiva exige que el tribunal o el juez ofrezca
suficientes garantías que eliminen cualquier duda acerca de la imparcialidad observada en el
proceso”

- Yendo al caso concreto la CSJN dijo que la resolución referente a la excarcelación de los
imputados, devolviéndoles su libertad no implica que el tribunal hay adherido, ni se haya
comprometido en lo que hace a la decisión final sobre el fondo del caso, con la posición sostenida
por el fiscal y la defensa, de modo tal que se haya visto afectada la imparcialidad debida.

Alumnos: BANES, Yanina - DERECHO, Patricio – Profesora: MALDONADO, Susana – Comisión: 0665
Garantías Constitucionales del Derecho Penal y Procesal Penal – TP Nº 3

- La imparcialidad no fue afectada porque la decisión de excarcelar a los imputados se sustentó en


disposiciones estrictamente procesales (art. 294, inc. 4, del Cód. Procesal Penal de Rio Negro1),
sin que se advierta relación alguna entre esos fundamentos rituales y la cuestión de fondo, siendo
que la sentencia absolutoria se sustentó en el análisis del hecho y las pruebas reunidas en el
proceso.

- La conclusión acerca de que la decisión absolutoria o la deliberación previa a la adopción de este


temperamento estuvieron condicionadas por la libertad anticipada de los encausados, carece de
sustento en las constancias de la causa.

Fallo: Se hace lugar a la queja, se declara precedente el recurso extraordinario y se revoca la


sentencia apelada (Disidencia de la Dra. Carmen M. Argibay).

1 Dicho artículo establece: “Deberá concederse la excarcelación al imputado, cuando: 1º …, 2º…, 3º…, 4º Cuando sobre
la base de la pena privativa de la libertad solicitada por el Agente Fiscal, pudiera corresponderle condena de ejecución
condicional. (…)”

Alumnos: BANES, Yanina - DERECHO, Patricio – Profesora: MALDONADO, Susana – Comisión: 0665

También podría gustarte