¿Cuál cree que debió ser la conducta del servidor judicial investigado y capturado

por los hechos descritos?

Ya que el Juez Civil Municipal fue investigado y se giró una medida de detención
domiciliaria, por los hechos relacionados con la liberación a través de Habeas
Corpus, considero que su conducta debió haber tenido mayor cooperación con las
autoridades competentes (fiscal delegado ante el Tribunal Superior), el
arrepentimiento y culpa por las liberaciones ejecutadas cuando él era el servidor
judicial encargo de los trece casos, el mismo que por ética y moral debió haber
manifestado que deseaba confesar y aportar en la investigación con toda la
información que dispone, útil y necesaria para el caso. Aunque claro está que
desconocemos las causas que le motivaron al Juez a tomar estas decisiones
erróneas.
¿Qué principios y valores de la Ética Judicial hay comprometidos?
Según el Código de la Ética de los Servidores y Trabajadores de la Función Judicial
del Ecuador, en su capítulo II Principios y Valores Éticos Art. 4; nos manifiesta que
se debe considerar los siguientes: Independencia, imparcialidad, integridad,
transparencia, diligencia, respeto, capacitación y conocimiento y servicio.
Por lo que considero que los principios y valores de la Ética Judicial como:
Independencia, imparcialidad, integridad, transparencia, respeto, se encuentran
comprometidos; en este caso del Juez Civil por la independencia de criterios. De los
ya manifestado considero también que se comprometido los valores de justicia,
libertad, responsabilidad, lealtad, honestidad y equidad; enmarcados en la mala o
buena conducta que incluye actuar con base en la verdad y justicia.
¿Se identifica con alguna de las dos opiniones ciudadanas? ¿Por qué?
Me identifico con la segunda opinión. Debido a que la casa con cárcel no puede ser
considerada como una opción por las comodidades que se le otorgarían en su
vivienda, aunque en nuestra Constitución en el Art. 66 manifiesta que “el derecho a
la vida se protege, apartado primero, al expresar que se garantiza y reconoce a las
personas el derecho a la inviolabilidad de la vida, y no habrá pena de muerte”.