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tales en el período neonatal y llegan a afectar de estos cuadros, porque los cambios en la hi-
al 25% de la progenie de parejas en las que am- pocondroplasia son más ligeros y, en la displa-
bos padres son heterocigotos para la enfer- sia tanatofórica, son mucho más graves e in-
medad.1,2 variablemente mortales.1
En muchos de los casos, hay una correlación La mayoría de los niños con acondroplasia
entre la edad de concepción materna y la proba- evoluciona favorablemente. Su expectativa de
bilidad de tener un niño con acondroplasia.6 vida y el coeficiente intelectual son iguales a
los de las personas de talla normal, y son ca-
Si una persona acondroplásica se une con paces de llevar vidas independientes y pro-
una persona normal, la probabilidad de que el ductivas.La expectativa de vida de estos pacien-
hijo sea también acondroplásico es del 50% y tes es normal; sin embargo, tienen un mayor
asciende al 75% si ambos padres están afec- riesgo de morir en el período de lactancia. Un
tados (en este caso, hay un riesgo del 2,5% de estudio retrospectivo reveló que el 7,5% de es-
aparición de acondroplasia homocigota, que tos pacientes falleció durante el primer año de
suele ser letal al nacer).1,5,6 Si ambos padres vida por apnea central u obstructiva.1,3,4,8
la padecen, en cada embarazo, las posibilida-
des de dar a luz a un niño con esta condición as- Hasta el momento, no existe ningún trata-
cienden al 50%; la posibilidad de que el niño miento farmacológico; los tratamientos suge-
no herede el gen y alcance una talla promedio ridos para mejorar la talla son administración de
es del 25% y la posibilidad de que herede un gen hormona de crecimiento y elongación de miem-
anormal de cada padre asciende al 25%.En es- bros. Esta elongación logra resultados impor-
te último caso, pueden presentarse problemas tantes en cuanto a la ganancia de talla, la me-
graves en el sistema esquelético que suelen joría en las proporciones corporales y la acep-
causar la muerte a temprana edad. tación estética por parte de los pacientes. De-
be estar a cargo de cirujanos ortopédicos con
Las pruebas moleculares para el diagnósti- probada experiencia en la técnica.8-10
co certero son sencillas, pues virtualmente to-
das las mutaciones causales ocurren exacta-
mente en el mismo lugar dentro del gen; no es
necesario realizarlas a todos los niños con diag-
Aspectos clínicos
nóstico clínico de acondroplasia. Sin embargo, Se dispone de criterios clínicos y radiológi-
se deberían solicitar pruebas del FGFR3 para cos para diagnosticar esta patología.
niños que sean de algún modo atípicos o cuan-
do la diferenciación con trastornos similares, co- Criterios clínicos
mo la hipocondroplasia, no sea segura. Estos
niños deberían ser derivados para una evalua- • Baja talla con miembros cortos a predomi-
ción clínico-genética.6 nio del segmento proximal (rizomélico)
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Acondroplasia
portante, también descartar trastornos añadi- En estas etapas, pueden empezar a apa-
dos del crecimiento.12,13 recer complicaciones en el oído medio; por lo
tanto, se recomienda iniciar una valoración sis-
Según el criterio pediátrico, se deberá pro-
temática en todas las infecciones de las vías aé-
seguir con la exploración física minuciosa y
reas superiores. Debe buscarse, de forma ac-
con las determinaciones seriadas de peso, ta-
tiva, la presencia de otitis media serosa, sobre
lla y, en especial, del perímetro cefálico para
todo entre los 6 y los 12 meses de vida.17
detectar hidrocefalia que puede aparecer en
cualquier momento durante los primeros dos A esta edad debe insistirse, en forma enér-
años.13,14 gica, en adoptar las medidas posturales y las or-
tesis necesarias que permitan prevenir la apa-
En ese sentido, la Academia Americana de
rición de la cifosis torácica baja y lumbar alta.
Pediatría (1995) recomienda efectuar estudios
La rotación externa de las caderas que pre-
por imágenes (tomografía axial computariza-
sentan los acondroplásicos a esta edad suele
da o resonancia magnética) si se observa un
desaparecer a los seis meses y no suele reque-
crecimiento anormal de la cabeza en alguna
rir estimulación suplementaria.
consulta de control.
Asimismo, se debe evaluar el desarrollo mo- Evaluación del niño preescolar
tor que suele estar retrasado, pero que se ade-
cua y adapta con el fin de lograr nuevas habili- Es importante el control de la circunferen-
dades permanentemente. Antes de pararse y cia craneal, y su comparación con las curvas de
caminar, estos niños usan formas de despla- crecimiento diseñadas ad hoc para la patología.
zamiento propias, como gatear de cola o arras- La aparición de clínica respiratoria o neuro-
trarse.8-11 lógica que sugiera un origen central por com-
Si el paciente tiene hipotonía grave o hi- presión del tronco cerebral debe ser investiga-
perreflexia en extremidades superiores o clonus da con polisomnografía, potenciales evocados
deberá valorarse la práctica de una tomogra- somatosensoriales, tomografía computarizada
fía computarizada o una resonancia magné- o resonancia magnética al igual que en edades
tica para evaluar la base del cráneo, los ven- más tempranas, aunque su incidencia dismi-
trículos cerebrales, la unión cervicomedular y nuye con el tiempo.
la médula espinal.La hipotonía del lactante con Es preciso tener especial cuidado en la evo-
acondroplasia se ha atribuido clásicamente a la lución del habla, cuya aparición no debería re-
compresión cervicomedular en el foramen mag- trasarse más allá de los 2 años.La aparición tar-
num. Este cuadro dificulta y retrasa el desarro- día debe alertar sobre una hipoacusia que pa-
llo motor y el control de la cabeza, lo que aumen- só inadvertida. En estos casos, se recomienda
ta el riesgo de lesión neuronal y, por lo tanto, solicitar una audiometría/timpanometría.
de muerte.
La marcha puede retrasarse hasta más allá
Paradójicamente, en una revisión retrospec- de los 2 años, por lo que debería realizarse
tiva de 71 niños con acondroplasia,15 se halló una estimulación precoz psicomotriz que me-
que el área del foramen magnum (medida por jore este retraso, si previamente no se hubiera
tomografía) no se correlacionaba con la presen- efectuado16.
cia de hipotonía (r2 = 0,017).Como tampoco fue
En este período, empiezan a cobrar impor-
posible correlacionar la hipotonía con el parto
tancia las complicaciones ortopédicas. Es pre-
vaginal (asumiendo una mayor hiperextensión
ciso asegurarse de que la rotación externa de
del cuello) ni con la presencia de hipertensión
las caderas involucione y de introducir medi-
endocraneal, se sugirió que podría estar rela-
das para prevenir nuevas complicaciones, co-
cionada con una elevada expresión del FGFR3
mo el genu varum por sobrecrecimiento de las
en el cerebro y en la médula espinal, y con su
diáfisis o la cifosis dorsolumbar.
disfunción.En cualquier caso, es recomendable
realizar una estimulación psicomotriz precoz que La sedestación debe protegerse con una pe-
mejore las pautas madurativas y colabore en queña almohada en la espalda para prevenir las
el logro oportuno de la sedestación, la bipe- deformidades cifóticas y, al mismo tiempo, se de-
destación y la deambulación. ben evitar la sedestación sin una sujeción de los
pies y las sobrecargas de las articulaciones (pe-
Asimismo, es aconsejable practicar estudios
sos, mochilas o salto repetido).15-17
del sueño (polisomnografía) si el paciente tie-
ne trastornos de la respiración, normalmente en Si aparecen contracturas musculares en las
forma de apneas o hipoapneas.16 caderas o la espalda, se deben iniciar sesio-
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fusa la mortalidad asociada a esta entidad. La Se ha destacado que estos niños tienen una
mortalidad durante el primer año de vida es al- mayor morbimortalidad en los primeros años de
ta. En acondroplásicos también se ha detecta- la vida, quizás relacionada con causas neuroló-
do un mayor riesgo de muerte neonatal, aun- gicas evitables y relativamente sencillas en cuan-
que no queda claro si se debe a una elevada in- to a su procedimiento técnico. Además, tienen
cidencia de fetos acondroplásicos homocigotos una elevada incidencia de trastornos respira-
o a otras complicaciones durante el parto.1-3,8 torios, en muchas ocasiones, debido a compli-
La compresión cervicomedular, principalmen- caciones obstructivas de la vía aérea superior
te en los primeros años de vida, representa un que, si son adecuadamente diagnosticadas y
factor determinante importante de morbimorta- tratadas, evitan secuelas importantes, como la
lidad, que alcanza el 7,5% para los niños hasta hipoacusia.
el año de edad. Se sospecha que la expectativa
Las complicaciones ortopédicas también
de vida entre los que superan esa edad es nor-
son frecuentes y, pese a las soluciones varia-
mal, y tan sólo un estudio ha intentado validar esa
bles, son controlables, como la cifosis, en al-
sospecha. En una cohorte de 701 acondroplá-
gunos casos con muy buenos resultados.
sicos (y un total de 5828 personas/año de segui-
miento) se detectó una mortalidad bruta del 8%.7 El abordaje clínico de estos pacientes requie-
re de la pronta interconsulta con los diversos es-
Las causas de muerte más frecuentes son
pecialistas antes mencionados desde muy tem-
la muerte súbita en niños menores de 5 años,
prana edad, sin descuidar el apoyo familiar y el
los problemas respiratorios y por alteración del
asesoramiento genético.
sistema nervioso central entre los 5 y 24 años,
y los problemas cardiovasculares en indivi-
duos mayores de 25 años.7 Bibliografía
Las curvas de supervivencia diseñadas a par- 1. Trotter TL, Hall JG; American Academy of Pediatrics
tir de estos datos muestran que hay un 7,5% de Committee on Genetics.Health supervision for children
riesgo de muerte en el primer año, un 12% has- with achondroplasia. Pediatrics 2005;116(6):1615.
ta los 12 años y un 14% hasta los 14 años.La me- 2. de Solà-Morales O, Pons JMV. Evaluación de la nece-
sidad clínica y de los criterios estructurales, técnicos
dia de supervivencia era de 61 años (mientras y humanos de un centro de referencia para la aten-
que en la población de control era de 71 años). ción de las personas con acondroplasia. Agència d’A-
valuació de Tecnologia i Recerca Mèdiques, España,
Es importante también ofrecer a los padres enero 2003.
consejo genético y muy particularmente apo- 3. Carter EM, Davis JG, Raggio CL. Advances in un-
yo psicológico y familiar.3-5 derstanding etiology of achondroplasia and review of
management. Curr Opin Pediatr 2007;19:32–37.
Si bien la experiencia es escasa, la respues-
4. Astete CP. ¿En qué enfermedades puede hoy el pe-
ta al tratamiento con hormona de crecimiento diatra apoyarse en el diagnóstico genético? Rev Chil
es individual, y todavía no hay datos sobre ta- Pediatr 2003;74(2);206-207.
llas finales en un número significativo de pacien- 5. American Academy of Pediatrics Committee on Ge-
tes.No se llevaron a cabo estudios prospectivos netics. Health supervision for children with achondro-
plasia. Pediatrics 1995;95:443-451.
que evalúen la edad final de los individuos acon-
droplásicos con este tratamiento, por lo que es 6. Horton WA. Recent milestones in achondroplasia re-
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difícil evaluar su eficacia.8,12,25-28
7. Hecht JT, Francomano CA, Horton WA, Annegers JF.
La elongación de miembros logra resultados Mortality in achondroplasia. Am J Hum Genet 1987;41
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importantes en cuanto a la ganancia de talla,
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la mejoría en las proporciones corporales y en
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la aceptación estética por parte de los pacien- Pediatr 2000;98(6):368-375.
tes.Debe destacarse que la División de Ortope- 9. Ajenas L. Skeletal dysplasias. En: Kelnar C, Savage
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cardo Gutiérrez” tiene una probada experien- thophysiology and Treatment, 2nd ed. London: Hodder
cia con esta técnica, con un seguimiento de más Arnold; 2007.
de 400 pacientes y muy buenos resultados.29 10. Bridges NA. Does GH therapy influence final height in
skeletal dysplasia syndromes? En:Monson J (ed.). Cha-
llenges in Growth Hormone Therapy, Philadelphia:
Blackwell Sciences; 1999:54-63.
Conclusiones 11. Baujat G, Legeai-Mallet L, Finidori G, Cormier-Daire
V, Le Merrer M. Achondroplasia. Best Pract Res Clin
El presente trabajo intenta ser una guía pa- Rheumatol 2008;22(1):3-18.
ra el pediatra clínico en el manejo del paciente 12. Horton WA, Hall JG, Hecht JT. Achondroplasia. Lancet
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Acondroplasia
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