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Servicio Desinteresado

2ª Corintios 1:12-14 Biblia En lenguaje Sencillo


2Co 1:12 Nos satisface saber que nos hemos comportado bien, y que hemos sido sinceros con todos, especialmente con ustedes. No lo hicimos
guiados por nuestra propia sabiduría, sino con la ayuda de Dios, y gracias a su gran amor.
2Co 1:13 Ahora les escribimos con palabras e ideas fáciles de entender. Y espero que puedan comprender del todo
2Co 1:14 lo que ahora no entienden bien. Así, cuando el Señor Jesucristo vuelva, ustedes podrán estar orgullosos de nosotros, como nosotros lo
estamos de ustedes.

Seguimos en la avanzando en este 1er capítulo de la 2ª carta a los corintios y podemos ver como poco
apoco empezamos a captar los matices de las acusaciones que estaban dirigiendo los corintios contra
Pablo y de las calumnias con las que estaban tratando de desacreditarle.

1. Deben de haber estado diciendo que había más en la conducta de Pablo de lo que se veía. Su
respuesta es que se ha conducido siempre en la santidad y transparencia de Dios. No había nada
escondido en la vida de Pablo. Podríamos añadir a la lista otra bienaventuranza:
«Bienaventurados los que no tienen nada que ocultar.» La palabra que hemos traducido por
transparencia (sinceridad rv1960) es eilikrinia, y es sumamente interesante. Puede describir algo
que puede soportar la prueba de ser expuesto a la luz del Sol y que se vea el Sol a través de ello.
Bendita la persona cuyas acciones puedan soportar la luz del día y que, como Pablo, pueda
asegurar que no hay segundas intenciones ocultas en su vida.

2. Había algunos que le estaban atribuyendo motivaciones ocultas a Pablo. Su respuesta es que
toda su conducta está motivada, no por una astucia calculada, sino por la gracia de Dios. No
había motivaciones ocultas en la vida de Pablo. Si somos honestos, tendremos que admitir que
rara vez hacemos nada sin mezcla de motivos. Hasta cuando hacemos algo bien, puede estar
enredado en motivos de prudencia, prestigio, exhibicionismo, temor o cálculo. La pureza de
acción puede que sea difícil, pero la pureza de intención lo es todavía más. Sólo podemos tener
tal pureza cuando podemos decir como Pablo que nuestro viejo yo ha muerto, y Cristo vive en
nosotros.

3. Había algunos que decían que Pablo no quería decir en sus cartas lo que parecía. Su
respuesta fue que no había ninguna segunda intención en sus palabras. Las palabras son
criaturas extrañas. Se pueden usar para revelar el pensamiento, o para ocultarlo. Pocos son los que
pueden decir honradamente que quieren decir exactamente lo que dicen.

Puede que digamos algo porque es lo que hay que decir en esa situación; puede que lo digamos para
cumplir, o para quedar bien; o para no meternos en líos. Santiago, que veía los peligros de la lengua mejor
que nadie, decía: “El que no comete errores en lo que dice es una persona perfecta” (Stg_3:2).

En la vida de Pablo no había cosas ocultas, ni motivos ocultos, ni sentidos ocultos.

Vale la pena proponerse ser así.

ZaLu2 y Bendiciones

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