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Tema: Fieles al llamado de Dios

Texto: Filipenses 2:12-16


Introducción:
Sin duda la palabra “fidelidad” es de significado fuerte. Sin embargo, Dios
desea que cada uno de nosotros pueda mantenerse fiel a él, en medio de
cualquier época en la que nos encontremos.
El llamado de Dios en este pasaje que leímos es el ser luminares en el mundo,
el servir de faro para una generación que cada día más se hunde en la miseria
y la maldad. Pero, es ahí donde Dios nos ha puesto, y espera que llevemos
fruto.
Oración de transición: ¿Cómo cumplir con fidelidad el llamado de Dios?

I. Ocuparse del crecimiento espiritual

Dios tiene que obrar en nosotros antes de que pueda obrar a través de
nosotros.
a) Una cuestión de obediencia
- Por el ejemplo de Cristo
- Una de las cosas que debía motivar al pueblo de Dios a obedecer
era el sacrificio de Cristo, su vida, su ejemplo.
- El apóstol Pablo esperaba una obediencia mucho más sincera al no
estar presente.
- La base de la obediencia era Cristo mismo.
- Demasiados cristianos obedecen a Dios sólo por la presión externa,
y no por el poder interno. Pablo dice a los filipenses que lo importante
no es su presencia con ellos, sino el deseo de ellos de obedecer y
agradar a Dios (1:27; 2:12).
- Ellos no podrían edificar sus vidas sobre Pablo, porque él no estaría
con ellos por mucho tiempo. Es triste ver la manera en que algunas
obras en las iglesias se debilitan o se deshacen por el cambio de
liderazgo. Tenemos una tendencia a agradar a los hombres y a
obedecer a Dios solamente cuando otros están observando. Pero,
cuando el creyente se rinde al poder de Dios que está en él,
entonces la obediencia viene a ser un deleite; no una batalla
b) Una cuestión de decisión
- Ocuparse de manera diligente, aunque nuestra salvación descansa
en la obra de Cristo, aún hay un compromiso firme de cada uno de
nosotros en lo que concierne a vivir la vida cristiana de la manera en
la que Dios desea.
- Es en virtud de lo que ya poseemos (la salvación) que debemos
ocuparnos de nuestro crecimiento.
- La idea del apóstol Pablo es que, la obra de la salvación afecte cada
parte de nuestra vida.
- Dejarse guiar por la voz del Espíritu Santo
- Sin duda tenemos una responsabilidad, el Espíritu Santo puede
guiarnos, impulsarnos, pero hay una decisión nuestra en obedecerlo.
- Ahora que el apóstol ya no estaría con ellos, ni por medio de cartas;
este obrar en la tarea continua de seguir a Cristo ha de ser con
temor y temblor, es decir, en el espíritu de vigilancia, humildad y
dependencia de Dios (1 Co. 2:3; Ef. 6:5), como quien posee algo
sobremanera precioso y raro.

II. Desarrollar una conducta ejemplar


a) Para confirmar nuestra identidad
- Hijos de Dios: sin mancha, irreprensibles, sencillos.
- Hay un lugar de importancia para el apóstol Pablo para la conducta.
Es nuestra conducta la que confirma quienes somos.
- Me llama la atención la palabra “sencillos”, su significado va más allá
de lo que nosotros imaginamos.
- Tiene la idea de “sin cuerno”, como si ustedes no solamente fueran
criaturas que no hicieran daño, pero que no podrían hacer ningún
daño; como las ovejas que no solamente no quieren devorar, sino
que no pueden devorar, pues sería contrario a su naturaleza.
- Sencillos viene de akeraios, cuyo significado fundamental es ser puro
o no adulterado. El término se empleaba para describir al vino puro
que no se mezclaba con agua, y al metal puro sin aleación.
- Dios espera que la forma en que confirmemos quienes somos es
siendo “sin violencia”, sin adulteración, irreprensibles, sin mancha.
b) Para cumplir nuestra finalidad
- Hacer todo sin murmuraciones y contiendas
- Haced es: Verbo-Imperativo-presente-voz activa
- Todo: fuera del templo y dentro del templo
- Murmuraciones: para con Dios, para con el creyente, para con el
prójimo.
- Contiendas: no solo es ausencia de pleito explícito o evidente, sino lo
que se piensa y queda en el corazón, como lo que se exterioriza.
- Resplandecer como luminares
- La manera en como podemos ser luminares en el mundo, es a través
de nuestra conducta, nuestro carácter.
- Dice que somos luminares “lumbreras”, no focos ni velas, nuestra luz
debe hacerse notar.
- Luminares (phosteres) es una referencia a los cuerpos celestes—el
sol, la luna y las estrellas. Así como éstos proporcionan luz al mundo
físico, la luz del cristiano debe derramarse sobre las tinieblas del
mundo moral y espiritual. Debemos ser fieles portadores de “aquella
luz verdadera que alumbra a todo hombre”.
- Pablo no nos aconseja retirarnos del mundo y aislarnos en un
escondite espiritual.
- El lugar para la luz es las tinieblas.

III. Comprometerse con el evangelio


a) Permanecer en la Palabra
- En ella encontramos los preceptos que nos indican a aceptar las
implicaciones de ser fieles al Señor
- Encontramos la voluntad de Dios para nosotros y solo a través de
ella podemos conducirnos de la forma en la que Dios espera que lo
hagamos.
- Permanecer en la Escritura, es permanecer en Cristo, y solo en Él
encontramos palabras de vida eterna.
- Esto quiere decir mucho más que oírla, leerla o estudiarla. El estar"
asidos" de la Palabra de Dios significa recibirla y hacerla parte de
nuestro ser más íntimo. La verdad de Dios es para el hombre
espiritual, lo que la comida es para el cuerpo físico.
b) Anunciar la Palabra
- Lo que Pablo esperaba de los hermanos en Filipos, no solo era que
permanecieran en la Palabra, sino que anunciaran esa palabra que
da vida.
- Jesús dijo que, las palabras que él hablaba, son espíritu y son vida,
esa debe ser nuestra tarea, proclamar a las personas esas palabras
de vida.
- Hay una tarea misional que cumplir.
- Eso es comprometerse con la misión de Dios.
- Después que el ángel del Señor liberó a Pedro y a los otros
apóstoles de la prisión en Jerusalén, les mandó: “Id, y puestos en pie
en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida”
(Hch. 5:20; cp. 13:26), el mensaje que Pedro llamó después “la
palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 P. 1:23).
- Antes de que Jesús regrese, hay una labor que hacer.

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