Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Trabajo Práctico n° 2
Actividad 1
Este viernes 2 de agosto en las puertas del Municipio de General Pueyrredon, en Av. Luro e Yrigoyen,se
realizará una conferencia de prensa en el marco de la presentación en el Honorable Concejo Deliberante
del proyecto de repudio a la reforma laboral, realizado de manera conjunta entre el Frente Sindical, la
Multisectorial 21F y la CTA Autónoma.
En ese contexto, quienes siempre nos hemos organizado, trabajado y luchado contra todo tipo de
atropello y en defensa de los trabajadores y las trabajadoras, no podemos quedarnos quietos, de brazos
cruzados, esperando que se avance más contra la clase trabajadora. El
desarrollo de la máxima unidad es una clave para enfrentar estas iniciativas precarizadoras. Fuente: El
Consignas:
Vemos videos que abordan el tema precarización laboral con humor (Guille Aquino y Malena Pichot)
Consigna:
1- Elaborar una lista de los trabajos que aparecen y cuál es la situación de precarización que muestra.
https://www.youtube.com/watch?v=OEC2l8f-OZI
https://www.facebook.com/AquinoGuille/videos/2210173505706084/?v=2210173505706084
https://www.youtube.com/watch?v=b_I4dssDm5c
2- Puesta en común.
Actividad 3
Mundo Obrero
JUVENTUD TRABAJADORA
“¿Querés ser tu propio jefe? En Rappi manejás tu tiempo y sacás provecho de él. Activate cuando quieras”, dice la
tentadora oferta, con un reloj que marca las 12:30h.
¿Ingresos? “Tu ganancia se establece por cada entrega, más propina”. Ya no tenés salario sino ganancia, encima dos.
“Somos una comunidad llena de pasión, y con un gran sentido de responsabilidad por hacer feliz a cada usuario,
ayudándolo con lo que necesita”. Pasión y responsabilidad, una declaración de principios para RappiArgentina.
Sin jefes, con ganancias y pasión (ponele). Pero, ¿qué es Rappi? Es una de las empresas de “delivery online” que han
surgido en los últimos años. Se trata de una aplicación móvil, soyrappi, que conecta a repartidores que entregan pedidos
de comidas, super, farmacia o bebidas.
Al igual que Glovo, su principal competencia, copian el modelo de Uber. O sea, son repartidores “independientes” con
vehículo propio, que funcionan en base a una plataforma de comercio electrónico. Rappi es colombiana y Glovo española.
Los “rappitenderos”, que podemos ver con sus camperas naranja-flúo en las calles porteñas, se quedan con 35 pesos por
“servicio” más propina, si los usuarios escucharon las plegarias de Carrió.
Ser “rappitendero” es sencillo. Te descargás la app, ponés tu DNI o tu “precaria”, subís tu foto y se contactan para la
“capacitación”. La aclaración de que podés presentar tu residencia precaria no es casual: a muchos jóvenes inmigrantes no
les queda otra que agarrar estos trabajos, valga la redundancia, precarios.
Desde que llegaron a Buenos Aires, ya “capacitaron” a 10.000 jóvenes, aunque solo una pequeña parte consiguió ser
“rappitendero” (o entrar a Glovo). La desocupación juvenil, que duplica la media, es el telón de fondo.
La denuncia fue reflejada por una serie de tuits de La Cartelera de Trabajo. Los trabajadores denuncian que ya venían con
otros reclamos. A varios trabajadores les habían rechazado una cobertura de riesgos luego de sufrir accidentes. Además,
que el “actívate cuando quieras” era un verso: si no aceptan un pedido porque están descansando les bajan el ranking,
bloqueando la app o reduciendo los pagos. ¿No les recuerda un capítulo de Black Mirror?
La brutalidad de estas “modernas” plataformas recurre a los más antiguos métodos de chantaje psicológico. A los que no
tomaron algún pedido, mientras están bloqueados les llegan una decena de pedidos. “Estoy seguro que son pedidos
fantasmas, no son reales. Lo hacen para que te sientas mal y no lo vuelvas a hacer”, cuenta uno de ellos a La Cartelera.
Además denuncian que les mienten con los recorridos. En la capacitación les dicen que no superan las 15 cuadras, pero
los pedidos salen de 30 cuadras. O les parecen viajes de 10 cuadras pero al tomarlos en realidad son de 40.
Pero además, la empresa buscó dividirlos, subiendo la “ganancia” por entrega de 35 a 60 pesos mientras duraba la
protesta.
Finalmente los trabajadores fueron recibidos por la empresa este martes por la tarde, junto a representantes del Sindicato
de Motoqueros. No hubo chance de “reclamo online”: la patronal se tuvo que hacer presente y escuchar los reclamos de
los jóvenes de campera naranja. Reclaman: que no bloqueen a quienes liberen pedidos, que el valor del viaje pase a 50
pesos, la apertura de una oficina de reclamos, el blanqueo inmediato de 50 trabajadores y 30 por mes, entre otros puntos.
¿Los cumplirá la empresa? Veremos. Pero ya nada volverá a ser igual. No hay “mundo virtual” que pueda evadir el
reclamo real de la juventud precarizada cuando dice basta.
Rappi es una compañía multinacional colombiana que llegó a la Argentina hace un año y que ya factura 30 millones de
dólares. Matías Casoy, CEO de Rappi Argentina, le contó a La Voz detalles del despliegue de la empresa, los proyectos y
desafíos, los planes de expansión y cómo está la relación con sus repartidores.
Casoy (32 años) es psicólogo y llegó a atender pacientes. Pero su interés por la tecnología y por el mundo digital lo
llevaron a trabajar cinco años en Groupon. Luego fundó una compañía de comercio electrónico denominada Linio, que
fue vendida a Falabella. Ahora conduce el desarrollo de Rappi en la Argentina.
La firma también está en México, Brasil, Uruguay, Chile, Perú y Colombia, país donde fue fundada en 2015. “Somos una
empresa pensada por y para latinoamericanos”, asegura. Y sostiene que seguirán realizando inversiones para expandirse a
más ciudades.
–Si lo tengo que definir en una palabra, es crecimiento. Se expandió todo el ecosistema: cantidad de usuarios,
de comercios adheridos que se benefician con ventas incrementales y los repartidores, conocidos como “rappitenderos”.
Después de Capital Federal, fuimos a Córdoba, a Rosario y a La Plata.
–Estamos terminando los primeros 12 meses con 2,5 millones de pedidos entregados en el país y un volumen de
facturación de 30 millones de dólares. Esperamos quintuplicar ese valor a lo largo de 2019. Argentina es un mercado
fundamental para Rappi, que es una compañía latinoamericana, hecha por latinoamericanos y para latinoamericanos.
–Llegaron a la Argentina en un momento en el que el país crecía, pero luego vinieron la crisis cambiaria y la recesión.
¿Esto modificó sus expectativas?
–Como compañía no desconocemos la situación económica. Pero, al ser tan nuevos, sentimos que pudimos esquivar esas
situaciones. Mantuvimos un ritmo de crecimiento enorme: entre 20 y 30 por ciento mes sobre mes. Incluso, superamos las
proyecciones que teníamos inicialmente.
–¿Cuándo cree que podrían llegar a cubrir toda la ciudad (Córdoba)?
–Para nosotros es muy importantes que cada paso que demos en términos de expansión sea muy firme. No somos de ir
por lo abrupto. Vamos viendo en términos de kilómetros cuadrados adicionales. Esto es porque Rappi tiene que ser Rappi
en todos los lugares.
–Primero, que tiene que haber una oferta multivertical, es decir, que el usuario pueda comprar todo lo que pase por su
cabeza, desde comida en un restaurante o productos en un supermercado hasta tiendas especializadas, también
mensajería y, dentro de muy pronto, hasta dinero, a través del servicio Rappi Cash.
–Ahora los pedidos de restaurantes están llegando en un promedio de 28 minutos. Intentamos que una compra de
supermercado exprés de hasta 10 productos llegue en 35 minutos o menos. Si es la compra de la semana o del mes,
intentamos que sea en una hora. También buscamos que en los supermercados haya un personal shopper, que es un
empleado de Rappi allí que arma los envíos para que los lleve el repartidor.
–Estamos integrados con los restaurantes y casas de comida. Cuando reciben un pedido, lo toman, y cuando terminan de
cocinarlo (que son unos 15 a 18 minutos), en ese momento le suena el aviso a un repartidor que esté cerca. El pedido no
está más de nueve minutos en la calle.
–En un año, más de 15 mil personas pasaron por la charla de capacitación. En un mes promedio, tenemos entre cuatro mil
y cinco mil repartidores.
–De ninguna manera. Un repartidor es absolutamente libre de repartir el pedido que desee, en el momento que desee, el
día que desee. Hay personas que reparten algunas horas por día y otros, los fines de semana. Hay estudiantes y también
personas que tienen otros trabajos fijos y a la noche o en sus tiempos libres hacen repartos para generar ingresos genuinos
en horas ociosas.
–Parte de nuestro equipo busca generar alianzas con comercios y tiene el objetivo de traer aliados. Pero nosotros somos
muy selectivos, porque queremos que cada una de las tiendas brinde productos de calidad. Somos como un curador en un
museo, para que nuestros usuarios encuentren variedad, pero sobre todo calidad.
–Creemos que tenemos una multiverticalidad que la competencia no tiene: nuestros usuarios pueden comprar cualquier
cosa y tenerla en 30 minutos. Somos una aplicación única en su rubro porque tiene la mejor oferta.
–No. El precio del producto es el mismo que el de góndola. Lo que cobra el repartidor es el envío, que pueden ser 40 o 60
pesos, más o menos, según las distancias. Pero tenemos un servicio que se llama Rappi Prime, por el que se pagan 100
pesos por mes con tarjeta de crédito, pero todos los envíos son gratuitos, en forma ilimitada.
–En 2018 hubo un conflicto entre los repartidores, por reclamos de derechos laborales y cobertura de obra social, ART y
demás. ¿En qué instancia está ese conflicto?
–Los repartidores son una parte fundamental de nuestro ecosistema. Tenemos un vínculo muy abierto con ellos. Siempre
estamos trabajando para mejorar su experiencia. Nuestra última novedad fue que abrimos un centro de atención al
repartidor en el barrio porteño de Villa Crespo. Allí ellos pueden ir a instalaciones muy cómodas para realizar consultas.
Nosotros operamos de forma presencial, no todo es virtual. Eso es un diferencial. Tenemos canales de comunicación
abiertos. Pero el conflicto existió. El año pasado hemos tenido manifestaciones de repartidores que estaban en desacuerdo
con algunas particularidades de la aplicación. Tenemos entre cuatro mil y cinco mil repartidores por mes y los que
vinieron a las oficinas a manifestarnos sus diferencias fue un grupo extremadamente reducido, que bajo ningún punto de
vista representa a la mayoría.
–Siempre el marco es de una absoluta independencia. Siempre los repartidores pueden tomar el pedido que deseen o
desconectarse en el momento del día que quieran. Somos muy respetuosos de la absoluta independencia.
Consignas:
*Actores sociales (sujetos, grupos, clases, etc., que son protagonistas de los cambios sociales a partir de los conflictos que producen o padecen)