REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓNUNIVERSITARIA,

CIENCIA Y TECNOLOGÍA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES
CENTRO DE EMANCIPACIÓN Y CREACION ARTÍSTICA MODESTA BOR

Análisis del desarrollo de lo bello y lo estético según T. Adorno tomando

como referente a Benjamín.
Autor
Diego Pedrá
C.I
V-25.841.848

Caracas, septiembre de 2022.

 Si bien las transiciones entre el concepto o la corriente de pensamiento con
respecto a lo estético hasta la época medieval habían sido de mucha ligereza o
transiciones más naturales, se puede decir que Adorno describe este proceso
siguiente de la transformación del pensamiento acerca de lo estético como algo un
poco más radical, marcado o importante. Este autor menciona como piedra angular
de todo lo sucedido a la belleza desde lo natural, como era visto antes, hasta la
belleza a lo artístico, como algo innovador y que además seria trascendental en
muchos aspectos de la historia occidental. En esta época se pensaba acerca del
arte como un modelo de vida, exaltando así la importancia de los artistas para esa
época y su función dentro de aquella sociedad, siendo ellos definidores de lo
representativo como “buena estética” y “belleza” de la época.

Puede sonar contradictorio, pero se seguía tomando la naturaleza como

ejemplo de la perfección, aunque no como reflejo de lo que los artistas buscaban en
sus esculturas y pinturas. Dentro de los aspectos relevantes del movimiento artístico
de aquel momento, era la coherencia dentro de cada manifestación artística que se
buscaba de parte del observador para darle un punto de vista positivo o con sentido
a la obra de arte, como el hecho de darle relevancia a antecedentes artísticos sin
mucha gracia, solo por el hecho de ser un antecedente a una gran obra. Desde este
punto la belleza o no en una obra de arte se comienza a dejar de a poco a un criterio
más personal o subjetivo de quien pueda apreciarlo, y aunque existía la intención
de separar lo humano del arte y que el solo en si demostrara belleza no natural, en
aquel momento esto era inconcebible. Con esta misma idea de la belleza en el arte
tratando de imitar o tratando de verse parecido a la naturaleza el arte trasciende,
pudiendo mediante su estética hablar y decir cosas que la naturaleza sola no podría
hacer.

Sin embargo, este esfuerzo insaciable de los artistas de la época por querer
hacer un medio de comunicación de la naturaleza a través de sus obras de arte, no
era visto como una garantía en si del contenido metafísico dentro de las obras de
arte, así como si estaba implícito en épocas anteriores del arte. La trascendencia
en el arte moderno es todo un tema, del cual Adorno habla de manera muy
escabullidiza y da entender que si una obra de arte no es trascendente pues se
rebaja en si misma al mínimo de valor objetivo y subjetivo de quien la aprecie, y que
toda obra de arte con intenciones de trascender debe ir de la mano con la
intencionalidad de ser trascendental desde el momento de su creación y
elaboración, por lo cual, cualquier obra de arte que carezca de este elemento
estaba condenada a no ser más que una obra simplemente material.

Es importante mencionar la importancia que toma “el aura” dentro de la visión

y concepción de una obra artística. Adorno lo menciona como parte de los principios
y bases de Benjamin que la toma para el desarrollo de sus ideas y conceptos. Y
aunque aquello fue visto como un tabú y que recibió una especie de respuesta de
manera opuesta a lo que se decía acerca de aquel “aura” en el arte, este concepto
del “aura” era lo que iba en consonancia con el resto de sucesos, interpretaciones,
ideas y corrientes de pensamiento con respecto al arte, la belleza y lo estético. Las
obras de arte en si buscaban en aquella época mediante la espiritualidad, hacer que
quien la apreciara, mediante ella misma pudiera encontrar alguna especie de
sensación que no había experimentado antes, haciendo para quien pudiera
encontrar o desarrollar estas sensaciones, que la obra de arte desde su subjetividad
se convierta en importante o relevante, por el mismo tema que ya habíamos
mencionada de la coherencia que buscaba quien apreciaba el arte.

Es evidente como el desarrollo de la estética y la belleza desde los griegos

hasta este momento histórico del que hablamos ha sido bastante extremo, producto
de un desarrollo social y cultural bien marcado en occidente y que sería tan solo
una pequeña parte de la diferencia entre las percepciones de la belleza y la estética
de los primeros filósofos con respecto a la percepción que se tiene hoy en día acerca
de todos estos conceptos y temas.