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Universidad Técnica de Babahoyo

Facultad de Administración, Finanzas e Informát


Escuela de Administración
Carrera de comercio (Rediseñada)

Asignatura:
Ética

Nivel:
3ro “C” nocturno

Docente:
Ab. Nora Huilcapi Mazacón

Alumno:
Gerardo Bedoya Tenorio

Temas:

Respeto de la identidad nacional ante la globalización,


concepto de cultura
significado de la identidad individual colectiva o social

Noviembre 2022 – Abril 2023


El Respeto por las personas en las empresas.

El respeto en el ámbito laboral crea un ambiente de seguridad y cordialidad. Permite


aceptar las limitaciones ajenas y reconocer sus virtudes; evita las ofensas y las
ironías y no deja que la violencia o el abuso se conviertan en el medio para imponer
criterios. En la empresa el respeto tiene muchos ámbitos de actuación y afecta al
funcionamiento intrínseco de la organización. Las empresas son organismos vivos
que están formados por seres de carne y hueso, no son entes inanimados
programados por un ordenador. Valores como el respeto, la lealtad o el compromiso
no deben quedarse fuera de las actividades diarias de una organización. En la
mayoría de los casos la causa de esa ceguera se debe a que los gerentes se
enfocan en los intereses de los accionistas e ignoran las necesidades de sus
clientes o la satisfacción de sus empleados. Y, tarde o temprano, ese error lo pagan
caro. Los empleados se desmotivan y su rendimiento desciende, los directivos se
centran en su beneficio personal, los proveedores se sientes inseguros y la opinión
pública se vuelve en su contra. Y a veces todo empieza con un simple gesto, como
devolver una llamada o responder a un email. Está demostrado científicamente que
las organizaciones que no practican el respeto tienen una mayor falta de motivación
de sus stakeholders y especialmente de sus trabajadores.  Según Queens School of
Business y la Gallup Organization, los trabajadores desmotivados tienen un 37%
más de absentismo, un 49% más de accidentes y un 60% más de errores y
defectos. En organizaciones con baja participación de los empleados, la
productividad es un 18% menor, la rentabilidad un 16% menor, el crecimiento
laboral un 37% menor y el precio de las acciones acaba siendo un 65% menor con
el tiempo. Además, las empresas que practican el respeto tienen un 100% más de
solicitudes de empleo.
El respeto como base de todas las relaciones que se desarrollan en el
entorno de la empresa.

Llamemos a las cosas por su nombre, cuando un cliente ni siquiera responde a un


proveedor que le ha enviado una propuesta económica, ese cliente está siendo un
mal educado. Posiblemente sea un gran gestor, quizás tenga una trayectoria
intachable como CEO y haya obtenido enormes éxitos profesionales, pero es un mal
educado. Seguro que te ha ocurrido a ti más de una vez. Has trabajado varias horas
o varios días preparando una oferta económica y el cliente no sólo no la acepta, sino
que ni siquiera te contesta. ¿Por qué? ¿Qué le mueve a comportarse así? Y no hay
excusa posible. Ni el exceso de trabajo, ni el estrés, ni la sobreabundancia de
información. Si perdemos el respeto en los pequeños detalles, pronto lo perderemos
en ámbitos más generales. Un cliente que ni siquiera contesta a un proveedor que le
envía una oferta no se merece el esfuerzo realizado. Y esa línea sobrepasada
seguramente le haya conducido ya o le vaya a conducir pronto a tomar otras
decisiones de mayor calado que no dejarán en buen lugar a su moral o su
reputación.

No hay que menospreciar los pequeños detalles. Porque además lo que para ese
cliente supone unos segundos a ti te ha podido suponer semanas de trabajo. La
carrera profesional es una carrera a muy largo plazo. Y como establece la Ley del
Karma, todos recibimos lo que damos.

Las tres áreas principales que más se ven afectadas por la falta de respeto son; los
trabajadores o colaboradores, los proveedores y los clientes.

 RESPETO POR LOS COLABORADORES

La definición de respeto viene dada por dos palabras imprescindibles: consideración


y reconocimiento, independientemente del resultado final. Que no nos guste lo que
nos cuentan no da derecho a menospreciar ni al mensaje ni al mensajero. 
¿Cuántos de nosotros conocemos equipos de trabajo que no son capaces de
transmitir la percepción real de los resultados – y sus causas – a la jerarquía
organizativa por miedo? O ¿cuántos equipos hemos visto vencidos por la arrogancia
y la falta de respeto? 

Debemos empezar a tratar a la gente como personas adultas y a respetarlos para


que asuman las responsabilidades que cada puesto conlleva. Y si no lo hacen,
quizás no hemos atinado ofreciéndoles el puesto.  Aunque algunas áreas
funcionales son más proclives a sufrir la falta de respeto de la organización: como el
marketing, por ejemplo. Los profesionales del marketing B2B estarán de acuerdo
conmigo en que todo el mundo opina sobre el tema, cada vez más digitalizado, del
marketing y de la comunicación y que actualmente necesita un conocimiento
profundo de herramientas para nutrir el pipeline y de capacidad de integración de
todas las interacciones del cliente con nuestra empresa.  Por desgracia para
nosotros, todo el mundo cree saber cómo y qué se tiene que hacer en todo
momento. Aunque pocos de estos responsables de marketing se atreverían a dar
consejos a la ligera al financiero/a o a la persona de producción.
 RESPETO POR LOS PROVEEDORES

¡Ay los proveedores!, cuántas vejaciones llegamos a aguantar. Desde gritos y malas
formas hasta la creencia de que somos responsables del cambio climático y de la
extinción de los dinosaurios. 
Bromas aparte, todos somos clientes y todos somos proveedores. Y el respeto del
que hablamos debería dirigir nuestra cultura hacia una valoración objetiva de
resultados. Actualmente la tendencia es a gestionar la relación con los proveedores
mediante un SRM, al igual que lo hacemos con nuestros clientes. Una comunicación
honesta y sincera es la mejor receta para obtener un buen SRM. Escuchar las
preocupaciones de los demás recíprocamente e involucrarse mutuamente en los
procesos solo tiene beneficios positivos para el crecimiento. 
Eso no quiere decir que hay que reducir las exigencias. Más bien al contrario,
objetivarlas para que ayuden a las dos partes a crecer. Es decir, perfectamente
podemos justificar no trabajar con alguien porque no tenemos ninguna conexión,
pero no les engañemos cuestionando sus resultados si solamente es una cuestión
de feeling. Somos humanos y queremos trabajar con gente afín. Así que el respeto
pasa por tratar a nuestros proveedores como nos gustaría que nos trataran, cosa
que a menudo se olvida.
Y el respeto además implica consideración por el trabajo de los demás. Esto supone
no hacer trabajar a la gente innecesariamente. El mantra de «quien paga manda»
está un poco demodé e implica crear relaciones basadas en el poder y no en la
colaboración. Analiza las necesidades previamente, pide consejo y busca la
solución que más se adapta a tus necesidades. No hay que pedir cuando no
sabemos lo que queremos. Porque son muchas horas de trabajo que el proveedor,
en muchas ocasiones, para contentar al cliente, realiza sin remuneración. Las horas
de los proveedores tienen un coste, así que respeta el trabajo de los demás
valorándolo en su justa medida.
Y finalmente, hay que aprender a decir: gracias, pero no me interesa. Cuántos
persiguen al potencial cliente a la espera de una confirmación concreta después de
propuestas que incluso llevan semanas de confeccionar y solo encuentran vacío y
silencio. Un simple mail es, en ocasiones, suficiente para que la mayoría pueda
cerrar el círculo para pasar al siguiente.

 RESPETO POR LOS CLIENTES

Aquí muchos me dirán: pero si no respetas a los clientes los pierdes. No señor. El
respeto además de tener mucho que ver con la educación tiene que ver con la
honestidad. La capacidad de decirle a tu cliente que tú como experto sabes que algo
no va a funcionar o que no lo puedes hacer, en lugar de hacer fracasar a todo el
mundo. Por supuesto que eso te puede costar una relación en el corto plazo. Pero
esto no es un sprint, es una maratón. La tendencia empresarial gira en torno a la
capacidad actual de crear relaciones de partnership con tus clientes y, seamos
sinceros, se merecen la verdad. Aunque eso nos cueste dinero. Tras esa actitud
podremos construir la fiabilidad, el servicio al cliente, la innovación y todos aquellos
valores que queremos sean parte de nuestra cultura. Si educamos a nuestros
clientes en la honestidad y en la verdad todos saldremos ganando. Por tanto,
tratemos bien a cliente, proveedores y colaboradores. Creemos empresas honestas
que respetan el trabajo del otro, por el valor que tienen. Empresas que dicen la
verdad y aconsejan honestamente en su expertise para interés de su cliente y que
tratan a los proveedores como les gustaría que los trataran a ellos.
Y eso solo se puede hacer si la dirección de estas empresas cree firmemente en el
RESPETO como valor empresarial.  El resto de valores no sirven para nada si no
instauramos la cultura del respeto porque siempre serán papel mojado. Nunca
podrás reflejar respeto si internamente no lo practicas

Seis maneras de ganarse el respeto en el trabajo

1. Presta atención a tu título.


2. Conoce tus responsabilidades.
3. Ten claro lo que quieres.
4. Cuida tu imagen.
5. Respeta las confidencias.
6. Ten paciencia.

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