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En los siete primeros capítulos del libro DE LAS VACAS SAGRADAS SE HACEN

LAS MEJORES HAMBUERGUESAS nos habla de la importancia de un


pensamiento dispuesto al cambio, en el capítulo 2 acerca de las vacas de papel nos
menciona como se gastan horas productivas en realizar boletines informativos,
correos, etc.; que nunca eran leídos y solo se archivan, por lo que las personas
desperdiciaban ese tiempo y no lo utilizaban correctamente

Dentro de las organizaciones o empresas nos encontramos una serie de


paradigmas que impiden que una organización pueda desarrollarse y competir; a
estos paradigmas se le llaman Vacas Sagradas que se definen como las
convicciones, suposiciones, prácticas, políticas, estrategias, o sistemas anticuados,
generalmente invisibles que inhiben el cambio e impide responder a las nuevas
oportunidades.

Al implementar una estrategia de cambio la mayoría de las organizaciones fracasan


porque dejan fuera muchas veces el elemento más importante que es el recurso
humano. Este recurso humano muchas veces se opone a estas estrategias de
cambios debido al temor a lo desconocido, falta de información y conocimiento, por
considerar que no le conviene y quizás simplemente por no salirse de la rutina. Para
poder aceptar estos cambios uno debe ser receptivo a las nuevas ideas que surjan,
estar estimulado por el cambio, en vez de dudoso para poder así estimular a todo
el personal, ver esta transición como un reto, no como una amenaza y
comprometerse al cambio como un proceso constante. El autor menciona unos
pasos esenciales para poder crear personas dispuestas al cambio.

Dentro de estos cinco pasos se encuentran la identificación de las prácticas que


sean útiles para la organización, la creación de un ambiente en el cual la gente esté
más abierta a nuevas ideas, la preparación para reconocer y superar las
resistencias al cambio, lograr que la gente siempre esté motivada y que actúe,
además de cultivar las características personales de cada individuo dentro la
organización para prosperar en un medio cambiante.

DE LAS VACAS SAGRADAS SE HACEN LAS MEJORES HAMBURGUESAS

La Vaca del Papel, está en la mayoría de los presidentes, directores y gerentes


medios que reciben constantemente informes, reportes y comunicaciones que no
agregan ningún valor para la productividad del trabajo ni para el cliente, sino, que
simplemente pertenecen a un proceso burocrático, que muchas veces la mayoría
de estos papeles ni siquiera se leen, ni se verifican. Si no agrega valor al cliente,
aumenta la productividad o mejora el espíritu de trabajo, entonces muge, o sea es
un papeleo innecesario.
Se deben evitar las reuniones kilométricas, ya que estas son costosas,
improductivas y alejan al personal de su interacción con los clientes y de otras
actividades facturables, a esto el autor le llama la Vaca de las Reuniones. Hoy en
día en un mundo globalizado y competente, se tienen que tomar decisiones rápidas
y decididamente, para poder aumentar nuestra productividad y aumentar nuestra
ventaja competitiva. Hay que reducir las reuniones a la mitad y duplicar la
productividad.

Hoy en día estamos conscientes de lo costoso que es nuestro tiempo, y por tal razón
casi todo sufrimos la enfermedad de la prisa. Sin embargo, pese al ajetreo, siempre
seguimos un poquito atrasados, empeñados en un esfuerzo sin tregua por ponernos
al día. Cuando estamos todo el tiempo acelerados nos contagiamos del tengo que
cumplir el plazo, tengo que prepararme para la reunión, tengo que cumplir mi cuota,
tengo que leer esto, escribir esto y revisar aquello. A esto el autor le llama la Vaca
de la Velocidad, que muchas veces mata la calidad, el servicio, la innovación y la
salud porque la gente se mantiene muy estresada.

La Vaca Experta, Son todos los directores, gerentes y supervisores que


regularmente tienen mucho tiempo realizando el mismo trabajo dentro de la
organización, los cuales se oponen al cambio, debido a su experiencia dentro del
área involucrada, experiencia que muchas veces ocasiona un obstáculo grande al
cambio y a la innovación. Las organizaciones necesitan inyectar sangre nueva a sus
procesos y actividades. Las personas que no pertenecen a la organización ven las
cosas desde otro ángulo e identifican tradiciones y prácticas que no son eficaces.

La Vaca Comercial, es el estancamiento que se produce, cuando una empresa


utiliza la misma estrategia sólo porque esta una vez fue exitosa, lo cual es un error
debido a que los mercados están en constantes cambios, un producto que sale
nuevo al mercado, ya se está desarrollando un sucesor mejorado en alguna otra
parte.

La Vaca Competitiva, la única manera de aventajar realmente al competidor es


cambiando las reglas. La competencia de confrontación directa conlleva una mayor
inversión de tiempo y dinero y sólo se logra una ventaja competitiva pasajera. Hay
que inclinar el campo de juego a su favor y no jugar según las reglas de otros, sino,
las suyas.

La Vaca Cliente, satisfacer al cliente es una vaca sagrada, es necesario diseñar


estrategias de diferenciación para tener éxito, hay que sorprender a los clientes con
conceptos innovadores que sobrepasen sus expectativas. No debe seguir a los
clientes; lidérelos usted, no satisfaga a los clientes; sorpréndalos, no se deje
impulsar por el mercado; impúlselo usted.

La Vaca de los Precios Bajos, los clientes y consumidores quieren y esperan algo
más que precios baratos, hay que tratar de forjar buenas relaciones con nuestros
clientes, dándoles buenos servicios, calidad, comodidad, y así dándoles el
suficiente valor agregado en el producto para que sean clientes leales, ya que el
volumen de clientes no se mantiene solamente con precios bajos. Si vende barato,
eso mismo pensarán de usted, los productos de promoción pierden, el cliente busca
precio y valor y servicio y calidad y comodidad y si no se los damos, otro se los
darán.

La Vaca de Reacción Rápida, reaccionar al cambio no sirve, aunque se haga


pronto. La experiencia demuestra que los de reacción rápida acaban tratando de
darles alcance a los demás. Ya no sirve la reacción, sino la pro acción. Es necesario
crear el cambio, no ir detrás de él. Para diferenciarse de la competencia, hay que
situarse a la cabeza de los clientes.

La Vaca Sin Errores, una organización en la cual halla una regla de no cometer
errores, fomenta un ambiente de cautela en el cual se teme correr riesgos, situación
que trae consigo la posibilidad de que la competencia nos lleve ventaja, debido a
que se cae la innovación, la creatividad y la originalidad. Las organizaciones tienen
que correr riesgos para poder avanzar dentro del mercado. El error más grande es
no aprender de los errores.

La Vaca de las Reducciones, la política de las reducciones es una política gastada


e ineficaz para resolver los males corporativos. Este tipo de política se aplica en vez
de formular una nueva visión de las metas de la empresa, en vez de prever las
necesidades de los clientes, en vez de encontrar maneras más eficientes y baratas
de proporcionar bienes y servicios, en vez de ofrecer un producto superior, y en vez
de reinventar la empresa. Menos empleados no significan por lo general más
ganancias.

La Tecnovaca, la alta tecnología es de importancia vital hoy en día, pero la


tecnología sola no traerá los resultados deseados. Hay que combinar la alta
tecnología con el alto toque. Y hay que escoger la tecnología cuidadosamente y
montarla del modo correcto. Sin estas precauciones, la tecnología viene a ser otra
vaca sagrada que nos costará tanto como nos ahorra. Uno no debe aislarse
virtualmente ni perder el contacto, se debe dedicar tiempo a intercambiar
información personal con los compañeros, porque el contacto personal cara a cara
aumenta la confianza. Es mucho más fácil llamar a un conocido que a una voz
extraña en el otro extremo de la línea, o a una base de datos, o también ser
espectador de una teleconferencia.
La Vaca de los Equipos, hay unas reglas generales para generar sinergia y
aprovechar mejor a un equipo. Dentro de estas reglas están el darle a cada jugador
su importancia dentro del equipo, tratar a todos con respeto, asegurándose de que
cada persona tenga la oportunidad de aportar, valorar el aporte de todos, ya que
una idea por más tonta que parezca puede generar una mejor, tender puentes de
comprensión, poner las miras en las ideas no en las personas, los gerentes deben
de ser dechados de buena conducta y hacer frente a los miembros del equipo que
causen obstrucción. El ciclo de vida del equipo consta de cuatro etapas, una de
orientación en las que las personas son vacilantes y están tanteando, la de conflicto
en la que el equipo puede desbaratarse o la misión sabotearse, la de armonía en
donde surgen los líderes naturales, y comienza a haber respeto, confianza y
cooperación, la de madurez en la que el equipo funciona sin tropiezos en la
realización de tareas bien definidas y acordadas por todos, y finalmente la de vejez
en la que el líder organiza una cena de celebración y disuelve el equipo, ya que en
esta fase el equipo se ha convertido en una vaca sagrada.

La Vaca del Trabajo Hasta Morir, dentro de las organizaciones encontramos


personas que tienen la capacidad de trabajar más que cualquier otra y por lo regular
este sistema tiene sus resultados positivos, pero acorto plazo. Son personas que se
agotan físicamente a muy alta velocidad, sacrifican su vida personal, su familia y
sus amigos. Algunas de estas personas inicialmente están motivadas por la
necesidad, luego de que la necesidad queda satisfecha, interviene la codicia.
Después de un descanso se trabaja más rápido, con mejor estado de ánimo y la
cabeza más despejada. Trabajar demasiado no funciona.

Dentro de la organización hay que hacer una cacería de vacas, haciendo que los
empleados estén dispuestos al cambio y librando a la organización de las teorías y
las prácticas anticuadas, ya que estas no agregan valor al producto o al cliente, no
mejoran la calidad, no nos hacen responder mejor al cliente, no mejoran la
productividad, no suben la moral de los empleados, no promueven la innovación, no
agilizan la toma de decisiones y no pasaría nada si estas no existiesen. Estas
cacerías son un instrumento de recursos humanos que genera el sentimiento de
estar facultado, hace subir la moral, fomenta el trabajo en equipo y la motivación.
Las quejas regularmente apuntan hacia la ubicación de una vaca sagrada, es
necesario que el personal confíe en el jefe y en el medio, y es necesario que sepan
y entiendan que se les aprecia y se les reconoce. Nada es más destructivo para la
confianza del personal que robarse el mérito ajeno. Hay que prestar atención,
escuchando a los subalternos y finalmente hay que elogiar a alguien por su
contribución, esto debe hacerse todos los días.
Otra manera de motivar a nuestros empleados para que se entusiasmen con
nuestros planes de cambio es ofrecer recompensas. Hay dos tipo de recompensas,
una de incentivos extrínsecos y otra de recompensas intrínsecas.

Existen siete características generales que algunas personas pueden poseer frente
a la disposición al cambio, entre ellas están: la persona recursiva, que sacan el
máximo provecho de toda situación, la persona optimista que reconoce las
oportunidades y posibilidades, la persona de espíritu de aventura que se inclina a
correr riesgos, la persona con empuje que posee un alto nivel de dinamismo, la
persona adaptable que abarca la flexibilidad y la elasticidad, la persona confiada
que es segura en lo que es capaz de manejar y la persona tolerante a
la antigüedad que mantiene el control ante lo incierto.

CRITICAS PERSONAL

Hay diferentes zonas de disposición al cambio; está la zona del desempeño, que
es donde se maximiza la eficacia organizacional e individual en cualquier medio de
trabajo rápido. La zona de pánico, en donde hay escasez de tiempo y de recursos
frente a un gran reto. La zona de sueño, en donde los recursos sobrepasan en
mucho a los retos. Y la zona de disposición al cambio en donde se afronta la
presión del cambio.

Hay que reconocer que en este mundo globalizado, y tan


cambiante solamente sobrevive el que está consciente de la necesidad de cambiar
sus estrategias y sus prácticas que ya no son oportunas para los nuevos cambios
que surgen, en definitiva hay que identificar las vacas sagradas y sacarlas a pastar.
Debemos extirpar de raíz las causas de la resistencia al cambio, y así acabar con
los temores y ganar la confianza de quienes dirigimos, para que estos se dejen llevar
y se comprometan con el mismo objetivo que se proponga la empresa u
organización.

Y finalmente identificar las características de disposición al cambio en nosotros y


desarrollarlas. Para así convertirnos en los creadores del cambio y sucesivamente
en los iniciadores del mismo. De tal forma a la vez convertirnos en líderes exitosos
que emplean la autoridad y no el poder.

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