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'INDUSTRIALIZA… QUÉ ¿”

Hola, me llamo Daniel y le contare una historia que me pasó a mí y mi familia hace
muchos años, fue como por el 1800.
En esta las cosas empezaron a cambiar, especialmente en, Inglaterra, donde yo
vivía. Se preguntarán ¿por qué? Y esto fue por el desempleo que hubo, ya que las
grandes empresas que le daban trabajo a la mayoría de la población, empezó a
mejorar la forma de trabajar.
Uno de los primeros casos de desempleo que experimente a causa de las maquinas
fue en la fábrica donde trabajaba mi papá.
Donde eran unos expertos en la confección, hacían los mejores vestidos de la
época.
A mi padre le gustaba tanto su trabajo y tenía tanta práctica, que después de la
cena, nos sentábamos todos juntos, mientras mi padre cosía y cosía, haciéndole
lindos vestidos a mi madre y mis hermanas, que eran la envidia de todo el vecindario
al llevar los mejores vestidos, y a mí y mis hermanos menores nos hacía unos lindos
trajes que usábamos para eventos especiales, a pesar de que no teníamos mucho
dinero.
Recuerdo que un día, cuando tenía alrededor de nueve años, mi padre llego a la
casa con una cara de emoción, mientras comíamos el platillo favorito de mi padre
“Fish and Chips”, mi padre parecía estar presente, sin embargo, su mente estaba en
otro lugar, a todos nos pareció raro, se veía más enfocado
en sus pensamientos que en la deliciosa comida que tenía
delante de él. Después de un largo rato, dijo: ’Estoy sin
palabras, es una gran máquina y ni siquiera puedo
encontrar las palabras para decir lo innovador que se, me
pregunto si puede hacer lo mismo que nosotros.
¿De qué hablas? - pregunte
-Como les parece que hoy han llevado a la fábrica una cosa gigante hecha de
madera y ruedas a los lados, el jefe dijo que será capaz de tejer varios hilos a la vez,
pero yo no creo, sino podemos hacerlo nosotros que llevamos más de veinte
haciendo lo mismo, va poder hacerlo un aparato con llantas - dijo mi papá.
AI día siguiente llego más asombrado, pues pudo ver a la llamada “maquina
hiladora” funcionando y descubrió que esta realiza el trabajo muchas personas en
menos tiempo, él dijo que aproximadamente el
trabajo de diez hombres.
Toda la gente quería conocer ese invento, pues
estaban igual de emocionados que mi padre,
dice que algunos compañeros no hacían nada
más que quedarse todo el día al frente del aparato, hipnotizados por lo rápido y bien
que trabajaba.

El jefe ni se molestaba en decirles nada pues estaba más que feliz con su nueva
compra y se sentía muy orgulloso de ella, sin embargo, la felicidad no les iba a durar
mucho tiempo. Des de entonces la fábrica empezó a recibir varias visitas de
extranjeros, del que mejor me acuerdo fue el de un señor que dijo que venía de
Colombia y que quería comprar algunas telas para distribuir en su país, fue muy bien
atendido, se quedó tres días y luego se fue con un paquete grande. Al enterarse
todos celebraron con entusiasmo la gran compra.

Hasta ese día, los compañeros de papá aun no sabían que estaban celebrando su
desdicha, pues no se daban cuenta que ya no los necesitaban y que estaban
despidiendo a los que producían menos, poco a poco. Ese mismo día mi padre llego
a casa triste y cabizbajo y tal y como lo había supuesto desde le inicio. A las pocas
semanas de haber llegado la máquina, despidieron a Don Ernesto, el primo de mi
padre, él era un señor ya viejito y estaba muy preocupado porque no sabía de qué
iban a vivir y el tan solo tenía un solo hijo que apenas estaba estudiando.
A los tres días del exitoso negocio enviaron la carta de despido a veinte trabajadores
más y entre esos estaba mi padre. Mi madre y yo no sabíamos que hacer para
subirle el ánimo. Hasta que se me ocurrió la gran idea de mostrarle a papá una tela
hermosa que le había enviado la señorita Alexandra (mi tutora) para ver si le podía
hacer un vestido y con lo que sobrara le hiciera una falda a mi mamá, para
distraerse empezó a cocer toda la noche sin parar. Así, mi padre siguió cociendo
para las personas importantes del pueblo, era un costurero fenomenal, mi madre se
encargaba de comprar las telas, y yo me encargaba de entregar los pedidos. Y así
logramos salir a delante, a pesar de que la maquina le estaba haciendo la vida
imposible a varios trabajadores en todo el país.
Después de un tiempo nos enteramos de varias huelgas, era algo
relacionado con el ´ludismo´ o ´cartismo´, donde las personas que
se encontraban desempleadas reclamaban por sus derechos por
toda la ciudad, las causas eran muchas, entre ellas:
o Explotación de parte de los empresarios hacia los obreros.
o Desigualdades sociales y económicas.
o La falta de derechos que los trabajadores tenían en las fábricas.
o Salarios bajos.
o Pésimas condiciones laborales.
De estos nos terminamos enterando gracias a los amigos de mi padre que también
fueron despedidos, incluso varios de ellos participaban activamente.

Después de un tiempo estas manifestaciones obreras,


empezaron a gacer alfo llamado Ludismo, que por
aterrador que suene, consistía en destruir las maquinas
que les quitaron el trabajo.
Después, Las Mutuas de socorro, que surgieron como
organizaciones solidarias para garantizar la protección
mediante seguros.

Finalmente, y para el alivio o de muchos los Sindicatos obreros que defendían los
derechos de los obreros y al oír las demandas dieron varias y mejores propuestas.
Afortunadamente se logró la:

Limitación de la jornada laboral.


Prohibición del trabajo infantil.
La aprobación de leyes que garantizan la seguridad en las fábricas.
La prohibición de que las mujeres y los adolescentes trabajen en minas.
El surgimiento de sistemas de seguridad social. Etc

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