Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ahora, como vendedor de herramientas, una vez por semana viajaba y traía lo
que necesitaban sus clientes.
Con el tiempo, alquiló un galpón para almacenar las herramientas y unos
meses más tarde se compró una vitrina y un escaparate y transformó el
galpón en la primera ferretería del pueblo. Todos estaban contentos y
compraban allí.
Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban los pedidos. Él era un buen
revendedor. Con el tiempo, la gente de los pueblos cercanos preferían
comprar en la ferretería que tener que gastar días en viajes.
Un día se acordó de un amigo suyo que era tornero y herrero y pensó que él
podría fabricar las cabezas de los martillos.
Y entonces, por qué no, los destornilladores, las pinzas, los cortadores, etc...
Y después estaban los clavos y los tornillos...
En pocos años, se convirtió, con su trabajo, en un fabricante de herramientas
rico y próspero.
Un día decidió donar una escuela al pueblo.
En ella, además de la lectura y la escritura, los niños aprendían algún oficio.
El día de la inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la
ciudad, lo abrazó y le dijo:
–Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos que nos conceda el honor de
poner su firma en la primera página del libro de actas de esta nueva escuela.
–El honor sería mío, dijo el hombre. Sería una cosa que me daría mucho gusto
firmar ese libro, pero no sé leer ni escribir, soy analfabeta.
–¿Usted? Dijo incrédulo el alcalde. ¿Construyó un imperio industrial sin saber
leer ni escribir? ¡Esto es increíble! Y le preguntó: “¿Qué hubiera sido de usted si
supiese leer y escribir?”.
–Eso lo puedo contestar, dijo con calma el hombre: Si yo supiese leer y
escribir... seguiría siendo el PORTERO DE LA CANTINA.
Esta historia es verdadera, y se refiere a un gran industrial llamado... Valentín
Tramontina, fundador de Industrias Tramontina, que hoy cuenta con 10
fábricas, 5 mil 500 empleados, produce 24 millones de unidades varias al mes
y exporta bajo su propia marca a más de 120 países. Es la única empresa
brasileña en esta condición. La ciudad que se menciona es Carlos Barbosa, y
está en el interior de Río Grande do Sul.
2.-La historia de Jeff Pearce, el
millonario que no sabía leer ni
escribir
A la edad de 14 años se vio obligado a abandonar la escuela porque no pudo
aprender a leer ni a escribir. 15 años más tarde ya era una de las personas
más ricas de su ciudad… ¿Cómo lo logró?
El protagonista de esta historia es Jeff Pearce, un exitoso empresario británico
que nació en los suburbios de Liverpool en el año de 1953 y tuvo que
enfrentar grandes dificultades desde muy chico.
Jeff vivía junto con sus padres y con sus cuatro hermanos. Su padre era
alcohólico y llevaba una actitud desobligada frente a la vida, razón por la cual
su madre tenía que hacer enormes esfuerzos para mantener a la familia. Ella
trabajaba como vendedora en un mercado minorista, pero no siempre obtenía
dinero suficiente, viéndose forzada a robar pan para alimentar a sus hijos y a
su esposo.
Ante la precaria situación económica de su familia, Jeff tuvo que aprender a
ganarse la vida siendo apenas un niño. Su madre lo instruyó para que fuera de
puerta en puerta pidiendo a los ricos que le regalaran la ropa que ya no
usaban, para posteriormente ir a los mercados de Liverpool y del noreste de
Inglaterra a venderla.
Y si su situación económica y familiar era complicada, en la escuela no le iba
mucho mejor…
Así transcurría la vida de este empresario: por una parte, gozaba de éxito, lujos
y riquezas; pero, por otra parte, se sentía como un fracasado debido a su
analfabetismo.
Sin embargo, en el año de 1992 la vida pondría a prueba su tenacidad y todo
cambiaría...
La recesión económica golpeaba duro y Pearce lo perdió todo de la noche a la
mañana. Él, su esposa y sus hijas tuvieron que abandonar la hermosa casa en
que vivían y renunciaron a los lujos que habían disfrutado por años.
Quebrado y ahogado en deudas, se sentó en la cama al borde del suicidio y
pensó que ese era su castigo por ser un fraude y haber construido su riqueza
sin merecerla.
Pese a todo, retomó fuerzas y se puso en pie nuevamente. Decidió comenzar
de cero en los mercados donde inició su historia y logró recuperarse. 10 años
más tarde, su imperio comercial estaba más firme que nunca, siendo dueño de
enormes almacenes por todo Liverpool.
En el año 2002 fundó una nueva empresa: “Jeff's of Bold Street”, una tienda
premium independiente especializada en ropa de mujer. La tienda fue un
completo éxito desde el primer momento, llegando a facturar más de £40.000
libras esterlinas por semana y batiendo record en ventas durante su primer
año de comercialización.