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MARIA FERNANDA INSFRAN

Ensayo: Construir espacios seguros para trabajar en armonía¨.

Introducción:
Mantener un entorno laboral armónico y seguro es una meta indispensable de
toda organización. Si promovemos un proceso motivacional y armonioso, por
naturaleza vamos a sentirnos bien con nuestro yo interior y seguramente la
reacción será afirmativa en el lugar donde nos desempeñamos, compartimos
ideas y tareas diariamente.

Uno de los motivos que se señalan en primer lugar cuando se pregunta por las
razones por las que se buscaría otro trabajo es estar sufriendo un mal clima
laboral. Falta de reconocimiento, mucho estrés, una excesiva supervisión y
poca autonomía o estancamiento profesional.
El clima laboral hace referencia a las dinámicas, formas de hacer o hábitos que
se producen en una empresa y que influyen en la conducta de quienes trabajan
en ella. Crear las condiciones para lograr un buen ambiente laboral que
favorezca la productividad debiera ser un objetivo estratégico en cualquier
organización.
El clima laboral puede abordarse desde diferentes aspectos. Uno de ellos tiene
que ver con el espacio físico. Estar cómodo, con una postura adecuada,
ergonómica, en un lugar donde prevalezca el silencio para ayudar a la
concentración, donde haya suficiente luz natural, mejor si es indirecta para que
no moleste la visión en las pantallas. Un espacio con una decoración no
demasiado estridente y despejado de papeles y otros objetos innecesarios. El
cuidado de lo sensorial es fundamental para las personas.

Desarrollo:
Un ambiente laboral saludable está en relación con la percepción de justicia.
Tanto salarial, con sistemas justos de retribución, como de oportunidades de
promoción equitativa entre hombres y mujeres y donde se favorece la diversidad
en cuanto a la discapacidad, la orientación sexual o la raza o la cultura de la que
se provenga.

El trabajo en la mejora de todos estos condicionantes instaurará un ambiente


motivador donde se ha creado el clima de confianza y seguridad suficiente para
que cada cual dé lo mejor de sí mismo. Las expectativas de promoción se ven
satisfechas y se incentiva el aporte especializado de cada cual con su particular
visión.

Pero, además, es imprescindible medir este clima para poder trabajar los
aspectos más deficitarios de las dinámicas que se producen en la organización y
potenciar o escalar a otras áreas aquellos que están funcionando y que son
motivadores. Para esto, es habitual que recursos humanos pasen encuestas de
clima laboral donde se recoge este sentir. Es fundamental la labor de evaluar e
implementar las mejoras que surjan del análisis de las respuestas.

Sin importar el tipo de empresa o trabajo que tengamos, nuestro clima laboral
siempre estará cargado de sensaciones, emociones y experiencias resultantes de
nuestras tareas diarias y de las relaciones manejadas con jefes y colegas. Lo cierto
es ¿Qué tanto podría repercutir todo eso en mi desempeño?

Si nuestra percepción va por el lado de no sentirnos satisfechos con lo que hacemos


y dónde estamos, quiere decir que las cosas no están marchando bien; y es que no
sólo se trata de cómo se siente uno como trabajador, sino es más una cuestión de:
Colaborador – Empresa: ¿Qué tan leal o comprometido eres con la empresa? o
¿Qué me ofreces para sentirme más motivado?

De lo contrario, si su relación Colaborador – Empresa, es agradable, tenga por


seguro que su crecimiento y productividad estarán en armonía por un buen tiempo.

En ambos casos, tanto para mejorar o fortalecer su clima laboral, se necesita


fomentar un ambiente positivo y satisfactorio, según América Economía, estos
aspectos pueden ser fundamentales para empezar a hacerlo.

• Creación de líderes positivos

En toda institución es necesario el rol del líder como referente de contención y


motivación que procure entender, escuchar y dar una pronta respuesta a las
demandas de los empleados para generar un entorno distendido y ameno. La
persona encargada de esta tarea debe poseer cualidades fuertes de liderazgo,
poder de escucha activa y capacidad de negociación con empleadores o dueños, a
fin de lograr los cambios necesarios para que la mayoría de la oficina se encuentre
satisfecha y alegre de participar en la empresa con su talento.

• Tener en cuenta al personal es la clave del éxito

La escucha activa de las necesidades, metas y aspiraciones de cada persona que


colabora en la empresa es vital para un buen funcionamiento de la misma. Es por
ello que siempre es ventajoso poder tener un trato personalizado con cada
integrante de la oficina, procurando escucharlos y entenderlos para minimizar los
conflictos y elevar las aptitudes y rendimiento.

• Sitios de uso común para relajarse y distenderse

Crear ambientes en donde se puede charlar en un sillón, jugar a algún juego de


mesa o simplemente tomar un café son ideales para estos fines.

• Elegir talento en lugar de comodidad


De la mano del talento viene el éxito, y es menester de cada empresario rodearse
de personas altamente capacitadas para las tareas a realizar, que conformen esa
sinergia positiva que cada proyecto necesita para ser exitoso.

El ser humano armonioso, relajado e ilusionado tiende a desempeñar


satisfactoriamente su rol interno y externo optimizando resultados a través de un
buen clima laboral y motivado acompañado de:

• Excelentes condiciones de trabajo: que existan estándares de


prevención y seguridad.
• Buenas relaciones interpersonales y comunicación afectiva-
efectiva.

• Interacción social, equipos de trabajo y líderes que interactúen


positivamente entre sí.

• Reaccionar efectivamente y adaptarse a los cambios.

• El factor reconocimiento y sus recompensas.

• Generar la confianza entre empleados y sus líderes.

• Fomentar el desarrollo personal y profesional de todos los


miembros de la organización.

• Fijarse metas y objetivos a corto y mediano plazo.

• El sentido de pertenencia, la entrega y la pasión hacia las cosas


que nos satisfagan y nos hagan sentirnos feliz.

• Crear espacios de relajación y propiciar la creatividad e


innovación.

• Importante el buen sentido de humor: la risa relaja las tensiones y


tiene un efecto sanador que estimula la secreción de endorfinas y
puede mejorar los estados depresivos y de ansiedad.

Para que todo lo anterior pueda surgir, las buenas relaciones y el buen estado
emocional de cada miembro son la base de cualquier proceso motivacional y
armonioso, inmersos dentro de un marco lleno de respeto, equidad, cordialidad
y justicia, el cual hace que se retenga la pieza clave en toda organización: el
capital humano.

Conclusión:

Una empresa feliz no es la que está libre de conflictos o desafíos, simplemente


cuenta con individuos, que, sin importar su lugar en el organigrama, trabajan
de manera constructiva en el cumplimiento de objetivos comunes, encontrando
sentido y satisfacción al hacer cosas de alta calidad. El resultado: consiguen
más beneficios e impactan positivamente en la vida de los demás.
Para transformar una cultura corporativa destructiva y enferma hacia una
cultura sana y feliz, es necesario instaurar y desarrollar las siguientes
cualidades: Liderazgo, caracterizado por humildad, inclusión, inspiración,
innovación y sinceridad. Talento, capacidad de adaptación, entusiasmo e
inteligencia emocional. Se debe atender al desempeño
financiero y desarrollo de las personas por igual. Recompensar
adecuadamente a los responsables del éxito de la organización. Asimismo,
tratar de forma excelente a todas las audiencias de una manera tal, que quieran
compartir su experiencia. Fidelidad al propósito y al papel de la empresa en la
sociedad.
Las ventajas de cultivar estas cualidades son, evitar crisis inducidas por el
factor humano y aumentar la creatividad en el entorno laboral, de modo que el
personal sienta pasión por su trabajo y el deseo de ser tan productivos como
puedan. Y cómo lo que no se mide no se mejora, es crucial medir este atributo
que bien orientado puede ser una vía para el éxito duradero de personas,
organizaciones y la sociedad en su conjunto.
Los equipos bien cohesionados son comprometidos, trabajan más, se sienten
más satisfechos de su trabajo y tienen menos conflictos internos. Por estas
razones, entre otras, los equipos de alto rendimiento resultan fundamentales
para las organizaciones.
Crear ambientes laborales positivos es de suma importancia para incrementar la
productividad, por ello muchas organizaciones se preocupan y ocupan de hacer
diagnósticos de su recurso humano, basado en la satisfacción laboral en muchos
aspectos, no solo en lo monetario, sino en el ambiente y las relaciones entre
personas, ya que estas son básicas para generar estados óptimos que den como
resultado, empleados felices y por lo tanto productivos en todos los procesos que
les toca participar. En ese mismo sentido es cierto que para el trabajador la
satisfacción laboral deriva del hecho de que la labor que desempeña y todo lo
que rodea su actividad sea agradable para él, las teorías humanistas sostienen
que el trabajador más satisfecho es aquel que obtiene mayores beneficios
psicológicos y sociales en su empleo y, por tanto, suele poner mayor dedicación
a la tarea que realiza. Un trabajador que está satisfecho es positivo, dedica su
tiempo a ser productivo y proyecta una actitud que sirve de motivación a otros,
contrariamente un trabajador insatisfecho, pierde el tiempo, no produce y la
mayoría del tiempo la dedica a quejarse, hablar mal y generar un ambiente
negativo, lo que resulta muy dañino para la organización.

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