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Introducción:
Mantener un entorno laboral armónico y seguro es una meta indispensable de
toda organización. Si promovemos un proceso motivacional y armonioso, por
naturaleza vamos a sentirnos bien con nuestro yo interior y seguramente la
reacción será afirmativa en el lugar donde nos desempeñamos, compartimos
ideas y tareas diariamente.
Uno de los motivos que se señalan en primer lugar cuando se pregunta por las
razones por las que se buscaría otro trabajo es estar sufriendo un mal clima
laboral. Falta de reconocimiento, mucho estrés, una excesiva supervisión y
poca autonomía o estancamiento profesional.
El clima laboral hace referencia a las dinámicas, formas de hacer o hábitos que
se producen en una empresa y que influyen en la conducta de quienes trabajan
en ella. Crear las condiciones para lograr un buen ambiente laboral que
favorezca la productividad debiera ser un objetivo estratégico en cualquier
organización.
El clima laboral puede abordarse desde diferentes aspectos. Uno de ellos tiene
que ver con el espacio físico. Estar cómodo, con una postura adecuada,
ergonómica, en un lugar donde prevalezca el silencio para ayudar a la
concentración, donde haya suficiente luz natural, mejor si es indirecta para que
no moleste la visión en las pantallas. Un espacio con una decoración no
demasiado estridente y despejado de papeles y otros objetos innecesarios. El
cuidado de lo sensorial es fundamental para las personas.
Desarrollo:
Un ambiente laboral saludable está en relación con la percepción de justicia.
Tanto salarial, con sistemas justos de retribución, como de oportunidades de
promoción equitativa entre hombres y mujeres y donde se favorece la diversidad
en cuanto a la discapacidad, la orientación sexual o la raza o la cultura de la que
se provenga.
Pero, además, es imprescindible medir este clima para poder trabajar los
aspectos más deficitarios de las dinámicas que se producen en la organización y
potenciar o escalar a otras áreas aquellos que están funcionando y que son
motivadores. Para esto, es habitual que recursos humanos pasen encuestas de
clima laboral donde se recoge este sentir. Es fundamental la labor de evaluar e
implementar las mejoras que surjan del análisis de las respuestas.
Sin importar el tipo de empresa o trabajo que tengamos, nuestro clima laboral
siempre estará cargado de sensaciones, emociones y experiencias resultantes de
nuestras tareas diarias y de las relaciones manejadas con jefes y colegas. Lo cierto
es ¿Qué tanto podría repercutir todo eso en mi desempeño?
Para que todo lo anterior pueda surgir, las buenas relaciones y el buen estado
emocional de cada miembro son la base de cualquier proceso motivacional y
armonioso, inmersos dentro de un marco lleno de respeto, equidad, cordialidad
y justicia, el cual hace que se retenga la pieza clave en toda organización: el
capital humano.
Conclusión: