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TRATADOS INTERNACIONALES

1. LEY 1130 DE 2007


Tratado: segundo protocolo de la convención de la Haya de 1954 para la
protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado.
Entrada em vigor: aprobado por la conferencia diplomática de la Haya el 26 de
marzo de 1999.

2. Ley 1108 de 2006


Convención interamericana contra el terrorismo
Suscrita en la ciudad de Bridgetown, Barbados, el tres (3) de junio de dos mil dos
(2002), en el trigésimo segundo período ordinario de sesiones de la Asamblea
General de la Organización de los Estados Americanos.
3. Ley 707 de 2001
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
Adoptada por la Asamblea General de la OEA en Belém do Pará, en Brasil el 9 de
junio de 1994, 24º Periodo ordinario de sesiones. Entró en vigor: 28 de marzo de
1996.
4. Ley 340 de 1997
Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en
casos de Conflicto Armado.
5. Ley 171 de 1994
Protocolo Adicional (Protocolo II) relativo a la protección de las víctimas de los
conflictos armados sin carácter internacional (1977)
Aprobado por la Conferencia Diplomática sobre la reafirmación y el desarrollo del
derecho humanitario aplicable en los conflictos armados, el 8 de junio de 1977.
Entró en vigor: 7 de diciembre de 1978

Conclusiones
1. Es de anotar, que los asesinatos y desapariciones forzadas, fueron grandes
crímenes cometidos por integrantes de la fuerza pública en el país. En este
sentido, los crímenes cometidos ocasionaron una serie de víctimas que
tuvieron que padecer y sufrir por los daños ocasionados a sus hijos y
familiares. Todas las investigaciones obtenidas por la JEP, apuntan al perdón y
el olvido, de tal forma que no haya repetición de los mismos hechos y que las
víctimas sean reparadas como debe ser legalmente. Claro está´, que es difícil
olvidar los hechos generados en esta guerra fría que se ha padecido, donde
los inocentes y menos desprotegidos han tenido que ser sacrificados y han
tenido que morir injustamente por culpa de algunos miembros de la fuerza
pública que por entregar resultados de la gestión que les habían
encomendado, procedieron tan cruel y cobardemente. Actualmente, el Estado
Colombiano no ha aceptado su responsabilidad en los asesinatos y
desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate, solo ha
asumido un rol de negociante.
2. Por su parte, Los agentes del Estado faltaron gravemente a sus deberes de
protección y prevención del derecho a la vida y dignidad humana de la
población civil, utilizando su investidura oficial y recursos del Estado para
cometer estos crímenes de guerra y de lesa humanidad
3. Cabe anotar que, el derecho internacional humanitario obliga a las partes en
un conflicto armado no internacional a distinguir en todo momento entre
personas civiles y personas que participan activamente en las hostilidades, por
ende, la población civil no puede ser objeto de ataque ya que tienen protección
internacional, siendo así el macrocaso 03 el reflejo de la vulneración que
cometió el Estado Colombiano. Más aún, Los comparecientes están obligados
a contribuir con la verdad y el esclarecimiento de los hechos como parte del
compromiso en la no repetición y respeto a los familiares de las víctimas
directas, así mismo para poder ser juzgados conforme a la justicia especial
para la paz.
4. Por lo expuesto, se requiere por parte de la JEP proferir las resoluciones de
conclusiones, las sentencias y las correspondientes sanciones propias, que
incorporen de manera coherente tanto su componente retributivo como su
componente restaurativo; garantizando la aplicación de los principios de la
justicia restaurativa en cada una de las fases del proceso; y contar con una
adecuada preparación, tanto de víctimas como de comparecientes, antes de
llevar a cabo las audiencias de reconocimiento de responsabilidad.

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