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cuarenta días hábiles a la parte demandada GASPAR CASTRO CHITOP, así como demás
personas que ocupen el mismo bien, sin derecho alguno, a efecto de desocupar el
inmueble objeto de litis ubicado en el lugar denominado Aldea La Parroquia Lancetillo, del
municipio de San Miguel Uspantan, departamento de Quiché, cuyas medidas y
colindancias constan en autos, bajo apercibimiento de no hacerlo, se ordenará el
lanzamiento a su costa; III) SIN LUGAR LAS EXCEPCIONES perentorias de: a)
Imposibilidad de declarar con lugar el juicio sumario promovido por el actor por falta de
ubicación y determinación del área por tener únicamente derechos de un porcentaje sobre
la totalidad del bien inmueble; b) Imposibilidad de declarar con lugar el juicio sumario
promovido por la parte actora, por no ser la vía idónea, por lo antes considerado…”.
A) La sentencia impugnada me causa agravios, y para determinar los mismos cito
textualmente el apartado siguiente de dicha sentencia: POR LA PARTE DEMANDADA,
GASPAR CASTRO CHITOP, 1. DOCUMENTOS: específicamente en el siguiente apartado:
“…a los documentos descritos en las literales a, b, c, d, e, f, g, h, i, y j, no se les otorga
valor probatorio, no obstante los mismos no fueron redargüidos de nulidad o falsedad y
fueron debidamente autorizados por notario en su caso, y funcionario en ejercicio de su
cargo, asimismo planos realizados por los profesionales descritos; se establece que los
documentos presentados por la parte demandada con la cual pretende hacer valer sus
derechos, son incongruentes con lo indicado en su memorial de contestación de la
demanda, toda vez que el demandado indica que es propietario del inmueble ubicado en el
lugar denominado “Aldea La Parroquia Lancetillo del municipio de Uspantan, departamento
de Quiché, y los documentos descritos en la literal g y j, al lugar denominado “Aldea
Lancetillo del municipio de Uspantan, departamento de Quiché” –La negrilla es propia-.
Honorables Magistrados, en relación a este argumento vertido por el A quo, contradice la
norma contemplada en el artículo 186 del Código Procesal Civil y Mercantil, que establece:
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consta que dicho inmueble forma parte de la finca rústica número setecientos cincuenta
(750), folio cuatrocientos siete (407), libro cinco A (5 A) del El Quiché; B) Documento
privado de fecha veintitrés de junio del año dos mil ocho, suscrito en la Villa de San Miguel
Uspantán, del departamento de Quiché, con el cual consta que el señor LORENZO
CHITOP GONZALEZ vendió el mismo lote de terreno ubicado en la aldea La Parroquia, del
municipio de Uspantan Quiché, a favor de la señora SANTOS MAGDALENA CHITOP
GONZALEZ, en relación a la ubicación del inmueble que refiere este documento, consta
que se ubica en la aldea la Parroquia, pero se establece que se refiere al mismo bien
inmueble, indicado en el documento citado anteriormente, tomando en consideración que
las medidas y colindancias que constan en el documento anterior, son exactamente iguales
con este documento, por tal razón refiere al mismo bien inmueble de mi posesión; c)
Fotocopia simple legalizada de la escritura pública número cien, autorizada en el municipio
de San Miguel Uspantan, departamento de El Quiché, el nueve de octubre del año dos mil
catorce, ante los servicios del Notario Gérman Roel Castro Cabrera, que contiene
declaración jurada sobre el bien inmueble de mi posesión, tal como lo acredita con el
documento privado suscrito el veintitrés de junio del año dos mil ocho; d) del documento
privado autorizado en el municipio de San Miguel Uspantan, departamento de Quiché, el
veinticinco de septiembre del año dos mil catorce, en donde se establece que la señora
SANTOS MAGDALENA CHITOP GONZALEZ, vendió el mismo bien inmueble ubicado en la
aldea la Parroquia del municipio de San Miguel Uspatán, departamento de Quiché; e)
Seguidamente consta en el documento privado autorizado en el municipio de San Miguel
Uspantan departamento de Quiché, el veinticuatro de octubre del año dos mil veinte, en
donde se establece que el señor ANTONIO CASTRO LÓPEZ, vendió el mismo bien
inmueble a mi persona señor GASPAR CASTRO CHITOP; f) fotocopia simple legalizada de
la escritura pública número ciento ochenta, autorizada en el municipio de Uspantán,
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departamento del Quiché, el dieciocho de diciembre del año dos mil veinte, por el Notario
Hilario Aguaré, que contiene Declaración Jurada de Derechos Posesorios de bien inmueble ;
además consta en el plano elaborado por el ingeniero Humberto Rivera Santiago, que el
bien inmueble se encuentra ubicado en aldea la Parroquia, Lancetillo, del municipio de San
Miguel Uspantán, departamento de Quiché; g) Asimismo la fotocopia simple legalizada de la
escritura pública número ciento sesenta y ocho, autorizada en el Municipio de Nebaj,
departamento de Quiché, el once de junio del año dos mil veintiuno, ante el Notario José
López Gallego y plano elaborado por el ingeniero Humberto Rivera Santiago, en donde
consta que el bien inmueble se encuentra ubicado en la aldea La Parroquia Lancetillo;
Uspantan Quiché. En conclusión honorables magistrados, se establece la secuencia
cronológica de los documentos, que el bien inmueble adquirido por mi persona se
encuentra ubicado en la aldea La Parroquia, Lancetillo, del municipio de Uspantan,
departamento de Quiché, es decir, se trata del mismo bien inmueble con el cual acredito
con los documentos citados, tal como consta en el justo título consistente en el documento
privado celebrado el día veintisiete de septiembre del año dos mil tres, en la Aldea la
Parroquia Lancetillo del municipio de San Miguel Uspantán, del departamento de El Quiché,
con el cual se acredita que el señor JULIÓ XONÁ extinto padre del actor, vendió el bien
inmueble al señor LORENZO CHITOP GONZALEZ, en consecuencia demuestro que no
tengo la calidad de intruso sobre el bien inmueble objeto de litigio, tampoco tengo la
obligación de entregar dicho bien inmueble a la parta actora, en efecto el juicio sumario
promovido, no es la vía idónea, por tal razón se declare con lugar el recurso de apelación
planteado en contra de la sentencia de fecha catorce de octubre del año dos mil veintiuno, y
en efecto se revoque la sentencia impugnada, y se declare sin lugar el juicio sumario
promovido por el señor EUGENIO XONÁ RODRÍGUEZ.
B) En cuanto al argumento vertido en la sentencia impugnada, del apartado DE LAS
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evidencia la contradicción que existe entre los documentos presentados por el actor, y con
lo que se argumenta en la sentencia objeto de impugnación, tal como se establece en la
fotocopia autenticada de la certificación de la finca rústica número setecientos cincuenta
(750), folio cuatrocientos siete (407) libro cinco A (5ª) de El Quiché, ofrecida y propuesta por
mi persona como demandada, que contiene la primera inscripción y la trescientos sesenta y
dos inscripción de derechos reales, y al darle lectura a la primera inscripción, consta en la
tercera hoja de dicha certificación, que el terreno es llamado “LANCETILLO”, jurisdicción de
Uspantan, departamento de Quiché, en consecuencia el supuesto bien inmueble del actor,
se encuentra en un lugar distinto que consta en los documentos presentados en el juicio
respectivo, por tal razón honorables magistrados, esta certificación también acredita que el
supuesto derecho del actor, refiere la misma finca, con el cual acredito mis derechos de
posesión, cabe resaltar que mis antecesores han ejercido la posesión sobre el bien
inmueble, contrario a la situación del actor, que no ha poseído el supuesto bien inmueble
que pretende, en consecuencia se evidencia la contradicción que existe entre lo
fundamentado en la sentencia y lo que estable en los documentos, porque también los
documentos con el cual supuestamente se acredita los derechos del actor, no coinciden con
los documentos, en efecto dicha sentencia adolece de fundamentación, violentado el
principio de la lógica jurídica consistente en la no contradicción, y el principio de la razón
suficiente, porque el bien inmueble de la parte actora, se encuentra ubicado en el lugar
distinto, que indica los documentos aportados en el presente juicio, además honorables
magistrados, los documentos ofrecidos por la parte actora no cumple con los requisitos
contemplados en el artículo 177 del Código Procesal Civil y Mercantil, por haber adjuntado
fotocopia simple de los siguientes documentos . “a) Fotocopia simple del Primer testimonio
de la Escritura Pública número ciento setenta (170), de fecha seis de octubre del año dos
mil veinte, autorizada por la Notaria, ERIKA DEL KARMEN LOPEZ AMBROCIO, en el
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Los documentos que se adjunten a los escritos o aquellos cuya agregación se solicite a
título de prueba, podrán presentarse en su original, en copia fotográfica, fotostática, o
fotocopia o mediante cualquier otro procedimiento similar. Los documentos expedidos por
notario podrán presentarse en copia simple legalizada, a menos que la ley exija
expresamente testimonio. Las copias fotográficas y similares que reproduzcan el
documento y sean claramente legibles, se tendrán por fidedignas salvo prueba en contrario
(…)” –El resaltado no corresponde al original-. De ello (Página 11 de 14), Expediente 789-
2018 CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD REPÚBLICA DE GUATEMALA, C.A. se
advierte que la norma es permisiva o facultativa, en el sentido de permitir al sujeto procesal
la presentación de los documentos, tanto en originales como en copias y en el caso de los
documentos expedidos por notario, dispone que pueden presentarse en copia simple
legalizada o testimonio, si así lo exige la ley. Se debe comprender que la forma de
presentación de los documentos notariales, está dada en virtud de la fuerza probatoria de
ellos, porque conforme al Artículo 186 del mismo cuerpo normativo procesal, producen fe y
hacen plena prueba en juicio, precepto que, en coherencia con el 177 citado, denotan que
la razonabilidad de presentar documentos emitidos por notarios en la forma establecida, es
para garantizar el valor probatorio de plena prueba que la ley misma otorga; es decir, si no
se incorporan mediante copia simple legalizada o testimonio, no puede otorgárseles valor
pleno como prueba. No obstante, debe quedar claro que en congruencia, además, con el
Artículo 178 de la ley en mención “(…) Podrán presentarse toda clase de documentos, así
como fotografías, fotostáticas, fotocopias, radiografías, mapas, diagramas, calcos y otros
similares (…)”, lo cual pone de manifiesto que la presentación de los documentos no puede
constituir requisito de admisibilidad de la demanda, sino que su efecto opera al momento
de la valoración de estos, en virtud que todo dependerá de la fuerza probatoria y
pertinencia que cada uno aporte al juicio” . También cito lo que indica el jurista Montero
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Lancetillo del municipio de San Miguel Uspantán, del departamento de El Quiché; con el
cual se acredita que el señor JULIÓ XONÁ, extinto padre del actor, vendió una fracción de
terreno ubicado en “La Aldea la Parroquia, Lancetillo del Municipio de Uspantan,
departamento de El Quiché” al señor LORENZO CHITOP GONZALEZ, inmueble que forma
parte de la finca rústica número setecientos cincuenta (750), folio cuatrocientos siete (407),
libro cinco A (5 A) del El Quiché; por tal razón el argumento vertido en la sentencia objeto
de impugnación específicamente en el apartado del considerando de hecho inciso B,
contradice el principio de la lógica de la no contradicción, y al mismo tiempo concatena lo
que consta en el reconocimiento judicial específicamente el punto uno, punto dos, punto
tres, punto cuatro, y el Punto seis, que refiere, que: Quedó establecido que ejerzo la
posesión del bien inmueble objeto de litigio desde hace más diecisiete años, agregando el
tiempo de mis antecesores, asimismo en el Punto siete: Quedó establecido que existe una
construcción tipo galera con pared de madera y techo de lámina de zinc de un ambiente y
cuenta con los servicios de agua potable; es decir con el reconocimiento judicial y con los
documentos aportados por mi persona, se acredita mi derecho de posesión, además se
demostró que los antecesores han mantenido la posesión sobre el bien inmueble, contrario
a la situación del actor, que si bien es cierto tiene derechos sobre un porcentaje de una
finca, pero también lo es, que no se demostró que el actor haya posesionado algún bien
inmueble, además se debe tomar en consideración que el primer adquirente del bien
inmueble fue en el año dos mil tres, contrario en el caso del actor que lo adquirió en el año
dos mil veinte, sin saber la ubicación del supuesto bien inmueble, porque son derechos de
un porcentaje, y que para determinar la ubicación de algún bien inmueble, se tendría que
realizar la partición ya sea en forma voluntaria entre los condueños o de manera judicial, en
consecuencia el actor con el juicio sumario de desocupación, lo que realmente pretende es
despojarme de mi terreno que lo adquirí de buena fe, esto con base a la facultad del IUS
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vendió una fracción de terreno ubicado en “La Aldea la Parroquia, Lancetillo del Municipio
de Uspantan, departamento de El Quiché” al señor LORENZO CHITOP GONZALEZ,
inmueble que forma parte de la finca rústica número setecientos cincuenta (750), folio
cuatrocientos siete (407), libro cinco A (5 A) del El Quiché; y asimismo acredité
documentalmente con base a la fotocopia legalizada autorizada en el municipio de San
Miguel Uspantan departamento de Quiché, el veinticuatro de octubre del año dos mil veinte,
que el señor ANTONIO CASTRO LÓPEZ, vendió el mismo bien inmueble a mi persona
señor GASPAR CASTRO CHITOP; también acredité con la fotocopia autenticada de la
certificación de la finca rústica número setecientos cincuenta (750), folio cuatrocientos siete
(407) libro cinco A (5ª) de El Quiché, que contiene la primera inscripción y la trescientos
sesenta y dos inscripción de derechos reales y al darle lectura la primera inscripción consta
en la tercera hoja de dicha certificación, que el terreno es llamado “LANCETILLO”,
jurisdicción de Uspantan, departamento de Quiché; además el supuesto bien inmueble del
actor no se encuentra en el lugar que se indica en la sentencia, entonces se evidencia la
contradicción que existe en la sentencia impugnada con el contenido de los documentos
aportados dentro del proceso, además señores magistrados para que proceda el juicio
sumario de desocupación debe cumplir los requisitos contemplados en el artículo 237 del
Código Procesal Civil y Mercantil, relacionado al juicio sumario de desocupación, además
se debe tomar en consideración que la honorable Corte de Constitucionalidad al respecto
AL JUICIO SUMARIO DE DESOCUPACIÓN. “…de acuerdo con la doctrina que informa el artículo 237
de Código Procesal Civil y Mercantil, para uno de los supuestos de legitimación activa que se regulan en dicha
norma, ya que la pretensión de desocupación también la pueden ejercitar aquellos que han “entregado un inmueble
a otro con la obligación de restituírselo” (caso de los arrendamientos) o por quien (es) compruebe (n) “tener derecho
de poseer el inmueble por cualquier título legítimo”, siendo la materia objeto de la sentencia declarativa de dicho
juicio, el que se acredite el derecho a solicitar la desocupación por tener el demandado la calidad de simple tenedor
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o de intruso del bien inmueble o por haber recibido éste con la obligación de restituir el mismo al demandante…”
(Sentencia dictada el seis de noviembre de dos mil uno, expediente número 1146-2001).
Dicha corte, también ha considerado que, para decidir la procedencia de la desocupación,
además de los presupuestos de legitimación activa y pasiva, se debe probar también “… la
posesión que aquéllos tenían del inmueble cuya desocupación se pedía, el subrayado es propio-… luego debía
determinar la ubicación del bien y la ocupación de que era objeto”, (sentencia de fecha veintiocho de julio de dos mil
nueve, expediente número 932-2009). Conforme a lo anterior, se determina que el aspecto de la propiedad está
excluida del fondo del asunto, es decir, solamente procede en relación a la legitimación activa, y que lo que debe
acreditarse en este tipo de juicios es que el demandado sea un simple tenedor, un intruso a la persona que haya
recibido el inmueble sujeto a la obligación de restituirlo al actor; -el subrayado es propio- y la existencia física del
inmueble que se reclama, y su tenencia por parte del demandado, a través de los medios de prueba idóneos; esto es
lógico, pues no es posible ordenar la desocupación de un inmueble cuya existencia real no esté acreditada (con su
área, medidas y colindancias), precisamente para no afectar a terceros ajenos al juicio y lesionar sus derechos. En
cuanto a la legitimación pasiva, es necesario delimitar la calidad que le es imputada a los demandados -el subrayado
es propio- en el presente juicio sumarial; para la calidad de “intruso”, se debe previamente establecer el significado
de dicha palabra. Esta Sala, establece que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, refiere que
dicho término significa: “Que se ha introducido sin derecho, detentador de algo alcanzado por intrusión”; lo cual
concuerda con la definición que proporciona Guillermo Cabanellas, quien indica que INTRUSO es el usurpador de un
inmueble, el que penetra en el cercado ajeno, allanador de morada, detentador –el subrayado es propio-.
(Diccionario Jurídico Elemental, Edición actualizada, corregida y aumentada por Guillermo Cabanellas, Editorial
Heliasta, página 487)”. En el presente caso señores Magistrados, el actor no demostró dentro del
juicio que haya mantenido la posesión del bien inmueble objeto de litigio, además no se
demostró que como demandado, tenga la calidad de intruso, o tenga la obligación de
entregar dicho bien inmueble, porque el bien inmueble de mi posesión lo adquirí de buena
fe, por tal razón se declare con lugar el recurso de apelación planteado en contra de la
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sentencia de fecha catorce de octubre del año dos mil veintiuno, y se revoque la misma, y
en efecto se declare sin lugar el juicio sumario de desocupación promovido por el actor
señor EUGENIO XONÁ RODRÍGUEZ, se condene al pago de las costas procesales y al
pago de los daños y perjuicios.
Además se debe advertir que El actor no probó dentro del proceso la ubicación exacta de
los derechos del porcentaje que le asiste sobre la finca rustica número setecientos
cincuenta (750), folio cuatrocientos siete (407) libro cinco a (5ª) de El Quiché, tal como en
su oportunidad procesal, comparecí a contestar la demanda en sentido negativo y a oponer
excepciones perentorias de: a) Imposibilidad de declarar con lugar el juicio sumario
promovido por el actor por falta de ubicación y determinación del área por tener únicamente
derechos de un porcentaje sobre la totalidad del bien inmueble; y b). Imposibilidad de
declarar con lugar el juicio sumario promovido por el actor, por no ser la vía idónea. En
relación a la contestación de la demanda en sentido negativo, contradije los hechos y las
pretensiones del actor, en el sentido que es totalmente falso los hechos que relata la parte
actora, porque la finca rustica número setecientos cincuenta (750), Folio cuatrocientos siete
(407) libro cinco A(5ª) de El Quiché, corresponde a diez copropietarios, siendo los señores
Pedro, Claudio, José Ángel, Agustín Choc, Pablo Ixim, Miguel Asij, Manuel, Macario,
Cristóbal y Pablo Gualip; y los declarados herederos ab-intestado. Circunstancia que se
determina en la copia autenticada de la certificación de la primera inscripción de la finca
rústica número setecientos cincuenta (750), Folio cuatrocientos siete (407) libro cinco A (5ª)
de El Quiché. Y si bien es cierto que al actor le asiste un DIEZ PUNTO SEISCIENTOS
TREINTA Y SIETE MIL NOVECIENTOS SETENTA Y DOS POR CIENTO QUE AL
DONANTE LE CORRESPONDE EN LAS DOSCIENTAS SETENTA Y CUATRO
INSCRIPCIÓN DE DOMINIO DE DICHA FINCA, LOS QUE SUJETOS A PARTICIÓN
EQUIVALENTE A MIL SETENTA Y SIETE PUNTO NOVENTA Y UN METROS
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CUADRADOS, pero que tal derecho sobre dicho porcentaje no ha sido determinado con
forme el procedimiento que establece el artículo 199, numeral quinto, del Código Procesal
Civil y Mercantil. “5º. La división de la cosa en común y las diferencias que surgen entre los
copropietarios en relación a la misma”, razón por la cual, el actor le fue imposible probar
dentro del presente proceso la ubicación geográfica de la fracción que representa tal
derecho, razón por la cual, solicito que se declare con lugar el recurso de apelación
planteado en contra de la sentencia de fecha catorce de octubre del año dos mil veintiuno,
emitida por el Juzgado Pluripersonal de Primera Instancia del ramo Civil del municipio de
Santa María Nebaj, departamento de Quiché, en efecto se revoque la misma, en el sentido
de declarar sin lugar el juicio sumario de desocupación promovido por el señor EUGENIO
XONÁ RODRÍGUEZ, y se condene al actor al pago de las costas procesales y al pago de
los daños y perjuicios.
FUNDAMENTOS DE DERECHOS:
Constitución Política de la República de Guatemala. Artículo 28. Derechos de petición. “Los
habitantes de la República de Guatemala tiene derechos a dirigir, individual o
colectivamente, peticiones a la autoridad, la que está obligada a tramitarlas y deberá
resolverlas conforme a la ley. Artículo 29. Libre acceso a tribunales y dependencias del
Estado. “Toda persona tiene libre acceso a los tribunales, dependencias y oficinas del
Estado, para ejercer sus acciones y hacer valer sus derechos de conformidad con la ley”.
Artículo 602. (Procedencia). “Salvo disposición en contrario, únicamente son apelables los
autos que resuelvan excepciones previas que pongan fin al proceso y las sentencias
definitivas dictadas en Primera Instancia, así como los autos que pongan fin a los incidentes
que se tramiten en cuerda separada Las resoluciones que no sean de mera tramitación
dictadas en los asuntos de jurisdicción voluntaria son apelables. El término para interponer
la apelación es de tres días y deberá hacerse por escrito”. Artículo 603. (Límite de la
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SER LA VÍA IDÓNEA y se condene a la parte actora al pago costas procesales y al pago de
los daños y perjuicios.
CITA DE LEYES: ARTÍCULOS, 1, 2, 4, 5, 29, 39, 44, 47, 49, 203, 205, de la Constitución
Política de la República. 18, 26, 27, 28, 29, 44, 46, 50, 51, 61, 63, 66, 67, 60, 70, 71, 75, 79,
81, 83, 106, 107, 111, 126, 12, 128, 129, 130, 131, 133, 134, 142, 143, 145, 146, 164, 165,
167, 172, 173, 177, 178, 186, 194, 195, 229, 230, 233, 234, 249, 255, 256, 257, 573, 574,
578 del Código Procesal Civil y Mercantil, 469, 612, 617, 618, 619, 620, 621, 62, 624, 633
del Código Civil.