Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El dolor es algo que no podemos evitar sentir. Si bien las emociones son negativas
y positivas, estas primeras pueden causarnos un dolor emocional que, en ocasiones,
nos superan.
Ese desagradable dolor emocional es, muchas veces, peor que el propio dolor físico.
Es por eso por lo que algunas personas intentan aliviarlo dando un golpe, gritando
sobre una almohada y, en los casos más extremos, recurren a la autolesión.
1. Afronta la situación
Una de las reacciones que tenemos inconscientemente suele ser la negación de la
situación que estamos viviendo en este mismo momento.
Es una actitud totalmente normal y aceptable, que viene dada debido al dolor que
causa y que, inevitablemente, intentamos evitar y soslayar.
Pero, si no quieres que ese dolor emocional se convierta en una profunda
herida, debes reconocer qué ha pasado, por qué se ha llegado a eso y cómo se
puede solucionar (si es que tiene solución alguna).
Una vez que seas consciente de la situación, tómate tu tiempo para mirar las cosas
conperspectiva y poder aceptarlas. Esto te ayudará a ver la realidad.
Tú eres fuerte y tienes el poder de afrontar ese dolor aprendiendo de él, nutriéndote de
todo lo positivo que te pueda aportar.
Piensa en el dolor como una fuente de motivación, de fuerza, que debes sentir,
asimilar, para que te haga más fuerte y puedas madurar.
Nunca dejes que el dolor pueda contigo, jamás permitas que te hunda. Tú eres
mucho mejor que este momento de dificultad que tarde o temprano pasará.