EL ESCUADRÓN 731

Hecho por Iker Rivera Pérez

La ética, aquella filosofía sin la cual, el ser humano estaría varado en la más suma
barbarie, normalmente se piensa que es algo universal, que es algo que nos hace
humanos, pero qué pensarías si te digo, que para tener los productos o la medicina
que tenemos ahora, se han cometido innumerables barbaridades. Pues bien, hoy
me gustaría hablar acerca de un caso especialmente infame, y este es, el
Escuadrón 731.

Primero hemos de ponernos en contexto, nos encontramos en la segunda guerra

mundial en la ciudad de Harbin en el norte de China.

China se encontraba en ese momento en guerra con el Imperio del Japón y esta
zona se encontraba bajo control japonés.

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Allí se estableció un escuadrón encargado de la investigación y experimentación
con fines militares y médicos, liderado por Shiro Ishii, una de las personas más
crueles e infames de la historia, el cuál fue el principado encargado de la
planificación y organización del escuadrón.

El estudio de su persona es bastante interesante pero debido a motivos de espacio

será obviado de este trabajo.

Lo más importante de su persona, fue que era un gran promotor de la guerra

bacteriológica, es decir, el uso de las bacterias a modo de arma, algo que
dependiendo de cómo lo veas puede haber estado relacionado con la pandemia del
Covid-19 en la actualidad.

Este escuadrón cometió todos los experimentos que puedas imaginar en seres
humanos, les gustaba mucho hacer vivisecciones, es decir, diseccionar a una
persona mientras estaba viva para poder observar el funcionamiento interno del
cuerpo, cortaban distintas partes del cuerpo a personas y miraban cuánto tiempo
tardaban en desangrarse, cabe destacar, que todo esto era realizado sin ningún tipo
de anestesia para que no influyera en nada con el resultado así que imagina el
sufrimiento por el que tuvieron que pasar estas pobres almas.

Se dice que más de 10.000 personas pasaron por las instalaciones del escuadrón,
la mayoría soldados enemigos aunque también civiles, pero experimentaron en por
lo menos 400.000 personas, ya que lo que estos desgraciados hacían era que
cogían bacterias y las esparcían por ciudades mediante aviones, llevando así a la
desgracia a las poblaciones cercanas también.

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Otras pruebas que podían hacer era el inyectar viruses en personas para ver cuánto
tiempo tardaban en fallecer, se metía a jóvenes en máquinas centrifugadoras hasta
que muriesen, incluso probaban sus armas en personas, era común el utilizar a los
sujetos como muñecos de prueba para granadas, viendo como desmembraban sus
cuerpos y fijándose en los efectos que esto tenía en ellos. Y lo que nombro son solo
unos pocos ejemplos de todo lo que hicieron estos monstruos durante años sin
interrupción.

Cuando acaba la guerra en 1945, se hacen una serie de juicios para juzgar los
pecados cometidos por los japoneses durante el conflicto, y Estados Unidos decide
dar amnistía a los científicos a cambio de obtener sus investigaciones. Aquí se
encuentra el mayor debate ético, ¿qué haría usted en esta situación? Daría la
muerte a aquellos bastardos los cuales han tratado incontables vidas humanas
como un mero sujeto de pruebas, o daría uso al sufrimiento por el que todas estas
almas tuvieron que pasar para poder darle innumerables usos médicos, militares,
utilitarios…, aunque los científicos tuvieran que quedar libres.

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Y bien, para acabar me gustaría parafrasear al autor George Bernard Shaw, el cual
tiene una frase muy relacionada con el tema y es “Las atrocidades no lo son menos
si ocurren en laboratorios y se llaman investigación biomédica”. Estas atrocidades
que he nombrado hoy, son casi completamente desconocidas y pienso que sería
importante que el mundo supiera más de ellas, para que así se conozca todas las
vidas que se perdieron para tener el conocimiento científico que hoy tenemos, y así,
lo apreciemos más, también sirve como advertencia, advertencia de cómo la ciencia
nos puede llevar a perder la ética, a dejar de ver a la persona como individuo y verla
simplemente como un sujeto de prueba más en una investigación, convirtiendo así
al sujeto en víctima de increíble sufrimiento, y al investigador, en el mismísimo
Satanás sobre la faz de la Tierra.

BIBLIOGRAFÍA

De Albornoz, Carillo Jorge, “EL PUNTO MÁS BAJO Y MACABRO DE

LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD | El Escuadrón 731 Japonés”.
Link:
https://www.youtube.com/watch?v=oNhoACpthBE&ab_channel=ElRinc
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