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SOBRE LA MUERTE Y EL CHIVO EXPIATORIO EN TIERRA SI CORONA

José Carlos Vilcapoma

“Miré, y he ahí un caballo bayo.  El que yo montaba tenía por


nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les fue dada potestad
sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con
hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra”.
Apocalipsis. 6: 7-8

Hombre, no me vengan con el Corona virus. Siempre hablaron de


la gripe del pollo, de la vaca loca, del cólera y de otros males, pero
a la hora de la verdad. ¡Aquí estamos! ¡Salud! ¡Es parte de la
propaganda China!
Parroquiano español. Bar Los Portales. Toledo, España,
marzo de 2020.

¡Nosotros somos peruanos!! ¡No nos da nada! ¡Somos de la raza


superior!!
Empaquetador peruano. Aeropuerto de Barajas. Madrid,
13 de marzo, 2020.

Nadie duda que la marca del milenio llevaba inéditos descubrimientos que asombraban al mundo.
En medio de nueva racionalidad en el tiempo y en el espacio, la denominada realidad objetiva
estaba siendo reemplazada por la virtual. Había un espacio más: el del Ciberespacio. Alentando la
globalización que era una realidad y no una elección, contemplábamos cómo nos sumíamos en
una reforma mundial de culturas a la par de cambios radicales de hábitos. La ciencia celebraba el
descubrimiento del Wasp 17 (planeta de órbita anómala); la línea de Dios, con el que se explicaba
la teoría del caos; las ondas gravitacionales, choque de estrellas muertas o estrellas de neutrones,
cuya luz y hondas llegaban después de haberse producido a un billón de kilómetros de la tierra, en
130 millones de años. De esta fusión habían surgido el oro y el platino. Pero, a la vez, los
asteroides del sistema solar, entre las órbitas de marte y Júpiter, contenían oro, tungsteno y agua.
Los descubrimientos no solo eran en la esfera celeste, sino en el mismo cuerpo humano. Por
primera vez en la historia, un equipo de científicos de Estados Unidos y Corea del Sur lograba
corregir embriones humanos, mediante la edición genética de genes defectuosos. En China se
corregía embriones humanos, modificando ADN de recién nacidos. Todos estos descubrimientos
iban a la par de nuevos paradigmas que dejaban atrás la caída de las ideologías, donde cobraba
fuerza la Cuarta Revolución Industrial, marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas
y biológicas. En la antropología tenía auge la del consumo, como una especialidad. Sin embargo,
todos estos descubrimientos, en menos de tres meses se fueron por la borda. Todo quedó en
suspenso a causa de un virus, de un insignificante “un miserable, un virus de pacotilla, un puto
virus”1.

El mundo entero se hinco de rodillas ante este virus que a sus inicios costó creer que se convertiría
en pandemia. Si bien fue Wuhan el centro de la epidemia, como en otras ocasiones, no se le hizo
caso a este mal que hoy, a fines de junio, ha contagiado a 12 millones de personas en el mundo y
causado la muerte de más de 600 mil personas. 2 y no se conoce aún el real tamaño de la amenaza.

Connotados líderes de opinión dudaron incluso, tanto en la academia


como en la política, de su existencia. Visto lo insólito de la coyuntura, se
abrieron paso opiniones disidentes desconfiando de la existencia de un
complot universal, como Giorgio Agamben, filósofo italiano de renombre
internacional, de que fuera una conspiración … señalando que las
medidas de emergencia que tomaban algunos gobiernos en febrero eran
irracionales y completamente injustificadas por ser atentatorias de la
libertad, y que más bien eran resultado del pánico al que llevaban algunos
gobiernos utilizando el estado de excepción como paradigma de gobierno. 3
Otros, desde la otra ribera, planteaban que este virus no solo era real sino
una amenaza a la propia humanidad, y nos obligaría a replantear nuestra
propia relación con la naturaleza y pensar en lo que realmente éramos; es
consenso mundial que debemos rediseñarnos para ser una sociedad
alternativa, más allá del Estado-nación, buscando crear una sociedad que
eche mano a todos los recursos humanos para mantener la solidaridad y a
la cooperación global.4

Respuesta política

Las respuestas a las epidemias, de parte de los gobiernos, son respuestas políticas, más que
respuestas a las enfermedades. Nadie escapa a esta regla, lo dice la antropóloga Melissa Leach, de
la Universidad de Sussex. 5 Así lo comprobó en su experiencia etnográfica en África Occidental, a
propósito del ébola. Sostiene que los políticos evocan o pueden aprovecharse de objetivos o
ansiedades vinculados a relaciones político-económicas. Las respuestas de las poblaciones
también pueden tener estos matices, cuando se interpreta al coronavirus como fabricación de
potencias extranjeras que quieren copar el mundo, la guerra bacteriológica, el dominio del
mundo. Esos temores y miedos reflejan historias vividas y recuerdos de desigualdad.

1
SPIRMAN. Jesús Candel, (Granada, 1976). La Vanguardia TV. 16 de marzo 2020. Líder de opinión con más
de dos millones de seguidores que entre aspavientos criticaba la política de Sánchez en el Gobierno español.
2
BBC Mundo noticias. 30 de junio 2020. En https://www.bbc.com/mundo/noticias-517050
3
AGAMBEN, Giorgio. 26 de febrero 2020. Publicado en Quodlibet.it. En Sopa de Wuhan.
Pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemias. Aspo. Marzo 2020.
4
ZIZEK, Slavoj, “Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de ‘Kill Bill’ y podría
conducir a la reinvención del comunismo” En Sopa de Wuhan. Pensamiento
contemporáneo en tiempos de pandemias. Aspo. Marzo 2020.
5
SHAWN-PEREZ, Horacio. La antropología y el coronavirus. En
El manejo político gubernamental ha estado marcado por estas paradojas. Por un lado el cierre
total de sus poblaciones en las denominadas cuarentenas como el caso de Wuhan en China,
seguida por Italia, Francia, luego España, y más tarde los otros países, en medio de fuertes críticas
y procesos judiciales entre grupos de poder que vencían el confinamiento, mientras otros
mandatarios de América Latina como Andrés Manuel López Obrador de México o Jair Bolsonaro de
Brasil6, incrédulos y hasta provocadores con su misma población, no repararon en su terquedad;
sin contar el patético caso Donald Trump del poderoso imperio norteamericano que en política
obtusa, bajo pretexto de la importancia a la reactivación económica, impulsaba la salida a las
calles, y sin mascarillas, con masivas muertes, que hoy ocupan el triste lugar de ser los primeros en
el mundo.

Precisamente quienes no le dieron importancia hoy lloran más a sus muertos. Para sorpresa del
mundo académico, 150 intelectuales y artistas, entre ellos Noam Chomsky, Gloria Steinem,
Margaret Atwood, JK Rowling y Wynton Marsalis, han señalado que las fuerzas de la
intolerancia están ganando en el mundo y que tienen en Trump su mejor aliado,
“representa la fuerza de la intolerancia y es una amenaza para la democracia, cuando
alienta un “ajuste de cuentas” tras las protestas antirracistas y las demandas de igualdad e
inclusión en plena pandemia”. 7

El Perú, tomó en su momento una rápida como aplaudida decisión al declarar el cierre de sus
aeropuertos y su población en rígida cuarentena, seguida del toque de queda. Sin embargo, ante
la temprana crítica que más fueron pretextos para atacar la gestión gubernamental de quien venía
de haber lidiado con sectores internos, al cerrar el Congreso o denunciar actos de corrupción,
retrocedió bajo el temor de ser tildado de dictador y vertical, al flexibilizar las medidas. La
cuarentana, en su primer momento, acatada militantemente por una población sorprendida y
asustada, encontraba eco, en las voces de sus poblaciones que rígidamente, a las ocho de la
noche, en balcones, ventanas y espacios abiertos hacia sus calles, cantaban himnos de identidad
peruana, hondeaban banderas y vivaban a la solidaridad a la par de cánticos religiosos y oraciones
con lágrimas a voz en cuello.

Por su parte algunos analistas y pocos académicos sostenían que la pandemia marcaba un antes y
un después, señalando que el siglo XXI, recién se contaría a partir del presente fenómeno de
salubridad. 8 Se sentenciaba como el momento en que empezaba realmente el siglo XXI. Nunca
antes se había vivido este fenómeno. Sentencia que estaba lejos de la verdad.

Las medidas rápidamente hicieron agua. El gobierno no había previsto que 70% de la población
total del país era informal, entendido como aquel sector oculto a los ojos de la administración del
Estado, sobre todo si de tributos hablamos, aunque para algunos economistas como Waldo

6
Jair Bolsonaro ha anunciado que ha dado positivo al Covid19. ABC, Madrid, 07 de julio 2020.
7
ABC. Madrid.. “150 prestigiosos intelectuales firman una carta alertando del auge de la intolerancia en la izquierda”.
08-07-2020. Versión impresa. En: https://www.abc.es/cultura/abci-150-prestigiosos-intelectuales-
firman-carta-alertando-auge-intolerancia-izquierda-202007081109
8
ROSAS, Claudia. Entrevista 30 de marzo 2020. https://puntoedu.pucp.edu.pe/noticias/claudia-rosas-
se-vera-como-el-momento-en-que-empezo-realmente-el-siglo-xxi/
Mendoza, son autogestionarios9. Tampoco notado la composición social de una Lima
aparentemente de único rostro; la total pobreza de familias que cubrían su condición con un buen
celular, a costa de otros aparatos domésticos refrigeradoras; la corrupción endémica en casi todos
los niveles estamentales saltando en un pie al ritmo de entuertos en compras y servicios por
doquier; los Andes y la Amazonia como la tierra de salvación, en éxodos impensados en una
aparente sociedad de bonanza que ya era envidia de otros gobernantes de América. Se había
apostado por un discurso en un primer momento alentador, pero a medida que el gobierno se
desnudaba ante la pandemia y surgían rostros de corrupción, sobrevaluaciones, adulteraciones,
perdía crédito la palabra que era ganada por los hechos.

Ante aquella realidad que nos estallaba en el rostro, se optó por una fácil medida salvadora. El
Banco Central de Reserva subastaba los fondos de los programas de emergencia, hasta por s/ 11
958 millones en tasas bajísimas de uno por ciento, aunque la Ministra de Economía, Antonieta
Alva había anunciado el plan más ambicioso de América Latina, al destinar 25 mil millones de soles
para mitigar el impacto10. Lo cierto es que cifras más o menos, el Perú ha destinado gran parte de
ese dinero al bolsillo de la corrupción que ha ido de la mano con la propagación del virus.

El Fondo de Emergencia ahondó la deuda externa, que ahora bordea los 38 mil millones. Se
destinó bonos, a familias que nunca llegaron a ver. Pero todos hacían largas colas,
incrementándose los contagios en estos espacios cerrados. Se habló de otros bonos, en más colas
con el único antídoto de distancia social. Es de imaginar cuando un gran sector del país tiene una
economía no bancarizada.

Por otro lado, la cuarentena y las restricciones se veían rebasadas en los mercados, lugares en los
que sin respetar tiempo ni distancia, se convertían en focos de propagación del virus. Se buscó
ordenar por días, por sexo, edad y género, sin resultados positivos. Los funcionarios responsables
tuvieron que reconocer sus errores. Hoy todavía siguen al mando de la política de salud, cuando
en cualquier lado hubieran sido sustituidos.

Como para poner la cereza en la torta, se otorgó un subsidio a cada municipio de 200 000 soles,
para que los alcaldes usen en el reparto de canastas a las familias necesitadas. La medida fue
aplaudida por quienes tenían la oportunidad de manejar a su antojo dicha entrega, mientras la
población en su mayoría veía pasar dichas canastas a casa de allegados, o en el peor de los casos
encontrarse ante productos malogrados, con anuencia de alcaldes que así cometían delitos de lesa
humanidad. Era una medida populista, forma de clientelaje político con los gobiernos locales. El
resultado está a la vista. Más de un centenar de alcaldes a fines de junio eran investigados por
actos de corrupción por Contraloría General de la República. Corrupción que nos recuerda otras
similares, como el hecho que el alto mando de la Policía del Perú comprara menús a 87 soles cada
uno, igual que las compras de funcionarios de salud, de ventiladores mecánicos en desuso o
inservibles.

Como si de respuesta tácita se tratara la anomia del Estado, una vez más, fue rebasada porque la
población hacía caso omiso a las medidas. Era una forma de protesta. Estaban siendo
deslegitimadas. La Policía que quiso imponer el orden, fue desacreditada por el mismo ministro
9
Para el economista Waldo Mendoza, la correcta denominación debiera ser la de autogestionarios.
10
BBC Mundo. 31 de marzo 2020. “Coronavirus: qué dice sobre la economía (y el gobierno) de Perú que el
país prepare el mayor plan de estímulo de América Latina contra el covid-19” En:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52104166
que dio de baja a quien quiso imponer el orden en un acto emblemático. No tenía el respaldo
político que se requería. En una guerra como la que se imponía ante el virus, la primera línea de
lucha debiera tener la moral en alto. Esta había sido socavada por los mismos que debían
otorgársele.

El gobierno anulaba su poder imperativo, la policía sufría la desmoralización, y la gente se hacía


daño así mismo, ante la incredulidad que con ellos no era.

Corrupción y populismo

El discurso-informe que hacía el presidente en clara imitación a lo que hacía Fernando Simón de la
Sanidad Española, al principio era esperado por un población ávida de resultados. Lejos de
informar sobre las medidas y el avance del virus, lo hacía con el número de detenidos, como si
este fuera un logro. El mensaje soterrado de un pueblo desobediente, insurrecto e inculto se
introducía en el inconsciente colectivo de la población como sinónimo de una irresponsabilidad.
Que en efecto los había, pero nunca se decía las razones, ni se hizo el esfuerzo por una seria
investigación de sus causas, desde las ciencias sociales. El discurso eran contradictorio: hay toque
de queda, pero que no lo es: “no debe recordarnos épocas pasadas”. Ministros de ida y de vuelta
con declaraciones que demostraban que cada uno creía que lo que hacía era lo mejor.

Cuando el epicentro del mal se trasladó a Piura y Loreto, regiones al norte y oriente del Perú,
recién se pensó en las ciencias sociales. Se llamó a un grupo presidido por Aldo Panfichi, sociólogo
vicerrector de la Universidad Católica al lado de profesores universitarios que emitieron un
documento que poco o nada ha significado para los operadores de decisiones políticas.

Para botón una muestra: el Viceministerio de Cultura, me hizo una consulta, de cómo debía
enfrentarse el protocolo de la quema de cadáveres en las comunidades indígenas, que era la
recomendación de la OMS. No tenían protocolos de actuación, ni conciencias de la diversidad
simbólica de los ritos fúnebres en las familias lingüísticas de la amazonia.

La antropología.

Tímidamente la antropología y los antropólogos hemos enfrentado el tema en el Perú. Y no hay


nada de malo, pues verse ante una situación inédita y límite, a cualquiera lo arredra de sus
cubículos profesionales. En mi caso, ante una propuesta, bien intencionada de uno de los colegas
de mi departamento académico de la Universidad donde trabajo, simplemente me inhibí de hacer
su registro o su estudio. Llegaba de Europa donde había visto de cerca el pánico que infundía este
mal. No solo en las calles desoladas de Madrid, o el metro que se convertía en vía fantasmal, sino
que había llegado en el último vuelo aéreo antes que se cerrara el aeropuerto, en el que cientos y
miles abarrotaban Barajas, unos con guantes y mascarillas o tapabocas y otros simplemente
cubriéndose con lo que fuera el rostro con el convencimiento de estar huyendo del virus y que en
sus lugares estarían más seguros que en aquellas tierras que no eran las suyas. Se agudizó mis
temores a entender el tema, más cuando había tenido la experiencia de haber investigado por
varios años el tema de la muerte.

Sin embargo, aparecieron algunos papers de antropólogos más jóvenes como María Eugenia Ulfe
que a manera de carta se dirigían a sus estudiantes para analizar el tema desde lo que ella
denominaba la tecnopolítica, analizando el tema del control y vigilancia atemorizante, parea
sostener que estaba en cuestión el mundo de las relaciones que descansaba en la virtualidad del
día a día.11 Rodrigo Montoya escribiría un largo artículo queriendo explicar el tema desde cuatro
puntos de vista, en el que resalta. Albert Cririf, en un sesudo artículo como respuesta a la
tipificación de irresponsables a los amazónicos, explicaba el por qué la amazonia no hacía caso a
las órdenes del Estado. Un análisis que explicaba el comportamiento anti Estado, sumado por la
diversidad cultural. Luis Millones, escribió un artículo desde la historia, para recordarnos en base a
crónicas del siglo XVi, a Huayna Cápac y la temprana viruela como causa del primer
despoblamiento de América.

Es verdad que la antropología tiene que decir y mucho al respecto, pues toca la misma vena de su
objeto de estudio. Desde la naturaleza humana puesta en cuestión, pasando por los
comportamientos religiosos, la noción de familia y sus relaciones, así como el mismo simbolismo
del cuerpo; sin analizar la dicotomía naturaleza y cultura. Seguramente desde la la Escuela de
Cultura y personalidad de Geza Roheim, hoy se pone en cuestión los simbolismos universales,
pues cada pueblo, cultura o país ha sacado a relucir particulares cosmovisiones en el límite de la
vida. Igual se pone en tela de juicio la naturaleza humana desde la neurociencia, que nos señala
que hay comportamientos de miedo y temor de estructura natural, como lo sostiene Martin
Lindstrom, que el hombre sostiene su comportamiento en su base genética en un 75%, dejando
solo el resto para su comportamiento cultural.

En el mundo, tardó la voz antropológica. Ieva Snikersproge, del Instituto Universitario de Altos
Estudios Internacionales de Ginebra, en Suiza, daba cuenta de lo que ocurría en Francia, haciendo
etnografía sobre el fenómeno: al inicio, incredulidad, luego cierta alegría y frenesí ante el
confinamiento traducido en acumulación de pasta y papel higiénico, antes del encierro hogareño,
mientras otros trabajadores como policías o cuidadores no comprendían cómo debía asumirse el
teletrabajo.12 Comportamiento que podríamos transpolar al peruano en los primeros días de la
pandemia.

Otro elemento emergente que la antropología dio cuenta desde un inicio fue que la respuesta ante
la inminencia de la muerte, daba respuestas simbólicas, dignos de ser estudiadas desde la
antropología religiosa. Así da cuenta Pablo Wright, investigador de la Universidad de Buenos Aires,
cuando sostiene que el supuesto pensamiento posmoderno que da por sentada la naturaleza del
hombre como individuo e individualista, es cuestionado en esta pandemia al demostrarse que el
hombre busca ser parte de una comunidad, de un colectivo, de una sociedad, más cuando ha de
enfrentar el fin de su existencia, para el que acude a la religión. De allí que, en el Perú, en las
noches de solidaridad, más allá de las ocho de la noche, salían a cantar, a loar algún símbolo de
solidaridad, y a expresar la necesidad del amparo religioso, en imágenes, cadenas de oraciones y
misas virtuales.

El chivo expiatorio.

11
María Eugenia Ulfe es Directora de la Maestría en Antropología y Antropología Visual. Pontificia
Universidad Católica del Perú. “Carta a las y los estudiantes en una pandemia” . 24 de marzo 2020. En:
https://puntoedu.pucp.edu.pe/opinion/carta-a-las-y-los-estudiantes-en-medio-de-una-pandemia/
12
Shawn-Perez, Horacio. La antropología y el coronavirus.
Las historias de las pandemias nos han demostrado que pocas veces hemos querido asumir
nuestras propias responsabilidades. Siempre hemos buscado echarle la culpa al Otro, al que
hemos estigmatizado; hemos buscado un chivo expiatorio. Veamos:

Primero, el COVID 19 no es la peor de las pandemias que la humanidad ha atravesado, o es lo que


por lo menos, hasta hoy vemos 13. Han existido muchas en la humanidad, peores, si de muertes se
trata. Diversas enfermedades han diezmado poblaciones enteras en poco tiempo, meses o días. En
casi todas ellas, está documentado que siempre se busca un chivo expiatorio, ante el que
complotan gobernantes como poblaciones enteras. Se busca un alguien, grupo humano, lugar,
desde montañas o astros a quien echarle la culpa.

Tucídes el historiador griego en su libro Historia de la Guerra del Peloponeso, da cuenta de la


primera plaga documentada, producto de un virus desconocido que golpeó a Atenas en el 430 a.
C., en el siglo de Pericles. 14 Entonces se les culpó a los etíopes de aquella propagación. Eran los
responsables de extraña sintomatología que comenzaba con mucha sed, fiebre, conjuntivitis, dolor
de cabeza, manchas en el cuerpo antes de la masiva muerte. Se les dijo que de allí se habría
propagado a Egipto y luego a Europa y Grecia. Como tal se le echaron las peores maldiciones,
desde castigos divinos, hasta la persecución física. Su estigmatización se ahondó debido a la
importancia que Etiopía significaba desde entonces. Era el lugar de más antigua ocupación, en el
que se encuentra el origen más antiguo del australopithecus afarensis. Siempre fue emblemático.
De allí que para los griegos eran los Aithipes que significa “país de rostros quemados”, en
tipificación peyorativa. Grandes mercaderes, que hacían contacto con egipcios, sobre todo de
perfumes, como incienso y mirra, ébano, marfil y esclavos. Estado independiente más antiguo del
Africa, al que se le satanizó, buscando los orígenes de la plaga. Pareciera que entonces se buscó
desmerecer a una nación imponente a partir de un virus.

La otra gran peste fue la denominada Plaga Antonina, que a los 200 aC afectó todas las
dimensiones de la vida del Imperio Romano y de occidente, en tiempos de Marco Aurelio. Para
entonces Roma estaba presente en casi toda Europa, partes de África y de Asia; tenía más de 50
millones de habitantes. Gracias a Claudius Galeno, médico griego al servicio romano, quien
presenció la epidemia, pues trabajaba directamente con Marco Aurelio y el ejército, se sabe que
para los romanos, los pobladores de Seleucia, ciudad que más tarde sería Irak, fue la culpable de la
aparición de la plaga.15 Se les satanizó señalando que en una de las expediciones de la campaña
oriental del año 165 un soldado habría profanado el templo de Apolo de aquella urbe al abrir un
cofre, del cual habría salido un vaho pestilente. 16 No se hizo esperar los ataques a estos
pobladores. La muerte alcanzó un promedio de tres y medio a cinco millones de personas. 17 Es de
imaginar las extremadas medidas represivas de un estado esclavista para con los seleucianos que
fueron diezmados a causa de lanza, horca y cuchillo, so pretexto de ser los causantes del virus.
13
No sabemos en qué termine esta pandemia. Recientes descubrimientos contradicen los pronósticos de la
OMS, como que el pronunciamiento de 290 científicos que exigen a este organismo internacional de salud a
considerar que el contagio se hace también por los aires. Los rebrotes de países que habían sostenido
controlar el mal, entre otras sorpresas.
14
Thucydides. The Peloponnesian War. Trad. J. M. Dent. New York: E. P. Dutton; 1910.
15 (
Roberts J. Oxford dictionary of the classical World. Oxford University Press, Oxford 2007. En la peste Antonina: una
peste global en el siglo II dC. Andrés Saéz. Revista Chilena de Infectología. V. 33 N° 2. 2016. Santiago. Universidad de la
frontera, Temuco , Chile.
16
Cascón A, Picón V. Historia Augusta. Akal, 1era Edición, Madrid 1989.
17
Littman RJ, Littman ML. Galen and the Antonine plague. American J Philol 1973; 94: 243-55. )
En:  https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_nlinks&ref=6910464&pid=S0716-1018201600020001100011&lng=es
En el año 541 dC, el Imperio bizantino o romano de Oriente fue golpeado por otra terrible
epidemia de peste, una de las más grandes de la historia. La capital perdió una cuarta parte de sus
habitantes en poco menos de un año, y el propio emperador Justiniano estuvo a punto de morir a
causa de la peste. 18 Tuvo larga duración, se dice más de cien años, en el que la población mundial
perdió entre 25 y 50 millones de personas. Un 25% de la población total calculada para el siglo VI.
Entonces señalaron que el inicio del contagio, fue en Tanzania, importante enclave comercial. Se
atacó a aquel próspero emporio que se dedicaba al comercio de marfil, conchas de tortugas y
cuernos de rinocerontes y como medida represiva se prohibió todo tipo de comercio hacinándolos
en su lugar. Como el virus de propagó y rompió dichas barreras, el ataque se extendió a los árabes
del Yemen, otros famosos mercaderes casados con mujeres locales, expertos en la producción de
vino, granos, vidrio y hierro. Se les persiguió a hombres y más a mujeres por esa causa, tildándolas
de incitar la propagación. Injusto trato a un pueblo que nada tenía que ver con aquel virus, pues
estudios genéticos recientes señalan que el origen y la cepa pudo estar en China. 19

En cuanto apareció la peste negra, en China en 1334, con la más grande y cruenta muerte
en el siglo XIV, superando las huellas de la sífilis o la gripe, se estremeció Europa y Asia.
Acabó con cerca de 150 millones de habitantes de Europa, lo que vino a ser el 60 % de la
población de entonces. Como culpables de esta peste, extremadamente infecciosa que
tenía tres ataques, la bubónica, septicémica y pulmonar, se señaló a los naturales de Gobi,
desierto al sur de Mongolia, mereciendo el injusto odio y desprecio. De allí se propagó a China. Las
rutas comerciales, sobre todo el de la seda, trasladó el virus a la par de sus mercaderes. Pasó a la
India, Rusia y Mesalina, hasta alcanzar España, Francia, Italia, entre otros países de toda Europa,
pasando los mares hasta llegar al norte de África.

Entonces la fuerte presencia del cristianismo obnubiló la ciencia. Se prohibía muchos


experimentos médicos que eran catalogados como herejías. Se revivió la vieja creencia griega de
que el aire era contaminado por algunas sustancias provenientes del centro de la tierra, por lo que
muchos cubrían con mantos y plantas orificios y abras por donde se decía emanaba el mal. Otros
decían que los astros estaban en fila y se unían. Se dijo que Saturno, Júpiter y Marte comenzaban a
unirse como señal de fatalidad. Otros, que la peste negra era consecuencia de la ira de Dios. Se
perseguía a los que se creían pecadores. Los judíos fueron víctimas de maltrato e histeria
colectiva.20 La impotencia para tratar el mal se manifestó en la búsqueda del chivo expiatorio. Se
organizó bandas de los Flagelantes, grupos de gentes armadas, quienes iban de pueblo en pueblo
“mortificando cuerpo y alma para apaciguar la “ira divina”. Se convirtió en movimiento religioso.
Así surcaron Italia, Alemania y Francia, recorriendo calles y plazas, buscando pecadores. Sus
presentaciones públicas generalmente terminaban con una cacería de judíos. Los casos más
llamativos ocurrieron en Barcelona, Lérida y Estrasburgo, donde, el 14 de febrero de 1349, dos mil
judíos fueron quemados en la hoguera sospechosos de propagar la peste. En la historia de Europa,
eran los diferentes por excelencia, “diferentes” de la gran mayoría, sea por su religión, forma de
vestirse, comer, comportarse.21 Los diferentes son fáciles de ser estigmatizados en situación límite.

18
Keys, Davis (2000). Catastrophe: An Investigation into the Origins of Modern Civilization. Ballantine Books. pp.
296. ISBN 9788470398131
19
Little, Lester K (2007). Plague and the end of the antiquity: The Pandemic of 541-750. Cambridge
University Press. pp. 19-20. ISBN 0-521-84639-0.
20
Larga seria la lista de obras literarias como el Decameron de Bocaccio, las pinturas de el Bosco,
que registran esta peste.
Dicha lamentable situación nos recuerda lo que en el verano de 1834 ocurrió en Madrid, en
cuanto apareció el cólera, causando más de tres mil muertes solo en la capital española. El 17 de
julio los católicos de la plebe de Lavapiés asaltaron y quemaron los conventos de Madrid, matando
a 75 frailes y monjas de diversas órdenes. Entre ellos estaban jesuitas, franciscanos y mercedarios.
Se decía que “mujerzuelas” y “mendigos” habían manipulado las fuentes de agua y esparcido unos
polvos rosados por órdenes de los religiosos. La orgía de sangre se había desatado producto de
que un joven peinero había sido sorprendido echando unos polvos, que reconoció a golpes que
era por orden de los jesuitas. Benito Pérez Galdos, recoge en su novela Un faccioso más y algunos
frailes menos,22 que los madrileños habían entrado en pavor y tenían la tendencia de buscar un
culpable.23 Uno de los personajes, Nazaria la carnicera, expresa una obsesión colectiva: “Porqué
envenenan a la gente? Para acabar con los liberales. Ellos dicen: ‘no podemos aniquilar a nuestros
enemigos uno a uno, pues acabemos con todo el género humano’ El terror ansiolítico y vengativo
se había volcado como un tsunami.24

El actual chivo expiatorio: sopa de murciélagos y el “Peruano tenías que ser”.

Si traspolamos la búsqueda del chivo expiatorio en esta pandemia, tendremos que esbozar en
primer lugar a nivel global, mundial y en segundo lugar en nivel micro, el caso peruano.

Adia Benton, profesora asociada de Antropología y Estudios Africanos de la Universidad de


Northwestern (Illinois), en una entrevista al Eldiario.es de España el 27 de febrero del presente,
sostiene que pese a que el fenómeno de las pandemias han sucedido la humanidad no ha
aprendido la lección y volvemos a sentir y volcar alarmismo, desinformación, racismo, y siempre
buscamos culpables.25 Precisamente, ante el vacío de información, natural en un virus nuevo, es
fácil que se forme una narrativa en torno al brote y se busque un chivo expiatorio. Según esta
antropóloga, el discurso se torna tóxico y como resultado se busca a quien culpar.

Fue china la primera en ser tildada como la culpable. Como hemos visto en las principales
pandemias, se estigmatiza al Otro. Las características de la enfermedad estigmatizaban a China,
respecto de su cultura, su forma de comer, su tradición, su sociedad, su tradicionalidad. Fueron
vistos desde el inicio, sea porque comenzó en Wuhan o porque se decía que había surgido de la
costumbre de comer sopa de murciélagos o víboras. En cuanto cultura, producto de los medios
inmediatamente, por ser endogámicos, lejanos a los otros, las propias diferencias los convirtieron
en susceptibles de padecer esos males. Y si verdad hubiera surgido allí, la discriminación es doble.

21
BETRAN MOYA, José Luis. Historia de las epidemias en España y sus colonias (1348-1919). Esfera
de los libros. Madrid. 2006; 12-20.
22
PEREZ GALDOS, Benito. Un faccioso más y algunos frailes menos. Alianza Editorial. Madrid, 2016.
23
GARCÍA LORENZO, Luciano (1970-1971). cervantesvirtual.com, ed. Bibliografía galdosaina (Edición digital a partir de
Cuadernos Hispanoamericanos, núm. 250-251-252 (octubre 1970 a enero 1971) edición). Alicante. pp.  758-797.
Consultado el 31 de marzo de 2018.
24
ALBA RICO, Santiago. Apología del Contagio. CTXT. No. 258. Madrid. 9 de marzo 2020.
https://ctxt.es/es/20200302/Firmas/31282/coronavirus-contagio-apologia-miedo-santiago-alba-rico-covid19-
enfermedad.htm
25
Eldiario.es. Entrevista a Adia Benton, antropóloga: "En epidemias como el coronavirus se repite un patrón de
discurso tóxico y denigrante” 27 de febrero 2020.
Se les tildó como la cuna del virus, por la forma como comían animales, y se recordó que, en
efecto, más de una década araás había surgido un tipo de SARS en china. En un primer momento
las mismas autoridades chinas, creían que posiblemente se había originado en un mercado de
mariscos y carne de animales salvajes, incluyendo a murciélagos y víboras.26 Las redes alentaban
xenofobia, censura política, denuncias de todo tipo. El oscurantismo había estigmatizado a los
chinos.

Hemos podido constatar cómo en Madrid, los primeros diez días de marzo, cuando Italia ya había
sufrido los embates con miles de muertes y España daba cuenta de casos en Andalucía y
Barcelona, muchos centros de expendio comercial, al que se le conoce como Chinos, erán víctimas
de sospechas, de sindicaciones, abiertas y soterradas que hizo que muchos centros de venta como
comercios pequeños y grandes regentados por chinos, cerraran. Los panes pre cocidos, se decían
españoles y latinos, eran los vehículos perfectos de contagio. Se reunieron para contrarrestar
dicha propaganda. Y como una forma de “resarcir” el daño, hicieron colectas para regalar
mascarillas. Ver grupos de chinos turistas con mascarillas en las calles de Madrid, era ver al virus
andando, y todo el mundo les rehuía, en clara actitud racista.

En el ámbito de política internacional, ha habido posturas de ida y vuelta. Hubo ataques a los
chinos de todos lados.

El primero de febrero, a más de un mes del primer caso reconocido, los diarios, las redes y la
prensa internacional censuraban el régimen político de china, so pretexto de falta de información;
que seguramente esto se debía a un mea culpa. E incluso, Amnistía Internacional, denunciaba el 6
de febrero, que las autoridades chinas tenían una campaña de censura, pese a las más de 563
muertes ocultadas por el gobierno chino. Se dijo “Las autoridades chinas se arriesgan a estar
ocultando información que ayude a la comunidad médica a combatir el coronavirus y ayudar a que
la gente se proteja", a través de Nicholas Bequelin, representante en Asia, en un comunicado de
prensa.27

Donald Trump acusó de ser los causantes del virus, ante lo cual China respondió que al contrario
era EEUU el que introdujo en china el virus, a través de un destacamento militar. “Solo Estados
Unidos eleva una voz discordante, falsa e hipócrita”, decía su portavoz, el ministro de relaciones
exteriores de china, Hua Chunying. El mandatario norteamericanco acusaba a que china debía de
haber frenado la epidemia del coronavirus. Incluso Trump, recordó que la crisis sanitaria, era
“peor” que el ataque de Pearl Harbor en 1941 y los atentados del 11 de septiembre.

Larga sería la lista de ataques y contraataques a China. De todos lados. Basta ver la internet para
saber las referencias en redes sociales, en medios masivos, o publicaciones. No está demás señalar
que incluso denunciaron penalmente a China, ante la Corte de la Haya, bajo cargo de genocidio

26
BBC. Londres.10 de febrero 2020. https://www.bbc.com/mundo/noticias-51408771
27
EL MUNDO. Madrid. https://www.dw.com/es/china-amnist%C3%ADa-internacional-denuncia-
censura-ante-crisis-por-el-coronavirus/a-52273981
virósico, de parte de Argentina, hecho que representaba un ´crimen de lesa humanidad´,, ante
la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, según precisó el propio letrado a Infobae.28

Incluso el jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo, tildó a china de “sembar rumores
extravagantes” Ante lo que contestó Yang Jiechi, alto funcionario del Partido Comunista de China,
y le dijo que "este no es el momento de sembrar desinformación y rumores extravagantes, sino
más bien un momento para que todas las naciones se unan para luchar contra esta amenaza
común", Se llamaron a los embajadores de ambos lados. He incluso EEUU quiso marcar señalando
que debe llamarse el virus Wuhan, en contra de lo que los profesionales han dicho que tale
etiquetas geográficas pueden ser estigmatizantes, tal como ocurrió con la gripe española, que se
originó en EEUU, y que por razones de la primera guerra y la neutralidad de España, terminó
llamándose de tal injusta manera.

El tiempo se encargó de aclarar el panorama. En febrero pasado, el prestigiado journal científico


The Lancet publicó un artículo en el que se establecía que los primeros contagiados del Covid-19
tenían nula relación con el mercado en cuestión. Después, se demostró que los videos no
correspondían a lugares chinos, sino a lugares de islas de Indonesia y Micronesia. La relación con el
murciélago era más por una relación de asociación que por una evidencia científica. 29 China se
defendió, Hua Chunying, afirmó que “numerosos países y expertos han hecho comentarios
positivos sobre la prevención y control del virus en China”.30 Hoy mismo el FBI a través de su jefe
Christopher Wray afirma que el gobierno chino realiza espionaje farmacéutico, SOSTUVO que  “la
mayor amenaza a largo plazo para la información y la propiedad intelectual de nuestra nación y
para nuestra vitalidad económica”, y señaló que el FBI tiene más de 2,000 investigaciones abiertas
que vinculan al Gobierno chino.31

Para sorpresa del mundo recientes investigaciones, como la realizada por la Universidad de
Barcelona han hallado el genoma del Sars-CoV-2, causante de la enfermedad, en las aguas
residuales congeladas de marzo de 2019. Y no es de sorprenderse que ahora China dice que los
españoles son culpables del origen del virus.

El chivo peruano

En el plano local, el chivo expiatorio ha tardado, en manifestarse, habida cuenta que tanto el
gobierno como los sectores sociales han asumido al principio una relación de solidaridad y alianza,
para enfrentar al mal que no se sabía cómo venía. Las medidas, alentadas y auspiciadas por los
medios de comunicación y la comunidad internacional, encontraron receptibilidad entre los
locales, cual si se tratara del fútbol al unísono respondieron con un sí rotundo.

28
16 de abril 2020. INFOBAE

29
IILIANA mARTINEZ Lomeli. XENOFOBIA, Covid 19 y la sopa de murciélago. 31 de marzo de 2020.

30
AFP, 07- 05 – 2020.
31
TELEVISA NEW. 08 de julio de 2020. En: https://noticieros.televisa.com/ultimas-noticias/fbi-considera-que-espionaje-
de-china-es-la-mayor-amenaza-para-estados-unidos/
Pronto, a medida que pasaban los días, el embadurnado éxito económico hizo agua. Primero, el
gobierno, sin distinguir condición social alguna, puso en un mismo saco en rígida cuarentena a la
población, y para añadidura con toque de queda incluído. Las voces de oposición no se hicieron
esperar. El sentido final de la muerte que despertaba solidaridades se evaporó no bien terminaron
las oraciones cuando las familias modestas no podían soportar más allá de los días, en que
necesitaban del mercado. Más de la mitad de la población no tiene refrigeradores. Bien decía José
Matos Mar que un índice de pobreza era la propiedad de artefactos. 32 Y más aún la refrigeradora
como símbolo utilitario de alimentos.

Ante la crítica respecto al toque de queda, dio medidas que relativizaron el confinamiento. Por una
parte, se dijo que no era toque de queda como el pasado y por la otra se ordenaba a no salir
irrestrictamente bajo pena de detención. En las conferencias de prensa se buscaba el chivo
expiatorio entre la población que no cumplía tales órdenes. Las cifras que parecían motivarle
satisfacción como sinónimo de éxito eran los números de detenidos, como si esta fuera la
justificación de las medidas. A decir de los expertos eran los primeros lugares de contagio. Y como
no había seguimiento y no se sabía si eran o no asintomáticos fácilmente se convirtieron en
agentes de propagación.

En respuesta a los reclamos sobre la falta de recursos económicos, se emitió Decretos de Urgencia,
con la venia del nuevo parlamento. Se estableció que el Ejecutivo daba incentivos económicos. Se
regresaba a las colas. A los dadores de decisiones no les importó que estas fueran otros centros de
contagio. Miles de gentes pugnaban en colas por alcanzar los bonos, sin costumbre de bancarizar
sus movimientos. Y, otros decretos, aumentaban colas, angustias y contagios.

Los pobres eran tildados como faltos de responsabilidad y de cultura. En medios de comunicación
masivos y en redes se acuñaba el término de “irresponsables”, “incultos”, “peruanos tenían que
ser”. La Defensoría del Pueblo, emitió un Informe el 9 de mayo, señalando que dichas colas eran
“focos de contagio”33 En el mismo pronunciamiento se señalaba que poblaciones como Piura, Ica,
Chincha y distritos de Lima Metropolitana, que acuden a cobrar el bono ”yo me quedo en casa”,
no respetaban el distanciamiento entre personas e instaba a cuidarse de tramitadores que
estafaban a los beneficiarios. Similar situación ocurría en los escasos medios de transporte masivo
como el tren.

Cesar Hildebrand, influyente periodista, escribía, un provocador titular: “Perdimos la batalla y


perderemos la guerra, porque nos portamos hoy más que nunca, como verdaderos peruanos”.
Señalaba que perdíamos la batalla contra el Covid 19, por motivos absurdos y vergonzosos. Se
echaba la culpa a la población señalando que lejos de tomar en cuenta las recomendaciones
presidenciales, “nosotros hacíamos colas para parrandear y lo justificamos desdeñosamente que
había un solo infectado y que la enfermedad mataba solo a los viejitos”. 34 Y concluye
32
José Matos Mar en comunicación personal. Lima, 28 de abril de 2012. Proyecto para la edición del libro
Perú, Estado desborado y sociedad nacional emergente. Universidad Ricardo Palma. 2012.
33
DEFENSORÍA DEL PUEBLO. Pronunciamiento. 09-09-2020. https://www.defensoria.gob.pe/defensoria-
del-pueblo-es-prioritario-descongestionar-los-bancos-para-el-cobro-del-bono/
34
Hildebrandt en sus trece. 25-05-20 editorial. Cesas Hildebrandt.
https://reinadelaselva.pe/noticias/9770/perdimos-la-batalla-y-perderemos-la-guerra-porque-nos-
lapidariamente: “…no se trataba de imitar una medida de aislamiento que funcionó en otros
países; era necesario que nosotros actuemos como los ciudadanos vietnamitas, chinos, coreanos o
japoneses. Pero no tenemos ese nivel cultural; esta vez, como nunca antes, nos hemos
comportado como verdaderos peruanos”35. Con lo que se decía tácitamente que el peruano era
inculto, perdedor, desordenado y anómico. Cultura para él era sinónimo de obediencia. Esta
percepción era compartida por miles de peruanos.

Tales comparaciones no solo estaban fuera de lógica. Se trata de comportamientos de sociedades


distintas, con regímenes también distintos. Por ejemplo, hoy se sabe que el éxito de Vietnam, no
se debe a su gente, sino al tipo de régimen, al que se suma, la política de sus servicios secretos,
que espiaron a China, y robaron información en enero, cuando todavía estos no informaban sobre
la epidemia. Así gracias a los hackers vietnamitas se anticiparon a la enfermedad y hoy tienen cero
muertes. Además, el régimen socialista de Hanoi a manu militari decretó cuarentena rígida e
implacable a más de 80 000 personas, en campamentos bajo custodia del ejército. Los
asintomáticos, con seguimiento individual, cierre total de los 1300 kilómetros de frontera;
aislamiento implacable para turistas. Hoy los resultados a costa de lo que se puede decir de
Vietnam del tío Ho Chi Minh, es cero muertes.

Corea del Sur, el otro país aludido, tiene cero corrupciones en su clase política. Su régimen
democrático presidencialista, lejano del nuestro, echó mano al Bali bali, respuesta que combinó la
tecnología de punta, transparencia y solidaridad de ciudadanos e sus instituciones.

A fines de marzo se decía que había controlado en tres semanas el virus y su propagación. La
prevención fue clave. Se prohibieron las grandes concentraciones, cerraron instituciones
educativas y otros espacios públicos (parques, centros deportivos o centros de día) y cancelaron
todas las grandes competiciones deportivas a poco de descubrirse. Sin embargo, no se prohibió
salir a las calles de las ciudades. Y la población la ha cumplido, debido a su tendencia
históricamente endogámica, al que se suma el alto grado de servicios básicos de cada hogar en
que han permitido permanecer en casa. Además, el sistema de alerta se ha basado en teléfonos
fijos y pocos móviles de distritos por más lejanos que fueran como forma de seguimiento del
contagio. Asunto que está lejos del peruano, donde hay escases de recursos tecnológicos básicos
en una población pobre, donde de acuerdo al INEI, hay 6.4 millones de pobres, haciendo un 20.5%
de la población total del país. Cifra que puede ser mayor, considerando que el INEI, solo considera
como pobres a los que gastan menos de s/ 344 soles mensuales en sus necesidades básicas, muy
cerca de la canasta básica familiar, que está calculado en s/ 286.73 soles. 36 Nadie que considere la
familia nuclear de papá, mamá e hijo soltero, vive con esa suma económica.

Y lo que no se dijo es que hoy, al 7 de julio de este fatídico año, Corea del Sur, pese a que se diga
de su población ejemplar, en absurda comparación con el pueblo peruano, atraviesa su segunda
oleada del virus. Y lo sorprendente es que se da cuenta que la cepa del virus aparecido hace días,
es seis veces más infecciosa que la original, obligando a que 522 colegios se cerraran después de

portamos-hoy-ms-que-nunca-como-verdaderos-peruanos-
35
Ibid.
36
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA. INEI. Informe 19 de febrero 2020. En Instituto Peruano de
Economía. En: https://www.ipe.org.pe/portal/regiones-mas-pobres/#:~:text=19%20de%20febrero
%20del%202020,Estad%C3%ADstica%20e%20Inform%C3%A1tica%20(INEI).
haber estado abiertas y reanudadas sus clases. Este país que había gestionado mejor la pandemia
sin recurrir a confinamientos ni cerrar fronteras gracias a su sistema de rastreo, ha reportado
12.967 casos de COVID-19 nuevos.37.
Japón es el otro país que merece comentario. Su primer ministro Shinzo Abe, sostuvo que las
medidas que se tomaron fue la política de guerra, considerando que “estamos en la peor crisis
desde el final de la Segunda Guerra Mundial”. 38 Se declararon en alerta de guerra prefecturas
como Tokio, Osaka, Kanagawa,Fukuoka e Hyogo, con súplicas de quedarse en casa. Y es que, a
diferencia de otros gobiernos, el de Japón no puede ordenar a sus ciudadanos el confinamiento,
menos ejercer la fuerza pública. El trabajo a distancia se imponía por necesidad, y no por
mandato. Lo que habría que considerar es que esta sociedad hasta la segunda mitad del siglo
pasado tenía en su Constitución Política el absoluto poder del emperador. Hoy su Constitución de
basa en el irrestricto respeto de los derechos humanos. No olvidemos que la guerra mundial ha
marcado a esta sociedad en el inconsciente colectivo.
Como puede verse se trata de lejanas realidades comparadas con las peruanas.

Éxodo y el mito del eterno retorno.

Migración circulante, fue el término acuñado por Julian Laite, un antropólogo norteamericano que
en la década del 80 estudió la entonces denominada migración campesina hacia los centros
urbanos y mineros. Sostenía que la migración no era definitiva a aquellas urbes, sino temporal y
que por razones de búsqueda de “despensa” regresaban a sus lugares de origen, para luego
retornar haciendo un círculo interminable 39. Entonces se había caído a un economicismo producto
de una mala lectura del marxismo en las universidades. El tiempo se encargó de añadirle que el
factor cultural también era un motivo de aquel retorno temporal. La renta ceremonial desarrollada
por George Foster en base a los estudios de Robert Redfield, quien sostenía que debía estudiarse
al campesinado más allá de los pueblos primitivos, más bien como “sociedades folk”, complejas,
con relaciones con sociedades mayores40. Por tanto, les daba importancia a los factores culturales
como motivos de cohesión y de atracción. Sin embargo fue Eric Wolf, el de los Rebeldes Primitivos,
quien con mayor precisión estudió el factor cultural, cuando considera que el campesinado tenía
tres fondos de producción: primero, el de renta, en relación con la comunidad; segundo, de
reemplazo, cuando hay que trabajar cosas distintas como las de las casa, y, tercero, el ceremonial,

37
EL DIARIO. Paraná. Brasil. 7 de julio de 2020. Pg. 1. En https://www.eldiario.com.ar/87072-corea-del-
sur-se-propaga-una-cepa-de-coronavirus-seis-veces-mas-infecciosa-que-la-original/
38
BBC News Mundo. Londres. 10 de abril de 2020. Redacción. Pg. 5. En:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52208037
39
LAITE; Julian. Migración circulante. En José Carlos Vilcapoma. Antropología comparada. Materiales de
estudio.. UNCP. Huancayo. 1981.
40
REYES, Román. Las ciencias sociales en España. Historia inmediata, crítica y perspectivas. Ediciones
Antropología y Etnología. Universidad Complutense. Madrid. 2004; pg. 45.
parte de la producción dedicada a cubrir distintas ceremonias, como la celebración de distintas
fiestas en “el rico calendario festivo andino y mesoamericano” 41

La presencia andina en Lima es considerable. Atrás hemos dejado la imagen idílica de Luis E.
Valcárcel en Tempestad en los Andes, con el prólogo de José Carlos Mariátegui, cuando señalaba
en 1927 que cuando el campesinado encuentre a su Lenin marchará sobre Lima para cambiar su
situación. Y que 44 años después escribe:

“No se había producido la “Tempestad en Los Andes” que yo vaticinaba. Si la tempestad


no se produjo con rayos ni truenos, en cambio en estos veinte años un incontenible
aluvión humano cayó sobre Lima y otras ciudades. Más de un millón de personas tomaron
la “capital”, como un ejército invasor, sin armas. Ahora la “tempestad” anda por dentro. 42

De allí ha habido muchas oleadas, las primeras en la década del 60, una migración por el régimen
de tenencia de la tierra y la educación como factor; luego vendría la compulsiva de los ochenta por
la violencia política, que permitió la marcha de ingentes cantidades de pueblos íntegros sobre
Lima, no solo cargando esperanzas sino sus cruces e imágenes religiosas por conquistar cerros y
arenales en el que se reproducen formas de convivencia tradicionales al lado de las modernas. El
censo 2017 es infalible. Lima alberga el 32% de la población total del país, con 9’485, 405
pobladores, de los cuales 2’523.201 son migrantes, mientras el Callao, tiene 257,201, haciendo un
total de 2’780.402 migrantes. Entre estos, el primer lugar lo ocupan los cajamarquinos, luego
vienen los puneños, ancashinos, piuranos, huancavelicanos, ayacuchanos, juninenses,
huanuqueños y cusqueños, respectivamente, en ese orden. 43 Esto quiere decir que Lima tiene
vena rural andina considerable. Si esta realidad la contrastamos con la autopercepción étnica,
tenemos que, de una población mayor de 12 años de edad censada (7’782,282 habitantes) se
autoperciben como quechuas 1’273, 406, haciendo un porcentaje del 16.4% y, como mestizos, una
forma implícita de reconocer la raíz andina, aunque bajo el paraguas del matiz blanco, hay
7’782,282.

Cuando se produjo el éxodo a sus lugares de origen, no se pudo calcular la cantidad de migrantes
de retorno. Imposible de hacer cifras dado en muchas circunstancias la clandestinidad del
movimiento. El argumento de quienes se aventuraron a recorrer cientos de kilómetros era la
extrema pobreza y el desamparo gubernamental. Sin embargo, hemos podido percibir que, si bien
la situación económica era fundamental, hubo motivaciones profundas culturalmente. Una natural
búsqueda de arraigo, del origen, de la tierra y solidaridad de los suyos ante la amenaza de la
muerte. Para el andino, la muerte no es un acto individual, sino colectivo. Desde la noción de la
muerte planteada por Robert Hertz, en su clásico libro La muerte y la mano derecha, o la de

41
MARZAL. Manuel. Antropología Cultural. PUC. 1996; pg. 283.
42
VALCARCEL, Luis E. Tempestad en los Andes. Edit. Universo. 1972. Pg. 8.
43
INEI. Instituto Nacional de Estadística e Informática. Perú: Perfil Sociodemográfico. Informe Nacinonal.
Censos Nacionales 2017: XII de Población, VII de Vivienda y II de Comunidades Indígenas. Lima. Agosto 2018.
Pg.190-222
Cultura Primitiva de Edward Tylor, la muerte en sociedades tradicionales es comunitaria y de
mayor contenido que el fisiológico.

“Cuando se trata de la muerte de un ser humano los fenómenos fisiológicos no lo son


todo, pues al acontecimiento humano se sobreañade un conjunto complejo de creencias,
emociones y actos que le dan un carácter propio (…) En definitiva, la muerte tiene para la
conciencia social una significación determinada, y constituye un objeto y representación
colectiva.”44

De allí que ante la amenaza de la muerte marcharon sin importarles nada, sino la solidaridad.
Amén de la probable noción idílica que se tiene del campo, del pueblo, de los rural como lo sano,
lo puro, la salvación. El eterno retorno a lo fundante, al origen. La búsqueda con el tiempo sagrado
que da sentido a la vida, más en situación límite. La búsqueda del Illo tempore de Mircea Eliade. La
construcción periódica del pasado es un principio absoluto, tiende a restaurar el instante inicial, la
plenitud de un presente funcional. 45 La vida del hombre tradicional está cargada de mitos y
rituales que constantemente lo unen con el tiempo sagrado, lo que le da valor a su existencia.

Esta marcha estaba también alentada por redes que verdad o mentira idealizaban las alturas, los
Andes. Incluso se habló de estudios que demostrarían la supuesta resistencia de los pobladores de
altura al COVID 19. Se decía que expertos señalaban que los pueblos de altura en Bolivia y Perú
tenían la menor tasa. Declaraba Augusto Tarazona del Instituto Nacional de Salud de Perú: “
Hemos registrado los casos que existen en ciudades (andinas peruanas) como Cusco, Huaraz,
Cajamarca, Cerro de Pasco, Abancay y Huancavelica, en los que existen menos casos” 46 Sin
embargo, como si el mundo estaría lleno de paradojas, cuando acabamos este artículo nos
enteramos del dolor del pueblo boliviano que no sabe cómo enterrar a sus muertos tirados en
calles y plazas, producto de una oleada insospechada.

A esto se suma -si nos reclaman pragmatismo- que, de los 9’485,405 pobladores censados en
Lima, solo 206.943 tienen uno o más seguros de salud. 47 Es decir solo 2.2% de la población total de
Lima tiene seguro de salud, mientras que 2’734, 752 el SIS, Sistema Intergrado de Salud, lo que
nada garantiza para una situación crítica que genera este virus. Motivos más que suficientes para
comprender del porqué el “escape” de Lima hacia sus provincias.
No está por demás recordar que ante este doloroso éxodo el exjefe del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas de Perú se pronunciara a favor que el gobierno declarase una política de guerra y
se convocara al Consejo Nacional y de Defensa Nacional, cual si se tratara de una guerra externa,
44
HERTZ, Robert. La muerte y la mano derecha. Edit. Alianza editorial. Madrid, 1990; pg.16.
45
ELIADE, Mircea. El mito del eterno retorno. Emecé editores. Bs.As. 2001; pg. 50.
46
El Comercio. Bogotá. “La resistencia al covid-19 en las alturas de los Andes de Perú y Bolivia sorprende a
expertos” 20 junio 2020. En: https://www.elcomercio.com/actualidad/resistencia-covid-alturas-
andes-peru.html
47
INEI. Instituto Nacional de Estadística e Informática. Perú: Perfil Sociodemográfico. Informe Nacinonal.
Censos Nacionales 2017: XII de Población, VII de Vivienda y II de Comunidades Indígenas. Lima. Agosto 2018.
Pg.155.
para que intervengan las Fuerzas Armadas en operaciones militares de salud, con la logística de las
tres fuerzas.
“Las FF.AA. pueden intervenir. Hay puntos focales de contagio que el Gobierno lo está
provocando, el primero fue con la entrega del bono -si la gente no estaba listo, se generó
colas- otro punto son los mercados que funcionan sin una acción preventiva y luego otro
punto de contagio es esta necesidad de la gente de llegar a su ciudad de origen poniendo
en riesgo a su propia familia”.48
Fue emblemática la marcha de María Tambo, una madre de familia de tres hijos, pobladora de
Ucayalí, región de la amazonia central, quien había llegado a Lima a razón que su hija había sido
becada por una reconocida universidad para que siga estudios superiores. Se ubicaron en cuarto
alquilado, ella trabajaba en un restaurante, mientras su hija becaria estudiaba en el centro
superior privado. La vida parece que le sonreía, cuando la pandemia de tajo le cortó la ilusión.
Acató con valor y hasta entusiasmo la cuarentena que parecía pasaría pronto. Después de más de
dos meses de confinamiento no le quedaba dinero ni comida; había perdido el trabajo y la habían
declarado en “suspensión perfecta”, una forma sarcástica de decir: “¡despedida!” Tampoco le
llegó la ayuda gubernamental, ni las canastas municipales. No le quedaba otra salida que regresar
a los suyos: “Tenía que viajar a pie. Arriesgar quizá a mis niñas, pero no que queda de otra. O
muero intentándolo o muero en mi cuarto de hambre”. El WhatsApp era el medio por el que
hablaba con miles de peruanos sobre como abandonaban Lima. Mochila a la espalda caminó la
señora Tambo, llevaba una mascarilla, una niña a sus espaldas, mientras Amelie de 17 y Yacira de
7 años caminaban al lado cargando sus propios paquetes. Era principios de mayo. No estaba sola,
eran miles de peruanos que marchaban a lo largo de carreteras o vías de ferrocarriles. Se unió a
los que iban a la sierra central, y de allí a la selva. Los primeros escollos eran los otros pobladores
que veían en ellos el virus caminando. En los pueblos antes de Corcona, primer puesto de control
policial, fueron víctimas de murmuración, compasión, rechazo, gritos, y represión policial. Los
citadinos les impidieron el paso por sus calles por el temor de “ser contagiados”. Eran vistos como
la peste. La policía a fuerza de varas y armas los confinó en su cancha de fulbito, impidiéndoles el
paso. María se escabulló con otro grupo cruzando el río; no esperó la orden de los exámenes que
se les exigía. El hambre y esperanza de llegar a su pueblo pudo más. Trepó hasta los 4818 metros
de altura de Ticlio, al que no estaba acostumbrado por su origen amazónico, hasta que algún
camionero de buena voluntad le echó “un aventón” cuando notó que caminaba exausta. Así llegó
a la Oroya, de donde marcharía a la selva. En la ruta no todo era desprecio y temor hacia ellos;
también había almas de buen corazón que las auxiliaban con comida, entregadas o dejadas a
distancia. En San Ramón, ceja de selva o selva alta, justo de que antes que Tambo ingresara a la
selva, la Policía Nacional del Perú, le impidió el paso. Un oficial sin protocolo alguno la interrogó:
“No se puede pasar aquí con niños” dijo el oficial. “Solo volveré a mi chacra, en Chaparnaranja,
donde ya he estado una semana”. Había mentido. No podía decirle al oficial que venía de Lima. 49
Entre lágrimas fue recibido por sus familiares…

Se enfrentó a la distancia, al tiempo, al hambre, a la policía, al dolor, al frío de las alturas, al


abandono; pero, también a la mirada de temor, crítica, e injusta censura de quienes las tildaban
como agentes del mal, de ser desobedientes, de ser insensibles. Desde las esferas palaciegas las
48
GESTION. Lima. Política. “Jorge Montoya. Hay puntos focales de contagio que Gobierno está provocando”.
26 abril 2020. Pg. 5
49
LA VOZ DE PERU. 19 de junio 2020. https://lavozdeperu.com/maria-tambo-huyo-de-covid-
caminando-con-sus-hijas-de-lima-a-la-amazonia/
criticaban por su supuesta irresponsabilidad. Solo cuanco miles y miles de pobladores habían sido
detenidos en puestos policiales de carreteras, vías ferroviarias, caminos de herradura, por varias
semanas, el mandatario ordenó que fueran los gobiernos regionales los que se encargaran de su
retorno. Al 7 de julio, todavía 23 miembros e la comunidad indígena de montentoni reclaman
regresar a la amazonia del cusco, pues se encuentran retenidos en un hotel de Lima, sin tener
dinero ni posibilidades de pago. Solo la promesa de su alcalde.

Son el nuevo chivo expiatorio de un mal que hasta hoy no encuentra la cura.

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