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Materia: Organización II
José Adrián Medina M.
La Estructuración de las Organizaciones, de Henry
Mintzberg
Cuarta Parte
CONFIGURACIONES
ESTRUCTURALES
trabajo.
que ser contenidos por los sistemas de control . Las marcadas divisiones de
trabajo, horizontales y verticales, la distinción de línea y staff, entre otras, crean
conflictos.
De ahí el desarrollo de la mentalidad ubicua del control: el problema de la
burocracia maquinal no es desarrollar un ambiente receptivo en el que los
individuos puedan parlamentar acerca de sus conflictos sino imponer un
ambiente cerrado y estrictamente controlado en el que se realice el trabajo aun
que a pesar los conflictos existentes.
El ápice estratégico, los directivos del ápice estratégico de estas organizaciones
se preocupan ante todo por la minuciosa puesta a punto de su maquinaria
burocrática. R. G Hunt, señala que constituyen organizaciones de rendimiento y
no de solución de problemas. Están continuamente a la búsqueda de formas más
eficientes para producir los outputs determinados, por el rol de empresario
asume su forma muy restringida en el ápice estratégico.
Pero no todo es exclusivamente mejora del rendimiento: mantener unida a la
estructura a pesar de todos sus conflictos representa también una importante
fuga de energía por parte de la dirección general. El conflicto no se resuelve en la
burocracia maquinal, sino que se tapona para que pueda realizarse el trabajo.
La supervisión directa es otra importante preocupación de la dirección , puesto
que la formalización solo puede instaurar una coordinación parcial en los niveles
medios. La elección mas obvia seria la adaptación mutua, pero el uso de esta
quedaría limitado por los distintos obstáculos de la comunicación informal o entre
directivos de distinto nivel.
Todo ello nos conduce hasta la conclusión de que en la burocracia maquinal
permanece gran parte del poder en manos de los directivos del ápice estratégico.
Los únicos que comparten algún poder informal de importancia con los altos
directivos son los analistas de la tecnoestructura, gracias a su rol de normalización
de todo el trabajo ajeno.
Determinación de estrategias. En estas estructuras, la estrategia procede sin
lugar a dudas del ápice estratégico, donde la visión es amplia y se concentra el
poder. La determinación de estrategias constituye claramente un proceso
descendente, con un fuerte énfasis en la planificación de acciones.
A continuación va bajando por la cadena de autoridad para su puesta en
práctica, elaborándose primero en forma de programas y luego en forma de
planes de actividades. Cabe señalar las dos características principales de este
sistema de determinación de estrategias. En primer lugar, intenta ser
completamente racional, tal como describía nuestra segunda sobreposición del
capítulo 3. Todas las decisiones de la organización tienen que quedar contenidas
en un solo sistema perfectamente integrado. Las excepciones suben por la cadena
de autoridad en un flujo que se detendrá para su tratamiento en el nivel donde su
impacto quede contenido en una sola unidad -en última instancia, en el ápice
estratégico, si afecta a importantes funciones distintas. Las decisiones
subsiguientes fluyen en sentido descendente para su puesta en practica en
contextos concretos. La estructura que surge es mas de jerarquía de fines y de
medios, en la que los directivos toman decisiones de índole semejante, pero con
distinto grado de especificidad.
CONDICIONES DE LA BUROCRACIA MAQUINAL
Vemos ahora que este trabajo de la burocracia maquinal surge principalmente
en entornos sencillos y estables. Por ejemplo, los clientes de Murray's «quieren
comida sencilla servida eficientemente y sin ceremonias, a precios razonables
para un restaurante. La fidelidad a una tradición forma parte de Murray's tanto
como la comida, y los cambios se producen con una lentitud tremenda». El
trabajo de los entornos complejos no puede racionalizarse formando tareas
sencillas, mientras que el de los entornos dinámicos no puede preverse, repetirse
y, por consiguiente, normalizarse.
La burocracia maquinal suele surgir en las organizaciones maduras, de
envergadura suficiente como para tener el volumen necesario de trabajo de
operaciones para la repetición y la normalización, y de edad suficiente como para
haber podido determinar definitivamente las normas que desea instaurar.
Las burocracias maquinales también suelen identificarse con los sistemas
técnicos regulados, dado que estos rutinizan el trabajo permitiendo su
normalización. Dichos sistemas técnicos varían desde los mas sencillos hasta los
moderadamente sofisticados, pero no trascienden este punto.
En el caso de las enormes burocracias maquinales, se produce una
modificación interesante en la relación entre la estabilidad y la formalización
estructural: la primera se convierte en una variable dependiente. Estas
organizaciones tienen muchos intereses creados por la estabilidad del entorno,
sin la que no podría conservar sus enormes sistemas técnicos.
Sus sistemas técnicos suelen tener un carácter altamente regulador. Dado que
la flexibilidad no es importante en comparación con la estabilidad y eficiencia
productiva, se opta por sistemas técnicos que minimicen costes a costa de
estandarizar tareas y no dar opciones de adaptación al trabajador. No suele
llegarse a la automatización total, dado que esto significaría prescindir de
operarios y tener núcleos de operaciones muy pequeños, lo cual no es propio de
las burocracias maquinales.
Naturalmente, la configuración de la burocracia maquinal no está limitada a las
empresas grandes, o de fabricación; ni siquiera a las organizaciones del sector
privado.
Cuando el trabajo es sumamente sencillo y casi perfectamente estable, la
burocracia maquinal puede desprenderse de la mayor parte de su componente
administrativo. Otra condición que se halla a menudo en las burocracias
maquinales es el control externo. Dado que el control es el fuerte de la burocracia
maquinal, resulta lógico que las organizaciones dedicadas al control (agencias
reguladoras, prisiones, fuerzas policiales) tiendan a adoptar esta configuración
estructural, a veces incluso a pesar de las condiciones contradictorias. Éstas
constituyen una variante que denominamos la burocracia de control. Otra
condición que contribuye a la instauración de la burocracia maquinal es una
especial necesidad de seguridad.
La principal crítica que se le ha hecho a la burocracia maquinal proviene del
trato, en muchas ocasiones inhumano, que da al trabajador del núcleo.
Por último, observamos que la moda ya no constituye un factor que favorezca
la configuración de la burocracia maquinal, estructura que fue producto de la
Revolución Industrial En el curso de los dos últimos siglos, y particularmente a
principios de éste, surgió como configuración estructura predominante, pero ya
paso la época de su apogeo. Como veremos en breve, es atacada actualmente
por todos los costados.