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Integrantes:
Díaz Jesús C.I. 31.764.504
Figueras William C.I. 31.516.366
Nieves Juan Vicente C.I. 31.765.151
Parejo Luis C.I. 32.640.887
Así mismo, presentan síntomas somáticos, como: dolor torácico, dificultad para
respirar, cefaleas o dolores abdominales. En concordancia a esto, referiríamos las
pruebas sustanciales que muestran las estadísticas, cuando ocurrió el choque de la
pandemia, cuya influencia aumentó el número de adolescentes que tienen ansiedad.
No es de extrañar, dado que el confinamiento y el distanciamiento durante el Covid
privaron a los adolescentes de muchas de las actividades que más les interesaban,
interrumpieron su educación y los aislaron de sus amigos.
Por lo antes expuesto, es importante resaltar, que todos esperábamos que cuando la
vida se acercara a lo que conocíamos como la normalidad, los adolescentes se
recuperarían. Sin embargo la influencia de todos estos cambios en los adolescentes,
ya estaba en aumento antes de la pandemia debido a esto, al aumento de la presión
para realizar tareas y obligaciones escolares a distancia, para quienes la experiencia
fue un mundo que parece más aterrador y el daño que este confinamiento causo en
ellos, que al momento de reinsertarse, expresaron temor ante la continuidad de las
interacciones sociales escolares. Ante esta realidad, es importante reconocer las
señales de ansiedad y buscar ayuda para los adolescentes que la manifiesten.
Asi mismo en algunos adolescentes han tenido ansiedad, es decir puedo estar
presente durante la infancia. Tal vez los padres se hayan dado cuenta de ello, por lo
que no se hizo nada al respecto. O el niño fue tratado, y las cosas mejoraron. Pero a
medida que se espera más de ellos, y a medida que se centran más en sus
compañeros, la ansiedad puede resurgir y volverse más grave. Algunos adolescentes,
que no eran niños ansiosos, desarrollan tipos de ansiedad en el inicio de la
adolescencia, como la ansiedad social y los ataques de pánico.
Es así, que la situación provocada por la ansiedad es agobiante, el individuo vive
en un estrés que le consume la capacidad para afrontar las situaciones diarias con
comodidades. Además cuando la ansiedad es intensa aparecen síntomas físicos que
se mencionan, en la presente investigación. Los motivos de esta sintomatología son
irracionales y desproporcionados porque se dan de manera inconscientes.
En tal sentido Moles (2009) menciona la ansiedad, como: “un estado emocional
desagradable y nocivo para el individuo, cuando lo padece trata en la medida de lo
posible de desecharla”… (pag.56). El autor se refiere a la influencia nociva que
provoca la ansiedad en los estados emocionales, por lo que las personas en general,
procuran evitar esta desagradable sensación de angustia a través de la evitación. De
donde la evitación emocional significa evitar sentir las emociones displacenteras. Es
decir, se habla en otras ocasiones de la dificultad que se tiene para gestionar y
autorregular las emociones displacenteras, pero hay personas que manifiestan una
clara respuesta evitativa frente a estas emociones, como: miedo, angustia, ira entre
otras, esto se refiere a la reacción de evitación ante la ansiedad como un mecanismo
de defensa que puede conllevar a la adquisición de hábitos irregulares en el
adolescente. Siendo así, esta reacción una influencia nociva para su desenvolvimiento
y desarrollo normal.
Por otro lado, es frecuente que los adolescentes se sientan deprimidos además de
ansiosos. Esto se debe, en parte, a que un estilo de vida ansioso puede ser tan
angustioso, o tan limitante, que conduce al adolescente a la depresión.
Son estas las interrogantes de los investigadores, para desarrollar los indicadores
favorables que sustentan el presente proyecto.
1.1 OBJETIVO GENERAL
Por su parte, Socastro (2019) indica que, “…los cambios a nivel biológico, como
por ejemplo a nivel hormonal y cerebral o al desarrollo y consolidación de la
personalidad, hay que sumar multitud de vivencias relevantes asociadas a esta etapa
vital”. (Pag.113). Es así, que el autor señala, que el conjunto de todos estos factores
puede contribuir a que aparezcan manifestaciones relacionadas con la ansiedad como
las anteriormente mencionadas en esta investigación. Sin embargo, la aparición de
sintomatología ansiosa no se debe sólo a cambios físicos o vitales, sino que a nivel
social deben también tenerse en cuenta otros factores como el incremento de la
presión académica, la relación masiva y constante en las redes sociales o la
inseguridad sobre el futuro que perciben.
Para Sánchez López, (2014) “cómo afronte el adolescente todos los cambios y las
distintas situaciones que puedan ser resultarles estresantes, es clave para que un
estado de estrés puntual que desemboque en un problema clínico de ansiedad”.
(Pag.87), se aprecia que, los miedos y temores que suelen representar a los
principales aspectos poco relevantes de la vida cotidiana, y van adquiriendo un
carácter más general con la edad; son miedos que carecen de base real y se prolongan
por un tiempo determinado.
Por lo antes expuesto, entre las consecuencias más preocupantes están el consumo
de drogas recreativas, alcohol, como una manera de enfrentar su malestar, esto
podría aliviar la ansiedad y el estrés, puesto que según estudios podría disminuir
algunas preocupaciones en ellos. Pero es un mal mecanismo de afrontamiento a largo
plazo, porque la ansiedad persiste y el adolescente se vuelve dependiente de las
sustancias nocivas para su sano desarrollo psicológico, emocional y social.
Así mismo el docente podrá en estos casos hacer las observaciones pertinentes a
sus padres de forma inmediata para ayudar a los estudiantes que manifiesten estados
ansiogénicos y sus debidas orientaciones para que los padres atiendas con prontitud
de manera operativa y funcional a sus representado que de ser necesario soliciten
remitirlos a los especialistas profesionales para atender la ansiedad.
BIBLIOGRAFÍA.
Por ende, la ansiedad puede ser posible factor de bajo rendimiento académico de los
estudiantes, que incide en la capacidad de rendimiento de sus actividades escolares
por múltiples factores que afectar de manera directa e indirecta sus emociones. Como
lo expresa Jadue (2001) “Muchas de las demandas de atenciones de consultorios de
salud infanto-juveniles tienen relación con problemas de aprendizaje en la escuela. La
mayoría de los estados depresivoansiosos de esta etapa se relacionan con el bajo
rendimiento y el fracaso escolar”. (pp. 111)