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Introducción
La ansiedad y la depresión se consideran los dos transtornos más conocidos y
padecidos dentro de las enfermedades que afectan a la salud mental de la población en
general. Muchas veces, se puede relacionar a estos desórdenes con el estrés, el agotamiento
o cansancio, que son factores que muchas veces agobian a estudiantes universitarios debido
a las características del entorno estudiantil que los rodea.
El estudio de la ansiedad y la depresión ha incrementado en los últimos años, de
manera lineal también la cantidad de personas que padecen de este tipo de enfermedades se
encuentra en ascenso es por esto que, muchos autores han intentado dirigir sus esfuerzos
para investigar qué tipo de circunstancias determina el inicio de este tipo de transtorno o
desencadena que estos empeoren.
Entre los resultados de varios estudios investigativos acerca de la salud mental, se
ha logrado determinar que una de las partes más afectadas por dichos desórdenes es la
población universitaria lo que provoca que se enfrenten a problemas con su rendimiento
académico, pensamiento de deserción y abandono para poder priorizar su estabilidad
emocional.
Entre los factores que pueden promover este tipo de enfermedades, se encuentran
los antecedentes familiares y personales de depresión, dificultades académicas,
inestabilidad económica, diagnóstico de una enfermedad grave, muerte de un ser querido,
separación de los padres, consumo de alcohol, planeación y/o intento de suicidio (Agudelo,
2007).
De igual manera, los acontecimientos vitales estresantes juntados con las exigencias
académcias pueden jugar un papel importante en la aparición de la depresión y/o ansiedad,
lo que desencadena en que los jóvenes experimentan dificultades académicas debido a la
falta de concentración ocasionada por gastar tiempo pensando en dichos problemas;
Con el paso de los años se ha sido testigos del aumento de personas que padecen de
trastornos mentales en la sociedad. Hasta hace pocos años no era común escuchar que
alguien tenía cita con el psicológo a menos de que se tratara de un caso crítico, ahora en
cambio es muy común escuchar que alguien acude semanalmente a terapia para poder
mantener un control de algunas situaciones de su vida.
Acorde a datos de la Organización Mundial de la Salud, en el 2012 afectaba a casi
350 millones de personas en el mundo, cifra que con el paso del tiempo aumentó de manera
exponencial puesto que según datos de dicha organización, en el 2020, mil millones de
personas a nivel mundial padecían de ansiedad, depresión u otro tipo de enfermedad
mental.
Con todos estos antecendentes, vale preguntarse, ¿qué es la depresión? ¿qué es la
ansiedad? ¿cómo podemos ver manifestada sus síntomas en una persona?, mismas
interrogantes que se tratarán de responder a lo largo de este trabajo investigativo.
2. Objetivos
3. Desarrollo
3.1. Ansiedad
Los Trastornos de Ansiedad (TA) son caracterizados por miedos y preocupaciones
excesivas a lo largo de la vida, estas emociones emergen en situación que no representan un
peligro real para él o la paciente (Delgado, 2021).
Por el mismo lado, Torres y Chávez (2013) alegan que la ansiedad se trata de una
enfermedad, que resulta de una complicación neurótica la misma que es ocasionada
generalmente por experiencias desagradables y que se ven manifestadas a través de
cambios del estado de ánimo, en donde el individuo se encuentra en constante estado de
alerta frente a situaciones de peligro que no poseen un fundamento real. Estas
preocupaciones pueden ir incrementando cada vez más, lo que resultará en un deterioro del
entorno del individuo que lo padece.
3.1.3. Síntomas
Acorde a Torres y Chávez, la ansiedad puede manifestar síntomas tanto somáticos
como subjetivos, entre los que encontramos taquicardia, diarrea, nauseas, disnea; además
de trastornos del sueño, miedo, inseguridad y sensación de desesperación. Su relación con
su entorno social se ve deteriorada al presentar irritabilidad, inquietud, dificultad de
concentración, preocupación constante y la pérdida de control de los impulsos.
Las maneras de tratar estos trastornos pueden llegar hasta la medicación de
antidepresivos, ansiolíticos o bloqueadores b aunque, en casos donde el desorden mental no
se encuentre tan avanzado, tratamientos psicológicos como someter al individuo a
situaciones a las que considera amenazantes, para así, demostrar lo innecesario de su
inseguridad, pueden llegar a ser suficientes.
3.2. Depresión
La depresión se trata de la exageración de los sentimientos de la tristeza que,
comprende una enfermedad grave que afecta tanto al cuerpo como a la mente y no
necesariamente debe de provenir de un desencadenante emocional para aparecer, sin
embargo, su presencia en la cotidianidad de un ser humano puede conllevar un riesgo vital.
4. Conclusiones
Se puede concluir que:
Los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad comparten como
característica el hecho de que alteran las relaciones interpersonales que mantiene un
individuo, causando efectos negativos en ellas puesto que dificulta la manera en la que una
persona se vincula con los demás, lo que puede traer varios efectos negativos a su vida que
lo hundirán aún más en desorden por el que está atravesando.
Los factores externos como las circustancias que atraviesa una persona son uno de
los mayores causantes de la depresión y la ansiedad, por lo que, el estrés que muchas veces
provocan los estudios universitarios son una de las razones que lleva a desarrollar estos
trastornos en los jóvenes en estas etapas de su vida.
5. Referencias bibliográficas
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e
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