Urgencia de incluir Contenidos sobre Formación Cívica y Ciudadana en el

Nivel de Educación superior en el Perú

Por:
Ángel Huapaya Mendoza
Ing. Industrial
Docente de educación superior
Lima – Perú
2023

Introducción
Los frecuentes problemas entre ciudadanos del Perú, como falta de respeto en
diversos escenarios de la vida diaria, tales como unidades de transportes masivos,
mercados, locales financieros, hospitales, etc.; ataques arteros que van desde robos al
paso, hasta hechos de sangre; fraudes en las redes de datos, corrupción por todos
lados, discriminación de todo tipo, intolerancia; he incluso actos vandálicos y de
terrorismo; situaciones que lejos de ir disminuyendo, crecen vertiginosamente cada
día; nos demuestran que la formación cívica y ciudadana que actualmente se imparte
obligatoriamente en los niveles de Educación Básica Regular (EBR), no están
resultando eficaces.
Ante esta realidad, me pregunto si la podríamos cambiar, asegurando que todas las
modalidades de Educación Superior en el Perú, incluyan en sus Planes de Formación,
Contenidos de Formación Cívica y Ciudadana.
La reflexión anterior es una respuesta al amplio espectro que tienen los actores que
intervienen en este caos; pues participan personas de todas las edades a partir de
jóvenes en adelante, regiones geográficas, niveles de estudio, profesiones, oficios,
negocios; es decir, un colectivo que debió haber aprendido los contenidos cívicos y
ciudadanos que recibieron en la EBR; y que si estudiaron Educación Superior, salvo
las carreras militares y religiosas, no siguieron desarrollando capacidades y
competencias de este tipo.

Antecedentes
El primer Antecedente revisado ha sido la versión actual del Diseño Curricular
Nacional (DCN) de la Educación Básica Regular vigente en Perú, la cual tiene
establecido como Contenidos obligatorios para la Formación Ciudadana y Cívica para
la Educación Secundaria, los siguientes:
 Construcción de la Cultura Cívica
 Ejercicio ciudadano
 Diversidad y pertenencia
 Convivencia democrática y Cultura de paz
 Valores cívicos
 Derechos y Responsabilidades
 Sistema Democrático
 Proyectos participativos
Si el egresado de Educación Secundaria lograra efectivamente estos aprendizajes, y
los cultivara durante el resto de su vida, es seguro que su comportamiento ciudadano
no sería el que se ha descrito en la Introducción; sería abrumadoramente positivo. Sin
embargo, creo que es probable que si en su Educación superior, sí accediera a ella,
recibiera refuerzos en la misma dirección, y mejor aún si fueran complementarios,
podríamos cambiar esta indeseable y estresante realidad en la que vivimos
actualmente.
Revisada la Organización Educativa actual que se tiene en Perú, para la Formación
Ciudadana y Cívica de sus estudiantes, he revisado Informes similares de Europa
(España) y América (México, Cuba, Colombia y Venezuela), y he conocido que, salvo
Colombia, en el resto de estos países se sigue el mismo patrón curricular; la formación
cívica y ciudadana se circunscribe a los niveles primario y secundario; y no se brinda
en la educación superior; posiblemente en el entendido, que con los contenidos que
reciben los estudiante en el nivel secundario es suficiente, toda vez que no se tratan
de competencias específicas, en vista que por lo general, estas últimas son el objetivo
principal de las carreras profesionales; criterio con el que discrepo, ya que también
deben incluir competencias genéricas como la formación cívica y ciudadana, por las
razones que estoy comentando.
Silvia Carolina Martino, y Concepción Naval Durán, profesoras de la Universidad de
Navarra - España, en su Artículo “La formación ética y cívica en la Universidad”
(2013), nos comentan que “la educación universitaria integral, cívica y ética, es
responsable de la sociedad y de las personas”, y como tal debe lograr el “desarrollo
humano sostenible” (DHS); y para ello proponen actuar sobre unos ejes claves, tales
como: Decidido involucramiento de todas las personas con este objetivo, Creatividad y
espíritu emprendedor para superar este tipo de problemas complejos, Fomentar
alianzas con todos los colectivos e Instituciones que resulten necesarias, Pensar de
manera global y actuar en forma local; y Pensar en forma sostenible en el medio y
largo plazo y actuar en el corto plazo. También nos comentan importantes sugerencias
para la práctica docente con esta finalidad; tales como: Total apertura para presentar
los temas por más duros que parezcan; aplicar una enseñanza global de todos los
saberes requeridos para el DHS, ya que el tema es multidisciplinar; promover la
investigación rigurosa para encontrar la verdad en su real dimensión; trabajo en
equipo, e incluso con actores fuera de las aulas, entre otros.
Por su lado, y en forma adicional, Concepción Naval Durán, ya antes presentada, en
su Artículo “La formación ético-cívica y el compromiso social de los estudiantes
universitarios” (2011), comenta que “Nuestros jóvenes universitarios parecen
identificarse cada vez menos con las instituciones políticas y con las costumbres de
nuestra sociedad actual, marcadamente individualista en cuanto a valores, estilos de
vida y riesgos (Inglehart, Welzel, 2005). Las consecuencias de esta situación van
desde el absentismo electoral a la exclusión social o la violencia juvenil”. Como se
puede ver, este escenario se parece bastante al que hemos descrito para el caso de
Perú, en la Introducción. Para superar esta realidad, Naval, C. nos propone los
siguientes objetivos: Lograr el desarrollo de las personas en concordancia con su
modo y estilo de vida; Desarrollar capacidades de justicia, equidad y dignidad; y
Fomentar el ejercicio de derechos y deberes ciudadanos; para lo cual sugiere los
siguientes aspectos a tener en cuenta durante el proceso de formación: Orientar a los
estudiantes a que tomen conciencia de pertenencia a la Comunidad, Cultivar sus
capacidades de diálogo, respeto y tolerancia; y Desarrollar sus habilidades para
buscar y analizar con sentido crítico la información que reciben de los medios de
comunicación, profesores, familia, Internet, etc.; con fines de ponerse en lugar del otro
y asumir compromisos efectivos para mejorar la vida comunitaria.
El Mstro. Agustín Amézquita Iregoyen de la Universidad de Guadalajara – México, en
su artículo “La educación superior y la necesidad de fomentar la opinión para una
cultura democrática”; observa una deficiencia cívica ante unos rasgos de democracia
incompleta para algunos sectores de la sociedad, tales como falta de algunas
libertades, opresión del poder político, expresiones de dominio de una cierta
oligarquía, y ausencia de gobierno en algunos casos; desigualdades que originan
descontentos y que se deben corregir cuanto antes; sugiriendo para ello, que “la
formación de individuos con capacidades cívicas y éticas deben estar presentes no
solo en la educación básica, sino formar parte del currículum y práctica educativa en
las Universidades e instituciones de educación superior en el país (México en este
caso)”. Propone incluir, Contenidos como: Elecciones y democracia, Medios de
comunicación, Ciudadanía y democracia, Sistema democrático y cultura cívica, Cultura
política, Participación ciudadana, Democracia y educación, Educación y equidad, entre
otros.
Berta Margarita González Rivero, profesora principal de la Universidad de La Habana
– Cuba; en su artículo “Retos de la formación ciudadana para la Educación Superior”
(2019), empieza comentándonos que “Muchos profesores pueden pensar que la
formación ciudadana no es necesaria en la universidad, no obstante, una de las
exigencias contemporáneas a la educación superior es la responsabilidad social”. Nos
comenta que los desarrollos tecnológicos de la actualidad, las exigencias de los
mercados de hoy, y los grandes y nefastos cambios que todo ello ha traído consigo;
están ocasionando que los profesionales de hoy están cada día más alejados del uso
adecuado de los recursos naturales, atentando contra el medio ambiente y
poniéndonos al borde del colapso de nuestro planeta. Este delicado estado en que se
encuentra nuestra sociedad global demanda una urgente y recargada dosis de
Responsabilidad social de todas las personas que vivimos en la tierra, y para ello
debemos reforzar este tipo de formación que recibimos, desde los primeros niveles de
nuestra educación, pero principalmente en el nivel superior, cuando aprendemos a
usar y optimizar las ventajas de los avances tecnológicos que vamos conociendo,
debiendo hacerlo con la mayor responsabilidad social posible. Ser socialmente
responsable es ser ético y muy cívico.
Los docentes universitarios colombianos, Luis Alejandro Padilla Beltrán, José Eduardo
Padilla Beltrán y Wilmer Hernando Silva Carreño, en su artículo “La formación
ciudadana en los estudiantes universitarios” (2003), nos refieren que en Colombia, la
Ley 30 de 1992 consagra que “la Educación Superior,… despertará en los educandos
un espíritu reflexivo, orientado al logro de la autonomía personal, en un marco de
libertad de pensamiento y de pluralismo ideológico, teniendo en cuenta la
particularidad de las formas culturales existentes en el país”. Esta norma describe la
preocupación del Estado colombiano por desarrollar el pensamiento político de los
estudiantes en el nivel universitario, para lo cual sugiere alcanzarles “conocimientos y
elementos suficientes sobre la historia nacional, los orígenes de la violencia con sus
causas y consecuencias, las estructuras de los organismos que conforman el Estado,
y la Relación gobierno – poder”
La Mg. Pinto de Matute, Alcira, docente de nivel secundario en Venezuela, en su
Artículo “La formación ciudadana en el contexto universitario: una mirada axiológica”
(2013) comenta que como consecuencia de los grandes cambios que se vienen
alcanzando en el mundo a nivel tecnológico, informático, científico, e investigación,
vienen deshumanizando al ser humano, llevándolos a peligrosos opuestos dialécticos,
tales como: “equidad-inequidad, tolerancia-intolerancia, aceptación-rechazo,
solidaridad-insolidaridad, justicia-injusticia, cooperación-competitividad y violencia-no
violencia”; razón por la cual, “la sociedad venezolana está exigiendo de la educación
superior, la formación de individuos creativos, proactivos, participativos, originales e
independientes, para asumir y provocar los cambios y transformaciones que se
necesitan; un individuo socializado y con valores para la construcción y la acción”.
Una preocupación relevante y actual en el Perú, son los hechos de violencia extrema
ocurridos en diciembre 2022 en todo el País, principalmente en regiones del interior,
como consecuencia del fallido autogolpe político del expresidente Pedro Castillo
Terrones; que no solo demuestra la intolerancia e irracionalidad de una significativa
cantidad de manifestantes contra otros peruanos, quema y destrucción de activos
públicos y privados, esgrimiendo razones totalmente ilegales, e incomprensibles; sino
que ante una escasa o nula formación cívica y ciudadana de muchos compatriotas,
algunas corrientes de malos políticos azuzan y engañan a jóvenes, e incluso menores
de edad, a cometer estos actos de vandalismo y terrorismo.

Propuesta
La revisión actual del tema en el Perú, y la documentación analizada en los
Antecedentes, me llevan a proponer lo siguiente:
1. Establecer la obligación de incluir en los Planes de Estudio de todas la
Instituciones Educativas a nivel superior (Técnico y Universitario), el desarrollo de
Competencias genéricas: éticas, cívicas y ciudadanas
2. Incluir en los Planes de Estudio de dichas Instituciones Educativas los siguientes
Contenidos conceptuales:
a. Ética y Moral
b. Solidaridad y el Bien común
c. Identificación con la Sociedad
d. Perjuicios de la corrupción contra la Sociedad
e. Penalización de la corrupción
f. Organización del Estado en sus 3 niveles
g. Constitución del Perú
i. Estado y Nación
ii. Derechos y obligaciones del ciudadano
iii. Poderes del Estado y Organismos
iv. Garantías constitucionales
h. El Proceso económico en una sociedad
i. Conciencia democrática
j. Responsabilidad social
k. Responsabilidad social individual y colectiva
l. Metas y Objetivos para el Desarrollo sostenible.
m. Política tributaria vigente en el Perú
3. Complementar los anteriores Contenidos conceptuales, con los siguientes
Contenidos procedimentales:
a. Identificar faltas de Valores ciudadanos en la gestión de funcionarios
públicos (Nacionales, Regionales, Locales, Organismos públicos, etc.)
b. Proponer sanciones para faltas de Valores ciudadanos
c. Identificar casos de corrupción en la gestión de funcionarios públicos
(Nacionales, Regionales, Locales, Organismos públicos, etc.)
 d. Proponer sanciones para casos de corrupción por parte de funcionarios
públicos
e. Identificar los perjuicios de la corrupción identificada en la gestión de
funcionarios públicos (Nacionales, Regionales, Locales, Organismos
públicos, etc.)
f. Propuesta de cambios en la Constitución y la Organización del Estado para
beneficio de la Sociedad peruana.
g. Identificar faltas de Responsabilidad social en la gestión de funcionarios
públicos (Nacionales, Regionales, Locales, Organismos públicos, etc.)
h. Análisis y propuesta de solución para conflictos sociales pendientes de
solución
i. Propuesta de cambios en la Política tributaria del Perú para beneficio de la
Sociedad peruana.

Conclusiones:
El análisis y propuesta presentados, evidencian que es posible cambiar drásticamente
la falta de civismo y ciudadanía que hoy agobia a la sociedad peruana, y que es
urgente tomar acciones en el campo de la Educación básica y superior, como una
medida de mediano y largo plazo, pero sumamente eficaz, para prevenir un escenario
anárquico, que ningún peruano desea.
Un resumen de la propuesta alcanzada es lo que sigue:
1. Asegurar que los estudiantes de Educación Básica Regular, logren un buen nivel
de aprendizaje sobre Formación Cívica y Ciudadana.
2. Es urgente incluir en los Planes de Estudios de Educación superior, Contenidos de
Formación Cívica y Ciudadana; y asegurar su aprendizaje y cultivo permanente por
parte de todos los estudiantes.
3. El desarrollo de Competencias genéricas sobre Civismo y Ciudadanía, debe
cultivarse durante todos los ciclos de cada Carrera de Educación superior.