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IMPUTACION OBJETIVA

PRINCIPIO DE CONDUCIBILIDAD

En el derecho penal resulta necesario, previo a todo, verificar si una persona había tenido la
posibilidad de influir en un resultado determinado, es decir, de conducir el curso del
acontecer, configurarse mentalmente la situación y tener en vista evitar el resultado.

Por eso, era necesario establecer si la conducta de dicho sujeto había podido conducir el
resultado hacia uno determinada o como lo llaman algunos autores “si dos fenómenos pueden
ser vistos como vinculados bajo ciertas circunstancias por medio de una ley causal”

En otras palabras, la posibilidad de conducción del actuante originario terminaba allí donde
otra persona, libre en el sentido jurídico, configuraba el acontecer conscientemente conforme
a sus propios planes, o cuando excluía al actuante anterior del ámbito de influencia sobre el
riesgo”

Por ejemplo, en el caso del tabernero que le sirve cerveza a un individuo que luego conduce su
auto y le provoca lesiones a otros, el tabernero debe permanecer impune, toda vez que la
decisión del conductor es lo que lo conduce al delito, y no el actuar del tabernero. Mientras el
conductor sea imputable, es quien conduce el acontecer del hecho y por ello entre ambas
acciones no hay una ley causal.

Algunos autores concluyen que, que un resultado es imputado al autor cuando estaba
obligado a evitar. Es decir, en aquellos casos en donde podría conducir el curso causal hacia la
producción o evitación del resultado. La realización de imputación es interrumpida cuando es
autor es excluido del dominio sobre el resultado, por una persona que siendo consciente del
riesgo y su alcance, o cuando el autor del mismo, toma la decisión de crear peligros para el
bien jurídico afectado.

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