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Batalla de Stalingrado 1941-1943 (Hoy Volgogrado)

De la colección Grandes Batallas de la historia- Batalla de Stalingrado

Craig, William (1973). Enemy at the Gates: The Battle for Stalingrad
MacDonald, John. (1986) Great Battles of World War II

Walsh, Stephen (2003). Stalingrado 1942-1943. El cerco infernal

(WW2: 1° de septiembre de 1939 a 14 de agosto de 1945 rendición de japón)


En 1941, dentro del marco de la segunda guerra mundial, la Alemania Nazi comenzó
una invasión sobre la Unión Soviética, una lucha directa entre los dos dictadores
más famosos de la historia: Aldof Hitler #1, y Joseph Stalin #2 (Mao Zedong). Dentro
de esta invasión Nazi en 1942, ocurrió la que es considerada la batalla más
sangrienta en toda la historia de la humanidad, llevándose consigo las vidas de
más de dos millones de personas entre soldados de ambos bandos y civiles
soviéticos. Hoy hablaremos de la batalla de Stalingrado. Venga.

Entre 1939 y 1941, la Alemania nazi estuvo ocupada luchando con sus históricos
enemigos de Occidente: Francia y el Reino; no obstante, Hitler nunca perdió de vista
su verdadero objetivo: invadir el este de Europa y aniquilar a los eslavos. Así que
no es de extrañar que en 1941, y justo al terminar de vencer a los Franceses, Hitler
rompiera el pacto Ribbentrop-Molotov (pacto de no agresión firmado secretamente
entre Stalin y Hitler, poco antes de la invasión a Polonia) e invadiera la Unión
Soviética. El señor Bigote cuadrado quería convertir a la unión soviética en una
especie de colonia alemana (Lebensarum), iniciando la famosa operación
Barbarroja (plan de invasión a la unión soviética 22 junio 1941).

Las fuerzas alemanas (Wehrmacht) iban acompañadas de tropas de los demás


países del eje (Alemania, Italia, Japón, Hungaria, Bulgaria, Yugoslavia), y Hitler
pensaba que la conquista del territorio soviético terminaría antes de la llegada del
invierno (unos 5 meses). Pero se equivocó, para diciembre de 1941, no se había
logrado capturar Leningrado ni Sevastopol (Lenin norte y sevas suroeste de Moscú,
sevas al oeste del mar negro), y la ofensiva sobre Moscú había fracasado. Hitler
decide entonces lanzar la “operación azul” (Fall Blau) el 1 de Junio de 1942, que
tenía el fin de arrebatarle los pozos petrolíferos del Cáucaso a la Unión Soviética
(Moscú-stalingrado- Cáucaso).
Cáucaso: Región montañosa al este del mar negro, unos 1200km. Káukasos (griego) uno
delos pilares que sostienen al mundo, o legendario pastor escita asesinado por Crono y que
dio nombre a las montañas (Prometeo fue encadenado a estas montañas)
En estos momentos la Wehrmacht (Fuerza de Defensa) tenía acorralados Leningrado y
Moscú, tenían la ventaja estratégica, podía hacer ataques inminentes a una u otra
ciudad, y cualquiera hubiera pensado que el movimiento inteligente era atacar
Moscú. Pero en su lugar, desplazó su centro estratégico y a casi la mitad de todas
las fuerzas en territorio soviético hacia el sur, a la ciudad de Stalingrado (oeste del
mar negro).
El razonamiento y la necedad de Hitler por esta ciudad era porque pensaba que
tomarla no sólo le daría paso libre a las ciudades petroleras del Cáucaso (alemanes
estaban escasos de petróleo), también cortaría los suministros del ejército rojo, y
además, al tomar la ciudad que llevaba el nombre de Stalin, mancharía su imagen,
y le daría una victoria simbólica con un valor propagandístico enorme (algunos dicen
que Stalingrado no tenía tanto valor estratégico pero sí tenía puerto, armas y
ferrocarriles, rio Volga).
Cuando las ciudades y líneas soviéticas caían una tras otra, y el avance sobre
Stalingrado era inminente el 17 de Julio, Stalin ordenó el 19 que la ciudad quedara
en estado de sitio total (nadie entra, nadie sale), no se permitió a ninguno de los
cerca de 400,000 civiles evacuar (600k), queriendo alentar a la milicia soviética con
la permanencia de sus familiares entre los habitantes.
Al iniciar la campaña que duraría 5 meses en Stalingrado, el ejército nazi era enorme
(para dirigirlo adecuadamente lo subdividieron en A y B):
El 1.º Ejército de Panzer alemán, dirigido por Ewald von Kleist (Von List) capturaría
las campos de petróleo del cáucaso, que Alemania necesitaba desesperadamente.
El 2.º Ejército alemán dirigido por Maximilian von Weichs, (luego Hans von Salmuth)
capturaría Stalingrado, con la ayuda del 6.º Ejército alemán: Friedrich Paulus, y el
4.º Ejército Panzer alemán: Hermann Hoth. Apoyados por Rumanos, Húngaros e
Italianos (ejércitos culeros, hubo tendencia de culpar a los rumanos). Esto, sólo en
Stalingrado, sumaban 400,000 Germans. 200,000 Romanians. 500 tanks. 732 (402
operational) aircraft. (Otras fuentes:• 275 000 soldados1 • 3000 piezas de artillería •
500 carros de combate • 600-1600 aviones) En el momento de la contraofensiva
soviética: • 1 040 000 soldadosnota 5 • 10 250 piezas de artillería • 500 carros de
combate • 732 aviones 402 operativos
El ejército rojo hizo uso de sus ejércitos #62 y #64:
Inicialmente: • 187 000 soldados • 2200 piezas de artillería • 400 carros de combate
• 300 aviones.

A través de batallas encarnizadas, el avance alemán llegó hasta el río Don, a sólo
65km de Stalingrado, formando un cerco en toda el área circundante de la ciudad,
a cargo del 4° ejército por la izquierda (Hermann Hoth) y 6° ejército por la derecha
(Friedrich Paulus sucesor de Walter von Reichenau dirigiéndose hacia el sur). El
4° ejército logró replegar las líneas de defensa soviéticas hasta la cercanía de la
ciudad, pero el 6° ejército retrasó su marcha 2 días completos, lo que permitió a los
soviéticos guarnecerse en la ciudad. Preocupado por el avance alemán hacia el
Volga, que amenazaba con dividir a la Unión Soviética en dos, Stalin prohibió la
rendición sin importar las razones, y ordenó la infantería fusilar a todo soldado
soviético que retrocediese sin permiso. Esta es la famosa orden 227, conocida como
la orden «¡Ni un paso atrás!». También se obligó a combatir a las mujeres de toda
la Unión Soviética, y en su desesperación, el Ejército Rojo practicaba el envío de
ataques masivos frontales a distancias mínimas, convirtiendo la batalla en una
masacre. Al entrar en la ciudad, los soviéticos habían perdido a más de 200,000
efectivos, y en la ciudad quedaban unos 50mil (otras fuentes dicen que más).
Sin embargo, en el lado alemán las cosas no eran color de rosa, los ejércitos que
combatían en el Cáucaso fueron apresuradas por Hitler a tomar el yacimiento
petrolífero de Maikop, pero lo encuentran completamente destruido, y la escasez de
petróleo en territorio soviético se vuelve crítica para el tercer Reich.
De vuelta en Stalingrado. El 23 de agosto de 1942 tuvo lugar el primer asalto aéreo
alemán (LutfWaffe, Arma aérea) a la ciudad de Stalingrado, para irlos ablandando
con los bombardeos de 600 aviones, matando a unas 5,000 personas sólo en ese
día. Pero las bombas no lograron doblegar a los soviéticos, por el contrario, los
Comrades aprovecharon que la ciudad quedó en ruinas para convertirla en una
fortaleza. El escenario estaba entonces puesto en escena para una masacre que
cambiaría el curso de la WW2, y de la historia como la conocemos.

Durante el resto del otoño de 1942, el 6° ejército progresaba lentamente en su


conquista de Stalingrado, las ruinas de la ciudad pronto se ganaron el apodo de la
picadora, debido al horrible resultado de las batallas que se llevaban a cabo casa
por casa, y calle por calle. Los nombres de sus principales fábricas y lugares
conocidos vieron la espeluznante masacre a todo color: La fábrica de tractores, la
fábrica de armas, la de acero octubre Rojo, la estratégica colina de Mamaniev,
planta química y las dos estaciones ferroviarias se convirtieron en montañas de
soldados muertos.

Cuando los alemanes decidieron penetrar hasta el centro de la ciudad de


Stalingrado, sabían que iban a verse envueltos en peleas callejeras, era algo que
siempre habían evitado, no querían pelear en las calles porque les impediría utilizar
sus ventajas militares. Los hombres luchaban habitación por habitación en los
edificios, luchaban en la parte de arriba y debajo de los graneros, luchaban a lo largo
y a lo ancho de las fábricas. LA guerra en las calles acabó teniendo una gran
implicación psicológica. Ambas partes estaban atrapadas en esa terrible lucha
cuerpo a cuerpo de la que no podían escapar. Fue una barbarie, fue implacable, se
luchó en las cloacas bajo la ciudad. Los soldados peleaban rodeados de
excremento, con lanzallamas y cuerpo a cuerpo, desesperados por controlar
aunque sea una habitación de un edificio.

A pesar de la heroica resistencia Rusa, al principio de Octubre los alemanes


ocupaban el 70% de la ciudad. A finales del mes, las últimas defensas soviéticas
estaban acorraladas con las espaldas al rio Volga. Gueorgui Zhúkov el segundo al
mando de Stalin, , destituyó por cobardía a Anton Lopatin (se vió en una situación
desesperada y pidió ordenar la retirada, que Stalin negó), que estaba al borde del
colapso ante el enemigo. Lo sustituyó un don Bhergas llamado Vasili Ivánovich
Chuikov, quien, reforzado con los restos destrozados del 1.º Ejército de Tanques,
tomó el liderazgo para defender la ciudad de Stalingrado a cargo del el 62° ejército
de infantes. En palabras de Stalin: “¿No entienden que si entregan Stalingrado, el sur del país
quedará separado del centro, y probablemente no podremos defenderlo? Además de perder nuestra
principal vía fluvial, no sólo es una catástrofe para Stalingrado, sino para el país, dado que se perderá el
petróleo también”.

Chuikov era un líder mucho más decidido que Lopatin, cuando llegó al escenario de
la batalla, Yeriómenko y Jrushchov le preguntaron: «—¿Cuál es el objetivo de su
misión, camarada?. Chuikov contestó firmemente —Defender la ciudad o morir en
el intento»,. Yeriómenko observó a Jrushchov, y tuvo la certeza de que Chuikov
había entendido perfectamente lo que se esperaba de él.
El nuevo comandante se encontró con menos de 20 000 hombres y 60 tanques, así
como unas deficientes defensas. Chuikov reforzó las defensas antiaéreas (servidas
por mujeres militares) de la ciudad y, asimismo, fortificó aquellos lugares donde
fuese posible contener al enemigo. Además retiró la mayor parte de su artillería a la
ribera oriental del Volga (300m) y fomentó el despliegue de francotiradores, entre
ellos el famoso Vasili Záitsev.

Los alemane de enorgullecían de su precisión táctica, y la idea de que algunos


francotiradores soviéticos invisibles les disparasen sin que ellos pudieran
responder, les ponía furiosos. Así que supuestamente enviaron al general de
brigada que dirigía la escuela de francotiradores en Sozhen, Heinz Thorvald, aunque
su existencia nunca ha sido probada, se dice que sostuvo un duelo de 3 días con
Záitsev, muriendo el alemán.

Lo que los alemanes no sabían, lo que muchos no se esperaban, es que esta


resistencia de parte de los soviéticos fue (si bien desde el inicio, si bien a medio
camino) una tapadera, una apuesta, y al mismo tiempo un intercambio de territorio
y soldados por tiempo. Tras bambalinas, en las líneas traseras del ejército rojo, se
había preparado por meses una contraofensiva masiva, que aprovechó el
desesperado y necio ataque alemán para movilizar cerca de 2 500 000 soldados (1
143 000 en el área de Stalingrado • 13 451 piezas de artillería • 894-4000 carros de
combate • 1115 aviones.

A esta contraofensiva se le conoció como la operación Urano. El 2 de Noviembre


las 151 y 152 Brigadas soviéticas lanzaron un contraataque con éxito para aliviar la
presión alemana en la ciudad.

En cuanto a Hitler, continuó ignorando los informes de la ofensiva soviética en el


Don-Volga. A pesar de la reunión con Zeitzler, el 7 de noviembre le había informado
que el Ejército Rojo preparaba una ofensiva en el Don. De hecho dijo: «Stalingrado
está casi tomada, ninguna fuerza humana podrá arrancarnos de allá»

El 19 de noviembre, cayó la catástrofe para los alemanes. La información obtenida


de prisioneros soviéticos no permitía pensar que sería una contraofensiva de
proporciones inmensas. Lo primero que pasó fue que al norte de Stalingrado cerca
del río Don, varios ejércitos soviéticos se abalanzaron sobre el frente alemán, que
en realidad no era Aleman, eran soldados rumanos, quienes ante el avance de los
soviéticos se dispersaron y huyeron.

Al sur de la ciudad se inició un movimiento en pinza de igual contundencia, así que


los alemanes descubrieron que en realidad luchaban en dos frentes, al norte y al
sur. Organizaron una defensa a marchas forzadas, se replegaron del sur e
intentaron estabilizar la zona norte de los rumanos. Entonces descubrieron que se
encontraban en el centro de una trampa gigante, una red de 2,500,000 soldados
soviéticos encerrándolos a través de varias decenas de kilómetros.

Cabe mencionar que, para este momento, ya se comenzaban a sentir las bajas
temperaturas y el terreno nevado dificultaba toda operación. Esto supuso una gran
sorpresa para el mando alemán. La gran escala, velocidad (3 días) y ferocidad de
la contraofensiva soviética sepultó las ambiciones alemanas.

El 22 de Noviembre los dos ejércitos rusos se encontraron, y Stalingrado quedó


rodeada, los cazadores se habían convertido en presa. Y empezó entonces una
carrera contra el tiempo, incluso el inexperto general Paulus, pidió que le permitieran
retirarse. Añadido a esto, fuertes tempestades de nieve impedían que la fuerza
aérea alemana llevara los suministros prometidos a sus tropas.
A principios de Diciembre, empezaron las primeras bajas por inanición. Stalingrado
se convirtió en una tumba para los alemanes, no tenían agua ni alimentos
suficientes, y se desataban las epidemias bajo el insoportable frío polar, pero las
órdenes necias de Hitler no cambiaron: Ni retroceder, ni rendirse.

Una leve esperanza surgió en el ejército alemán cuando Von Manstein acudió en
su ayuda al mando del grupo de ejércitos del Don. Esta operación para romper el
cerco soviético y establecer un corredor para enviar refuerzos se conoció como
operación tormenta de invierno. Sin embargo, los refuerzos fueron repelidos por otro
contraataque soviético. La operación de rescate fracasó, y el ejército de Paulus
seguía perdiendo efectivos, atrapado en la ciudad.

El 16 de Enero los soviéticos toman también el aeródromo de Pitomnik, y los


alemanes se quedan sin apoyo aéreo. Este revés forzó a los alemanes a usar un
aeródromo mucho más pequeño, que terminaría cayendo también días más tarde.
A partir de ese punto, Paulus se da cuenta de que para Hitler, la vida de sus
soldados no valía nada. Hitler manda a Paulus un ascenso, y una nota que le pide
dar batalla hasta el final, puesto que ningún mariscal de campo había sido capturado
por ningún enemigo. La rendición no estaba permitida bajo ninguna circunstancia.

Para desgracia del megalómano Fürer, este ascenso no convenció a Paulus de


nada, y el 30 de enero se entregó a las fuerzas soviéticas junto con 91,000 hombres,
de estos, solo 5000 sobrevivirían al final de la guerra. Las tropas alemanas se
encontraban completamente exahustas y desmoralizadas.

La rendición se hizo oficial el 2 de Febrero de 1943. La batalla de Stalingrado,


supuso que los alemanes perdieran la iniciativa en la segunda guerra mundial. Con
bajas estimadas en unas 2 millones de personas entre soldados de ambos bandos
y civiles soviéticos, esta batalla es la más sangrienta en la historia de la humanidad.
Axis casualties during the Battle of Stalingrad are estimated to have been around
800,000, including those missing or captured. Soviet forces are estimated to have
suffered 1,100,000 casualties, and approximately 40,000 civilians died.

La derrota del 6° ejército alemán confirmaría lo que muchos altos mandos ya


sospechaban: la incapacidad logística para abastecer y mantener un frente
extendido desde el mar negro hasta el océano ártico. Y las malas decisiones de
Hitler.
Después de estos eventos tendría lugar la última ofensiva alemana en territorio
soviético, la batalla de Kursk, sin embargo, esta ofensiva se suspendió por el
desembarco de aliados en Sicilia. Tras estos fracasos, algunos oficiales tenían la
opinión de que la arrogancia de Hitler les estaba llevando al desastre. Algunos
incluso conspiraron contra él en un atentado fallido el 20 de Julio de 1944, conocido
como el plan Valkyria.

Las consecuencias para el tercer Reich fueron devastadoras. Stalingrado fue el


punto clave oriental jamás alcanzado, la total aniquilación de los ejércitos aliados
del eje provocó incómodas fricciones entre Alemania y sus países satélites.
Después de esta batalla la ciudad de Stalingrado recibió el título de ciudad heroica,
la URSS quedaría engrandecida con esta victoria, que además inspiró al resto de
los aliados.

Salvajismo, duración e intensidad, bajo las peores condiciones imaginables, se les


daba por muertos a quienes participaban

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