Osteoporosis y medicina integrativa
La osteoporosis representa ya
uno de los grandes retos en los
países desarrollados con población
envejecida. Un tercio de las mujeres
mayores de 60 años presentan
osteoporosis. El 30% de las mujeres
a partir de los 50 años aumentan su
riesgo de fractura osteoporótica.
Otras osteoporosis
La osteoporosis en el varón ha sido poco
estudiada y valorada. Se ha pensado en
clave de menopausia en osteoporosis
pero la realidad masculina existe. Un 30%
de los hombres sufren osteoporosis a
partir de los 50 años y pueden tener una
fractura asociada. Inicialmente vinculada
en los varones al consumo de alcohol,
enfermedades bronquiales como bronquitis
crónica y obesidad, el varón también tiene
su andropausia, con disminución de los
niveles de testosterona-el denominado y
cada vez conocido hipogonadismo primario
y exige la prevención y el tratamiento
similar a la menopausia femenina.
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N ormalmente la osteoporosis no pro-
duce síntomas, son sus complicacio-
nes, las fracturas y lesiones neurológicas
las que generan graves discapacidades, do-
lor y limitaciones. Hoy el objetivo es evitar
las complicaciones, porque el tratamiento
en sí de la osteoporosis no parece suficien-
te.
La osteoporosis se define como un tras-
torno sistémico del esqueleto caracteriza-
do por una menor masa ósea y un deterioro
de la microarquitectura del tejido óseo que
predispone a las fracturas y sus complica-
ciones. Es una causa importante de mortali-
dad y de morbilidad porque por ejemplo una
fractura de cadera supone un incremento de
riesgo de muerte de 5-8 veces superior en
los siguientes 3 meses.
El hueso es una estructura compleja y viva
que constantemente está remodelándose en
un equilibrio destrucción/construcción. Si
bien los minerales son importantes -no sólo
el calcio, también magnesio, boro, fosforo, la
presencia adecuada de vitamina D activa...-,
lo son una mezcla de proteínas, colágeno y
matriz compleja que suponen el 35% de su
estructura.
La menopausia y su caída de estrógenos
representan un factor de riesgo añadido. La
osteoporosis postmenopausica hace de las
mujeres un grupo de vulnerables.
La edad avanzada, el tabaquismo, un peso
bajo o pérdida de peso reciente, hipotiroi-
dismo, sedentarismo, consumo de ciertos
medicamentos (antidepresivos, corticoi-
des, ansiolíticos, diuréticos tiacidicos…),
antecedentes de fracturas en familiar de
primer grado y deficiencia de vitamina D
son factores que en general predisponen a
desarrollar la enfermedad. Hasta ahora todo
se relaciona con baja DMO (Densidad Media
Ósea) medida en la clásica densitometria,
pero la FRAGILIDAD ÓSEA es también muy
importante.
La incidencia de fractura vertebral en
ambos sexos aumenta con osteoporosis.
Una fractura vertebral previa es un fuerte
predictor de nuevas lesiones en el futuro,
independiente de la DMO. La edad avanzada
es otro factor: porque aumenta un 6% a los
50 años y pero sube al 50% en los 80 años.
Las caídas generan fracturas, y estas se pro-
ducen por reducción de la fuerza muscular y
por perdida de la elasticidad. Valores bajos
de peso e IMC (Índice de Masa Corporal) se
asocian a valores menores de DMO y con
mayor riesgo de complicaciones. Pero eso
no significa que obesidad o sobrepeso sean
factores protectores.
Por eso la MEDICINA INTEGRATIVA, un
modelo de trabajo médico que aborda las
enfermedades crónicas bajo un amplio pris-
ma, se preocupa de que prevención y trata-
miento de la osteoporosis no dependan de
medir y seguir exclusivamente una DMO
con las densitometrías, buscando puntua-
ciones bajas (osteopenia-osteoporosis) y se
centra en optimizar la nutrición adecuada,
la práctica del ejercicio físico que fortale-
ce el sistema muscular, la flexibilidad y el
equilibrio.
Prevención de fracturas
discapacitantes. Objetivos.
1.- Revertir el desequilibrio resorción/
formación osea.
2.- Aumentar la fuerza muscular.
3.- Mejorar el equilibrio postura.
Una correcta nutrición supone reducir la
acidez global del organismo y buscar die-
tas antiinflamatorias. La suplementación
ortomolecular con minerales equilibrados
(no sólo calcio) y con vitamina D3 (ya se la
considera deficitaria en números población
incluida la mediterránea) y un estímulo del
sistema inmune regulando por linfoquinas
el trabajo de remodelación del hueso.
El ejercicio físico regulado, individualiza-
do y equilibrado buscando acciones aeróbi-
cas, anaeróbicas y de fortalecimiento de los
músculos, de la elasticidad (evita las caídas)
y si es necesario el uso de remineralizantes
y terapia hormonal sustitutiva.
El caso especial de las mujeres
con tratamiento cáncer de mama
Un gran problema actual son los riesgos
derivados del tratamiento de cáncer de
mama con tamoxifeno y los denominados
inhibidores de la aromatasa . Son terapias
muy efectivas al bloquear los efectos
estrogénicos en la lucha contra el cáncer
homodependiente, pero incrementan los
riesgos de fracturas. Dedicar atención a
este tema trabajando en la remodelación
del hueso es muy importante. Y debe
prestársele atención.