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El dengue es una enfermedad causada por un arbovirus del cual existen cuatro serotipos
denominados DENV1, DENV2, DENV3 y DENV 4.
Es una enfermedad viral causada por cuatro serotipos del virus del mismo nombre; se
transmite a través de la picadura de mosquitos hembras de personas enfermas a
susceptibles.
Etiología
Son virus constituidos por partículas esféricas de 40 a 50 nm de diámetro que constan de las
proteínas estructurales de la envoltura (E), membrana (M) y cápside (C), así como un genoma de
acido ribonucleico (ARN), También tienen otras proteínas no estructurales (NS): NS1, NS2A, NS2B,
NS3, NS4A, NS4B y NS5-3. Los virus del dengue pertenecen al género Flavivirus de la familia
Flaviviridae (Gubler, 1998).
Estos virus son transmitidos por mosquitos principalmente del género Aedes siendo la
especie Aedes Aegypti la más importante, seguida por el Aedes albopictus. Las hembras de
estos mosquitos son hematófagas porque requieren las proteínas de la sangre que ingieren y
son las responsables de la transmisión.
El A. aegypti tiene una alta capacidad vectorial, es un mosquito adaptado a las viviendas
por lo que es de predominio urbano y sus criaderos son recipientes artificiales
eminentemente, como botes, cubetas, tambos, llantas en desuso, latas, fuentes, piletas,
macetas sin dren de agua, platos de macetas, envases plásticos.
Para que en una ciudad, región o país se produzca transmisión de la enfermedad tienen que estar
presente de forma simultánea: el virus, el vector y el huésped susceptible.
El huésped cuando está infectado y se encuentra en fase de viremia (de cinco a siete días)
constituye el reservorio de la enfermedad. Esta especie acompaña al ser humano dentro de la
vivienda y en sus alrededores, pues la hembra prefiere la sangre humana y pica principalmente
durante el día a una o varias personas para procurar cada puesta de huevecillos, lo cual realiza en
depósitos naturales o artificiales de agua, hasta que se convierten en larvas, pupas y mosquitos
adultos.
Forma de transmisión
El dengue se transmite por la picadura de un mosquito infectado con el virus que, para
estarlo, debe haber picado previamente a una persona infectada en período de viremia. Las
personas infectadas presentan viremia desde un días antes y hasta cinco o seis días
posteriores a la aparición de la fiebre. Si durante la viremia el mosquito pica a esta persona,
se infecta. Luego de un periodo necesario para el desarrollo de la infección viral en el
mosquito (periodo de incubación extrínseco), éste permanecerá infectante el resto de su
vida y con capacidad de infectar a individuos susceptibles. La duración de este periodo es
variable y, entre otros factores, depende de la temperatura media ambiental. La enfermedad
no se transmite de persona a persona, ni a través de objetos, ni por vía oral, respiratoria ni
sexual. Sin embargo, aunque es infrecuente, también están descriptas la transmisión durante
el embarazo y la vía transfusional.
Epidemiologia
EI dengue está presente en zonas tropicales y neotropicales; en Asia afecta más a los niños
y en América a todos los grupos de edad, pero tiende a afectar cada vez más a menores de
15 años.
• La infección por un serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente aumenta
el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir.
En la República Dominicana, entre la SE 1 y la SE 52 del 2019, se notificaron 20.183 casos
de dengue, de los cuales se han confirmado 3.648 casos, incluidas 53 defunciones. Del total
de casos reportados, 328 corresponden a dengue grave. Con relación a las tasas de
incidencia por grupo etario, los grupos que presentaron las tasas más altas se observaron en
el grupo de menores de 15 años.
En 2019, de las 32 provincias del país, 10 presentaron tasas de incidencia por sobre la tasa
nacional (194,8 casos por 100.000) y en orden decreciente son: San José de Ocoa (665,0
casos por 100.000 habitantes), Barahona (460,0 casos por 100.000 habitantes),
Independencia (432,1 casos por 100.000 habitantes), Valverde (330,4 casos por 100.000
habitantes), Azua (286,8 casos por 100.000 habitantes), Monte Cristi (252,1 casos por
100.000 habitantes), Sánchez Ramírez (250,6 casos por 100.000 habitantes), Peravia (218,0
casos por 100.000 habitantes), Santo Domingo (214,9 casos por 100.000 habitantes) y
Baoruco (162,9 casos por 100.000 habitantes).
La inmunidad que deja la infección por cada serotipo viral es duradera, probablemente de
pro vida y se expresa por la presencia de anticuerpos (Ac) neutralizantes hemotípicos. No
existe inmunidad cruzada de serotipos, excepto durante las primeras semanas o meses
después de la infección. Sin embargo, cuando una persona tiene Ac subneutralizantes
contra uno de los virus del dengue y es infectado por otro serotipo viral se produce una
respuesta infrecuente, casi exclusiva de la infección por dengue: una amplificación
dependiente de anticuerpos (ADA) que se traduce en una elevada replicación viral y
aumento de la viremia, lo cual condiciona y favorece el desarrollo la forma grave de la
enfermedad.
Patogenia
Después del piquete del mosquito infeccioso, el virus se replica en nódulos linfáticos por 2
a 3 días, luego se disemina vía sanguínea durante 4 a 5 días a través de monocitos, células
B y células T hasta llegar a diferentes tejidos donde continua la replicación viral.
Otras teorías consideran que las diferencias en la patogenicidad de las cepas virales
explican las formas graves del dengue. En la práctica, en una misma epidemia de dengue
coexisten factores del huésped y factores del virus, así como factores epidemiológicos o
ambientales.
Cuando el virus es introducido en la piel, la primera célula diana es la célula dendrítica
presente en la epidermis, principalmente las células de Langerhans, que se activan y
presentan el virus al linfocito T. De igual manera, los virus que invadieron la sangre son
identificados por los monocitos y células endoteliales, que también cumplen la función
presentadora. Los primeros linfocitos en activarse son los CD4 y posteriormente los CD8,
con liberación de citoquinas.
La infección viral induce apoptosis de linfocitos T en los primeros días de la infección que
de acuerdo a su intensidad puede influir favorablemente en la desaparición del virus o
puede provocar la lisis de grandes cantidades de esas células y disminuir transitoriamente la
competencia inmunológica del paciente, así como provocar daños en otras células y tejidos
del huésped, tales como los endotelios, hepatocitos, miocardiocitos, neuronas, células
tubulares renales, y otras, lo cual podría explicar la afectación de muchos órganos durante
esta infección.
Teorías
Combinación ambas tesis: – Virulencia del virus. Ej.: DEN-2. – Bajos niveles anticuerpos
neutralizantes = > # de celulas infectadas. – Replicación en mononucleares: • > #
monocitos infectados = > severidad. – Liberación de mediadores vasoactivos. – Necesaria
infección previa por virus DEN.
Patogenia de la enfermedad
La infección por virus del dengue se transmite por la picadura de un mosquito a través de la
epidermis y la dermis, donde se infectan las células inmaduras de Langerhans (células
dendríticas epidermales y los queratinocitos. Se ha demostrado que el primer blanco de este
virus en humanos son las células dendríticas de la piel, que funcionan como centinelas del
sistema inmune. Durante la salivación del artrópodo, las partículas virales son liberadas en
la dermis y las células dendríticas de Langerhans las interiorizan, lo que contribuye a la
diseminación del virus cuando estas migran a los ganglios linfáticos.
Las células infectadas migran del sitio de la infección hacia los nódulos linfáticos, se
reclutan los macrófagos y los monocitos, que se convierten en células blancos de la
infección, y el virus se disemina a través del sistema linfático. Como resultado de esta
primera viremia la infección se extiende a las células dendríticas (CD) del resto de la
economía, monocitos-macrófagos, células endoteliales y hepatocitos. Sin embargo, la
viremia no guarda relación con la severidad de la enfermedad, a diferencia de otros
marcadores inmunológicos como los niveles de citoquinas proinflamatorias y la población
de monocitos-macrófagos.
FASES DE LA ENFERMEDAD
Fase febril: En la etapa febril no se puede distinguir el dengue que evolucionará a dengue
grave por lo tanto es de vital importancia vigilar los signos de alarma.
Fase crítica: Esta es la etapa de mayor importancia y peligro, porque es donde ocurren los
principales eventos que ocasionan el agravamiento del dengue y la mortalidad. Se inicia
entre el tercer y el quinto día luego de haber comenzado la fiebre y tiene una duración
generalmente de 24 a 48 horas, siendo importante destacar que frecuentemente se inicia con
la desaparición del cuadro febril.
Fase de recuperación: Se presenta 48-72 horas después del inicio de la fase crítica. Se
caracteriza por la reabsorción gradual del líquido extravasado del espacio extravascular al
intravascular. Hay mejoría del estado general, recuperación del apetito y del estado de
ánimo, disminución paulatina del edema, estabilización hemodinámica sin la
administración de líquidos, aumento de la diuresis, mejoría de la función respiratoria,
ascenso en el número de plaquetas y de leucocitos y desaparición del sangrado.
Los casos de dengue grave son más frecuentes en personas que ya padecieron dengue por
un serotipo (infección primaria) y se infectan nuevamente (infección secundaria) con un
serotipo diferente al que le ocasionó el primer cuadro. Este fenómeno puede ocurrir hasta
muchos años después de ocurrida la infección primaria, pero no implica necesariamente
que toda infección secundaria conduzca a dengue grave. No obstante, también la infección
primaria puede asociarse a dengue grave, en relación a virulencia de la cepa o a otros
factores del hospedero.
a. Historia Clínica.
- Persona que vive o ha viajado en los últimos 14 días a áreas endémicas o con brotes de
dengue y que presenta fiebre de inicio súbita, aguda, con una duración usual de dos a siete
días y con dos o más de los síntomas es sospechoso de dengue.
Anamnesis
Investigar si existen más personas en su casa o vecinos con una enfermedad similar a la
suya.
- Fecha de inicio.
Signos y síntomas
- Náuseas - Vómitos - Exantema - Mialgia - Artralgia - Cefalea - Dolor retroocular
Examen Físico:
- Aislamiento viral
Serología
Método Elisa IgM: se hace positiva después del 5to. Día de la enfermedad.
Método Elisa IgG: se hace positiva partir del 9no. día de la infección primaria y es
detectable desde el 1er día de la infección secundaria.
Las pruebas para confirmar dengue no son necesarias para el manejo de un caso agudo,
excepto en caso de pacientes con manifestaciones inusuales
Leucopenia. Se presenta durante la fase activa de los virus del dengue, principalmente
entre el tercer y quinto día de la enfermedad, asociada a depresión de las células mieloides,
afecta principalmente la producción de células granulocíticas
Trombocitopenia o plaquetopenia. Habrá disminución relativa de las plaquetas desde los
primeros estadios. Acentuándose entre el cuarto y sexto día de evolución de la enfermedad.
Elevación de las enzimas hepáticas. Los virus del dengue son hepatotróficos, su acción a
nivel hepático puede alterar los valores de las enzimas hepáticas, por lo que tanto la TGO,
la TGP pueden encontrarse elevadas. La que mayor alteración tendría es la TGO. Una
elevación de estas enzimas por encima de 1000 es indicativa de dengue grave por
afectación hepático.
Se requiere un mínimo de 150 mL para detectar el derrame pleural mediante una radiografía de tórax
anteroposterior, mientras que se pueden detectar por ecografía con una sensibilidad del 100% a partir de 5
mL.
La Ecocardiografía sirve para diagnosticar derrame pericárdico, miocarditis y/o fallos del
miocardio.
¿Cómo se confirma la infeccion por dengue?
Con mucho, las técnicas de diagnostico serológico son las más utilizadas
internacionalmente, particularmente aquéllas para determinar la inmunoglobulina M
específica de dengue (IgM) y la inmunoglobulina G (IgG) mediante ELISA u otros
métodos. El estudio serológico para IgM no debe indicarse antes del 5to día o
preferentemente a partir del 6to día. No constituye, por tanto, una ayuda al médico de
asistencia para decidir conductas, pues el paciente puede agravar a partir del 3to ó 4to día.
No obstante, es importante indicar estos estudios serológicos, pues el resultado de
laboratorio completa el trípode diagnóstico junto con la clínica y la epidemiología.
Diagnóstico diferencial del dengue
Diagnóstico diferencial del dengue
Esta patología puede confundirse con: Infecciones virales Bacterianas y parasitarias como
son: - Malaria - Influenza - Enfermedad meningococica - Sarampión - Rubéola - Fiebre
tifoidea - Leptospirosis - Hepatitis - Choque séptico - Fiebre amarilla - Fiebre de
Chikungunya - Otras infecciones por flavivirus.
Debido al intenso dolor abdominal que puede cursar en algún momento de la evolución se
ha confundido con apendicitis, colecistitis aguda y perforación intestinal. También deberá
diferenciarse de las fiebres hemorrágicas de diferentes etiologías, la región geográfica
ayudará en este sentido. La fiebre, poliserositis, hemoconcentración, trombocitopenia y la
no afección renal son puntos que diferencian al dengue de las demás fiebres hemorrágicas.
Paso 3. Manejo.
El paciente puede ser enviado a su casa si cumple con los siguientes criterios:
Los pacientes ambulatorios deben ser evaluados diariamente con un hemograma para
determinar progresión de la enfermedad y la aparición de signos de alarma hasta que estén
fuera del período crítico, luego de la desaparición de la fiebre por 48 horas.
Reposo en cama
Ingesta apropiada de líquidos (> 5 vasos para un adulto de tamaño promedio y
proporcional en niños). Leche, jugos de frutas (con cuidado en pacientes diabéticos), sueros
de rehidratación oral, solución salina isotónica/ agua de arroz, sopa. (Agua sin electrolitos
puede causar desbalance de electrolitos)
Si no tolera la vía oral, iniciar SF 0.9% o lactato de Ringer con o sin dextrosa para
mantenimiento. Los pacientes pueden tomar fluidos por vía oral después de unas horas
de recibir fluidos por vía IV. Monitoreo por el personal de salud: - Patrón de
temperatura - Volumen de ingreso y egreso de fluidos - Diuresis – volumen y
frecuencia - Signos de alarma -Hematocrito, leucocitos y plaquetas. b. Paciente
internado con uno o más signos de alarma Hemograma completo (hematocrito,
plaquetas y leucocitos) al ingreso. Si no disponemos de un hematocrito no es motivo
de retraso de inicio de la hidratación. Vigilancia estricta de los signos vitales (FC, TA,
Presión de pulso)
CRITERIOS DE EGRESO Ausencia de fiebre de 24-48 horas. Mejoría del estado clínico
(estado general, apetito, gasto urinario, estabilidad, hemodinámica, no signos de dificultad
respiratoria) Tendencia al aumento en el recuento plaquetario, usualmente precedido de
una tendencia a normalización del conteo de los leucocitos. Hematocrito estable sin
líquidos intravenosos.