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Se puede afirmar que, en la mayoría de casos, transcurridas las dos primeras horas desde la
ingesta hasta la descontaminación digestiva, la eficacia de ésta es muy baja dado que la
mayor parte del tóxico se encuentra más allá del estómago, por lo que la descontaminación
digestiva puede ocasionar más inconvenientes que ventajas. Pero algunas circunstancias,
como el tipo de tóxico, retraso del vaciado gástrico, formulaciones farmacéuticas tipo retard
con protección entérica, coma o shock, pueden modificar este hecho.
CARBÓN ACTIVADO
MECANISMO DE ACCIÓN
FORMAS DE ADMINISTRACIÓN
Dosis
In vitro, el CA adsorbe alrededor de 1 g de toxina por cada 10 g. Aunque no hay una única
dosis correcta de carbón activado, la dosis habitual por vía oral o sonda nasogástrica es:
La dosis óptima no se puede saber con certeza en un paciente dado. Depende de muchos
factores, como las propiedades físicas de la formulación del carbón y de la sustancia
ingerida, el volumen, el pH gástrico e intestinal y la presencia de otros agentes o alimentos
adsorbidos por el carbón.
El carbón activado está disponible en forma de tabletas, en polvo y como una solución
premezclada. Se recomienda una dilución mínima de 200 cc de agua por cada 25 g de CA.
Para reducir el riesgo de vómito, tras su administración, después de mezclarlo con agua o
líquido compatible, hay que agitar bien el frasco hasta formar una solución homogénea y
continuar removiendo mientras el paciente la bebe o el personal de enfermería la administra
por sonda nasogástrica.
Las complicaciones descritas con el uso de dosis múltiples incluyen diarrea, estreñimiento,
aspiración pulmonar y obstrucción intestinal. Por lo tanto, su uso es individualizado
teniendo en cuenta el riesgo/beneficio en cada caso.
Hay que avisar al paciente de que las próximas deposiciones serán de color negro.
Emesis
Es el efecto adverso más común con una incidencia de entre 6-26%. Si el vómito es
abundante y se produce antes de 30 minutos de la administración del CA, se aconseja una
nueva dosis de CA de 0,5 g/kg.
Aspiración
Contraindicaciones:
Con el vaciado gástrico se intenta eliminar del estómago el tóxico ingerido. No debe ser
empleado de forma rutinaria. Su uso debe ser considerado en aquellos pacientes que han
ingerido una cantidad de tóxico potencialmente peligrosa para la vida y en la hora previa a
la actuación médica.
En algunos casos puede realizarse en las primeras 6 horas si la motilidad intestinal está
enlentecida por el propio tóxico (anticolinérgicos, narcóticos, fenotiacinas o tricíclicos) o
en ingesta de fármacos de liberación continuada o que forman conglomerados (salicilatos).
El vaciado gástrico se consigue por lavado gástrico o por inducción del vómito. En
cualquiera de los dos métodos solo se logra rescatar entre un 30 y un 40% del tóxico
ingerido, a pesar de actuar durante la primera hora.
Lavado gástrico
Antes de realizar el lavado gástrico debe tenerse en cuenta: tiempo desde la ingesta,
toxicidad del producto, forma galénica y presentación y estado clínico del paciente.
Indicaciones
– Paciente que ha ingerido sustancia tóxica o en cantidades muy tóxicas, en los primeros 60
minutos y cuyo estado pueda deteriorarse rápidamente.
– Ingesta de tóxico no susceptible de rescate con carbón activado: ácido bórico, ácidos
minerales, hidróxido sódico o potásico, arsénico, bromuro, carbonatos, cáusticos, cesio,
cianuro, DDT, diltiazem, etanol y otros alcoholes, etilenglicol, hierro, ipecacuana,
isopropanol, yoduros, litio, metales pesados, potasio, tobramicina, tolbutamida.
– Intoxicación por fármacos con evacuación gástrica retardada: AAS, sales de Fe,
anticolinérgicos, tricíclicos, narcóticos y fenotiacinas. Incluso hasta 6-8 horas tras la
ingesta.
Técnica
3. Sonda orogástrica de gran calibre para permitir el paso de restos grandes, preferible de
doble luz. Tamaños: lactante 20 F, niño 24-28 F, adolescente 30-40 F. Marcar la sonda
desde apéndice xifoides a nariz. Una vez introducida hasta la señal, asegurar la posición del
tubo en el estómago, auscultando la zona gástrica tras la introducción de aire.
ÍNDICE
4. Aspirar el contenido gástrico, guardar en nevera la primera muestra para análisis
toxicológico. Si procede, introducir una dosis de carbón activado y esperar 5 minutos.
5. Instilar 10-15 ml/kg (máximo 200-300 cc por ciclo) de suero salino fisiológico templado
(38ºC) para prevenir hipotermia. No usar agua.
9. No debe retirarse la sonda hasta que no estemos seguros de que no se emplearán dosis
repetidas de carbón activado. En caso de duda, dejarla, sobre todo si el paciente está
intubado.
Contraindicaciones
Complicaciones
El jarabe de ipecacuana
Recomendaciones:
- Se puede administrar una segunda y última dosis idéntica a la primera si a los 20-30
minutos el paciente no ha vomitado.
- Es preciso observar el contenido del vómito por si se visualizan restos de las sustancias
tóxicas ingeridas o se desea su análisis.
-Pasados unos 90-120 minutos desde la ingesta del tóxico, excepto en algunos muy
concretos, la indicación del jarabe de ipecacuana es muy cuestionable debido a su pérdida
de eficacia.
Contraindicaciones:
- Intoxicaciones leves.
- Embarazo.
- Hidrocarburos.
- Estenosis esofágica.
CATÁRTICOS
Contraindicaciones:
- Intoxicaciones leves.
- Existencia de diarrea por el efecto del tóxico (p.e; algunas setas), u otra causa.
- Diselectrolitemias u otras alteraciones del medio interno empeorables con los catárticos.
– Intoxicación grave por sustancias no adsorbidas con el carbón activado (hierro, plomo,
litio) y en ausencia de otras medidas descontaminantes útiles.
Puede tardar entre 4 y 6 horas. Las complicaciones son poco frecuentes. Las más habituales
son náuseas, vómitos, dolor y distensión abdominal y a veces aspiración pulmonar. Con la
solución de polietilenglicol no se produce absorción o secreción significativa de fluidos o
electrolitos, por lo que no se produce alteración electrolítica.
Cuando un tóxico es absorbible por el carbón activado, éste tiene mayor eficacia para evitar
su absorción intestinal que el polietilenglicol de cadena larga. Ambos métodos de
descontaminación no deben ser utilizados de forma simultánea como tratamiento para un
mismo tóxico, porque el polietilenglicol reduce sustancialmente la capacidad absortiva del
carbón activado.
Bibliografía
Toxicología clínica. Capitulo 6. Descontaminación digestiva de tóxicos. Técnicas e
indicaciones.
Medidas de Precaución
- Existe una disminución significativa del nivel de conciencia. En todos los casos con una
puntuación en la escala de coma de Glasgow igual o inferior a 9, excepto si es previsible
una recuperación rápida: gamma-hidroxibutirato.
La apomorfina
Ha sido utilizada de forma muy esporádica como emetizante y hoy día prácticamente no se
usa. Ofrece menos seguridad que la ipecacuana con una eficacia parecida y provoca efectos
adversos potencialmente importantes: disminución de la conciencia, depresión respiratoria
e hipotensión arterial. Su indicación queda limitada a la ingesta oral de tóxicos
potencialmente mortales (por ejemplo, paraquat) cuando el paciente no acepta ningún otro
método de descontaminación gástrica. La dosis es de 0,1 mg/ kg por vía subcutánea.