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Trastornos del
neurodesarrollo:
trastornos del espectro
autista (TEA)
Índice
Esquema 3
Material de estudio 5
2.1. Introducción y objetivos 5
2.2. Conceptos básicos 5
2.3. Criterios diagnósticos del DSM-5 8
2.4. Desarrollo evolutivo 12
2.5. Evaluación y diagnóstico 15
2.6. Intervención 19
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A fondo 24
Test 26
Esquema
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TEA
Javier tiene cuatro años. Es el menor de dos hermanos y vive con sus dos padres. Está
escolarizado en una escuela infantil desde donde hace un mes han mantenido una
reunión con los padres para informarles sobre algunas conductas que estaban
observando últimamente en Javier y querían comprobar si en casa también estaban
observando dichas conductas o se limitaban al ámbito escolar. La tutora observa que
Javier no se relaciona con el resto de niños a través de un juego funcional. Es decir,
juega junto al resto, pero utilizando un juego paralelo, sin interaccionar con ellos.
Alguna vez, cuando está muy excitado o nervioso, aletea con las manos y en dos
ocasiones la tutora lo ha visto andar de puntillas. Le cuesta mantener el contacto
ocular y la tutora comenta que, hasta que no trata de encontrarse con él cara a cara,
no la mira. Tampoco gira la cabeza rápidamente cuando se le llama por su nombre.
Está recibiendo apoyo con la logopeda porque no se le entiende bien lo que dice.
Además, apenas señala y a veces su conducta es muy irritable cuando no consigue lo
que quiere. Su aprendizaje está siendo más lento que el del resto de alumnos y en
este trimestre no ha cumplido los objetivos curriculares.
Los padres comentan que llevaban un tiempo también observando algunas de estas
características en su hijo y que, cuando lo comparaban con su hija mayor, veían que
no había tenido estas conductas, pero dudaban sobre si podría ser algo pasajero del
desarrollo, ya que «los niños suelen ir más lentos que las niñas». Los padres
comentan que en casa suele ser un niño que se entretiene fácilmente, incluso, en
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En este tema se expondrán las características del trastorno del espectro autista
(TEA). A partir de la descripción histórica del término se presentarán los criterios
diagnósticos del TEA, recogidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (en adelante, DSM). A continuación, se definirán las
características principales del desarrollo evolutivo de los TEA desde la edad temprana
y se enumerarán los instrumentos diseñados para la evaluación y el diagnóstico del
trastorno. El último apartado está dedicado a la descripción de las posibles
estrategias de intervención utilizadas en el abordaje del TEA.
El término trastorno del espectro autista (TEA) se utiliza para denominar a un grupo
heterogéneo de trastornos del neurodesarrollo que tienen en común la presencia de
Leo Kanner (1896-1981) y Hans Asperger (1906-1980) fueron dos autores destacados
en el estudio del autismo. Por su parte, Kanner realizó un estudio de once niños en
los que observó las siguientes características: problemas para interaccionar con los
demás, dificultades graves en el lenguaje y en la comunicación y dificultades en el
comportamiento, con obsesiones frecuentes. Denominó este tipo de
manifestaciones como autismo infantil precoz.
Tras la conceptualización del autismo infantil, este fue recogido por distintas
corrientes de la psicología, que lo incluían dentro de la categoría de psicosis infantil.
La investigación desde la perspectiva del desarrollo evolutivo concluyó en que se
trataba de un trastorno del desarrollo y los manuales diagnósticos así lo reflejaron.
TEA a niños con síntomas de autismo que no cumplen con todos los criterios
diagnósticos que requería el DSM-IV.
Los criterios para realizar el diagnóstico de TEA según el DSM-5 son los siguientes
(APA, 2013):
Los síntomas han de estar presentes las primeras fases del periodo del desarrollo.
Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social laboral u
otras áreas importantes del funcionamiento habitual.
Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual o por el
retraso global del desarrollo. Existe una alta comorbilidad entre la discapacidad
Especificaciones:
Figura 2. Características específicas de cada uno de los grados en que se divide el TEA (DSM-5).
Teniendo como referencia los hitos del desarrollo evolutivo, los signos observables
del TEA se pueden manifestar desde muy corta edad. Es importante incidir en la
heterogeneidad del trastorno, por lo que todos los niños no tienen por qué presentar
las mismas alteraciones. Desde un punto de vista general, se observan las siguientes
condiciones:
Para poder realizar un diagnóstico precoz se deben tener en cuenta los siguientes
signos de alerta (figura 3):
Figura 3. Alteraciones en el desarrollo de los hitos evolutivos que pueden hacer sospechar de TEA.
tiene que referirse a él utiliza el pronombre «tú» en vez de «yo»), el interés por partes
concretas de objetos (por ejemplo, si se le da un juguete, solo prestan atención a las
ruedas)… También suele haber inexpresividad facial, suelen jugar solos o en paralelo,
pero no interaccionando con el resto de niños, no imitan, tienen dificultades para
La prevalencia (número total de casos) del TEA se sitúa en 1:100 niños, aunque la
incidencia (número de casos nuevos) en los últimos años ha incrementado en una
gran proporción. Las principales causas de este incremento son el cambio en los
criterios diagnósticos, el conocimiento cada vez mayor de sus manifestaciones y la
aparición de instrumentos más precisos para su evaluación. Con respecto de las
diferencias por sexo, suele ser más común en niños, aunque en niñas las
manifestaciones del TEA suelen ser más graves.
Figura 4. Instrumentos de evaluación utilizados para conocer el desarrollo de las áreas más afectadas en el
TEA.
Interacción social.
Comunicación y lenguaje.
Funcionamiento cognitivo.
Autonomía personal.
Programa TEACCH: tiene como finalidad proporcionar a los niños con TEA
ambientes estructurados, predecibles y contextos directivos de aprendizaje, así
como también la generalización de estos aprendizajes a otros contextos de la vida.
Con ello se mejoran las habilidades de autonomía personal en el hogar, en la
escuela y en la comunidad. Es un sistema que se basa en la organización del
espacio, en el uso de agendas visuoespaciales y en el empleo de sistemas de
estudio y trabajo que facilitan el proceso de aprendizaje y la organización del
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material.
Entrenamiento en habilidades sociales: práctica de las habilidades sociales con el
grupo de pares sin diagnóstico, con el uso de estrategias como el role-playing.
Con respecto a su edad cronológica, Javier apenas señala, no tiene un contacto ocular
adecuado, también le cuesta responder cuando lo llaman por su nombre y, con
respecto del juego, no existen datos sobre si comparte objetos de su interés con sus
padres o su hermana. Sin embargo, el juego de Javier es en paralelo, por lo que
conocemos que no tiene interés en mostrar provecho en actividades compartidas con
los demás. Con respecto del lenguaje, este no avanza como debería.
La orientadora del centro ha administrado a los padres el M-CHAT para conocer si las
características que muestra en el centro también ocurren en casa. Este test, al ser de
screening, permitirá a la orientadora derivar a la familia hacia el recurso más
adecuado en caso de obtener un resultado positivo.
Javier fue diagnosticado con TEA, grado 2, y fue derivado a atención temprana para
comenzar su intervención cuanto antes. Un centro de atención infantil temprana
(CAIT) que incluía un grupo de profesionales multidisciplinar (pedagogía terapéutica,
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Por otro lado, a los padres se les propuso realizar una serie de sesiones de
psicoeducación para conocer más sobre el TEA y formas de manejar algunas de las
conductas que no acababan de entender de su hijo (por ejemplo, por qué se ponía
nervioso cuando tenían que tomar un camino alternativo).
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Hernández, J. M., Artigas, J., Martos, J., Palacios, S., Fuentes, J., Belinchón, M. e Idiazábal,
M. A. (2005). Guía de buena práctica para la detección temprana de los trastornos del
espectro autista. Revista de Neurología, 41(4), 237-245. Recuperado de:
http://www.catedraautismeudg.com/data/articles_cientifics/10/c94a8eca621448d690
92585183409ba7-guidetecciotea.pdf
4. ¿Cuál de los siguientes es un trastorno con una elevada comorbilidad con el TEA?
A. Trastorno de la alimentación.
B. Trastorno de la comunicación social.
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C. Trastorno explosivo-intermitente.
D. Todas las anteriores son correctas.
10. ¿Cuál es la razón principal por la que se puede descartar la presencia de trastorno
de la comunicación social (TCS) en un niño con sospecha de TEA?
A. Que también presente mutismo selectivo, aspecto que refuerza el
diagnóstico de TCS.
B. Es imposible descartar la presencia de TCS en TEA.
C. Que, a pesar de las dificultades de comunicación, apenas hay alteraciones en
la relación social y en la conducta estereotipada.
D. Ninguna de las anteriores es correcta.
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