Está en la página 1de 39

UNIDAD II.

USUFRUCTO Y OTRAS FIGURAS A


FINES.INTRODUCCIÓN.
Los derechos reales de usufructo, uso y habitación permiten dar una solución
eficaz a los problemas que ocasionan la existencia de asentamientos urbanos en
la ciudad de Guatemala, motivo por el cual es fundamental llevar a cabo un
estudio de los elementos, características de cada uno de los mismos. El usufructo
nación en Roma, motivado por la necesidad de que toda mujer al enviudar,
estuviese en posibilidades para continuar viviendo dentro de status económico que
le correspondía, sin que se nombrara heredera en perjuicio de sus hijos tal
connotación pervive todavía en el derecho moderno. El uso y la habitación son
instituciones de ancestro netamente de ancestro y romanista. A quien se ha
dejado el uso puede obtener los frutos (cuis usus relictus, est, uti, potest frui non
potest), pero las legislaciones modernas, convencidas de que el simple uso de
algunos bienes no reporta al usuario beneficio alguno. Respecto a la habitación,
debe decirse que en un principio se le asemejó al uso, por un lado, y al usufructo
por otro, pero posteriormente se le otorgó carta de particularidad.El uso y la
habitación siempre han sido materia de confusión y en realidad los términos de
distinción son un poco menos que sutiles. El usufructo, usus y habitatio, surgieron
en el derecho romano bajo la configuración genética de servidumbres en oposición
a las prediales, que son en rigor las servidumbres reales, pero dicha
denominación desapareció por el influjo de la Revolución Francesa. El usufructo
es una figura muy peculiar, puesto que su construcción jurídica está asentada en
los derechos reales y su esfera de influencia involucra el derecho de familia y el de
sucesiones. Tanto el uso como la habitación, son derechos reales y también
desmembraciones del derecho de propiedad, al igual que el usufructo pero de
menor extensión y complejidad que éste. El uso, es el derecho de usar y disfrutar
de las cosas ajenas dejando a salvo la sustancia. El usufructo es el derecho de
usar y disfrutar más o de disponer. Es el derecho de disfrutar de los bienes ajenos
sin alterar su forma ni su sustancia. Es el derecho real y temporal de disfrutar los
bienes ajenos Esta última definición resulta más extensiva al hacer énfasis de que
en primer término es un derecho real, no personal y en segundo al determinar que
está sujeto a un tiempo determinado. Este tiempo determinado no forzosamente
hace referencia a una condición expresa de temporalidad pactada entre las partes,
sino a la naturaleza intrínseca del usufructo. El usufructo es un derecho real de
goce sobre un bien que necesariamente se extingue con la muerte, y al mencionar
que se trata de un derecho de goce resulta un pleonasmo el establecer que se
extingue con la muerte.

USUFRUCTO, USO Y HABITACIÓN.


Podrá constituirse el usufructo en todo o parte de los frutos de la cosa, a favor de
una o varias personas, simultánea o sucesivamente, y en todo caso desde o hasta
cierto día, puramente o bajo condición. También puede constituirse sobre un
derecho, siempre que no sea personalísimo o intransmisible.
1. Usufructo. El usufructo es el derecho real de usar y gozar de una cosa,
cuya propiedad pertenece a otro, con tal que no se altere su sustancia. Hay
dos especies de usufructo: usufructo perfecto, y usufructo imperfecto o
cuasiusufructo. El usufructo perfecto es el de las cosas que el usufructuario
puede gozar sin cambiar la sustancia de ellas, aunque puedan deteriorarse
por el tiempo o por el uso que se haga. El cuasiusufructo es el de las cosas
que serían inútiles al usufructuario si no las consumiese, o cambiase su
sustancia, como los granos, el dinero, etcétera.
2. Uso y Habitación. El derecho de uso es un derecho real que consiste en la
facultad de servirse de la cosa de otro, independiente de la posesión de
heredad alguna, con el cargo de conservar la sustancia de ella; o de tomar
sobre los frutos de un fundo ajeno, lo que sea preciso para las necesidades
del usuario y de su familia. Si se refiere a una casa, y a la utilidad de morar
en ella, se llama en este Código, derecho de habitación.
3. Servidumbre. Servidumbre es el derecho real, perpetuo o temporario sobre
un inmueble ajeno, en virtud del cual se puede usar de él, o ejercer ciertos
derechos de disposición, o bien impedir que el propietario ejerza algunos de
sus derechos de propiedad.
a. Servidumbre real es el derecho establecido al poseedor de
una heredad, sobre otra heredad ajena para utilidad de la
primera.
b. Servidumbre personal es la que se constituye en utilidad de
alguna persona determinada, sin dependencia de la posesión
de un inmueble

Concepto de Usufructo.
Consiste en un derecho real y temporal de una persona para disfrutar de bienes
ajenos. Para explicarlo debemos remitirnos a los elementos de la propiedad, estos
son: el derecho a usar, el derecho a disfrutar y el derecho a disponer.
El derecho a usar es algo que no requiere mayor explicación y el derecho a
disponer no necesitaremos explicarlo por el momento.
Por lo tanto, nos enfocaremos en el derecho a disfrutar, que consiste en el
derecho de adueñarse de los frutos de un bien, estos frutos pueden ser naturales
(como la leche de una vaca o las frutas de un árbol o la cosecha de un sembradío)
o civiles (como pueden ser las rentas que se pagan de un inmueble.
EI usufructo es el derecho de usar de las cosas de otro, y de percibir sus frutos sin
alterar la sustancia de ellas; porque es un derecho sobre un cuerpo, y si el cuerpo
se destruye, queda necesariamente destruido el derecho.
El usufructo, que es la más importante de todas las servidumbres personales, se
trata con mucha extensión en el Digesto. Los comentadores de Cayo, las reglas
de Ulpiano y las sentencias de Paulo, nos presentan también pasajes relativos a
él; por último, los fragmentos del Derecho Romano descubiertos en la biblioteca
del Vaticano contienen un título relativo a esta materia.
Son notables en la definición que da nuestro texto las palabras utendi y fruendi,
que indican todos los derechos que comprende el usufructo (el uso y los frutos);
las palabras rebus alienis, porque el usufructo no puede existir sino sobre las
cosas de otro (nemini res sua servit); y en fin, las expresiones salva rerum
substantia, que están tomadas en dos diferentes sentidos. En efecto, algunos
jurisconsultos las consideran como relativas a la duración del usufructo, y las
traducen de este modo:
El derecho de usar y de disfrutar mientras dura la sustancia; otros, como relativas
a los derechos del usufructuario, y las traducen así:
El derecho de usar y de disfrutar sin alterar la sustancia. Esta última interpretación
me parece la preferible y que debo adoptar; las palabras de texto, en mi dictamen,
son casi equivalentes a estas: Jus utendi, fruendi, sed non abutendi.
El dominio, en oposición al usufructo que ha sido separado de él se llama con
frecuencia entre los romanos nuda propietas, y en francés nue propriété”.

Cosas susceptibles de usufructos.


El usufructo puede recaer sobre toda clase de bienes, tanto muebles como
inmuebles, corporales e incorporales. Por consiguiente, el usufructo se constituye
no sólo sobre las cosas sino sobre los derechos también, o sea, bienes
incorporales. El usufructo recae sobre derechos tanto reales como personales.
Cuando el usufructo se constituye sobre cosas materiales, se ejerce por la
apropiación que hace el usufructuario de los frutos o productos de la cosa. Cuando
el usufructo recae sobre derechos, se ejerce por la apropiación que hace el
usufructuario de los beneficios económicos que el mismo derecho traiga consigo.
Distinción de los usufructos según la extensión de su objeto.- Los usufructos
pueden ser de dos clases: A título particular y a título universal. Se llama usufructo
a título particular cuando se constituye sobre cosa determinada, mueble o
inmueble, corporal o incorporal. Se llama usufructo a título universal cuando se
constituye sobre una universalidad de hecho o de derecho o sobre una parte
alícuota de la misma.
Esto ocurre generalmente cuando se confiere por testamento el usufructo a favor
de todos los bienes de la sucesión. Entonces tenemos un usufructo constituido a
título universal; comprende todo el patrimonio del autor de la sucesión.
La nuda propiedad, o sea el dominio en cuanto a jus abutendi, se reserva a los
demás herederos. También puede suceder que se aplique a parte alícuota,
cuando a dos o más personas se les dejan todo el usufructo de un patrimonio por
virtud de la herencia. No es necesario que comprenda la totalidad del patrimonio,
basta con que sea una parte alícuota.

Modos de constituir el usufructo.


Son cinco las formas constitutivas del usufructo:
I. I.-Por contrato.
II. Por testamento
III. Por acto unilateral.
IV. Por ley.
V. Por prescripción.
Estas formas se desprenden del artículo 981.
a) Contrato. - La forma más habitual de constituir el usufructo es por contrato;
en el contrato se presentan dos aspectos: por constitución directa o por
retención. Por constitución directa cuando se enajena a una persona el
usufructo; por retención cuando el dueño de la cosa simplemente dispone
de ésta, es decir, transmite el dominio, pero se reserva el usufructo.
b) Testamento. - Por el testamento puede constituirse el usufructo, bien sea
por transmisión del mismo por legado o por reserva del usufructo universal
a los herederos.
c) Por acto unilateral. - Por una declaración unilateral de voluntad también se
puede constituir o transmitir el usufructo, ya que el artículo 981 se refiere en
general a la “voluntad del hombre”.
d) Prescripción. - El usufructo puede adquirirse en la misma forma en que se
adquieren los bienes muebles o los inmuebles por prescripción; pero es
necesario tener una posesión a título de usufructuario, de buena fe,
pacífica, continua y pública o bien, cuando falta el requisito de la buena fe,
tener una posesión por mayor tiempo; en uno y en otro caso se adquiere el
derecho real de usufructo.
Parece difícil suponer la hipótesis en la cual se adquiera por prescripción el
derecho real de usufructo, toda vez que, si se está en posesión de la cosa misma,
es lógico que se adquiera la propiedad sobre el bien y no simplemente el
usufructo; sería absurdo que si el poseedor está en condiciones de adquirir la
totalidad de la cosa se conformara con adquirir simplemente el usufructo.
Sin embargo, la hipótesis se presenta cuando aquel que entra en posesión de la
cosa no lo hace a título de dueño, sino simplemente a título de usufructuario, pero
su título no es suficiente, o bien se le transmitió el usufructo por persona que no
tenía capacidad por no ser propietaria de la cosa, en cuyo caso interesa al
poseedor de aquel derecho real de usufructo convalidar su título.
e) La ley.- La última forma de constitución del usufructo la tenemos en la ley.
Esta forma se reconoce para aquellos que ejercen la patria potestad a
efecto de que puedan tener la administración y la mitad del usufructo sobre
los bienes del que está sometido a ella y que no adquirió por su trabajo.

Modalidad del usufructo.


El usufructo puede constituirse pura y simplemente; es decir, sin sujetarlo a
ninguna condición, carga o término.
Otra de las modalidades que puede revestir el usufructo se presenta cuando es
constituido en favor de varias personas en forma sucesiva o simultánea.
Cuando se constituye a favor de varias personas sucesivamente, quiere decir que
a la muerte de cada uno de los usufructuarios en el orden establecido, entrará el
otro en el goce del derecho. Cuando el usufructo se constituye a favor de varias
personas conjuntamente, quiere decir que todas entran a disfrutar en una parte
alícuota del usufructo.
La muerte de un usufructuario no acrece la porción de los demás si no se ha
establecido expresamente. La parte alícuota del usufructuario muerto pasa a favor
del dueño.
Derechos del usufructuario, Extinción del usufructo.
1. Derecho real: El derecho de usar y disfrutar un bien ajeno sin
cambiar la forma ni sustancia. Es decir la obtención de los frutos. Los
frutos pueden ser naturales: si el bien los proporciona sin la
intervención del hombre, Ejemplo: si se establece el usufructo de una
finca con guayabas silvestre. Los frutos son Industriales, cuando se
produce por la intervención del hombre.
a). Ejemplo: Se establece el usufructo de un predio para cultivo, y
el usufructuario siembra y cultiva. Son frutos civiles, los que se
producen como consecuencia del bien en usufructo y un acto
jurídico, que brinda una utilidad. Ejemplo: El usufructuario de un
predio agrícola decide arrendar parte del predio, en una cantidad de
dinero determinada.
2. Derecho personal: El usufructuario tiene un derecho oponible a
cualquier persona que perturbe su derecho y que puede ejercer ante
la autoridad judicial por medio de acción.
3. Derecho de posesión: El tener materialmente un bien así como la
facultad de defender por medio de acción judicial que concede la ley.
Definición de uso, Definición de habitación, Diferencias
entre usufructo.
Uso. Podemos definir el uso indicando que es un derecho real, temporal, por
naturaleza vitalicio, para usar de los bienes ajenos sin alterar su forma ni sustancia
y de carácter intransmisible. Se distingue por consiguiente del usufructo:
I. En el contenido, que es restringido sólo para el uso, y en algunos casos
para percibir ciertos frutos
II. En el carácter intransmisible, peculiar al uso y a la habitación, que no existe
en el usufructo, porque, como hemos visto, el usufructo puede enajenarse,
puede gravarse, puede transmitirse; en cambio, el usuario o el habituario no
pueden transmitir su derecho.
Son personalísimos en un doble aspecto, tanto porque se extinguen por la muerte,
como acontece con el usufructo, como porque se confieren exclusivamente
tomando en cuenta la calidad de la persona, por amistad, parentesco, etc., y no
pueden transmitirse a ninguna otra. Precisadas estas distinciones entre el
usufructo y el uso, las demás características son iguales: se trata de un derecho
real, temporal, por naturaleza vitalicio (si no se establece lo contrario limitándolo a
un cierto tiempo); se ejerce sobre cosas ajenas; el usuario debe respetar siempre
la forma y sustancia de la cosa, con mayor razón que en el usufructo, dada la
limitación para aprovecharse de la misma, consistente simplemente en el uso, es
decir, en una forma permanente y constante de utilizar la cosa que no altere la
sustancia de la misma.
Habitación. El derecho real de habitación en realidad es el derecho de uso sobre
una finca urbana para habitar gratuitamente algunas piezas de una casa. No se
distingue en rigor fuera de esta circunstancia especialísima, en cuanto al
contenido, pues también se trata de un derecho real intransmisible, temporal, por
naturaleza vitalicio, para usar algunas piezas de una casa, sin alterar su forma ni
substancia.
En cambio, el uso se extiende como el usufructo tanto a los bienes muebles como
a los bienes inmuebles. Cuando ese uso se refiere sólo a las piezas una casa
habitación, toma el nombre de derecho real de habitación.
La habitación siempre es por esencia gratuita, nunca podrá constituirse en forma
onerosa; en cambio, el uso puede ser como el usufructo, a título gratuito o a título
oneroso. Las reglas generales del usufructo se aplican al uso y a la habitación,
exceptuando las especiales que hemos establecido por cuanto al carácter
intransmisible de estos derechos. Por consiguiente, las obligaciones del usuario y
del habituario son semejantes a las del usufructuario: deben formar inventario,
tasando los bienes muebles y haciendo constar el estado de los inmuebles;
otorgar fianza, con excepción de los casos en los cuales se les dispensa o cuando
se releva al usufructuario de esta obligación.
Las obligaciones durante el disfrute, que existen a cargo del usufructuario también
existen, pero limitadas, a cargo del usuario o del habituario; es decir, la obligación
fundamental de cuidar y conservar la cosa como buen padre de familia, les es
aplicable, así como la de no alterar la forma ni sustancia de la cosa y de responder
de culpa leve y grave. En el uso que es gratuito y en el derecho de habitación que
siempre lo es, se responde de culpa levísima.
El juez apreciará según el valor del uso o bien según el número de piezas que se
ocupen en una finca habitación, para imponer proporcionalmente la obligación de
reparar al propietario, al usuario y al habituario. En cuanto a la obligación de
responder de las cargas de la cosa también se aplica el principio de equidad para
distribuirlas proporcionalmente, según sea el uso y los frutos percibidos o el
número de piezas que ocupe el habituario.
Finalmente, la obligación de restituir al extinguirse el uso o el usufructo, la de
rendir cuentas y la de responder de daños y perjuicios por pérdida o deterioro de
la cosa, son iguales en el uso, en el derecho real de habitación y en el usufructo.
Las formas de extinción de estos derechos, uso y habitación, son también iguales
a las formas de extinción del usufructo.

Uso de habitación.
Se entiende por derecho de uso aquel derecho real que legitima para tener y
utilizar una cosa o bien ajeno de acuerdo con las necesidades del usuario. Los
derechos y obligaciones del usuario se definen en el título constitutivo y, a falta de
este, se regulan por lo que la legislación establezca al respecto.
El derecho de uso puede constituirse sobre cualquier tipo de bien susceptible de
uso, ya sean muebles o inmuebles, y pueden ser titulares del derecho de uso tanto
personas físicas como jurídicas, si bien en este último caso es necesario
establecer un límite temporal. El derecho real de uso solo puede constituirse en
favor de personas físicas. Es un derecho personalísimo, que no puede ser
enajenado ni tampoco arrendado. En el derecho español se establece la
imposibilidad de ser objeto de hipoteca.
Es más limitado que el usufructo, dado que no da derecho al disfrute o goce
(obtención de los frutos) de la cosa. Por ese motivo, un usufructuario podría
arrendar la cosa, pero no tiene ese derecho el que ostenta un derecho de uso.

SERVIDUMBRES DEFINICIÓN.
Pueden establecerse servidumbres en provecho de una o más personas, o de una
comunidad, a quienes no pertenezca la finca gravada.
Las causas de extinción de las servidumbres aparecen recogidas en el artículo
546 del Código Civil y se distinguen razones de sujeto, objeto u otras causas.
Servidumbre: Es el derecho que se ejerce directa e inmediatamente sobre un bien
ajeno imponiendo carga o gravamen.
La servidumbre es un derecho real, (en la cosa) que impone una carga o
gravamen en el predio sirviendo, en favor de ayudar en las necesidades del predio
dominante, que pertenece a otra persona.

Características.
1. Es un Derecho y Es una Carga: El propietario de Predio Dominante tiene
el Derecho de Uso y/o Disfrute de ese Derecho y el dueño de Predio
Sirviente es el que sufre una limitación en su propiedad por lo que para su
propiedad es una Carga real.
2. Indivisibilidad y Unido a la Propiedad: O se establece siempre en
propiedades, es inherente a la propiedad y se transmite junto con esta. No
se puede separar, solo se podrá extinguir, que después veremos en qué
casos.
3. Se da sobre 2 Predios: Normalmente esto es así, sobre el Predio
Dominante que es el que la disfruta y Predio Sirviente el que la padece.
Pero hay Servidumbres, que hemos comentado antes que padece una
propiedad, pero no es a favor de otra propiedad sino de personas o incluso
a favor del Estado.
4. Derecho sobre el Bien Ajeno: Es decir que el Derecho no lo tenemos
sobre nuestra propiedad sino sobre una finca colindante que no nos
pertenece.
5. Uso y Utilidad Exclusiva: Es necesario que se utilice esta servidumbre y
por lo tanto que tenga una utilidad, en mayor o menor grado, sino la
servidumbre puede extinguirse.
La utilidad tiene 3 características que son:
1. Puede ser Reciproca, que ambos predios se benefician de ella.
2. Puede ser Actual, Potencial o Futura, dependiendo cuando se de la misma.
3. Debe ser Positiva y Lícita, ya que no puede ir contra la Ley, ni el
Ordenamiento Público, Seguridad u Ornato Público.
Origen o Inicio: Toda Servidumbre se origina en un momento determinado y con el
paso del tiempo adquiere el Derecho. Por lo que para que se cree una
Servidumbre nueva se necesita la suma de 2 factores que son; El Uso de un
propietario colindante y el paso del tiempo. Aunque también hay otras maneras de
Constituirse una Servidumbre.
Carácter Permanente: A no ser que se constituyera por mutuo acuerdo o contrato
y se establezca su duración determinada.
Clasificación.
1. Activas: El “Predio Sirviente” sufre el gravamen a favor del “Predio Dominante”
que obtiene una utilidad. Entonces se llama activa con respecto al Predio
Dominante.
2. Continuas: Su uso es continuado en el tiempo sin intervención del hombre.
3. Discontinuas: Requiere de la acción del hombre y suele usarse a intervalos.
4. Prediales: Se hacen en beneficio de otra propiedad.
5. Personales: Los beneficiarios son una o varias personas o incluso una
comunidad.
6. Aparentes: Se anuncian y son visibles por signos externos que nos revelan su
uso y aprovechamiento.
7. No Aparentes: No presentan indicios externos de su existencia.
8. Positivas: Las impone al dueño del “Predio Sirviente” obligándose a dejar hacer
o hacer el mismo alguna cosa.
9. Negativas: El “Predio Sirviente” tiene prohibido hacer algo que le sería lícito
hacer.
10. Legales: Las servidumbres se pueden constituir por imposición Legal o por la
Ley o cualquier norma jurídica.
11. Voluntarias: Son los propietarios, de mutuo acuerdo, quien las establecen.

Formas de constitución.
Cabe destacar tres elementos:
1. Elementos personales. No se exige ninguna capacidad especial para constituir
servidumbres, basta con la capacidad de obrar general necesaria para constituir
derechos reales sobre bienes inmuebles, en relación con el acto o contrato por el
que nazcan (intervivos, mortis causa, oneroso, gratuito, etc). Existen, sin embargo,
algunos supuestos especiales de constitución de servidumbres, como son por
ejemplo las constituidas en la propiedad horizontal, donde se requiere el
consentimiento unánime de los copropietarios.
2. Elementos reales. En las servidumbres prediales se requiere la existencia de
dos predios, sirviente y dominante, con aptitud por sus características y situación
para que pueda existir la servidumbre. En las personales existe sólo el predio
sirviente con esa misma aptitud y posibilidad de utilización por parte del sujeto
titular del gravamen.
3. Elementos formales: modos de adquisición. Dejando a un lado la constitución
de las servidumbres por Ley, nuestro derecho hace referencia a la constitución por
negocio jurídico, o sea, por título (artículos 537, 539 y 594 del Código Civil), por
usucapión (artículo 537 del Código Civil), por prescripción inmemorial en su
oportuno ámbito y por signo aparente o presunción legal (artículo 541 del Código
Civil).
El título, esto es, la convención inter vivos o la disposición mortis causa, es un
modo universal de constituir una servidumbre, no así sin embargo, el otro gran
medio de constitución que es la usucapión. Los artículos 537, 539 y 540 del
Código Civil dejan claramente establecido que sólo las servidumbres continuas y
aparentes se adquieren por la prescripción de 20 años y que esta prescripción es
la única posible en materia de servidumbres, sin posibilidad, por tanto, de aplicar
las reglas generales de prescripción del dominio y derechos reales.
En definitiva, las servidumbres discontinuas y las continuas no aparentes se
pueden adquirir por título o, en su caso, por la vía del artículo 541 del Código Civil
o por prescripción inmemorial.
Respecto de la constitución de la servidumbre por destino del padre de familia o
del propietario (artículo 541), la jurisprudencia exige los siguientes requisitos:
a. La existencia de uno o dos fundos pertenecientes a un mismo
propietario
b. Un estado o situación de hecho en el predio único o en ambos del
que resulte por signos visibles y evidentes la existencia de un
servicio determinante de una servidumbre
c. Que dichos signos hayan sido establecidos por el titular de ambos
predios o de la finca única que luego se divide
d. Que el estado o situación de hecho referidos se transforme en
gravamen mediante la enajenación de uno de los fundos o la división
del único, subsistiendo el signo.
4. Causas de extinción. Las causas de extinción de las servidumbres
aparecen recogidas en el artículo 546 del Código Civil. Sistematizando
dichas causas podemos puntualizar lo siguiente:
a. Por razón del sujeto. El Código Civil prevé que se extingan las
servidumbres por renuncia del dueño del predio dominante (artículo
546.5), que al constituir un acto de dominio exige facultad de
disposición dominical y capacidad para enajenar. Por redención
convenida entre el dueño del predio dominante y el del predio
sirviente (artículo 546.6), tanto por precio como sin él. Y, por no uso
durante 20 años (artículo 546.2), es decir, por prescripción extintiva.
b. Por razón del objeto. Se extingue la servidumbre por destrucción o
cambio sustancial del predio (artículo 546.3).
c. Por otras causas distintas. Se extinguirán por consolidación (artículo
546.1) y por derivación de su propia temporalidad o condicionalidad
(artículo 546.4).
Al margen del precitado artículo 546, aparecen otras causas de extinción de las
servidumbres, como la expropiación (del predio dominante o del sirviente), los
supuestos del artículo 568 del Código Civil (paso para finca enclava) y del artículo
599 del Código Civil (uso y conservación de la servidumbre).
Lo regulan los artículos 537 al 542 del Código Civil que en función del Tipo de
Servidumbre puede ser:
Las Continuas y Aparentes se Adquieren por TITULO o por la PRESCRIPCIÓN
DE 20 AÑOS
Los 20 años computan a partir de: En las Positivas a partir del día en que se haya
empezado a ejercerla o usarla. Y en las Negativas a partir de que el Dueño del
Predio Dominante prohibiera mediante un acto formal la ejecución del acto licito si
no existiera la servidumbre.
Las Continuas No Aparentes y Discontinuas Aparentes o No solo se Adquieren por
título, por la escritura de reconocimiento del predio sirviente o por sentencia
judicial.
También se puede Adquirir una Servidumbre si el propietario de un inmueble
coloca un signo aparente de Servidumbre y con posterioridad se divide dicha
propiedad, la Servidumbre continuará activa a no ser que se establezca lo
contrario en la escritura de cualquiera de las 2 propiedades o se elimine dicho
signo aparente antes de la división.
Todo establecimiento de una nueva Servidumbre lleva consigo los derechos
necesarios para su uso.

Principios generales.
1. El dueño del predio sirviente está obligado a no hacer o tolerar, es decir a
no impedir el uso de servidumbre, a no hacerla gravosa o difícil para el
dueño del predio dominante y a tolerar las obras, las construcciones,
reparaciones, que conforme a la ley deba ejecutar.
2. El dueño del predio sirviente tiene el derecho de ejecutar todas las obras
que, sin perjudicar la servidumbre, la hagan menos gravosa.
3. El dueño del predio sirviente debe abstenerse de ejecutar obras que
impidan el ejercicio de la servidumbre o la hagan difícil.
4. El dueño del predio sirviente tiene la facultad de cambiar el lugar de la
servidumbre (cambio de localización de la servidumbre), bajo dos
condiciones:
a. Para las servidumbres voluntarias se admite la autonomía de voluntad
como principio general, se estará a lo estatuido; libremente puede el dueño
del predio sirviente, al construir una servidumbre por testamento, por acto
unilateral o por contrato.
b. A falta de estipulación en las servidumbres voluntarias, se aplicarán las
normas anteriormente explicadas para regir la situación.
c. Si no pudiere resolverse el caso ni con las estipulaciones del acto o
contrato ni con las normas generales citadas, deberá resolverse siempre en
la forma que menos perjuicios cause al predio sirviente.

Primera y fundamental.
Que no se cause perjuicio con ello al dueño del predio dominante.

Segunda.
Que del cambio resulte una ventaja al predio sirviente por cuanto que en el lugar
en que está constituida se impongan cargas o gravámenes innecesarios.
Principios que norman la situación del dueño del predio dominante.
1. El dueño del predio dominante está obligado a ejecutar todas las obras
necesarias para la constitución y conservación de la servidumbre.
2. El dueño del predio dominante está obligado a ejecutar todas las obras que
hagan menos gravosa la servidumbre.

Servidumbres legales.
Son aquéllas cuya constitución está prevista por la ley, en el sentido de que la
norma otorga el derecho de pedir el establecimiento del gravamen sobre un predio
y en favor de otro. Las servidumbres legales no deben confundirse con los
derechos de vecindad o relaciones de vecinos.
En las servidumbres legales, la ley se limita a conceder una facultad, al dueño del
predio que podrá ser dominante, de exigir coactivamente el establecimiento de la
servidumbre.
Por el contrario, cuando la ley se limita a permitir que los dueños de los predios,
que pueden prestar u obtener ciertas ventajas, concierten voluntariamente el
establecimiento del gravamen, estaremos ante una servidumbre voluntaria.
Código civil, artículos 536, 553 a 579, 585, 587, 588, y 594 a 604.

Formas de extinción.
Viene tipificado por el Código Civil en sus artículos 546, 547 y 548, estableciendo
los Modos de Extinguirse las Servidumbres, de esta manera:
1. Por adquirir una sola Persona ambos Predios.
2. Por no usarla durante 20 años
3. Por un estado de Ruina de los Predios que haga que se deje de usar, pero
podrán retomarse si se hace en menos de 20 años.
4. En Servidumbres Temporales o Condicionales, por se cumple el plazo o
condición pactada.
5. Por la renuncia del Predio Dominante.
6. Por acuerdo de ambas partes.
Además, hay 2 características importantes, que son que la forma de prestar la
servidumbre prescribe de la misma manera que la Servidumbre y que si hay varios
Predios Dominantes o personas que la usan, mientras uno la utilice impide la
extinción para los demás.

POSESIÓN CONCEPTO.
La Posesión de Buena Fe. De acuerdo con el Código Civil, un poseedor de buena
fe es aquella persona que adquiere la posesión en virtud de un título o acto
jurídico que le da derecho a poseer, por ejemplo, el contrato de arrendamiento.
También es poseedor de buena fe el que adquiere la posesión en virtud de un
título que está viciado pero que ignora los vicios de ese título.
Por ejemplo, el arrendatario de un automóvil que ignora que celebra el contrato
con una persona que no es ni el propietario del automóvil.
La posesión es un poder que las personas tienen sobre un bien o derecho y en
virtud del cual pueden ejecutar actos materiales sobre los mismos.
Cuando una persona ejecuta actos de goce y disfrute de una cosa se presume
que es el propietario de esa cosa, cuando vemos a una persona manejando un
automóvil presumimos que es el dueño o propietario hasta que no se demuestre lo
contrario.
Pueden poseerse todas aquellas cosas o derechos que no estén fuera del
comercio. La posesión puede adquirirse en virtud de un acto o hecho lícito como
por ejemplo un contrato de comodato o ilícito como en el caso del delito de
despojo.
El derecho de posesión se encuentra protegido por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y alcanza el rango de garantía constitucional al
establecer el artículo 16 que: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la
autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento...”. Es
decir, las personas no pueden ser molestadas en su derecho de posesión de
forma arbitraria.
El derecho de posesión no debe confundirse con el derecho de propiedad, si bien
en virtud de la posesión los bienes o derechos pueden usarse y disfrutarse como
en la propiedad, la diferencia radica en que tratándose de la propiedad además del
derecho de uso y disfrute de la cosa, se tiene un derecho de disposición de la
cosa, lo que no sucede tratándose de la posesión. No toda posesión implica
propiedad.

Características.
1. La Posesión de Buena Fe. De acuerdo con el Código Civil, un poseedor
de buena fe es aquella persona que adquiere la posesión en virtud de un
título o acto jurídico que le da derecho a poseer, por ejemplo el contrato de
arrendamiento. También es poseedor de buena fe el que adquiere la
posesión en virtud de un título que está viciado pero que ignora los vicios
de ese título. Por ejemplo, el arrendatario de un automóvil que ignora que
celebra el contrato con una persona que no es ni el propietario del
automóvil.
2. La Posesión de Mala Fe. La ley dispone que el poseedor de mala fe
adquiere la posesión sin título alguno para poseer. Por ejemplo, aquel cuya
casa colinda con un terreno y lo usa como si fuera de su propiedad, sin
contrato alguno o autorización del dueño del terreno, otro ejemplo, es
poseedor de mala fe la persona que entra en posesión de un inmueble en
virtud de contrato de arrendamiento que celebró con persona que no tenía
capacidad para celebrar el contrato.

Elementos que integran.


Tradicionalmente se han reconocido dos elementos en la posesión: uno material,
llamado corpus y otro psicológico, denominado animus.
CORPUS: el corpus comprende el conjunto de actos materiales que demuestran la
existencia del poder físico que ejerce el poseedor sobre la cosa, para retenerla en
forma exclusiva.
ANIMUS: el segundo elemento de la posesión, de carácter psicológico,
denominado animus, consiste en ejercer los actos materiales de la detención con
la intención de conducirse como propietario, a título de dominio.
Como se adquiere la posesión.
La posesión se adquiere normalmente cuando se reúnen en una misma persona el
animus y el corpus. Este es el caso perfecto de la posesión. En los contratos
traslativos de dominio, cuando hay entrega, y el animus por virtud de la traslación
de la propiedad: tiene en consecuencia la posesión.
Efectos de la posesión. Se refiere a obtener la protección jurídica que
corresponde a este derecho, en las diferentes especies de posesión. Ejemplo: Los
Interdictos. Los efectos de la posesión han generado polémicas doctrinarias.
Para Savign y la posesión no produce sino dos efectos:
1. La posibilidad de protección mediante interdictos posesorios
2. La posibilidad de adquisición del dominio por medio de la usucapión.
Como se extingue.
De conformidad con el Código Civil, la posesión de los bienes se pierde por:
1. Abandono.
2. Cesión a título oneroso o gratuito.
3. Destrucción o pérdida del bien o por quedar éste fuera del comercio.
4. Por resolución judicial.
5. Por despojo, si la posesión del despojante dura más de una año.
6. Por reivindicación del propietario.
7. Por expropiación por causa de utilidad pública.
Por lo que respecta a la posesión de los derechos, el Código Civil dispone que
esta se pierde cuando:
1. Es imposible ejercitarlos.
2. No se ejercen por el tiempo que baste para que queden prescritos.
Bienes objeto de la posesión.
De conformidad con el Código Civil pueden poseerse los bienes muebles e
inmuebles que sean susceptibles de apropiación, es decir, aquellos que no estén
excluidos del comercio ya sea por su naturaleza o por disposición de la ley.
Son bienes muebles aquellos que por su naturaleza pueden trasladarse de un
lugar a otro, por sí mismos o por efecto de una fuerza exterior. Además son bienes
muebles las obligaciones y los derechos o acciones que tienen por objeto cosas
muebles o cantidades exigibles en virtud de una acción personal, las acciones que
cada socio tiene en las asociaciones o sociedades, las embarcaciones, los
derechos de autor y en general todos aquellos que no sean considerados por la
ley como inmuebles.
Los bienes inmuebles son el suelo y aquellos bienes que se encuentran adheridos
al suelo, como las construcciones, las plantas y árboles unidos a la tierra, los
frutos pendientes de esos árboles y plantas unidos a la tierra, en general todo lo
que esté unido da un inmueble de manera fija, de modo que no pueda separarse
sin deteriorar ese inmueble al que están adheridos, los derechos reales sobre
inmuebles, las líneas telefónicas y telegráficas fijas, los animales que formen el pie
de cría en los predios rústicos destinados total o parcialmente al ramo de la
ganadería, así como las bestias de trabajo indispensables para el cultivo de una
finca, entre otros.
Algunos de estos bienes pareciera que son bienes muebles pero el hecho de que
estén unidos a un inmueble de manera fija da lugar a considerarlos por la ley
como bienes inmuebles y recobrarán su carácter de muebles cuando sean
separados del suelo.
Los interdictos.
Es la acción que uno tiene para reclamar en Juicio Sumario la posesión actual o
momentánea que le corresponde sobre alguna cosa. Decimos actual o
momentánea, y no de hecho como dicen algunos, por que la intención del que por
medio del interdicto reclama la posesión no se dirige a la posesión de hecho, o
sea a la simple tenencia de la cosa, sino a la posesión de derecho, esto es, a la
posesión que cree que por derecho tiene o le pertenece.
La denominación de interdicto se ha tomado de los romanos, entre los cuales
antiguamente no significaba esta palabra sino el decreto que bajo cierta formula
pronunciaba el pretor mandando que tuviese interinamente la posesión uno de los
litigantes para evitar o cortar desavenencias y riñas hasta que se juzgase con más
conocimiento sobre la cuestión de propiedad y aun sobre la de mejor derecho a la
posesión.
De manera que interdicto no era más que una sentencia, o por mejor decir, una
providencia interina, “sententia interim dicta”. Justiniano, sin embargo, dice que se
llama así “inter duos dicitur”; y otros muchos aseguran que proviene del verbo
latino interdicere, que significa prohibir o vedar, ya que los primeros interdictos
fueron prohibitorios, ya que por que todos ellos, si bien se analizan, contienen
prohibición tacita o expresa.
“Diose después el mismo nombre a todas las acciones extraordinarias que tenían
por principal objeto terminar sumariamente las cuestiones posesorias,
designándose la demanda con la misma denominación que la providencia o
decisión que se solicitaba; y finalmente, se aplicó también por extensión la
apelación de interdictos a ciertas demandas que recaían sobre la propiedad
misma, pero que tenían con corta diferencia el mismo curso que las acciones
posesorias”. (Pallares Eduardo, Nuevo Tratado de Los Interdictos, Editorial Jus
Semper, México, 1981).
El jurista Antonio de Ibarrola, dice en su obra ya citada, que los interdictos son
acciones provisionales que tienen por objeto proteger la posesión interina de los
bienes inmuebles y derechos reales constituidos sobre los mismos. Se dan tanto
al poseedor originario como al derivado. Nunca prejuzgan sobre la posesión
definitiva, se ocupan simplemente de la posesión interina.
Interdictos de Retener y de Recuperar la Posesión.
Los Interdictos de Retener y de Recuperar la Posesión, solo podrán promoverse
respecto de los bienes inmuebles y de los derechos reales constituidos sobre
ellos.
Los interdictos no prejuzgarán ni procederán sobre cuestiones de propiedad ni de
posesión definitiva; cualquier probanza que se presente en ellos, se considerará
solamente para demostrar la posesión; tampoco podrán acumularse a juicios de
propiedad, plenarios de posesión o en los que se ventile la acción publiciana.
Podrán ejercitarse contra los causantes de la lesión posesoria, sean autores
materiales o intelectuales de ella y contra sus causahabientes universales o
singulares; no proceden en favor de aquél que con relación al demandado poseía
clandestinamente, por la fuerza o a ruego; pero sí contra el poseedor despojante
que transfirió el uso y aprovechamiento del bien por medio de contrato.
Para todos los efectos legales se reputará como nunca perturbado en la posesión
el que judicialmente fue mantenido o restituido en ella mediante resolución dictada
en el interdicto.
Sea cual fuere la sentencia en el interdicto respectivo, ésta llevará siempre la
expresión de que se dicta reservando el derecho al que lo tenga para proponer el
juicio sobre posesión definitiva o petitorio que corresponda.
Interdicto de Retener la Posesión.
Para quien ha sido perturbado en la posesión originaria o derivada, de un
inmueble, o de un derecho real sobre un inmueble, el Código del Estado de
Coahuila, a través del interdicto de retener la posesión, le brinda la oportunidad de
pedir las siguientes acciones:
1. Poner término a la perturbación.
2. Ser indemnizado.
3. Que el demandado garantice no volver a perturbar.
4. Que el demandado sea conminado con multa y arresto para el caso de
reincidencia.
Esta acción se promoverá en contra del perturbador, del que mandó tal
perturbación, contra el que a sabiendas y directamente se aproveche de ella, así
como contra sus sucesores universales y particulares.
Como requisitos de procedibilidad de esta acción el actor tiene la carga de probar:
Que tiene la posesión del bien inmueble objeto del juicio; que la perturbación
consiste en actos preparatorios tendientes directamente a la usurpación violenta o
a impedir el ejercicio del derecho; que se reclame dentro del término de un año a
partir de la fecha de perturbación y que el poseedor no haya obtenido la posesión
de su contrario por fuerza, clandestinamente o a ruego.
El actor deberá iniciar el procedimiento en la vía ordinaria civil y acreditar los
elementos ya referidos; lo anterior, de conformidad con el artículo 682 del Código
Procesal Civil del Estado de Coahuila.El juez de la causa desde el auto admisorio
de la demanda podrá dictar las medidas urgentes que estime necesarias a fin de
mantener las cosas en el estado en que se encuentran al momento de
presentación de la demanda, a menos de que con anterioridad se hubieren
adoptado las providencias y que versan sobre los supuestos de las providencias
cautelares de obra nueva o peligrosa y daño temido.
Es un procedimiento judicial sumario y de tramitación sencilla, cuyo objetivo es
atribuir la posesión de una cosa a una determinada persona física o jurídica frente
a otra, de manera provisional que impidan a una persona disfrutar de la posesión
de un bien.

PRESCRIPCIÓN CONCEPTO.
Es un medio de adquirir bienes o de librarse de obligaciones, mediante el
transcurso de cierto tiempo y bajo las condiciones establecidas por la ley.
El Derecho Romano reconoció una doble regulación de la propiedad. La primera
se estableció en el Derecho Civil, y fue denominada como propiedad quiritaria, y
se exigía el cumplimiento de ciertos requisitos para que pudiera constituirse, tales
como que el sujeto fuera ciudadano Romano; que el bien estuviera en el comercio;
que el inmueble estuviera situado en suelo itálico; y que su transmisión se
realizara en forma solemne, a través de la “Mancipatio” o la “In Iure Cessio”. La
segunda regulación, que fue posterior en tiempo a la del Derecho Civil Romano,
se estableció en el Derecho Honorario, y fue denominada como propiedad
bonitaria, y se configuraba cuando faltaba alguno de los requisitos exigidos por el
Derecho Civil de Roma.
Es una constitución de orden público que extingue la facultad de un acreedor que
se ha abstenido de reclamar su derecho durante determinado plazo legal, a
ejercer coacción legítima contra un deudor que se opone al cobro extemporáneo o
exige la declaratoria de prescripción.

Características.
La prescripción (extintiva o liberatoria) se produce por la inacción del acreedor por
el plazo establecido por cada legislación conforme la naturaleza de la obligación
de que se trate y tiene como efecto privar al acreedor del derecho de exigir
judicialmente al deudor el cumplimiento de la obligación. La prescripción no
extingue la obligación sino que la convierte en una obligación natural, por lo cual,
si el deudor voluntariamente la paga, no puede reclamar la devolución de lo
entregado, alegando que se trata de un pago sin causa.
La usucapión (o prescripción adquisitiva) es un modo de adquirir la propiedad de
una cosa y otros derechos reales posibles mediante la posesión continuada de
estos derechos en concepto de titular durante el tiempo que señala la ley.

Elementos.
Elementos esenciales:
1. Titular de un derecho que permanece inactivo.
2. Transcurso de cierto lapso durante el cual subsiste la inactividad.

Condiciones de la posesión.
La posesión desempeña un papel fundamental en la usucapión, pues es uno de
los presupuestos exigidos en el Código Civil para que la misma pueda ser
apreciada.
Recordemos que la prescripción adquisitiva o usucapión es un modo originario de
adquirir la propiedad de las cosas y demás derechos reales que se encuentra
regulada en los arts. 1.930 y ss. CC. Es una institución que contempla la
posibilidad, por parte de quien posee un bien, de ser finalmente su dueño, siempre
que se cumplan una serie de exigencias legales que varían según se trate de la
prescripción ordinaria o extraordinaria.
El art. 1941 CC precisa los requisitos que la posesión debe reunir para ser apta
para adquirir el dominio por el uso de una cosa: ha de ser en concepto de dueño,
pública, pacífica e ininterrumpida y en este espacio vamos a analizar cada uno de
estos supuestos, exponiendo la interpretación que la jurisprudencia hace de cada
uno de ellos.

Posesión en concepto de dueño.


De acuerdo con la Sentencia del TS de 27 de octubre de 2014 (SP/SENT/783115)
supone la tenencia de una cosa por una persona, o el disfrute de un derecho
unidos a la intención de haber la cosa o derecho como propios.
Es preciso, por tanto, que el poseedor se comporte como dueño de la cosa o
titular del derecho real, actuando como tal frente a la colectividad, siendo
necesario que nadie cuestione dicha situación, ya que si el poseedor que pretende
usucapir actúa por mera tolerancia del dueño de la cosa, sus actos posesorios
serán irrelevantes a los efectos de la usucapión, lo mismo ocurre si posee en otro
concepto distinto de propietario (usufructuario, depositario, precarista,
arrendatario..), esa posesión no aprovecha para adquirir el dominio por usucapión.
Esta actitud externa de titularidad es lo que se conoce como el concepto
posesorio, y una vez más es a la jurisprudencia a quien corresponde delimitar qué
actos revelan posesión en concepto de dueño, sin embargo, no hay una línea
jurisprudencial única a este respecto y depende de las circunstancias concretas de
cada caso que un acto se considere revelador de titularidad o no.

Posesión pública.
O no clandestina, es decir, reconocida por todo el mundo. El poseedor ha de
exteriorizar por actos ostensibles que posee la cosa con una razonable y
permanente publicidad, requisito que resulta imprescindible, porque de otra forma
los interesados no podrían tener conocimiento de los hechos que les perjudican.
Así lo reconoce el TS, sentencia de 11-7-2012 (SP/SENT/692668) cuando
establece que la adquisición de la posesión llevada a cabo de forma oculta y sin
conocimiento de los anteriores poseedores, constituye un vicio insubsanable de la
posesión que le hace inhábil para la usucapión, mientras dicho vicio subsista.

Posesión pacífica.
Debe entenderse como contraria a la violenta, es decir, que no se mantiene por la
fuerza. El art. 444 CC establece que los actos meramente tolerados, y los
ejecutados clandestinamente y sin conocimiento del poseedor de una cosa, o con
violencia, no afectan a la posesión. Como posesión violenta podemos entender
aquella que es discutida judicialmente mediante un procedimiento civil.

Posesión ininterrumpida.
La posesión no debe interrumpirse por alguna de las causas recogidas en los arts.
1943 y ss. del CC, que son las siguientes:
1. Interrupción natural: cuando se cesa en ella durante más de un año (art.
1944 CC). La posesión debe de ser continuada, de manera que, si se
interrumpe antes de su consumación, la usucapión no puede tener lugar,
debiendo volver a contar el tiempo necesario por entero. AP Pontevedra,
Sec. 1.ª, 18-6-2010 (SP/SENT/521498).La posesión natural también cesa
por la pérdida de los requisitos que señala el art. 1.941 CC (posesión en
concepto de dueño, pública, pacífica e ininterrumpida), pues en este caso
se habrá invertido el concepto posesorio, pasando a tener una posesión
natural o mera tenencia no apta para adquirir por usucapión.
2. Interrupción civil: se produce por la citación judicial hecha a poseedor,
aunque sea por mandato de Juez incompetente. (art. 1945). Deja de
producir interrupción la citación judicial en estos supuestos:
a. Si fuese nula por falta de solemnidades legales.
b. Si el actor desiste de la demanda o deja caducar la instancia.
c. Si el poseedor es absuelto de la demanda.
También produce la interrupción civil el acto de conciliación, siempre que dentro
de los dos meses de celebrado se presente ante el Juez la demanda sobre
posesión o dominio de la cosa cuestionada.Carecen de eficacia interruptiva los
actos no enumerados por las leyes como pueden ser las reclamaciones
extrajudiciales (AP Ourense, Sec. 1.ª, de 29-5-2015. SP/SENT/815405) o los
requerimientos notariales.
3. Por último, interrumpe la posesión cualquier reconocimiento expreso o
tácito que el poseedor hiciera del derecho del dueño (art. 1948 CC).
Este reconocimiento presupone una importante mutación en el “animus
posesorio”, en la medida en que el poseedor reconoce el dominio de la cosa en
otra persona, deja de poseer en concepto de dueño, con lo que pierde uno de los
elementos esenciales para la usucapión, al producirse la llamada degradación
posesoria.
El reconocimiento es un acto dispositivo por lo que el poseedor, para poder
efectuarlo válidamente, deberá reunir la capacidad jurídica suficiente, así el menor
de edad y los incapacitados deberán hacerla con la asistencia de sus
representantes legales.

Reglas generales de la prescripción.


Deben ser alegadas, es decir, si quieres aprovecharte de la prescripción debes
alegarla, ya que el juez no puede declararla de oficio. Se puede renunciar a la
prescripción, pero solamente una vez que se haya cumplido, y esta renuncia
puede ser expresa o tácita. Es expresa si renuncias a ella formal y explícitamente,
y es tacita si realizas alguna acción con la que reconoces a un acreedor o dueño,
por ejemplo, si pudiendo alegar la prescripción no lo haces. La prescripción corre
de igual forma para todo tipo de personas.
Inscripción de la posesión.
POSESIÓN: La noción de posesión implica una relación existente entre una
persona y una cosa, ello en la medida que la persona busca la satisfacción de sus
múltiples necesidades sirviéndose del bien que posee, de ahí que el ordenamiento
jurídico le brinda protección con independencia de si se tiene o no, derecho de
poseer la cosa.
De acuerdo a la mencionado Ley, pueden solicitar la inscripción de su derecho de
posesión “Quien esté poseyendo y explotando económicamente un predio rural de
propiedad de particulares en forma directa, continua, pacífica, pública y como
propietario, por un plazo mayor de 5 años,…” (Art. 22 primer párrafo de la Ley).
Corresponde entonces, analizar esta situación fáctica de la acción de inscripción
de posesión, en su contenido y alcance, bajo las exigencias de la norma, por
conllevar desde luego, la inscripción del derecho de acción de inscripción de
posesión, y su consolidación ulterior como propietario, luego del tránsito por la vía
registral.
La acción de inscripción de posesión, se constituye, primero por la concurrencia
de una relación de hecho entre la persona y la cosa, segundo, que esta relación
implica un poder de hecho de la persona sobre la cosa, y tercero que esta persona
ejerce determinados poderes que son inherentes a la propiedad; y en segundo
lugar, el derecho brinda protección jurídica independientemente de si se tiene
derecho o no, a ejercer ese poder de hecho. Pues, puede haber poseedores con
derecho a ella o sin él, de ahí las diferentes formas cómo pueden ser ejercitadas la
posesión.
El poder de hecho existente en virtud de la posesión ejercitada sobre la cosa
permite afirmar su relevancia jurídica con independencia del derecho a su
ejercicio. Diez-Picazo simplifica en unas líneas ejemplificando ello, el derecho “se
fija en la situación jurídica con la cosa. La posesión sería la cara visible de una
moneda cuya otra cara estaría representada por el derecho de donde emana
aquella posesión. El ordenamiento jurídico, al contemplar la posesión, centra su
atención en la cara visible, sin averiguar si la moneda tiene efectivamente otra
cara (el derecho) o se halla en blanco (se posee sin derecho alguno de donde
provenga nuestra posesión)”
La posesión estriba en la cuestión fáctica que se acaba de indicar, pues el
ordenamiento jurídico brinda protección, pero este ejercicio no está del todo
exento de cualquier cuestionamiento, pues puede haber terceros o el mismo
propietario que puede considerarse afectados de no poder ejercitar la posesión,
dado que “en la posesión, se toma en consideración sólo el ejercicio de un
derecho real, pero sin investigar si este ejercicio corresponde a la titularidad de
derecho”; en consecuencia, quien se considere con derecho a la posesión, tenga
que accionar de diferentes maneras, sea por medio de las acciones legales, o por
medio de la perturbación o el despojo, y serán sometidos a la determinación de
quien pueda tener mejor derecho o de quien tenga derecho a poseer,
configurándose así, el ius possidendi, frente a quien posee la cosa, el ius
possessionis; de tal manera que la mera posesión goza en principio de protección,
pero cuando deba dilucidarse el derecho a la posesión, configuraría el derecho de
quien la tenga o quien le venza frente al mero poseedor, por ello, como se dice, un
sector de la doctrina ha calificado a la posesión como “derecho real, siquiera de
energía limitada”.

SUCESIONES.
Es el medio por el que una persona ocupa en derechos el lugar de otra; es decir,
lleva implícita la sustitución de una persona, por cuanto a su titularidad de
derechos y obligaciones, por otra que los adquirirá a falta de la primera. Una
sucesión es el proceso de trasmisión de los bienes de una persona fallecida.
1. Existen dos tipos de sucesiones: Sucesión intestamentaria, es la
regulada por la ley porque la persona que falleció no hizo un testamentario.
Esto podría ir hasta en contra de la voluntad del difunto. Se debe acudir con
un Notario. Si los posibles herederos son mayores de edad y todos están
de acuerdo, el Notario se encargará de llevar el procedimiento. Si los
posibles herederos no son mayores de edad o no están de acuerdo,
deberán llevar un proceso ante un Juez Familiar competente.
2. Sucesión Testamentaria: es la sucesión que reconoce los deseos de la
persona fallecida porque los describe en su testamento. En este caso
deberás ir con un Notario para que se encargue de buscar el testamento y
realices los trámites necesarios para la transmisión de los bienes.
3. Claves del derecho de sucesiones: La sucesión, según la definición que
dan los expertos civilistas, es la “sustitución de una persona en el conjunto
de las relaciones jurídicas transmisibles que correspondía, al tiempo de su
muerte, a otra, o en bienes y derechos determinados que deja el difunto”.
La herencia que deja una persona al fallecer implica, por tanto, todos
aquellos derechos y obligaciones que no se extingan por la muerte.
Es decir, es universal porque comprende tanto el activo como el pasivo del
causante, pero deja fuera aquellos derechos personalísimos, como el derecho a la
vida, a la salud, a la libertad o al honor, entre otros.
La muerte de una persona es el hecho que activa el proceso sucesorio pero la ley
permite, en algunos casos, la transmisión de derechos “inter vivos”, es decir,
recibir bienes o derechos de una persona cuando ésta aún vive.

Ideas generales sobre los conceptos jurídicos fundamentales del


derecho hereditario.
Grandes Partes del Derecho Hereditario. Podemos dividir el estudio del Derecho
Hereditario en cinco títulos que se referirán a los cinco conceptos fundamentales
del Derecho:
1. 1o.-Sujetos del Derecho Hereditario.
2. 2o.-Supuestos del Derecho Hereditario.
3. 3o.-Consecuencias del Derecho Hereditario.
4. 4o.-Objetos del Derecho Hereditario.
5. 5o.-Relaciones Jurídicas del Derecho Hereditario.
En el estudio del Derecho en general se analizan los conceptos jurídicos
fundamentales, conforme a la clasificación siguiente: sujetos, supuestos jurídicos,
consecuencias de derecho, objetos de derecho y relaciones jurídicas.
Es de gran interés científico y técnico aplicar esa clasificación al Derecho
Hereditario, pues a través de los cinco títulos que hemos mencionado se pueden
estudiar todos y cada uno de los temas que comprende esta importante rama del
Derecho Civil.
Salvo los casos de interés público en los que la ley declara la nulidad de las
disposiciones o condiciones testamentarias, podemos afirmar que la voluntad del
testador es la suprema ley en la sucesión testamentaria.
En la sucesión legítima el autor de la herencia sólo interviene como término de
relación para la transmisión a título universal que se lleva a cabo en favor del o de
los herederos.
En ambas sucesiones se extingue, por la muerte, la personalidad del autor de la
herencia, pero al transmitirse su patrimonio a título universal o particular a
herederos y legatarios, evidentemente que debemos considerar al de cujus como
sujeto del Derecho Hereditario.
Desde luego cabe observar que aun cuando los efectos principales del Derecho
Hereditario se producen a partir de la muerte del autor de la sucesión, tratándose
de las testamentarias interviene activamente la personalidad del testador y queda
sujeto a las normas del Derecho Hereditario en todo lo relativo a la facción del
testamento y a la observancia de los elementos de validez que atañen a su
persona en el otorgamiento de ese acto jurídico.
Es así como el testador tiene que sujetarse a todo un conjunto de normas jurídicas
referentes a su capacidad para testar, a las formalidades para otorgar su
testamento, a la licitud en el objeto y fin de las instituciones que haga en favor de
herederos y legatarios, a la validez de las condiciones que pueda imponer a unos
y otros, etc.
En cuanto a la sucesión legítima, el Derecho Hereditario toma también en cuenta
la personalidad del autor de la sucesión y en este sentido se han elaborado
diferentes teorías para explicar que el heredero continúa aquella personalidad y la
representa.
Consideramos falsa esta explicación dado que necesariamente se extingue la
personalidad del de cujus, desempeñando el o los herederos la función concreta
de ser simples continuadores de su patrimonio. Sin embargo, no obstante que
desechamos la ficción relativa a la continuidad de la persona misma del autor de la
herencia, no puede desconocerse que el derecho hereditario toma en cuenta sus
condiciones personales para impedirle testar si es un incapacitado y para
interpretar su voluntad en la sucesión legítima a efecto de tomar a los parientes,
cónyuge supérstite y, en su caso, a la concubina, como personas más avocadas
para recibir los beneficios de la herencia.
Históricamente la sucesión legítima fue anterior a la testamentaria, de aquí que se
haya considerado que en realidad no puede la primera ser una forma de
transmisión que tenga por objeto interpretar la voluntad del autor de la herencia.
Sin embargo, en el Derecho Hereditario moderno se acepta que no obstante la
antelación o prioridad histórica de los intestados con respecto a las
testamentarias, la ley ha organizado la sucesión legítima interpretando o supliendo
la posible voluntad del de cujus.
En aquellos sistemas en donde no se reconoce la libre testamentifacción,
evidentemente que el autor de la herencia desempeña el papel de un sujeto
obligado para respetar la porción hereditaria que necesariamente deba
corresponder a sus parientes consanguíneos.
Nuestro Código Civil de 1870 para el Distrito y Territorios Federales, al consagrar
la institución denominada de la “legítima”, vino a determinar el papel que
desempeña el de cujus como sujeto pasivo del Derecho Hereditario, toda vez que
estaba jurídicamente obligado a respetar las porciones que en diferentes
cantidades deberían corresponder a los hijos legítimos, legitimados, naturales,
espurios y a los ascendientes en su caso.
También el autor de la herencia es sujeto pasivo del derecho hereditario por lo que
se refiere a la obligación que tiene de dejar alimentos a su cónyuge supérstite,
descendientes, ascendientes, colaterales y concubina en los casos, términos y
porciones que determina la ley.
En resumen, queda explicada la diferente función del testador como sujeto activo
del Derecho Hereditario y del autor de la herencia en la sucesión legítima, como
sujeto pasivo de ese derecho.
b). -Un segundo sujeto del Derecho Hereditario está constituido por el
heredero. En su oportunidad determinaremos la función principalísima que
cumple en las testamentarías e intestados. Basta decir por ahora que es un
adquirente a título universal de los bienes, derechos y obligaciones que no
se extinguen con la muerte del de cujus. Su responsabilidad siempre es a
beneficio de inventario, es decir, responde de las deudas de la herencia
hasta donde alcance el valor de los bienes y derechos que integren el
activo de la sucesión. Dada esta función del heredero se convierte en el eje
central de todo el sistema sucesorio, pues continúa todas las relaciones
jurídicas activas y pasivas del de cujus, con el beneficio indicado.
c). -Los legatarios son sujetos del derecho hereditario por cuanto que en su
carácter de adquirientes a título particular reciben bienes o derechos
determinados y asumen una responsabilidad subsidiaria con los herederos
para pagar las deudas de la herencia en el caso de que el pasivo de la
misma sea superior al monto de los bienes y derechos que se trasmitan a
aquéllos. También, cuando toda la herencia se distribuye en legados, los
legatarios serán considerados como herederos.
d). -En cuanto a los albaceas, su personalidad interesa como órganos
representativos de la herencia y ejecutores de las disposiciones
testamentarias.
e). -Los interventores desempeñan un papel de control respecto a ciertas
funciones del albacea y, además, actúan para proteger intereses
determinados de ciertos herederos, legatarios o acreedores de la herencia.
f). - Relativamente a la sucesión se plantea el problema de definir si
constituye una persona moral. A reserva de estudiar en su oportunidad este
tema, desde luego sostenemos la tesis de que en nuestro derecho la
herencia no constituye una persona jurídica, sino una copropiedad
hereditaria. Son los herederos los únicos, como adquirentes a título
universal de todo el patrimonio de la sucesión, quienes representan como
sujetos activos o pasivos, todas las relaciones jurídicas que se referían al
de cujus, exceptuando aquéllas que terminan con su muerte. Por lo tanto,
no es menester crear una nueva personalidad, dado que a los herederos se
imputan a beneficio de inventario todos los derechos y obligaciones
relacionados con la herencia.
g). -Los acreedores de la herencia intervienen como sujetos activos del
derecho hereditario y todas las normas de esta rama tienen por objeto
garantizar el pago dentro de las posibilidades patrimoniales de la sucesión.
Puede decirse que todo el derecho hereditario persigue como finalidad
fundamental la de la liquidación del patrimonio de la sucesión para pagar a
los acreedores de la misma y en el supuesto de que hubiese un remanente,
aplicarlo a legatarios y a herederos. Por este motivo el heredero no puede
adquirir sin que previamente pague las deudas de la herencia hasta el límite
que lo permita el activo. Por la misma razón, el legatario tiene una
responsabilidad subsidiaria con los herederos y para evitar el perjuicio a los
acreedores se dispone que si toda la herencia se distribuyere en legados,
los legatarios serán considerados como herederos por lo que atañe a su
responsabilidad patrimonial y también, en cuanto al beneficio de inventario
que protege a los herederos, para no resultar afectados en la parte insoluta
de las deudas si hubiese un déficit patrimonial en la herencia.
h). -Los deudores de la herencia desempeñan un papel de sujetos pasivos,
sin que puedan valerse, para disminuir su responsabilidad patrimonial, de la
circunstancia relativa a la muerte del autor de la sucesión. A dichos
deudores no les puede beneficiar ese acontecimiento, pues se mantiene
idéntica su obligación y su responsabilidad. Sólo en aquéllos deberes
jurídicos que no tengan contenido patrimonial, la muerte del pretensor
vendrá a extinguir la relación jurídica de que se trate, tal como ocurre en las
obligaciones adquiridas por una persona en razón de la patria potestad, de
la tutela, del parentesco o del matrimonio.

PARTES DEL DERECHO HEREDITARIO.


El Derecho de Sucesiones está integrado por un conjunto de normas que
contienen las reglas para ordenar la sucesión mortis causa, así como para
solventar los conflictos que se suscitan entre los herederos como consecuencia de
la transmisión y posterior reparto de los bienes y derechos del causante.
Destino que se le van a dar a los bienes del difunto o causante. Se determina el
ámbito de actuación de la autonomía de la voluntad, las normas imperativas que
sean necesarias y las normas dispositivas que suplirán la voluntad del causante,
en caso de no existir testamento.
Requisitos de validez del testamento, con la finalidad de asegurar que lo que
aparezca en él sea realmente la voluntad del testador.
Los trámites necesarios para el reparto del caudal relicto.Personas intervinientes:
1. Causante: persona que transmite su patrimonio por causa de su fallecimiento.
2. Testador: es el causante que dicta testimonio o testamento.
3. Heredero o causahabiente: persona o conjunto de personas que reciben el
patrimonio del causante.
4. Legatario: persona que recibe determinados bienes individuales del causante,
pero no una cuota de la herencia.
5. Albacea: es el encargado por un testador o por un juez de cumplir la última
voluntad del causante y custodiar sus bienes.

Sujetos del derecho hereditario.


El sujeto principal es el que se muere, el de cujus, que significa aquel de cuya
sucesión se trata “Is de cujus succesione agitur”. Es el autor de la sucesión o autor
de la herencia. Estos sujetos deben definirse, a pesar de que los juicios en materia
familiar son distintos a los de las demás materias, pues entre los sujetos no hay
contendientes.
Ante el deceso de un sujeto, quien ha declarado como heredero en su testamento
su “cónyuge supérstite” o cónyuge que sobrevive; ésta última sería sujeto del
derecho hereditario, aun cuando, como se aprecia, no tuviere contendiente alguno.

Supuestos del derecho hereditario.


Son todas aquellas hipótesis normativas de cuya realización dependerá que se
produzcan las consecuencias que regula el citado ordenamiento y que pueden
consistir en la creación, transmisión, modificación o extinción de derechos,
obligaciones, sanciones o situaciones jurídicas concretas. Los tratados de derecho
civil no han sistematizado el estudio de los supuestos del derecho hereditario, toda
vez que tratan de ellos en forma desordenada y sin método alguno.
Dado el programa que nos hemos impuesto y que consideramos el más adecuado
tanto desde el punto de vista de la teoría general del derecho, cuando de la lógica
jurídica y de la pedagogía, trataremos de sistematizar el estudio de los supuestos
jurídicos del derecho hereditario, haciendo las siguientes distinciones:
1. Supuestos comunes a las testamentarías e intestados.
2. Supuestos especiales de las testamentarías.
3. Supuestos propios de los intestados.
Ruggiero distingue bajo el nombre de- “condiciones de la delación, legítima”, los
supuestos de la sucesión intestada y bajo la denominación de condiciones o
supuestos de la delación testamentaria, los supuestos específicos de las
testamentarias No hace una clasificación especial para los supuestos comunes a
testamentarias e intestados, pero distingue y estudia en el capítulo XXIX algunos
de dichos supuestos.
Por este motivo trata de los siguientes temas:
1. De la sucesión por causa de muerte.
2. De la apertura de la sucesión y de la delación hereditaria.
3. De la adquisición, aceptación y renuncia cíe la herencia.
En la enumeración que antecede no se comprenden todos los supuestos comunes
a las testamentarías e intestados, pues además de la muerte del autor de la
herencia con las consecuencias jurídicas relativas a la apertura y a la aceptación,
adquisición y renuncia de la herencia, deben mencionarse el reconocimiento o
declaración de herederos, la capacidad para heredar, que Ruggiero estudia en
otro lugar, la incapacidad para ese efecto, con su consecuencia relativa a la
caducidad del derecho del heredero o del legatario, y la administración,
liquidación, y participación de la herencia.
En cuanto a los supuestos propios de las testamentarías, el autor mencionado
comprende los siguientes:
1. Capacidad para testar y recibir por testamento.
2. Limitaciones impuestas a la libertad de testar.
3. El testamento y sus formas.
4. Contenido del testamento.
5. Institución de heredero.
6. Sustitución de heredero.
7. Legados.
8. Revocación e ineficacia de las disposiciones testamentarias.
9. Ejecutores testamentarios.
En la citada enumeración se mezclan supuestos de la sucesión testamentaria con
otros problemas, como son los relativos a la ineficacia de las disposiciones
testamentarias y a la designación de albaceas. Aun cuando la institución de
herederos y la de legatarios pueden considerarse como supuestos por las
consecuencias que producen, hemos creído conveniente tratar de estas materias
a propósito de los sujetos del derecho hereditario, es decir, de los herederos,
legatarios y albaceas.
Las distintas ineficacias de las disposiciones testamentarias, como sanciones
jurídicas, deberían estudiarse en el capítulo consagrado a los objetos del derecho
hereditario, toda vez que en tal determinación comprendemos los derechos, las
obligaciones y las sanciones que regula ese ordenamiento; pero para no dividir la
materia, las analizaremos en este título.
Según lo expuesto, trataremos de los siguientes supuestos propios de las
testamentarías:
1. Del testamento y sus causas de nulidad.
2. Modalidades de los testamentos.
3. De la libre testamentifacción.
4. Formalidades de los testamentos.
5. De la caducidad hereditaria y la substitución de herederos.

Consecuencias.
Consecuencias de Transmisión:
1. El contrato:
a. Es una sola forma de transmisión a título particular.
b. El supuesto jurídico es el acuerdo de voluntades para transferir la
propiedad en forma unilateral o bilateral.
c. El contrato es un acto de transmisión entre vivos.
2. El contrato y el testamento:
a. Son formas de transmisión a título particular.
b. Son formas de constitución de derechos reales y personales.
c. Instituciones Europeas semejantes al patrimonio familiar.
d. De lo contrario será nulo (inoponible).
e. Se caracteriza por tener un órgano de representación, el albacea.
Del patrimonio familiar. Al solo poder ser constituido por la casa habitación o
parcela cultivable, más que un patrimonio como universalidad jurídica, se podría
decir que sólo consiste en el derecho de propiedad sobre un inmueble.
Artículo 1270.El heredero preterido tiene derecho de pedir la nulidad de la
partición. Decretada ésta, se hará una nueva partición para que reciba la parte que
le corresponda.
Nulidad: Un heredero preterido no es más que la falta de consentimiento de todos
los herederos por esto se vuelve nulo el acto. La nulidad absoluta se presenta en
los casos de ilicitud en el objeto, motivo, fin o condición del acto La nulidad relativa
en los casos de incapacidad de ejercicio, error, dolo, violencia, lesión e
inobservancia.
Relaciones jurídicas del derecho hereditario.
Relaciones de los acreedores hereditarios entre sí. Los acreedores
hereditarios pueden ser comunes o preferentes; asimismo, puede darse el caso de
concurso de la sucesión o del de cujus antes de su muerte.
Para el caso de concurso, el albacea pagará de la siguiente manera:
1. Acreedores privilegiados. (Créditos fiscales, hipotecarios, por indemnización
y créditos de alimentos de la viuda y de sus hijos)
2. Créditos preferentes sobre determinados bienes.
3. Acreedores de primera, segunda, tercera, cuarta y quinta clase.
Relaciones de los acreedores de la herencia con el o los interventores. Los
acreedores están facultados para ocurrir al interventor a efecto de que el albacea
cumpla con sus obligaciones.
Relaciones de los albaceas con los acreedores de la herencia. Los acreedores
hereditarios están facultados para exigir directamente al albacea que tome todas
las providencias necesarias para la garantía y pago de sus créditos.
No existe una relación jurídica directa, pero sí indirecta u oblicua, pues para el
caso de que el albacea en representación de los herederos, o estos últimos
descuidaren exigir el pago a los deudores hereditarios, podrán los acreedores
substituirse al albacea o a los herederos.
Relaciones de los albaceas y los deudores de la herencia. El albacea en
representación de la sucesión, debe proceder al cobro de los créditos existentes a
favor de la herencia.
Relaciones de los legatarios con los deudores de la herencia. Estas
relaciones pueden presentarse en dos casos:
1. Cuando el testador deja al legatario un crédito.
2. Cuando toda la herencia se distribuye en legados.
Relaciones de los albaceas entre sí. Los albaceas mancomunados deben ejercer
el albaceazgo de común acuerdo.
Los albaceas sucesivos ejercerán por cada uno de ellos, en el orden que son
designados.
El albacea general está obligado a entregar al ejecutor especial las cantidades o
cosas necesarias para que cumpla la parte del testamento que estuviere a su
cargo. (Relación entre albacea universal y ejecutor especial)
1. Relaciones de los herederos entre sí.
a) Los herederos adquieren derecho a la masa hereditaria como a un
patrimonio común, mientras no se hace la división.
2. Relaciones de los herederos con los acreedores de la herencia.
b) Cada heredero puede disponer del derecho que tiene de la masa
hereditaria, pero no de las cosas que forman la sucesión.
c) Para la venta de los derechos que tenga cada heredero, se respetará
el derecho del tanto.
Siendo los herederos causahabientes a título universal del patrimonio sucesorio, a
beneficio de inventario, se convierten en deudores de los acreedores del difunto,
pero hasta el límite que lo permita el activo de la herencia.
d) Entre los herederos existe la obligación de abonarse recíprocamente
las rentas y frutos que cada uno hubiere recibido de los bienes
hereditarios, así como pagarse los gastos útiles y necesarios que
hubieren hecho.
Relaciones de los herederos con el o los albaceas. También existe la
obligación de indemnizarse entre sí por los daños causados a los bienes de la
herencia
El albacea mantiene relación jurídica con los legatarios, para el efecto de no
permitir la substracción de los legados, sino hasta que hayan sido liquidadas las
deudas de la herencia o garantizados los distintos créditos a cargo de la misma.
Relaciones jurídicas entre los herederos y el interventor de la herencia. Entre
herederos y albaceas existen las mismas relaciones que mediante entre acreedor
y deudor, pero creando derechos y obligaciones recíprocos.
Relaciones de los herederos con los legatarios. El interventor solamente
desempeña un papel auxiliar del heredero o herederos inconformes en la
designación de albacea, para el solo efecto de vigilar el exacto cumplimiento del
albaceazgo.
Relaciones de los herederos con los deudores de la herencia. Sólo en el caso
de que TODA la herencia se distribuya en legados, podrá originarse una relación
indirecta entre el interventor los legatarios, pues al considerarse a éstos como
herederos, procederán a la designación de albacea por mayoría de porciones.
Relación de los legatarios entre síSe divide en 2:
a) La 1a., se constituye cuando el legado es a cargo de un heredero o
de las masas hereditaria. (De crédito, de gravamen y de dominio).
b) La 2a., se presenta para el caso de responsabilidad subsidiaria de
los legatarios cuando los bienes dejados a los herederos no
alcancen para paga las deudas del de cujus.
Los herederos se convierten en acreedores de los deudores hereditarios, pero
corresponde al albacea exigir el pago de las obligaciones respectivas.
No tienen relación entre sí, a menos que TODA la herencia se distribuya en
legados, pues se consideran como herederos.
Relación entre los legatarios y los acreedores de la herencia. Los legatarios
responderán frente a los acreedores de la herencia a beneficio de inventario y en
proporción a la cuantía de sus legados.

DEL AUTOR DE LA HERENCIA.


A la persona que fallece y hereda su patrimonio, se le conoce dentro del
procedimiento respectivo como autor de la herencia o “de cujus”. Una vez que esto
ocurre, el patrimonio del “de cujus” se conoce como acervo hereditario. Este se
determina mediante un inventario que deberá presentarse dentro del juicio en que
se demande la herencia.
El testador o autor de la herencia es la persona que dispone de sus bienes y
derechos, y declara o cumple deberes para después de su muerte.

¿Quiénes pueden ser testadores?


Pueden ser testadores todas las personas a quienes la ley no les prohíba de forma
expresa el ejercicio del derecho a testar

Papel que juega como sujeto del derecho hereditario.


Los acreedores de la herencia intervienen como sujetos activos del derecho
hereditario y todas las normas de esta rama tienen por objeto garantizar el pago
dentro de las posibilidades patrimoniales de la sucesión. Puede decirse que todo
el derecho hereditario persigue como finalidad fundamental la de la liquidación del
patrimonio de la sucesión para pagar a los acreedores de la misma y en el
supuesto de que hubiese un remanente, aplicarlo a legatarios y a herederos. Por
este motivo el heredero no puede adquirir sin que previamente pague las deudas
de la herencia hasta el límite que lo permita el activo.
Por la misma razón, el legatario tiene una responsabilidad subsidiaria con los
herederos y para evitar el perjuicio a los acreedores se dispone que si toda la
herencia se distribuyere en legados, los legatarios serán considerados como
herederos por lo que atañe a su responsabilidad patrimonial y también, en cuanto
al beneficio de inventario que protege a los herederos, para no resultar afectados
en la parte insoluta de las deudas si hubiese un déficit patrimonial en la herencia.
Los deudores de la herencia desempeñan un papel de sujetos pasivos, sin que
puedan valerse, para disminuir su responsabilidad patrimonial, de la circunstancia
relativa a la muerte del autor de la sucesión. A dichos deudores no les puede
beneficiar ese acontecimiento, pues se mantiene idéntica su obligación y su
responsabilidad. Sólo en aquéllos deberes jurídicos que no tengan contenido
patrimonial, la muerte del pretensor vendrá a extinguir la relación jurídica de que
se trate, tal como ocurre en las obligaciones adquiridas por una persona en razón
de la patria potestad, de la tutela, del parentesco o del matrimonio.

Función del autor de la herencia en la sucesión legítima.


En primer término se alude al autor de la herencia, dado que éste desempeña un
papel activo como testador al dictar sus disposiciones de última voluntad,
asumiendo en este sentido la función de un legislador respecto de su patrimonio.
Salvo los casos de interés público en los que la ley declara la nulidad de las
disposiciones o condiciones testamentarias, podemos afirmar que la voluntad del
testador es la suprema ley en la sucesión testamentaria.
En la sucesión legítima el autor de la herencia sólo interviene como término de
relación para la transmisión a título universal que se lleva a cabo en favor del o de
los herederos.
En ambas sucesiones se extingue, por la muerte, la personalidad del autor de la
herencia, pero al transmitirse su patrimonio a título universal o particular a
herederos y legatarios, evidentemente que debemos considerar al de cujus como
sujeto del Derecho Hereditario.
Desde luego cabe observar que aun cuando los efectos principales del Derecho
Hereditario se producen a partir de la muerte del autor de la sucesión, tratándose
de las testamentarias interviene activamente la personalidad del testador y queda
sujeto a las normas del Derecho Hereditario en todo lo relativo a la facción del
testamento y a la observancia de los elementos de validez que atañen a su
persona en el otorgamiento de ese acto jurídico.
Es así como el testador tiene que sujetarse a todo un conjunto de normas jurídicas
referentes a su capacidad para testar, a las formalidades para otorgar su
testamento, a la licitud en el objeto y fin de las instituciones que haga en favor de
herederos y legatarios, a la validez de las condiciones que pueda imponer a unos
y otros.
En cuanto a la sucesión legítima, el Derecho Hereditario toma también en cuenta
la personalidad del autor de la sucesión y en este sentido se han elaborado
diferentes teorías para explicar que el heredero continúa aquella personalidad y la
representa. Consideramos falsa esta explicación dado que necesariamente se
extingue la personalidad del de cujus, desempeñando el o los herederos la función
concreta de ser simples continuadores de su patrimonio.
Sin embargo, no obstante que desechamos la ficción relativa a la continuidad de la
persona misma del autor de la herencia, no puede desconocerse que el derecho
hereditario toma en cuenta sus condiciones personales para impedirle testar si es
un incapacitado y para interpretar su voluntad en la sucesión legítima a efecto de
tomar a los parientes, cónyuge supérstite y, en su caso, a la concubina, como
personas más avocadas para recibir los beneficios de la herencia.
Históricamente la sucesión legítima fue anterior a la testamentaria, de aquí que se
haya considerado que en realidad no puede la primera ser una forma de
transmisión que tenga por objeto interpretar la voluntad del autor de la herencia.
Sin embargo, en el Derecho Hereditario moderno se acepta que no obstante la
antelación o prioridad histórica de los intestados con respecto a las
testamentarias, la ley ha organizado la sucesión legítima interpretando o supliendo
la posible voluntad del de cujus.

DIVERSOS SISTEMAS COMO ADQUIRIENTE A TÍTULO


UNIVERSAL, MODALIDADES.
La sucesión a título universal que abarca la totalidad de los bienes patrimoniales
por el de cuius o en una alícuota de éste y La sucesión a título particular o singular
que comprende la transmisión de sólo una parte del conjunto patrimonial del
causante, específicamente determinado en su especie y en su género.
Adquisición a título universal es aquella por la cual se transfiere el patrimonio,
como universalidad jurídica, o sea, como conjunto de derechos y obligaciones,
constituyendo un activo y un pasivo. La forma de adquisición a título universal
reconocida en nuestro derecho es la herencia, ya sea legítima o testamentaria
cuando en esta última se instituyen herederos.
Se considera heredero universal a la persona que no se le haya designado una
cuota de la herencia, es decir, que en el testamento no se le haya asignado un
bien, propiedad o cuota específica, siendo un heredero de una cantidad
indeterminada que se determinará según lo que disponga la ley.
Los herederos universales son obligados a las cargas testamentarias, es decir, las
obligaciones que origina el testamento.
Entonces a la persona que no se le denomine en el testamento de la siguiente
manera: «sea fulano, mi heredero o dejo mis bienes a fulano, se considera un
heredero a título universal, es decir, que no se le deja una cosa en específico.
Siendo la herencia un conglomerado de derechos y obligaciones que trasmite una
persona al momento de su muerte a sus herederos, se hereda a título universal
cuando se heredan todos estos derechos y obligaciones de igual manera.
A diferencia de las asignaciones a título singular en las cuales los herederos no
tienen más derechos ni obligaciones que las que se le confieran o se las imponga
el testador, en la asignación a título singular a los herederos se les denomina
legatarios.

DE LOS LEGATARIOS.
La persona que adquiere los bienes a título particular y por lo tanto debe
especificarse el bien que se va a dejarEl legatario es un sucesor testamentario a
título particular, es decir, que solo puede recibir bienes o derechos concretos y
determinados.
El legatario es un sucesor testamentario a título particular, que solo puede recibir
bienes por testamento. Esta figura está regulada por el Código Civil en su artículo
660 y en los artículos 858 y siguientes que hacen referencia a los legados.
Debe diferenciarse del heredero, sin embargo, una misma persona puede
desempeñar los dos papeles. Para que exista un legatario, debe haber
testamento, por lo que la figura no es posible en una sucesión abintestato.
Por otra parte, el legatario debe cumplir con ciertas obligaciones, tanto en relación
con los bienes que recibe como respecto de los herederos legitimarios.

Que son los legados.


Es la forma en la que una persona fallecida (testador) deja reflejada en su
testamento la transmisión de sus bienes o derechos a una o varias personas, que
reciben el nombre de legatarios.

Materia de legados.
Concretamente en el derecho de sucesiones, el legado tiene una importancia
fundamental de cara a determinar la naturaleza de la sucesión de bienes o
derechos patrimoniales en un testamento: el legado recae sobre figuras distintas a
los herederos naturales.

De la entrega de la cosa legada.


El legatario tiene derecho a la cosa legada desde el fallecimiento del testador,
pero si en ese momento no tiene la posesión de la cosa legada, debe pedir la
entrega del legado al heredero o al albacea.
El legatario no puede apoderarse de la cosa legada, aunque fuera específica y
propia del testador, ni está autorizado para pedir la inscripción a su nombre fuera
de causas excepcionales, ni adquiere en absoluto dominio cuando muere el
testador, sino que es titular de un derecho subordinado a la liquidación de la masa
hereditaria.
La entrega constituye un requisito complementario para la efectividad del legado,
al mismo tiempo que una circunstancia «sine qua non» para el legatario que
quiera disfrutar por sí mismo de la cosa legada.
Antes de proceder a la entrega del legado, debe realizarse la liquidación y
partición de la herencia, pues ésa es la única forma de saber si se encuentran
dentro de la cuota de la que puede disponer el testador por no perjudicar la
legítima de los herederos forzosos.

Legados nulos.
El legado puede ser inválido, ante todo, por vicio de forma o vicio de la voluntad en
el testador, o por defecto de capacidad en los sujetos o en el objeto. Cuando a un
legado le falta algún requisito para su validez, éste es nulo ab initio. El legado que
es nulo de inicio es nulo para siempre: “quod ab initio vitiosum est non potest
tractu temporis convalescere.”
Distinguiendo entre la invalidez, basada en motivos intrínsecos y la ineficacia por
motivos extrínsecos, serán nulos los legados en el supuesto de que el testador
ignorase que la cosa legada era ajena, salvo que lo adquiera con posterioridad al
otorgamiento del testamento (art. 862 CC) y serán igualmente nulos los legados
de cosas que están fuera del comercio (art. 865 CC).

Beneficios de los legados.


Protege a los herederos.
La herencia se divide de la siguiente forma:
1. El tercio de legítima: se reparte entre hijos e hijas a partes iguales.
2. El tercio de mejora: la persona testadora tiene cierta disponibilidad sobre
esta parte a la hora de adjudicarla. Se debe repartir también entre la
descendencia, pero no necesariamente a partes iguales.
3. El tercio de libre disposición: la persona testadora puede dejárselo a
quien quiera, sea familiar o no, y pudiendo ser una persona jurídica. Sobre
esta parte puede decidir con absoluta libertad. Y, si así lo desea, dejar un
Legado Solidario a una o varias ONG.

Extinción de los legados.


Los legados podrían quedar sin efecto en alguno de los siguientes casos:
1. El testador transforma el objeto del legado. Si la cosa legada ha sido
transformada por el testador, de tal modo que deja de guardar su
denominación o forma original, el legatario no podrá tomar posesión de
este.
2. El testador vende o cede el objeto del legado. Si la cosa legada ha sido
objeto de venta o cesión por parte del testador de forma total o parcial, el
legatario ya no tendrá derecho alguno de propiedad sobre ella.
3. El objeto del legado se extingue. Si la cosa legada muere o se extingue
mientras el testador aún vive, o tal acontecimiento sucede tras la muerte del
testador y sin que el heredero haya intervenido, el legatario carecerá de
todo derecho de propiedad sobre la cosa legada.
Un legado es la manera que tiene una persona de dejar, libremente y a título
póstumo, alguna parte de sus bienes patrimoniales a una o varias personas
distintas de sus herederos legítimos.
DE LA PERSONALIDAD DE LA SUCESIÓN EN EL
DERECHO MEXICANO.
La ley concede a toda persona física con capacidad, el derecho de disponer de
sus bienes para después de su muerte y, para ello, le entrega diversos
instrumentos que expresen su voluntad, decisión que podrá modificar o revocar
hasta el último momento de su vida.
La personalidad es una creación del Derecho y se manifiesta en la capacidad para
ser titular del conjunto de derechos y obligaciones atribuidos a un mismo ente y
determina su capacidad para relacionarse jurídicamente. De ahí que dentro de la
personalidad podamos diferenciar dos tipos de capacidades, la capacidad de goce
y la capacidad de ejercicio.
En México, el régimen jurídico tiene dos tipos de sucesiones. La legítima, es
cuando no se deja testamento, cuando la persona muere intestada. Y la
testamentaria. Es la que se inicia cuando una persona, al morir, deja su última
voluntad contenida en un testamento, comentó Jacaranda Martínez, catedrática de
la Facultad de Derecho de la Barra Nacional de Abogados.

La sucesión testamentaria.
La sucesión testamentaria contiene la última voluntad de la persona fallecida,
donde dispone en vida la forma en que van a disponer de sus bienes a su muerte.
Según el despacho Asesoría y Gestoría Jurídica Integral, dentro de esta figura de
la testamentaría se pueden encontrar dos figuras para acceder a los bienes de
una persona. La primera es por medio del heredero y la otra es la del legatario.
El heredero es quien hereda a título universal todos los bienes del finado. El
legatario se queda con el bien asignado por el testador. La especialista ejemplificó:
Dejo como heredero universal a mi hijo y dejo a mi hermano como legatario de mi
reloj.
Los testamentos más usados son el público abierto, que se realiza ante un notario
público y el hológrafo, que se hace de puño y letra.
El hológrafo es una carta. Pide la ley que se haga frente a dos testigos, quienes lo
firmarán y posteriormente depositarán al Archivo General de Notarías.

La sucesión legítima.
La sucesión legítima es la más común. Esta sucesión se da en caso de que una
persona muera intestada, por lo que lo heredado se tiene que dar en una línea de
tronco común.
Si una persona muere intestada, le corresponderá la herencia al hijo, al cónyuge, a
los padres, hermanos y parientes colaterales hasta el cuarto grado. En caso de
que falten todos ellos, hereda el Sistema DIF del DF y en cada entidad, según lo
que marque su código local, aseguró Jacaranda Martínez.
Cerca de 65% de las sucesiones son legítimas, porque la mayoría de la gente no
se toma el tiempo de hacer un testamento, destacaron especialistas del despacho
Asesoría y Gestoría Jurídica. Los especialistas coincidieron en que una sucesión
testamentaria puede ser tan complicada como la gente quiera y puede resolverse
en caso de que todos estén de acuerdo (sucesión testamentaria) hasta en seis o
siete meses, pero si es una sucesión
legítima, hay casos que llevan más de medio siglo sin resolverse.

UNIDAD II. USUFRUCTO Y OTRAS FIGURAS A FINES.


CONCLUSIÓN.
El testamento es un acto jurídico que tiene elementos que lo fortalecen, como
figura transmisora de derechos y obligaciones del de cujus a su muerte, resultado
del devenir histórico que ha afianzado su importancia en nuestro sistema jurídico,
además de que se han incorporado a él, elementos o figuras que incrementan su
tuerza, pero también algunas otras que por tratar de hacer más expedito el
otorgamiento de disposiciones para después de la muerte se han eliminado
formalismos para su otorgamiento, disminuyendo con ello la seguridad jurídica en
su otorgamiento y ejecución las cuales sé que se pueden considerar debilidades
del mismo.
El testamento como parte fundamental de nuestro sistema jurídico es resultado de
la naturaleza misma del hombre, el cual siempre busca trascender ya sea a través
de sus descendientes, de sus ideas o de su patrimonio, como podemos observar
su paso en la historia, desde el derecho romano que en sus distintas etapas,
contempló y legisló en materia de testamento como factor de trascendencia y
seguridad jurídica, creando modalidades para épocas de paz y de guerra de
acuerdo a las necesidades establecidas para ese tiempo. Esta idea pragmática del
testamento lo vemos en su desarrollo en las distintas sociedades, incluido el
devenir histórico de México.El testamento desde el punto de vista histórico-jurídico
ha sido el punto de partida para el establecimiento de figuras afines a él, que sin
representarlo como tal, si coadyuvan a la finalidad del mismo, como lo son:
La Donatio Mortis Causa del derecho Romano. La estipulación a favor de tercero,
que es una figura completamente distinta al testamento ya que la primera es un
contrato y el segundo un acto unilateral.
1. El contrato de seguro de vida a favor de tercero beneficiario.
2. El beneficiario designado en los contratos instrumentados por el
INFONAVIT.
3. Testamento Agrario.
La institución jurídica del testamento da una situación jurídica de seguridad y
credibilidad, resultado de la fortaleza que le otorga una legislación producto del
devenir histórico del derecho, además de que se sustenta en instituciones como el
Notariado, el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, del Archivo General
de Notarias y del nuevo Registro Testamentario Nacional, por lo que dentro de la
crisis de credibilidad, el testamento da certeza al hacedor del mismo, que su
voluntad será respetada como su última única y legitima voluntad, situación que se
debe cuidar para que su verdadero fin no se desvirtúe o se vea afectado. Es
importante señalar que este testamento se creó para solucionar de manera más
eficaz los problemas de la tenencia de la tierra, pero en nuestro concepto debe ser
replanteada esta figura debido a que presenta a un gran número de defectos que
pueden propiciar mayores problemas de los que pueda solucionar.

También podría gustarte