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Leonardo Duarte Barajas 2180894

J.H. Andrés Arango Riaño 2180767

¿QUÉ SIGNIFICA PENSAR Y HACER DESDE LA LIBERACIÓN DEL SUJETO Y LA


PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA?

Primero, para abordar el tema debemos preguntarnos qué significa pensar desde la
liberación, el momento primero en el pensamiento de todo individuo debe ser
autoconsciente, es decir, debe darse cuenta de su propia realidad social y definir si está
libre o si está atado a algo, y si quiere modificar esa realidad; quizá es una forma fácil de
despertar conciencia de clases, saber si somos libres, si tenemos ventajas, o si es que
estamos atados y la vida se nos dificulta más que al resto; entender nuestro lugar de
cautivos nos hace posible pensar en la liberación, quien es libre no piensa en liberarse,
quien es privilegiado no piensa en los privilegios; por ésto nosotros como pensadores
periféricos podemos hacer una observación del todo global, al ser los excluidos podemos
mirar afuera del sistema, y sin duda afuera lo único posible es la libertad, pensar desde la
liberación entonces significa pensar desde afuera del todo.
Para hacer hay que decidir, y para decidir hay que pensar, entonces la praxis es un
consecuente subsiguiente al acto de reconocerse como ser limitado y luego pensar desde la
periferia y desde afuera, pensar desde la libertad.
Aunque seamos libres del pensamiento no somos libres del actuar, es necesario entonces
hacer nuestra libertad material, una vez liberada nuestra mente, nuestra esencia, hay que
liberar el objeto, el cuerpo, y ésto sólo se consigue haciendo, el acto más revolucionario y
liberador es la independencia, pero ésta no puede ser una independencia del mundo, ya
que somos seres sociales, entonces la independencia del sistema colonial no es individual,
es colectiva, puesto que de lo general viene lo particular, es de la comunidad de donde
salen los individuos, entonces pensar y hacer desde la liberación implica reconocernos
como sujetos en una sociedad, reconocer que nuestro cuerpo está atado, y hacer para la
liberación colectiva, pues la mera liberación individual es estéril, ya que no es liberación,
huir del mundo no es liberarnos, enfrentar al mundo y vencer, éso es la verdadera libertad.

Entendiendo ésto, la liberación colectiva también es una liberación de la naturaleza, pues


ésta está antes y nos es necesaria, de ella se desprenden los seres vivos, sin naturaleza no
hay vida, y sin vida no se puede ejercer libertad, por lo que una liberación colectiva requiere
una liberación de la naturaleza.

Volvamos al principio, libres o atados, el reconocimiento de nuestra realidad material nos


lleva a preguntarnos el porqué, por qué estamos atados, Freud asumía que las partes del
individuo son 3, una parte primaria e instintiva, el alma concupiscente como le diría Platón,
el Id; luego la parte social que lucha por controlar al Id, ese ser creado o impuesto por la
cultura, el ideal del sujeto, el ideal que somete nuestros instintos primarios y nos hace seres
aptos para vivir en sociedad, el súper yo, y luego el resultado de esa disputa es el yo, la
mezcla entre los instintos primarios y los deberes sociales, entonces nosotros en nuestra
esencia somos el resultado de 2 factores que no controlamos, nuestro factor biológico, no
elegimos ser humanos, y nuestro factor cultural, no elegimos nacer en nuestra cultura,
entonces desde el nacimiento estamos atados por dos factores, tanto el biológico como el
cultural, lo biológico es casi imposible cambiarlo, sin embargo, lo cultural sí es modificable,
entonces para hacer desde la libertad y para la liberación colectiva es necesario modificar la
cultura hegemónica.
Una vez entendido que estamos determinados y atados, hay que preguntarnos qué o quién
nos ata, indudablemente la cultura es un imaginario colectivo que en nuestro caso nos fue
impuesto por el colonialismo, el sentido eurocéntrico del mundo, y la historia del mismo,
narrada desde el hombre blanco, para el hombre blanco y por el hombre blanco;
indudablemente la cultura sirve a unos propósitos de clase, podemos ver a lo largo de la
historia que la lucha de clase siempre existió, algunos nacían en familias libres, y otros
nacían en familias determinadas, como la historia nos cuenta las relaciones de poder nunca
desaparecieron, sólo se traspasaron a otra clase social.

Sabiendo quiénes y cómo nos someten (Cultura), es necesario pensar en cómo liberarse,
como las formas de sometimiento en los países tardocolonizados periféricos es distinta, el
método de liberación debe pensarse desde Latinoamérica, entonces lo primordial es
enfrentar el discurso hegemónico de la clase dominante para así buscar una liberación
material, Gramsci hablaba de crear una contrahegemonía, en sentido estricto un consenso
contra el sentido común e imaginario de la modernidad, el problema de pensar desde la
periferia es que indudablemente se piensa desde un lugar colonizado, por lo que en
nuestras reflexiones no podemos evitar ciertas predisposiciones y prejuicios, el jurista
Zaffaroni nos demuestra cómo las corrientes críticas que nacen en Europa, escuela de
Frankfurt especialmente, responden a una necesidad en un contexto cultural específico, por
ésto es necesario pensar críticamente desde Latinoamérica y no desde Europa, ya que los
contextos socioculturales son distintos, por ejemplo el capitalismo productivo que Marx
criticó es muy diferente al capitalismo financiero del que hoy somos presos, y aún más, el
capitalismo financiero afecta de manera diferente a los países centrales (Post-Soberanos) y
a los periféricos (Tardocolonizados), ésto hace necesario un pensamiento crítico
latinoamericano que ataque directamente el colonialismo epistémico, la cultura colonial y
eurocéntrica, es necesario deconstruirnos de prejuicios de clase, entender que el sentido
común es una construcción sociocultural y atacarlo desde sus raíces.

Para luchar contra el pensamiento hegemónico es necesario buscar un consenso de los


oprimidos, despertar la conciencia de clase en el colectivo, y desde el colectivo luchar por
una liberación desde todos los frentes de lucha posible, tanto el frente ideológico como el
frente material (Huelgas, protestas, manifestaciones, plantones), y ésto se puede lograr
desde el trabajo barrial, desde educación para la emancipación y liberación del ser humano,
y principalmente desde la resistencia, sin embargo no debemos acostumbrarnos a resistir,
debemos cambiar los papeles y enfrentarnos directamente al poder.

Los proceso de producción actuales nos llevan a un excedente en la oferta, una


sobreproducción y explotación de los recursos, este sistema de producción es el respaldo
del capitalismo, sin bienes en exceso no existiría riqueza, y la acumulación de riqueza es
posible gracias a las formas desiguales e ineficientes de distribuirla (Monopolios,
Corrupción), entonces la única forma de preservar la naturaleza es cambiar el sistema
económico que la explota, una economía autosustentable y ecológica es posible, y más que
posible, necesaria para salvarnos como especie.
Referencias:
Zaffaroni, E., & Dias dos Santos, I., (2019). La nueva crítica criminológica, Ecuador: El Siglo.
Albarez, N. (2016). El concepto de Hegemonía en Gramsci: Una propuesta para el análisis y
la acción política. Estudios Sociales Contemporáneos no 15. Recuperado desde:
http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/9093/08-albarez-esc15-2017.pdf

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