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Evaluación de la imagen
corporal y los trastornos
de la conducta
alimentaria (TCA)
Índice
Esquema 3
Material de estudio 6
11.1. Introducción y objetivos 6
11.2. Imagen corporal: concepto y evaluación 7
11.3. Anorexia y bulimia nerviosas 10
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
A fondo 29
Test 31
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E VA L U A C I Ó N D E L O S T R A S T O R N O S D E L C O M P O R TA M I E N TO A L I M E N TA R I O ( T C A )
- Sobrevalorada en sociedades
- Trastorno por atracones:
occidentales actuales. - Pocos cambios en los
Nueva categoría incluida en
criterios diagnósticos.
este grupo.
- Importancia de la
experiencias tempranas. - Anorexia: bajo peso,
- Atracones en ausencia de
alteración de la imagen
comportamientos
- Alterada en la anorexia y la corporal, deseo de perder
compensatorios constantes.
bulimia. peso/miedo a ganarlo.
- Frecuentemente asociado a
- Inestable, modificable. - Bulimia: atracones y
obesidad.
purgas, alteraciones de la
- Particularidades en la imagen corporal, deseo de
Obesidad no es trastorno, pero
evaluación de la imagen perder peso/miedo a
frecuente motivo de consulta.
corporal masculina. ganarlo.
3
Planteamiento del caso clínico
Roberto tiene 20 años y estudia 2º curso del Grado de Ingeniería Naval. Llega al
servicio de urgencias de un hospital presentando una crisis comicial secundaria a
hiponatremia (trastorno hidroelectrolítico caracterizado por una concentración de
sodio en sangre más baja de lo necesario para un funcionamiento corporal
adecuado). Según informan sus padres, desde hace cuatro meses viene presentando
con cierta frecuencia episodios de diarreas y vómitos, lo que ha supuesto una pérdida
de 6 kg. Los médicos que le atienden sospechan de un posible trastorno alimentario
como agente etiológico de este cuadro, por lo que derivan al paciente al servicio de
Psiquiatría.
Cuando se le pregunta por los episodios de vómitos y diarreas que ha tenido los
últimos meses, el paciente refiere que no sabe a qué se han debido. Niega haber
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A nivel emocional, se objetiva un estado de ánimo algo disminuido, así como cierta
ansiedad e irritabilidad, que no se pueden justificar exclusivamente por el ingreso
hospitalario y que Roberto admite presentar desde hace varios meses.
¿Qué aspectos habría que evaluar? ¿Qué instrumentos se pueden emplear para ello?
¿Cuál crees que sería el diagnóstico más probable? ¿Qué otros trastornos debería
tener en cuenta el diagnóstico diferencial?
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De esto modo, los objetivos que nos planteamos en este tema son:
DSM-5.
Aprender en qué aspectos es conveniente centrar la evaluación.
Conocer las particularidades que afectan a la evaluación de estos pacientes.
Conocer algunos instrumentos de evaluación útiles en estos casos.
pesarse y acicalarse).
Phillips y Olivardia, 2002). Así, las mujeres están insatisfechas fundamentalmente con
su peso y lo que desean es perderlo, mientras que los hombres están insatisfechos
con su tamaño muscular y con su grasa corporal, y lo que desean es aumentar el
tamaño muscular y perder grasa, pero no se sienten muy preocupados por el peso.
Los siguientes instrumentos se han creado expresamente para población masculina:
Cambios en el DSM-5
Nos centraremos en este apartado en la anorexia y la bulimia nerviosas, por ser los
trastornos más representativos de este grupo e incluir multitud de elementos
1 Exploración física
2 Entrevista
3 Instrumentos de autoinforme
4 Autorregistros
25-29.9 Preobesidad
4. Autorregistros:
Área socio-ambiental: rechazo social, ajuste familiar, pareja, etc. En este apartado
es importante recoger información sobre los hábitos familiares y sociales respecto
a la alimentación, especialmente en los casos de obesidad infantil.
los que tienen trastorno por atracones son obesos, pero esto último sí ocurre en la
mayoría de estos pacientes. Este es, de hecho, uno de los aspectos que nos ayudan
en el diagnóstico diferencial del TPA con respecto a la bulimia nerviosa. En relación a
las conductas compensatorias, la conceptualización del TPA ha ido variando,
considerándolas en ocasiones como parte de la sintomatología y otras no.
El aspecto central de este trastorno son los atracones, por lo que la evaluación se
tiene que fijar en ellos de forma especial, se trata de atracones objetivos (propios del
TPA y la BN) a diferencia de los que informan algunos pacientes con AN, que tienen
las siguientes características:
Los métodos para su evaluación son básicamente la entrevista, los autoinformes y los
autorregistros. Se pueden emplear algunos de los instrumentos que ya hemos visto
en el anterior apartado. En cuanto a las entrevistas semiestructuradas, existe una
entrevista diseñada específicamente para este problema:
Cooper, P. J., Taylor, M. J., Cooper, Z. y Fairburn, C. G. (1987). The development and
validation of the Body Shape Questionnaire. International Journal of eating disorders,
6, 485-494.
Gormally, J., Black, S., Daston, S. y Rardin, D. (1982). The assessment of binge eating
severity among obese persons. Addictive Behaviors, 7, 47–55.
Pope, H. G., Phillips, K. A. y Olivardia, R. (2002). The adonis complex. New York:
Touchstone.
Rosen, J. C., Salzberg, J. T., Srebnik, D. y Went, S. (1990). Development of Body Image
Avoidance Questionnaire. Documento no publicado.
Sánchez, D., Raich, R., Figueras, M., Clarasó, J. y Mora, M. (1999). Adaptación
preliminar del cuestionario de alimentación de Stunkard y Messick. Psicología
Conductual, 7(3), 414-416. Recuperado de
https://core.ac.uk/download/pdf/78530887.pdf
Shapiro, J. R., Woolson, S. L. y Harmer, L. R., et al. (2007). Evaluating binge eating
disorder in children: development of the children’s binge eating disorder scale (C-
BEDS). International Journal of Eating Disorders, 40, 82-89.
Smith, C. y Thelen, H. (1984). Development & validation of a test for bulimia. Journal
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Thompson, J.K. y Tantleff, S. (1992). Female and male ratings of upper torso: actual,
ideal, and stereotypical concepcions. Journal of Social Behavior and Personality, 7,
345-354.
Vázquez, R., López, X., Álvarez, G. y Mancilla, J. M. (2006). Secciones del CD-ROM.
Evaluación de los trastornos de la ingestión y de la conducta alimentaria en la
infancia. En V. E. Caballo (dir.), Manual para la evaluación clínica de trastornos
psicológicos. Madrid: Pirámide.
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Pasados unos días, el psicólogo pide al paciente que cumplimente el test de actitudes
alimentarias (EAT), que ofrece un resultado de bajo riesgo de padecer un TCA. Sin
embargo, el psicólogo es consciente de lo sencillo que resulta falsear las respuestas
y de lo frecuente que es que este tipo de pacientes sea poco colaborador y no quiera
reconocer sus comportamientos alterados.
Por ello, vuelve a reunirse con Roberto para hacer una evaluación más exhaustiva y
cara a cara, para que no le resulte tan fácil engañarle. Empieza preguntándole por su
historia escolar, lo que da pie a interesarse por sus relaciones sociales, su aspecto
físico, etc., durante aquella época. El paciente admite entonces que en el último año
de instituto empezó a preocuparse por su aspecto físico. Considera que preocuparse
era lo «normal», porque siempre fue un chico gordito y a veces los demás se metían
con él o se burlaban. Eso le acomplejaba, por lo que decidió ponerse a dieta y
apuntarse a un gimnasio. Su deseo era, y sigue siendo, estar delgado y musculado.
Refiere que a sus padres les pareció bien e incluso le animaron. Aprovecha entonces
el psicólogo para preguntar acerca de las ideas familiares en torno al peso, la
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alimentación, etc. Roberto señala que su madre «siempre ha estado a dieta» y que
su padre «es un dejado» y tiende más bien hacia el sobrepeso.
Desde que comenzó a hacer dieta a los 17 años su peso ha disminuido unos 15 kg
(tras consultar su historial clínico, el psicólogo comprueba que el IMC de Roberto al
momento del ingreso era de 16.5). Pregunta a Roberto si se siente satisfecho con su
peso y su cuerpo tal cual están en el momento actual, a lo que el paciente responde
que: «Más o menos, ya no estoy gordo, pero me gustaría tener los brazos y las piernas
un poco mejor formados, más fibrosos».
El paciente aprovecha para señalar que está disgustado con el hecho de que no le
dejen practicar ningún ejercicio físico durante el ingreso y que no se le escapa que
están intentando «engordarle». El psicólogo aprovecha para mostrarle la Escala de
figuras masculinas de Thompson y preguntarle con qué imagen se identifica más y a
cuál le gustaría parecerse. Roberto refiere que realmente no se siente identificado
con ninguna porque «todos tienen más músculos que yo», y propone dibujar por
encima cómo se percibe él. Así, pone un poco de barriga y redondea un poco los
muslos de la figura central, lo que claramente no es acorde con su verdadero aspecto
físico. Refiere que, como ideal, le gustaría ser como esa figura pero sin los cambios
que él ha añadido.
El psicólogo sigue indagando acerca de los patrones alimentarios más actuales, así
como los posibles comportamientos compensatorios. Roberto señala que desde hace
unos meses ha estado restringiendo mucho más la cantidad y el tipo de alimentos
ingeridos, hasta el punto de haber pasado días en los que solo ha comido tres piezas
de fruta.
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Salorio, P., Gómez, R., Morales, I., Torres, A., Díaz, A. y Alegría, A. (2004). La realidad
virtual una nueva herramienta terapéutica: tratamiento de la imagen corporal en los
trastornos alimentarios. Enfermería Global, 5, 1-17.
En este artículo, las autoras exponen a través de un caso clínico los resultados de una
intervención en la que se usan medidas de realidad virtual para el trabajo de la
imagen corporal.
Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1060584
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Dentro de los diversos factores que afectan al desarrollo y mantenimiento de los TCA,
no podemos obviar el papel que tienen los familiares más próximos. En este artículo
se explora de qué maneras pueden influir, tanto a nivel protector como facilitador
del trastorno, las familias en los pacientes con TCA. También se proponen distintos
tratamientos que tienen en cuenta a la familia. Es importante que el psicólogo
conozca estos factores y que los evalúe, para poder integrarlos en su intervención y
maximizar las posibilidades de éxito de su tratamiento.
Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
https://revistas.unlp.edu.ar/revpsi/article/view/6001/5287
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trastorno.
D. Que los pacientes suelen ser excesivamente demandantes con el psicólogo.
D. Uso de laxantes.