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ETAPA CONCILIATORIA

UNIVERSIDAD
Alumno: Malvaez Cortes Angel R. INSURGENTES
Licenciatura en Derecho

Asignatura: Derecho Procesal Civil

Docente: Lic. José Joel Horta Guerrero

4° Cuatrimestre

04/12/2022
Introducción.
La etapa conciliatoria en el Derecho Procesal Civil se caracteriza por ser un proceso informal en
donde las partes, asistidas por el conciliador1, se comunican en forma activa a fin de lograr un
acuerdo, lo que genera un ahorro procesal y procura que las partes se entiendan y su vínculo no se
merme en un litigio contencioso.

Primeramente, para que haya una conciliación debe haber una mediación la cual procede en las
materias: Mercantil, Civil y Familiar, teniendo como propósito auxiliar a la jurisdicción ordinaria.

La conciliación es una de las formas más eficaces para poner fin a los conflictos dentro de cualquier
tipo de proceso; es la solución por excelencia que el Estado pretende con la finalidad de evitar una
saturación del sistema judicial, es decir, mediante la conciliación se estima una gran cantidad de
controversias resueltas sin que éstas tengan que conocer el cansado y costoso proceso judicial en
todas sus etapas en los tribunales que le sean de su competencia, causando así, un considerable
ahorro en los bolsillos de las partes en tanto costas procesales y pueden beneficiarse de una mejor
probabilidad de recuperar sus vínculos amistosos. (Piña 2013)

Desarrollo.
El objeto de la conciliación es intentar que las partes acuerden sus intereses a fin de llegar a un buen
arreglo del conflicto. Una vez que se han conciliado todos los puntos controvertidos la conciliación
es total; cuando es solo sobre algunos puntos de la controversia es parcial.

La conciliación total evita la continuación del proceso y con ello, el pago de numerosos gastos que
es necesario hacer durante éste. Además, las partes no tienen que aguardar a que se agote todo el
procedimiento para saber si la sentencia del juez que resuelve el juicio, les es favorable o no.

Durante la audiencia, el juez examina lo relativo a la legitimación procesal, de tal forma que, si en el
transcurso de la conciliación las partes llegan a algún acuerdo, éste tenga efectos legales para poder
exigir su cumplimiento.

Posteriormente, se invita a las partes a que concilien sus posiciones ante un funcionario del juzgado
llamado conciliador1, el cual debe estudiar la demanda y su contestación, y si es el caso, la
reconvención2 y su contestación, de manera que se encuentre en posibilidad de proponer a las
partes posibles soluciones a las controversias que guarden equidad entre ellas, y sean prácticas.

La finalidad de que el conciliador no sea el mismo juez es el resguardo de la imparcialidad que este
debe de tener a lo largo del proceso, pues puede ocurrir que las partes no lleguen a un acuerdo y el
proceso deberá proceder. El conciliador deberá ser un funcionario preparado designado por el
mismo juez.

1
Persona que interviene en el procedimiento alterno para la solución de conflictos con el fin de orientar y ayudar a que las partes resuelvan sus
controversias proponiéndoles soluciones a las mismas y asesorándolas en la implementación del convenio respectivo.
2
La reconvención, también conocida como demanda reconvencional, es aquella demanda judicial que ejerce el demandado, en el mismo proceso judicial,
al momento de contestar la demanda de la que ha sido objeto. Además de pedir la absolución, el demandado introduce nuevas peticiones al tribunal
frente a la otra parte.
En caso de que las partes logren llegar a una conciliación, el convenio que se acuerde debe ser
sometido a la aprobación del Juez, con lo cual, aquél tendrá la obligatoriedad de una sentencia
firme. De esta forma, cualquiera de las partes puede exigir su ejecución, ya sea a través de un juicio
ejecutivo o por la vía de apremio.

En el supuesto de que no se llegue a la conciliación total entre las partes, la audiencia previa hace
posible que las pretensiones de la parte actora y las excepciones que opone la parte demandada
como defensa, se fijen claramente, además de que permite resolver sobre la admisión de las
pruebas ofrecidas por las partes.

En la audiencia, el juez estudia también las cuestiones de conexidad3, litispendencia4 y cosa juzgada,
con lo cual se evita que el proceso continúe si no es necesario. De igual forma, el juez debe examinar
y resolver sobre excepciones dilatorias o procesales que hayan sido objeto de prueba con
anterioridad.

En la conciliación y mediación las decisiones de ambas partes que ponen fin al conflicto son pacificas
ya que una vez terminado este proceso ambas partes quedan conformes con lo acordado.

Los diversos negocios civiles que son receptores de conciliación en la audiencia previa a juicio son
diversos y, a pesar de que las partes que conforman la relación antagónica no deseen participar para
una solución del conflicto, se procederá a la mencionada audiencia previa, esto con la finalidad de
que una de las parte manifieste la negativa de negociar pero la otra manifieste lo contrario y con
esto exista la posibilidad de una solución anticipada del proceso lo cual evitaría diversidad de
percances, tanto para ambas partes como para el órgano jurisdiccional de su competencia. Es
obligación del órgano judicial, a pesar de la negativa de ambas partes, la citación de éstas para
audiencia previa y conciliación.

La decisión para abrir la audiencia previa y de conciliación la podrá tomar el ministerio público,
cualquiera de las partes o ambas y el mismo juez. En realidad, esta decisión dependerá del juzgador,
debido a que no todos los conflictos civiles son objeto de conciliar y por lo mismo será necesario
que las partes se sometan a un proceso judicial completo con la finalidad de que sea el juez quien
decida y dé solución a tal controversia procurando que esta sea lo más justa posible, este apegada
a derecho y se repare el daño motivo del proceso.

Debe mencionarse que a pesar de que las partes hayan decidido participar en la conciliación y
lograron ponerse de acuerdo para una solución pacífica dentro de esta; la solución o acuerdo al que
hayan llegado pasará al conocimiento del juez a través del conciliador a cargo con la finalidad de
que el mencionado juez la apruebe, ya que tal acuerdo de las partes deberá estar sujeta a derecho,
es decir, no deberá ser contrario a derecho, siendo de esta forma, el juez intervendrá y dará una
solución justa y equitativa para ambas partes pues el acuerdo producto de la conciliación no
procede.

En caso de que el juez apruebe lo conciliado por las partes, este deberá otorgar al convenio la
autoridad y eficacia de sentencia y llegar al grado de cosa juzgada, es decir, la controversia tuvo

3
Hay conexidad entre dos demandas judiciales cuando están estrechamente vinculadas entre sí. de suerte que si se juzgan por separado se corre el riesgo
de llegar a una contrariedad de fallos.
4
Hay litispendencia cuando el mismo proceso de que está encargado el tribunal es llevado ante otra jurisdicción.
solución en la audiencia previa a conocimiento del conciliador y posteriormente con la debida
aprobación del juez.

Conclusión.
Como puede apreciarse, la conciliación es uno de los métodos de solución de controversias en
materia civil más eficaz y justo, por lo mismo es una de las opciones que se tiene entre particulares
cuando se pretende solucionar determinados conflictos de forma pacífica siempre y cuando exista
una posible solución de común acuerdo cumpliendo con lo pactado para evitar recurrir a la vía de
apremio o al juicio ejecutivo civil.

Referencias:

SCJN. (2003). MANUAL DEL JUSTICIABLE. México. Programas Educativos S.A. de C.V. Recuperado de
https://sistemabibliotecario.scjn.gob.mx/sisbib/po_2010/53704/53704_1.pdf

Piña, M. (15 de enero de 2013). Conciliación: método de solución de controversias en materia civil. México. Revista ex
lege Recuperado de
https://bajio.delasalle.edu.mx/delasalle/contenidos/revistas/derecho/numero_11/alumnos_conciliacion.html

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