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JURISPRUDENCIA

Roj: SJCA 3891/2020 - ECLI:ES:JCA:2020:3891


Id Cendoj: 47186450012020100135
Órgano: Juzgado de lo Contencioso Administrativo
Sede: Valladolid
Sección: 1
Fecha: 26/08/2020
Nº de Recurso: 270/2019
Nº de Resolución: 96/2020
Procedimiento: Procedimiento abreviado
Ponente: LOURDES PRADO CABRERO
Tipo de Resolución: Sentencia

JDO. CONTENCIOSO/ADMTVO. N. 1
VALLADOLID
PROCEDIMIENTO ABREVIADO Nº 270/2019
SENTENCIA Nº 96
En la Ciudad de Valladolid, a veintiséis de agosto de dos mil veinte.
Vistos por Dª Lourdes Prado Cabrero, Magistrada-Juez del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo núm.
Uno de Valladolid, los presentes autos de Procedimiento Abreviado núm. 270/2019 seguidos ante este
Juzgado entre las siguientes partes:
DEMANDANTE: D. Primitivo , que actúa en nombre y representación de su hija Dª Asunción , defendido por
el Letrado/a D. Jesús Lozano Blanco.
ADMINISTRACION DEMANDADA: LA COMUNIDAD AUTONOMA DE CASTILLA Y LEON- GERENCIA DE
SERVICIOS SOCIALES DE LA CONSEJERÍA DE FAMILIA E IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DE LA JUNTA DE
CASTILLA Y LEON debidamente asistida por el Sr/a. Letrado de la Junta de Castilla y León.
ACTUACION RECURRIDA: La desestimación presunta del recurso de alzada de fecha 22 de octubre de 2019,
interpuesto contra las liquidaciones mensuales efectuadas por la Gerencia Territorial de Servicios Sociales
de Valladolid de la Junta de Castilla y León, de las aportaciones de Dª Asunción al copago de los servicios
sociales que recibe de la Administración autonómica; contra las liquidaciones mensuales efectuadas desde
enero de 2013 a diciembre de 2018 por la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de Valladolid, de las
aportaciones de Dª Asunción al copago de los servicios sociales que recibe de la Administración autonómica.
Y contra la resolución expresa de 26 de febrero de 2020 del Gerente de Servicios Sociales que declara
la inadmisión por extemporáneo del recurso de alzada interpuesto por el actor contra las liquidaciones
mensuales efectuadas desde enero de 2013 a diciembre de 2018, y desestimar el recurso de alzada contra las
liquidaciones correspondientes a los meses de junio, julio y agosto de 2019.
CUANTÍA: indeterminada inferior a 30.000 euros.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Por el Letrado/a D. Jesús Lozano Blanco, en nombre y representación de D. Primitivo , que
actúa en nombre y representación de su hija Dª Asunción , se presentó demanda interponiendo recurso
contencioso-administrativo contra la desestimación presunta del recurso de alzada de fecha 22 de octubre
de 2019, interpuesto contra las liquidaciones mensuales efectuadas por la Gerencia Territorial de Servicios
Sociales de Valladolid de la Junta de Castilla y León, de las aportaciones de Dª Asunción al copago de los
servicios sociales que recibe de la Administración autonómica; contra las liquidaciones mensuales efectuadas
desde enero de 2013 a diciembre de 2018 por la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de Valladolid,
de las aportaciones de Dª Asunción al copago de los servicios sociales que recibe de la Administración

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JURISPRUDENCIA

autonómica. Y contra la resolución expresa de 26 de febrero de 2020 del Gerente de Servicios Sociales que
declara la inadmisión por extemporáneo del recurso de alzada interpuesto por el actor contra las liquidaciones
mensuales efectuadas desde enero de 2013 a diciembre de 2018, y desestimar el recurso de alzada contra las
liquidaciones correspondientes a los meses de junio, julio y agosto de 2019.
SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda, se acordó reclamar el expediente de la Administración demandada,
con las prevenciones legales, y citar a las partes a la celebración de la oportuna vista.
En atención a la situación creada por la crisis sanitaria padecida y la declaración del Estado de Alarma
mediante Real Decreto 463/2020 de 14 de marzo y sucesivas prórrogas, se acordó por este Juzgado la
suspensión de la celebración de la vista señalada. Mediante Providencia de fecha 08/05/2020 se requirió a
las partes para que manifestaran su conformidad a la posibilidad de fallar los presentes autos sin necesidad
de celebrar vista, conforme al artículo 78.3 de la LJCA; todo ello con la finalidad de preservar la salud pública
de los distintos intervinientes en el procedimiento y garantizar una continuidad en la tramitación que evitara
mayores dilaciones.
Estando de acuerdo las partes litigantes, se procedió a la tramitación por escrito del presente procedimiento,
tras lo cual quedaron los presentes autos en la mesa de SSª para dictar la presente resolución.
TERCERO.- En la tramitación de este procedimiento se han observado las prescripciones legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Por la recurrente se solicita el dictado de una sentencia por la que se revoque, anule y deje sin
efecto la resolución recurrida, así como las liquidaciones practicadas entre enero de 2013 y diciembre de 2018
todas inclusive, en relación con las contribuciones que Dª Asunción efectúa por el servicio social del que
es beneficiaria, debiendo recalcularse las liquidaciones impugnadas sin inclusión de la prestación por hijo o
familiar a cargo en la capacidad económica del dependiente, ni incrementando su contribución adicionalmente
con parte de dicha prestación, y condenando a la entidad demandada a estar y pasar por esta declaración, y a
la devolución de los ingresos indebidos derivados de dichas liquidaciones, con sus intereses, calculados desde
la fecha en que se ingresaron dichas diferencias indebidas, y a las costas del recurso. Igualmente anule y deje
sin efecto las liquidaciones de junio, julio y agosto de 2019 del mismo, y las sucesivas que respondan al mismo
criterio, ordenando la devolución de los ingresos derivadas de las mismas y sus intereses; y con estimación de
la acción de impugnación indirecta al amparo del art. 26 LJCA declare además, que la modificación operada en
los art. 3.1 y 2 y 8.1del Decreto 70/2011, de 22 de diciembre, por el Decreto 18/2019, de 23 de mayo, por el que
se establecen los precios públicos por servicios prestados por la Administración de la Comunidad de Castilla
y León en el ámbito delos servicios sociales, es contraria a los art. 14.7 Y 33.1de la Ley 39/2006, de 14 de
diciembre, de Promoción a la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de dependencia, y por
tanto ilegal, instando la correspondiente cuestión de ilegalidad ante la Sala de lo Contencioso Administrativo
del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León con sede en Valladolid, una vez alcance firmeza dicha
resolución, y todo con imposición de las costas de este recurso a la administración.
Dª Asunción es una persona con discapacidad reconocida administrativamente en grado del 79%, y ocupa
plaza en centros concertados en Valladolid. Dª Asunción carece de rentas y no es titular de pensiones; su padre
es titular y beneficiario de una prestación de protección familiar por hijo a cargo que incluye el complemento
de tercera persona, y que asciende a 588 euros mensuales (2019). A pesar de que Dª Asunción no dispone de
ingresos, la Administración viene girando liquidaciones mensuales por los servicios sociales concertados que
recibe, desde enero de 2013, que comprende una cuota por importe mensual variado (las últimas por importe
de 185 euros mensuales) que, en todo caso, supera la capacidad económica del beneficiario. Que entre enero
y mayo de 2019 la Gerencia no ha girado cargos.
Respecto del carácter extemporáneo del recurso de alzada, entiende que la resolución expresa dictada el 26
de febrero de 2020 no es ajustada a derecho dado que la notificación no se ha realizado de forma correcta: la
Administración ha remitido varios documentos, entre ellos todas las liquidaciones mensuales ya cobradas y
aprobadas en su momento, aunque en ningún momento se señala la posibilidad de recurrir esas liquidaciones
dado que se indica que se "remiten para que obren en su poder", siendo evidente que no se referencia la
finalidad de la notificación realizada.
En el escrito de ampliación de demanda se reduce la reclamación a las cantidades no prescritas, es decir,
limitar las liquidaciones impugnadas a las devengadas cuatro años antes de la formulación de la reclamación,
correspondientes a los meses de septiembre de 2015 a diciembre de 2018, debiendo declarar prescritas las
correspondientes a enero de 2013 a agosto de 2015.

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JURISPRUDENCIA

En cuanto al fondo, y conforme a la legislación aplicable (Decreto 70/2011 de 22 de diciembre por el que se
establecen los precios públicos por servicios prestados por la Administración de la Comunidad de Castilla y
León en el ámbito de los Servicios Sociales, y artículo 31 de la Ley 39/2006 de 14 de diciembre de Promoción
de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia), y la propia certificación de
titularidad de las prestaciones emitida por la Seguridad Social el interesado no tiene la condición de beneficiario
o titular de la prestación por hijo o familiar a cargo, aunque sea su causante, perteneciendo dicha prestación
a su progenitor y, por tanto, no debiendo ser tenida en cuenta dicha prestación para determinar la capacidad
económica del dependiente.
Las liquidaciones objeto de impugnación, además de incrementar la capacidad económica con ingresos ajenos
a la persona con discapacidad, añaden una cantidad complementaria, que es el importe del complemento por
hijo a cargo de 18 o más años con una minusvalía igual o superior al 75% derivado de la necesidad de ayuda a
tercera persona, que la Administración suma directamente a las liquidaciones para incrementarlas. Entiende
esta parte que, cuando el titular de la prestación no es el beneficiario del servicio sino su tutor, dicha adición
es contraria al régimen jurídico que determina la aportación del beneficiario al precio del servicio público que
recibe. Además, el artículo 31 de la Ley 39/2006 de 14 de diciembre, se refiere a las prestaciones económicas
previstas en la Ley de dependencia, mientras que el artículo 33 regula la financiación del coste del servicio,
limitando la participación del beneficiario a "su capacidad económica personal".
Respecto de las liquidaciones correspondientes a junio, julio y agosto de 2019, se invoca la inaplicación de la
nueva redacción dada por el Decreto 18/2019 de 23 de mayo a los artículos 3 y 8 del Decreto 70/2011 de 22
de diciembre por el que se establecen los precios públicos por los servicios prestados por la Administración
de la Comunidad de Castilla y León en el ámbito de los servicios sociales; se impugna indirectamente tales
preceptos, conforme a lo dispuesto en el artículo 26.2 de la LJCA.
Por LA GERENCIA DE SERVICIOS SOCIALES DE LA CONSEJERÍA DE FAMILIA E IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEON se formula oposición al recurso alegando la adecuación a derecho de
las resoluciones recurridas. El recurso ha de considerarse extemporáneo, pues se presentó con fecha 22 de
octubre de 2019, contra unas liquidaciones que fueron notificadas el 2 de agosto de ese año, lo que rebasa
el plazo previsto en el artículo 122.1 de la Ley 39/2015 de 1 de octubre, del procedimiento administrativo
común. Del expediente resulta acreditada la fecha de recepción de la notificación sin que se cuestione ningún
incumplimiento de la normativa aplicable respecto a los requisitos a cumplir por el servicio de correos en la
entrega de la notificación. Se invoca el criterio sostenido por el Juzgado de lo contencioso-administrativo nº
4 de Valladolid, entre otras, en sentencia de 17 de enero de 2020, procedimiento abreviado 245/2019.
Subsidiariamente, en cuanto al fondo de la cuestión, en caso de considerarse procedente la admisión del
recurso procedería acordar la retroacción de actuaciones con el fin de que por el órgano competente se
proceda a recalcular las liquidaciones mensuales de la aportación que le corresponde en relación al coste de
los servicios sociales de los que es beneficiario. Se alega la prescripción de las cantidades anteriores a 4 años
a contar desde la fecha de interposición del recurso, conforme al artículo 71 de la Ley 2/2006 de Hacienda.
Conformidad a derecho de las liquidaciones correspondientes a junio, julio y agosto de 2019; la modificación
operada en los artículos 3.1, 2 y 8.1 del Decreto 70/2011 de 22 de diciembre, por el Decreto 18/2019 de 23
de mayo, no es contraria a los artículos 14.7 y 33.1 de la Ley 39/2006 de 14 de diciembre, de promoción a la
autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia.
SEGUNDO.- En primer lugar, en cuanto al carácter extemporáneo del recurso de alzada interpuesto por el actor,
declarado en la resolución de 26 de febrero de 2020:
De acuerdo con el expediente administrativo, la Administración demandada remitió una carta al recurrente
indicándole que se le remitían las notificaciones de las liquidaciones mensuales de su aportación económica
derivada del uso de los servicios sociales de la red de responsabilidad pública de Castilla y León, y que
continuarían remitiendo de forma periódica en el futuro. Con esta carta se adjuntaba un total de 214 folios
conteniendo las liquidaciones de precios públicos desde enero de 2013 a diciembre de 2018 ambos inclusive.
Consta que la carta fue notificada al recurrente el 2 de agosto de 2019, quien interpuso recurso de alzada
frente a las resoluciones el 22 de octubre de 2019.
El artículo 122.1 de la Ley 39/2015 de 1 de octubre del Procedimiento Administrativo común de las
Administraciones Públicas, dispone que "El plazo para la interposición del recurso de alzada será de un mes,
si el acto fuera expreso. Transcurrido dicho plazo sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será firme
a todos los efectos".

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JURISPRUDENCIA

Poniendo este artículo en relación con el artículo 30 de la misma Ley, y siendo la fecha de notificación de las
resoluciones el 8 de agosto de 2019, el recurrente debió interponer el recurso de alzada en el plazo de un mes,
finalizando el mismo el día 8 de septiembre de 2019.
No obstante, compartiendo las conclusiones que al respecto se han alcanzado por los Juzgados de lo
contencioso-administrativo nº 2 y 3 de Valladolid, y reproduciendo parcialmente el Fundamento de Derecho
Primero de la sentencia nº 45/2020, dictada por el Juzgado de lo contencioso nº 2 de esta localidad en el
procedimiento abreviado nº 213/2019, debemos dar la razón a la parte recurrente en este punto, concluyendo
que:
"Hay que partir de que se le han notificado todas las liquidaciones en bloque junto con tres cartas sobre
transparencia e información telemática y sobre el nuevo decreto, lo que de por si ya en cualquier ciudadano
puede dar lugar a múltiples dudas, pero es que además se hace en periodo vacacional, cuando el administrado
tiene pocas posibilidades de pedir consulta o asesoramiento.
De esta manera, la multiplicidad de liquidaciones, unido a las fechas en las que se realiza la notificación son
determinantes a la hora de tener en cuenta que aún habiendo pasado el periodo del mes, el recurso se ha
interpuesto en un plazo bastante razonable teniendo en cuenta las circunstancias concurrentes anteriormente
indicadas.
Se comparten además los argumentos que se reflejan en la sentencia dictada por el Juzgado número 3 de
esta ciudad en el procedimiento abreviado 237/19:"..Efectivamente, el comportamiento de la administración es
equívoco, hay solapamientos de resoluciones de revisión, esencialmente contradictorias con la denegación que
ahora se revisa. De hecho, sin negarse las fechas de revisión, lo cierto es que las misivas de la administración
demandada han generado un evidente error en el recurrente. No se sugería la necesidad de recurso, literalmente
se dijo: "...Por ello, ..., se le remiten las notificaciones de las liquidaciones mensuales de su aportación económica
derivada del uso de los servicios sociales de la red de responsabilidad pública de Castilla y León, que han
estado hasta la fecha a su disposición en la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de su provincia, y que
continuaremos remitiendo de forma periódica en el futuro a partir de este momento. Asimismo le recordamos
que para toda la información complementaria que precisa puede dirigirse al personal técnico de la Gerencia
Territorial de su provincia. Por último le informo que estamos desarrollando un sistema de notificación más
ágil de las liquidaciones mensuales de su aportación económica mediante correo electrónico, para lo cual se le
adjunta un modelo de solicitud para que, si así lo desea, remitirle en el futuro estas notificaciones a través de
esta vía telemática. Sin otro particular...".
Así las cosas, si bien cada una de las liquidaciones contemplaba el necesario pie de recurso, es lo cierto que el
escrito que encabezaba la remisión de las mismas no hacía la más mínima mención a posibles impugnaciones,
modos, y plazos, generando una indiscutible confusión, hecho que, unido a la actuación previa de falta de
remisión de liquidaciones en plazo para, finalmente optar por emitir las liquidaciones en masa por los periodos
atrasados, no hace sino aconsejable optar por una aplicación pro actione de la posición de la recurrente. Nótese
además que era clara su intención de recurrir, a lo que se ha de sumar la voluntad de la propia administración de
corregir sus actuaciones anteriores en relación con la cuestión que ahora se revisa. De no hacerlo, se generaría
un evidente agravio comparativo, pues no olvidemos que la propia administración siempre podría, de desearlo,
optar por la revisión de oficio de sus propios actos. ..."
Debo pues entrar al fondo del asunto".
TERCERO.- La parte recurrente invoca el criterio uniforme de todos los Juzgados de Valladolid en cuanto a
que la prestación por hijo o familiar discapacitado a cargo no se considera que forme parte de la renta del
beneficiario (dependiente), dado que esa prestación, desde el punto de vista subjetivo, no corresponde a la
persona con discapacidad que recibe el servicio, sino a su progenitor y, desde el punto de vista objetivo, no
puede considerarse que derive, directa o indirectamente, del trabajo personal, ni tampoco de los bienes y
derechos integrantes del patrimonio del dependiente, ni del ejercicio de actividades económicas, dado que
la misma, según la legislación en materia de Seguridad Social, tiene la naturaleza de no contributiva y, por lo
tanto, es ajena a los elementos que integran la renta del dependiente como beneficiario del servicio, al igual
que también lo es a los elementos que integran su patrimonio. Por tanto, no formando parte la prestación ni
de la renta ni del patrimonio de don Adrian , no puede tenerse en cuenta a efectos de considerar su capacidad
económica. Por su parte, el art. 8 del Decreto 70/2011, de 22 de diciembre, insiste en que el cálculo de la
contribución de la persona con discapacidad al coste del servicio se corresponde con su capacidad económica
y con sus propias prestaciones; por lo que entiende que no puede incrementarse la capacidad económica con
recursos de terceros, ni incrementarse "adicionalmente" la contribución con parte de las prestaciones de las
que no es beneficiario.

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JURISPRUDENCIA

Este es el criterio seguido en numerosas sentencias, entre las que se invoca la dictada por el Juzgado de lo
contencioso-administrativo nº 4 de Valladolid el 2 de enero de 2015 en el P.A. 66/2014; del Juzgado de lo
contencioso-administrativo nº 2 de fechas 27 de marzo de 2017, en los P.A. 196/2016 y 197/2016; del Juzgado
de lo contencioso-administrativo nº 3 de 28 de mayo de 2018 en el P.A. 38/2018, o del presente Juzgado de
12 de junio del 2018 en el P.A. 66/2018.
Los razonamientos jurídicos de dichas sentencias son de sobra conocidos por las partes litigantes,
remitiéndome a los mismos para la estimación del presente recurso contencioso-administrativo.
Respecto de la prescripción, en aplicación del artículo 71 de la Ley 2/2006 de 3 de mayo, de la Hacienda y
del Sector Público de la Comunidad de Castilla y León, prescribe a los 4 años el derecho a exigir el pago de
las obligaciones liquidadas, debiéndose contar este plazo desde la fecha de la liquidación de la respectiva
obligación: en el presente caso, el plazo de prescripción de 4 años se debe contar desde el día en que se
efectuaron las respectivas liquidaciones, quedando interrumpido ese plazo desde la fecha de la reclamación
administrativa (el 22 de octubre de 2019); por tanto han prescrito las cantidades liquidadas con anterioridad al
22 de octubre de 2015, es decir, aquellas que fueron liquidadas 4 años antes de la reclamación administrativa.
CUARTO.- Se invoca, por último, la inaplicación de la nueva redacción dada por el Decreto 18/2019 de 23
de mayo a los artículos 3 y 8 del Decreto 70/2011 de 22 de diciembre por el que se establecen los precios
públicos por los servicios prestados por la Administración de la Comunidad de Castilla y León en el ámbito de
los servicios sociales; se impugna indirectamente tales preceptos, conforme a lo dispuesto en el artículo 26.2
de la LJCA; todo ello respecto de las liquidaciones correspondientes a junio, julio y agosto de 2019.
Esta misma cuestión ha sido resuelta recientemente por el Juzgado de lo contencioso-administrativo nº 4
de Valladolid en sentencia dictada el 11 de agosto de 2020, en el procedimiento abreviado 268/2019, cuyos
razonamientos jurídicos se comparten en su integridad y se pasan a reproducir a continuación:
"La resolución impugnada considera, en lo esencial, que estas liquidaciones son ajustadas a derecho dado
que se han realizado aplicando correctamente el Decreto 70/2011, de 22 de diciembre, modificado por el
decreto 18/2019, de 23 de mayo, debiendo tenerse en cuenta que según la modificación indicada, la capacidad
económica de la persona usuaria del servicio está integrada, en lo que ahora importa, por las prestaciones
públicas reconocidas a favor de la persona usuaria o a favor de otras personas por su causa.
La parte demandante considera, en lo esencial, que las referidas liquidaciones no son ajustadas a derecho al
no serlo el decreto 18/2019, de 23 de mayo, en cuanto que lo dispuesto en los artículos 3,2 y 8,1 supone que
se atribuya al usuario del servicio un ingreso que integra su capacidad económica resultando que ese ingreso,
concretamente la prestación por hijo a cargo, no es personal del dependiente sino que corresponde a una tercera
persona, normalmente el progenitor, que es quién lo percibe. Hace referencia, en apoyo de la tesis que sostiene,
a la sentencia del Tribunal Constitucional 27/2017, de 16 de febrero , y a la sentencia del Tribunal Supremo,
Sala de lo Contencioso-administrativo, de 21 de mayo de 2019 (Rec. Casa. 283/2016 ) según las cuales, y a su
juicio, la capacidad económica debe ser de la persona dependiente y no de terceras personas aunque tengan
vinculación con el dependiente.
La Administración demandada entiende que el Decreto 70/2011, de 22 de diciembre, no incurre en la ilegalidad
alegada por la parte demandante por lo que considera que las liquidaciones impugnadas son ajustadas a
derecho. Alega en defensa de la tesis indicada lo dispuesto en el artículo 111 de la Ley 16/2010, de Servicios
Sociales de Castilla y León , tal y como el mismo ha quedado redactado según la Ley 10/2019, de 3 de abril.
Además considera que la modificación del Decreto 70/2011 supone una mayor disponibilidad de recursos para
la persona usuaria según se establece en el artículo 7 debiendo tenerse en cuenta que la modificación referida no
vulnera lo dispuesto en la Ley de Dependencia ni tampoco los acuerdos del Consejo Territorial para la Autonomía
y Atención a la Dependencia. También indica que la prestación por hijo a cargo, tal y como se dispone en la
legislación sobre la Seguridad, que ha sido modificada por el Real Decreto Ley 20/2020, de 19 de mayo, tiene por
finalidad atender los mayores gastos derivados de la discapacidad de la persona causante y únicamente en su
beneficio incluyendo en esos gastos los derivados de la utilización de los servicios sociales por su discapacidad
recibidos de un centro concertado por lo que es justo y razonable que los ingresos por esa prestación se tengan
en cuenta para determinar la capacidad económica del usuario del servicio. Por último señala que la modificación
aprobada ha sido consultada e informada favorablemente por los representantes de personas con discapacidad
de Castilla y León, tal y como consta en el acuerdo fechado el día 28 de enero de 2019, que se aporta como
prueba documental.
La parte demandante, como se ha dicho, considera ilegales los artículos del Decreto 70/2011, de 22 de diciembre,
tal y como resultan de la modificación llevada a cabo por el decreto 18/2019, de 23 de mayo, que imputan a
la capacidad económica personal del dependiente que tiene reconocida, por esa condición, una prestación de
servicios a cargo del sistema de dependencia las prestaciones públicas reconocidas a favor de otras personas

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JURISPRUDENCIA

por causa del dependiente usuario del servicio, ya sea de titularidad pública o concertado. Concretamente
entiende, por ser el supuesto que concurre en el caso que se enjuicia, que la prestación por hijo a cargo que
causa el dependiente y de la que es beneficiaria su progenitora no debe computarse, como venía considerándose
hasta la entrada en vigor de la reforma indicada, como ingreso para determinar la capacidad económica del
dependiente dado que no es un ingreso que corresponda a su persona sino a un tercero. La ilegalidad a la que
se ha hecho referencia se proyecta de la siguiente manera:
1º Artículo 3 del Decreto 70/2011, de 22 de diciembre . El artículo citado tiene el siguiente contenido en lo que
se refiere a lo impugnado por la parte demandante:
"«Artículo 3. Elementos que integran la capacidad económica de la persona usuaria.
1. La capacidad económica de la persona usuaria del servicio público se calculará valorando su nivel de renta
y patrimonio.
2. A los efectos de este decreto se considera renta de la persona usuaria del servicio público, los ingresos de esta
persona, cualquiera que sea la fuente de procedencia, derivados directa o indirectamente del trabajo personal,
de elementos patrimoniales, del ejercicio de actividades económicas y los que obtenga como consecuencia de
una alteración en la composición del patrimonio, así como las prestaciones públicas reconocidas a favor de la
persona usuaria del servicio público o a favor de otras personas por su causa".
La parte demandante cuestiona la legalidad de la supresión del adjetivo "personal" en el número 1º y también lo
señalado al final del primer párrafo del apartado 2º referido a "o a favor de otras personas por su causa".
2º Artículo 8,1 del Decreto 70/2011, de 22 de diciembre . El artículo citado tiene el siguiente contenido en lo que
se refiere a lo impugnado por la parte demandante:
"«1. Las personas usuarias contribuirán al coste del servicio de acuerdo con su capacidad económica
determinada según los artículos anteriores y, con carácter general, salvo lo dispuesto en el párrafo siguiente, no
pagarán más del 90% del precio público establecido para los servicios en los que se encuentren en situación de
alta, ni más del 90% de su capacidad económica.
La persona usuaria destinará a la financiación del coste del servicio, adicionalmente a la aportación que le
corresponda en función de su capacidad económica, y sin superar el 90% del precio público del servicio
correspondiente, las prestaciones de análoga naturaleza y finalidad previstas para su atención y reconocidas en
los regímenes públicos de protección social a su favor o a favor de otras personas por su causa. En particular,
destinará a dicha financiación, el complemento de gran invalidez regulado en el artículo 196 del Real Decreto
Legislativo 8/2015, de 30 de octubre , por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad
Social, el complemento por necesidad de ayuda de tercera persona de la asignación económica por hijo a cargo
mayor de 18 años con un grado de discapacidad igual o superior al 75%, el complemento de necesidad de otra
persona de la pensión de invalidez no contributiva, el subsidio de ayuda a tercera persona reconocido por la
extinta Ley 13/1982, de 7 de abril, de Integración Social de personas con discapacidad (LISMI), u otros similares
previstos en otros sistemas de protección pública.»"
De este artículo cuestiona la referencia que se hace en el párrafo segundo a "o a favor de otras personas por
su causa".
Se rechaza lo alegado por la parte demandante en defensa de la pretensión anulatoria ejercida en relación con
las liquidaciones aprobadas correspondientes a los meses de junio, julio y agosto de 2019 por lo que debe, y
así se acuerda por medio de esta sentencia, desestimarse esa pretensión. Así resulta de lo que se va a indicar
seguidamente:
1º La inclusión, dentro de los elementos que integran la capacidad económica de la persona beneficiaria, en el
presente caso del demandante como sujeto declarado dependiente atendiendo a lo dispuesto en la Ley 39/2006,
de 14 de diciembre, y al que se ha reconocido, siendo usuario de la misma, una prestación de servicios de los
que integran la Red Pública de Servicios Sociales del Sistema, de la prestación causada por el demandante y de
la que es titular su progenitora tiene amparo en lo dispuesto en la Ley 16/2010, de 20 de diciembre, de Servicios
Sociales de Castilla y León al igual que está amparado en esta Ley la referencia que se hace en el artículo 8,1,
párrafo 2º, del Decreto 70/2011, de 22 de diciembre a "o a favor de otras personas por su causa".
Los artículos 107 y siguientes de la Ley citada se refieren a la financiación del sistema de servicios sociales
de responsabilidad pública regulándose en el artículo 111 la aportación económica de la persona usuaria. El
apartado 3º de dicho artículo, tal y como ha quedado redactado por la Ley 10/2019, de 3 de abril , que es anterior
a la aprobación del decreto 18/2019, de 23 de mayo, dispone lo siguiente:

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JURISPRUDENCIA

"3. Para la determinación de dicha aportación se tendrá en cuenta la naturaleza de la prestación, su coste y el
grupo o sector de población para el que se destine, y para su fijación en cada caso concreto se atenderá a la
capacidad económica de la persona usuaria, estimada de acuerdo con los criterios que al efecto se establezcan
en las disposiciones reguladoras del régimen de las prestaciones correspondientes.
En el caso de las personas refugiadas o asiladas en Castilla y León y demás destinatarios de prestaciones
en quienes concurra la circunstancia prevista en el apartado segundo del artículo 22 de esta ley, dentro
de su capacidad económica, cuando sean usuarios de los servicios sociales de responsabilidad pública, se
computarán todas las prestaciones destinadas a su atención".
El artículo 22 al que se remite el párrafo segundo del artículo citado tiene el siguiente contenido, también
atendiendo a lo que resulta de la reforma llevada a cabo por la Ley 10/2019, de 3 de abril :
"Artículo 22 Garantía de acceso en circunstancias de especial vulnerabilidad
1. El sistema de servicios sociales de responsabilidad pública garantizará que ninguna persona quedará privada
del acceso a las prestaciones que comprende por falta de recursos económicos.
2. En el caso de personas refugiadas o asiladas en Castilla y León y demás destinatarios en cuya normativa
reguladora así se prevea, las prestaciones de naturaleza económica destinadas a su atención que sean
reconocidas, podrán ser percibidas a través de terceras personas, preferentemente entidades sin ánimo de lucro
que formen parte del sistema de servicios sociales de responsabilidad pública.
No obstante, a los efectos de valorar la capacidad económica de estas personas se tendrá en cuenta lo dispuesto
en el apartado 3 del artículo 111 de esta ley".
La madre del demandante es titular y beneficiaria de una prestación de protección familiar por hijo a cargo con
un determinado grado de discapacidad, en el presente caso del 66 por 100. La prestación indicada se prevé
como prestaciones familiares de la Seguridad Social en su modalidad no contributiva en el artículo 351 del
Texto Refundido aprobado por Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre , resultando que, conforme al
artículo 352 del texto legal citado , será beneficiario de esa prestación, en lo que ahora importa, el progenitor/
a (o ambos) del discapacitado. Esa prestación, que es de naturaleza económica y no contributiva, tiene, en
cuanto a su finalidad, como destinatario al discapacitado en cuanto que compensa el coste económico que
supone la atención del hijo con un grado de discapacidad importante, igual o superior al 65 por 100. Siendo
esto así, se cumple el requisito establecido en el artículo 22,2 de la Ley 16/2010, de 20 de diciembre , en cuanto
que el demandante es destinatario del servicio social que utiliza y que le presta, de manera concertada, la
Administración demandada resultando que la normativa reguladora, concretamente el Texto Refundido de la
Ley de la Seguridad Social, prevé, habiéndose decidido en sentido favorable a ello, una prestación de naturaleza
económica destinada a su atención que percibe, en el presente caso, su progenitora por lo que, atendiendo a
lo dispuesto en el artículo 111,3 de la Ley 16/2010 , el importe de esa prestación forma parte de la capacidad
económica del demandante y se deberá tener en cuenta para cuantificar la misma.
2º La cuantificación de la capacidad económica del demandante computando la prestación que recibe su madre
atendiendo a lo dispuesto en los artículos 351 y 352 de la Ley General de la Seguridad Social no contraviene
lo dispuesto en la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a
las Personas en Situación de Dependencia (Ley de la Dependencia). El artículo 14 de esta Ley dispone que
la capacidad económica del beneficiario dependiente se determinará en la forma que reglamentariamente se
establezca a propuesta del Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia
en atención a la renta y patrimonio del solicitante. Los artículos 32 y siguientes de esta Ley se refieren a
la financiación del sistema y aportación de los beneficiarios disponiéndose, en este último apartado y en lo
que ahora importa (artículo 33), que: (1) el beneficiario participará en la financiación de las prestaciones de
dependencia según el tipo, el coste del servicio y su capacidad económica personal; y (2) que el Consejo
Territorial para la Autonomía y Atención a la Dependencia fijará los criterios para la aplicación de lo previsto en
el artículo que se ha citado, el 33, que serán desarrollados en los convenios a los que se refiere el artículo 10.
El Decreto 70/2011, de 22 de diciembre, no tiene en cuenta, en los artículos cuya legalidad se cuestiona, una
capacidad económica distinta de la personal del dependiente en su condición de usuario del servicio. El apartado
1 del artículo 3 deja muy claro que la capacidad económica es la del usuario y no la de terceras personas. Lo
que hace el Decreto indicado , y lo hace, como ya se ha dicho, amparado en una Ley cuya constitucionaldiad no
ha sido cuestionada, es computar como capacidad económica personal un determinado ingreso, en el presente
caso la prestación económica por hijo a cargo, que no es ajeno al usuario del servicio en cuanto que, aun no
siendo formalmente beneficiario de esa prestación, sí que es causante de la misma y, además, su importe tiene
como finalidad atender las necesidades que ocasiona por su grado de minusvalía.

7
JURISPRUDENCIA

3º Lo establecido en los artículos cuya legalidad cuestiona la parte demandante no contraviene lo acordado por
el Consejo Territorial para la Autonomía y Atención a la Dependencia, que, como ya se ha dicho, fija, atendiendo a
lo dispuesto en el artículo 33,3 de la Ley de Dependencia , los criterios para aplicacar lo previsto en dicho artículo,
que comprende la participación de los usuarios/beneficiarios en el coste de las prestaciones. Este órgano, y así
resulta del acuerdo adoptado el día 10 de julio de 2012, publicado en el "Boletín Oficial" del Estado del día 3 de
agosto de 2012, señala, en lo que se refiere a la normativa para determinar la capacidad económica y aportación
del beneficiario (propuesta de mejora 11ª), que la capacidad económica personal del beneficiario deberá tener en
cuenta, entre otros criterios, el siguiente: "En todo caso será de aplicación lo dispuesto en el artículo 31 de la Ley,
en lo relativo a prestaciones de análoga naturaleza y finalidad de los regímenes públicos de protección social".
El artículo 31 de la Ley de Dependencia refiere en particular determinadas prestaciones aunque no impide que se
consideren otras de "análoga naturaleza y finalidad establecidas en los regímenes públicos de protección social".
Lo que propone el Consejo es que al determinar la capacidad económica y la aportación del beneficiario se tenga
en cuenta lo relativo a esas otras prestaciones de análoga naturaleza y finalidad de los regímenes públicos de
protección social.
4º La ilegalidad alegada por la parte demandante tampoco se considera que tenga su amparo en el contenido
de las sentencias del Tribual Constitucional y del Tribunal Supremo que se citan en el escrito de demanda.
La sentencia del Tribunal Constitucional 27/2017, de 16 de febrero , analiza, en lo que ahora importa, la
constitucionalidad de los artículos 35 y 44 de la Ley 7/2014 de la Generalidad Valenciana , referidos ambos,
dicho de manera genérica, a la tasa por la prestación de servicios de naturaleza social debiendo advertirse, desde
este momento, que en el caso que ahora se está enjuiciando no se ha cuestionado la constitucionalidad de los
artículos 22 y 111 de la Ley 16/2010, de 20 de diciembre , a lo que hay que añadir que en esa sentencia del
Tribunal Constitucional tampoco se analiza, directamente, el concepto de "capacidad económica personal". En
cualquier caso, el Tribunal Constitucional considera que la Ley citada, en los términos en los que está redactada,
no es inconstitucional en cuanto que se reconoce a la Comunidades una competencia para establecer la tasa por
la prestación del servicio y determinar su importe dado que "la tasa sigue al servicio" y si la Comunidad Autónoma
es competente para crear las tasas por la prestación de servicios asistenciales del catalogo de servicios del
sistema para la autonomía y atención a la dependencia sobre la que articula el "copago" también lo será para
determinar el concepto concreto de capacidad económica del usuario dependiente que va a configurase como
elemento de cuantificación de las mismas (es decir, de las tasas). En los razonamientos jurídico cuarto y, sobre
todo, quinto de la sentencia se dice lo siguiente:
"4. Hechas las anteriores observaciones sobre el encuadre competencial de la controversia, el enjuiciamiento
de la alegada invasión autonómica en la creación de las mencionadas tasas por prestación de los servicios
de atención social en el ámbito del sistema para la autonomía y atención a la dependencia (y la consiguiente
regulación de sus elementos esenciales) requiere determinar previamente si la Comunidad Autónoma ostenta
la competencia para el ejercicio de la actuación administrativa a la que la tasa se refiere.
Según el art. 3 o) de la Ley 39/2006 , las prestaciones públicas económicas y de servicios que conforman
el sistema para la autonomía y atención a la dependencia se integran "en las redes de servicios sociales
de las Comunidades Autónomas, en el ámbito de las competencias que tienen asumidas", y los servicios
asistenciales del catálogo del sistema para la autonomía y atención a la dependencia (cuya prestación resulta
ser el hecho imponible de estas tasas) "se prestarán a través de la oferta pública de la Red de Servicios Sociales
por las respectivas Comunidades Autónomas mediante centros y servicios públicos o privados concertados
debidamente acreditados" ( art. 14.2 de la Ley 39/2006 ). Asimismo, este Tribunal ya declaró en la STC 18/2016,
de 7 de febrero , que el sistema para la autonomía y atención a la dependencia encaja materialmente en el
ámbito de la "asistencia social", a la que se refiere la Constitución en su art. 148.1.20 CE [FJ 7 b)]. Y la Comunitat
Valenciana ha asumido la competencia exclusiva en materia de servicios sociales en su Estatuto de Autonomía
(EAV, art. 49.1.24). Por ello, la Comunitat Valenciana tiene la competencia financiera para la creación y regulación
de las tasas por prestación de los servicios de atención asistencial del catálogo del sistema para la autonomía
y atención a la dependencia en la Comunitat Valenciana al ser precisamente la competente para prestar tales
servicios públicos ex art. 49.1.24 EAV. Y adicionalmente, es el propio legislador estatal el que, en el art. 14.2 de
la Ley 39/2006 , ha atribuido a las Comunidades Autónomas la prestación de los servicios públicos del sistema
para la autonomía y atención a la dependencia a través de su red de servicios sociales.
En consecuencia, el establecimiento por parte de la Comunidad Autónoma de sus propias tasas por prestación
de servicios de atención social en el ámbito del sistema para la autonomía y atención a la dependencia no invade
por sí mismo la competencia estatal del art. 149.1.1 CE . Y ello porque la Ley 39/2006 (art. 33 ), en ejercicio
del título competencial del art. 149.1.1 CE , sólo puede establecer unas "condiciones básicas" uniformes en la
competencia financiera autonómica en materia de tasas de dependencia para garantizar la igualdad en todo el

8
JURISPRUDENCIA

territorio nacional en el cumplimiento del deber constitucional de contribuir con tributos al sostenimiento del
gasto público del art. 31.1 CE , que queda legalmente plasmado en el art. 33 de la Ley 39/2006 en el deber
de todos los usuarios dependientes de contribuir con tasas a la cofinanciación del sistema para la autonomía
y atención a la dependencia. Pero en ningún caso tal título competencial ( art. 149.1.1 CE ) habilita al Estado
a crear las tasas por las que se hace efectivo el copago de los usuarios de los servicios del sistema para la
autonomía y atención a la dependencia. Así, el legislador estatal no puede, como alegan los recurrentes, haber
hecho dejación de unas funciones de desarrollo del art. 33 de la Ley 39/2006 (creación de las tasas) para las
que carece de competencia.
Adicionalmente, la alegación de los recurrentes de que el Estado debe, ex art. 15 de la LOFCA, garantizar en
todo el territorio nacional un nivel mínimo en la prestación de los "servicios sociales esenciales" -actualmente
concretado en la transferencia del Fondo de Garantía de servicios Públicos Fundamentales-, en nada impide a las
Comunidades Autónomas el ejercicio de su poder financiero, a través de la creación de tasas, para la cobertura de
aquellos servicios sociales (calificados por el art. 15.1 LOFCA de servicios públicos fundamentales o esenciales)
sobre los que tiene competencia exclusiva. O lo que es lo mismo, la competencia autonómica en materia de
tasas por prestación de servicios públicos no viene dada por el art. 15 LOFCA sino por los arts. 157.1 b) CE y 72
b) EAV, en relación con el art. 157.3 CE , y, en su efecto, por el art. 7.1 LOFCA, que la circunscribe a los servicios
públicos que sean de su competencia.
Por consiguiente, debe rechazarse la alegación de los recurrentes de que sea el Estado ex art. 149.1.1 CE el ente
público territorial competente para crear, en desarrollo del art. 33 de la Ley 39/2006 , las tasas por prestación de
servicios de atención social en el ámbito autonómico del sistema para la autonomía y atención a la dependencia;
correspondiendo tal competencia financiera a la Comunitat Valenciana.
5. Cuestión distinta se plantea acerca del desarrollo reglamentario que, sobre la plasmación de la propuesta
del Consejo Territorial del sistema para la autonomía y atención a la dependencia sobre la determinación de
la capacidad económica del usuario, sí preceptúa el art. 14.7 de la Ley 39/2006 ("A los efectos de esta Ley,
la capacidad económica se determinará, en la forma que reglamentariamente se establezca, a propuesta del
Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, en atención a la renta y el
patrimonio del solicitante. En la consideración del patrimonio se tendrán en cuenta la edad del beneficiario y el
tipo de servicio que se presta"). En este sentido, alegan los recurrentes que, siendo la Ley 39/2006 "legislación
básica"ex art. 149.1.1 CE , la Comunidad Autónoma Valenciana ha invadido tal competencia estatal al haber
establecido un concepto propio de capacidad económica del usuario, a tener en cuenta para cuantificar las tasas
valencianas por prestación de los servicios de atención social. Y tal concepto ha sido adoptado por la Comunitat
Valenciana con anterioridad a la promulgación del reglamento que, según los recurrentes, debe promulgar el
Estado.
Aplicando la doctrina constitucional de que "la tasa sigue al servicio", si la Comunidad Autónoma es competente
para crear las tasas por prestación de los servicios asistenciales del catálogo del sistema para la autonomía
y atención a la dependencia sobre las que se articula el "copago" instaurado en el art. 33 de la Ley 39/2006 ,
también lo será para determinar el concepto concreto de capacidad económica del usuario dependiente que va
a configurarse como elemento de cuantificación de las mismas.
En este punto conviene recordar que, a diferencia del copago farmacéutico o sanitario donde el título
competencial involucrado es el art. 149.1.16 CE [ SSTC 98/2004, de 25 de mayo, FJ 7 ; 136/2012, de 19 de junio,
FJ 7 ; 71/2014, de 6 de mayo, FJ 7 , y 85/2014, de 29 de mayo , FJ 3 b)], el art. 149.1.1 CE hace referencia a
"condiciones básicas" y no a "bases". Y ya es clásica la doctrina constitucional acuñada en la STC 61/1997, de
20 de marzo [FJ 7 a)], que afirma que "las 'condiciones básicas' no es sinónimo de 'legislación básica' 'bases'
o 'normas básicas'. El art. 149.1.1 CE , en efecto, no ha atribuido al Estado la fijación de las bases sobre los
derechos y libertades constitucionales, sino sólo el establecimiento de aquellas condiciones básicas que tiendan
a garantizar la igualdad ...la competencia ex art 149.1.1 CE no se mueve en la lógica de las bases estatales-
legislación autonómica de desarrollo" (ver en este sentido, SSTC 188/2001, de 24 de septiembre, FJ 12 ; 54/2002,
de 27 de febrero, FJ 3 , y 184/2012, de 17 de octubre , FJ 4). De su aplicación al presente caso se extraen dos
consecuencias:
a) La legislación que ha dictado el Estado con base en el art. 149.1.1 CE -como en este caso, el art. 14.7 de la
Ley 39/2006 - deberá sin duda ser respetada por el legislador autonómico titular de la competencia financiera
sobre el establecimiento y regulación de estas tasas.
No obstante, comoquiera que los recurrentes circunscriben su queja competencial exclusivamente a que la
Comunidad Autónoma se ha anticipado a la hora de establecer su concepto de capacidad económica sin esperar
al desarrollo reglamentario que, del art. 14.7 de la Ley 39/2006 , debe hacer el Estado, no procede entrar a enjuiciar
si el contenido de tal concepto autonómico, establecido en el art. 313 bis del Decreto Legislativo 1/2005 , cumple

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JURISPRUDENCIA

o no con las "condiciones básicas" fijadas en el art. 14.7 de la Ley 39/2006 . De hacerlo, este Tribunal estaría
reconstruyendo esta demanda.
b) Ante la inexistencia de regulación estatal adicional, en cuanto a la capacidad económica del usuario
dependiente se refiere, debe convenirse que "en tanto que esa legislación estatal no se haya dictado, resultará
sumamente difícil atribuir a la legislación autonómica una invasión competencial, ya que el art. 149.1.1 C.E
., más que delimitar un ámbito material excluyente de toda intervención de las Comunidades Autónomas, lo
que contiene es una habilitación para que el Estado condicione -mediante, precisamente, el establecimiento
de unas "condiciones básicas" uniformes- el ejercicio de esas competencias autonómicas con el objeto de
garantizar la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus deberes
constitucionales" ( SSTC 173/1998, de 23 de julio, FJ 9 ; 52/2002, de 27 de febrero, FJ 3 ; 178/2004, de 21 de
octubre, FJ 7 , y 151/2014, de 25 de septiembre , FJ 4). Por ello, y dado que el art. 149.1.1 CE no debe interpretarse
como un ámbito de exclusión de la legislación autonómica ni correlativamente como un sector competencial
reservado al legislador estatal -como asevera el Letrado de Les Corts-, mientras el Estado no fije condiciones
básicas de carácter sustantivo adicionales a las ya establecidas en el art. 14.7 de la Ley 39/2006 , nada obsta
a la Comunidad Autónoma a ejercer su competencia financiera estableciendo su propio concepto de capacidad
económica, como elemento de cuantificación de las tasas por prestación de los servicios de atención social en el
ámbito del sistema para la autonomía y atención a la dependencia, siempre que respete las condiciones básicas
impuestas por el art. 14.7 de la Ley 39/2006 . Cuestión ésta que queda extramuros del presente recurso".
La sentencia del Tribunal Supremo fechada el día 25 de mayo e 2019 (Rec. Casa. 283/2016) tampoco ampara la
tesis del demandante. Hay que empezar señalando que esa sentencia analiza un supuesto que no coincide con
el que se plantea en el presente recurso. En la sentencia mencionada se suscita la legalidad de una normativa
aprobada por la Comunidad Autónoma de Cantabria cuya aplicación supone que la prestación económica por
cuidado en el entorno familiar del menor se reduce a una determinada cantidad, 26,88 euros. Hay que tener en
cuenta que no se cuestiona la legalidad del precio público o de la tasa establecida por la Comunidad Autónoma
de Cantabria ni tampoco lo que debe considerarse capacidad económica personal del usuario del servicio
(dependiente) sino el importe que debe recibir el dependiente como prestación económica de las previstas en
la Ley de Dependencia (no prestación de servicios) por recibir cuidados en el entorno familiar. La reducción de
esa prestación económica en los términos dichos se produce porque la normativa impugnada considera que
si la persona dependiente fuera menor de edad, la capacidad económica se determinará valorando su renta y
patrimonio (la de menor dependiente) y la renta y patrimonio de las personas que ejerzan la patria potestad
o tutela. El Tribunal Supremo considera que esto no es ajustado a derecho y señala, atendiendo a la cuestión
suscitada en el recurso de casación, lo siguiente:
"SEXTO.- A la vista de lo hasta aquí argumentado y concluido, la respuesta a las cuestiones planteadas en el
Auto de admisión son las siguientes.
1ª) para la determinación de la capacidad económica de las personas menores de edad beneficiarias de las
prestaciones de dependencia no puede valorarse la renta y patrimonio de personas distintas al interesado.
2ª) las Comunidades Autónomas han de atender necesariamente a los criterios que haya fijado el Consejo
Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia para determinar la capacidad económica
de las personas beneficiarias de las prestaciones de dependencia, ello con la excepción de que se trate de la
prestación adicional del artículo 7.3 de la Ley 39/2006 que pueda establecer cada Comunidad Autónoma".
Lo dicho por el Tribunal Supremo, como ya se ha indicado, no resulta directamente aplicable al caso que ahora
se enjuicia debiendo insistirse en la competencia de la Comunidad Autónoma para determinar el importe, ya sea
tasa o precio público, que paga el dependiente usuario del servicio y para determinar y cuantificar la capacidad
económica personal, sin perjuicio, en este último caso, de cumplir las condiciones básicas establecidas en el
artículo 14,7 de la Ley de Dependencia , a lo que hay que añadir que lo acordado por la Administración demandada
no solo está amparado en una norma con rango de Ley cuya constitucionaldiad no se ha suscitado sino que,
además, no contradice el criterio establecido por el Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención
a la Dependencia. Hay que insistir en que la sentencia del Tribunal Supremo no analiza el "copago" del usuario
del servicio por su condición de dependiente sino la cuantificación de la prestación económica asignada al
dependiente por cuidados en el entorno familiar."
QUINTO.- Conforme al artículo 139.1 de la LJCA "En primera o única instancia, el órgano jurisdiccional, al dictar
sentencia o al resolver por auto los recursos o incidentes que ante el mismo se promovieren, impondrá las
costas a la parte que haya visto rechazadas todas sus pretensiones, salvo que aprecie y así lo razone, que el
caso presentaba serias dudas de hecho o de derecho".
Siendo parcial la estimación de la demanda, cada parte abonará las costas causadas a su instancia y las
comunes por mitad.

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JURISPRUDENCIA

SEXTO.- En base a lo dispuesto en el artículo 81.1 y 2 de la LJCA, y en atención a la cuantía del recurso,
indeterminada inferior a 30.000 euros, la presente sentencia es susceptible de recurso de Apelación al haberse
cuestionado la legalidad de una norma reglamentaria, en relación a la desestimación de la pretensión de
nulidad de las liquidaciones aprobadas y correspondientes a los meses de junio, julio y agosto de 2019. En lo
demás, no cabe interponer recurso de Apelación ni de Casación.
Vistos los preceptos legales citados y demás de general y pertinente aplicación,

FALLO
QUE ESTIMANDO PARCIALMENTE el recurso interpuesto por el Letrado/a D. Jesús Lozano Blanco, en nombre
y representación de D. Primitivo , que actúa en nombre y representación de su hija Dª Asunción , contra
la desestimación presunta del recurso de alzada de fecha 22 de octubre de 2019, interpuesto contra las
liquidaciones mensuales efectuadas por la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de Valladolid de la Junta
de Castilla y León, de las aportaciones de Dª Asunción al copago de los servicios sociales que recibe de la
Administración autonómica; contra las liquidaciones mensuales efectuadas desde enero de 2013 a diciembre
de 2018 por la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de Valladolid, de las aportaciones de Dª Asunción al
copago de los servicios sociales que recibe de la Administración autonómica; y contra la resolución expresa
de 26 de febrero de 2020 del Gerente de Servicios Sociales que declara la inadmisión por extemporáneo
del recurso de alzada interpuesto por el actor contra las liquidaciones mensuales efectuadas desde enero
de 2013 a diciembre de 2018, y desestimar el recurso de alzada contra las liquidaciones correspondientes
a los meses de junio, julio y agosto de 2019, DECLARO LA NULIDAD de las resoluciones recurridas y las
liquidaciones practicadas entre noviembre de 2015 y diciembre de 2018 todas inclusive, en relación con las
contribuciones que Dª Asunción efectúa por el servicio social del que es beneficiaria, debiendo recalcularse
las liquidaciones impugnadas sin inclusión de la prestación por hijo o familiar a cargo en la capacidad
económica del dependiente, ni incrementando su contribución adicionalmente con parte de dicha prestación;
con aplicación del plazo de prescripción de cuatro años de conformidad con lo dispuesto en el Fundamento
de Derecho Tercero de esta Sentencia; en consecuencia, CONDENO a la Administración demandada a estar y
pasar por esa declaración, y a la devolución de los ingresos indebidos derivados de dichas liquidaciones, con
sus intereses, calculados desde la fecha en que se ingresaron dichas diferencias indebidas. SE DESESTIMA
la pretensión anulatoria ejercida en relación con las liquidaciones aprobadas correspondientes a los meses
de junio, julio y agosto de 2019.
Sin condena en costas.
Notifíquese a las partes haciéndoles saber que contra esta resolución cabe recurso de Apelación en los
términos expuestos en el Fundamento de Derecho Sexto.
Llévese testimonio a los autos y archívese el original, devolviéndose el expediente a su lugar de origen una
vez firme.
Así por esta mi Sentencia lo pronuncio, mando y firmo.

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