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LA POLÍTICA INTERNACIONAL
ISBN: 978-607-462-833-3
9 786074 628333
Colección Maprfre_CS6.indd 1 México contemporáneo. La cultura, t. 5 / 16 × 23 cm / 356 pp. / Papel cultural / Lomo: 13 mm / Guardas: Pantone 7664U 19/08/15 15:06
México contemporáneo t.V_La política internacional_PDF_imprenta.indd 1 17/08/15 14:34
CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS
Consejo editorial
Manuel Chust Calero, Pablo Jiménez Burillo, Carlos Malamud Rikles,
Carlos Martínez-Shaw, Pedro Pérez Herrero
Consejo asesor
Herib Caballero, Jordi Canal Morell, Carlos Contreras Carranza, Gerardo Caetano,
Alfredo Castillero Calvo, Antonio Costa Pinto, Joaquín Fermandois,
Jorge Gelman, Alicia Hernández Chávez, Carlos G. López Bernal,
Nuno Gonçalo Monteiro, Eduardo Posada Carbó, Inés Quintero,
Carlos Severino, Lilia M. Schwarcz, Patricia Vega
Coordinación
Javier Bravo García
FUNDACIÓN MAPFRE
Área de Cultura
Directora de exposiciones
Nadia Arroyo Arce
Conservadora jefe
María López Fernández
LA POLÍTICA INTERNACIONAL,
1808-2014
Mario Ojeda Revah
(coordinador)
D. R. © El Colegio de México, A. C.
Camino al Ajusco 20
Pedregal de Santa Teresa
10740 México, D. F.
www.colmex.mx
Prólogo
Alicia Hernández Chávez 9
1 La autora agradece el muy generoso apoyo brindado por Paolo Riguzzi (El Colegio
Mexiquense) en la elaboración del presente texto, así como los útiles comentarios a ver-
siones previas de Sandra Kuntz Ficker. Los errores son competencia exclusiva de María
Cecilia Zuleta.
2 Por ejemplo, la participación mexicana en Conferencias y Convenciones Interna-
135
cas Americanas, organización que surgió por iniciativa de los Estados Unidos con una
primera conferencia en Washington (1889-1890). La Unión Panamericana, fundada en
1910, dio lugar al llamado Sistema Interamericano, de creciente peso en el ámbito inter-
nacional, particularmente en el terreno del derecho (dando fundamento al Derecho In-
teramericano, con acuerdos para prevenir conflictos, acuerdos antibélicos, arbitraje pa-
cífico de conflictos, convenciones sobre asilo y refugio, y la afirmación del principio de
la no intervención en asuntos internos de los países, al lado de las doctrinas Calvo y
Drago). Véase más adelante.
4 Una síntesis y discusión de las contribuciones entre 1980 y 2005.
Consolidación
en el ámbito internacional (1880-1910)
Gran Bretaña y España; entre 1913-1917 y 1920-1923, con Estados Unidos y otros países
de Europa, con excepción de España, y muy brevemente con Venezuela entre 1924 y
1931. Como podrá verse en los siguientes capítulos, a lo largo del siglo xx tuvieron lugar
varias alteraciones del trato diplomático, entre otras: interrupción de relaciones con Gran
Bretaña entre 1937-1941, con España entre 1936 y 1977, y durante 1974 y 1991 con Chile.
7
La revolución en España, en septiembre de 1868, encabezada por el general Prim,
amigo de Juárez, y los liberales mexicanos, había impulsado un restablecimiento infor-
mal del trato, antes de resolverse un acuerdo formal sobre la caducidad de la Conven-
ción española.
8 Los súbditos británicos fueron quienes más se resintieron por la política juarista de
9 Los acuerdos de conversión negociados por Manuel Dublán sobre la “deuda ingle-
10
Seguimos aquí la argumentación de Riguzzi.
11
Este declive productivo coincidió con la retracción de la inversión extranjera y su
desplazamiento hacia Venezuela, en concomitancia con las nuevas políticas fiscales revo-
lucionarias que gravaron las exportaciones de crudo e hidrocarburos, y las nuevas dispo-
siciones de la Constitución de 1917, que colocaron la propiedad del subsuelo en manos
del Estado y modificaron el marco jurídico de la inversión extranjera en petróleo.
nell-Smith (1971). En lo referente a México, véase el valioso aporte de los ensayos reu-
nidos en Marichal (2002).
13 Entre 1890 y 1910 se firmaron convenciones sobre correos, canje de publicacio-
cional del país como afianzar la legitimidad del gobierno ante la opinión
pública interna.
Empero, si bien los vínculos y redes con los países europeos fueron la
columna vertebral de las orientaciones culturales de las élites políticas,
particularmente Francia, estos vínculos no se fortalecieron hasta finales
del siglo xix. Fue después de la Guerra Hispanoamericana cuando la
diplomacia porfiriana cambió y extendió sus prioridades respecto de
Europa, y se orientó a favorecer una creciente aproximación, en particu-
lar con España y Francia, en los negocios e interacciones diplomáticas y
culturales.
Las exposiciones y celebraciones internacionales fueron momentos
claves para el desenvolvimiento y consolidación de las relaciones cultura-
les. Para conmemorar el centenario de la Independencia, en septiembre
de 1910, se organizaron en México fastuosas celebraciones que convoca-
ron a representaciones diplomáticas y navales europeas, latinoamerica-
nas e incluso asiáticas. El centenario fue motivo y excusa para organizar
la exhibición pomposa de los logros del régimen de Díaz, de los adelan-
tos en los planos del orden político (no así de las libertades republicanas),
de la economía (los avances técnicos y de la producción y servicios, el
embellecimiento y mejoramiento de la infraestructura urbana) y de la
cultura (fundamentalmente, los intentos por afianzar la instrucción pú-
blica elemental, superior y universitaria, y la creación de la Secretaría
de Educación). A las fiestas concurrieron delegaciones de las potencias,
e incluso de Turquía, China y Japón.14 Las naciones sudamericanas es-
tuvieron presentes con delegaciones de alto rango. El optimismo de la
celebración del centenario no pudo decantarse. Pocos meses después,
irrumpieron la revolución maderista y el movimiento zapatista, dando
comienzo a un largo ciclo político-militar revolucionario que finalmente
acabó por destruir el orden político liberal y desmoronar la centralidad
institucional y política. Resurgió la fragmentación del poder, y a manos
de caudillos regionales fuertes cuyo poder nacía de las armas. Se abría
con ello una etapa compleja y difícil en la vida internacional del país.
14
Véase la Crónica Oficial de las Fiestas del Primer Centenario de la Independencia de
México, publicada bajo la dirección de Genaro García por acuerdo de la Secretaría de
Gobernación (1911).
Revolución y guerra:
alteración y deterioro de las relaciones
Entre 1911 y la década de 1920, el país sufrió una extendida guerra inter-
na, la fragmentación política y la alteración de sus relaciones internacio-
nales, coincidiendo ello con la Primera Guerra Mundial. La revolución
destruyó el orden político e institucional liberal, colapsó el Estado porfi-
riano, y deterioró los vínculos internacionales: al menos durante un
quinquenio, la dinámica internacional mexicana fluyó por fuera de los
canales institucionales y diplomáticos. Al desaparecer la institucionali-
dad y la centralidad políticas, las negociaciones con los intereses y repre-
sentación extranjeras se mantuvieron predominantemente por cauces
extraordinarios, controlados principalmente por caudillos revoluciona-
rios con poder y fuerza en el ámbito local, cuyo interés se centraba en las
cuestiones del poder y el dinero en el ámbito regional. Las relaciones
político-diplomáticas se desmoronaron en 1913-1914 bajo las fuerzas de
la guerra interna, de la acción e intrigas de agentes confidenciales de go-
biernos extranjeros y representantes informales de facciones revolucio-
narias, y por el peso creciente del espionaje y el rumor, instrumentados
por los servicios de inteligencia europeos y estadounidenses.15 Un factor
determinante de esto fue la situación geopolítica de México en el hemis-
ferio norte, que lo convirtió en pieza clave del juego estratégico de las
potencias en medio de la gran conflagración mundial.16
En un primer momento, pese a la caída de Porfirio Díaz, las naciones
europeas se mantuvieron expectantes durante los sucesos de 1910-1911,
sin alterar su presencia e intereses en México. Así, en sus comienzos, el
presidente Francisco I. Madero (noviembre de 1911-febrero de 1913) no
enfrentó dificultades diplomáticas. Pero los problemas serios se devela-
ron en el transcurso de 1912. La crisis de su gobierno, que contó con la
desafortunada interferencia en los asuntos internos del embajador esta-
dounidense Henry Lane Wilson (1910-marzo de 1913), culminó con su
caída a manos del militar Victoriano Huerta y su asesinato (el 22 febrero
de 1913, la llamada Decena Trágica). En un marco de obstrucción, inje-
rencias y presiones de Estados Unidos, y de tensión entre la diplomacia
15 Gran parte de esta sección se inspira en información y argumentos discutidos con
La reconstrucción (1920-1930):
pacificación y reorganización diplomática
17
La expresión “vía crucis de penuria” fue tomada de este autor.
18
Al respecto, véase un detallado análisis de las relaciones entre impuestos a las ex-
19 Los párrafos que anteceden han seguido los argumentos de Riguzzi. Cabe desta-
car, también, que en las últimas décadas se ha demostrado que el ímpetu de la industria-
lización en el periodo previo, 1890-1911, debe explicarse como resultado de que el des-
empeño del sector exportador “provino de la expansión del comercio exterior” (Haber).
20 Pi-Suñer, Riguzzi y Ruano hacen un detallado análisis del triángulo México-Esta-
21
El ministro de Hacienda del gobierno de Obregón, Adolfo de la Huerta, renunció
en 1923 por disidencias políticas, candidateándose a elecciones presidenciales, y enca-
bezando una rebelión armada que fue derrotada, y él enviado al exilio.
23
En esta conferencia resultó aprobado el Tratado General de Arbitraje Americano.
macia pero que tuvieron influencia en ésta. Al lado, se sumaron las ges-
tiones de algunos connotados diplomáticos (los nuevos operadores de la
diplomacia revolucionaria), tanto en México como fuera del país, instru-
mentando información en favor de los intereses del gobierno mexicano.
Destacan, entre otras, las gestiones de promoción, exportación y difusión
de la cultura mexicana, así como de intercambio cultural, emprendidos
por intelectuales y constructores culturales como José Vasconcelos (por
los países sudamericanos), Moisés Sáenz Garza (en Estados Unidos y
posteriormente en Sudamérica), Alfonso Reyes (embajador en Argenti-
na y Brasil), y desde México hacia Estados Unidos, del embajador Dwight
Morrow, entusiasta promotor de la cultura y arte mexicanos.
En resumen, el tramo final del periodo conocido como Maximato
—bajo la tutela del caudillo y ex presidente Plutarco Elías Calles y de las
gestiones del embajador estadounidense Dwight Morrow (1927-1930)—
fue un momento de recomposición de la presencia internacional y del
conjunto de las relaciones bilaterales mexicanas con las potencias, inclu-
so con el Vaticano —representante de una organización universal, la
Iglesia católica— y con los vecinos sudamericanos.
laciones con este país cayeron en una suspensión virtual entre 1920 y
1923. Empero, debe resaltarse que la asimetría creciente y progresiva de
poder y recursos entre estos polos de interacción, México y Estados Uni-
dos, no condicionó de forma estructural la subordinación mexicana, el
polo más débil, a los intereses, preferencias, exigencias o presiones esta-
dounidenses. Tal como han demostrado a profundidad las investigacio-
nes de Paolo Riguzzi, existe fuerte evidencia de que el polo mexicano no
se subordinó al poderoso vecino ni siquiera en momentos complicados de
inseguridad fronteriza y agresividad diplomática y comercial —como fue
el lapso en que coincidieron la Revolución y la Guerra Mundial—. Incluso
en ese difícil periodo, las preferencias mexicanas pudieron mantenerse sin
implicar quebranto o afectación de la autonomía.
Al lado de la centralidad de los tratos con Estados Unidos, destaca,
particularmente si se tiene en cuenta el contexto latinoamericano, el tem-
prano declive de la influencia británica en México. Ello fue, en parte, re-
sultado de la agitada vida política mexicana, pero también consecuencia
de las prioridades e intereses británicos, concentradas en otras regio-
nes de la América más receptivas a los negocios británicos, y también
necesitadas de estrechos vínculos comerciales con el Imperio como com-
prador de exportaciones. No obstante, la presencia de los intereses, acto-
res y negociaciones europeos en el interactuar internacional mexicano
durante el periodo, si bien afectada tras la crisis del régimen maderista,
fue relevante: en particular la influencia de España y Francia en los ám-
bitos político-diplomáticos, económico-financieros, ideológico-cultura-
les e incluso militar; también tuvieron importancia los tratados con Ale-
mania e Italia. Puede decirse que en general los intereses europeos
predominantes (británicos, alemanes y franceses) fueron contrapeso de
los estadounidenses en las distintas esferas de relación.
Cabe resaltar que los estudiosos han discutido la periodización, razo-
nes y morfología de esta estrategia del “contrapeso” entre los intereses y
vínculos con Europa y con Estados Unidos en las interacciones interna-
cionales mexicanas, revisando la importancia relativa de factores econó-
micos, preferencias culturales y orientaciones nacionalistas de las élites
porfirianas y revolucionarias como sus causales determinantes. Es signi-
ficativo que, en el periodo estudiado, el alto grado de concentración de
las conexiones internacionales mexicanas con Estados Unidos no alcan-
zó ni se manifestó en la esfera cultural.
Como en el resto de los países latinoamericanos, las élites culturales
24
México se adhirió al Tratado Gondra, para prevenir conflictos entre los estados
americanos, 1923; al Tratado General de Arbitraje Interamericano, enero de 1929; al
Código Sanitario Panamericano, 1924; a la Convención sobre el Suero Antidiftérico,
1930; a la Convención Interamericana sobre Comunicaciones Eléctricas (1924, 1927); a
la Convención sobre Aviación Comercial Americana (1928); a la Convención Interna-
cional sobre Transporte Aéreo Internacional, 1929, y a la Convención sobre la Regla-
mentación del Transporte Automotor, 1930, entre otros.
26
Para una explicación de esta cláusula, y su aplicación en el caso de las comisiones
de reclamaciones que estimaron los daños económicos, personales y afectaciones a las
propiedades de extranjeros, véase Feller (1935: 185-201).
Cuadro 1
Principales temas en las relaciones económicas de México,
del Porfiriato a la posrevolución (ámbito bilateral)
1880- 1911- 1920-
Materia 1910 1919 1930
Promoción del comercio exterior en mercados
euroatlánticos ◆
Promoción y cabildeo para atraer inversiones
extranjeras ◆ ◆
Negociaciones sobre cuestiones monetarias
(plata, oro) ◆ ◆ ◆
Política de comercio
Negociaciones sobre aranceles, franquicias
comerciales, excepciones fiscales
(Zona Libre Frontera Norte) ◆ ◆ ◆
con Estados Unidos y en menor medida
con potencias europeas
Política de comercio
Negociación sobre importaciones
(armas, alimentos, insumos industriales
y bienes de capital), restricciones y sanciones ◆ ◆
comerciales de Estados Unidos y las
potencias a México
Negociaciones sobre deuda pública, banca
y crédito internacional ◆ ◆ ◆
Negociaciones en torno a reclamaciones
extranjeras por daños materiales, exacciones
y bienes incautados durante el ciclo ◆ ◆
revolucionario
Régimen jurídico de la propiedad desde 1917:
cuestión agraria y cuestión petrolera (art. 27) ◆ ◆
Régimen jurídico y condiciones para
la inversión extranjera ◆ ◆
Régimen jurídico de los derechos económicos
de los extranjeros y nacionalismo económico ◆ ◆
Consideraciones finales
Bibliografía