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6 Padrinos
Discurso de Ceremonia-Agradecimiento
6 Palabras de agradecimiento de uno de los Alumno seleccionado
alumnos de la Promoción
7 Participaciones especiales.
8 Momentos de Reflexión.
9
Intermedio Musical
14 Maestro de ceremonia-
Himno de la Institución
Animador
DISCURSO CEREMONIA DE PROMOCIÓN
NIVEL PRIMARIA.
Durante este año lectivo han sido muchos los logros alcanzados por
nuestra institución: En materia de infraestructura se ha realizado
mantenimiento y remodelación en la planta fisca de todas las sedes,
En materia académica fuimos seleccionados para participar en el
programa de transformación de la calidad educativa liderado por el
M.E.N, radicamos propuesta de media técnica ante la S.E.D,para
ofrecer a partir del año 2012 las especialidades: GESTIÓN
AMBIENTAL, ASITENTE ADMINISTRATIVO SISTEMATIZADO Y
ATENCION A LA PRIMERA INFANCIA, Fuimos beneficiados en
todas las sedes con nuevos computadores portátiles así: Luis Dejanon
dajer:5 Portatiles,Principal Secundaria 20 portatiles,principal primaria
10 portátiles y Camilo Torres 10 portátiles ,a pesar de las dificultades y
en medio de la adversidad luchamos por seguir adelante en busca de
la excelencia,
Me siento muy honrado y es de verdad una gran distinción el poder hablar hoy frente a todos
ustedes en esta ceremonia que es tan especial y en la que felicito a todos y cada uno de los
graduados pero también a sus profesores, a las autoridades de la Universidad de Celaya y al
mismo tiempo a sus familias porque graduarse es un trabajo de equipo. Hoy es un día oportuno
para que todos ustedes, jóvenes graduados, agradezcan el apoyo y la comprensión brindada por
todos los que los rodean.
Una vez entregadas las felicitaciones del caso, permítanme compartir con ustedes algunas
reflexiones. Seré breve. Dicen que el mejor discurso de graduación de la historia lo hizo Salvador
Dalí en la Universidad de Barcelona, cuando dijo: "Seré breve. Terminé".
¿Qué significa la graduación? ¿Por qué es tan importante? Este momento inolvidable es la
culminación de muchos años de educación. Es un día que transforma la relación de cada uno de
ustedes jóvenes graduados con la sociedad.
A partir de ahora ya no es la Universidad de Celaya la que los va a evaluar, sino será la sociedad la
encargada de seguir su trayectoria como profesionales y como individuos, a través de sus
actitudes, de su conducta como dicen ahora de su “performance”.
Hoy también es un día importante, porque están incorporando el principio de realidad que es el
principio que implica postergar los intereses del momento, en función de objetivos de largo plazo.
Quisiera invitarlos a pensar qué se están llevando de la universidad. No se están llevando sólo una
certificación, una licencia para ejercer una profesión. Se están llevando algo trascendente e
insustituible: el conocimiento.
Piensen en el valor del conocimiento. El conocimiento no les puede ser nunca sustraído. Algo que
les permitirá alcanzar su realización como personas libres y autónomas, capaces de conquistar su
lugar en la sociedad, ganarse la vida y reafirmar su identidad.
Si aceptamos nuestra condición de ciudadanos, tenemos que aceptar también que lo bueno y lo
malo que pasa en México tiene que ver con nosotros; en mayor o menor medida, claro está.
Jóvenes quiero referirme a ustedes en este momento por que forman parte del sector mayoritario
de nuestra población.
Quiero decirles que uno de los grandes retos para las nuevas generaciones es, no perder su
capacidad de asombro.
Nos hemos acostumbrado a vivir en medio del crimen, de la pobreza extrema, de los secuestros,
de la corrupción, de narcos.
A veces cuando pienso en la indiferencia que siente una persona al ver a un discapacitado o a un
niño sucio en la calle tirado con un manojo de resistol en su nariz, o quizá un anciano pidiendo
limosna,,, creo que lo que sucede es que se le ha blindado el corazón,,,, y se callan sus sentidos:
para no ver, para no oír, para no oler, para no sentir.
Para vivir el día a día, sin mayores traumatismos,,,, a la deriva,,,, como dicen por ahí, pasar por la
vida nadando de muertito. Haciéndole el quite a la realidad; medida engañosa de supervivencia.
Uno no escoge donde nace, pero uno sí escoge qué hace con las oportunidades que se le
presentan: y mientras más oportunidades se tienen en la vida, es mayor la responsabilidad.
Ustedes, y la mayoría de los que estamos aquí, somos privilegiados. De 1000 mexicanos que
ingresan a primaria terminan 600; de los 600 sólo 100 terminan bachillerato; de los 100, 30
ingresan a la educación superior, y solamente 3 se gradúan: 3%. ¡Ustedes serán parte de este 3%!
Hay que romper con el pasado y atreverse al futuro.
Bien lo decía el escritor Saramago, en una entrevista publicada en "El País Semanal": "El rasgo
principal de una sociedad en crisis consiste en no ver al futuro...y esa falta de perspectiva resulta
hoy mucho más nociva, mucho más peligrosa."
Donde un estornudo de orden público resfría la economía,,, recuerdan hace tan sólo unos días el
caso de la tortilla,,, o el caso del aumento al precio de la gasolina,,,
Pero ver el futuro requiere coraje; coraje para desafiar el individualismo. Ese que amenaza
dominarlo todo abusando de sus beneficios.
"Ninguna sociedad decente puede sobrevivir a menos que vea con valor al futuro y exista un
mínimo de valores comunes", decía Shimón Peres en la Universidad Anáhuac el día que le
entregaron su Honoris Causa.
Ello es factible sólo si atemperamos nuestra existencia a una causa más grande que la que nos
dicta el egoísmo. "Si no aprendemos a limitar con firmeza nuestro egoismo y a orientar nuestro
trabajo cotidiano con criterios de apoyo y participación activa, nosotros, la humanidad,
simplemente nos destruiremos, mientras observamos en la sociedad, como salen a relucir los
peores aspectos de la naturaleza humana".
Es probable que no cambiemos el mundo, pero sí podemos hacer mucho por nuestro entorno
cotidiano. La suma de cada uno hace el todo,,, hace la verdadera diferencia.
Que no nos sorprenda la muerte poniendo un pie delante del otro en el camino incorrecto.
No olvidemos lo que dijo San Angustín cuando alguno de sus estudiantes le preguntó si le parecia
que la vida es corta, el respondió con una sinceridad pasmosa: "Cortísima. Cuando se le empieza a
conocer, llega el momento donde lo más previsible es morir".
Decía el también que, “debemos estar seguros de que no nos sorprenda la muerte estando en
deuda con nuestro compromiso personal, cualquiera que este sea”.
Cuentan que un padre le pidió un día a su hijo que, por cada mala acción que hiciera, cada vez que
molestara o hiciera daño a alguien, clavara un clavo en la pared. Ésta se fue así llenando de clavos,
muchos al comienzo, luego menos. Hasta que el hijo fue con su padre un día a contarle que, desde
hacía un tiempo, había ya dejado casi de clavar clavos. Ya lograste el autocontrol, le comentó el
padre. Ahora, cada vez que de alguna manera ayudes o contribuyas con otro, puedes desclavar un
clavo. Pasó un tiempo y el hijo regresó un día contento con el anuncio de que la pared ya se
encontraba libre de clavos. Ya eres un líder, le anunció el padre. Y ahora, preguntó el muchacho:
¿Qué hago con los huecos en la pared? ¿los puedo tapar? No, fue la respuesta, que se queden allí,
como testimonio de que finalmente no te has hecho solo, como registro silencioso de todos
aquellos que, de una manera u otra, han contribuido a formarte.
La etapa universitaria que hoy ustedes culminan ha sido una fundamental en esa pared con
huecos que constituyen la vida de cada uno de ustedes.
Por esto es que los amigos que hacemos en la escuela y la universidad resultan tan especiales,
porque nos conocieron sin formación, en el esfuerzo adolescente y juvenil de clavar y desclavar
clavos.
Procuren enamorarse del trabajo que hagan o, mejor aún, escojan un trabajo del cual se puedan
realmente enamorar.
Pocas cosas de la vida son mejores que ir con ganas a trabajar los lunes en la mañana. Disfruten de
sus planes y logros.
En la universidad continuaron la formación que recibieron en sus hogares para actuar siempre con
responsabilidad y mantener una sana disciplina.
Ojalá que también hayan aprendido a cultivar la fuerza del espíritu para que los proteja
eventualmente ante la adversidad repentina.
Sean siempre ustedes mismos. Conózcanse bien. Aprendan del silencio. No finjan afectos. Ante la
vida y el trabajo, planteen su verdad y sus preguntas con transparencia; no se cierren a nadie, ni a
los presuntamente ignorantes, porque ellos también tienen su historia.
El mundo puede parecer hoy un lugar confuso y lleno de egoísmo, pero hay también en él
personas que luchan por alcanzar ideales nobles. La vida cotidiana no deja de estar cargada de
heroísmo. Y no se angustien con fantasmas. Hay temores que nacen, a veces, del cansancio y la
soledad.
Hoy que terminan este periodo de su vida,,, a los que hoy finalizan sus carreras o maestrias, quiero
invitarlos a que ejerzan su profesión con integridad moral y ética. Nuestro país ha sufrido mucho
por profesionales que perdieron la brújula moral y debemos ayudar a nuestra sociedad a
recuperarla.
Albert Einstein en una de sus clases de física en Princeton anunció a sus alumnos que el examen
que iba a plantear sería el mismo que el del año pasado y que estaba en biblioteca disponible.
Uno de los estudiantes le preguntó que si no estaba preocupado porque alguien pudiera ir y verlo.
"Para nada", dijo Einstein, "las preguntas son siempre las mismas, lo que cambian son las
respuestas". Ténganlo en cuenta.
Ustedes deben mantenerse actualizados esa es una gran responsabilidad que deben asumir con la
sociedad a la que van a servir.
Finalmente les quiero invitar a tener en cuenta la importancia de combinar la búsqueda del éxito
privado con el bien público.
Hay un concepto central en la filosofía judía que se llama Tikun Olam que comanda los seres
humanos a "reparar el mundo". Esto se interpreta fundamentalmente como la ayuda al prójimo, la
filantropía y la búsqueda del bien común.
Es visible para todos que los modelos productivos históricos se están agotando
Hay un México nuevo esperando ser descubierto y construido. ¿Qué queremos? ¿Un México
tecnológico, agrícola, ganadero, financiero, turístico? ¿Debemos privilegiar los grandes complejos
industriales o la custodia del medio ambiente? Cómo mediamos entre estos temas.
Son todas grandes preguntas a cuyas respuestas tenemos que aportar todos.
Hagamos una sociedad en la cual el talento y la dedicación sean más importantes que la afiliación
política o el origen geográfico o social.
Tenemos que terminar de descartarnos entre nosotros mismos porque uno es público y el otro
privado, porque uno es de izquierda y el otro de derecha, porque uno es del norte y otro del sur.
Todos ustedes tienen el potencial de ser libres e innovadores. No tenemos por qué optar entre
estado y sociedad civil, entre campo y ciudad o entre empresarios y trabajadores. Son todas falsas
antinomias. México necesita de todos.
Finalmente, lo más importante: tomen la vida que Dios les ha dado y hagan con ella algo
significativo.