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Tevilah o Inmersión en agua

INTRODUCCION

El presente estudio procura ahondar en el tema de la Tevilah (Inmersión en agua) basados


en las Sagradas Escrituras y la Tradición hebraica.

En la fe hebrea la inmersión puede tener muy diversos propósitos y puede


realizarse en muy diversas ocasiones, muchas veces, no solamente una vez. Cuando el
Rabino Shaúl (Pablo) habla de "una fe, una inmersión..." (Efesios 4:5-6) está refiriéndose
obviamente a la inmersión que se hace por conversión o fe, cuando una persona entra a
unirse a la fe mesiánica/nazarena, es decir, en el acto donde públicamente confiesa que
ha recibido a Yeshua ben Yosef como su Señor y Mesías.

Pero el mismo Shaúl habla de "inmersiones" en plural:


“1 Por eso, dejando aparte la enseñanza elemental acerca del Mesías, elevémonos a lo perfecto,
sin reiterar los temas fundamentales del arrepentimiento de las obras muertas y de la fe en Elohim;
2 de la instrucción sobre los bautismos y de la imposición de las manos; de la resurrección de los
muertos y del juicio eterno.” (Hebreos 6:1,2 Biblia de Jerusalén)

El Código Real lo vierte de la siguiente forma:


“Por tanto, dejando ya las enseñanzas básicas que demuestran la identidad del Mashiaj,
dejémonos llevar hacia la perfección; no echando de nuevo el fundamento de la enseñanza de la
importancia de hacer teshuvah de obras muertas y de la necesidad de confiar en Di-os, de la
enseñanza acerca de la vigencia de las purificaciones y la imposición de manos, la resurrección de
los muertos y del juicio eterno.”

La traducción nos indica que el texto nos habla de "las inmersiones", usando, el autor de la carta a
los Hebreos, el término en plural, al mencionar las enseñanzas elementales que debemos superar.
O sea, que en la comunidad judía-mesiánica (Netzarita) del primer siglo, se practicaban y se
enseñaban diversos tipos de inmersiones, igual que en el judaísmo tradicional, pues no era algo
nuevo del movimiento nazareno (seguidores de Yeshúa).

1. Teviláh, como rito y costumbre hebrea

La teviláh (Inmersión), es un rito hebreo de purificación, que aparece en las Sagradas Escrituras,
como vemos a continuación en los siguientes textos:En la Torah (Instrucción o Ley):
En la Torah (Instrucción o En los Neviim v´Ketuvim Escritos Nazarenos
Ley): (Profetas):

Números 31:23 Nehemías 12:30 Mateo 3:13


Éxodo 29:4 2 Reyes 5:1-14 Romanos 6:1-11
Levítico 8:6 Salmo 51:7 Efesios 5.26
Isaías 1:16 Tito 3.5
Jeremías 4:14 Hebreos 6.1
Juan 9

Como vemos en los textos, que hemos mencionado a manera de ejemplo, la tevilah
(inmersión en agua), es una práctica hebrea, que se remonta a los tiempos bíblicos, y podemos
decir que se ha conservado como una práctica, en cierta forma simbólica que permite alcanzar un
estado de pureza; también es importante que consideremos que el agua ha sido un elemento
asociado con el juicio, como lo vemos en el acontecimiento del Diluvio.

El agua por su característica de traer limpieza y preservar la vida, (pues sin ella la vida
humana y de todo ser vivo sería imposible), ha sido asociada con la Torah del Eterno, en
Yeshayahu-Isaías 55.1 dice:

“¡Venid, todos los sedientos, venid a las aguas!”

2. El término Tevilah

El término Tevilah (Inmersión) proviene de la palabra hebrea “Taval”, que significa: “mojar,
bañarse, sumergir y lavarse”, y ha sido utilizada principalmente para expresar la inmersión en un
estanque de aguas vivas con la intención de lograr un cambio de estado de impureza a pureza. La
tevilah apunta a una limpieza por medio de aguas ceremoniales.

Dentro de las tradiciones cristianas se le ha denominado “Bautismo”, que proviene de una palabra
griega “Baptizo”, la cual fue tomada del mundo antiguo donde hacía referencia a la labor de
sumergir las telas durante el proceso del teñido en el cual el objetivo era el de cambiar el color de
la tela. No había otra palabra en el griego para poder expresar el acto de la Tevilah en el mundo
hebreo como un acto ceremonial de purificación.

La Torah nos ordena como una mitzvá (mandamiento), convertirse en ritualmente limpio a través
de la inmersión ritual. Estar puros no solo se refiere al hecho de las contaminaciones o suciedades
físicas, las cuales pueden ser adquiridas de diversas formas, sino que también ha de entenderse
como una necesidad de nuestra conciencia y nuestra alma. Estar limpios, sea de impureza física o
por alguna falta o forma de pecado, es algo indispensable para poder presentar nuestro servicio al
Eterno, como dice Salmo 24:3:
“¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo? Sólo el de
manos limpias y corazón puro…” (NVI)

3. El uso y significado de la Mikve

La “Mikve” es el lugar para efectuar la tevilah (inmersión). La misma se refiere a una pila
ceremonial donde la persona, puede sumergirse según sea la situación, la ocasión y de acuerdo a
diversas circunstancias.

El término Mikve significa básicamente “acumulación de aguas”, de ahí que la misma también
pueda realizarse en diversos lugares que tengan un cúmulo de aguas vivas como un río, el mar, un
lago, un estanque.

Los sabios comentan:

Dijo el Raví Akiva: “Tú, si eres feliz, Israel ¿Ante quién te purificas? ¿Quién te purifica? ¡Tu Padre
que está en los Cielos! Así como está escrito en Ezequiel 36.25: Y rociaré agua pura sobre ustedes y
serán puros…Y también está escrito en Jeremías 14:8 Elohim es la mikveh (Esperanza) de Israel. Al
igual que la mikveh purifica al impuro, del mismo modo Elohim purifica a Israel.” M. Yoma8.9
(85b)”

La Mikve ha sido utilizada entre otras cosas para los actos de purificación de los Kohanim
(Sacerdotes); para la purificación de los impuros; para la culminación del proceso de ingreso a
Israel por parte de los prosélitos y para la limpieza ceremonial de los diferentes objetos que eran
utilizados en el servicio al Eterno.

La Mikve, tiene como principal propósito el cambiar la condición o estado de un objeto o


de una persona para que tenga un uso Kadosh- esto es “Santo, Apartado”. Esto lo podemos
asociar con la historia de la liberación de Egipto, donde el Yam Suf- Mar de los Juncos-, es visto
como una gran mikve para Israel, dejando atrás su condición de esclavo y adquiriendo un estado
que lo capacitaría para entrar a la tierra que el Eterno había prometido. Precisamente, el
acontecimiento del cruce del mar, es lo que marca la plena libertad de la esclavitud egipcia, pues
fue aquí que el Eterno, dio el último golpe a los egipcios y sus dioses.

El Emisario (Apóstol) Shaul(Pablo), en su primera carta a los Corintios, 10.1-2 nos hace esta
asociación.

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