Está en la página 1de 16

JUICIO: "INMOBILIARIA INGAVI

S.R.L. C/ ANDRES PROVIDENCIO


ZALAZAR LLAMAS S/

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS 1 Y


PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL".

ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO (1-4-q-04-09, (M0

En la Ciudad de Asunción, Capital de 1 República del


los1111044-,ke(g(0 del mes de ;1 Pl-r0 del
dos mil diez y seis, estando reunidos en Sala de AcJerdos
de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, los señores
Ministros JOSÉ RAÚL TORRES KIRMSER, MIGUEL OSCAR BAJAC
ALBERTINI Y SINDULFO BLANCO, este último quien integra por
Inhibición del señor Ministro CÉSAR ANTONIO GARAY, bajo la
presidencia del primero de los nombrados, por Ante mi el
Secretario Autorizante, se trajo a estudio el expediehte
intitulado: "INMOBILIARIA INGAVI S.R.L. C/ ANDRÉS PROVIDENCIO
ZALAZAR LLAMAS S/ INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS POR
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL", a fin de resolver los
Recursos de Apelación y Nulidad interpuestos por la Abog.
Daysi González contra el Acuerdo y Sentencia N° 174 de fecha
19 de Diciembre de 2012, dictada por el Tribunal de Apelación
en lo Civil y Comercial 2da Sala de la Capital.

vio estudio de los antecedentes del caso, la Sala


Ci r-solvió plantear y votar las siguientes:

CUESTIONES:

nula la Sentencia apelada?.


caso contrario, se halla ajustada a Derecho?.
acticado el sorteo de Ley para determinar el orden,de
vot1 ci.n, dio el siguiente resultado: BAJAC ALBERTINI, TORRES
hn KIR R y BLAII.CO.
510 1111 *-
111›,- A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL SEÑOR MINISTRO MIGUEL
ano
BAJAC ALBERTINI, DIJO: La recurrente desistió
\\ilk-411:v
fe .mente de este recurso. Por lo demás, no se advierten
vicios o de ectos en 1 solución recurrida que ameriten
privarla •e validez de io, conforme al artículo 113 del
Cód. Proc. Civ 1. Por last.4 corresponde tener po , desistida
a la recurren d- es o.
ES KIkMSER
• TRO
GAJE:R.77w
A SUS TURNOS LOS SEÑORES MINISTROS JOSÉ RAÚL TORRES
KIRMSER Y CÉSAR ANTONIO GARAY, dijeron: Adherirse al criterio
del Preopinante por idénticas motivaciones.
A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA EL SEÑOR MINISTRO MIGUEL
OSCAR BAJAC ALBERTINI, prosiguió diciendo: De las constancias,
de autos se desprende que INGAVI INMOBILIARIA S.R.L. promovió
demanda por indemnización de daños y perjuiciosl por
incumplimiento de contrato. Como fundamento de la demanda, la
parte actora señaló que su parte firmó un contrato de mandato
de administración y venta de tierras con el Sr. Andrés
Providencio Zalazar, hoy demandado. El Sr. Zalazar, en su
carácter de propietario de un inmueble, autorizó firme,
irrevocable y exclusivamente a la actora a proceder a la
administración y venta del inmueble de su propiedad
individualizado como Finca N° 4098 del distrito de Lambaré.
Posteriormente, la parte actora señaló que se produjo un
incumplimiento por parte del Sr. Zalazar, ya que durante diez
años de administración nunca elevó queja por nota ni medio
alguno contra la inmobiliaria, no obstante rescindió en forma
unilateral el contrato y sin expresar justa causa. Esta
situación produjo daños en la parte actora, por lo que
reclamó indemnización de daños y perjuicios, específicamente
los rubros de lucro cesante y daño moral.
El Juzgado de Primera Instancia, por Sentencia
Definitiva Número 975 de fecha 30 de diciembre de 2011,
resolvió hacer lugar a la demanda promovida por Ingavi
Inmobiliaria S.R.L., y consecuentemente condenó al Sr. Andres
Providencia Zalazar Llamas al pago de la Suma Gs.
185.131.400. El Tribunal de Apelación, por Acuerdo y
Sentencia Número 174 de fecha 19 de diciembre de 2012, la
cual se encuentra ahora en estudio, resolvió revocar la
resolución de Primera Instancia.
El art. 916 del CPC refiere: "El mandante puede revocar
el mandato, pero si se hubiere pactado la irrevocabilidad,
responderá de los daños, salvo que medie una justa causa".---
La disposición, que encuentra su fuente inmediata !en el
Código Civil Italiano, el artículo contiene, como puede
observarse como fruto del análisis normativo, una diversidad
de normas. Por un lado, la Ley permite que el mandante pueda
revocar el mandato, disposición que se incorpora al ...///...
JUICIO: "INMOBILIARIA INGAVI
S.R.L. C/ ANDRES PROVIDENCIO
ZALAZAR LLAMAS S/

CO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y
REMA DE JUSTICIA
PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL".

ema legal como principio general teniendo en cuenta


vocatoria del mandato se encuentra en la naturaleza
la de esta figura contractual. En principio todo
ma dato resulta revocable, salvo en aquellos en los cuales
las partes pactan, es decir, convienen, o establecen
expresamente la irrevocabilidad, extremo que se materializa
en la cláusula de irrevocabilidad incluida en el pertinente
testimonio del poder o instrumento que plasma las
competencias, funciones y alcances del mandato conferido por
el mandante al mandatario.
En consecuencia, si se pacta o se establece la
irrevocabilidad del mandato, obviamente éste no puede ser
revocado, salvo que -aquí la Ley introduce una excepción
expresa- que medie "justa causa", la cual, por supuesto, debe
ser comprobada en el proceso correspondiente. En otras
palabras: se prohíbe revocar el mandato que fue otorgado como
irrevocable, pero se permite revocarlo cuando concurre,' y r se
prueba, una justa causa. Si el mandato otorgado como
irre ocable es revocado sin justa causa y ello genera
on ec encias dañosas al mandatario, entonces se desata la
secuencia indemnizatoria a cargo del mandante de responder
daños provocados por la revocatoria del mandato
cable.
Afr n consecuencia, de la interpretación del art. 916 del

- identifican diversas normas con operadores deónticos


1
o heterogéneos:
, wl.y'aM11 ck i
Sr„?s~a¿l.) .Como principio general, se permite al mandante
\ rey / ar el mandato al mandatario (norma permisiva).
) Si el mandato hubiera sido otorgado expresamente como
irrevocable, se prohíbe la revocación del mismo (norma
prohibiti
3) Si concur e el cas•pcional de la justa causa, se
permite la revo Á io de m e mo, sin consecuencias 1.
, ara
IRMSER
o
,JA1
...///... el mandante (norma permisiva).
4) Si el mandato fue otorgado con carácter irrevocable,
y si el mismo fue igualmente revocado por el mandante sin que
concurra la justa causa, el mandante tiene la obligación de
responder por los daños ocasionados (norma obligatoria):
Específicamente, la norma jurídica que invoca al actor o.
demandante para fundar la presente demanda indemnizatoria es
la última, la norma obligatoria contenida, entre otras, én la
disposición del art. 916 del CC, que impone al mandante la
obligación de resarcir al mandatario los daños ocasionados
por la revocación sin causa justificada del mandato
irrevocable que le ha sido otorgado por la mandataria, hoy
accionada. Pues bien: resulta claro e incontrovertible que,
independientemente de que la revocatoria del mandato
irrevocable lo haya sido con causa o sin causa justificada,
lo que esencialmente determina la obligación del mandante de
resarcir o indemnizar al mandatario por la revocatoria es la
existencia de los daños o perjuicios que el mismo ha sufrido
como consecuencia de aquella. Si no existen daños o
perjuicios que se deriven directamente de la revocatoria del
mandato irrevocable, la pretensión resarcitoria no puede
prosperar, aunque la revocatoria lo haya sido
injustificadamente.
En el caso en estudio, como se ha dicho, el actor
reclama daño emergente (ni material ni personal). Su reclamo
se centraliza específicamente en el resarcimiento del lucro
cesante y del daño moral que dice haber sufrido a causa de la
revocatoria del mandato irrevocable.
La cuestión radica, entonces, en determinar si real y
efectivamente se ha producido daño alguno en la accionante,
extremo que el accionante debe acreditar por aplicación del
i;
principio de que la carga de la prueba (onus probandi)
corresponde a todo litigante que alega un hecho positivo./No
se trata aquí -se aclara- de exigir que el actor pruebe el
valor del daño causado. Tal extremo, ¿ha sido probado?
En este caso, sin embargo, no se encuentran indicios de
ningún tipo que permitan construir presunciones que, a su
vez, conduzcan a concluir que el actor ha Sufrido daño,
perjuicio, o lesión alguna porque el mandante le ha revocado
el mandato que le fue otorgado como irrevocable. No se ha
producido ninguna prueba que, siquiera indirectamente, pueda
permitir inferencias y consiguientes conclusiones en
JUICIO: "INMOBILIARIA INGAVI
S.R.L. C/ ANDRES PROVIDENCIO
ZALAZAR LLAMAS S/
CORTESUPREMA DE JUSTICIA INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y
12 3 U PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD
e
EXTRACONTRACTUAL".

-III-
2-4 qq

sent ido .

c.=\7 De estudio de las constancias del proceso se advierte


-°.accionante ha producido algunas pruebas relacionadas
circunstancias fácticas que fueron afirmadas eln la
demanda, como que se le ha otorgado poder irrevocable, que se
le ha revocado dicho poder, etc., pero estos extremos no
implican (al menos no necesariamente) que se haya producido
el lucro cesante o daño moral que dice haber sufrido.
La única conclusión a la cual puede arribarse, dadas las
condiciones procesales de la presente causa, es que -
independientemente de la demandada haya tenido o no causas
justas o suficientes para revocar el mandato irrevocable
tal revocatoria no ha producido los daños que afirma el 'actor
y por cuyo resarcimiento promueve la demanda por la suma de
Gs. 185.131400. Se afirma que no se ha producido ningún' daño
porque simplemente no se ha probado o acreditado, en modo
alguno, la configuración de daño o lesión de índole material
o moral que pudiera fundar válidamente la pretensión
resar tia. Ante la ausencia o inexistencia del daño
resu t. i relevante si ha concurrido o no la justa causa que,
en o, hubiera permitido al mandante y hoy demando
galmente el mandato irrevocable. Si la revocjtoria
on no ha generado daño alguno, pues entonces no
:,„j
!
y
exiS a que indemnizar o resarcir.
pretensión resarcitoria del accionante deviene

oe'lzr lo consecuencia, corresponde confirmar, con costas el


A9p.e,Td y Sentencia Número 174 de fecha 19 de diciembre de
“MN, •
íctado por el Tribunal de Apelación en lo Civil y
Comercia., Segunda Sala.
A LA GUNDA CUESTIÓN PL EADA EL SEÑOR MINISTRO JOSÉ
RAÚL TORRES KIRMSER, o diciendo: Se trata de
establecer la p encia demanda de _///“.
...///... indemnización de daños y perjuicios por responsabilidad
contractual que promueve Ingavi Inmobiliaria S.R.L. con'tra
Andrés Providencio Zalazar Llamas.
La parte actora alega el incumplimiento de la demandada
del contrato de "mandato de administración y venta de
tierras" obrante a fs. 9/12 de autos debido a que en el mismo
se estableció una cláusula de irrevocabilidad' de
administración y venta de 48 lotes del inmueble
,
individualizado como Finca N° 4098 con Cta. Cte. Ctral. N°
13-0110-13 del distrito de Lambaré. El consiguiente
incumplimiento consiste en un improcedente ejercici del
ci
pacto comisorio tácito por parte de la demandada, ya qué a
criterio de la parte actora, ésta habría dado íritegro
cumplimiento del contrato de marras.
La parte demandada, por su parte, alega que el contrato
fue revocado con justa causa debido a que la parte actora ha
incumplido con lo pactado en la cláusula segunda del contrato
al cobrar intereses moratorios y punitorios y la cláusula
sexta de los contratos de compraventa suscriptos, al no haber
resuelto dichos contratos con los adquirentes que adeuden
seis cuotas.
Trabada de esta manera la litis, antes de estudiar la
cuestión contractual de fondo es necesario referirnos al tipo
contractual ante el cual nos encontramos. Si bien las partes
han acordado la denominación de "mandato de venta", por
cuestiones formales y de fondo veremos que en realidad no
estamos ante este tipo contractual. En cuanto al requisito de
forma, tenemos que el art. 700 inc. f) establece que deberán
realizarse por escritura pública: los conferidos'para
administrar bienes, contraer matrimonio, reconocer o adoptar
hijos y cualquier otro que tenga por objeto un acto otorgado
tp
o que deba otorgarse por escritura pública." De is las
constancias de autos surge que el contrato traído por la
actora no fue realizado por escritura pública, por 'lo que
estamos ante un contrato privado. La falta de este requisito
de forma es suficiente para argumentar que no estamos ante un
mandato de venta, ello conforme con el art. 701 del Cód. Civ.
que establece: "Los contratos que, debiendo llenar el
requisito de la escritura pública, fueren otorgados por
instrumento privado o verbalmente, no quedarán concluidos
como tales, mientras no estuviere firmada aquella
escritura."'; sin embargo, realizaremos algunas
JUICIO: "INMOBILIARIA INGAVI
S.R.L. C/ ANDRES PROVIDENCIO
ZALAZAR LLAMAS S/
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS r Y
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL".

-I V-
ideraciones de fondo.
del requisito de forma, tenemos que el ar-t. 880
Civ. define a este tipo de contrato de la siguiente
"Por el contrato de mandato una persona acepta de, otra
poder para representarla en el manejo de sus intereses o en
la ejecución de ciertos actos." En este sentido, este tipo
contractual supone que el mandatario realice actos atinentes
al manejo de los intereses ajenos. Es importante aclarar que
no estamos refiriendo a la representación en el mandato (que
puede o no existir), sino a la figura genérica del contrato.
Para esclarecer este concepto nos referiremos a la doctrina
más aceptada en este sentido: "El mandato implica un' acto
jurídico de apoderamiento que es unilateral y se halla
sometido a la condición suspensiva de su aceptación por parte
del apoderado. Ese acto de apoderamiento tiene por objeto, no
sólo la realización de actos jurídicos, sino también hechos
jurídicos que no son actos negociales y, en general, la
1
gestió de negocios. ...El apoderado o mandatario, al actuar
fren a terceros, puede o no invocar su condición dé tal
spo rado o mandatario; si lo hace, nos hallamos ante el
man to d apoderamiento representativo; en caso contrario, es
procede a nombre propio, entonces nos enfrentámos
andato o apoderamiento no representativo, o comisión
mandato oculto." (Spota, Alberto G. Instituciones de
Civil Contratos, Tomo VIII, reimpresión edición 'año
Ed. Depalma Bs. As., pág. 1).
".91cAcTontrato obrante a fs. 9/11 surge que la
no
iaria debía procurar para el demandado posibles
res sel inmueble el emandado y además estaba
cobro de las cu ► . Sin embargo, quien debía
perfeccionar los contratos ompraventa y además encargarse
del pago de los uestos epropietario del
...///... inmueble conforme consta en las cláusulas tercera y
séptima del contrato. En consecuencia no nos hallamos ante un
mandato de venta de inmuebles como pretende la parte actora,
ya que el mandatario no estaba facultado a signar los
contratos en nombre del propietario, sino simplemente estamos
ante un contrato de servicios de intermediación
donde la inmobiliaria debe procurar la venta del inmueble de
propiedad de la demandada y además, dentro de dicho contrato
la inmobiliaria está facultada al cobro de 'las
i.

correspondientes cuotas.
Establecida la naturaleza contractual, podemos continuar
con el estudio de la procedencia de la pretensión de la parte
actora. Como ya hemos referido al inicio de la presente
opinión, la parte actora pretende la indemnización de daños y
perjuicios por inclumplimiento del contrato celebrado con el
Sr. Andrés Providencio Zalazar.
A este respecto, se presenta en toda su dimensión un
problema harto conocido en la doctrina italiana, a la cual
habremos de referir ampliamente por cuanto reconstruye con
toda claridad los términos de la temática que nos aprestamos
a abordar, y que es decisivo para la solución del presente
caso: la carga de la prueba derivada de relaciones
contractuales.
Ciertamente, la primera evocación normativa ha de ser la
contenida en el art. 249 del Cód. Proc. Civ., según el cual
la carga de la prueba incumbe a la parte que afirme la
existencia de un hecho controvertido. En último análisis se
verá cómo esta resultará la normativa a ser aplicada en el
caso en concreto, pero la cuestión, tratándose de relaciones
contractuales, requiere de mayor explicitación.
En efecto, es sabido que de conformidad con el art.!719
del Cód. Civ., cuando se acciona por incumplimiento d,e un
contrato bilateral el actor debe probar haber cumplidó su
prestación u ofrecer dicho cumplimiento, por lo que aquí el
demandante debe probar la existencia del contrato y el propio
cumplimiento como condición indispensable para la procedehcia
de la demanda indemnizatoria. En el caso ',de la simple
indemnización por incumplimiento ex art. 420 inc`—c) del Cód.
Civ., al actor le basta demostrar la existencia del título
contractual, aunque opuesta la exceptio non adimpleti
contractus o el ejercicio del pacto comisorio tacito -como es
el caso de autos al recuperar la administración de los
JUICIO: "INMOBILIARIA INGAVI
S.R.L. C/ ANDRES PROVIDENCIO
ZALAZAR LLAMAS S/
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL".

-V-

-MDles aún vendidos por parte del propietario-, en


nos del art. 719 del Cód. Civ., vuelve a ser `carga
parte demostrar el propio cumplimiento, precisamente
juego de dicho artículo. Viene a resumir la situación
la disposición del art. 725 del Cód. Civ., que compendia los
remedios por el incumplimiento y condiciona su procedencia a
que la parte que lo solicita no sea responsable de él; queles
tanto como decir, entre otros elementos que pueden deteminar
la inimputabilidad -en sentido puramente técnico civilista-
del incumplimiento, que el que acciona por remedios
contractuales no debe haber incumplido culposa o dolosamente.
De verificarse esta última circunstancia, claro está, el
I 1
cocontratante no es responsable de su incumplimiento pueslla
ley le autoriza expresamente a autotutelarse no ejecutandolla
prestación debida. En último análisis, la exceptio non
adimpleticontractus no es sino esto, un medio de autotutela
que r'ite al contratante no, ejecutar la prestación exigible
a argo aguardando hasta que el otro ejecute la suya,
sien. e qué esta resulte exigible en dicho instante temporal,
corno es obvio.
Vemos' así que en materia contractual aparece como
ablecida la idea central según la cual el actor debe
de o'Stra en principio, la existencia del contrato} como
menea indefectible; y el propio cumplimiento, siempre que
1a. .ú-''tión surja como controvertida en las postulacionds que
• 040 aill&WElla la traba de la litis, dependiendo del tipo de
1.5,5 41-4.
iznó
\y\ -on que se trate -dentro de las cuales, en caso de
lf
narse por indemnización, dicha demostración asciendé a
eleme to indispensable por posición del art. 725 del Cód.
Civ. el aso de que la se niegue a realizadla
propia estación-. Es el principio que ;puede
considerarse -///-
Naturalmente, esta regla es compartida por la mejor
doctrina y jurisprudencia. Sobre todo en este último aspecto,
debe destacarse el importante fallo de las Secciones Unidas
de la Casación italiana número 13.533, dictado en fecha 301' de
octubre de 2001 y publicado en Foro italiano, 2002, c. 770..y
siguientes, de cita ineludible en las obras que se ocupan'del
tema, y que a tenor anecdótico incluso se ocupa de una•
controversia vinculada en cierto modo con nuestro continlente,
ya que las partes allí litigantes son Gallo v. Centro
culturale latino americano El Charango. Superando anteriores
oscilaciones, la Casación llega a un resultado que es
plenamente plausible no solo por el ajuste a las normas que
hemos indicado líneas arriba, sino muy especialmente por el
rigor lógico que dicha solución refleja.
Ha sostenido la Casación que "el principio de presunción
de persistencia del derecho, deducible del art. 2697, en cuya
virtud, una vez probada por el acreedor la existencia de un
derecho destinado a ser cumplido en un cierto tiempo, grava
sobre el deudor la carga de demostrar la existencia del hecho
extintivo, constituido por el cumplimiento; debe considerarse
operante no solo en el caso en el cual sea el acreedor 'quien
accione por cumplimiento, en cuyo caso debe solamente probar
el título contractual o legal de su derecho; sino también en
el caso en el cual, en el caso del incumplimiento de la
contraparte, accione por la resolución o por la indemnización
del daño (...) La acción de cumplimiento, la de resoludión y
la demanda autónoma de indemnización de daños por
incumplimiento se vinculan todas al mismo presupuesto,
constituido por el incumplimiento: todas sirven para
establecer que el deudor no ha cumplido".
El principio "se revela además conforme con la exigencia
,,/
de no tornar excesivamente difícil el ejercicio del dérecho
del acreedor a reaccionar al incumplimiento, sin penalizar -
por otro lado- el derecho de defensa del deudor que cumple,
aplicar el principio de cercanía de la prueba, poniendo en
todo caso la carga de la prueba a cargo del sujeto en cuya
esfera se haya producido el incumplimiento, y que, por ende,
se halla en posesión de los elementos útiles para paralizar
la pretensión del acreedor, sea la misma dirigida al
cumplimiento, a la resolución o a la indemnización del daño;
probando el hecho extintivo de la acción intentada,
JUICIO: "INMOBILIARIA INGÁVI
S.R.L. C/ ANDRES PROVIDENCIO
ZALAZAR LLAMAS S/
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS' Y
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL".

-VI-

ituido por el cumplimiento".


corolarios, naturalmente, son derivación de una
cia anterior, que aunque minoritaria se abrió, paso
za, representada por los precedentes de Casi. 27
1998 n. 3232, en Corriere giuridico, 1998, 784; Ca'ss. 7
febbraio 1996 n. 973, en Foro italiano, 1996, I, 1265; 'Cass.
5 dicembre 1994 n. 10446, en Giurísprudenza _italiana, 11995,
I,1192; Cass. 18 dicembre 1992 n. 13445; Cass. 31 marzo 1987
n. 3099; todos citados en Segreto, Antonio. La ripartizione
dell'onere de/la prova in tema di risoluzione per
inadempimento, en la revista Giustizia Civile, 2000, parte
II, p. 175.
Esto ha sido impecablemente explicado, en cuanto a los
fundamentos de la necesaria distinción que se postula. "El
fundamento de esta repartición divergente de la carga
probato la emerge claramente si se atiende a la diferente
estro- tura de los hechos deducidos en juicio. Se ha visto que
al reténder la ejecución de la prestación retrasada o
in mpli a, el acreedor hace valer la relación obligatoiia en
cont nido originario. Por ello la prueba del hecho
nétic. del crédito implica también la determinación ¿e las
nes de su existencia actual, quedando a cargó del
carga de demostrar que la prestación se extingue
o. Esta prueba deberá tener por objeto, obviamente,
' de una prestación conforme a la debida. Sin
cucion
—"-'eiri árgo, allí donde se trate de accionar tomando como base el
';limiento inexacto, el acreedor alega como fundamento de
manda na serie de circunstancias ulteriores respecto
del titulo•1 vínculo. Por lado, admite la ejecución de
una act idad que en conjun uede ser conducida al objeto
del deber ob gacional; otro lado, lamenta que el
resultado así tenido n - esponde, ...///...

R RMSER
Ni S o JOAP,SAJ ,,,LBER71.31
/
L
...///... cuantitativamente o cualitativamente, a aquello a lo
cual tenía derecho. Ahora bien, desde el momento en que dicha
disconformidad representa el hecho lesivo del créditó, la
misma se considera como elemento de la causa petendi, que
tiene función constitutiva de lo demandado en juicio y
constituye thema probandum a cargo del acreedor demandante"
(De Cristofaro, Marco. Mancata o inesatta prestazione e onere
probatorio, en la Rivista di diritto civile, 1994, I, P.
591).
En el caso de autos, la prueba del cumplimiento de las
prestaciones a cargo de la inmobiliaria, especialmente,
respecto del informe del atraso de las cuotas--
correspondientes a los efectos de la recisión de los-
contratos, no se ha alcanzado, vista la ausencia de elemento
concluyente en tal sentido. Como se trata de comercializar
lotes inmobiliarios, el contrato entre partes importaba la
concertación de contratos de compraventa con terceros
adquirentes de los lotes. Tales contratos no han sido
acompañados. Tampoco las documentales relativas a la
resolución de las ventas que alega, como ser intimaciones de
pago, comunicaciones de resolución, etc. La agregación de
todas estas instrumentales es esencial para dar sustento a la
pretensión de indemnización por incumplimiento contractual
pretendida por el actor. En efecto, la prueba se ha producido
a favor del demandado ya que la propia actora trae como
prueba una intimación al Sr. Luis María Prette Chover,
adquirente de uno de los lotes, por el incumplimiento de pago
de 111 cuotas vencidas. Esto demuestra que la cláusula cuarta
del contrato de intermediación inmobiliaria no ha sido
cumplida ya que debió haber informado al propietario del
inmueble al incumplimiento de la sexta cuota establecida l en
el contrato de compraventa. La parte actora tampoco j ha
adjuntado los estados de cuenta de las cuotas cobradas'-a los
efectos de demostrar su propio cumplimiento. Esta ¡carga
probatoria es exclusivamente de la inmobiliaria al estabIeCer
en la cláusula cuarta del contrato que la administradora
deberá encargarse del cobro de dichas cuotas y además de
ello, las mismas se deben detallar en una "liquidación
especialmente destinada al efecto" (sic. F. 10). En este
sentido, bastaba con adjuntar como prueba dicha liquidación
con el detalle de las cuotas pagadas y el estado de morosidad
de cada comprador. -///-
JUICIO: "INMOBILIARIA INGAVI
S.R.L.. C/ ANDRES PROVIDENCIO
ZALAZAR LLAMAS 'S/
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL". 1

-VII-
condiciones, no alcanzada la prueba de los
estión se decide sobre la base de la carga de la
ta incumbe al actor. La demanda, en consecuencia,
mostrado los hechos que la fundan, por lo que no
puede ser acogida favorablemente.
Toda la tesis desarrollada anteriormente encuentra su
sustento, además del legal ya expuesto, en el hecho de que la
parte actora, Ingavi Inmobiliaria S.R.L es un sujeto
comercial por excelencia y por ende, cabe exigir toda la
diligencia debida a un comerciante profesional. AdemásIde
ello, cabe recordar que la vinculación contractual !entre
actor y demandado es la de una relación de consumo, y por
ende, existe una asimetría ente ambas partes referente a'la
información respecto del negocio. Por ello, la Ley N° 1336/98
exige al proveedor de servicio que provea al consumidor toda
1
la información respecto de la relación de consumo.
Consecuentemente, esta relación desigual entre las partes
una dinámica probatoria distinta debido a que estando
el onsumidor en una situación más desfavorable respecto del
veedor de servicio quien se encuentra en una posidión
min inte respecto del primero.
ste razonamiento es compartido por la doctrina: "En
ad los problemas de prueba que se pueden plantear en
bs cuyo objeto sean pretensiones relativas a derechos e
de los consumidores son otro factor que limita el
la Jurisdicción, no sólo por la especialización
para descifrar las cuestiones de causalidad que se
den plantear, sino también por las dificultades
int ínsecas de probar los -entuales daños, por ello en las
iones de Derecho Consumo no son infrecuenites
presunciones y normas responsabilidad objetiva
faciliten la prueba"; "P lado, y todavía en //...

URMSER
RO\
...///... relación con la materia probatoria, en los procesos
civiles de protección a los consumidores se producen
alteraciones ex lege del themaprobandi (...) en lugar de
atribuirse al demandante la carga de la prueba de los hechos
constitutivos de su pretensión y al demandado la carga de
probar los hechos impeditivos, extintivos y excluyéntes,
aparecen frecuentes ejemplos de alteraciones de esta ,regla
del juicio, precisamente para obviar problemas
probatorios..." (DE LEÓN ARCE, Alicia -Directora-. 2b00.•
Derecho de los Consumidores y Usuarios. Valencia. Tiraint Lo
Blanch. Pág. 1137/1138).
La jurisprudencia también ;así lo ha establecido: "Es
pertinente recordar en este Punto, además, la índole de la
vinculación que une a actora con demandada y situación que de
ello se deriva para ambas partes. El demandante es una
persona particular y la accionada una sociedad inmobiliaria
comerciante; esto implica que entre ambos existe la asimetría
propia de las relaciones de consumo. En estos supuestos, la
legislación pertinente exige de la entidad proveedora del
servicio -en este caso del servicio de colocación
inmobiliaria- que provea de toda la información relevante a
la relación de consumo, Ley N° 1336/98. Como en este caso la
relación se extendió por un período de tiempo, el deber de
información se refiere no solo al momento de la concertación
del servicio, sino a lo largo de toda la vinculación
contractual. Luego, tales relaciones asimétricas también
tienen una mecánica probatoria particular, derivada del
diferente posicionamiento que tienen una y otra parte, .a raíz
de la posibilidad de conocimiento de los hechos y datos, y de
la generación y/o obtención de la prueba que el manejo de la
mecánica operativa de la empresa procura a esta última. En
efecto, sabido es que la prueba es la actividad procesal cuyo
objeto consiste en corroborar la exactitud de los datos
fácticos que las partes incorporan al proceso a través,de sus
afirmaciones. Es, en otras palabras, la actividad que tiene
por finalidad la producción del convencimiento psicológico
del órgano jurisdiccional sobre la existencia o inexistencia
de los hechos afirmados. Esta actividad -incumbe
fundamentalmente a las partes sobre quienes pesa la carga de
incorporar al proceso los datos tendientes a cotejarse con
aquellos hechos. Empero, la actividad probatoria sufre
ciertas modificaciones dentro de la órbita del derecho
JUICIO: "INMOBILIARIA INGAVI
S.R.L. C/ ANDRES PROVIDENCIO
ZALAZAR LLAMAS S/
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS 1 Y
CO. E1EMA DE JUSTICIA
PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL".

-VIII-

nos ocupa, es decir, el derecho del consumidor.


este temperamento, en la mentada Ley 1336/98 ,'De
del Consumidor y del Usuario" encontramos normasue
consagran, asimismo, ciertos derechos y exenciones
inalienables en favor de los consumidores, lo que devierie, en
el ámbito litigioso, en una lógica de inversión de la carga
de la prueba en contra de los productores o proveedores."
(A.I. N° 700 de fecha 21 de noviembre de 2.014 en los autos:
Pedro Augusto González Fariña Y Otros C/ Inmobiliaria Del
Este S.A. S/ Rendición De Cuentas Y Otros).
Todo esto nos lleva a la conclusión de que cabía a'la
parte actora la carga de la prueba de los hechos
constitutivos de su pretensión, in casu, su propio
cumplimiento y, con ello, la improcedencia del ejercicio de
la atribución resolutoria por la otra contratante. Así, ante
la imposibilidad de tener por acreditado el cumplimiento de
las prestaciones a cargo de la actora, corresponde el rechazo
de la acción incoada, en virtud de lo dispuesto por los >arts.
249 del Cód. Proc. Civ., y 719 y 725 del Cód. Civ.
Por todas estas motivaciones, la sentencia recurrida se
ajusta a derecho y por ende debe ser confirmada.
En cuanto a las costas, las mismas deben ser impuestas a
la perdidosa conforme con el art. 205, 203 inc. a) y 192 del
Cód. Proc. Civ. Así voto.
A SU TURNO EL SEÑOR MINISTRO SINDULFO BLANCO, prosiguió
diciendo: Que se adhiere al voto del señor Ministro José Raúl
Torres Kirmser por los mis fundamentos.
Con /lo que., se dio po terminado el acto, firmando
SS.EE., tbr-anté)Mí que acordada la Sentencia que sigue
Y
a continuado
RMSER

IGI
ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO 9-4
Asunción,21;de . ¿/-(1-ro del 2.016.-

Y VISTOS: Los méritos del Acuerdo que antecede, la


Excelentísima;

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA CIVIL Y COMERCIAL

RESUELV E:

DESESTIMAR el Recurso de Nulidad interpuesto.


CONFIRMAR el A• erdo y Sentencia Número 174, de fécha 19
de Diciembre del 2.S 2.
IMPONER Costas la Parte perdidosa.
ANOTAR, re•llt y notificar.

RAUL IRMSER MiGUZL


IN TRO

Si l'A.,
ii! nistro

"s`A`tO COMC,'

También podría gustarte