Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FRENTE AL DESAFÍO DE LA
DIVERSIDAD
¿Qué es la Diversidad?
Para Gimeno Sacristán (1999): “La diversidad alude a la circunstancia de los sujetos de
ser distintos y diferentes […]
Frente a una visión que asocia el concepto de diversidad exclusivamente a las diferencias
se enmascaran situaciones de desigualdad, de segregación, de desventajas.
Lo expuesto nos permite pensar que se pueden incorporar otros enfoques que otorguen
a la diversidad un valor positivo, más vinculado con oportunidades, con participación y
aceptación.
Esta perspectiva coloca en el centro de debates los procesos de exclusión signados por
los modelos sociales y económicos de exclusión. Los procesos de exclusión están íntimamente
relacionados con la pérdida de derechos humanos. Para reparar esta situación, se han
desarrollado políticas para posibilitar una mejor educación, integración y contención social,
donde la diversidad pueda ser reconocida como un valor humano.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2000), los factores de
riesgo de exclusión se relacionan principalmente con tres aspectos básicos en la vida de los seres
humanos: acceso a los recursos, derechos y relaciones sociales.
Área:
Dependiendo del entorno en el que habiten (rural o urbano), las posibilidades de acceso
a los recursos, participación y relaciones sociales cambian, siendo los habitantes de las áreas
rurales más excluidos, pues es allí en donde se evidencia mayor falta de acceso a servicios
básicos, empleo digno o vivienda apropiada. Se ha mostrado que los niños de áreas rurales
tienen el doble de probabilidad de no terminar la escuela primaria que los niños que viven en
áreas urbanas (ONU, 2010).
Etnia:
Género:
Según el informe de 2010 de la ONU las niñas del 20% de los hogares más pobres tienen
una probabilidad más baja de tener educación. En el aspecto laboral, las mujeres suelen recibir
una menor remuneración por su trabajo y se les suele relegar a las formas de empleo más
vulnerables. La falta de una perspectiva de identidad de género, del reconocimiento y respeto
de las minorías, así como las relaciones de poder, contribuyen a profundizar la exclusión social
a partir de continuas discriminaciones en personas que se consideran diferentes, que no se
ajustan a las formas de pensar de la mayoría o no se acomodan a sus lenguajes.
Edad:
La niñez, los adultos mayores y los jóvenes son grupos particularmente excluidos,
debido a la frecuente dependencia económica de estos hacia los adultos; lo cual conduce a la
falta de reconocimiento de derechos propios, diferentes según la etapa del ciclo vital y en el
caso de los adultos mayores, el debilitamiento de sus capacidades físicas reduce su posibilidad
de autonomía.
Educación:
Tener un bajo nivel formativo, no tener acceso a una formación ocupacional adecuada
a sus necesidades y que capacite para el empleo y para competir en el mercado laboral, el
desconocimiento del recorrido laboral previo a un evento de migración, el desempleo, el
subempleo, el empleo informal y el empleo en condiciones precarias son situaciones que
conducen a un mayor riesgo de exclusión de las oportunidades de participación en la sociedad.
INCLUSION NO EXCLUSION
Derecho a acceder, con equidad y calidad, al Derecho a no ser excluido, por razones
espacio de las oportunidades que confiere personales, ni culturales, de las
un ambiente educativo determinado oportunidades que confiere un ambiente
educativo determinado
El sistema educativo debe procurar medidas flexibles que se adecuen a las diferencias
individuales y ritmos de maduración de cada uno de los alumnos y alumnas. La atención a la
diversidad requiere un enfoque inclusivo, el cual, busca promover en el profesorado una
formación teórico-práctica, configurando actitudes favorables hacia la diversidad e inclusión;
bajo este contexto educativo, los profesores deben estar preparados para asumir, también, su
rol de líderes sociales en la atención a la diversidad. Por lo tanto, es importante que, desde el
nivel de educación básica hasta la educación superior, el profesorado cuente con una formación
adecuada que dé respuesta a las necesidades de los estudiantes; así como contar con constantes
capacitaciones que permitan dentro del aula resolver conflictos, propiciar una comunicación y
motivación en los alumnos (Serrano y Pontes, 2017).
Las Universidades no pueden quedar ajenas a los cambios, sociales, económicos,
políticos y filosóficos que transcurren en el siglo XXI. Solo profesionales comprometidos serán
capaces de marcar diferencias para el desarrollo de una sociedad democrática y que atiende a
la diversidad.
Educar para construir una escuela para todos es asumir la equidad como valor que
permite la mejora de la sociedad en la que cabemos todos; es pensar que las diferencias son
igual de importantes y valiosas, rechazando la segregación de personas y colectivos
Este se configura como un proceso en el que se pueden diferenciar algunos hitos claves:
que los Estados deben “Promover la formación de los profesionales y el personal que
trabajan con personas con discapacidad respecto de los derechos reconocidos en la
presente Convención, a fin de prestar mejor la asistencia y los servicios garantizados
por esos derechos”.
Por su parte la LEY 25573 de Educación Superior, establece:
• ARTICULO 3º
• ARTICULO 4º