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DIPLOMATURA SUPERIOR UNIVERSITARIA EN EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL

Módulo I: HABLEMOS DE EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL

GLOSARIO ESI
Selección: Dra. María Eugenia Menna

Este glosario propone un acercamiento a algunas definiciones de conceptos


importantes abordados a lo largo de los módulos. Representan algunas de las
categorías necesarias para la comprensión de la complejidad de la temática.

ANDROCENTRISMO: Es la visión del mundo que parte exclusivamente desde


el punto de vista de los varones. Desde este lugar, hablar de “hombres” por
ejemplo, quiere decir hablar de toda la humanidad, suponiendo que ese tipo de
sustantivos engloban también a las mujeres, cuando no lo hace. O cuando
suponemos que quien tiene la autoridad en una familia, o la capacidad de decir
lo que una familia necesita, es el “padre”. La raíz de la palabra de origen griego
andros significa varón.

BISEXUALIDAD: La orientación sexual se presenta en forma indistinta hacia


varones y mujeres. DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO: La división sexual del
trabajo es el modo de organizar las tareas referidas a la reproducción social de
un grupo impuesto según un criterio de distribución (de tareas) basado en el
sexo. Cuando hablamos de reproducción, no nos referimos a la reproducción
biológica, solamente, sino a todas las tareas necesarias para la supervivencia y
el desarrollo: proveerse alimentación, refugio, defensa, ordenar de alguna
manera las interacciones sociales, distribuirlas entre personas, darle un sentido
a lo que sucede, etc. En la división sexual del trabajo que nosotros/as más
conocemos, las actividades vinculadas con la reproducción social y el cuidado
de la vida (como la crianza de los niños/as), la limpieza, y la alimentación del
núcleo familiar, han sido asignadas mayormente a las mujeres, y las actividades
relativas al trabajo, la producción de bienes, a la administración de la riqueza, y a
la defensa o el ataque, han sido asignadas a los hombres. De esa manera se ha
dividido sexualmente el trabajo de reproducción social de los grupos humanos.
El concepto de sistema sexo-género (ver más abajo) permite visualizar cómo es
presentado como diferencia aquello que es cruda desigualdad, como es la idea

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de que las mujeres se encarguen del “hogar” mientras los varones del trabajo
fuera del mismo.

DESNATURALIZACIÓN: La desnaturalización implica un proceso crítico-


reflexivo que consigue un efecto de extrañeza, de desfamiliarización. Hay
autores/as que sostienen que se trata de suspender la evidencia de nuestras
categorías, concepciones y prácticas, por el mero recurso de intentar pensarlas
de otro modo, a otra escala, con otras conexiones. También podemos sostener
que conlleva el desafío de revisitar viejos paisajes con nuevos lentes. Lentes que
permitan hacernos reflexionar acerca de lo cotidiano como una construcción
histórica - socio - cultural de cada época y contexto, no como algo natural y
dado.

DIVERSIDAD SEXUAL: Es una conceptualización que aparece en el horizonte


de las luchas de las políticas sexuales a comienzos del milenio, por parte de
organizaciones sociales y activistas que participan activamente por la
visibilización y legitimación de las identidades LGBT (lésbicas, gays, bisexuales,
trans). Es decir, a comienzos de siglo XXI, los movimientos sociales a nivel
mundial traducen las demandas de la agenda de derechos humanos como
derechos de la diversidad de culturas, etnias, pueblos, y también sexualidades.
Habitualmente este concepto funciona como “paraguas” para referenciar bajo su
nombre a identidades, sexualidades y géneros que, históricamente, han sido
estigmatizados. Su uso, entonces, es político. Sin embargo, en el ámbito de las
políticas públicas relacionadas con los derechos sexuales y los derechos
reproductivos, se entiende que la diversidad sexual incluye todas las formas de
vivir la sexualidad, incluyendo la heterosexualidad. Este uso técnico del término
desdibuja un poco el valor político de la resistencia a un sistema heterocentrado.

DISIDENCIA SEXUAL: Término complejo desarrollado por científicos sociales


durante la última década, para nombrar y reivindicar identidades, prácticas
culturales y movimientos políticos no alineados con la norma socialmente
impuesta de la heterosexualidad. Para algunas posturas, es más correcto usar
ese término que “diversidad sexual”, concepto que engloba a todas las
orientaciones sexuales, incluida la hegemónica. Por otra parte, en vez de
acrónimos como “LGBTTTI”, se inclinan más por el empleo de la expresión

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“movimientos de disidencia sexual”, toda vez que la sigla es conmutable según
la geografía. Por ejemplo, en algunos países es “LGBT”, en otros lugares es
“BLGT” y “TLGB” en otros. “Esta denominación corre el riesgo de dispersarse en
una serie de nomenclaturas que terminan por no nombrar a nada”.

EQUIDAD: Es un planteo que busca generar relaciones más justas. Se refiere a


cualquier situación social, y específicamente aquí al género, que busca subsanar
las diferencias que han producido accesos desiguales a oportunidades en torno
a la educación, la salud, las posibilidades laborales, el reconocimiento social,
etc. Permite reconocer un punto de partida desigual, que busca equiparar esa
“inequidad” a través de determinadas medidas relacionadas con la justicia social.
Por ejemplo, el concepto de equidad nos permite reconocer la “inequidad”
existente en los cargos jerárquicos de empresas y organismos, ocupados
mayoritariamente por varones, cuando la mayor parte de los/as empleados/as
son mujeres. Una medida que apunta a la equidad es establecer un cupo
femenino para acceder a esas posiciones, sin por ello dejar de valorar otros
criterios para el ascenso laboral.

ESTEREOTIPOS: Conjunto de atributos o características que supuestamente


caracterizan a las personas de un grupo. Los estereotipos contribuyen a
formarnos una imagen simplificada de la realidad, en la medida en que es una
generalización que pasa por alto las diferencias y particularidades. Su forma de
operar se la puede ejemplificar a partir de la siguiente sentencia: «cuando se ha
visto a uno, se ha visto a todos».

ESTEREOTIPOS DE GÉNERO: Representaciones simplistas y generalizaciones


impuestas culturalmente según el sexo de las personas, que condicionan
nuestra manera de pensar, vivir y prejuzgar a las personas. Algunos estereotipos
femeninos más comunes: la madre abnegada, la loca, la solterona, la puta, la
histérica, la despechada, la marimacho. Algunos estereotipos comunes de varón
son el galán, el valiente, el padre de familia, el macho, el protector, el futbolero,
el don Juan, el mujeriego.

FEMINISMO: El feminismo es un movimiento político que genera teoría y


acciones con el objetivo de transformar las relaciones basadas en la asimetría y
la opresión sexual. Se trata de un discurso político que se basa en la justicia. Es

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un conjunto de corrientes de pensamiento, teorías sociales y prácticas políticas
que se posicionan en abierta crítica de las relaciones sociales históricas,
pasadas y presentes, y que provienen principalmente de la experiencia
femenina. Las teorías feministas realizan una crítica a la desigualdad social entre
mujeres y hombres, cuestionando las relaciones entre sexo, sexualidad, poder
social, político y económico, y proclaman la promoción de los derechos de las
mujeres. El feminismo nace a partir de la conciencia acerca de las
desigualdades provocadas por los sistemas sexo/género y de la búsqueda de la
justicia social. Por eso existen múltiples formas de feminismo.

GÉNERO: El género no es un simple derivado del sexo anatómico o biológico,


sino una construcción sociocultural, una representación, o mejor aún el efecto
del cruce de las representaciones discursivas y visuales que emanan de los
diferentes dispositivos institucionales: la familia, la religión, el sistema educativo,
los medios de comunicación, la medicina o la legislación; pero también de
fuentes menos evidentes como el lenguaje, el arte, la literatura, el cine y la
teoría.

HETEROSEXUALIDAD: Orientación afectiva y sexual hacia personas de otro


género.

HETERONORMATIVIDAD: La naturalización de la obligatoriedad de la


heterosexualidad que se presenta como la verdadera sexualidad para todos/as,
dando lugar a la fijación de roles, identidades y conductas que deben ajustarse a
una norma. Decimos naturalización porque la suponemos, la damos por hecho,
es decir, no le preguntamos a una amiga “¿tenés novia?”, sino que asumimos
que debería tener un novio. Esta naturalización de la heterosexualidad tiene una
consecuencia: las prácticas sexuales no heterosexuales son consideradas como
desviadas. Esa concepción favoreció durante muchos siglos la psiquiatrización
(el abordaje terapéutico porque se lo consideraba patología), el encarcelamiento
y hasta asesinato de las personas gays, lesbianas o bisexuales. Todavía existen
países donde las orientaciones sexuales son criminalizadas. En la actualidad,
nuestro país, es uno de los pocos en el mundo que protege y reconoce como un
derecho humano el derecho a la libertad sexual y a la no discriminación.

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HOMOSEXUALIDAD: Orientación afectiva y sexual hacia personas del mismo
género. Usualmente se denomina gays a los varones homosexuales y lesbianas
a las mujeres homosexuales.

ORIENTACION SEXUAL: Es la atracción emocional hacia otras personas, o


también ha sido definida como la preferencia sexual en el vínculo sexo-erótico
más o menos permanente que se establece con otra persona.

IDENTIDAD DE GÉNERO: Es "la vivencia interna e individual del género tal


como cada persona la siente, la que puede corresponder o no con el sexo
asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo.
Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a
través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello
sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la
vestimenta, el modo de hablar y los modales (Art. 2, Ley N° 26.743 de Identidad
de Género). LGBTI: Es la sigla para Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e
Intersex; se usa tanto para referirse a las comunidades LGBTI en general como
para referirse al movimiento político. Si bien hoy en día esta es la versión más
usada, es posible encontrar a veces GLBTTTI (gays, lesbianas, bisexuales,
travestis, transexuales, transgéneros, intersex) y otras combinaciones. La
enumeración de identidades sexuales y genéricas se usa para mostrar la
diversidad de formas de opresión que sufren las personas que no son mujeres y
varones heterosexuales, y las que se autoperciben en una identidad de género
distinta a la asignada al nacer.

MACHISMO: Nos referimos a una compleja ideología, que coloca a los varones
en un lugar de superioridad y por lo tanto genera, sostiene y tolera distintas
“prepotencias” por parte de éstos, ubicando a las mujeres en un sitio de
inferioridad, y en su mayor expresión niega su calidad de “sujetas”. Se sustenta
en (y reproduce) un modelo de varón masculino, agresivo, dominante, exitoso,
fuerte, heterosexual, etc. No solamente denigra a las mujeres, sino que también
atenta contra aquellos varones e identidades que no se adaptan a los
estereotipos, es decir no sólo sostiene el sexismo (prejuicio o discriminación de
raíz sexo-genérica) y la misoginia (aversión y odio hacia las mujeres o hacia lo

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femenino), sino que también contribuye a otras formas de discriminación como la
homolesbotransbifobia.

MISOGINIA: Es el odio o rechazo a las mujeres, una ideología que consiste en


despreciar a las mujeres y con ello todo lo considerado como femenino.

PATRIARCADO: Sistema de relaciones sociales sexo–políticas en el que el


género masculino como grupo social y en forma individual y colectiva, oprime a
las mujeres también en forma individual y colectiva y se apropian de su fuerza
productiva y reproductiva, de sus cuerpos y de lo que hacen y producen, ya sea
con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia. Se extiende a través de
distintas instituciones públicas y privadas, en los mensajes naturalizados de los
medios de comunicación, en las explicaciones que damos para explicar lo que
hacemos, etc. El género como elemento de poder, los estereotipos y las
prohibiciones de género son las estructuras a través de las cuales se reproduce
la desigualdad de género.

PERSONA INTERSEXUAL: Alguien que nace con variaciones en sus genitales


respecto de las formas habituales, por lo que no es posible asignarle un
determinado género (varón o mujer). Ejemplo de ello es alguien que nace con un
clítoris tan grande que parece un pene, o testículos que al no descender quedan
ubicados internamente y semejan una vulva. Según la Organización Mundial de
la Salud (OMS), con dicha condición nace una de cada 2.000 personas en el
mundo y se estima que el 1% de la población tiene alguno de los 50 síndromes
asociados a la intersexualidad. Hasta hace unas pocas décadas se utilizaba la
clasificación de "hermafrodita" como un "tercer sexo", pero las prácticas de
reconocimiento de derechos humanos impulsaron a abandonar esta expresión
por diversas razones, una muy importante es que el movimiento de personas
intersex han elegido esta denominación. También recientemente se reconoció el
carácter violatorio y torturador de las políticas de mutilación y adaptación genital
por parte de las instituciones médicas.

PERSONAS TRANS: Son aquellas que expresan una identidad de género


diferente a la asignada al nacer según su configuración genital. Por lo general,
han tenido que convivir con un cuerpo, una imagen y una socialización
incongruente con lo que realmente piensan y sienten. Las mujeres trans son

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aquellas que expresan una identidad femenina a pesar de haber sido asignada
como varones, y los varones trans (más invisibilizados) son aquellos que
expresan una identidad masculina a pesar de haber sido asignada como
mujeres. La asignación de género es lo que acontece cuando nacemos, es una
clasificación que se realiza en función de la observación de los genitales
externos (femeninos o masculinos) que realizan los/as médicos/as Si bien no
existe un consenso en la terminología, algunas personas denominan
transgénero a quienes adoptan otro género sin realizar un tratamiento hormonal
o intervención quirúrgicas, y transexuales a quienes sí. El término travesti suele
utilizarse para las mujeres trans.

SEXO: Tiene dos acepciones. Una es la referida al acto sexual de “tener sexo”,
muchas veces reducido al coito vaginal, término muy usado socialmente en este
sentido. Otra es la referida al sexo biológico asignado al nacer -y a menudo
antes del nacimiento, mediante ecografía según la forma y el tamaño de los
genitales. Esta clasificación no suele ser problemática, pero en algunas
personas los genitales tienen una apariencia ambigua (ver Intersexuales). Por lo
general, se refiere al conjunto de características biológicas que determinan lo
que es un macho o una hembra en la especie humana.

SEXISMO: El sexismo forma parte de una organización social donde se supone


un “sexo” superior a otro, manifestándose en discursos y prácticas
discriminatorias hacia las mujeres y el colectivo de la diversidad sexual
LGBTTTIQ. El sexismo, que impregna aún hoy la educación formal y discrimina
a mujeres dentro del sistema, está presente tanto en la posición de las mujeres
como profesionales de la enseñanza, así como en la selección y transmisión de
contenidos, en la metodología, en la organización escolar, en los materiales
didácticos y textos, en la omisión de las niñas y las adolescentes a través del
lenguaje, en la invisibilización de la mujer en la historia y en la producción del
conocimiento, en la transmisión de un conocimiento androcéntrico (…) Todo esto
trae como consecuencia la legitimación de la universalización del modelo
masculino y la desvalorización del modelo cultural femenino. El sexismo en la
escuela se encuentra presente tanto en el currículum prescripto–documento
vigente– como en el currículum oculto –prácticas no explicitadas pero que

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operan con fuerza regulatoria– y el currículum nulo –contenidos que no aparecen
explicitados en el currículum prescripto.

SISTEMA SEXO-GÉNERO: Término muy importante para poder comprender la


inequidad, acuñado por Gayle Rubin, una antropóloga feminista norteamericana
dedicada a temas de género y sexualidades, en su ensayo de 1975 "El tráfico de
mujeres: Notas sobre la "economía política del sexo". Ella lo define como un
“conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad
biológica en productos de la actividad humana, y en el cual se satisfacen esas
necesidades humanas transformadas." Con ello la autora quiere decir que en
una sociedad, por ejemplo, están las mujeres, como miembro femenino de la
especie (a eso se refiere con sexualidad biológica). En cada sociedad se hace
una lectura de esa diferencia sexual y se le asigna un género, es decir, pasamos
de la sexualidad biológica a una relación social determinada. Rubin dice, por
ejemplo, que en nuestras sociedades occidentales, la asignación de género
femenino va a resultar en una serie de roles o de posiciones donde se ubica y se
espera que las mujeres estén, tales como una “doméstica, esposa, mercancía,
conejito de playboy, prostituta, etc.” es decir, que al hacer la lectura del sexo
biológico, se asigna un género con una gama más o menos determinada de
roles y lugares en la sociedad. Entonces, no hay un destino biológico, sino
relaciones sociales que son producto de la actividad humana. De la misma
manera, la necesidad de procrearse, de reproducir la especie, es un
requerimiento biológico de la especie, pero siempre se da de acuerdo a cómo
cada sociedad organiza rituales, costumbres y asignación de roles en relación a
esa necesidad biológica. Es decir, transformamos esos requerimientos
biológicos en relaciones, en actividades humanas. Esas transformaciones son
funcionales (por eso la idea de “sistema”), porque permiten satisfacer
necesidades humanas: alimentación, cuidado, perpetuación de la especie, etc.
El sistema sexo-género que caracteriza nuestra sociedad está íntimamente
vinculado a una clasificación binaria (basada en dos géneros) que presupone
una heterosexualidad obligatoria, y donde uno de los géneros domina sobre el
otro (patriarcado).

Las definiciones y conceptos de este glosario fueron extraídas del Glosario


del Programa Nacional de Formación Permanente. Nuestra Escuela. 2015.

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