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Cultura de Hallstatt

cultura arqueológica en Europa

La cultura de Hallstatt es una cultura


arqueológica perteneciente al Bronce final
y la Edad del Hierro. Fue Paul Reinecke
quien primero asimiló el yacimiento de
Hallstatt con los campos de urnas,
creando una periodización que actualizó
posteriormente Müller-Karpe. Así, Hallstatt
formó parte de los campos de urnas y, a
su vez, fue heredera de estos,
manteniendo una clara continuidad, sin
rupturas.[1] Sin embargo, también recibió
influencias diferenciadoras gracias a sus
contactos con el norte de Italia
(Golasecca), con colonos mediterráneos a
través del Adriático y también de los
pueblos de las estepas de la Europa
Oriental.
Cultura de Hallstatt

Localización geográfica aproximada


Datos
Cronología 800 - 500 a. C.
Localización Europa Central.

Mapa físico de la extensión de la cultura de Hallstatt


Representación de las tumbas del cementerio de
Hallstatt

Collar de ámbar, perteneciente a la cultura de Hallstatt


Brazaletes pertenecientes a la cultura de Hallstatt

Fue una cultura de transición entre la Edad


del Bronce y la del Hierro, extendiéndose
principalmente por la Europa Central,
Francia y los Balcanes. Se suelen
distinguir dos grandes etapas (de un total
de cuatro):

Hallstatt A y B (1200-750 a. C.),
correspondiente al Bronce Final de los
campos de urnas.[1]
Hallstatt C y D (750-450 a. C.),
consolidada como la Primera Edad del
Hierro, aunque la C sigue perteneciendo
a los campos de urnas.[1]
Esta última fase (Fase D) enlaza con el
periodo de La Tène (480-50 a. C.) o
Segunda Edad del Hierro.

El nombre de esta cultura es debido a la


Necrópolis de Hallstatt, situada en la
localidad de Hallstatt, en Austria, cerca de
Salzburgo, donde se han encontrado cerca
de 2000 tumbas y más de 6000 objetos. El
primero en darle esta nomenclatura fue
Hans Hildebrand, y sus siguientes
divisiones fueron establecidas primero por
Otto Tischler y posteriormente, la que se
utiliza en la actualidad, por Reinecke.
El uso del hierro al principio es minoritario.
Sin embargo, a partir del VII a. C. se
generaliza su uso poco a poco, al igual
que su comercialización.

Muchos de sus asentamientos estaban


fortificados y dominados por una clase
social de guerreros que formaban una
especie de aristocracia. Gracias al uso del
hierro en vez del bronce obtenían un
armamento superior.

Hay cerámicas excisas, pintadas y


grafitadas, a veces con incrustaciones,
mientras que, en las espadas, hay pomos
incrustados en hueso, marfil o ámbar.
Esta cultura mantiene contactos con el
Mediterráneo y con las estepas del este
europeo. Persiste el comercio del ámbar y
del estaño en los intercambios con el
mundo mediterráneo.

Con respecto al rito funerario, en los


períodos iniciales se impuso la
incineración y deposición en una urna,
pero a partir de Hallstatt C se produjo un
aumento de las inhumaciones, que ya en
Hallstatt D fueron predominantes. Hay
claras diferencias en las tumbas, por su
ajuar y por su estructuras. Los ricos
preferían ser depositados en cámaras de
madera, bajo túmulo.
En España, una de las muestras del paso
de esta cultura se encuentra en
Carrascosa del Campo, en la Necrópolis
Celtibérica de Las Madrigueras,
importante ya que fueron los primeros
vestigios encontrados de esta cultura en la
península ibérica. Se encontraron diversos
tipos de urnas funerarias, lo que
demuestra que población de esta cultura
habitó en el centro peninsular.[2] [3]

Muchos arqueólogos consideran que


tanto por el período histórico como por la
coincidencia en el espacio con los
primeros pueblos documentados, muy
posiblemente la mayor parte de los
pueblos que compartían la cultura de
Hallstatt habrían hablado una lengua
cercana al idioma protocelta.

Véase también
Yacimiento de Hallstatt
Cultura de los campos de urnas
La Tène (Segunda Edad del Hierro)
Edad del Hierro

Referencias
1. Blasco, Mª Concepción (1993). «El
Bronce final». Madrid (primera edición)
(Editorial Síntesis). pp. 28-31. ISBN 84-
7738-195-X.

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