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MÉRIDA YUCATÁN ( CASO 7 )

MARCO ANTONIO NEPOMUCENO PAZ

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL


SEDE PÁTZCUARO
SÉPTIMO SEMESTRE GRUPO A

MATERIA: RELACIONES INTERÉTNICAS Y EDUCACIÓN INDÍGENA


MTRO: RIGOBERTO MARTÍNEZ SORIANO
21 – octubre – 2022
MÉRIDA, YUCATÁN CASO 7
IDEAS PRINCIPALES

Yucatán es un Estado en donde se asentó una cultura mesoamericana milenaria, la


maya-quiché, En el censo del 2000 se reportan un total de 549.532 hablantes de lenguas
indígenas en la población de cinco años y más, entre éstas: maya, chol, zapoteco, Mixe,
nahuatl y otras no especificadas. De ellas, la lengua maya representa el 99,6%, con un
total de 547.098 hablantes.
La adopción del huipil bordado por parte de la población indígena sigue presente con su
colorido tradicional, así como el rebozo y las alpargatas. En contraste podemos ver los
pantalones de mezclilla, las camisas de colores con logotipos de marcas comerciales,
sobre todo en inglés, estos últimos entre los jóvenes. Viviendas y vestimentas
demuestran esta diversidad de tradiciones culturales vigentes en la comunidad. La
presencia de lenguas indígenas en la región, mayoritariamente la lengua maya, da
cuenta de un proceso de resistencia que lleva ya más de 500 años.
La escuela primaria rural vespertina en estudio es un plantel de organización completa
que pertenece a la zona escolar 017, sector 02, y fue fundada en 1926 en la hacienda de
X-cunyà. Esta pequeña hacienda de 801 habitantes (de los cuales, 352 son hombres y
449 son mujeres, con 12 hombres y 18 mujeres analfabetas) se encuentra en el
kilómetro 14 de la carretera Mérida-progreso, por lo que los habitantes acuden a estas
dos ciudades a buscar sustento realizando pequeñas labores, ya que la fuente de trabajo
generada por el henequén ya no existe. Actualmente, la mayoría de las madres de
familia trabajan.
En el ciclo escolar 2003-2004, la inscripción fue de 131 alumnos y alumnas. El edificio
escolar cuenta con seis aulas, una dirección, una bodega-cooperativa, sanitario para
niños, sanitario para niñas, plaza cívica y amplio patio. El personal docente para este
ciclo escolar es el siguiente: una directora con 34 años de servicio, dos maestros de base
con licenciatura, una maestra de contrato en primer grado, una maestra de contrato en
tercer y cuarto grados, un maestro de contrato en quinto grado, y un maestro de
educación física.
En el aula observada se encuentran dos grupos: tercero y cuarto grados. La docente que
los atiende es la más joven del personal y posee una plaza de contrato. Al revisar las
listas de los integrantes del grupo se puede constatar la importante presencia de niños y
niñas que provienen de familias mayas. Los apellidos: Cauich, May, Chalé, Couoh,
Chim, Dzul, Hoil, Euán, Moo, Puc, Pech, Canché, Can, Chic, Ix, Chi, Kuman, Ucán, Uh
y Cobá, están presentes en 38 de los 41 alumnos de los dos grados.
Por otro lado, ni en la actividad planeada por el maestro ni en el juego espontáneo hay
separación de lo que los niños “deben” jugar por ser niños, y viceversa. Primero, porque
tradicionalmente se supone el juego de hockey como más masculino y la “brinca soga”
como más femenino. Incluso es un equipo de niños el que va a reclamar que había un
grupo de niñas con su tramo de soga que no estaban jugando, con el fin de que se les dé
a ellos para que puedan jugar. Analizando una evaluación de cuarto grado, se ve que
sólo se consideran importantes dos asignaturas: español y matemáticas. Los maya
hablantes no son vistos como portadores lingüísticos; no se repara en particularidades
tales como que son hablantes de español como segunda lengua, que les da una
condición distinta en la resolución de tareas en español, y su lengua materna es
prácticamente excluida del currículo.
Es posible identificar distintos grados de resistencia. Respecto a la lengua materna en el
hogar, sólo una niña dijo que “ni mi papá ni mi mamá hablan maya”. Los demás dijeron
que sus abuelitos mayormente hablan sólo maya y que sus papás hablan maya y
español. La mayoría de los muchachos dijo que no hablaban maya, pero que algunos sí
entienden cuando sus abuelos o papás les hablan en su lengua materna. Como puede
advertirse, existen tres grupos linguísticos generacionales: el monolingüismo en maya
es de los abuelos, el bilingüismo de los padres y el monolingüismo en español de los
pequeños.

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