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El Pueblo de Dios se organiza originando en él una complejidad de relaciones intersubjetivas, en las que se

generan derecho y obligaciones reciprocas, deberes, responsabilidades y cargas. La justicia y la paz deben
quedar garantizadas en el seno del ordenamiento canonico, y es el ámbito del actuar jurídico en donde queda
garantizada, por la observancia del derecho, la justicia. La comunión eclesiástica queda de este modo
salvaguardada frente a las anomalías que en ella puedan producirse como consecuencia del pecado de algunos
de sus miembros, del error en que se pueda incurrir, de la ignorancia que se padezca, culpable o inculpable.
La potestad judicial
1. La función de justicia en la Iglesia
En LG 10 se afirma que la potestad sagrada comprende toda la potestad comunicada por Cristo a su Iglesia:
orden, jurisdicción y magisterio. Asimismo, muestra el deber de los obispos que tienen en su Iglesia de legislar,
juzgar y regular todo cuanto pertenece al culto y a la organización del apostolado. El c. 391 §1 prescribe que el
gobierno de la Iglesia particular por el obispo diocesano se realiza mediante el ejercicio de la potestad
legislativa, ejecutiva y judicial a tenor del derecho. Y añade, en su §2, que la potestad judicial la ejerce el obispo
tanto de manera personal como mediante el vicario judicial y los jueces ad normam iuris.
Esta potestad sagrada del obispo es ordinaria, propia e inmediata (c. 381 §1) exceptuadas aquellas causas que se
reserven por derecho o por decreto del Romano Pontífice a su autoridad suprema o a otra autoridad eclesiástica.
Esta potestad es de derecho divino. Es, por último, el Obispo de Roma quien, como vicario de Cristo y pastor de
la Iglesia universal, tiene la potestad ordinaria, que es suprema, plena e inmediata y universal en toda la iglesia,
y que ejerce libremente (c. 331) o mediante los tribunales ordinarios de la Sede Apostólica o por jueces por él
delegados (c. 1442).
La sumisión al derecho en el ejercicio de la potestad judicial en la Iglesia, tiene su acabada proyección en el
libro VII del CIC, dedicado a los procesos, a cuyas normas se han de sujetar todos los tribunales de la Iglesia,
salvo los tribunales de la Sede Apostólica, que contaran para ellos de normas especiales (c. 1402) a las que
también quedan sometidos para el ejercicio de la potestad judicial que les corresponda. El ejercicio de la
potestad judicial en la iglesia se lleva a cabo en el proceso, que es su campo operativo, el cual se desenvuelve
siempre sujeto a las normas prescritas por el derecho.
2. Características diferenciadoras de la función de justicia y de la administrativa
Toda la actividad de los titulares y órganos encargados del ejercicio efectivo de la potestad de régimen tiende a
realizar la justicia en el Pueblo de Dios: lo mismo cuando se legisla, cuando se gobierna o cuando se juzga en el
proceso de los casos concretos que en él se presentan. Como lo hacía notar en el tercer y séptimo principio
directivo de la reforma del CIC.
Para los actos de potestad de régimen se prescriben distintos modos de ejercicio, según el c. 135, sin embargo,
todos ellos deben de coincidir que deben ser actos justos, de tal manera que en ellos la equidad canónica procure
la salvación de las almas (c. 1752). Entonces, cabe preguntarse: qué es lo que realmente distingue a los actos de
una y otra potestad, puesto que la potestad de régimen están atribuida a unos mismos titulares (el Papa y los
Obispos).
Según el c. 135 cabría pensar que la única distinción podría hallarse en el modo de ejercicio de unas y otras
potestades. Relación con la potestad judicial interesa sobre todo para buscar y obtener un criterio objetivo y no
de pura invención organizativa por razón de conveniencia, que ofrezca cierta seguridad al objeto de distinguirla
de la actividad que es propia de la potestad ejecutiva, también llamada administrativa o de gobierno. La
atención, en una y otra potestad, a la solución de casos concretos, hace difícil a la hora de atribuir competencias
y de elegir modos jurídicos públicos de actuación, entender el por qué unas veces el legislador remite a la
actuación de los órganos y procedimientos propios del ejercicio de la potestad judicial y otras veces a la de los
órganos propios de la administración eclesiástica.
El derecho procesal canonico
1. Concepto de proceso canónico
a. Cuestión terminológica
Precisa el concepto del proceso canonico requiere contemplar el conjunto de los cánones comprendidos en el
Libro VII del CIC.
b. El proceso, instrumento formal para el concreto pronunciamiento judicial vinculante
c. Definición del proceso canonico y análisis de sus elementos
2. Concepto de derecho procesal canonico
a. Caracterización propia del derecho procesal
b. El derecho procesal es una rama autónoma del derecho
3. El concepto de pretensión: su clasificación

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