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Lo

os jóvenes son aahora


a más
s flojoss o es
s
el mito de sie
empre
e?
 Uppeers Portad
da Psicologgía
 Mariian Benito 4 Dic, 202
22

La faltta de expectativas vitales provoca en los más jóvenes frustración y poco ánimo paara tomar
decisiones.

 Leopoldo Abadía, eco


onomista, y Javier Urra, psic
cólogo, re
eflexionan
n
sobre qué esstá sucediendo parra que la generació
ón más p reparada no
conssiga toma
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n de su vida y se hunda
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¿Se caían los niños de los
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d los 70, 660 y 50.
Basttante más que
q los de ahora, pueesto que su
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d la fuentte y volvíaan al atardeecer con suu siete en el
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ba
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d ppoco efectiivo,
y el infalible bálsamo
b "ssana, sana, culito de rana…".
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E sí era uun remediio
relajjante, antippirético y analgésico
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do mal. Y hasta bienn entrada laa
décaada de los 60, crecían
n convenc idos de qu
ue el secretto de su fuuerza estab
ba en
el viino quinaddo Santa Catalina. "E
Es medicin
na y es golosina", ddecía el lem
ma.
Aforrtunadameente, la meedicina saliió al rescatte.

Anunccio de los años 60


6 de Quina Saanta Catalina coomo medicina in
nfantil.YOUTU
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Hoyy las urgen


ncias pediátricas es tán colapssadas y lo
os padres aal borde dee un
ataqque de nervvios. A pocco que unoo se descuiide, aparecce algún p
papá
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do a su hijoo ya adoleescente, paarticipandoo en sus
movvimientos e incluso to
omando deecisiones por
p él. Anttes jugábam
mos y
perddíamos. Discutíamos y nos arreeglábamoss. O no. Ah
hora, si hacce falta, see le
perm
mite que roompa las reeglas para dejarle gaanar y rega
alarle unaa falsa
q pierda la autoestiima. ¿Las nuevas geeneraciones
victooria, no vaaya a ser que
son m
más flojass? ¿O es la misma moonserga qu
ue venimos escuchanndo desde
Sócrrates?
A vver si noss está traaicionanddo la mem
moria
Veamos qué pronunció el sabio hace casi 2.500 años: "La juventud de hoy
ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores,
y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie
cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres,
fanfarronean en la sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas
y tiranizan a sus maestros". ¿Y cuántas veces los abuelos nos han recordado a
los baby boomers y a la generación X la hambruna de la guerra? "Nosotros
sí que las pasamos canutas", decían dejando en nadería las veces que nos
daban calabazas.
La opinión de dos profesionales, padres, abuelos y pensadores

También podría ser que nuestros hijos reciben hoy más calabazas de la
vida. Pocos pueden responder mejor a esto que el psicólogo Javier Urra y el
economista e ingeniero Leopoldo Abadía. Los dos son padres, abuelos,
profesores y escritores con una gran hilera de títulos en los que han
reflexionado sobre la vida, la educación y la salud. Mental, en el caso de Urra;
financiera, en el caso de Abadía. Los dos parten de una misma premisa: "el
contexto actual no tiene nada que ver con el de décadas anteriores.
Nuestros jóvenes y adolescentes suman ya varias crisis en su cuenta:
energética, climática, laboral, económica, sanitaria… Esto ha acentuado
su sensación de pérdida de horizonte y hay que tomárselo en serio".
El 29,6% de los españoles menores de 25 años se encuentra en paro, un
dato que pone en cuestión que la adolescencia sea solo un estado transitorio,
un rito de paso a la autonomía individual. "La modernidad ha acortado los
años de infancia, pero la precariedad prolonga la adolescencia y hace a los
jóvenes vulnerables por esa pérdida de fe en la posibilidad de progresar o
alcanzar un grado de bienestar", indica Abadía. Los propios padres son
escépticos. Según el CIS, en siete de cada diez hogares domina el
pensamiento de que sus hijos vivirán peor. "La frustración es mayor si
tenemos en cuenta que estamos ante la generación mejor preparada
académicamente, pero con pocas expectativas de encontrar un trabajo a la
altura de su formación", añade Urra.
El estilo de crianza es decisivo
El panorama no es muy halagüeño, pero tanto el economista como el
psicólogo opinan que sería muy temerario generalizar cuando se pregunta
si los jóvenes tienen ahora la piel más fina, si son derrotistas o si les hemos
dotado de recursos emocionales suficientes para salir adelante ante cualquier
circunstancia. Por supuesto, una buena parte de los jóvenes es gente creativa,
comprometida, ilusionada, exigente consigo misma y con habilidades que
les permiten hacer frente a la adversidad.

Estamos ante una generación de cristal, dura en su actitud, pero sumamente frágil en lo
emocional
Urra pone el acento en esa niñez en la que se gesta una mente sana y marca,
en buena parte, la diferencia con esa otra juventud bautizada
como generación de cristal, dura en su actitud, pero sumamente frágil en lo
emocional. "A menudo son el resultado de una crianza sobreprotectora;
controladora en muchos aspectos y descuidada en cuanto a límites, firmeza
o resolución de problemas".
Más pensamientos negativos

La consecuencia es que tenemos una generación de chicos y chicas infelices y


con mayor patología mental. Son nativos digitales que se desenvuelven y
entienden el mundo a través de las nuevas tecnologías y la conexión digital,
pero se sienten más solos que nunca. Según un informe publicado por Mental
Health Million Project, el 44% de las personas de 18 a 24 años, a nivel
mundial, evidencian trastornos psicológicos y más pensamientos negativos y
obsesivos que las de 50 y 60 años. "Muchos problemas ya estaban latentes,
pero la pandemia ha dejado en los más jóvenes una herida difícil de
sanar. El confinamiento y el cierre de los colegios y universidades supuso
frustración, pérdida de conocimiento y desafección", corrobora Urra.
La Organización Mundial de la Salud arroja datos similares. Uno de cada
siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún trastorno mental, a menudo
como consecuencia de una situación compleja y del abuso de las
tecnologías. Puede ser depresión, ansiedad, trastorno alimentario, conductas
adictivas o de otro tipo. "Cada vez estamos viendo más jóvenes con intentos
de suicidio y es una realidad que no podemos eludir", advierte el psicólogo.
Si la vida no les da lo que esperan, se apean de ella

Un estudio de la Fundación SM, que lleva por título Generación de


Cristal, concluye que el 65% de los jóvenes españoles afirma que ha
aprendido a vivir con la incertidumbre de no saber a qué se dedicará en el
futuro y la mitad siente frustración por no llevar la vida que quiere. "Ante esto
-señala Urra-, muchos de ellos deciden que, si la vida no les da lo que esperan,
se apean de ella". De acuerdo con este informe, la mitad evita tomar
decisiones por miedo a equivocarse. En general, se sienten juzgados por los
adultos debido a esa falta de esfuerzo y por el simple hecho de ser jóvenes. El
56% admite que sus padres han sido excesivamente protectores, sobre
todo con las hijas, y el 62% percibe que las generaciones anteriores tuvieron
más facilidades para progresar socialmente, un porcentaje que sube por
encima de los 21 años.
La mitad de los jóvenes evita tomar decisiones por miedo a equivocarse
La sociedad ha sacado a la luz la problemática de esa juventud que pasa parte
del día empantallada, con un riesgo muy serio de aislamiento, estrés y mala
regulación emocional. "Las redes sociales -señala Urra- venden una idea
errónea de felicidad y una falsa vida aparentemente intensa y llena de
singularidad. Fijar las aspiraciones en base a estas imágenes genera unas
expectativas muy poco realistas, pero sobre todo frustración y la sensación de
una vida poco interesante".
La vida no siempre es justa

Este es el diagnóstico. El pronóstico es, según advierten estos profesionales-


complejo y exige profundizar. "La vida es exigente e implica
responsabilidades, renuncias y contrariedades. Siempre ha sido así, si bien
es cierto que hoy se enfrentan a dificultades distintas, muy alejadas de lo que
vivieron las generaciones que les preceden, pero no quiere decir que no se
puedan resolver. Se les debe educar en esa idea con amor y poniendo límites
de una forma saludable y austera".
Hay que dejar crecer a los hijos. Si no, en vez un árbol será un bonsái que no se expande
Urra remata la idea con una frase que da título a uno de sus libros: "Hay que
dejar crecer a los hijos. Si no, en vez un árbol será un bonsái que no se
expande". Necesitan sentirse protagonistas de su vida, tener expectativas de
futuro. Considera igualmente importante que la familia y el entorno observen
e identifiquen cualquier problema en cuanto empieza a dar las primeras
señales.
"Somos conscientes de todo ello y debemos implicarnos, en lugar de mirar
hacia otro lado. Generar una actitud positiva, mostrarles otros sufrimientos
diferentes a los suyos a través de un voluntariado, buscar ocasiones que les
enseñen a tolerar esa frustración, como un campamento, donde tendrán que
superar adversidades, compartir la cantimplora cuando escasea el agua y estar
en contacto con la naturaleza. Mostrarles que la vida no es siempre justa y
que no existen atajos para alcanzar las cosas.

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