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Los seres humanOS casi siempre queremo0S

estar donde no estamos, tener 1o que no


tenemos y ser lo que no somos
Son muy pocas las personas plenamente satisfechas: unas son infelices porque
están gordas y quieren ser flacas; otras tienen cl cabello ondulado y lo quieren tencr liso;
es frecuente oír comentarios acerca del clima: si está haciendo mucho calor, /Ay, qué
hiciera calor!
dicha que hiciera frío! Y si está haciendo frío, /Ay, qué dicha que
Estos son meros ejemplos, ya que una ista completa sería interminabie. Lo que

sucede es que no nos damos cuenta de que a veces ruestros principales enemigos somos
nosotros mismos.
confilicto.Cuando
sociedad en
Individuos en conjlicto consigo mismos crean una
un problema nos desequilibra por dentro y algo nos fastidia,
cuando con nada nos sen-

timos a gusto, cuando nada nos complace y nos convertimos en jueces permanentes de
de
todo lo que ocurre a nuestro alrededor, bien sea que todo mejore o empeore, detrás
cada una de estas situaciones hay un antecedente y un porqué que lo explican, una raíz.
Un malestar generalizado encuentra, sin duda, su origen en una creciente criSIS

social de valores quc se volvió común, ha ido minando la felicidad y la paz verdadera
y de la cual ya no parece escaparse nadie, ni siquiera el perro de la casa. Sí, leyó bien,
el perro de la casa; porque hoy en día es muy normal ofr que a Firulays le dio estrés o

depresión y tarabién toca llevarlo al psicólogo.


Cuando notamos que algo no funciona bien en nuestra vida y entramos en crisis
solemos reaccionar con pañitos de agua tibia y, por el cfecto de las presiones de segulr
adelante, muchos nos refugiamos en lo primero que nos ofrezca el deslumbrante y ex*
yuS1to consumismo. Un ejemplo cotidiano son las famosísimas promocioncs de upo

Eventas: A las primeras veinte mil personas que llamen en estos cinco minutos ies

Tegalamos un puñado de cilantro.


es cOno
reme Dre solo es quien es cuando estd solo. Lo que no hemos aprendidonOS CuDr
casi siempre,
u c s de manera completa y verdadera sino que, distrazamos
Caras para posar cada lugar de una manera diferente o nos
en
de aparicncias COn
con Bonaparte:
El 4 orgullo injustificado. Como dice la frase de Napoleón
orgullo es el arma de los débiles".
aqui no pasa nadd.
que todo estáCamino con cara de poderosos, nos decimos que de in-
llenos por dentro
bien; caminan
Caminamos y hasta levitamos pero, eso sí,
cosas malas a la gante buena?
6Por qné le pasan
16

depresioncS, cstrés, ctc. Lo pcor de todo


todo, engañándonos
ccrtidumbrc, ansicdad, tcmorcs,
.

nuestra vida sobre estas debilidades


a nosotros
mismos al construir
encontrar en nuestros proyectos la verdada.
Luchamosy luchamos para
no sabemos si alguna raíz o atadura del paz y
felicidad o la realización plena. perd
jas est truncando. Nos pasa lo de los dos borrachi pasado nos
-

que se subieron de noche


sus casas; remaron
otro lado del rio, donde quedabam aron una, dos
canoa para pasar al y tre
horas. hasta que mo de cllos, ya cansado y mareado de remar y remar, pregunt6 alo
Pero si nosotros vivimos a diez minutos del otro lado y hemos remado y remad
casi
toda la noche por qué no llegamos?. De repcnte, uno de los dos borrachos mirá n
atrás y vio que no habían soltado la canoa del árbol donde estaba amarrada.
El camino más sano y verdadero para conocer lo que somos es escarbar en estra
historia, nuestra niñez, hasta encontrar en las costumbres los malos ejemplos de ues-
iros padres y allegados, así como la falta de afecto, abandono, maltrata o burla de stros
defectos fisicos y emocionales. Es allí donde encontramos la raíz del malestar que nos
aqueja y que se refleja en resentimientos, miedos, pérdida de la autoestima, ansiedaries y
hasta en enfermedades corporales, afectivas y mentales. Es tan sencillo como lo primero
que uno construye para lograr que un edificio sea fuerte y resistente: las bases.
Y cuando uno ha vivido todas estas situaciones en carne propia, tal como le su
cedió al autor, sí que lo entiende

Cambiándolo de establo, no cambia el burro


Incursioné en el medio de la televisión en 1994, siendo estudiante de teatro. Acie
en la novela Detrás de un ángel, de RTT, serie dirigida por Carlos Duplat. Fue la época en
qpue iniciaron su vida actoral
del
Margarita Ortegay Robinson Díaz. Luego ingrese l cre
programna Fuego verde, dramatizado
De vez en cuando el
inspirado en el mundo de las esmeraldas.
trago, la rumba y la droga se convirtieron en comparca
1alables de bohemia,
aunque en medio del gozovel derroche
relugio mientras esperaba los también las utilizaba omo
Frael uempo en
tiempos en que se cumplieran mis metas proico bfe 1onaks.
que ingenuamente tenía en la
locuras, como cuando en la nuerta de su lengua
para Jusufhcar mis punta de la la
excu nte. ef
más cercano de mis casa 1la mamå de
J
amigos en el medio, nos
Cuidado, IHuchachosl, recuerden advertta al salir runtoade a:

,Pe1o qué 'mata' tun buena, que la marihuana mala.


doña Sofi! -le
CAuando comencé a ser respondla.
clla: "iAy!, j reconocido, al salir a la calle mucna gente se decía
entr

mire!, rubuja en televisión'". Estas


él ge Salir
mi vanidadu flote,
especialmente cuando me pedían reacciones innic
de b o r o t a b a

nás y más, a tal punto que cambiaba hasta autógrafos.


el caminado,
ponia

ojo de águila, pecho de queriendo Cas


paloma y culeco de pato.
aosas malas a
la fente bnena?
18 &Por qué6 le pasan

mientras el pais se derrumbaba, yo toda me


Todo era goce y desorden, me lo rumbeaba
Tumbeak,
cabeza de conocimiento,
Había llenado mi comenzaba a
hasta los velorios.
a andar
con platica en el
de nuevo
bolsillo, la conocer
fama y
capltulo, cuando pagué el seruiat
lo descrito en este
Previamente a
en la Guardia Presidlm
icio ilita
mili
haciéndome pasar por loco
durante la prestación dia Presidencial,
pude d
cubrir el talento natural que había en mí; el mismo que traería a mi vida soledad,dolores
acompañado dela
la adrenaina la
adrenalina,
resentimiento, autosuficiencia, despelote -todo, soledad
la cunosidad de la edad-, hasta que uno
se vuelve iluso y un ricsgoambulant
ambulante, porque
y
un bruto con iniciativa.
no hay nada más peligroso que
Antes del ingreso a la televisión en la ciudad de Bogot , me formé por dos
años
en la Academia Charlotte con los profesores Jaime Botero, su hija Marfa Cecilia Dac
Barrero y Guillermo Olarte, entre otros. Elos intluyeron muchísimo en mi canbio de
acitud frente a la vida, en mi forma de pensar.
Fue especialmente Paco quien me ayudó a aterTizar de esa forma ilusa c ingenua
con quc actuaba, la inmadurez mental y la adrenalina de un joven que la destogaba en
su faita de experiencia en la vida. Parafraseando al premio Nobel de Literatura irlandés
Bemard Shaw: "Lástima que la juventud se la hubieran dado toda a los jóvenes, que
son tan pendejos".
Mejor dicho, ¬l fue quien ayudó a quitarme el camionado de musgo que trafa de
provincia, de la misma manera como se les quita a algunos citadinos el velo de consu-
mismo extremo, que los lIleva a confundir el ser culto y tener clase con el ser
aparentón.
o al artista talentoso formado con el
y ser farandulero.
Nunca olvidaré el día en que le
pregunté a mi profesor:
Paco, uno aquí en el país para actuar en cine y en televisión no necesita estudiar
mire no más las reinas y las modelos que sin ninguna formación entran derecho a
medios. Esto que usted nos enseñia
jpara qué sirve, entonces?
-Para aprender a actuar en la vida
Al poco
-me
respondió.
tiempo, me
incorporé en el ambiente artístico-actaral del ba La
Candelaria, donde me formé alrededor de cinco
años en el taller permanente de inves
tigación teatral de la Corporación Colombiana de antiago
García. Este reconocido hombre de la Teatro, bajo la dirección de o
vida el dramarurgia colombiana cumplió tano
papel de papá educador, compartió
conmigo sus conocimientos y ne
oportunidad de conocer sus teorfas y métodos de
trabajo. Fue todo
c o m a r

con
personas tan instruidas durante la
un
privi
formación. Quizá por ello llegué &a obsc obsesionamie

lanto por el conocimiento cxis


intelectual, hasta el punto de llegar a
tencialmente hablando, presumiendo de haberme cuestionarlo pecuecua

vuclto ateo, mamerto y an el


f u s ta q
pero nunca feo; me convencl de que libros como la Biblia los escribían los r
fin de darles contentillo a los pobres.

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