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Punto de Partida

Comienzo el día con el hachazo en la cabeza. Es en cuanto abro los


ojos, como si el inconsciente hubiese estado toda la noche despierto,
atormentándome. Las experiencias, el pasado, las imágenes que
vuelven, con tanta nitidez. Se despierta conmigo, y se va dispersando
durante el día, con la ayuda de mi hije, compañeres, objetivos del
trabajo social. Luego reaparece al oscurecer, en ese momento en el que
el sol se esconde y el cielo adquiere un color pálido, azulado. Y se
despierta por la noche.

No tenemos aprobación de nadie para sentir tristeza. Es el terreno en el


que nadie está de acuerdo. No tenemos permiso de nadie más que
Pizarnik, pues no deberíamos. No debería. No es un tono correcto para
narrar historias. Es mejor “ponerle pino”, un tono de voz que permita
soltura, compromiso, pasión, pero a la vez distancia. Nunca fui buena
en eso de la distancia.

Es el hachazo en la cabeza y el peligro de atrapamiento. Estuve en


especialistas que me dijeron que la causa es biológica, como si la
personalidad fuera un problema genético para empezar, me recetaron
pastillas que tomé, y no me hicieron nada, nada. La tristeza no
desapareció con las pastillas. Tuve que seguir buscando, causas,
formas de resolverle.

Tristeza, con causas estructurales, sociales, debido a limitantes del


medio. No poder. No tener acceso. No lograr resolver las necesidades
de manera independiente. La tristeza de la pandemia y la post
pandemia, que nos lanzó a la desolación del aislamiento. Una

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humanidad encerrada, ¿cómo no habría tristeza? Si hasta recién,
vemos cajones con cadáveres sobre las ciudades, tapando los
cementerios, marchando sobre multitudes que protestan.

La sociedad se neoliberalizó a tal nivel, que hasta el amor sexual, que


la misma sociedad capitalista y patriarcal actual, construyó como ideal,
se encuentra en un fracaso y disyuntiva. Este problema se expresa en
todas partes. Desde las figuras de la música pop –con pocas
excepciones-, hasta la vida concreta y real de la gente que conocemos.

El matrimonio cae, como modelo, como reinado. No sé desde hace


cuánto tiempo, pero es claro, que, nos tocó ser la generación que tiene
que aprender a estar en soledad. Ni los grandes colectivos sociales,
partidos, frentes, del siglo pasado, las grandes causas. Ni las pequeñas
causas personales, batallas por tener un auto, una familia, una casa,
que también entró en una crisis de proyecto y obsolescencia. No queda
piedra sobre piedra. Parece que la sociedad existiera, pero todo es
falso. Todo descansa sobre un régimen de explotación y pobreza, que
es lo único que existe en realidad. 40% de Pobreza hay en la Argentina.
¿Qué es felicidad para todas esas personas?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos de


salud mental, están en alza desde la pandemia. Durante el 2023, el
consumo de fármacos aumentó en un 89% para su tratamiento. La
ansiedad, los trastornos depresivos, son lo más frecuentes.

La anomia se apoderó de las calles. No tener objetivos ni posibilidad.


Casi nadie cree en ningún sueño americano, ese es el estado de la
época. Ni siquiera las personas migrantes, que escapan de sus países

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por la miseria, pueden pensar en grandes planes afuera, como le
pasaba a los italianos cuando llegaban a Norteamérica hace cien años.
Hoy en día los migrantes que cruzan desiertos, saben, todo el camino,
que el destino que aguardará probablemente será difícil, duro, de
trabajo precario, cantidades industriales de horas, y la posibilidad de la
deportación, o de no tener papeles. El panorama es desolador, y vuelve
a serlo por las mañanas. Cada quien con mayor o menor intensidad y
profundidad. Cada quien con mayor o menor grado de acceso. Como
escribía Federico Engels, “lo que crece indiscutiblemente es el carácter
precario de la existencia”.

No hay márgenes para soñar. Y no se trata de ser pesimista, o tener


una visión negativa de la vida. Si creo que se puede transformar, que
es posible “cambiar la vida”, para romper las barreras, tener
oportunidades, conquistar la felicidad en una sociedad nueva. Pero las
revoluciones en lo inmediato, no serán porque la gente crea en grandes
planes, habrá revoluciones por hartazgo, desdicha, enojo, ira, rabia,
injusticia. Por la cantidad de veces en las que hubo que “tragarse la
mierda”, como se dice, y aguantar.

Definitivamente no se puede absolutizar. No todas las personas tristes,


tienen sus causas en el marco socio ambiental, es probable que existan
factores combinados, lo biológico jugará un papel en ciertos casos, pero
un trabajo anterior “Sexualidad Feminista”, me permitió llegar a la
conclusión de que no podía ser tan ampliamente extendido lo biológico.
En el consultorio, me recetaron litio: ¡litio! ¿litio? Tan del siglo pasado.
Pese a que inclusive en la lógica de ellos, se supone que hay remedios

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más modernos, como la tan popular actualmente, sertralina. “¿Cuál es
el próximo paso, Doc? ¿electroshock?”

Puedo saber que no es biológico cuando termino un proyecto, la


sensación de tarea cumplida, la satisfacción, me detona todo tipo de
neurotransmisores, que saltan y juegan, probando que no hay ningún
problema para estimularlos. Cuando me abraza mi hije y me dice la cosa
más tierna que haya podido escuchar jamás, también puedo comprobar
que no tengo ningún problema físico. Siento todo el amor del mundo y
sus chistes, son la felicidad para mi. Pero el mundo plantea otros
problemas, otros desafíos, lugares oscuros donde no se puede ir a
dormir, ni a pensar, ni a leer. Las contradicciones de la vida. Somos
mujeres, disidencias, socializadas, arrojadas a cumplir con determinado
papel, sin tener consciencia hasta el final, de que el camino se nos
marcará únicamente en una sola dirección, tarde o temprano. Se
estrechan las posibilidades.

Si Freud caracterizó una crisis sexual de la mujer victoriana, y Betty


Friedan caracterizó una crisis sin nombre para las mujeres
norteamericanas, convertidas en ángeles del hogar. ¿Qué
caracterización deberíamos hacer en estos tiempos que corren? La
vuelta de la crisis victoriana, combinada con “el problema que no tiene
nombre”, sumándose a una crisis post pandemia, capitalista, patriarcal,
que convierte todo en una ensalada posmoderna de dolores. O algo
más claro… Decían que era carencia de pene, y ahí están, los penes
por todas partes, llegan por Internet, en video, en chats, te los envías
gratis, como si fueran postales, tarjetas de felicitaciones, fáciles,
facilísimos. Nada más fácil que conseguir un pene. Los hay hasta de

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plástico. Vienen envueltos en hombres, opresores, malversadores de
amores, pero vienen. Y no. La felicidad no estaba envuelta en un pene.
No era el regalo. Ni una serpiente, ni una espada, ni ningún otro símbolo
psicoanalítico. La felicidad no venía con el pene. La crisis sigue.
Hogares con mayores o menores carencias, con mayores o menores
violencias, más o menos accesos, y la crisis sigue. Gente que debería
estar siendo feliz, en sus camas bien tendidas y sus pisos encerados, y
la crisis sigue. El problema ya tiene nombre, se llama patriarcado. Pero
eso no basta para ser feliz. No basta con caracterizar.

¿Cuál de todas es la causa de mi tristeza?, ¿las heridas del último


novio?, ¿el marido abandonador?, ¿el divorcio en curso?, ¿el padrastro
abusador?, ¿el padre ausente?, ¿el rechazo de tal o cual grupo?, ¿la
imposibilidad de emerger?, ¿el no reconocimiento de mi trabajo a nivel
de valoración económica?, ¿la empatía con las tragedias sociales que
se viven?. Sino es la biología: ¿Entonces qué es?, ¿la ensalada
posmoderna de todas esas cosas? El hachazo. La variable “H”. Que no
descansa. Que tiñe el cielo de gris, aun cuando hay un sol escandaloso.
La variable “H”. Imponiéndose. Haciendo de las suyas. Obligándome a
escribir, como único medio de invertirle, de repelerle, de expulsarle. No
soy la única. Les compeñeres sufren del hachazo también. Impuesto a
sangre y fuego. La soledad. El no tener un lugar de reconocimiento, de
respeto.

¿Puede ser que en el fondo, ciento por ciento, sea una crisis de respeto?
La falta de respeto. Ya lo decía Marx, “el obrero tiene más necesidad de
respeto que de pan”, ¿será que las mujeres y las disidencias, también
tenemos más necesidad de respeto y de ganarnos el pan, mediante ese

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respeto? Respeto, me gustaría obtenerlo para ver si era eso. El respeto
del que gozan algunos sin haber hecho nada para ganárselo. El respeto
intachable de los hombres, per se, porque sí, solo por su entonación de
voz y movimientos gesticulares.

Me gustaría tener el respeto del que gozan algunos solo por un talento
físico determinado y azaroso. Respeto y el pan que ese respeto me
permita llevar a la boca. Tal vez, así el hachazo se vaya. Respeto y no
que te abusen, usen, den vuelta y vuelta, te traten de perra, de puta, de
paria. El respeto borra la tristeza. Y el respeto no se conseguirá en la
sociedad actual, esa es la verdadera utopía, creer que nos lo van a
entregar sin luchar. Hay que pelear por obtenerlo. Rasgar las vestiduras.

Me pregunto cómo se habrá sentido la gente, que militaba, que tuvo que
irse al exilio o permanecer en la clandestinidad, ante sus amistades
asesinadas, compañeres, familiares desaparecidos. Esas vidas cuyos
horizontes revolucionarios fueron cercenados, ¿cómo habrán hecho
para poder continuar? Para adaptarse a nuevos países, a nuevas
culturas, para seguir adelante dentro de un marco social que es sin
dudas, terrorífico.

El mensaje es contradictorio. Por una parte, la tragedia y la infelicidad


está en todas las películas. El apocalipsis, la invasión zombi, las peleas
románticas, los dramas subatómicos. Hasta los cuentos infantiles están
plagados de tristeza y desdicha. Según Bettelheim, esto último se debe
a la necesidad de proyectar las emociones humanas en la infancia, el
deseo reprimido por matar al padre, el odio, la inexplicable violencia.
Pero para mi el mensaje es claro, la vida no será feliz. Encontrarás
madrastras, violadores en el bosque, abuelitas disfrazadas que
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realmente son lobos, habrá osos y bestias a quienes debes amar
incondicionalmente, aunque te rasguñen con los pies. El mensaje es, la
vida será una tragedia y deberás aprender a sonreír pese a ella. Las
canciones, los boleros, el tango, la tristeza en el arte.

En este mismo momento, la youtuber Olympe de Bélgica, que tiene solo


23 años, está pidiendo morir de forma asistida, por una infancia de
violencia sexual, y el peso de una vida repleta de opresiones,
diagnosticada con todo tipo de trastornos. La primera vez que intenté
suicidarme, tenía diez años. Me tiré desde el camarote, que estaba a
unos centímetros del techo, de cabeza al suelo, sin poner las manos.
Recuerdo cómo premedité el no poner las manos, preguntándome si
por instinto, las pondría igual, y no lo hice. Caí, y no sentí ningún dolor.
Así que me tiré de nuevo. Dos o tres veces, hasta haberme sentido un
poco inmortal. Fue justo unos meses después de darme cuenta de que
había sido abusada durante los últimos cuatro años. Estábamos en el
marco del juicio que lo sentenció por cinco años -se escapó de la cárcel
a los cuatro, así que se ve que él también contaba)-.

Después, a los quince, abrí el gas dentro de mi habitación. Casi nunca


hablo o escribo sobre eso, porque como activista social, no voy a
permitir que me maten y lo hagan pasar por un suicidio. Desde los
diecisiete años, que me adherí a la causa, nunca volví a intentarlo. Pero
hay períodos en los que existe como idea. Una idea que ataca. Que te
observa desde los objetos afilados. Jamás abandonaría a mi hije. Pero
no se puede hablar de eso. No se puede hablar con nadie sobre eso.
Me pregunto a cuánta gente le pasará lo mismo. <<Una larga depresión
se apodera de la sociedad>>. (Marx)

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Las noticias se llenan de suicidios. Ganadoras de premios de belleza
que se tiran por los edificios. La gente se tira de los edificios. En los
grandes centros comerciales, ponen rejas especiales entre piso y piso,
porque la gente se tira. Hay testimonios que circulan en las redes, de
trabajadores y trabajadoras del mall, que acreditan que ha habido días
en los que tres personas se suicidaron en una misma jornada. Y ni
siquiera cierran el lugar, ponen una carpa azul, encima de los
cadáveres. En las líneas de transporte subterráneas, llamadas de
muchas maneras acorde al país, la gente se tira frente a quien conduce,
y se llena de comentarios Internet: “si se van a matar, elijan un lugar que
no interrumpa el tránsito, que hay gente que si va a llegar a trabajar”.
¿Cómo es posible semejante apatía?, ¿esta pandemia de indiferencia?,
¿qué está pasando, como sociedad, que la gente se tira de las alturas?

Las deudas. Los alquileres. El sinsentido de una vida capitalista. La


crisis del sueño americano. El imperio de la infelicidad se ha impuesto
con cadenas, supermercados, productos baratos y explotación super-
cara. Horarios laborales que son de sol a sol. Agobio. Soledad. Basta
con ver los antecedentes históricos, para saber que los acontecimientos
sociales y económicos, influyen sobre la salud mental, como frente a la
crisis de 1929, gatillada en Estados Unidos pero esparcida por el
mundo, en el que justamente también, las personas se lanzaban
masivamente desde los edificios. ¡Ahora ni siquiera se pueden abrir los
ventanales!

Pero por otro lado, la presión para la felicidad es gigantesca. La invasión


de felicidad, y de obligarnos a ser felices, jóvenes y frescas, también es
notoria. Los comerciales, como la Coca Cola, “destapa la felicidad”, las

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cremas para encontrarte con un rostro sorprenderte, los productos para
el cabello, Mc Donalds, todo es una promesa para la felicidad. Consume
estos productos y serás feliz. Tendrás una sonrisa luego de beber una
Coca Cola, eso prometen. Hay novelas clásicas que se refieren a este
punto, como “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley y “1984” de George
Orwell. En la última película de Netflix, un hombre es feliz amando a su
sistema operador, si, ¡a su sistema operador!

Es un mensaje doble. Un bombardeo contradictorio. Tristeza y felicidad,


ambas cosas se compran y se venden en el mercado. Ambas son
rentables para los capitalistas. Si la gente está triste, compra. Si la gente
está feliz, compra. Compre, pase lo que pase, compre. Pero tampoco
comprar me hizo feliz. Ni los perfumes, ni los cochecitos especiales para
llevar cómodamente al bebé, ni los bolsos, ni el maquillaje, ni un vestido.
La felicidad no estaba cuando destapé una Coca Cola. Otra mentira
más, llena de burbujas.

Hay artículos que escriben que de los 30 a los 40 años, seguro es una
época de infelicidad, por los cambios y nuevos acomodamientos que se
producen. Resulta que también la tristeza tiene una edad. Tal vez se
deba, de ser cierto, a que justamente es la edad donde la consciencia
está más desarrollada, perfeccionada por los años, sin sufrir aún el
deterioro. Revisas, artículos, notas en Google, libros de Paulo Coelho,
autoayudas, meditaciones, mindfulness, ¡un comercio de la felicidad!
Notitas escritas en los cafés, en las tazas: “Vive, sueña, sé feliz”.
Arrobas para llamar a Gastón Pauls. Felicidad que se vende en pastillas.
Estabilidad dentro de una cajita con una larga lista de advertencias:
Somnolencia, ideas suicidas, falta de apetito, falta de libido. Algunos

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contra, para un único pro: La felicidad al alcance de la mano, con la
única mediación de un vaso de agua.

Ahora están probando un chip, contra la depresión, para colocar en la


cabeza. Publican todo tipo de estudios, que escriben que hacer ejercicio
combate la depresión y otros temas.

En Youtube, Mr. Beats, regala felicidad de a miles de dólares. Lágrimas,


sonrisas, emociones que se intercambian por dinero, por autos lujosos.
Un Lamborghini, dos Lamborghini, tres Lamborghini. La felicidad en un
asiento de cuero, tapizado. Pero no está ahí, no la encuentro, es otra
mentira. Ni ropa perfumada y olor a nuevo. Ni un incienso y mirra.

A menudo contrariamente, se relaciona la tristeza con el genio. El caso


de Vincent Van Gogh, por ejemplo. Se dice que la depresión está ligada
a la inteligencia, a la capacidad de ver el mundo con mayor intensidad.
Como Vincent, que pinta el mundo con colores fuertes, profundos,
mostrando una percepción acrecentada de la realidad, una cierta
propensión al detalle. Y en el detalle si está el diablo, también está la
depresión. Suele asociarse. A los poetas también, incomprendidos. Que
escriben y escriben, encerrados en altillos, tomando alcohol y fumando
un cigarro que se encendió con el anterior. La locura y la genialidad. La
depresión y la genialidad. Suelen asociarse. Pero no todo genio sufre
tristeza. Y no toda tristeza es producto de un genio. Así que esa
hipótesis queda tristemente descartada. La genialidad, en una sociedad
que no fuera una caja de fósforos, sin duda, podría desarrollarse y
brillar. En todo caso, es la sociedad la que oprime al genio, si es que
puede decirse que este existe. La no emergencia. El no reconocimiento.

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La falta de respeto. Y de vuelta al tema del respeto. Más necesidad de
respeto que de pan.

Suele preguntarme mi cabeza: ¿Qué fue lo que me dio la estocada


final? ¿Qué imposibilitó que me convirtiera en sujeto y me convirtió en
el objeto inanimado de la satisfacción de tal o cual hombre? ¿Cuándo
fue? ¿Por qué no pude ver el sello de la determinación social sobre mi
frente, hasta que ya fue demasiado tarde?

Este no puede ser solo un problema mío. Esta tristeza está en el aire,
recorre las casas, se mete por las hendijas y penetra en el territorio
moral, en las fuerzas, en la endereza. Este no puede ser un problema
individual, tiene que ser algo que nos está cruzando, por lo menos en
un sector social. Tal vez la “cura” contra la tristeza, sean otras tristezas.
Voy a salir a averiguar.

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La Tristeza en las Redes

Comencé por realizar la pregunta en mis redes sociales: La mayoría


del tiempo, te sientes ¿triste o feliz? Y fraternalmente les compañeres
respondieron:

Dafne: Triste. Pienso que la causa es sentir un vacío existencial muy


fuerte.

Natalia: Feliz, siento que me he liberado de muchos prejuicios,


estereotipos y mandatos.

Limonatta: Racionalmente triste. Emocionalmente 50 y 50. Esto es


decir mi corazón está alegre, y siente emociones que lo hacen reír, pero
mi mente todo el tiempo está triste, aunque me esté riendo.

Soledad: Triste porque mi hija está en la eternidad.

Mel: Triste. La sensación de nunca hacer lo suficiente es interminable.

Velia: Feliz ya que tengo salud, a mi hijo e hija sanos, trabajo, gozando
lo que hago, muchas amistades bellas como tú y un amor.

Ingrid: Es difícil solo una emoción, hoy triste sintiendo junto a la mamá
de Fernando... Trato de ser positiva para sentir la alegría de estar viva
en un mundo en el que nos encontramos tantas como una tribu que
salva y sana. Ciclicidad feminista.

Lunita: Triste por pensar en el futuro.

Dani: Triste. Muchos sueños frustrados con una economía personal


como la mierda, donde tengo que estar recibiendo ayuda de todos y no
puedo entregarle lo que deseo a mi hijo.
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Pilar: Triste, los abusos de infancia aún con 37 me perturban desde que
soy mamá...

Paula: Feliz porque he ido encontrando lo que quería, estoy orgullosa


de mí y de mis hijes y logré jubilarme y ocupar mi tiempo en lo que me
gusta.

Analía: Feliz porque soy naif.

Cheska: Triste. Sufro de depresión, ansiedad, toc y TDAH creo que mis
condiciones materiales, la falta de recursos económicos es lo que más
triste me pone, también la ausencia de una familia.

Silvia: Triste más allá de la economía tu la salud, triste de vivir en un


mundo lleno de odio, dolor y tantas injusticias, donde uno debe
permanecer callado siguiendo la orden de este maldito sistema que nos
maneja como fichas de ajedrez y perdemos derechos que por "ley"
tenemos como personas, pero solamente está nuestra esencia que es
la que no debemos dejar que la desvanezcan.

Violeta: Querida, me siento triste por la coyuntura mundial. Nuestros


países en luchas permanentes. Odios, racismo y clasismo que duelen
en el alma. Y trato con todos mis voluntariados elevar y expandir paz en
el otro y en mi. Abrazos gigantes.

Génesis: La mayoría del tiempo me siento triste, por determinados


acontecimientos del día a día no logro sentirme feliz. Sí me siento
agradecida, pero no creo que logre estar feliz.

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María Isabel: La mayor parte del tiempo, feliz, porque a pesar de todo,
encuentro muchas cosas hermosas y buenas en mi camino y veo gente
con la esperanza suficiente para seguir luchando y aportando.

Debb: Triste. La pobreza y la violencia diaria.

Yolanda: Esperanzada. Cuando me siento que voy a caer en la tristeza,


a causa de lo que sucede en el mundo, crímenes horrendos, guerras y
otras calamidades, me siento impotente, pero a mi edad muy poco
puedo hacer, solo solidarizar de acuerdo a mis posibilidades.
Generalmente pongo la música que me gusta, Mozart o Chopin,
depende del momento y eso me da mucha paz.

Nina: Hola, no sé si feliz, pero tranquila y en paz conmigo misma,


aceptando mis flaquezas e intentando seguir aprendiendo para ser
mejor cada día.

Mónica: Buenas noches Dana, casi siempre estoy triste pero ahora
menos que antes, siempre sentí que no era ni soy buena en nada, a mí
edad (48 años) no pude encontrar mi lugar en el mundo... la mayoría de
las personas que conozco son buenas en algo, yo nunca tuve ninguna
virtud... por otra parte nunca pude perdonar las malas decisiones que
tomé.

Nora: Triste, porque sufro de depresión, a pesar de que hago el intento


de luchar contra eso, siempre me afecta y lo único que ha cambiado es
la intensidad con la que me afecta, ojalá pudiera sentirme feliz.

María: me siento tranquila, he estado trabajando para tener paz.

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La Tristeza en la Sociedad

Después, decidí ampliar la pregunta, a personas más allá de mis redes


sociales, con el objetivo de hacer un análisis lo más científico posible.
Así que armé un formulario, que con ayuda de mis amistades, a quienes
les estaré agradecida siempre, entregamos a cursos universitarios,
familias mineras, grupos de mujeres y otros grupos sociales.

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Respuestas:

 Porque estoy en un proceso de separación, después de 12 años de


relación y eso me ha tenido con una montaña de sentimientos.
 Perdí la fe en la gente, en los procesos políticos y en la posibilidad
de mejora en las condiciones políticas y socioeconómicas a corto y
mediano plazo.
 Son varias, el solo estar viva, tener empleo, comida, una chamarra
zapatos, cosas que para muchas son básicas yo las valoro y disfruto,
el tener agua caliente, ver el amanecer, un ocaso, etc. son las cosas
sencillas las que me hacen sentirme feliz y afortunada.
 Carencia de logros a mi edad.
 Eventos traumáticos.
 Creo que ser alegre es una forma de dar energía positiva a tu cuerpo,
mente, y al resto de las persona.
 Pienso que son razones de historia personal por cosas que han
pasado (y pasan) en mis círculos cercanos. Al igual, pienso que son
razones sociales porque nuestro entorno influye en nuestro estado
de ánimo, imagina cómo me pongo al enterarme que secuestraron
una chava, chocó el metro, la negligencia de las instituciones, etc.
 Me siento triste, me intimidaron y despidieron injustificadamente. Un
día antes termine una relación de 5 años. No tengo trabajo, y es la
primera vez que me enfrento a una demanda laboral. Mi familia me
apoyo económicamente a punta de regaños, gritos, reproches, y
siempre he Sido quien ha hecho pie da casa desde que mi papá se
fue. Me siento mal... Soy receptor de toda la neurosis de mi familia y

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al mismo tiempo soy el pilar que sostiene emocionalmente este
hogar.
 Problemas para ver a mis hijos.
 El trabajo en memoria, educación y ddhh que llevo hace más de 10
años.
 Estoy alegre porque mi familia está bien, con las necesidades
básicas cubiertas y sin graves problemas.
 Soy una persona optimista, centrada en el presente y con trabajo que
me apasiona y relaciones sanas.
 Todo el tiempo siento una exigencia encima de mí sobre lo que debo
hacer como mujer adulta.
 No superar mis miedos del pasado.
 Alegre la mayoría del tiempo, porque existen problemas en mi vida
pero no son 100% de mi responsabilidad, y aprendí a no darle
importancia a los problemas que no me competen. Los días que
estoy triste es porque algún problema interno no tiene tranquila,
salud, economía, etc.
 Estar con mi mascota y el bienestar de mi familia.
 Incertidumbre por no tener un ingreso fijo para sustento de mi familia
 Creo que la alegría es una emoción que funciona bien ante las
adversidades de la vida. Se es y uno se puede educar para ser
alegre.
 Convivencia con narcisista e hija de psicópatas narcisistas, nadie
desea cambiar y yo ya estoy cansada, solo quiero que pasen estos
2 años para agarrar mi cartón e irme a la mierda.

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 La espiritualidad es mi fuente de resiliencia junto con mi firme
decisión de ser feliz cada día a pesar del dolor, siento que esto me
permite crear una realidad distinta a futuro, pero es una decisión
diaria.
 Si mi familia tiene cubierto todas sus necesidades, estoy alegre. Lo
que últimamente no es así. Solo me mantengo optimista.
 Disfruta mucho de lo que hago: mis plantas, mí trabajo, mí familia,
etc.
 Mayormente me dedico a labores y proyectos que disfruto.
 Cuestiono mis capacidades para trabajar y asumir mis pendientes.
 Mi salud mental no está en su mejor momento y cositas del trabajo
no ayudan para nada.
 Mi estado anímico por lo general está relacionado al ingreso
económico. Al no tener un trabajo estable, soy emprendedora
autogestionada mis ingresos varían, esa inestabilidad impacta en mi
estado de ansiedad generando tristeza y angustia.
 Historia personal.
 Ansiedad.
 El sistema laboral explotador de mi país, que no genera calidad de
vida por más que uno se esfuerce por superarse.
 Logros obtenidos durante el año.
 Deudas, responsabilidades, y sobre todo ello, no tener un trabajo
remunerado que pueda cubrir necesidades básicas.
 He tenido enfermedades que me hace. Valorar y disfrutar cada
momento.

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 Siempre pienso que hay personas que están peor que yo, es por eso
que veo el vaso medio lleno siempre. Tengo salud, mi familia está
con salud, lo demás, se va construyendo
 A mi actitud frente a la vida.
 Contaminación y delincuencia, falta de compromiso de las personas
en área de formación cívica y social.
 Viví prácticamente aislada cómo niña, siendo parte del último
proceso de colonización de Chile, en medio de la selva. Estábamos
a 6 horas en lancha de Melimoyu, lo más habitado en cientos de
kilómetros.
 Salí de ahí, cómo cada cierto tiempo, de visita a Stgo con mi familia.
Yo de 8 años y casi morimos por tormenta en medio del mar, de
camino al barco (Calbuco) en un bote, dónde me afirmé a un tambor
vacío para poder flotar cuando nos hundiéramos (por indicación de
los adultos) así que nunca volví a mi hogar, mi mamá no quiso volver
y dejé mi vida en esa casa en medio de la selva.
Estuve en un colegio católico, me hicieron bulling por tres años, por
salvaje. Yo me escondía en los árboles del colegio.
Mi papá se 'jaló' toda la plata de la venta del terreno. Fui abusada
sexualmente por él entre los 12 y 13 años, varias veces. Lo enfrenté,
lo amenacé y paró. No lo conté hasta adulta.
Mi mamá llevó a vivir a varios pasteles distintos, con mis 2 hermanas
chicas los sacamos cagando de la casa.
Estudié con beca, tocando en las micros, haciendo aros, clases
particulares, cumpleaños vestida de payasa, pintacaritas. Estudié
pedagogía y realmente lo amo.

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Hoy soy investigadora en educación, soy reconocida como gestora
cultural, como poeta, en el mundo de las pedagogías críticas y de la
estética Latinoamericana. He Sido publicada en Chile, México,
Argentina, Venezuela y Brasil.
 Participé en el programa del actual Gobierno...
 Mi estado de ánimo general, es de orgullo y alegría, porque he caído
lo suficientemente bajo, como para reconocer y valorar el estar viva
y ser libre para ser quien siempre quise ser.
 Tengo salud.
 La coyuntura actual de mi país me causa mucho dolor.
 Preocupación constante por los problemas que tengo que afrontar.
 Por fin puedo ejercer mi carrera y eso me hace muy feliz.
 Problemas y violencias familiares moldearon mí percepción al
vincularme con la otredad. Hacer terapia, militar y resistir desde el
activismo me recuerda que no estoy sola aunque hay muchas veces
en que el sistema me devora y me hace sentir que no soy nadie.
 Frustraciones.
 Bajos ingresos económicos para mí y la gente de mi entorno.
 En mi país actualmente se está viviendo una masacre. y eso es lo
que me pone muy mal.
 Todas las anteriores juntas.
 Me siento contenta con mi vida más allá de las circunstancias.
 Soy afortunada de ver crecer a mis hijos.
 Echo de menos mi vida de antes.
 Tengo amores cerca y estoy viviendo lo que deseé desde siempre.

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 No me liberan mi servicio social y no sé si lo tenga que repetir, estuve
en una situación de acoso digital, bueno génesis, ya tenía
diagnóstico de depresión.
 Mi papá está muy enfermo y eso nos tiene a toda la familia muy mal
 Depresión… TlP mal tratado.
 Saber que cada día puede ser una nueva oportunidad, tener una hija
maravillosa, tener un techo y trabajo que me encanta.
 Vivo el presente consiente pero no segada.
 Nací en una familia de muy bajos recursos, vi mil veces como las
mujeres fuimos maltratadas y discriminadas en este entorno. Me
propuse y estudié no una, sino dos carreras para poder tener más
oportunidades y aportar a la sociedad, pero la situación está
horrible...
 Sólo gané que mis parientes me odiaran y trataran inclusive de evitar
que me superara "porque según ellos, las mujeres se deben dedicar
a criar hijos y a su casa".
 Y bueno sobra decir que la situación laboral y brecha salarial es muy
mala, para acabarla llegó la pandemia, ahora estoy sola,
desempleada y tengo que pagar renta etc... Así que las razones por
las que me siento triste son familiares, laborales y económicas.
 Cultivo la felicidad dentro de mí.
 He seleccionado "otras razones" porque son muy variadas las que
presento. A grandes rasgos: llevo casi 2 años enferma, en los que
me han diagnosticado cuatro enfermedades crónicas y estoy
próxima a operarme un tumor folicular de la tiroides. Por esta
circunstancia, he debido solicitar la baja por sanción de mi centro

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laboral y he quedado desempleada; mi novia también lleva más de
2 años desempleada. Las dos somos Licenciadas (ella [con título de
oro] en Psicología y yo, en Filología). Obviamente, esto afecta
nuestra economía. Gracias a su familia, fundamentalmente,
podemos seguir adelante.
Recientemente, he finalizado mis vínculos con mi padre, mis abuelos
paternos y mi madre. Es una larga historia. Podría intentar resumirla
en mucha violencia psicológica, violencia física, acusaciones sobre
mi interés económico, amenazas de muerte... y un gran etcétera. Lo
triste es que parece novelesco, pero es la cruda realidad.
Socialmente, más allá del panorama global, me preocupa con
urgencia la situación de mi país, Cuba. No sólo por la inflación
económica, ni el capitalismo que el gobierno ha ido garantizando con
las medidas de los últimos años, lo cual denota el fuerte
contradiscurso ideológico... Me angustia mucho el avance de los
fundamentalismos religiosos, que están firmemente arraigados y
gestan el discurso de odio incluso a través de las redes sociales,
cuyos representantes han ocupado lugares medulares a nivel
político, económico y laboral, solo por citar algunos, los cargos
directivos de los sectores educacional y sanitario, donde ejercen,
además, discriminación (expresa e implícita) hacia las mujeres y
solapan tras la fe sus acciones, discursos e intereses clasistas,
machistas, misóginos y LGBTIQfóbicos. Hay mucha agresividad en
el ambiente hacia todo lo que se muestre diverso, feminista y/o
contestatario. Pero hay feminicidios y quienes "ordenan y disponen"
se empeñan en llamarlos "crímenes pasionales". Y desde aquí,
especialmente con el nuevo Código Penal, ser activista es casi una

24
ilusión... Mi novia y yo lo somos: como Coordinadora y Facilitadora
del grupo Labrys (respectivamente), que pertenece a la Red
Nacional de Mujeres Lesbianas y Bisexuales del CENESEX y Co-
creadoras del proyecto independiente, cultural y activista Com_una
hereje. Y todas las instituciones estatales y gubernamentales solo te
cortan las alas, pendientes de que expreses tu posicionamiento
crítico, expongas y denuncies el lavado de manos ante el sinnúmero
de injusticias, penurias y problemáticas sociales, para, entonces,
tergiversar tus palabras y tildarte de contrarrevolucionaria y, por
supuesto, acorralarte, en no pocos casos, hasta obligarte al exilio. Y
me detengo, este tema da para muchas tazas de tila o pasiflora...
Por último, hace muchos años que me siento perdida. Respecto a
mí misma, quién soy y qué quiero. Cómo amarme y perdonarme.
Cómo vencer el miedo. Cómo poner límites sanos. Cómo llenar este
vacío emocional de mi propia ausencia, de la soledad afectiva que
ha acompañado mi existencia. Cómo aceptarme. Cómo y cuándo
volveré a vivir, con toda la intensidad que implica y merece ese
verbo. En fin... Vaya si no estoy triste...
 Me siento bien con mi situación actual...tranquila, y supongo q se
debe también es que soy una persona positiva, alegre y luchadora.
 No tengo idea. Me suceden cosas muy buenas y no puedo
disfrutarlas.
 Un duelo en proceso y la salud emocional de mi hija.
 Marido violento y divorcio en curso.
 Crianza y cuidados 24/7 sensación de vivir monótonamente y para
los demás.
 Uso mucho la imaginación y práctico meditación.
25
 Mi historia personal raya en la inverosimilitud trágica con una
resiliencia autoimpuesta y autosostenida en el tiempo, por eso
estoy alegre casi siempre pero con una lágrima oculta en el infinito
del ser.
 Estoy muy cansada de luchar por más de 16 años contra el ex
violento, abandónico, homodiante y que jamás haya justicia. Estoy
cansada de no poder hacer nada, de no tener trabajo, de no poder
acceder a la salud, ni a la justicia, ya que a mis abogades me los
han comprado, y el último que tuve era un amigo y falleció. No
poder costear gastos exorbitantes que me han pasado. Vivir al día.
No poder costear una vida digna para mis hijes. Todo agrava todo,
es cómo un círculo vicioso de donde no se puede salir. La injusticia,
que a mi hijo el colegio donde está inscripto lo haya abandonado y
no respete sus ddhhnnya, ni por el establecimiento, ni por el
consejo escolar, ni recibió la contención que necesita ya que a
razón de todo un destrato esta con ataques de pánico, ansiedad,
angustia, y no poder pagar aunque hayan estos "espacios
amigables" que de amigables no tienen nada. Yo con mis
problemas de salud que se agravan, llevo dos años con una orden
de operación urgente por una encadenación tumoral. Entre otras
enfermedades comorbilidades que se han agravado por no tener
acceso a la salud, tanto física como mental. Podría seguir, pero ya
me es difícil escribir esto sin llorar. Gracias, siempre.
 He tenido el autoestima muy baja, me he sentido muchas veces
poco suficiente para lxs demás.

26
La Tristeza en la Literatura escrita por Mujeres

Me pareció importante al mismo tiempo, buscar, en la literatura actual


escrita por mujeres y disidencias, qué consideración existe sobre la
tristeza. ¿Está presente? ¿Qué tonos tienen? ¿Qué acentos? ¿Los
temas son mayoritariamente tristes, de opresiones, problemas? ¿O Son
temáticas optimistas, que miran al futuro con ojos de sorpresa?
¿Tristeza o alegría en la literatura? Y los libros empezaron a responder:

Alice Munro, Premio Nobel de Literatura, en su libro “Danza de las


Sombras”, realiza sucesivas menciones a la tristeza. “Las palabras me
parecen tristes como nunca antes”1, “el típico desaliño triste de una
mujer mayor”2, “otras nacen pícaras, tristes y sagaces”3, “eso es lo que
es, triste, triste”4, “voz de tristeza pura”5, “La tristeza de la culpa no
confesada”6. Las historias giran en torno diálogos cotidianos,
sentimientos, los matices de la naturaleza humana, las relaciones inter-
personales y sus contradicciones. En estas historias, sin duda, la
tristeza cumple un rol protagónico y la alegría es un actor secundario.
Aunque precisamente el juego literario está en mostrar la dualidad
expuesta, la profundidad de las dimensiones humanas.

Lara Moreno, en su libro “Piel de Lobo”, menciona la tristeza: “yo


esperaba, torturada y triste”7, Campos tristes, ciudades tristes, alas

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tristes, lechugas tristes, limoneros tristes, cotidianeidad triste, sonrisas
tristes, “qué triste se queda Sofía, ya sola, llena de suciedad”8. Se trata
de la historia de dos hermanas, una casa, un padre que muere, el
pasado, la convivencia, la culpa y la soledad. Sin duda, la tristeza es,
también protagonista en esta historia, cobrando formas animistas,
expresándose en los objetos, todos.

Margarita Liberaki, en su novela “Tres Veranos”, se refiere a la tristeza


profunda, “¿por qué sentía aquella tristeza?”9, “con su tristeza oprimía
las sienes”10, “quienes más ríen son precisamente quienes más triste
están”11, “a veces me pongo triste sin ninguna razón”12. La historia se
centra en una joven de dieciséis años, sus dos hermanas mayores, su
madre divorciada y una tía, mostrando el entramado mundo complejo
de la relación entre mujeres y la lucha por la independencia.

Emma Cline en su trabajo “Papi”, se refiere a la tristeza: “Se le veía algo


triste”13, “parece triste”14, “esa hora triste en la que la oscuridad parece
alzarse desde el suelo pero el cielo sigue claro y azul”15, “la tristeza
sobrevolaba la habitación”16, “salía triste en las fotos”17, “había estado
triste, clínicamente triste”18. La tristeza juega un rol determinante, dentro

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de una serie de relatos sobre la sexualidad, y las formas de enfrentar la
vida cotidiana.

Alice Walker, y su novela “El color púrpura”, ganadora del premio


Pulitzer, narra una historia difícil, de racialización, violaciones, injusticias
tremendas, y trae en varias oportunidades, imágenes de “lo triste”, en
los ojos de las protagonistas, frente a tal o cual situación, sin embargo
el tono general, no parece estar dirigido por la tristeza. Intenta flotar.
Procura denunciar.

Jennifer Saint, en su novela “Ariadna”, recrea el mito griego en el que


dos hermanas sufren todo tipo de opresiones en manos de Teseo y
otros hombres-Dioses. Allí escribe: “la dolorosa sensación de vacío me
hacía sentir los huesos como plomo”19, “contuve más sollozos. Si cedía
de nuevo al llanto, nunca pararía.”20 “Había oído mucho acerca del
tormento del parto, pero de lo que nadie me había hablado era de la
tristeza que lo seguía”21. Con referencias a muchas otras emociones, el
tono general, no es la tristeza, sino la denuncia.

Avni Doshi, en su novela “Azúcar quemado”, experimenta la vida de una


mujer, cuya relación conflictiva con su madre, se encuentra en el centro
de su vida. Seguido por el nacimiento de su hija, que multiplica hasta el
infinito la cadena opresiva, histórica, en la relación madre e hija
promedio. “Triste, muy triste”22, “la triste situación de mi madre”23, “la
profundidad de la tristeza de mamá y la alienación de su propia

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familia”24, “la tristeza que crece cuando no brilla el sol”25, “guardo para
mí la indolente tristeza que arrastro durante un tiempo”26.

Ángela Vallvey, en sus “Cuentos clásicos feministas”, revisa los clásicos


de la literatura infantil, cambiándole el desenlace e introduciendo
infinidad de elementos modernos, como celulares, tablets y problemas
relacionados al Internet. Con la intención de modernizar aquellas
fábulas machistas y patriarcales, que han quedado grabadas en la retina
de más de una generación. El tono general es hilarante, con pasajes
divertidos, tendientes a la redención. Es un tono de lo que se viene
llamando “empoderamiento”, donde sus protagonistas, no son
defenestradas por la opresión, sino por el contrario, “se ponen la capa”.
La tristeza, igualmente, hace su acto de presencia: “La abuela pensaba
que aquella niña era una eterna insatisfecha. Nunca estaba contenta.
Era la que más protestaba por su cuerpo. Ella era anciana y sabia, no
se le escapaba que la mitad humana de su nieta se veía presa de los
mismos terrores que las mujeres: siempre vulnerables por la culpa de la
tiranía de la belleza. Mujeres frágiles, víctimas de estereotipos que
hieren y humillan: <No cabes en ese pantalón porque estás demasiado
gorda. Tus tetas son enormes. Tu pecho diminuto, pareces un tío… ¡Tu
pelo, tus piernas, tus brazos, tu culo, tu nariz, tus hombros, tu cintura,
los pelos de tu axila…!> El terrible resultado era: mujeres bulímicas,
anoréxicas, hambrientas, desganadas, tristes, adictas a la cirugía,
inseguras, compulsivas, sumisas.”27

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Guadalupe Nettel, en su novela “Después del Invierno”, ganadora del
Premio Herralde, narra las relaciones amorosas y sus vaivenes, entre
una protagonista que lee a César Vallejos y sus parejas. La muerte y la
tristeza se hace presente a lo largo de la historia: “La tristeza, como casi
todos los estados de ánimo, es increíblemente contagiosa”28, “¿En qué
me estaba convirtiendo? Yo, que siempre había tenido bajo control mi
vida y mis emociones, me había transformado ahora en una piltrafa
humana de esas que abundan por las calles y lloriquean en las
escaleras del metro”29, “la lógica imprevisible del insomnio me llevó a
hacer el recuento de los personajes célebres que habían enloquecido o
muerto de tristeza en París”30, “me abandoné a mi misma al
resentimiento y la tristeza”31.

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31
En conclusión…

La única terapia es la revolución. Me es imposible formularlo de otra


manera. Se pueden desarrollar cientos de técnicas. Pero ciertamente,
en este mismo momento, mientras escribo este trabajo, estoy haciendo
un trabajo paralelo, “Torcer el Árbol”, en el que a modo ficcional, estoy
siendo escudera, en plena lucha de clases, en Perú. De solo imaginar
la transformación social, causa el efecto que tiene un plano de
garbanzos. Pura oxitocina. Porque el arte ayuda, no solo por ser
creación, sino por ser transformación.

Está todo trabado. Todo descompuesto. Los traumas de la infancia, son


condición sujeta al régimen patriarcal, no hubiesen sido de otra manera.
Porque hay patriarcado, tenemos las experiencias opresivas que
tenemos acumuladas en nuestras vidas. Es urgente. Es tan urgente
como problemas de salud mental hay. Es tan urgente, como gente
tirándose por los edificios, hay. No podemos dejar nada para después.

Buscando soluciones, está lleno de comerciantes. ¡Aprender a respirar


por la nariz no soluciona estos problemas! Ni meditar. Ni rezarle a
ningún Dios. Ni hablar sobre eso y revolver en las causas. Ni escribir
frenéticamente.

Alguien recomendó ver la película Sybil, y si bien tiene unos cuantos


años, el final, por el cual se resuelve una historia cuyo protagonista es
una mujer, abusada, que desarrolla un diagnóstico de trastorno de
personalidad múltiple, es la hipnosis. ¡La hipnosis!. No sirve la hipnosis.
No sirve respirar. No sirve visualizar que se va caminando por un campo
verde y se toca con los dedos el agua. No sirve, en forma definitiva. Ni

32
los cambios de luces. Ni las técnicas. Porque no se puede reformar. No
se puede verter cemento sobre estas grietas. Lo he intentado muchas
veces. Las pastillas no me hicieron nada, y tirarme de cabeza tampoco.

Si, hay cosas que ayudan. Por ejemplo, en mi caso me ayuda mucho,
cuando tengo un momento de atrapamiento muy hondo, y se me cierra
la habitación encima, me ayuda pensar en la idea de que es un
momento pasajero. Que así como me reí hoy al mediodía, comiéndome
una pizza con mi hije, voy a volver a reír mañana. Me ayuda la condición
temporal del sentimiento. Saber que tengo que pasar por encima de
eso, como si fuera una tormenta y yo un avión. Tengo que sobrevolar la
tormenta y se que pasará. Entonces esa idea me permite dejarlo fluir, y
llorar, vivir la angustia, con mayor tranquilidad, sin culpa, y sin estar tan
al filo. Pero eso no resuelve el problema. Es apenas una manera de
sobrevivir. Puede haber dos o tres cosas que hacer, para sobrevivir, que
irán variando de persona a persona. Hacerse a la consciencia de que
no es un estado permanente, es una de ellas. También la consideración
de saber que no solo soy yo la que está padeciendo de este problema,
es decir, que no es un problema individual, sino que es un problema
social, que como se puede ver en el gráfico por ejemplo, somos muches
quienes sentimos la tristeza y la angustia de vivir en este sistema. Esa
es otra clave para sobrevivir. Y darnos cuenta de que no estamos en
soledad. Porque entonces no es “mi culpa”, nada, sino que está
instalado como una crisis de la sociedad. Eso también es importante.
Inclusive hay hierbas que ayudan, muchísimo, a equilibrar y balancear
el ánimo, las ideas, la perspectiva. Pero tampoco resuelven los
problemas. Ayer firmé el divorcio, eso también ayudó, me hizo sentir

33
mucho mejor, liberándome de una pila de mandatos que ni siquiera
alcanzo a dimensionar. Mejor o peor. Tiendo a creer que hay un solo
secreto. Una sola receta. Una sola posibilidad: La sublimación
revolucionaria. Es decir, transformar la tristeza y la angustia, la
depresión y los bajones, en un odio irrefrenable contra la clase
parasitaria, culpable de todos los males que padecemos y que fueron
descritos por los diversos testimonios entregados en este mismo
trabajo. No a modo de violencia doméstica, como ejerce el machismo
dominante, no por intermedio de un cuchillo cualquiera, sino en un odio
de clase, necesario, indispensable, que contribuya a la acción por
derribar las estructuras sociales existentes, responsables del estado
actual de la mente y la vida precaria.

La tristeza es un sentimiento acorde a la situación actual. No es


disonante. Acaban de morir más de 35 mil personas en Turquía,
producto de un terremoto, y otras miles en Siria, cuando las políticas
inmobiliarias y de los gobiernos que se lo permiten, van orientadas a
disminuir costos y no a fortalecer las construcciones para hacerlas de
buena calidad. Las imágenes dan vuelta al mundo. La tristeza es
empatía. El sur de Chile se ha quemado entero, dejando a cientos de
familias sin hogar, personas calcinadas, debido a las políticas de las
forestales con sus monocultivos. Torbellinos de fuego, mujeres
refugiándose con sus hijes en piscinas, adultos mayores que no
pudieron escapar. El entorno capitalista es de tragedia.

También es necesario decir, que el abanico de emociones humanas es


amplio y basto, y es esta sociedad capitalista, exitista, la que impone la
idea de no sentir tristeza, porque la tristeza no es productiva. La tristeza

34
es parte del estado de ánimo, es normal, es un sentimiento que ocurre,
y que no hay que renegar, ni sentir culpa. La tristeza también es éxito.
Y necesidad. Un estado transitorio. Está bien sentir tristeza. Aceptarla.
Reflexionarla. Y encausarla hacia la causa.

No se trata de esperar a que los grandes cambios sociales ocurran, se


trata de conducir ¡YA!, así tanto como la libido -que ha sido materia de
sujeción de la mujer al hombre en el patriarcado capitalista-, como la
angustia imperante, hacia un único objetivo: la liberación de las
pulsiones humanas, la revolución que precisa nuestra sociedad.

35
Marchando hacia allí…

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48
¿Cuál es el significado del concepto:
DISOCIACIÓN? Se refieren a él en estudios de
psicología y/o psicoanálisis. Y se refieren a él,
también, diferentes expresiones de la vida
mundana.

Existen incluso, chistes gráficos, que circulan por


internet, sobre cómo disociarse cuando la
conversación se pone poco interesante, o el modo
en el que las estaciones poco preferidas del año,
pueden pasar y cambiar en un parpadeo.

¿Pero qué significa realmente este concepto?


¿Puede ayudarnos en algo a pensar lo que
acontece en la actualidad? ¿Es un término
individual, que podría trasladarse a la arena de lo
social?

49
Revisemos el estado de la cuestión.

EN FREUD:

"En primer lugar, como corresponde a la


inclinación de la histeria por la disociación de la
conciencia, la representación penosa
contrastante, que en apariencia está inhibida, es
arrancada de su asociación con el designio, y
entonces subsiste, a menudo inconciente para el
propio enfermo, como una representación
separada." (Tomo 1, Pág. 156)

"En la histeria se llega con facilidad a la


disociación temporaria del contenido de
conciencia y a la separación de ciertos complejos"
(Tomo 1, Pág. 185)

50
"Para la explicación de fenómenos histéricos,
consideramos indispensable el supuesto de una
disociación —escisión del contenido de
conciencia—." (Tomo 1, Página 188)

"Una es que la vivencia original tuvo lugar


hallándose el sujeto en un particular estado de
disociación mental, que se describe como «estado
hipnoide»." (Tomo 2, Pág. 13)

"Los histéricos no están ciegos a consecuencia de


la representación autosugestiva de que no ven,
sino por la disociación entre procesos
inconcientes y concientes en el acto de ver; su
representación de no ver es la expresión
justificada del estado psíquico de cosas, y no su
causa. (...) Esos conceptos son: la génesis a partir
de ideas hiperpotentes, la diferenciación entre
51
procesos anímicos concientes e inconcientes y la
hipótesis de la disociación anímica." (Tomo 11,
Página 210)

"Las disociaciones anímicas son mantenidas


enteramente por medio de «resistencias
internas». Parece justificado, pues, sostener que
las disociaciones tienen su origen en un conflicto
interior, que ha llevado a la «represión» de la
moción subyacente. Para superar este conflicto y
por esa vía curar la neurosis, se requiere la guía
de un médico formado en el psicoanálisis." (Tomo
12, Página 212)

52
EN LACAN:

"¿Es una relación real de sorprender que se llegue


entonces a disociaciones larvadas, y que se
sustituya la neurosis obsesiva por depresiones
periódicas y aún por una orientación mental
hipocondríaca." (Seminario 2, Pág. 127)

"Se trata de señalar cómo algo del sujeto está, por


detrás, imantado, imantado a un grado profundo
de disociación, de esquizia. Ese es el punto clave
donde hemos de ver el nudo gordiano."
(Seminario 11, Pág. 50)

53
EN MELANIE KLEIN:

"Durante muchos años he considerado que la


disociación de la madre en una buena y otra mala
constituye uno de los procesos más tempranos en
relación con aquélla." (Algunas reflexiones sobre
“La Orestiada”, Pág. 16)

"Volviendo al proceso de disociación, agregaré


que lo considero como una precondición para la
relativa estabilidad del niño pequeño. De modo
predominante durante los primeros meses, éste
mantiene separado su objeto bueno del malo y así
fundamentalmente lo preserva -lo que también
significa un aumento en la seguridad del yo-. Al
mismo tiempo esta división primaria sólo tiene
éxito si existe una capacidad adecuada para amar
y el yo es relativamente fuerte. Mi hipótesis señala
54
por lo tanto que la capacidad para amar da ímpetu
tanto a las tendencias de integración como a la
exitosa disociación primaria entre el objeto amado
y el odiado. Esto suena a paradoja pero, como
dije, puesto que la integración está basada en un
objeto fuertemente arraigado que forma el núcleo
del yo, para que ella se produzca es esencial
cierta cantidad de disociación, ya que preserva al
objeto bueno y más tarde capacita al yo para
sintetizar sus dos aspectos. La envidia excesiva,
expresión de los impulsos destructivos, interfiere
en la disociación primaria entre el pecho bueno y
el malo, y es por ello que no puede ser
suficientemente lograda la estructuración del
objeto bueno. Así queda sin establecerse la base
para una personalidad adulta plenamente
desarrollada e integrada, puesto que es
perturbada en distintos sentidos la posterior
diferenciación entre lo bueno y lo malo. Hasta qué
55
punto, esta perturbación del desarrollo se debe a
la envidia excesiva, está relacionado con la
preponderancia de mecanismos paranoides y
esquizoides en los estadíos más tempranos. Ellos,
según mi hipótesis, constituyen la base de la
esquizofrenia." (Envidia y gratitud, Pág. 17)

EN WINNICOTT:

"Continué con una interpretación más amplia, a


saber, que el sueño expresaba los dos aspectos
de su relación con el análisis: uno era que él se
iba y volvía, y el otro que se iba al extranjero
manteniéndose en contacto así con su paciente
del hospital -que representaba esta parte de él
mismo-, lo cual significaba que estaba tratando de
quebrar la disociación entre esos dos aspectos de
sí mismo. Tras esto dijo que en el sueño le
56
interesaba particularmente tomar contacto con su
paciente, dando a entender de este modo que se
estaba percatando de la disociación o escisión
que había en él, y deseaba integrarse." (Obras
Completas, Pág. 189)

EN FERENZI:

“El psicoanálisis ha permitido establecer que el


hipnotizador realiza un esfuerzo inútil cuando
intenta provocar el “estado de disociación”;
primero porque no dispone del medio, después y
sobre todo porque las diversas capas del
psiquismo (“localizaciones”, “mecanismos”, según
Freud) se hallan ya disociadas en el sujeto
despierto. Además de constatar este detalle, el
psicoanálisis ha aportado datos inesperados
sobre el contenido de los complejos de
representación y la orientación de los afectos que
57
constituyen el estrato inconsciente del psiquismo
movilizado durante la hipnosis y la sugestión. Se
ha visto que todos los instintos rechazados en el
curso del desarrollo cultural individual se
amontonan en el “inconsciente”, en el sentido de
Freud, y que sus afectos insatisfechos y ávidos de
excitaciones están siempre a la espera de una
“transferencia” sobre personas y objetos del
mundo exterior, para “introyectarlos”.”
(“Transferencia e Introyección”, Pág. 9)

EN KAREN HORNEY:

"Sobre todo —y desde el punto de vista práctico


esto es probablemente lo más importante—, allí
donde persiste una disociación de la vida
amorosa, el sujeto se verá obligado a centrar sus

58
afectos en objetos distintos a los de sus deseos
sensuales." (Psicología Femenina, Pág. 70)

EN LA ACTUALIDAD:

Se considera que la disociación, es una


desconexión con la realidad, producto del trauma,
o una sensación de pérdida de lo espacio temporal
concreto, “como si no hubieses estado presente”
en cierta situación, o se hubiese actuado de forma
automática. De esta manera, se evade la emoción,
o la situación de displacer, ocasionando efectos
como la pérdida de la memoria temporal, etc.

59
Después de esta revisión, hay algunas
consideraciones que podemos observar:

1. Para el fundador del psicoanálisis, Freud, el


concepto de disociación, está principalmente
vinculado a la escisión entre el consciente y el
inconsciente. Razón por la cual plantea que el
núcleo fundamental de lo que él llama
“histeria”, es esa disociación, es decir, esa
separación entre consciente e inconsciente.
2. Disociación entonces, para Freud, es, en
primer término, la escisión entre el
inconsciente y el consciente, que, en segundo
término, se expresa como un “estado
hipnoide”. Es decir, bajo la apariencia de la
hipnosis, como cuando un computador se
cuelga, o el Internet se cae y solo puede verse
una ruedecilla girando indefinidamente.

60
3. Las causas de esta disociación, estarían
fijadas por las “resistencias internas”,
producidas por los procesos psíquicos de
represión –y trauma-, generando lo que él
llama, disociaciones “anímicas”. Ligando de
este modo, el problema de la escisión,
también con el problema del ánimo.
4. Lacan concuerda con plantear que la
disociación es el “nudo gordiano” de lo
esquizoide –y/o de lo que llaman histeria-.
5. Melanie Klein, lleva el problema de la
disociación a otro terreno, completamente
diferente, al formular que existe una
disociación entre un “pecho bueno” y un
“pecho malo”, una “madre buena” y una
“madre mala”, “objeto bueno” y “objeto malo”,
como ejes de la constitución de los procesos
y estabilidad cognitiva del sujeto durante su
infancia.
61
6. Winnicott amplía el concepto de disociación,
empleándolo para analizar las diferentes
partes del yo de sus pacientes.
7. Ferenzi se ocupa de distanciar el concepto
del hipnotismo, para demostrar que el
psicoanálisis no tiene propiedades místicas de
ningún tipo.
8. Y Karen Horney, retoma el aspecto de
disociación entre las corrientes amorosas y
las corrientes sexuales, presente en Freud.

De esta manera, podemos observar, que el


concepto de disociación, es variable y tiene
movimiento. Puede ajustarse a consideraciones
de diferente índole. Su base orgánica es la ruptura
entre el consciente y el inconsciente, pero puede
trasladarse a diversas áreas, como a la
separación entre el amor y lo sexual, entre los

62
objetos, e inclusive entre los propios aspectos del
yo, que pueden fraccionarse en múltiples
escisiones. La separación entre el yo, ello
(ella/elle) y el súper-yo, es otra escala de la misma
escisión.

Una vez que está clara la significancia de este


concepto. ¿Cómo podemos llevarlo al plano de lo
social?

63
Disociación Social

La historia construye al inconsciente. Y en


general, a los diversos niveles de la vida humana
en sociedad. Una definición que se ajuste al
terreno del individuo, puede trasladarse a escala
global, cuando sea correspondiente.

En este caso, sin caer en psicologismos, o


considerar los procesos de la lucha de clases,
como meras circunvoluciones que suceden en la
cabeza humana, lo que sería un grave error.
Puede decirse, de manera ajustada, que a escala
social, también aperan los procesos de escisión,
fragmentación o disociación.

Usemos como ejemplo el contexto actual, en el


que amplias franjas de la población, sin acceso a
recursos básicos, como agua potable, vivienda,
educación gratuita de calidad, debido al trauma
histórico social y los procesos represivos de
64
masas –que operan a gran escala, tal y como
operan en la psiquis humana-, impactan
produciendo una disociación social.

Se decide como referentes políticos, a figuras de


la ultra derecha, que colindan con las ideas más
reaccionarias de la edad media, y no se explica,
cómo, al mismo tiempo, que ocurren procesos
profundos, subterráneos de transformación y
desarrollo de las consciencias, operan estas
corrientes contradictorias.

Sujeto al sistema económico imperante, Karl Marx


escribió sobre la “enajenación” de la clase obrera,
como un producto de la sociedad capitalista, lo
que podríamos distinguir como la base material y
estructural sobre la cual descansan, las
disociaciones que operan en los momentos
históricos que varían.

65
Respecto al concepto de enajenación, Marx
plantea:

"El equivalente general, medio de circulación y


medida de las mercancías, se presentaría a su vez
frente a ellas como individualizado, con leyes
propias, enajenado, o sea con todas las
propiedades del dinero actual sin prestar, por otra
parte, sus servicios. Pero la confusión alcanzaría
muy otro nivel por el hecho de que el medio a
través del cual las mercancías —estas cantidades
objetivadas de tiempo de trabajo— son
comparadas, no sería una tercera mercancía, sino
su misma medida de valor, o sea el tiempo de
trabajo." (Grundrisse 1 - Pág. 89)

"La barrera del capital consiste en que todo este


desarrollo se efectúa antitéticamente y en que la
66
elaboración de las fuerzas productivas, de la
riqueza general, etc., del saber, etc., se presenta
de tal suerte que el propio individuo laborioso se
enajena; se comporta con las condiciones
elaboradas a partir de él no como con las
condiciones de su propia riqueza, sino de la
riqueza ajena y de su propia pobreza."
(Grundrisse 2 - Pág. 28)

La enajenación es entonces, la contracara


material objetiva, que no varía según la coyuntura,
-pues está sujeta al sistema productivo de manera
directa-; de las disociaciones, que son la cara
subjetiva, variable e intempestiva.

Y el capitalismo es el nudo borromeo actual de


todas las disociaciones a gran escala, en las que
se separa la realidad consciente, del inconsciente
colectivo, y se forjan las grandes amenazas, los
grandes tiranos de la historia. Pues producto del

67
trauma social, -como dictaduras, guerras,
pandemias-, se producen disociaciones, cuyas
brechas exigen ser cerradas, para que la historia
no se nos caiga encima.

68
Anexo: Chistes Gráficos Popularizados.

69
70
71
72
73
74
75
Entro en la sala a toda velocidad. Me da la impresión de
que estoy llegando tarde, pero cuando miro el reloj en
la pared, resulta que es la hora exacta. Ni muy
temprano, como dicen, para que no parecer neurótica,
ni muy tarde para que no parezca que me estoy
negando. Exacta. Para parecer obsesiva. Es lo mínimo.
Espero que lleguen con exactitud también.

A cuenta gotas, van llegando y lo primero que hacen es


venir a saludar. Hay cierta confianza. Se alegran de
verme y yo me alegro de verles. Es una relación mutua.
Tan recíproca como es posible. Nadie usa sombreros ni
paraguas. Estamos ya, en otra época. Se sientan y me
escuchan hablar. Algo insólito, que puede darse un
número reducido de veces, en un número reducido de
partes, igual que una ley de la matemática.

Se ve que ya pasaron los dieciocho, además de por la


apariencia física, también ponen más atención. Ha de
deberse igualmente a la época. Depende del desarrollo
de la subjetividad, si hay disposición a lo que tiene que
decir la persona que se posa al frente. Y es que

76
justamente de eso se trata la clase de hoy. ¿De qué
depende la subjetividad? ¿Cuál es la diferencia entre la
subjetividad y aquello que llaman inconsciente? ¿Existe
un inconsciente individual y también existe un
inconsciente colectivo? ¿El inconsciente colectivo está
compuesto por el promedio del inconsciente individual?

Son preguntas que quiero sembrarles. Para que


estudien. Revisen materiales. Le tiro las preguntas
como misiles, directas al cráneo. Como esas películas
de tiros, donde las balas van a dar justo entre las cejas,
o unos milímetros más arriba. Les veo confundirse,
reafirmar, afirmar y confundirse de nuevo.

Preparé para comenzar, porque siempre hay que hacer


una introducción a la clase, según enseñan en todas las
escuelas de pedagogía, algunas citas respecto a qué
dice Freud, tan conocido, respecto al inconsciente, del
cual es gran conocedor como ya se sabe.

- Freud comienza hablando de las representaciones


inconscientes. Explicando que el inconsciente
estaría formado de un complejo de
77
representaciones, hecha con impresiones
captadas de la realidad, de manera no voluntaria,
forjando recuerdos, o souvenirs inconscientes.
Estas representaciones son, a su vez, reprimidas.
<<Todo lo reprimido es inconsciente>>. Y pueden
ser captadas, mucho antes que el propio
consciente. La represión de estas
representaciones, es lo que conduce, justamente,
según Freud, a la enfermedad, las fobias, la
neurosis, la histeria. Y el análisis para su “toma de
consciencia”, es el tratamiento. La consciencia
abriéndose paso a través del inconsciente y a la
inversa, utilizando como vínculo instrumentos tales
como el sueño.

La libido pertenece al campo del inconsciente.


Hasta el chiste se aloja en el inconsciente. Del
mismo modo, el consciente, es la parte
correspondiente al recuerdo del que si se tiene
conocimiento, y también se aloja dentro del
inconsciente como una parte de él. La subjetividad
78
así mismo, se aloja en el inconsciente, como
parcela de la consciencia. Lo que Freud llama
“ello”, también se aloja en el inconsciente, que
define como un impulso, irrefrenable, violento,
libidinal, casi primitivo, semi animal. ¿Pero el ello
aplica como impulso universal? ¿Las mujeres
tenemos un “ello”? ¿Y las disidencias? ¿Por qué no
hablar de “ellas”, “elles”? Impulsos con otro tipo de
características acorde al género, el tiempo, la
cultura, los determinantes económico, político y
sociales.

A lo largo de su literatura, emplea el término


inconsciente (que en la Edición Amorrortu, parece
escrito sin la letra “s”), acompañado de: Procesos
Anímicos Inconscientes. Pulsiones y Erótica
Inconscientes. Deseos Inconscientes. Fantasías
Inconscientes. Pensamientos Inconscientes.
Excitaciones y Simpatías Inconscientes.
Hostilidades Inconscientes. Móviles, Ideas y
Propósitos Inconscientes.
79
Corresponde a un campo amplio. Aquí entonces
cabe preguntarse, si el inconsciente es un campo
de representaciones involuntarias,
mayoritariamente reprimidas, ¿de dónde se toman
esas representaciones? O dicho de otro modo; ¿de
dónde se captan esas impresiones?

Esas impresiones (imágenes, sonidos, olores, etc.)


se captan de la historia del individuo, que está
concatenada directamente con la historia humana.
Eso implica que si una persona, nace en 1919, va
a tener un conjunto de representaciones totalmente
diferente a una persona que nació en el 2000, pero
que a su vez, las personas que haya nacido en
1919, van a compartir una serie de
representaciones tomadas del medio. A su vez,
cada quien, en su propia individualidad diversa,
metabolizará esas representaciones a su modo.

80
Podemos asumir así, que además de haber un
inconsciente individual, existe también un
inconsciente colectivo, que no es la suma de los
inconscientes individuales en una ridícula pila, sino
la expresión de la contradicción presente en la
estructura de la sociedad, en nuestro caso, entre
las clases, es el resultado del choque que generan
y la diversidad concatenada que se produce como
efecto.

Veo en el fondo de la sala, que me están mirando


con cara de no entender nada de esto último.
Pensemos en los años `90 y digamos que la
subjetividad imperante, era el resultado, o mejor
dicho, estaba también alojada, en el campo del
inconsciente, tanto individual, como colectivo. En
América Latina, primaba, por ejemplo, las nociones
y pensamientos vinculados con el machismo, la
homofobia, el racismo. En América Latina durante
los años `90, no hay derecho al aborto, libre y
gratuito. Recién durante los últimos años, se viene
81
legislando en materia de aborto y viene habiendo
un cambio en la discusión, respecto a temáticas
como la marihuana, el matrimonio igualitario, el
lenguaje no binario y otras materias.

En los años `90, la gente no buscaba hablar


lenguaje no binario. Ese es un cambio que se
produce durante los últimos años, en la discusión,
que posibilita los cambios en el inconsciente
colectivo. No es lo mismo ver a los seis años, la
insurrección de Silesia de 1844, donde las masas
de tejedoras irrumpen en la casa del odiado
burgués Zwanzinger, destruyéndolo todo; que
tener seis años y ver a Menem en la televisión,
acariciando sus patillas. Del mismo modo, que no
es lo mismo, tener seis años en un hogar donde
vive un padre abusador, que tener seis años en un
hogar en el que no. Niveles diferentes,
concatenados entre si, con ejes, socialmente
determinados. En otro nivel, no son las mismas las
representaciones adoptadas de tener seis años en
82
un barrio burgués de Estados Unidos, que tener
seis años en una favela de Brasil, ante la mayor
posibilidad de vivir violencias y opresiones.

El inconsciente se forma históricamente. No solo a


nivel individual, mediante la experiencia hecha en
el seno de la propia familia, también mediante el
impacto de los procesos históricos. Las guerras,
crisis, revoluciones, pandemias. ¿Qué ideas
inconscientes, nociones, representaciones, instaló
la pandemia en la nueva generación? ¿Y las
grandes movilizaciones en curso? Estallidos,
brotes, tan masivos, como no se había visto nunca.
La historia forja al inconsciente. Lo cual no implica
anular la individualidad o la particularidad, o que de
toda experiencia histórica, necesariamente todas
las personas forjen idéntico pensamiento
inconsciente.

Se trata de una dialéctica entre lo individual y lo


colectivo. En la primera infancia, en la familia, en la
83
escuela, en el barrio, y se sigue sumando la
experiencia posterior en el trabajo, en la vida,
dentro de un sistema económico y productivo
específico. La historia individual, se conjuga con la
historia colectiva, interceptan.

Otro ejemplo concreto para expresar esta idea,


podemos pensarlo a través del cine. Cada vez está
más naturalizada la violencia. El asesinato a sangre
fría, mostrado con lujo de detalles y efectos cada
día más realistas. Fomentando la idea de que hay
un impulso irrefrenable en algunos hombres por
asesinar. ¿Cómo impacta eso en la formación del
inconsciente de un niñe en la actualidad, a
diferencia de la formación del inconsciente de un
niñe, hace cien años atrás? Es probable que la
diferencia sea significativa. ¿Por qué? Porque la
historia forja al inconsciente…

Se nota soberanamente también en las


concepciones patriarcales, y el antiguo formato
84
patriarcal a todo régimen instalado en el
inconsciente tanto individual como colectivo, para
tragedia de mujeres y disidencias.

Hay momentos históricos cuyo sello es la


contradicción entre un tipo complejo del
inconsciente y otro. Con tendencias contrapuestas
y choques…

- Profe… Profe, tengo una duda, disculpe…

- Si, adelante por favor.

- En ese punto, venimos de otro curso que tuvimos


esta mañana, sobre Marx, en donde explicaban los
diferentes sistemas, regímenes, capitalismo,
feudalismo, y la idea de que <<el ser social
determina la consciencia>>. ¿Usted piensa que la
formación del inconsciente varía acorde a esas

85
diferencias? ¿Habría un inconsciente neoliberal,
por ejemplo? (Risas)

- Claro, exactamente, por ese lado va. Y es


importante destacarlo, pues entonces no hay un
único inconsciente invariable universal (que suele
ser la proyección del hombre, blanco). ¿No
estamos actualmente en un momento, en una lucha
entre un inconsciente colectivo de tipo reformista, y
un inconsciente colectivo de ruptura y tenacidad,
asociada a los nuevos procesos de lucha?
Inconsciente que se expresa en parte, en la
subjetividad imperante, que no termina de romper
con las nociones de "presionar" al estado burgués
para que de concesiones, para mejorarlo,
repararlo, "hacerlo más justo", "hacerlo más
democrático".

¿Qué impresiones tuvieron que haber quedado en


el inconsciente, para marcar esta contradicción
presente en el movimiento de masas? Y así se

86
mezcla, como un sistema, con piezas que
determinan otras piezas, niveles sobre los que se
configuran nuevos niveles. ¿Y qué nuevas
representaciones de época se necesitarán, para
poder cambiar en la arena estricta de la
subjetividad, estas nociones?

O dicho de otro modo; ¿Cuántas revoluciones se


necesitan para romper el pensamiento reformista
arraigado desde lo macro, como se dice, hasta lo
micro. Tal vez la "crisis de subjetividad" que se
caracteriza, se mueva dialéctica en en la arena del
inconsciente, instalada, por la experiencia social y
colectiva, a su vez, individualmente metabolizada.
¿Qué elementos del Imperialismo se han arraigado
en nuestro inconsciente? ¡Múltiples!

El inconsciente, también es una construcción


social, diversa, contradictoria, en el sentido de
Simone de Beauvoir…

87
Para finalizar la clase, porque se dice que también
hay que tener siempre un cierre, les voy a poder
que para la próxima semana, recopilen entrevistas
a personas de todas las edades, en donde les
realicen la siguiente pregunta: "¿Qué sueños o
pesadillas tienes?".

Dado que el sueño, es el lenguaje del inconsciente,


expresión de los deseos y deseos antitéticos,
vamos a ver si los sueños con los que se enfrentó
Freud, son los mismos con los que nos
enfrentamos hoy, o si por el contrario, la historia
impactó en los sueños y la formación del
inconsciente.

Hay, en cambio, algunos sueños que tienen que ver


con el desarrollo humano y el cuerpo, como el
miedo a caer, que nos persiguen, flotar o volar, etc.
que escasamente sufrirá modificaciones a lo largo
de la historia. Ese tipo de sueños, los reservaremos
para otra ocasión.
88
Tampoco intentaremos hacer un análisis
psicoanalítico de esos sueños. Nos remitiremos en
ellos, únicamente a buscar las diferencias
socioculturales, económico estructurales.

El timbre suena y cada quien se para abruptamente y


sale de la sala como si escapara. Sigo hablando bajito,
rumbo al patio, sin apuro. Camino inconsciente, respiro
inconsciente, me alejo inconsciente…

89
Llego a mi casa, abro la puerta y no alcanzo a sentarme
en el sofá, cuando veo que mi celular está lleno de
mensajes. Aparentemente me empezaron a llegar los
sueños de otras personas. En formato de audio.
Escritos. Por mail. Por chat. En mi muro. Veo los sueños
de la gente y les agradezco la confianza, la intimidad.

¿Con qué sueñan las personas adultas actualmente?

Violeta: Con el mar.

María Soledad: Con que caigo por una escalera que da


al vacío y allí permanezco sin poder salir.

Aida: Suelen ser cosas que me han pasado esa


semana y que no he podido gestionar como me
gustaría.

Antonella: Por lo general, apocalípticos.

Paz: He soñado que me casaré. También hoy soñé con


un tsunami gigante con el agua clara. Sueño bien
variado.

Valentina: Generalmente sueño que trabajo.

90
Mar: Que llego tarde a lugares. Que discuto con una
persona, le grito y todo pero esa persona me ignora.

Tierra del Sol: Desde pequeña tuve un sueño que se


repetía. Era siempre el mismo sueño. Ahora me cuesta
recordarlos pero en este último tiempo sueño mucho,
despierto cansada, como si pasara mucha vida en los
sueños.

Ingrid: Por lo general mis sueños tienen que ver con


mis hijos. Que algo les pasa y me piden ayuda. A veces
puedo ayudarlos y otras veces no alcanzo a llegar.
También con otras personas y resulta que esos sueños
eran de esas personas que vi en el mío.

Andrómeda: El que se repite es que voy a la escuela y


cuando entro al aula me doy cuenta que no sé nada y
lxs pibxs me empiezan a maltratar.

Dafne: Maremotos, dificultades imprevistas para llegar


a casa, gente que me ignora, quedarme desnuda en la
calle y en transportes públicos, nadar en aguas sucias,
querer gritar, pegar o correr y no poder.

91
Evelyn: Antes soñaba que estaba desnuda en la calle
o que estaba conduciendo una micro y no sabía cómo
hacerlo.

Yolanda: Tengo sueños recurrentes, por ejemplo: Voy


en tren y éste se detiene en medio de la nada y tenemos
que bajar todos los pasajeros y esperar a que nos
vengan a rescatar, lo que nunca llega. Otras veces en
la parada de un autobús, espero el 51, pero cuando
viene se pasa de largo. Pero el peor de todos es un
sueño repetido también, donde soy atacada por un
perro y siempre me muerde la mano derecha.

Ma Gabriela: Hasta hace unos años tenía una pesadilla


recurrente, que era que estaba encerrada en un
cementerio y empezaba a caminar y no encontraba la
salida, o el cementerio se transformaba como en un
laberinto. Ahora mi pesadilla recurrente es que tengo
que manejar un auto para escaparme de algún lugar, y
no puedo. Me subo al auto y no sé cómo funciona,
aprieto los pedales pero el funcionamiento no tiene
lógica. Y al final salgo andando y choco, o caigo a un

92
precipicio o algo así. Son sentimientos re feos. No tengo
sueños lindos recurrentes (sí la mayoría de las veces
mis sueños son agradables, pero son variados, no
recurrentes).

Cecilia: Últimamente tengo sueños con entidades, o


sombras, más que nada si es en la tarde que duermo
una siesta, pero son horribles.

Perla: Muchas cosas, cada sueño es una predicción


muchas veces.

Pilar: Siempre sueño que mato demonios. Como que


me convierto en una “supersayayin” y los mato, al
principio de mis sueños corría me escondía escapaba…
Ahora como que me cabrearon y ahora ellos cuando se
enfrentan terminan huyendo. También tengo sueños
recurrentes de manejar un automóvil en medio de la
carretera

Mora: Pesadillas, supongo que es por que no me jala el


cerebro, y son tan reales que todos los días sin
excepción lo primero que busco es que día es! Lo último

93
que soñé fue que estaba acostada, mi cuarto tal cual y
se acercó un ser con cuerpo de perro pero con las patas
muy largas y no tenía cara de perro, era un rostro como
de un humanoide con los ojos muy rasgados y con su
pata/mano me tocaba el pecho, desperté en ese
momento y vi donde estaba la cosa, cómo entraba la luz
por la ventana y se comenzaba a mover hacia mi cara y
desperté ya realmente, eran las 5 am.

Natalia: Que estoy de vuelta en el liceo y tengo clases


normales aunque soy consciente de que ya salí.

Yanina: No tengo, ni unos ni otros.

Velia: Generalmente es de acuerdo a lo que estoy


pasando... Si tuve una discusión con mi pareja, sueño
que me es infiel. Si tengo una situación de peligro con
mis hijos sueño que se pierden o se caen...

Laura: Que me encuentro con mi padre biológico.

Alieni: Que no terminé la secundaria que todo era


mentira que debo hacer todo otra vez y que debo pasar

94
matemáticas, también sueño que manejo y no sé
manejar entonces me asusto mucho.

Vivi: Cuando mis hijos eran chicos que los perdían,


ahora hace poco que mataba a una mujer, tengo sueños
muy bizarros si te cuento en detalle.

Isidora: Que me persiguen para matarme,


secuestrarme o violarme.

Helen: Que vienen vecinos a mi casa y revisan todo.


Que aparece mi papi que falleció y me dice te está vivo
y yo quiero verlo y después desaparece.

95
¿Con qué sueñan les niñes de 7/8 años?32

Emilce: Con un pato, que usa sombrero, lentes negros,


pantuflas y baila la conga.

Lucas: Que estaba en la casa de un amigo, y afuera


había una persona sin cara. Cuando fui por la calle,
abajo había un negocio y todos tenían esa misma cara
y eran esa misma persona.

Daniela: Que Susy Mouriz, una youtuber que yo veo,


hablaba tanto y era tan parlanchina, que yo estaba
tratando de hablar y ella no me dejaba, porque era tan
parlanchina, que cuando trataba de hablar, ella hablaba,
así que grité: “¡Cállate Susy Mouriz!”. Por cierto, yo
estaba en la casa de Susy Mouriz en ese momento.
Adiós.

32
Los nombres reales de les niñes, han sido modificados, con el fin de proteger su identidad.
96
¿Con qué sueñan les niñes de 3 años?33

Marta: Con alguien entra a la habitación, escucho


pasos, después lloro.

Hugo: Con un juguete de rayo veloz, que tiene pelo de


Sonic, se me perdió.

Margarita: Yo pasé al bosque de Hugi Wugi, me dio


miedo.

Facundo: Con monstruos y dinosaurios. Y los


tiburones.

Isabella: Que mi mamá me molesta y me rasguña.

Marty: Con gatos y con mi mamá.

Débora: Que me hablan muñecas. Que no puedo correr


o moverme. Sentirme perseguida. Y que se me
aparecen personas en la oscuridad hablándome, sin
ningún parecido a alguien que conozca. Más bien,
borrosas.

33
Agradecimientos especiales a Elena y Margarita por estas valiosas entrevistas.
97
Clau: Algo que sueño con frecuencia es con la casa de
mi infancia. Es muy raro porque vea a mi hermana y a
mí grandes como ahora pero mis viejos están vivos,
jóvenes y sanos.

Jesy: Por mucho tiempo tuve parálisis del sueño todas


las noches. Fue terrible, soñaba que estaba en mi cama
y me violaba un ente. Esto ocurrió por mucho tiempo
hasta que finalmente lo asocie a abuso sexual que sufrí
cuando pequeña. Actualmente aparecen esas
pesadillas cuando estoy muy estresada.

98
Me siento en mi escritorio y reviso cada sueño,
compagino, uno por uno. Los sueños que analizaba
Freud tienen caballos (más específicamente, fobias a
los caballos). Lobos. Perros. Cientos de expresiones
distintas del pene (como serpientes, escaleras, llaves,
número 3, etc.); y tantas otras referentes a las vaginas
(como arañas, cerraduras, sombreros y ratas), en el
marco de lo que él llama el Complejo de Edipo
expresado en el terreno onírico; pero en general, traen
a colación, mayoritariamente, animales, que son parte
cotidiana del siglo XIX, caballos en los carruajes, perros
en las casas. Escarabajos. Alcachofas. Velas, que se
usaban regularmente, en lugar de energía eléctrica.
Sueños con el Faraón y con Napoleón.

Los sueños en la actualidad, difícilmente tengan


caballos tirando carruajes, debido al súper dominio del
auto y el bus como medio de transporte. Las
impresiones que fueron guardadas celosamente en el
inconsciente, no van a captar un caballo tirando un
carruaje cada cuadra, ni un posible accidente al

99
respecto. Sino más bien, el sueño de no poder manejar
una micro, o de estar al interior de un bus, sin poder
salir. Imposible que alguien tuviera este sueño, hace mil
años.

Esto no quiere decir que haya una relación mecánica


entre la historia y el inconsciente o el sueño. No quiere
decir, que, mecánicamente, por estar en Inglaterra,
vaya a soñar con la Revolución Industrial. Pero si, que
si trabajo un turno de catorce horas por días en una
fábrica de Manchester, es muy probable, que sueñe con
engranajes. No es mecánico. Es una dialéctica.

Deseos o deseos antitéticos. Soñar que un pato baila la


conga, habría sido imposible en el año 518, cuando
Justiniano fue nombrado emperador, por poner solo un
ejemplo. Debido al simple hecho de que la conga, no se
popularizaba por aquel entonces.

Soñar con el mar, también hace una referencia


contextual. Sería difícil soñar con el mar, si nunca se lo
ha visto, ni en fotografías. Apocalipsis, maremotos y

100
tsunamis, son elementos vinculados a la época
catastrófica en la que vivimos.

El Casamiento, o el miedo a que le suceda algo malo a


les hijes, relacionado con vivir en una sociedad
patriarcal. Como reflejo de esto también, la pesadilla de
“manejar mal”, fuertemente relacionada con la presión
machista del entorno.

Llegar tarde a trabajar, que a la profesora, les


estudiantes la maltraten, en general, la angustia del
trabajo, obviamente está ciento por ciento vinculada a
padecer el agobio del capitalismo. Otro sueño típico es
el de volver a la escuela, que no podría aparecer como
sueño común, antes de la escolarización obligatoria.

Está también la pesadilla asociada a las tragedias


patriarcales que se viven en la sociedad actual. El
miedo, de las mujeres y disidentes, de sufrir un
asesinato, de la violación, la persecución. Es también,
un terror asociado a la realidad circundante.

101
Llama la atención que la gran mayoría decidió relatar
una pesadilla, y no un sueño que se asociara a algo
bello o conmovedor.

El sueño respecto a la youtuber Susy Mouriz, grafica


con precisión el punto central. Únicamente un siglo
como el nuestro, podría tener una fantasía onírica que
implique la pelea por la voz, por el espacio, el derecho
a hablar, de una niña con una Influencer.

Del mismo modo, la pesadilla de Hugi Wugi, que es un


personaje azul, de tipo peluche, pero con dientes
horrendos y ojos perturbadores, también es un sueño
muy propiamente de época. Cada fecha en el
calendario tuvo su propio material para el terror.
Ninguno de les niñes a quienes se les consultó, sueña
con Napoleón, evidentemente. Así como ningún Hugi
Wugi se presentó en las pesadillas de Edgard Allan
Poe.

102
103
Imagen de Portada de Elizaria Flores, Bogotá, Colombia

Mi marido se fue a vivir con otra mujer. Si, estamos en


un proceso de divorcio, pero todavía no se le ha puesto
ningún sello a ningún papel. El Tribunal, el juez, no ha
dado su veredicto, ni estamos todavía, legalmente
divorciados y él, ya, así nada más, se fue a vivir con otra
mujer.

Lo peor es que no quiere darme la dirección, que es mi


derecho legal, para saber a dónde va a ir a quedarse mi
hije, una vez cada dos meses, cuando la pasa a buscar.
No quiere decirme. ¿Qué teme? Que llegue con un palo
de amasar y los ruleros, a hacerle “cuática”, a él, y a la
mujer, otra víctima.

Hace unos días, me cayó el peso de la noche. Antes de


enterarme, como si tuviera un sentido arácnido que sin
saberlo, me pone alerta de todo. Cayó sobre mi, una de
esas crisis de atrapamiento, tan diferente a las crisis de
pánico que describen, tan diferente a las crisis de
ansiedad. La habitación se me cerraba sobre la cabeza,

104
igual que en esas escenas de las películas, de Indiana
Jones por ejemplo, en las que las paredes comienzan a
achicarse hacia el centro, llenas de pinchos que te van
a matar. Así, literalmente. Solo pensaba en cuchillos,
tijeras. La habitación cerrándose sobre mi, el filo, la
amenaza de la muerte. Pero yo no puedo morir. No
tengo ese derecho. Porque soy mamá, una buena
mamá. No puedo decidir irme. Imposible. Así que me
quedo- Con la habitación cerrándose sobre mi cabeza.

En ese momento, cuando apenas podía ver las luces de


la calle entre los ojos llorosos, llenos de cielo, no sé por
qué razón, pero me apareció la cara de Gastón Pauls.
Así, nada más. Gastón Pauls. Prendí Youtube, y me
puse a ver qué había para ver de él. Y saltó un
programa, que no conocía, en donde el hombre, con ya
51 años, contaba que estuvo veinte años, subsumido en
la droga, más específicamente cocaína, alcohol,
fumando 200 cigarros al día, cagando en un balde
porque le daba paranoia salir de la habitación.

105
Yo no tomo cocaína, ni me envicia el alcohol, pero me
sentí absolutamente identificada. Tampoco cago en un
balde. Pero la habitación, cerrándose sobre mis
espaldas, me pareció que él sabía de eso. En el
programa, daban unos arrobas para comunicarse,
directamente con él, que aparentemente, después de
salir de la tragedia, se había dedicado a ayudar a la
gente. Le mandé un mensaje y me contestó de
inmediato. Me dijo algo muy importante: “No hemos sido
derrotados, es un buen momento, el ahora, para dejar
de rumiar dolor”, y reivindicó mi trabajo, mi labor. Yo
estoy cumpliendo por lo demás, 20 años dedicada a la
causa, todos los días, como una obsesión
superproductiva. No hubo un día, en 20 años, que no
hiciera algo para ayudar, para colaborar con la lucha.
Un afiche, un escrito, una reunión, un cartel pegado,
una marcha, una huelga, un paro, algo, siempre algo,
todos los días. Hasta mis vacaciones fueron a Zanon.
Merecía, nada más, que aliento.

106
Le pregunté si podía escribir lo que habíamos charlado
y hacerlo un texto híbrido, que es lo que más me gusta
hacer, lo que más me resuelve las crisis, los problemas,
las opresiones. Me dijo que si, y cuando se lo envié,
diagramado, con una portada de luciérnaga, me dejó de
responder. Me hizo ghosting. ¿Si Gastón Pauls te hace
ghosting, es gasting? Al principio me explicó que estaba
con problemas personales, y yo esperé, pero luego vi
sus historias publicitando ópticas y pañuelitos
desechables. Historias con The Smiths de fondo,
mirando el horizonte, tirándole mensajes de amor a
alguien, supongo, a alguna modelo. Y yo esperaba
como una colegiala, que viera mi tapa, el texto, que me
dijera algo lindo, como un profesor al que se le entrega
un ensayo elaborado, bien pensado, armado con toda
la pasión. Esperaba un siete chileno o un diez argentino.
Y solo obtuve silencio. Le escribí diciendo: “Me doy
cuenta de que no tienes tiempo para salvarme la vida”,
y lo bloquee. No era Dios. Dios no me salvó. Tampoco
Gastón Pauls. Lloré, patalee, “el cielo estaba vacío”,
como dijo Sylvia Plath. Y luego me puse a pensar…
107
¿Por qué sigo esperando ser salvada por un príncipe
azul? Una figura imaginaria, ficcional, que no existe más
allá de mis deseos inconscientes. Varias noches soñé
que me salvaba. ¡Qué pelotuda importante! Y empecé a
tratar de recordar, quién había significado Gastón Pauls
para mi, y claro, recordé Montaña Rusa del 94, ¡los 90!,
qué época nefasta. Todo lo que se nos metió en la
subjetividad en los `90, es como cloro en el pantalón.
¡Te odio años `90! Allí estaba, en el inconsciente, la
figura referencial, el Dios de los `90. Rubio, de ojos
celestes, piel más blanca que la leche, el héroe de todas
las películas. Pero no me salvó… No pudo… No quiso…
No tuvo tiempo… Agradezco dos frases importantes
que me dijo y nunca olvidaré, pero de ahí a espantar la
muerte, un abismo. ¿Por qué no pudo? ¿Por qué no
quiso? ¿Por qué yo no valía tanto como Nancy Duplaá,
o las modelos? Y entonces caí en la trampa, una vez
más… Como si el valor de una, estuviese supeditado al
otro, a él, al hombre. ¡Basta!

108
De nada me sirve “decretar” que los `90 van a salirse de
esta piel, porque no funciona así. Pero puedo luchar,
¡voy a luchar! Puedo nadar contra los noventa y
vencerle. Luchar con todas mis fuerzas, como estos 20
años luché por les demás, ahora puedo luchar por mi.
¡Me puedo salvar sola! Tengo mis amistades, sin las
cuales no podría, pero mis amistades, mis verdaderas
amistades, también están por fortalecerme.
¡Fortalecerme! Es la única perspectiva. Me pueden
decir muchas palabras importantes, pero “a la hora del
naufragio, nadie te rescatará”, contradiciendo a
Mercedes Sosa. Hay un punto en el que una si está
sola. Sola. Y el cartel de “No estás sola, tienes al
feminismo”, es muy valioso e importante. Pero la
verdad, la verdad, la verdad, es que en la noche
profunda, cuando las paredes se convierten en pinchos,
hay que aprender a estar sola. Mi madre me dijo una
cosa terrible que no he podido olvidar y decidí
protegerme también. He tenido que ir protegiéndome de
mucha gente. De gente que amaba. La decisión más

109
dolorosa que se puede tomar, pero también la más
grande e importante.

Si, estás sola. Y hay que aprender a llenar el espacio,


sin tenerle miedo a la oscuridad. Basta de fantasmas.
Basta del imaginario del asesino que entra por la
ventana. Basta de pesadillas. Anoche soñé que
combatía contra tres hombres que me atacaban.
Generalmente en los sueños, es imposible pegarle a
alguien, porque se hace como un efecto impotencia,
que los puños no tienen fuerza, ni las piernas pueden
correr. En cambio, anoche, yo agarraba un hacha y le
cortaba la cabeza a tres tipos desconocidos que me
atacaban. A tres. Uno por uno. Con el hacha. Re
sangriento el sueño, y yo no soy de esa onda, pero es
expresivo y sintomático. Vencer la voluntad. Convencer
al propio inconsciente de que se puede lugar contra lo
que nos oprime. Que se puede correr. Que se puede
cortar las cabezas indicadas y no las equivocadas.
Desperté con la sensación en las manos, de haber
cortado cabezas, con un hacha, con la cantidad de

110
movimientos que eso implica, igual que sobre la
madera.

Después me puse a mirar fotos viejas y noté que cada


vez soy menos feliz, y eso me preocupó de manera
impresionante. La felicidad se me escapó. Se fue por la
ventana. Lo veo en las fotos, donde antes sonreía,
ahora hay ojeras y desmoralización. Sin embargo estoy
más adelante. Avancé. Yo ya no recorro ciudades
buscando a un hombre. No le sirvo un plano caliente en
la mesa, ni le lavo un calcetín. Yo ya no espero que
llegue. Yo puedo bloquear a Gastón Pauls y decirle:
“No, vos tampoco me salvaste”. Y me siento orgullosa
de eso. Me duele, profundamente, el vientre, el pecho,
el corazón, los intestinos, pero mi hije no va a tener un
tatuaje de los `90 en la piel, porque yo no voy a
permitirlo.

Si, mi marido se fue a vivir con otra mujer. Pero yo no


me fui a vivir con otro hombre. Y eso me pone un paso
adelante. Es como subir a un cerro, desde el que puedo
ver todo en altura. Con mucho dolor, muchísimo,

111
altísimos costos, pero cada día más emancipada. Lloro
y la habitación se me viene encima, pero no tengo que
abortar porque un pelmazo no sabe usar un condón. No
tengo que poner caritas lindas, ni depilarme las axilas
para gustarle a un boludo. No soy la presa de nadie.
Aprendí a decir que no. Miro hacia el lado contrario de
donde hay un muchacho guapo por la calle. Cinco mil
años de dominación patriarcal sobre mis espaldas, y
aprendí a decir que no. Podría haberme ido a vivir con
un hombre también, hasta casamiento me ofrecieron,
pero aprendí a decir que no. Para protegerme a mi. Para
proteger a mi hije. Hay algo más allá del amor. Estoy
segura. Hay otros sueños que soñar, otros deseos que
tener, mucho más allá del amor. Quiero esos caminos.
Quiero esos sueños. Quiero tener deseos superiores
que los de esperar a que llegue del trabajo un caracúlico
con ganas de comer y coger. Otra perspectiva.

Agarré el texto que había hecho para Gastón Pauls y


diagramé afiches que dicen cosas como: “toda emoción
es temporal”, “nunca te lastimes”, para que sirvan a

112
otras personas. Los imprimí y me hice un cuadernillo
que puse junto a mi cama y revisé los siguientes días,
cuando la noche me cayó encima. No estamos solxs,
pero a la vez lo estamos y es necesario que lo estemos.
No puedo dedicarle mi vida a un solo hombre. Y no
puedo morir tampoco por ninguno. Tiene que haber algo
más allá del amor, un objetivo superior, y tiene que
haber algo más allá también de veinte años de
colaborar y voy a salir a ver qué es. Voy a usar los
pinchos que se ciernen sobre mis paredes, para forjar
una grieta en esta realidad, que todavía tiene un aire
noventero. Para negar todo lo que esperen de mi. Para
no dejar de luchar.

Recién Divorciada. Mañana voy a ir a buscar el papel


que así lo acredita al Registro Civil. Así que no pude
evitar pensar en él, como un beso final. Estaba
recordando cuando hacíamos el amor. Yo tenía un
espejo, largo, de esos que permiten ver el cuerpo
entero, y muy a menudo, él se miraba.

113
Se miraba el cuerpo y apretaba los músculos. Fruncía
el ceño y colocaba su boca con los cachetes hundidos,
como tirando un beso. Se miraba. Se miraba a sí mismo
en el espejo mientras hacíamos el amor. ¿Qué clase de
Narciso actúa así? Nunca pude sentir su amor. Se
amaba mucho más a sí mismo.

Hay un vecino que quiere robarse mi cuerpo para su


deseo. Nada de amor. Nada de lavar los platos. Nada
de sentarse en sofá a envejecer. Quiere mi cuerpo, sin
la rutina. Sin el todos los días. Sin buenos días, ni
buenas noches. Sin preguntarse cómo se está. Quiere
mi cuerpo y mi deseo, como si fuera yo una quinceañera
que todavía pudiera imaginar amor, donde no lo hay.

Y como le digo que no. Que no quiero darle mi cuerpo,


sin espíritu, sin alma. Se enoja. Se altera. Se ofende.
Anda en cosas raras por el barrio. Movimiento su auto
de acá para allá. Haciendo movimientos extraños en
cuadras extrañas, en supermercados extraños, con
billeteras extrañas. Como le digo que no, me quiere
114
más. No a mí. A mi cuerpo. No a mis mañanas llenas de
contradicciones, no a mis ganas de revoluciones. Al
cuerpo, al cuerpo que se va. ¿Será que es la época?
Femicidas de esquina, que duermen con la ropa puesta,
y solamente cuando pasaron las tres de la mañana. Me
aterra. Escalofríos. El miedo al vacío. A la soledad de
estar con alguien que no sabe que está conmigo, que
cree estar con mis piernas, con las sensaciones, con la
pura emoción. La obsesión por lo que no quisieron
tener. O lo que no pudieron por cobardía. Por no tener
nada tras las pestañas. Mi cuerpo tampoco quiere.

115
116
¿De qué hablamos cuando decimos: “Represión”?
Es una palabra que se utiliza en diferentes
contextos. Si hay una manifestación, por ejemplo,
y actúa la policía, con gases lacrimógenos y palos,
hablamos con justeza de represión. Pero este
término, se utiliza también en el terreno de la
psicología, para hacer referencia a aquellos
recuerdos, especialmente de la infancia, que han
sido “tapados” en nuestras estructuras psíquicas.
¿Hay una relación entre un tipo de represión y la
otra? ¿Son aspectos totalmente separados y
diferenciados?

Comencemos por analizar, a qué se refieren por


“Represión” en el área de la psicología.

117
La Represión en Freud:

Represión (Verdrängung): Esfuerzo de Desalojo


Psíquico. Suplantación. Denegación (Versagung).
Censura. Apartamiento/Exclusión de la
conciencia. Defensa patológica. Defensa primaria.
Resistencia. Prohibición. Fuerzas repulsoras.
Entierro. Sofocación. Esfuerzo de dar caza.
Sustracción de la investidura energética (o libido).

“La represión puede sobrevenir por el hecho de


que el recuerdo placentero, en sí mismo,
desprenda displacer.” (Tomo I)

“La doctrina de la represión es ahora el pilar


fundamental sobre el que descansa el edificio del
psicoanálisis” (Tomo II)

“Aquellas vivencias traumáticas podía tener por


resultado que se alcanzara realmente la represión
deliberada y, con ello, se abriesen las puertas a la
neurosis de defensa”. (Tomo III) “Toda obsesión
118
neurótica proviene de una represión”. “Las voces
debían su génesis, a la represión de los
pensamientos”. “Una representación inconciliable
pone en movimiento la defensa del yo e invita a la
represión”.

“En el contenido onírico latente están en juego


deseos no permitidos, sacrificados a la represión”.
“El retorno de lo reprimido.” (Tomo IV)

“Lucha entre libido y represión”. “Represión


sexual”. “La represión es el contenido de las
escisiones”. “La terapia sirve para remover
represiones consumadas”. (Tomo V)

“El sueño es uno de los rodeos por los que se


puede sortear la represión”. “¿Cuáles son las
fuerzas que provocan la represión de las
impresiones infantiles? Quien solucione este
enigma habrá esclarecido al mismo tiempo la
amnesia histérica.” (Tomo VII)
119
“Atribuimos a la cultura y a la educación elevada
una gran influencia sobre el despliegue de la
represión”. “Los impulsos hostiles hacia nuestros
prójimos están sometidos desde nuestra infancia
individual, así como desde las épocas infantiles de
la cultura humana, a las mismas limitaciones y la
misma progresiva represión”. (Tomo VIII)

“Sobre la represión, podemos aseverar


categóricamente que no equivale al
sepultamiento, a la extinción del recuerdo”. “La
represión afecta a los sentimientos”. “Lo
inconsciente, bajo cuya represión han
enfermado”. “La represión de una moción
pulsional (Triebregnung).” “Una parte de esta
represión de lo pulsional es operada por las
religiones, que inducen al individuo a sacrificar a
la divinidad su placer pulsional”. (Tomo IX)

120
“Desde la represión puede llegarse a la formación
de síntoma”. “Los deseos inconciliables, a pesar
de la represión, saben hacerse oír desde lo
inconsciente”. “Con las elevadas exigencias de
nuestra cultura y bajo la presión de nuestras
represiones internas, hallamos universalmente
insatisfactoria la realidad, y por eso mantenemos
una vida de fantasía en la que nos gusta
compensar, mediante unas producciones de
cumplimiento de deseos, las carencias de la
realidad”. “La libido escapa al destino de la
represión sublimándose desde el comienzo
mismo en un apetito de saber y sumándose como
refuerzo a la vigorosa pulsión de investigar”.
“Acaso una de las principales causas de ese
estado sea el empobrecimiento del yo por el gran
gasto de represión que la cultura exige de todo
individuo.” (Tomo XI)

121
“El proceso de represión se puede descomponer
en tres fases. 1. Fijación (represión primaria) 2.
Represión (…) 3. El Retorno de lo Reprimido.” “La
represión de esas pulsiones, que la educación
apura en todo lo posible”. (Tomo XII)

“Si unas mociones de deseo caen bajo la


represión, su libido es mudada en angustia.”
(Tomo XIII)

“La represión parte del yo (…) Del respeto del yo


por sí mismo”. (Tomo XIV)

“Represión e inconsciente son correlativos”. “No


tenemos que imaginarnos el proceso de represión
como un acontecer que se consumaría de una
sola vez y tendría un resultado perdurable, como
si aplastáramos algo vivo que de ahí en más
quedará muerto. No, sino que la represión exige
un gasto de fuerzas constantes”. (Tomo XV)

122
“La represión corresponde a un intento de huida
del yo frente a la libido sentida como peligro.”
(Tomo XVI)

“El yo histérico se defiende de la percepción


penosa con que lo amenaza la crítica de su
superyó de la misma manera como se defendería
de una investidura de objeto insoportable:
mediante un acto de represión.” (Tomo XIX)

“Las impresiones de los traumas tempranos, que


fueron nuestro punto de partida, o no son
traducidas a lo preconciente o son trasladadas
pronto hacia atrás, por la represión, al estado-
ello.” (Tomo XXII)

A partir de estas citas, podemos concluir, que para


Freud, la represión, es un proceso que opera en la
estructura psíquica, cuando se presenta el
displacer, y el yo intenta defenderse, protegerse
de ese displacer, suplantando, haciendo un
123
esfuerzo por desalojar ese displacer,
reprimiéndolo en el área del inconsciente. Pero
que tarde o temprano, ese esfuerzo que debe
hacerse cotidiano, se ve derrotado, por el retorno
de lo reprimido, que puede aparecer, por ejemplo,
en los sueños, cuyo lenguaje habla. Así, aquello
que se reprime, es la causa de lo que él llama
neurosis, paranoias, angustias, escisiones y todo
tipo de contradicciones del estilo, incluyendo las
voces que muchas personas han dicho oír.

Plantea a su vez, que la forma en la que evitamos


estas represiones, es mediante la capacidad de
sublimar, es decir, de transformar la libido, no en
angustia, sino en creación, investigación, en
saberes. Y que estas represiones, son producidas
por la cultura, como la Iglesia y la educación.

124
Por su parte, Lacan habla de una represión
primaria, primordial, originaria, y se refiere a los
resortes de la represión. Desarrolla su análisis al
respecto, principalmente en los Seminarios 6 y 7,
en el que dice que “la represión es la no
traducción”. También en los Seminarios 2 y 3, en
donde pregunta: “¿Qué es la represión para el
neurótico? Es una lengua, otra lengua que fabrica
con sus síntomas, si es un histérico o un obsesivo,
con la dialéctica imaginaria de él y el otro (…) Esto
hace palpar realmente que la represión y el
retorno de lo reprimido son una única y sola cosa,
el revés y el derecho de un solo y único proceso”.

Pero a partir del Seminario número 8 en adelante,


el problema de la represión, no parece estar al
centro de su análisis, a diferencia de Freud, que lo
define como la piedra angular del psicoanálisis.

125
Curiosamente, hay Seminarios enteros en los que
Lacan, ni siquiera nombra esa palabra.

Melanie Klein, respecto al concepto de represión,


“un factor esencial de la represión es el aspecto
censurador y prohibidor del superyó”. (“Algunas
conclusiones teóricas sobre la vida emocional del
bebé”). “Solamente por una fuerte represión
puede el yo, aún muy débil, defenderse de un
superyó tan amenazador”. (“Estadios tempranos
del conflicto edípico”).

También establece que “la capacidad del yo para


la represión, actúa en forma creciente en el
segundo año de vida.” (“Envidia y Gratitud”)

Karen Horney, se refiere a la represión de las


hostilidades, “de ahí que la primera consecuencia
inevitable de la represión sea la de generar un
sentimiento de indefensión o, para ser más
exactos, la de reforzar un sentimiento preexistente
126
de absoluta carencia de defensa”. (“La
personalidad neurótica de nuestro tiempo”).

Piera Aulagnier, también contrapone a la


represión, la posibilidad de sublimar, cuando
establece que: “La energía pulsional puede
escapar, en su mayor parte, a la represión y
ponerse al servicio de la sublimación; y que, por
razones ligadas a la historia individual del sujeto y
su medio cultural, fue en el campo del saber donde
encontró su camino real (…) La represión está en
el fundamento del destino del sujeto y la
civilización, y ello por dos razones: por una parte,
es el precio que el sujeto paga su paso al otro lado
del estadio infantil, por otra, es el precio por medio
del cual el individuo se asegura su supervivencia
como ser social.” (“El sentido perdido”).

127
Ligando de esta manera, directamente el asunto
de la represión, al medio cultural en el que se
produce.

Este último punto, es fundamental para desarrollar


y extender a las problemáticas presentes en la
actualidad.

128
La Represión Histórica

Al momento de escribir estas líneas, una infinidad


de hechos represivos se suceden alrededor del
mundo. En la Franja de Gaza, caen cientos de
bombas racimo, asesinan a niños, niñas, y bebés
por montones, en un verdadero afán de
exterminio. Los lugares a los que acuden para
escapar, como refugios, Hospitales, Escuelas, son
centros de la masacre. En el mapa puede verse
cómo se está fulminando, violentamente, al
pueblo palestino.

En Argentina, un nuevo Presidente está al borde


de asumir, prometiendo una campaña del terror,
que incluye la venta de niños y niñas, la venta libre
de órganos, y la represión generalizada de toda
forma de lucha y organización.

En Chile, un Presidente que llegó jugando al


progresismo, permite que la policía ingrese a las
129
Universidades y a las Escuelas, asfixiando
estudiantes, sacando ojos, mutilando, terminando
con la vida de quienes luchan. Con una ley anti-
tomas, que desaloja a la gente que no tiene
viviendas o que ocupa establecimientos como
parte de una pelea política.

Los ejemplos son incontables. El mundo vive un


clima represivo. Y se anuncia una escalada, a
nivel del fortalecimiento de las derechas, las ultra-
derechas y otros elementos por el estilo.

¿Tiene alguna relación, el desarrollo de estos


factores, con las definiciones psicoanalíticas?
Desde ya que sí. El propio Freud planteaba que la
cultura, la educación, la Iglesia, son agentes de
represión a nivel psíquico. Continúan con esta
idea, las grandes mujeres, como Piera Aulagnier y
Karen Horney, que ponen el acento en cómo lo

130
social, el entorno cultural, determina nuestras
represiones.

¿Cuál es el mensaje que recibe un joven de


catorce años, en edad escolar, cuando sale a
protestar por la defensa de sus derechos, y recibe
a cambio, una lacrimógena que le destruye el
globo ocular? El mensaje es claro y contundente.
Represión.

Es bien sabido ya, que la familia, entendida como


núcleo de la sociedad patriarcal y capitalista, actúa
como agente represivo, en tanto prohíbe por
ejemplo el desarrollo de la identidad y de la
orientación sexual. Cosas tan impositivas como no
poder decidir el propio nombre, o poder
modificarlo de manera expedita, sin un papeleo
que dura años y cantidades de dineros.

Sin olvidar, la represión que ejerce el entorno


concreto, al no poder salir a la calle con la
131
vestimenta que se quiera, o en los horarios que se
quiera, por la posibilidad de una agresión.

En un mundo violento y represivo, la estructura


psíquica recibe el mensaje claro de que debe
resguardarse, de que múltiples son los peligros.

Ese superyó que amenaza al yo, no es otra cosa


que las reglas desatadas de una sociedad que
clama por el encierro de sus individuos.

A mayor represión social, mayor represión


psíquica. Es este estado, esta familia, es esta
escuela. No solo las ideas abstractas inculcadas
pro la Iglesia, no solo las prohibiciones auto-
impuestas para encajar en sociedad. Es física la
respuesta. Es completamente física la represión,
que después se traduce en barreras colocadas por
el yo, para defenderse.

El displacer, del que se defiende el yo, no se trata


solamente de censuras necesarias para el
132
cumplimiento de las tareas edípicas. El yo se
protege también, de la represión histórica y social,
política, que ejerce sus efectos en lo más profundo
de nuestras estructuras. Es política esa represión.

En tal sentido, encajan y se concatenan como dos


niveles de un mismo problema. El exterior y el
interior de un mismo asunto. La cáscara y el
cuesco.

Razón por la cual, para liberarse de las


represiones, no basta con sublimar, y no basta con
la terapia. Es necesaria la transformación de la
sociedad que restringe, que genera esas cadenas.

Por mucho que se sujete al individuo a los


saberes, por mucho que se recorra divanes y
sueños, en busca de recuerdos dormidos, la
represión seguirá ejerciendo su nocivo efecto, a
menos que su partera, la realidad, sea
antagónicamente transformada.
133
Tarea de primer orden para quienes ellos llaman
neuróticxs, histéricxs, patológicxs, psicóticxs,
invertidxs, paranoicxs, voces-oyentes e
histríonicxs. ¡El retorno de lxs reprimidxs!

Afiche realizado por Maru Vila:

134
135
136
SEXUALIDAD FEMINISTA

Dana Hart

¿Cuáles son las razones para escribir un libro hoy, en esta época de
profundos cambios sociales, cargada de nuevas tecnologías, donde se cree que
ya no se lee, donde la lectura atraviesa las pantallas de los celulares y
computadores? Hay libros que exponen. Libros que educan. Libros que
razonan. Libros que inventan. Que crean. Que derrumban. Que construyen.
Este libro es un intento de esclarecer viejas heridas, huellas infantiles.
Esclarecer aquellos sucesos profundos que no solo han calado en nuestras
subjetividades, sino que han moldeado, muchas de las formas, que
constituyen lo que somos ahora.

Pertenezco a ese porcentaje de la población que ha sido abusada


sexualmente durante la infancia, por un padrastro, desde los 6 a los 10 años.
Período durante el cual este hombre cumplió el rol de padre, supuesto
protector y educador. Me enseñó a andar en bicicleta, a comer combinando la
carne con la verdura. Mantuvo durante esos años un aparente rol familiar que
creyó todo el que lo rodeara. Actuó como padre, pero en la oscuridad de la
noche, lo siniestro era mucho más que un lugar en el que perderse. Allí la
tragedia personal es una carga que tiene una sola forma de alivianarse, y eso
es lo que intenta transmitir este libro: esclarecer.

137
¿Cómo sacarse de encima tantos años de abuso y sus secuelas si moldea
la manera en la que nos relacionamos con el mundo, la manera en la que nos
vemos a nosotras mismas y a los demás?

Médicos profesionales evaluaron el caso; hubo diagnósticos, recetas de


pastillas y nada pudo con la angustia de una vida adulta condicionada por el
recuerdo (afortunadamente mantuve casi siempre los ojitos bien cerrados).

Este libro está realizado en base al relato de cerca de veinte mujeres que
lamentablemente vivieron el abuso sexual durante su infancia de distintas
maneras. Para algunas fue un episodio trágico, para otras fue la historia de
toda su niñez. Se apoya además, en el estudio critico de las Obras Completas
de Sigmund Freud, y autores como Sylvia, Hugo y Emilce Dio Bleichmar, Karen
Horney e importantes referentes.

Solo la reflexión, la discusión y la teorización sobre las opresiones que


cargamos las mujeres y disidentes, nos pueden liberar de la carga. Solo la
emergencia colectiva. Entrevistar a otras, converger con otras, compartir con
otras. Luego de muchas experiencias que cambian nuestra forma de ver y de
ser, desde un feminismo nacido así, no solo en la defensa de la mujer, sino
también de la niña y la disidencia, aprendimos y adquirimos, forzosamente, la
habilidad de ver, sin querer, aquello que está tras un velo de sombra.

138
PRIMERA PARTE
GÉNESIS

139
ORIGEN INFANTIL

Vivimos en una época que derriba mitos. Una época que cuestiona.
Aquellas verdades ya dichas, afirmadas como un absoluto, han sido puestas en
duda y hoy se reflexionan en instancias sociales y públicas. ¿Es la infancia la
génesis de nuestra vida adulta? ¿Existe realmente el complejo de Edipo? ¿Es
correcto hablar de complejo de Electra? En el plano personal, ¿es lo sexual el
motor del desarrollo? ¿Qué vinculación se tiene con el contexto económico,
social y cultural? ¿Son los vínculos o el apego la clave del crecimiento? Y otras
tantas preguntas.

Cuestionamientos. Dudas. Reflexiones. Hay una cosa que nadie puede


negar: durante el desarrollo de la infancia, las personas establecemos nuestras
primeras conexiones, no solo neuronales, sino cognitivas, emocionales,
sociales y sexuales. Funciones como la memoria, la concentración y la
atención, brotan como un río en el infante. Es real que durante esta etapa se
fijan muchas de las características que gobernarán la vida adulta. Los sucesos
infantiles por lo tanto, serán marcas de fuego.

La infancia es el período modelador en la historia de todo ser social. Es


la génesis del desarrollo. Son los años más importantes a nivel cerebral, para
el buen afianzamiento cognitivo, entablar lazos y determinar qué tipos de lazos
se forjarán. El crecimiento físico objetivo se produce a grandes saltos en este
período (muy a diferencia del de la vida ya adulta formada).

140
En relación a lo sexual, es un período donde también se caminan los
primeros pasos, un período de emergencia de las necesidades, de las
sensaciones de placer y desagrado, del apego y de la formación de los iniciales
vínculos con las figuras referenciales básicas.

Muchos han sido los autores y autoras que se han aventurado a


investigar el desarrollo infantil, entre ellos, Jean Piaget, uno de los pioneros en
establecer la importancia fundamental de las conexiones que se establecen en
este período a nivel cognitivo. Demostrando que el desarrollo posterior estará
marcado por estos primeros años de vida. Seguirá sumando experiencias, fases
del desarrollo, pero una base, no menor, quedará ya constituida durante estos
primeros años.

Si durante la primera infancia el mundo es un lugar hostil, la persona en


crecimiento manifestará muchas formas de rechazo a esa hostilidad, serán
muchas las repercusiones que eso tendrá en su desarrollo y las implicancias
sobre la vida adulta. Otros sucesos se sumarán y la concatenación de un hecho
con otro, irán moldeando día a día la personalidad del sujeto, sus costumbres,
incluso como veremos más adelante junto a Horney, sus deseos y aspiraciones
más profundas.

Para reflexionar en torno a esta temprana edad infantil, otro gran


referente fue el conocido Sigmund Freud (1856-1939), amado y odiado.

Amado como padre fundador del psicoanálisis, por dejar atrás el


hipnotismo y aventurarse en el mundo del análisis de las ocurrencias, los
sueños y hasta de los errores del habla o gramaticales. Destacado por su teoría
del inconsciente, el preconsciente y el consciente. Por su método terapéutico.
141
Por haber separado en el análisis el ello (que explica lo infantil, primitivo,
instintivo), del yo (como mediador), del super-yo (que es profundamente la
representación moral del padre). Por descubrir, sobre todo, que en la infancia
se desarrollan los primeros atisbos de lo sexual en el ser humano y que es esto,
justamente, el motor de todo su desarrollo. Freud desarrolla la teoría de la
libido, definiéndola como la energía que impulsa las fuerzas físicas de los
individuos. La piedra angular que se sublima luego en el trabajo y puede
sublimarse también en el arte y en otras áreas, completando toda actividad
humana. Muchos catalogaron esto como reduccionista. Freud, amado y
odiado.

Odiado a su vez por miles de mujeres que han pasado por uno, dos, tres,
mil terapeutas y han sido diagnosticadas por trastornos de personalidad,
bipolares, con depresiones, estados de ansiedad, neurosis, histerias y, en
general, tantas otras psicopatologías que acuden al término enfermedad como
base fundamental para explicar cualquier desajuste. Mujeres que han tomado
litio, lamotrigina o reguladores del ánimo, que viven su vida rutinaria
amaneciendo pastillas. Por mujeres del mundo feminista, teóricas, filósofas,
por mujeres psicólogas y psicoanalistas incluso, que han roto -o no- con Freud,
amado y odiado.

Lo cierto es que la infancia es la génesis de nuestro desarrollo y los


sucesos acaecidos en esta temprana edad, intentarán imponerse como una
carga en nuestra vida adulta, como una marca de fuego en la piel, a menos que
nos aseguremos de encontrar las vías para librarnos de ella.

142
Se cuestiona a su vez, que el concepto origen sea un hecho tan
determinante y se ha planteado que los problemas y características presentes
en las personales, no se remontan a un único evento o período (el infantil por
ejemplo), sino que son concatenaciones de hechos, sucesos que como un
mosaico van agolpándose sin jerarquías, sumándose unos a otros, como una
red. Sin embargo, en la práctica, el peso de un acontecimiento traumático
durante la infancia, volverá a caer una y otra vez durante la vida adulta,
especialmente en coyunturas críticas, sumándose a las nuevas experiencias, y
sentando un telón de fondo angustioso que todo lo tiñe.

Aquello que sucedió en la infancia -los recuerdos- moldea el desarrollo.


Y pueden suceder muchos acontecimientos y muchas fases que se presentarán
por superar. Entre ellas, dice Freud, el infante tendrán que atravesar por el
complejo de Edipo. ¿Cómo se avanza por dicho camino? ¿Es posible liberarse
del peso de los sucesos de la vida infantil? ¿Crece por dentro el malestar o se
descarga?

143
COMPLEJO DE EDIPO

La infancia, durante los últimos siglos, ha tenido como telón de fondo a


la familia. Una constitución monogámica parental que fue evolucionando
diversamente a lo largo de los siglos, hoy en día la familia se encuentra abierta
a parejas del mismo sexo, a la madre como referente unitaria, al padre como
referente unitario (en menor medida), a abuelos, abuelas o familiares,
cumpliendo el rol formador, a familias adoptivas y otras formas.

Para Freud, autor que moldeó muchas de las ideas vinculadas a la


psicología humana durante el siglo pasado, era una norma general que la
familia tuviera en su constitución un padre y una madre. Bajo esta regla,
teorizó sobre el complejo de Edipo, según el cual, todo niño que nace y crece
se identifica con su madre, floreciendo en él cierta forma de ternura que se
interpreta como un deseo sexual instintivo, primario, al que se nominó como
la libido. El niño se fija en la madre, por ser ella quien lo protege, lo acaricia y
lo amamanta. Siente placer en el acto de amamantar, que no reconoce como
placer sexual por su temprana edad, pero que es su forma más pura, más
sencilla y primitiva. Para el niño, en la medida que crece a su vez, el padre, otro
sujeto constantemente interactuante, pasa a ser, un rival, un competidor por
la madre, aquel contra quien luchar por su amor y cariño.

Toda niña por su parte comienza identificándose también con la madre,


del mismo modo que lo hace el niño, pero para Freud, pasa rápidamente a
dirigir su atención hacia su padre, en forma de ternura, como una canalización

144
primitiva, instintiva e inconsciente de sus nacientes impulsos sexuales,
entrando en una rivalidad con la madre, compitiendo con ella por el amor del
papá. Este complejo, plantea, puede sufrir alteraciones, tornarse “positivo” o
“negativo” según si se invierte o se mantiene en su constitución típica.

Se trata de una relación triangular básica, que es cuestionada


posteriormente por autores psicoanalíticos, y aun así es muy común escuchar
en nuestra cultura referencias a esta teoría, expresadas popularmente de la
siguiente manera: “Las niñas son del papá y los niños son de la mamá”. Muchas
personas creen firmemente que los varones tienen un vínculo más estrecho
con la madre y que las niñas mujeres son la debilidad del papá. ¿Es esto cierto?

La primera inclinación de la niña tiene como objeto al padre, y la del niño, a la madre
[…] La atracción sexual actúa también, generalmente, sobre los mismos padres, haciendo
que por un rasgo natural prefiera y proteja la madre a los varones, mientras que el padre
dedica mayor ternura a las hijas. […] Una niña de ocho años, hija de un amigo mío aprovechó
una ocasión en que su madre se ausentó de la mesa para proclamarse su sucesora, diciendo
a su padre: `Ahora soy yo la mamá ¿No quieres más verdura, Carlos? Anda, toma un poco
más […] Mamá puede irse ya. Papá se casará conmigo. Yo quiero ser su mujer`. (FREUD,
1898-1899: 504 y 505)

A este peculiar fenómeno, que para algunos puede ser un mito, y para
otros puede ser un desarrollo típico, Freud lo llamó complejo de Edipo, en
referencia a una tragedia griega, que él mismo relata de la siguiente manera.

Edipo, hijo de Layo, rey de Tebas, y de Yocasta, fue abandonado al nacer sobre el
monte Citerón, pues un oráculo había predicho a su padre que el hijo que Yocasta llevaba
en su seno sería un asesino. Recogido por unos pastores, fue llevado Edipo al rey de Corinto,
que lo educó como príncipe. Deseoso de conocer su verdadero origen, consultó el oráculo,

145
que le aconsejó no volviese nunca a su patria, porque estaba destinado a dar muerte a su
padre y a casarse con su madre. No creyendo tener más patria que Corinto, se alejó de
aquella ciudad, pero en su camino, encontró al rey Layo y lo mató en una disputa. Llegando
a las inmediaciones de Tebas adivinó el enigma de la Esfinge que cerraba el camino hasta la
ciudad, y los tebanos, en agradecimiento, le coronaron rey, cediéndole la mano de Yocasta
[…] Edipo es el asesino de Layo y al mismo tiempo su hijo y el de Yocasta. Horrorizado ante
los crímenes que sin saberlo ha cometido, Edipo se arranca los ojos. (FREUD, 1898-1899:
506 y 507)

Edipo no puede escapar a su trágico destino, casarse con su madre y


matar a su padre. Se trata claro, de una representación simbólica. Así los
cientos de ensayos, libros y documentos que Freud escribe van elaborando y
ampliando la teoría de que las personas, durante la infancia, transitamos de
formas variables, pero con el mismo esquema, por este complejo que desata
nuestras primeras pasiones infantiles. «Quizás nos estaba reservado a todos
dirigir hacia nuestra madre nuestro primer impulso sexual y hacia nuestro
padre el primer sentimiento de odio y el primer deseo destructor». (FREUD,
1898-1899: 507)

Crece la lucha al interior de una relación triangular entre el infante, la


madre y el padre. Desea y odia –simbólicamente-. El desenlace final es la idea
de matar al padre, que se expresa muy claramente en otro mito griego: Crono,
casado con su hermana Rea, se tragaba cada año a sus hijos, pues su padre
Urano, había profetizado que uno de ellos lo destronaría. Cuando Rea dio a luz
a su tercer hijo, al que nombró Zeus, hubo de esconderlo, colgando su cuna de
oro de un árbol, para que Crono no lo hallara ni en la tierra, ni en el mar, ni el
cielo. Cuando Zeus se convirtió en adulto, hizo beber a Crono una pócima que

146
liberó de su vientre a sus hermanos, para derrotarlo luego en una batalla que
duró diez años.

Crono es también una representación simbólica, proyecciones sociales


y culturales que emergen durante la infancia de todos los sujetos, según Freud,
base para cientos de angustias.

El complejo de Edipo toma un mero carácter simbólico, la madre significa en él lo


inasequible, aquello a lo que hemos de renunciar en interés de la civilización. El padre,
asesinado en el mito de Edipo, es el padre interior, del que tenemos que liberarnos para
llegar a ser independientes. (FREUD, 1914: 1929)

Matar al padre. Del padre real al padre simbólico. En una sociedad


patriarcal como la actual, el rol del padre es indispensable de analizar.
Podríamos homologarlo a destronar al patriarca, que en nuestra sociedad se
ubica en la cima de los más variados tipos de organización, desde las
instituciones tradicionales como la Iglesia y el Estado -las más grandes
instituciones de lo simbólico-, hasta aquellas que lo declaran abolido.

Se trataría de un profundo proceso infantil, típico, en un sentido real, y


en un sentido más amplio, metafórico, que se realiza, independientemente de
quienes sean los sujetos que cumplan el papel de padre o madre, es decir, más
allá de la composición monogámica parental padre-madre concreta.

En el lenguaje de las tribus australianas […] un individuo llama padre no solamente


al que le ha engendrado, sino también a todos aquellos hombres que, según las costumbres
de la tribu, habrían podido desposar a su madre y llegar a serlo efectivamente, y madre a
toda mujer que sin infringir los usos de la tribu habría podido engendrarle. (FREUD, 1912-
1913: 1750)

147
El complejo de Edipo es tan importante para Freud que llega a plantear
que es no solo la génesis de la infancia individual, sino también la génesis de
la historia de la civilización humana, ya que está involucrada la prohibición del
incesto.

Con el título de Tótem y Tabú, formulé la hipótesis de que es el complejo de Edipo


el que ha surgido a la Humanidad, en los albores de su historia, la conciencia de su
culpabilidad, última fuente de la religión y la moral. (FREUD, 1915-1917: 2330)

Y es, además, la base sobre la cual se origina el super-yo. Si las personas


tenemos un yo que constituye nuestra consciencia y tiñe nuestra personalidad,
un ello que es lo infantil, primitivo, instintivo y reprimido, también tenemos un
super-yo que es no solo lo cultural, la máxima instancia moral, sino
directamente para Freud, es la voz del padre.

“La más importante situación conflictual que el niño se ve obligado a resolver radica
en la relación con sus padres, en el complejo de Edipo; ante su resolución fracasan siempre
los seres destinados a sufrir una neurosis. Las reacciones contra las demandas instintuales
del complejo de Edipo representan la fuente de las más valiosas y socialmente más
importantes conquistas del espíritu humano, tanto en lo que se refiere a la existencia del
individuo como también, probablemente, a la historia de toda la especie humana. En el
curso de la superación del complejo de Edipo origínase también el super-yo, la instancia
moral que domina el yo. (FREUD, 1926: 2907)

Para Silvia Tubert, la importancia del complejo de Edipo como hito


fundador radica en que «las funciones fundamentales que Freud le atribuye: I.
Elección del objeto del amor, en tanto éste, después de la pubertad, está
marcado por la ocupación de objetos y por las identificaciones inherentes al
complejo de Edipo. II. Acceso a la genitalidad, en tanto esta no está asegurada

148
por la mera maduración biológica. La organización genital infantil supone la
instauración de la primada del falo, pero no se establece la genitalidad adulta
hasta que no se resuelve la crisis edípica por la vía de la identificación. III.
Efectos sobre la estructuración de la personalidad, sobre la constitución de las
diferentes instancias, particularmente del superyó y el ideal del yo.» (TUBER,
1988: 25)

Paralelamente, en referencia al desarrollo psicosexual de la mujer,


Freud niega completamente la existencia del complejo de Electra propuesto
por Carl Gustav Jung en 1912. «No veo en la introducción del término complejo
de Electra progreso ni ventaja alguna que aconseje su adopción». (FREUD,
1920: 2550) Según la mitología griega, una vez más traída a colación, Electra,
hija de Agamenón, rey de Micenas y de Clitemnestra, organiza junto a su
hermano Orestes, el asesinato de su propia madre y de su amante, Egisto, para
vengar la muerte de su padre. Pudiendo ser este mito, según Jung, el
correlativo al Edipo para la mujer, Freud lo niega. ¿Es válida la teoría del Edipo?

149
CONSUMACIÓN EDÍPICA IMPUESTA

Aquí, es donde queremos detenernos. ¿El complejo de Edipo antes


descrito y sus variantes son el único escenario posible? ¿Puede haber otras
tendencias, además de las diversas constituciones familiares que pueden ir
alternándose, o de los diferentes roles de género que pueden cambiar?
¿Puede haber otros caminos, algunas fallas quizás, del proceso edípico?
¿Puede haber, estadísticamente, para una amplia cantidad de mujeres, otro
desenlace posible? Considerando que a partir de este complejo fundamental,
Freud desarrollará importantes hipótesis de síntomas, diagnósticos,
tratamientos y generalizaciones: ¿Qué otras cosas pueden pasar?

Si consideráramos típico el conflicto edípico, en el marco de una


sociedad patriarcal, si lo diéramos por hecho y viéramos que realmente ocurre
como determinante en el desarrollo sexual infantil. Que siendo así, se
comprende como algo común que la niña se enamore platónicamente del
padre, y dirija hacia él sus ternuras simbólicas, así considerar como común que
el niño dirija las suyas hacia su madre. Absolutamente normal, común,
esperable, típico.

Pero hay algo que no puede parecerle normal a nadie y que casi no entra
en la lógica de Freud (pese a que fue tan profundo en el análisis de los
siniestros aspectos del espíritu del hombre), que es que el padre (o sus
sustitutos representativos como cuidadores, padrastros, abuelos, tíos,
hermanos mayores, primos, maestros u otros) fije su impulso sexual en la niña.

150
Y pasa. Pasa, crudamente, a menudo en nuestra realidad, que hombres
adultos, encomendados a cuidar a las niñas, especialmente allí donde hay
viviendas abarrotadas producto de la pobreza y el desempleo, abusan
sexualmente de ellas (también en menor medida de niños varones), en lo que
podríamos llamar una especie de complejo de Edipo forzosamente
consumado, trágicamente realizado, consumado. Impuesto. Hecho realidad en
la más terrible y siniestra oscuridad de la noche en esta sociedad patriarcal.

¿Qué pasa cuando aquella fantasía edípica de la infancia, que aparece


como un hecho tan típico en las 3.500 páginas escritas por Freud, se
transforma en una realidad brutal? ¿Qué pasa cuando ese amor edípico de una
niña se convierte en el vientre hinchado de un embarazo por una dolorosa
violación, en imágenes mentales, en las secuelas físicas, psicológicas y
emocionales de un ataque sexual, que no han de borrarse nunca?

Porque una cosa es el enamoramiento platónico y la ternura, y otra cosa


muy distinta es el dolor de su consumación a causa de una violación o del
abuso sexual. Otra cosa son los tocamientos de un padre borracho, de un tío
jadeantemente desagradable. Y pasa. Pasa, a menudo. Mujeres que en su
infancia viven durante años bajo el alero de un abusador, sufriendo no solo los
efectos de violaciones directas y descarnadas, maltrato y golpes, violencia
psicológica y física, sino también una alteración permanente del desarrollo de
la subjetividad. El que es tu padre, te viola. El que debería cuidarte, atenta
contra ti. El que te protege, te hiere.

151
Por otra parte, para Freud el super-yo es justamente, la representación
de la figura paterna. ¿Cuál es el super-yo entonces de una mujer adulta que ha
sido abusada durante su infancia?

Emilce Dio Bleichmar, quien reflexiona respecto a la sexualidad


femenina, se pregunta entre otras cosas, cómo se desarrolla el super-yo
femenino. «Nuestro planteamiento se centrará en la necesidad de incorporar
al estudio del super-yo femenino las formas de acción y los modos específicos,
en que la ley imperante en la cultura sobre el ejercicio desigual de la sexualidad
de ambos géneros, ejerce sus efectos». (BLEICHMAR, 1997: 130)

¿Cómo se constituye el super-yo de una mujer adulta que fue abusada


sexualmente durante su infancia por su padre o sustituto simbólico?

A su vez, siguiendo la analogía con el mito griego de Crono y aquel deseo


originario infantil de matar al padre simbólico, ¿se mantendría igual para la
niña abusada? ¿O puede aparecer una inversión del objeto que el complejo de
Edipo triangula como el niño, mata al padre; la niña, mata a la madre? ¿No
puede probablemente aparecer el deseo simbólico inverso, de matar al padre,
en la niña abusada y aún más en la mujer consciente adulta, como deseo
edípico antagónicamente invertido? ¿Qué relación y posibles variantes se
podrá desarrollar respecto a la madre, en la niña abusada? Preguntas abiertas,
necesarias de generar en la discusión.

152
ABUSO SEXUAL: DORA

Un caso muy controvertido en la agenda de Freud, es el de Dora. Las


interpretaciones que se han hecho sobre esto, han sido bastas.
Lamentablemente no a todo el mundo va a perturbarle de la misma manera el
siguiente relato.

Pero luego, en lugar de subir con ella la escalera, se detuvo al llegar a su lado, la
estrechó entre sus brazos y le dio un beso en la boca. Esta situación así era apropiada para
provocar en una muchacha virgen, de catorce años, una clara sensación de excitación
sexual. Pero Dora sintió en aquel momento una violenta repugnancia: se desprendió de los
brazos de K. (hombre adulto amigo de su padre) y salió corriendo a la calle por la puerta
interior […] La conducta de Dora, muchacha entonces de catorce años, es ya totalmente
histérica. Ante toda persona que en una ocasión favorable a la excitación sexual desarrolla
predominante o exclusivamente sensaciones de repugnancia, no vacilaré ni un momento
en diagnosticar una histeria, existan o no síntomas somáticos […] Dora no sintió tan sólo el
abrazo apasionado y el beso en los labios, sino también la presión del miembro en erección
contra su cuerpo. (FREUD, 1901: 946 Y 947)

¿Dora debió sentir excitación? Porque de lo contrario, ¿padece una


histeria, una neurosis? ¿Excitación ante el miembro de un amigo de su padre
teniendo ella 14 años? Esto es abuso. Es abuso sexual. Abuso de poder. Abuso
deshonesto. Es abuso. La reacción de Dora de repugnancia, no puede ser otra
cosa que la reacción esperada de cualquier niña de 14 años ante el manoseo
indebido de un adulto. Pero para Freud el tema del abuso casi no aparece
como una posibilidad real, y es más bien producto de las fantasías.

153
La seducción por niños de igual o mayor edad que el seducido es mucho más
frecuente que la efectuada por personas adultas, y cuando una niña acusa en el análisis
como seductor a su propio padre, cosa nada rara, no cabe duda alguna sobre el carácter
imaginario de tal acusación, ni tampoco sobre los motivos que la determinan. Inventando
una falsa seducción. (FREUD, 1915-1917: 2353)

¿Imaginación? ¿Un hombre escabulléndose por los pasillos de la casa a


la mitad de la noche con el objetivo de provocar el más abrupto de los dolores?
¿Fantasías? ¿Por qué esta concepción? ¿Por qué la casi ausencia y negación
del problema del abuso sexual? Llega a plantear que la niña abusada
seguramente era altamente libidinosa previo a los episodios de abuso,
atrayendo de esa manera al hombre. Se trata evidentemente, en este aspecto,
de concepciones necesarias de superar. «Que lo que era imperfecto sea
reemplazado por algo mejor». (FREUD, 1905: 1169)

154
PELIGROSA NIÑEZ

En la actualidad las cifras son alarmantes. A nivel mundial, según Unicef,


casi el 90% de las denuncias de abusos sexuales, son a menores de edad.34

México ocupa, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo


Económicos (OCDE), el primer lugar en términos de abuso sexual a niños y
niñas. Por año, 4.5 millones de infantes sufren abuso en dicho país. El 80% de
los abusadores son familiares directos. No son extraños. De ellos el 30% son
padrastros o abuelos; 13% tíos; 11% padres biológicos; 10% primos; 8%
vecinos; 7% maestros, 3% hermanos.35

En Chile hay siete denuncias por abuso sexual a infantes al día.


Mayoritariamente allí donde se trata de las comunas de escasos recursos como
Puente Alto, Maipú, San Bernardo y La Pintana. País en el que casi 250.000
menores de edad viven en situaciones de pobreza y hacinamiento, lo que
establece condiciones que no ayudan a evitar el abuso sexual.36 Al interior de
la Iglesia por su parte, se denunciaron 246 abusos solo durante el último año.
En el Servicio Nacional de Menores (Sename), casi el 70% de las niñas y niños
abusados siguen en contacto frecuente con sus agresores.37 Se registraron
además, graves denuncias de violaciones, acoso a menores, manoseos y abuso
sexual por parte de la policía durante las últimas movilizaciones.

34
https://www.who.int/reproductivehealth/publications/violence/rhr12_37/es/
35
Consejo Ciudadano de la Ciudad de México
36
“Cifra negra de violencia sexual”, Observatorio de la Niñez y Adolescencia
37
Informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)

155
En Argentina, Unicef detectó que el 40% de las veces el abusador es el
padre y el 16% es el padrastro. Recientemente niñas, embarazadas por
violadores, son obligadas a parir, empujadas al suicidio, o a la muerte por un
aborto clandestino, por lo que la mujer levanta tan alto la pancarta del aborto
legal para no morir.

Cada tres horas se denuncia un hecho de abuso sexual a menores en


España, 70% de los cuales nunca llega a un juicio. El 90% de las agresiones
sexuales viene de hombres que pertenecen al entorno cercano. El mismo
porcentaje (y no por coincidencia) realiza los abusos como un juego, y no de
manera directa. El 75% de las víctimas son niñas.

En países como Guatemala, 1.520 padres biológicos embarazaron a sus


hijas el año 2018.38

A nivel internacional las cifras del destape de los abusos sexuales


infantiles al interior de la Iglesia y de las instituciones encargadas precisamente
de cuidar infantes, son escandalosas. Y estas son las cifras visibles.39 Sabemos
que existe un gran porcentaje oculto de víctimas no denunciado. Estos datos
alarmantes, convierten el problema del abuso sexual infantil, especialmente a
las niñas, en un asunto de emergencia internacional.

38
Datos del Ministerio Público. Guatemala. 2018
39
https://www.unicef.org/ecuador/proteccion-AbusoSexual_contra_NNyA-2016_(1).pdf

156
¿ENVIDIA DEL PENE?

Con las cifras en la mano de la situación de la niñez en el mundo,


volvemos a Freud, quien sentó las bases teóricas del sentido común
imperante, estableciendo que además de la ruta edípica, durante el desarrollo
sexual infantil, la niña atraviesa por una fase que puede no superar nunca en
la que invariablemente, envidia el pene del niño, siendo esta envidia la génesis
de nuestra llamada debilidad femenina. ¿Será así?

¿Envidiar el pene? También simbolizado como: Bastón. Tronco de árbol.


Sombrilla. Paraguas. Arma larga y aguda. Cuchillo. Puñal. Pica. Lima de uñas.
Serpiente. Lagartija. Niño. Fusta. Bastón. Cigarrillo. Zeppelin. Globo. Número
3. Pie. Mano. Llave. Corbata. Llama. Seta. Ojo. Todos símbolos fálicos en la
literatura freudiana, objetos de envidia para las mujeres y niñas.

De poco sirve al niño que la ciencia biológica dé la razón a sus prejuicios y reconozca
el clítoris femenino como un verdadero equivalente del pene. La niña no crea una teoría
parecida al ver los órganos genitales del niño diferente de los suyos. Lo que hace es
sucumbir a la envidia del pene, que culmina en el deseo, muy importante por sus
consecuencias, de ser también un muchacho. (FREUD, 1905: 1208)

Envidia al niño por su órgano genital superior, dice. Se siente como


mujer, desventajada, carente, algo le falta. Quiere ser un muchacho. Añora ser
un varón como su hermano.

No es difícil observar que la niña comparte la elevada valoración que su hermano


concede a los genitales masculinos. Muestra por esta parte del cuerpo de los niños un vivo
interés, en el que no tarda en transparentarse la envidia. Se siente desventajada, intenta
157
orinar en la misma postura que los niños y afirma que hubiese preferido ser un chico.”
(FREUD, 1908: 1267)

La niña se siente inferior por no tener un pene largo y visible, asegura.


Descubre lo que Freud llama una pequeña deficiencia en su clítoris y se resiste
a esta inferioridad, lucha contra ella. La padece.

Por lo que respecta a las niñas, sabemos que consideran como un signo de
inferioridad la ausencia de un pene largo y visible, que envidian a los niños la posesión de
este órgano, envidia de la cual nace en ellas el deseo de ser hombre, y que este deseo forma
después parte de las neurosis provocadas por los fracasos que puedan llegar a sufrir en el
cumplimiento de su misión femenina. (FREUD, 1915-1917: 2320)

La misión femenina es ser hombre, se desprende de lo que dice Freud,


quien cree que la niña aprende temprano que no tiene un pene porque fue
castrada y desea tenerlo durante toda su vida, creciendo con la esperanza de
que obtendrá un pene alguna vez de un hombre. Y la gran culpable para la
niña, de la falta de pene dice, es, obviamente, la madre.

La falta de pene es casi siempre achacada a la madre de la niña, que la echó al mundo
tan insuficientemente dotada […] la niña desarrolla celos contra otro niño […] la envidia
fálica –o del descubrimiento de la inferioridad del clítoris-. (FREUD, 1925: 2900)

La inferioridad del clítoris, que no asumiríamos las mujeres, o lo que


llama una criatura carente de pene. Envidia del pene, que como hemos
planteado, para Freud, en ocasiones, no llega a superarse nunca.

Diferentes obras se han escrito en respuesta a este problema. Greenacre


lo llama el temor reverente al pene. Moulton dice que la envidia del pene
existe, es frecuente, pero no universal ni primaria. Kohurt, enfatiza en la

158
diferencia anatómica, pero no acuerda en que exista la envidia del pene,
focalizándose en la importancia de la emergencia de la feminidad. Edgcumbre,
plantea que hay una relación diádica o triádica previa. Kleeman, dice que la
envidia del pene existe, pero no como un organizador del desarrollo de lo
femenino.

Grossman sostiene que la envidia del pene es un sueño o un recuerdo


encubridor, que esconde la deprivación, insignificancia y temor al abandono.
Otros autores se refieren al tema: Lester. Karme. Ross. Chehrazi plantea que
la envidia del pene no es la roca del desarrollo sexual femenino, sino una etapa
que debe atravesar. Silverman propone revisar la importancia dada a esta
envidia. Tyson asegura que no es ni universal ni hace a la ansiedad de la niña.

Abraham introduce la noción de don o regalo y expresa que en el


desarrollo de la sexualidad de la niña, aparece la idea de que le llegará de
regalo el pene que le falta y luego descubre que no le llegará ni crecerá. Helene
Deutsch dice que la niña pasa por una fase fálica igual, sin órgano. Jean Lampl-
de Groot plantea que en los casos más frecuentes las niñas rechazan el hecho
de su castración y buscan compensar su inferioridad.

Ruth Mack Brunswick entiende que el deseo de tener un hijo es anterior


a la envidia del pene. Marie Bonaparte opina que la existencia del clítoris es
determinante, haciendo de la mujer un hombre detenido en su desarrollo.

Jacques Lacan analiza profundamente el complejo de Edipo y teoriza


sobre sus tiempos, concluyendo con frases como que la mujer no existe y que
la necesidad de la función fálica solo es contingente. Lemoine se cuestiona si
la mujer escapa de la castración simbólica. Distintas respuestas y otras más.
159
Pero, ¿puede una niña sentir envidia del pene mientras llora del dolor
que le produce la abominable penetración de un adulto que cumple el rol de
ser su padre? ¿Puede sentir envidia, una de cada cinco niñas, según la Unicef
y la Organización Mundial de la Salud, que vive durante su infancia abuso
sexual, con constantes sensaciones de asco (como la repugnancia de Dora) por
esas noches de abuso que quedarán penosamente doliendo, física y
psíquicamente por el resto de su vida en su memoria?

O la envidia es una palabra muy amplia o de envidia no puede tener


nada. Si se trata de una de cada cinco mujeres, en el marco de la cultura
patriarcal, los efectos del abuso y la violencia sexual, transmitirán sus efectos
por radiación como veremos.

160
ENVIDIA DEL ÚTERO

Hay otras respuestas a Freud. Hay otras envidias. Karen Horney,


psicoanalista expulsada de la Asociación de Psicoanalistas por sus diferencias
con el legado de Freud, formuló, partiendo del propio Freud, que los niños
hombres pasan por un período de envidia del útero, envidia de la maternidad,
del parto, envidia hasta de los senos, de amamantar. Freud ya dibuja esta
posibilidad. Dice que los niños desarrollan una teoría, llamada teoría de la
cloaca, mediante la cual piensan que los bebes son paridos por el ano, y que
por lo tanto ellos también podrían parir. «Si los niños son paridos por el ano,
también el hombre puede parirlos. Así, pues, el niño puede fantasear que da a
luz a un niño.» (FREUD, 1908: 1267)

En este sentido, existe un caso clínico que Freud estudia extensamente,


de un niño llamado Juanito, al que analiza junto a su padre, también
psicoanalista. En este estudio, reproduce el diálogo entre Juanito y su padre,
expresando la envidia que puede sentir un niño por el útero materno.

YO.-¿Te gustaría tener una niña? JUANITO.-Si; el año que viene tendré una. Y se
llamará también Hanna. YO.-¿Por qué no quieres que mamá tenga una niña? JUANITO.-
Porque la quiero tener yo. (FREUD, 1909: 1409)

Horney profundiza en este fenómeno, lo aprovecha para invertir lógicas


y muy inteligentemente elabora su propia teoría, que incluye la envidia por el
útero, por la posibilidad de dar a luz y perpetuar la especie humana.

161
Desde el punto de vista biológico la mujer tiene en la maternidad, o en la capacidad
de ser madre, una superioridad fisiológica absolutamente incuestionable y de ningún modo,
despreciable. Donde esto se refleja mejor es en el inconsciente de la psiquis masculina,
concretamente en la intensa envidia de la maternidad que experimenta el niño […] envidia
del embarazo, el parto y la maternidad, así como de los senos y del acto de dar de mamar.
(HORNEY, 1937: 64)

De mínima se puede decir, con bastante certeza, que tiene sentido esta
hipótesis, ya que no por nada históricamente en el patriarcado, el género
masculino, ha buscado gobernar sobre la capacidad reproductiva de las
mujeres, arrebatándonos derechos fundamentales como el de decidir sobre
nuestros propios cuerpos.

162
DEBATES Y REFLEXIONES

Junto a Sigmund Freud (1856-1939) otros autores emergieron dentro


del mundo del psicoanálisis, pioneros en el desarrollo de sus teorías y
continuadores luego de su obra, con mayores o menores grados de acuerdo.
Revisaremos brevemente algunos de estos pensamientos posteriores, con el
fin de bosquejar una actualización del estado de la cuestión, respecto a los
temas fundamentales en abierta reflexión.

Contemporáneos a Freud, emergieron autores como Alfred Adler (1870-


1937), con sus escritos sobre la protesta masculina, que se refiere al supuesto
deseo de la mujer de superar su desventaja frente al hombre y sus complejos
de inferioridad frente a la superioridad masculina. Karl Abraham (1877-1925)
completó la teoría de la evolución de la libido de Freud, subdividiéndola en
etapas, considerándose como su mejor discípulo. Otto Rank (1884-1939), aun
trabajando en una fábrica de día, mientras estudiaba de noche, sumó a la
teoría el concepto de la voluntad como fuerza motriz. Alfred Ernest Jones
(1879-1958) escribió la biografía oficial de Freud y sistematizó sus ideas
centrales.

Wilhelm Reich (1897-1957) se concentró en la estructura global del


carácter, categorizándolo en tipo histérico, compulsivo, fóbico, narcisista y
masoquista. Franz Alexander. Otto Fenichel. Ludwing Binswanger.

Ana Freud, hija de Freud, dedicada el psicoanálisis infantil, muy


destacada, extendiendo el legado de su padre. Heinz Hartmann, definió el

163
concepto de adaptación como una relación recíproca entre el medio y el
organismo.

René Spitz. Margaret Mahler redactó sus teorías del desarrollo infantil.
Jacobson. Erik Erikson estudió la relación entre el individuo y la sociedad y
marcó una serie de etapas para la evolución psicosocial. Melanie Klein, quien
entre otros temas marcó las transiciones más directas entre las etapas
edípicas, reconociendo un alto grado de organización yoica presente en las
personas.

Bion que identifica un complejo de Edipo temprano. Donald Meltzer y


las etapas transferenciales del psicoanálisis. Rosenfeld. Racker. Grinberg con
su concepto de la contra-identificación proyectiva. Liberman. Etchegoyen.
Fairbairn. Balint. Karen Horney (1885-1952).

Sándor Ferenczi (1873-1933) realizó importantes experimentos


respecto a la recreación del vínculo entre madre e hijo en la terapia, otorgando
importancia a lo relacional. Planteando que la mente que crece en el contexto
interhumano, no puede pensarse aisladamente, sino en permanente
interacción y que no se puede reducir el funcionamiento psíquico a las
respuestas dadas ante el complejo de Edipo.

En el mismo sentido, Coderch profundizó en estas hipótesis, mostrando


la importancia de las relaciones humanas, del vínculo, el diálogo, la
interacción, más allá del impulso de la libido de Freud.

Por su parte, Jacques Lacan (1901-1981), con un amplio desarrollo


teórico, planteó entre otros puntos, que el inconsciente está estructurado

164
como un lenguaje, elaboró la teoría del espejo mediante el cual el niño se
identifica originaria e imaginariamente por el reflejo de su madre, escribió sus
etapas propias de desarrollo del Edipo y reflexionó en torno a la figura paterna,
la censura, el deseo, el concepto de lo imaginario. Otto Kernberg. Ignacio
Matte, fundador del movimiento psicoanalítico en Chile.

Destacadas mujeres como Jeanne Lample-de Groot. Clara Thompson. J.


H. W. Ophuijsen. Karen Horney, a quien citamos con su teoría sobre la envidia
del útero y la personalidad neurótica de nuestros tiempos. Judd Marmor.
Además de Anna Freud, Lou Andrea Salomé, Helen Deutsch. Joan Riviere.
Melanie Klein, Piera Aulagnier, Chasseguet Smirgel, Margareth Mahler. Julia
Kristeva. Silvia y Emilce Dio Bleichmar.

Emilce Dio, Silvia Bleichmar y Hugo Bleichmar desde Argentina,


avanzaron en reflexionar y profundizar en estas discusiones, marcando
definiciones propias respecto a la disidencia sexual, que rompen las
estructuras mecánicas impuestas, en relación a la elección del objeto, el
desarrollo moral y la sexualidad femenina, reivindicando de hecho, las
sexualidades disidentes estableciendo la no determinación mecánica entre
sexo y género.

165
SEGUNDA PARTE
CAUSAL

166
SUPERDETERMINACIÓN PATRIARCAL

Un concepto que aparece en Freud es el de superdeterminación, que se


explica como «la complicación de los motivos y la acumulación y composición
de los impulsos anímicos». (FREUD, 1901: 965)

Aparece implicada una vieja discusión teórica: ¿Qué tiene más peso, el
medio (lo adquirido) o lo innato? Se ha llegado a la conclusión de que es una
relación dialéctica, que puede variar sus acentos acorde a la situación. Si
hablamos de abuso sexual durante la infancia, el peso del medio es clara y
nocivamente determinante. En ese sentido, tomaremos el concepto de que la
infancia se haya superdeterminada por el sistema social en el que se
desarrolla, esto es, tanto para nuestro caso, como para el de Horney o el de
Freud, el patriarcado.

Para Horney, igual que para Fromm, el individuo está moldeado por el
entorno cultural. Ella utiliza brillantes ejemplos de cómo las diferencias
socioculturales van separando concepciones.

Así, el término neurótico, aunque procedente de la medicina, ya no puede utilizarse


sin tomar en cuenta su significado cultural […] Entre nosotros sería neurótico o psicótico
quien se pasara las horas hablando con su finado abuelo, mientras semejante comunicación
con los antepasados es una actividad aceptada en algunas tribus indias. (HORNEY, 1937: 16
y 17)

En el mismo sentido plantea que la idea de qué es normal y qué no es


normal, puede cambiar según el marco cultural y las diferencias sociales.

167
También las emociones, los sentimientos y hasta muchos de nuestros deseos,
están superdeterminados, moldeados, por la sociedad en la que vivimos.

No se halla tan difundida la noción de que no sólo las costumbres sino también los
impulsos y los sentimientos están sujetos a variaciones […] toda cultura se aferra a la
creencia de que sus propios impulsos y sentimientos constituyen la única expresión normal
de la naturaleza humana […] Freud, por ejemplo, deduce de sus observaciones que la mujer
es más celosa que el hombre, procurando justificar luego, con fundamentos biológicos este
presunto fenómeno general. (HORNEY, 1937: 18)

En el mismo sentido, dice Naomi Wolf que «el impulso sexual es


moldeado por la sociedad». (WOLF, 1991: 170) El deseo intenso que puede
tener hoy alguien en España de comerse un chocolate a las 2 de la mañana por
ejemplo, no pudo haber existido hace 600 años, cuando no se producía la
explotación del suelo americano. La compulsión por lavarse las manos de
alguien que vive en un departamento en la ciudad, no se desarrolló en los
individuos de la edad media cuya agua de circulación era de lo más escasa. Los
deseos, las costumbres, todo se moldea. El deseo vinculado al amor romántico
es también una construcción social, la idea de la monogamia, el mito de que
hay una media naranja que nos complementará y debemos encontrar, son
construcciones sociales. Que así como tienen un origen histórico, un principio,
también pueden tener un final. Cambian. Se transforman con el paso del
tiempo y el transcurso histórico, cambian y se moldean. Pero Freud, le dio el
carácter de universal a formas específicas del patriarcado.

Es importante considerar que el desarrollo de las tendencias edípicas,


de darlas por hecho, también se hayan superdeterminadas, florecen
alimentadas por el patriarcado.

168
Los factores susceptibles de engendrar el complejo de Edipo en nuestra cultura son
la falta de armonía matrimonial, como resultado de los conflictos entre los sexos; el
ilimitado poder autoritario de los padres; las prohibiciones impuestas a todas las vías de
descarga sexual accesibles al niño; la tendencia a mantenerlo en un nivel infantil y en
dependencia afectiva de los padres, proponiendo a aislarlo del mundo. (HORNEY, 1937: 73)

Es la cultura patriarcal el telón de fondo de complejos como el Edipo,


que de desarrollarse como tendencia, imponen formas de relación
determinadas social y culturalmente. Lo que queremos decir, es que ninguna
tendencia edípica pudo haberse desarrollado sin patriarcado. Estos elementos
marcan las dinámicas familiares y con ellas los conflictos históricos proclives
de emerger.

La rivalidad entre padre e hijo, madre e hija y hermanos no es un fenómeno general,


sino una respuesta a estímulos culturales condicionados. Uno de los relevantes méritos de
Freud consiste en haber descubierto el papel de la rivalidad en la familia, expresándolo en
su concepto del complejo de Edipo y otras hipótesis similares. Cabe agregar, empero, que
esta rivalidad no se halla, a su vez, biológicamente condicionada; antes bien, deriva de
circunstancias culturales determinadas. (HORNEY, 1937: 232)

En el cruce de estas rivalidades, la familia no siempre es un espacio de


protección como se cree. Puede ser un verdadero campo de batalla, con
rivalidades, competencias y luchas intrínsecas. Y en ese marco, ¿no es el abuso
sexual parte de una afirmación del poder patriarcal, de un intento de
supremacía masculina, para imponerse contra la mujer, las niñas, o quienes
considere bajo su dominio? El abuso sexual es un fenómeno intensificado por
las formas de constitución patriarcal, y no puede explicarse sino es a través de
su comprensión. Para esto, creemos que es necesario profundizar en breves
pero fundamentales aspectos de aquello que entendemos por patriarcado.
169
CIFRAS QUE MATAN

El patriarcado es un sistema histórico, por lo tanto se entiende que tiene


un inicio, que Gerda Lerner ubica dentro de un largo proceso que se dio en el
transcurso de casi 2.500 años, desde el 3.100 al 600 antes de Cristo, en el
Próximo Oriente. Pero no es sino hasta 1970, gracias a Kate Millett que se
acuña el concepto de patriarcado. Si tiene un inicio, puede tener también un
final.

Es un sistema, que actualmente podemos describir en números. 1 de


cada 3 mujeres en el mundo es víctima de algún tipo de violencia, física o
sexual. El 50% de los asesinatos a nivel internacional son femicidios. 200
millones de niñas y mujeres son víctimas de mutilación genital. 26 millones de
mujeres y jóvenes no tienen acceso a la asistencia médica que necesitan. 5
millones de muertes de mujeres se producen al año por mala atención, por
falta de derechos, como al aborto legal. El 60% de las 900 millones de personas
en el mundo que son analfabetas, son mujeres. Existe una brecha salarial, que
implica que por ser mujer el sueldo varía hasta en un 30%. El 85% de las
mujeres tienen que dejar de trabajar después de ser madres. De las personas
que viven en situación de pobreza, el 60% son mujeres. (HERBÓN ORDOÑEZ,
2016)

En México cada dos horas y media asesinan a una mujer40. En Argentina


matan a una mujer cada 36 horas. España superó las 1.000 mujeres asesinadas

40
Secretariado Ejecutivo México, 2019

170
durante los últimos quince años y siguen sumando. Manadas de hombres
asesinan mujeres. Niñas violadas son obligadas a parir o a suicidarse para no
tener que ver el rostro de sus violadores en sus hijos. ¡Nos están matando!
¡Violando! ¡Secuestrando! De niñas a mujeres. El patriarcado como
construcción histórica, mata, razón por la cual miles de mujeres y disidentes
alrededor del mundo se movilizan.

171
PER VIA DI PORRE

Encontramos en Freud, que la causa de lo que llama neurosis, radica, en


la crisis generada por escases, por lo que falta. Durante la infancia, aquellos
niños que son castigados y corregidos por sus hábitos sexuales, por ejemplo,
desarrollarían neurosis.

Se trata de la carencia de algo. Analógicamente, refiriéndose al arte de


Leonardo Da Vinci, escribe que «la pintura, dice Leonardo trabaja per via di
porre; en efecto, sobre la tela en blanco deposita acumulaciones de colores
donde antes no estaban; en cambio, la escultura procede per via di levare,
pues quita de la piedra todo lo que recubre las formas de la estatua contenida
en ella.» (FREUD, 1904: 47) Per via di levare, quita. Per via di porre, añade.

Durante la vida adulta dice Freud, aparece una neurosis por falta, es
decir, en lo que podríamos homologar como por via di levare, por
insatisfacción, por no poder complacer la libido, el deseo sexual. «Los hombres
enferman de neurosis cuando ven negada la posibilidad de satisfacer su
libido». (FREUD, 1915-1917: 2337) Es bastante literal.

Queda claro en toda la literatura freudiana. La clave de la génesis de la


angustia, la base de la neurosis, es la falta, como en la escultura (per via di
levare), pues se trata de lo que le han quitado, lo que necesita, lo que quiere y
no tiene. «Conduciéndose como angustia real, tiene con la angustia neurótica
un esencialísimo rasgo común: la procedencia de una libido inempleada.»

172
(FREUD, 1915-1917: 2376) Siempre se trata de falta, de carencia, de la
transformación en angustia de la libido insatisfecha. Per via di levare.

Pero como hemos dicho, una de cada cinco niñas, según la Unicef y la
Organización Mundial de la Salud, sufre abuso sexual durante su infancia, lo
que le genera efectos durante su vida adulta. Estos efectos, muy lejos de ser
producidos por la privación, son generados justamente por todo lo contrario,
por una imposición sexual adicionada de manera forzada, per via di porre. Lo
llamativo, es que per via di levare o per via di porre, el resultado aparece como
coincidente.

173
AQUELLO QUE LLAMAN SÍNTOMAS

Freud habla de síntomas, enfermedad, histeria, neurosis, tanto para


hombres como para mujeres e infantes. Horney se refiere a trastornos de la
personalidad y del carácter, de una personalidad neurótica en nuestro tiempo.
La siguiente descripción corresponde a los llamados síntomas, recogidos en la
extensa literatura de Freud, producidos en lo profundo, por la insatisfacción
de la libido.

Algunos de estos síntomas son, la sensación de espera angustiosa, estados


larvados de angustia, palpitaciones, disnea, sudores, arritmia, taquicardia
duradera, dificultades para respirar, vértigo, mareos, pavores nocturnos.

Baja autoestima, ensimismamiento. Sensación de llevar la corona de lo


siniestro. Miedo a la propia conciencia. Desvanecimiento, agorafobia,
cansancio, fatiga al andar.

Compulsión, en relación al no control de los impulsos. Obsesiones como


por la limpieza. «Se pasaba el día velando por la limpieza de las habitaciones,
los muebles y los utensilios con una exageración tal, que hacía casi imposible
servirse de ellos». (FREUD, 1901: 941)

Ideas hiperintensas, que oscilan exageradamente de muy alegres a


angustiosas. También ideas desiderativas, refiriéndose al estado desiderativo
como algo que produce una atracción positiva hacia el objeto deseado, o más
bien, hacia su imagen en la memoria. En el mismo sentido, una
supervaloración sexual psicológica del objeto sexual.
174
Representaciones obsesivas, pensamientos fijos que no se pueden
bloquear o que buscan una forma de canalizarse, reiterándose.

Frecuente sensación de hipersensibilidad psíquica. «Lo que pasa es que


dicha mínima mortificación actual ha despertado los recuerdos de múltiples e
intensas ofensas anteriores, detrás de las cuales se esconde aún el recuerdo
de una grave ofensa jamás cicatrizada, recibida en la infancia». (FREUD, 1896:
314)

Regresiones a la infancia. También nombradas con el término resurrección


de la infancia o reviviscencias. Predisposición a los ceremoniales, en el sentido
de actos que se repiten siempre de la misma forma y que se ejecutan
cotidianamente.

Manías, como la idea de adelgazar, odiando el propio cuerpo, verse al


espejo con un cuerpo demasiado grueso. Impulso e ideas suicidas. Tendencia
a lastimarse. Trastornos intestinales muy intensos, diarrea, manifestaciones
físicas de tensión y desagrado, bulimia y anorexia.

Tendencia al aislamiento, que se describe como si el mundo se envolviera


tras un velo. Desinterés en las tareas de la vida real, dando rienda suelta a
fantasías sustitutivas. Aparición de la llamada «melancolía, que se caracteriza
psíquicamente por un estado de ánimo profundamente doloroso, una
cesación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar,
la inhibición de todas las funciones y la disminución del amor propio». (FREUD,
1915: 2091)

175
Sensación de pérdida de un objeto, sin lograr distinguir qué objeto se ha
perdido. Una emoción relacionada con la ausencia. Se cree que se ha perdido
algo, y no se llega a comprender que lo perdido es el propio yo.

Se trata de conocidos síntomas, que se desencadenan a causa de la


insatisfacción de la libido, es decir, por falta, per via di levare. Y sin embargo,
como veremos, muchos de estos síntomas coinciden, a su vez, con los efectos
del abuso sexual en las niñas manifestado en las mujeres adultas, y se
extienden por radiación patriarcal en mujeres ni insatisfechas, ni abusadas.
Intentaremos explicar por qué. Pues, llama la atención que los síntomas per
via di levare sean similares a los efectos per via di porre. Efectos que, si no
están generados por una insatisfacción de la libido, ¿dónde tienen su origen?

176
TERCERA PARTE
EFECTOS

177
APROPIACIÓN FÁLICA FORZADA

El trágico resultado de una infancia desarrollada en el abuso sexual, es


que se supera, como un hecho forzadamente consumado, el complejo de
Edipo, según el cual la niña fija su primer objeto de deseo, de amor libidinal,
en el padre o sus sustitutos psíquicos y afectivos (padrastro, tío, abuelo,
hermano mayor, profesor, cuñado, cuidador u otro). O que, sin siquiera
haberlo fijado como objeto, se producen violaciones, abusos, tocaciones y los
más espantosos manejos psíquicos al interior de las familias patriarcales.

La envidia del pene es de este modo, ampliamente superada, de forma


traumatizante, ya que el pene puede llegar, en casos extremos, a ser un
elemento hostil, símil a un arma que sirve para lastimar, muy lejos de ser un
instrumento de satisfacción sexual (refiriéndonos a niñas que no tienen el
cuerpo lo suficientemente desarrollado y pueden llegar a sufrir dolores y
consecuencias extremas de una violación o de violaciones sistemáticas y
abuso).

Para poder comprender estos efectos, hemos recolectado cerca de


veinte entrevistas a mujeres adultas que sufrieron abuso sexual durante su
infancia.

Hará unos 10 años (yo tendría unos 12 años y mi hermano mayor unos 23 años), mi
hermano mayor, por el que yo sentía una devoción absoluta, me llamó para ver unos cómics
a su cuarto. Para sorpresa mía y cuando estábamos a solas, me bajó el pantalón y restregó
su mano por mi sexo. Imagina mi sorpresa y estupor al ver que mi hermano mayor me
acariciaba mis partes íntimas mientras yo me encontraba completamente paralizada y sin

178
poder reaccionar. A pesar de mi incomodidad no pude reaccionar porque tampoco sabía
muy bien qué es lo que realmente estaba pasando. Me quedé quieta y pensando que mi
hermano mayor jamás podría hacerme algo malo, pero su mano estuvo durante un largo
tiempo en mi entrepierna y yo sin poder reaccionar por miedo. Nunca se me olvidará lo mal
que lo pasé y cómo se me derrumbaba un mito que para mí era mi hermano. Yo apenas
tenía 12 o 13 años. Y lo peor es que la que se sentía avergonzada era yo... Quizás había sido
culpa mía, o quizás era una muestra de afecto de mi hermano. No lo sé. Jamás se lo comenté
a nadie, y jamás volvió a ocurrir. Pero a partir de entonces le tuve miedo. Era 10 años mayor
que yo, y yo apenas una cría a la que nadie creería. (ENTREVISTA A L., 2019)

En la mujer abusada durante la infancia hay apropiación fálica forzada,


obligada, impuesta por el adulto a la niña. Se apropia forzosamente del órgano
fálico, quedando sin nada que envidiar. Cuando todavía no hay ni siquiera
desarrollo de la consciencia plena, allí, se apropia forzadamente la niña en
manos del abusador, del elemento fálico del que permanecía extranjera.
(KRISTEVA, 2019) La apropiación fálica forzada, puede ser:

Directa o manipulada

El adulto manipula de tal manera la situación que puede inducir a la niña a la


situación de abuso, conduciéndola por un camino de silencio y supuesta
complicidad, como un juego, para que no hable, para que no le cuente a su
madre u otros familiares, por las más variadas argumentaciones. O puede ser
directa, forzada, mediante la tiranía de la fuerza física, tapándole la boca para
no gritar, dejando huellas imborrables.

179
Episódica o sistemática

La niña puede sufrir un episodio de abuso sexual en su vida, puede padecer un


episodio de una terrible violación. O por el contrario, puede sufrir durante un
largo período de su infancia acontecimientos sexuales impuestos, que van
moldeando su pensamiento psíquico a lo largo de los años y causan un efecto
directo sobre su forma de relacionarse con otras personas. Sus efectos se
extienden durante el tiempo, vinculándose más estrechamente con las
respuestas emocionales permanentes ante el mundo.

Con penetración o sin penetración

Trágicamente este elemento es un factor conducente a diferentes respuestas


durante la vida adulta de las mujeres. No es lo mismo, el efecto que tiene sobre
la mujer, una violación directa, con penetración, que le ocasionó graves
lesiones físicas; que el efecto que tienen los manoseos indebidos e
inapropiados durante la edad infantil, u otras formas que pudieran ocasionarle
serios conflictos también, pero a otros niveles.

Sufrí un abuso sexual cuando niña: Debe ser entre los 3 y los 7 años, íbamos a la casa
de un matrimonio mayor que mis padres llamaban "los papis" y para mí eran mis abuelos.
Cuando jugaban cartas el abuelo me sentaba en sus piernas y me tocaba; cuando me
dejaban durmiendo ahí mi abuelo a mitad de la noche me tocaba y mi abuela se iba a la otra
habitación. Un día pedí a mi madre no ir a esa casa por lo que me sucedía ahí y ella accedió
pero nunca le dijimos a mi padre. Ya adulta entendí que el caballero no me penetró porque
no podía, aunque intentos hacía, me sentaba sobre él, me pasaba su miembro y me lo
introducía en la boca. (ENTREVISTA A S., 2019)

180
Redimida o sin ajusticiar

Son cada vez más las mujeres adultas que recuerdan hechos de abuso o
violaciones durante la infancia. Algunas han sido redimidas y los abusadores
fueron detenidos, procesados y juzgados. Pero otras han quedado sin ajusticiar
y claramente la huella en la memoria determinada por una de estas situaciones
o la otra, es muy diferente, necesaria de diferenciar.

Tuve abuso sexual en mi infancia y adolescencia, desde los 6 a los 14 años. Mi


violador era el primo de mi mamá, él venía a casa por 3 meses al año, ya que es Director de
una Cárcel al sur de Chile. Mi abusador fue el esposo de la prima de mi mamá, estas fueron
hechas cuando yo rodeaba los 12 años, en su casa, fueron tocaciones. En mi casa era un
tabú hablar de sexo, vivíamos muchas personas en la casa de la tía de mi mamá. Mi mamá
no tenía a donde ir y con el tiempo le acomodó vivir gratis allí, ella supo de mis abusos
cuando cumplí 7 años, ya que lo conté en mi colegio católico, le bajó el perfil, y me cambió
de colegio, le dijo a toda mi familia que yo mentía, pero al mismo tiempo le decía a mi tía
abuela que yo tenía pielonefritis crónica y por eso sangraba de mi vagina. Nadie me
protegió, me cuido, ni denuncio. Me fui de la casa a los 15 con un hombre mayor para
escapar de mi familia, pero este hombre también se aprovechó y quedé embarazada, volví
a esa casa embarazada, con la condición de no decir nunca nada, junté dinero y me fui a los
19 con mi hijo, actualmente vivo con él y no tengo contacto con nadie de mi familia con
excepción mi hermana pequeña, actualmente tengo 26 años. (ENTREVISTA A B., 2019)

181
RADIACIÓN PATRIARCAL

Una de cada cinco mujeres ha sufrido abuso sexual durante la infancia,


una de cada tres a su vez, ha padecido algún tipo de acoso y seguramente
todas las mujeres en su totalidad hayan vivido alguna forma de violencia en
mayor o menor grado. ¿Es una de cada cinco mujeres una muestra
significativa? ¿Representa esta cantidad una regla o es más bien una
excepción? ¿Por qué muchos de los llamados síntomas que hemos descrito,
existen presentes en mujeres que no están ni insatisfechas ni abusadas?
¿Estableció Freud una regla y estamos aquí hablando de casos aislados, de una
parte y no del todo?

La cultura patriarcal es la responsable de aquello a lo que Freud llamó


neurosis o histeria, de aquello a lo que Horney llamó trastornos del carácter, y
el libro oficial actual que cataloga los trastornos y sus características, el DSMIV,
nombra como trastorno de la personalidad. El patriarcado es el responsable.
Por efecto de radiación, una de cada cinco mujeres sufre directamente el
abuso, pero sus efectos llegan a las mujeres de los rincones más inhóspitos del
planeta (justamente allí es donde se hospeda).

La radiación es una fuerza que opera con sus propias leyes. Así como la
gravedad es una fuerza que impulsa a los objetos a caer, la radiación extiende
los rallos del sol, por ejemplo, generando calor hacia la tierra. No tocamos el
fuego, pero por radiación, sentimos su calor, nos abriga y calienta. Del mismo
modo, socialmente, aquellas mujeres que no han sido abusadas, por la

182
radiación de quienes sí lo han sido, por radiación de una cultura de la violación,
se queman por el sol. Una sociedad patriarcal favorece esta fuerza de radiación
social opresiva.

La concepción del cuerpo sexualizado de la mujer como fetiche, golpea


a las niñas, haciéndolas objeto fácil de la demencia de la hipersexualización
machista. La niña es presa fácil de la cultura patriarcal. Una de cada cinco
podemos ser cualquiera de nosotras. Una de cada cinco puede, además, no
volver nunca a casa. Ser golpeada violentamente. El patriarcado no solo se
impone en la calle, sino también en la tiranía del hogar. Irradia sus efectos.

183
EFECTOS DEL PATRIARCADO EN LAS MUJERES

Una serie de efectos del patriarcado en las mujeres se originan allí donde
hubo abusos, violaciones, maltrato físico o psicológico, pero también allí
donde por radiación, como hemos dicho, se vive en la cultura de la
fetichización sexual de las mujeres en su totalidad, con sus diferencias de clase
–ancla de separación fundamental-.

Mucho se ha escrito y se ha caricaturizado sobre los tipos de personalidad


de las mujeres y se han realizado estereotipos, la llamada mujer sexual fatal o
femme fatale, la catalogada como frígida, la mujer castradora, el estereotipo
de la competitiva, la superbuena virginal o la santa madre y una larga lista de
etcéteras. Autores como Reich categorizaron en caracteres de tipo fóbico,
histérico, narcisista, masoquista y compulsivo a las mujeres. Pero lo cierto es
que, el origen del problema no puede hallarse en nuestra personalidad.

Los efectos del patriarcado sobre las mujeres y la disidencia, que podemos
observar en la actualidad, pueden ser categorizados en cuatro grandes bloques
para comenzar, que describiremos a continuación.

1. EFECTO VASO AL REVERSO

Hay mujeres que buscan. Que buscan toda la vida. A veces, sin saber con
precisión qué buscan. A veces buscándolo todo. La sensación de búsqueda
pudo haber emergido durante la infancia como subproducto de la apropiación

184
fálica forzada, especialmente en aquellos casos en los que no fue violento.
También por radiación. Un viejo mito doméstico dice que cuando algo se
pierde, es necesario colocar un vaso al reverso en el interior de la casa para
que, en cuestión de minutos, el objeto perdido, aparezca. Hemos descrito el
primer grupo de efectos del patriarcado en las mujeres, como efecto vaso al
reverso, pues como un mito, por muchos vasos que se esté dispuesto a
revertir, el objeto perdido, nunca aparecerá.

Aquel que aún tenga vestigios machistas en su pensamiento pensará aquí


que lo perdido es aquello que falta fálicamente. Pues no. Lo perdido es el
propio yo (en palabras freudianas). El propio yo de la mujer se ha perdido. «De
este modo se transformó la pérdida del objeto en una pérdida del yo». (FREUD,
1915: 2095)

No es solo Disney, como influencia durante la infancia, germinando la idea


de que hay que buscar a un hombre para ser feliz, un príncipe azul encantado,
un maravilloso hombre que aparece justo en el preciso momento a sacarnos
del apuro. O ahora en su versión moderna, un no tan maravilloso hombre, que
justamente había estado cerca todo el tiempo, que nos amará
incondicionalmente por siempre. No es solo la televisión con sus ideas
monogámicas. La sociedad impone sus formas patriarcales en realidades más
crudas, como en niñas que involuntariamente pierden su yo y lo buscan
creyendo que es un yo ajeno, desarrollando así otro elemento de este efecto:
la dependencia psíquica y emocional, el apego extremo a una figura referencial
externa, que puede ser cualquiera, desde un novio, marido o pareja, hasta una

185
figura simbólica icónica, una amistad, profesor o profesora, una figura
hiperidealizada, que sustituya al yo. No importa qué figura sea.

En este efecto, podemos hablar también de una hipersexualización


constante, de la existencia de una libido revuelta.

2. EFECTO RANA

No todas las mujeres buscan. Algunas mujeres simplemente sienten


repugnancia a la hora de formar una pareja y de las relaciones sexuales.
Muchas, simplemente no pueden tenerlas o las tienen bajo ciertas
condiciones. Lo cierto es que puede llegar a dar tanto asco el pene como tocar
una rana. Se detona como una respuesta perfectamente comprensible, sobre
todo en los casos críticos de abuso o violación sexual durante la infancia. Asco.
Repulsión. Rechazo categórico. Como la reacción de Dora, el no dejarse tocar.
Rechazo que puede expresarse a su vez en la resequedad de la vagina o su
cierre, en el llanto durante la relación sexual, como ataques reiterados de
angustia.

Muchos hombres, incluso terapeutas y doctores diagnostican a mujeres


que sufren este efecto, con palabras como frígidas, reprimidas, ya que a veces
comprueban que ni siquiera palabras “groseras” referidas a los órganos
sexuales son capaces de decir a viva voz.

Ya recuerdo bien aún tenía 9 años cuando fui a casa de mi tío de vacaciones en
Zihuatanejo Guerrero, México, recién había salido de vacaciones de la primaria cuando mi
mamá nos envió a casa de su hermano de vacaciones Mis primos eran tres ya casi eran unos

186
adolescentes la primera vez que nos quedamos solos y entré al baño, él fue de tras de mí
abrió la puerta y me obligó a chupársela quise gritar pero me dijo si gritas diré a mi mamá
que ya jamás los dejé entrar a la casa, siempre fui miedosa ya que sufrí de violencia por
parte de mi mamá, así fue durante las vacaciones mis tíos se iban por horas y ellos me
obligaban a chupárselo de uno por uno por horas, me tenía que tragar su semen y me
metían el dedo por el ano, nunca le dije a mi mamá... A veces creo que los odio a muerte,
no les volví a hablar jamás. A mis 15 años, hui con el papá de mi hijo, pero cada vez que
teníamos relaciones yo terminaba llorando y él me pegaba cada vez que tomaba. Terminé
abandonándolo a los 6 años. Después conocí al padre de mi hija, y él terminó
abandonándome por otra mujer. Cada vez que teníamos relaciones yo lo mordía y ahora no
puedo tener una relación. A veces creo que todos me utilizan sexualmente y se van. No he
podido olvidar ese trauma, nadie lo sabía, no sé si quedé en trauma pero tengo miedo que
mi hija algún día sufra lo mismo, soy una persona muy solitaria, casi no me gusta hablar,
por lo general siempre estoy de mal humor. (ENTREVISTA A M., 2019)

3. EFECTO OLLA

Otro grupo de efectos posibles, tiene que ver con la ansiedad extrema, que
se puede expresar en taquicardias, nervios psíquicos y físicos, ataques de
pánico -sueños de correr o ser perseguidas-; sudoraciones, palpitaciones;
pasar de una cosa a la otra sin interrupción; tener estados de depresión y de
manía alternados: sensación de vivir por adelantado, buscando saltar los
estadios del desarrollo.

Como rápido desde la olla, muy rápido, sin pensar. Me levanto y limpio todo rápido. Y
eso hace que no tenga en cuenta cuánto como y esa es mi lucha constante con mí ansiedad.
(ENTREVISTA A L.F., 2019)

187
Llamaremos, efecto olla a partir de esta última entrevista, a este grupo de
efectos, para graficar la ansiedad que domina, hasta cosas tan simples, como
la hora de almorzar, sin siquiera poder sentarse a comer, con un plato y
cubiertos en la mesa, sino comiendo directamente de la olla.

4. EFECTO CERÁMICA

En apariencia, este efecto produce la debilidad como autopercepción,


acentuada socialmente y combinada con una sensación de fatiga, de no dar
más, de baja autoestima, de desvalorización del cuerpo y la personalidad.

Soy víctima y madre de dos víctimas de abuso sexual en la infancia. Tres patrones
repetitivos. Mis abusos fueron por parte de mi hermano mayor, de un tío y tengo sospechas
de más abusos ya que tengo bloqueo de la infancia y solo algunos vagos recuerdos. Luego
vinieron tiempos de depresión, intentos de suicidio, viajes sin destino y desvalorización,
quedé embarazada, por descuido, de mi primer hijo a la edad de 24 años, quien desde el
año a los 3 fue abusado por su progenitor durante los regímenes de visita. (ENTREVISTA A
R., 2019)

Pero la debilidad es solo una apariencia. ¿Se quiebra la cerámica cuando se


cae al suelo? Generalmente solo rebota, pese a su apariencia frágil, a la
sensación previa que podría generar de que va a romperse. No se rompe.

188
EFECTOS TRANSVERSALES

Los cuatro grupos de efectos que hemos nombrado, pueden combinarse


entre sí, desarrollarse juntos o por separado en una misma mujer durante
diferentes fases de la vida, transmutando. Existen también otros efectos que
son transversales a los cuatro grupos que hemos descrito.

Es un efecto transversal la tendencia a elegir parejas desiguales (mayores


dominadores y violentos o menores vistos como poseídos y controlados).
Tendencia a elegir hombres que buscan el vaciamiento (solo quieren acabar,
tal vez una o dos veces). Pesadillas, miedos nocturnos.

Cuando tenía 15 años un familiar intentó abusarme y me acosó por 2 años, dos años en
los que no dormía, no comía, vivía con ataques de pánico, parálisis de sueño, pérdida de
memoria. Ahora sufro trastorno de ansiedad general y depresión, estuve medicada, fui a
grupos de ayuda pero me sigo sintiendo la mierda más mierda de todo, dejo que las
personas pasen sobre mí, me cuesta defenderme, decir NO y dejo que me maltraten física
y psicológicamente (por mi baja autoestima salí con pibes que me trataban como bosta,
uno de ellos me pegaba y cuando quise cortarle casi me mata). (ENTREVISTA A C.I., 2019)

Aparente bipolaridad anímica. Sentimientos de rencor o venganza. Enojos


violentos. Ataques de ira. Trastornos alimenticios como bulimia y anorexia,
que tienen como trasfondo la idea inconsciente de no alimentarse, de sentir
que no merece el alimento –que precisamente en teoría provee la madre-.

Hasta la actualidad mi relación con la comida es muy mala, me cuesta mucho


alimentarme y tengo una obsesión por no subir de peso que intento controlar, sobretodo
porque tengo a mi hija y ella no puede palpar mi problema como normal y que eso le afecte.

189
Antes llegaba a pasar hasta 8 días sin comer, tomando agua y café, ahora ya soy mayor,
tengo 45 y ya no puedo pasar períodos tan largos sin alimentarme, además intento no
hacerlo, pero siempre las personas a mi alrededor le escucho comentarios como, “vives sólo
de café”, “te mantienes del aire”, sinceramente hago mucho esfuerzo por no tener anorexia
y alimentarme, aunque sea una vez al día; cuando realmente no puedo comer, tomo café
con pan para mantenerme. (ENTREVISTA A C., 2019)

Sentimientos de culpabilidad. Bloqueos de la memoria. Desconfianza.


Miedo a la muerte. Regresiones a la infancia. Sensación de haber sido usada o
de ser un mero objeto sexual.

Tuve varios abusos sexuales... Desde muy pequeña.... Desde exhibicionismo de un


vecino cuando nos veía jugar a mis amigas y a mí... Todas nenas de 5 hasta 10 años, se
paraba arriba y sacaba su pene y se masturbaba mientras nos miraba; familiares lejanos que
cuando estaba con mi hermana en casa de ellxs bañándome en una pileta un viejo de 70
años me quería sacar del agua, me envolvía en la toalla y metía sus dedos en mi cola y
vagina... Yo me asustaba, después de eso me escapaba de ese tipo. El hijo de él era un chico
de 18 años, yo 5, me tocaba y besaba en la boca (terminó ahorcado, se suicidó). Yo me crié
en Salta, capital, aunque nací en CABA, fuimos con mi mamá a la edad de 4 años, los índices
por si hablan de los abusos intrafamiliares que son muy altos ahí. Mi mamá nos crío un
tiempo sola a mí y dos hermanos más, ella debía trabajar y nos dejaba a cargo de un primo
joven que estudiaba en la Unsa (Universidad Nacional de Salta) que quedaba cerca de casa
de mamá. El me abusaba sexualmente.... Me obligaba a acostarme con él mientras los
enviaba a jugar a mis hermanxs y ponía su pene � entre mis piernas y se masturbaba...
Cuando eyaculaba me mandaba a lavarme... Yo lloraba y decía que me calle que era una
sucia, y solo sentía jugar a lxs chicxs afuera y quería irme con ellxs... Recuerdo el olor
asqueroso del semen, una bombachita con dibujos… Yo toda manchada sentada en el
bidet... Llorando. Esto sucedió varias veces, habré tenido entre 5 y 6 años.... Después algo
pasó, mamá se peleó y por suerte lo sacó de casa. Yo no le decía nada a mamá porque me
decía que nos iba a dejar internados en un hogar para chicxs porque ella iba a estar presa,

190
si le hacía algo. Después que se fue este tipo alquiló la casa, una habitación a una mujer que
tenía dos hijas de la edad mía y de mi hermana (6 y 8) mi hermana es 7 años más grande
que yo; y tenía dos hijos 22 y 23 años... Bueno, ellxs me tocaban, me veían acostada y se
acostaba conmigo para que los toque... Fue asqueroso... Mi mamá trabajaba todo el día y
estudiaba por la tarde noche... Pasábamos mucho tiempo solxs. Mi mamá se juntó con un
gran hombre que puso orden en casa, está gente se fue. Yo recuerdo que jugaba con las
chicas... Un tiempo después en la calle iba con mi mamá y la encontramos a la Sra. que iba
con su hija, y me ofrecen ir a su casa a jugar... Yo chica, recuerdo que estaba contenta,
jugamos y por la noche a la hora de dormir me envía la mamá de ellas a la cama del hijo el
más asqueroso de ellos y fue horrible, yo por lo que recuerdo me quiso penetrar analmente
yo no tenía más de 8 años, menos quizás (hay cosas que no las recuerdo) él se enojaba
conmigo y me tapaba la boca, yo recuerdo que tenía un dolor terrible, no lo soportaba,
estaba desesperada tenía ganas de hacer caca y en un momento me saca de la cama y dice
ándate de aquí. Lo único que recuerdo es que estaba en el patio de una casa, era todo
oscuro no veía nada y yo en cuclillas queriendo hacer caca y llorando mucho... Después no
recuerdo nada más... No sé qué pasó... No sé cómo volví a casa, se borró todo. Así a lo largo
de mi vida sufrí persecuciones de tipos, que a los 14 años un tipo que me perseguía me
orinara la espalda mientras yo trataba de escaparme, otro que yo ya a los 19 años me siga
hasta que me meto en un ascensor y él tapa la puerta y no se cierra... Era muy chico el
ascensor (eran consultorios médicos) me dice vamos a tomar algo, y le digo no, gracias no
puedo... Insiste mucho... No, no puedo... Se me abalanzo a tocarme los pechos y la vagina,
yo empecé a defenderme y lo saqué gritando... Le tiré un teléfono que tenía en la mano...
Pasó todo en un segundo.... Después me agarró un ataque de nervios... Me puse a llorar,
salió gente, y bueno. Me dijeron que me tengo que cuidar. Yo creo que siempre me vieron
como una cosa sexual, no sé cómo explicarlo... Siempre fui alta, mi cuerpo con curvas desde
chica y un día jugando con vecinxs, uno de ellos varón me dice: "Yo sé porque vos sos así,
distinta y tenés ese cuerpo y yo lo mire asustada y me dijo... Vos ya tuviste sexo con
hombres, porque las mujeres desarrollan ese cuerpo después de tener sexo"... Y me sentí
tan culpable yo, porque pensaba que se me notaba los abusos que había recibido.... Ahora

191
sé que es una sociedad de mierda hiper machista... Pero en ese momento era chica, solo
sentí vergüenza. De más adulta por ejemplo no puedo, ni pude jamás tener sexo anal, es
más tengo montones de problemas en esa zona, siempre está lastimado, sufro mucho para
mí es imposible hacerlo por ahí. Los hombres ven en mí una mujer muy garchable,
calentona, etc. y piensan que van a hacer el kamasutra conmigo, y soy distinta... Más tímida
Me llegaron a decir "sos frígida”, hoy les diría y vos un pelotudo... (ENTREVISTA A C.E., 2019)

Pensamientos trágicos y paranoicos heredados a las hijas especialmente.


Imaginación incontrolable. Ideación e intentos suicidas.

Sufrí abuso por primera vez que recuerde a los 5 por un viejo abuelo de unas amiguitas
vecinas, sólo me manoseo. A los 8 años mis primos, y uno de ellos me violó, el otro sólo
me manoseó, a los 11 años otro viejo amigo de la familia quiso subirme a un caballo
sujetándome de la vagina para subirme (este hombre era un hombre al que veía como un
abuelo y confiaba en él), me di cuenta que su intención fue sucia "gracias" a haber sufrido
abusos anteriormente, fue muy sutil... Mis padres no me trataron porque no querían
supuestamente que vuelva a revivir todo. La maestra les sugirió una psicóloga pero no
cedieron hasta que en la pre adolescencia entré en las drogas e intente suicidarme varias
veces. (ENTREVISTA A I., 2019)

Autoflagelación, tendencia a lastimarse, no coincidentemente en brazos y


piernas, como representaciones fálicas. Pensamiento e ideas fijas y obsesivas.
Miedos irracionales, fobias a arañas (que representa el miedo a la venganza
materna). Fuerte leyenda personal. Sentimiento de vergüenza. Confusión de
roles. Distorsión de la imagen corporal. Reproducciones espontáneas e
inconscientes de fragmentos no metabolizados del discurso del abusador, en
palabras de Silvia Bleichmar.

192
Secuelas de embarazos y abortos (en los terribles casos en que las niñas
son violadas y quedan embarazadas de sus violadores, en ocasiones padres,
padrastros o tíos).

Fui violada por mi padrastro a los 12 años. El resultado fue un embarazo que mi tía
materna pudo detectar a tiempo. Ella me llevó a una clínica donde me practicaron un
aborto. Mi progenitora sólo me culpó por supuestamente provocar a su marido. Tardé
muchos años en poder hablar. Me marcó mucho. A los 30 pude hablar con mi terapeuta. Y
me sentí libre. (ENTREVISTA A L., 2019)

193
CUARTA PARTE
PERSPECTIVAS

194
EL PORVENIR DE LAS MUJERES

El psicoanálisis se ha extendido por el planeta desde Freud hasta


nuestros días. El método analítico, el sumergirse en los recuerdos reprimidos
y buscar desbloquearlos, es, sin dudas, un paso adelante en la ciencia y el
conocimiento de nuestras psiquis humana, así también el uso de la palabra
para reconocer una crisis, como vía para destrabarla.

Hemos hallado, en efecto, y para sorpresa nuestra, al principio, que los distintos
síntomas histéricos desaparecían inmediata y definitivamente en cuanto se conseguía
despertar con toda claridad el recuerdo del proceso provocador, y con él el afecto
concomitante, y describía el paciente, con el mayor detalle posible, dicho proceso, dando
expresión verbal al afecto. (FREUD, 1895: 138)

El poder de la palabra para advertir la existencia de un problema y


avanzar en resolverlo y destrabarlo verbalizando. La palabra es fundamental,
advirtiendo del riesgo de la omnipotencia del pensamiento que critica Horney
y teniendo el cuidado de no caer en él, considerando que no todo es posible,
no todo es cuestión de voluntad, existen límites impuestos por el patriarcado,
incluso límites autoimpuestos. Y sin embargo la palabra, cumple un papel
relevante, tanto hoy como ayer.

195
SUBLIMACIÓN FEMINISTA

¿Qué resolución tiene todo esto? Si la apropiación fálica se ha impuesto


forzosamente, o si por radiación sus efectos han llegado a tocar la puerta de
millones de mujeres, entonces el resultado, es que ya no se tiene necesidad
real de buscar nada. Ni envidia de nada. Ni ausencia de nada más que del
propio yo perdido.

Existe una vía de resolución para descargar la angustia: Sublimar.


Sublimación es, para Freud, la canalización de la energía libidinal hacia otros
fines, además del fin sexual en sí mismo. Dotada de cierta movilidad, la libido,
puede dirigirse, parcelarse, porcentualizarse, ser plástica y móvil. Esto no
quiere decir celibato, no tener vida sexual durante la adultez, no, quiere decir
más bien, que los sentimientos pasionales, que la libido, pueden elevarse
mucho más allá del fin sexual en sí mismo. El término es polémico.

Erich Fromm explica la utilización de esta definición por Freud, como el


resultado de sus propios traumas e inhibiciones, que lo conducen a la
abstención total de la sexualidad, incluso a rechazar categóricamente
elementos como la masturbación.

Lo innegable es que en la realidad, la sublimación ha sido un arma en


manos de los hombres. Ellos, dedicados a los grandes conflictos y procesos
sociales, han estado sublimando sus impulsos de las mil y una maneras
posibles. Viven su vida sexual, pero viven sobre todo las grandes pasiones
sociales e históricas. Son absolutamente seres políticos. Y no solo Leonardo Da

196
Vinci como describe Freud, canalizando en su arte su libido, toda la historia de
la humanidad en manos del género masculino es básicamente una gran
canalización libidinal, una gran sublimación.

Mientras los hombres se dedicaban a sublimar, la mujer era relegada


primero a las tareas del hogar y luego a la doble jornada entre el trabajo y las
labores domésticas de madre y esposa.

A través de largos siglos el amor no sólo fue el dominio especial de la mujer en la


vida, en realidad constituía el único o el principal recurso merced al cual le era dable realizar
sus deseos. En tanto el hombre se educaba en la convicción de que para progresar debía
acometer ciertas obras, la mujer comprendía que por el amor, y únicamente por él, le sería
posible alcanzar la felicidad, la seguridad y el prestigio. Esta diferente posición cultural de
ambos sexos gravitó decisivamente sobre el desarrollo psíquico del hombre y la mujer.
(HORNEY, 1937: 118)

Gravitar. ¿Sobre qué gravita la vida de las mujeres? Los hombres han
gravitado sobre sí mismos, han podido sublimar, sin abandonar su vida sexual.
Es justamente esa sublimación la que ha posibilitado el surgimiento de la
cultura, dice Freud.

La ausencia en Freud de acercamiento emocional a las mujeres se manifiesta


también en el hecho de que sabía poco de ellas. Sus teorías acerca de la mujer son
radicalizaciones ingenuas de prejuicios masculinos, especialmente del hombre que necesita
dominar para ocultar su miedo a las mujeres. Pero la falta de comprensión de las mujeres
por parte de Freud no se deduce únicamente de sus teorías. Él mismo lo dijo con notable
sinceridad cuando manifestó en una conversación: La gran pregunta que no ha sido
contestada nunca, y que yo no he podido contestar a pesar de mis treinta años de estudio
del alma femenina es, ¿qué quiere la mujer? (FROMM, 1959: 41)

197
¿Qué quiere la mujer? Las mujeres podemos apropiarnos también de la
posibilidad de sublimar, sin renunciar a la vida sexual, sino potenciándola,
socializándola. Canalizar y proyectar nuestra libido, no únicamente hacia la
búsqueda del amor y un hombre en particular, sino sobre todo hacia los
grandes acontecimientos sociales, nacionales e internacionales, hacia los
grandes proyectos, hacia la creación y desde allí el salto a la vinculación con
otras personas. Una canalización libidinal que no implica renunciar a la
sexualidad. Ni quiere decir celibato. Al contrario, nuestra época puja por la
liberación de los instintos libidinales de las mujeres. «La relación entre la
sublimación posible y la actividad sexual necesaria oscila, naturalmente,
mucho según el individuo e incluso según la profesión». (FREUD, 1908: 1257)

Teledirigir nuestras pasiones, porcentualizarlas como partes de nuestras


vidas, el suministro de nuestras creaciones. Crear, crear y crear.

Simbólicamente, más en lo profundo, se trata de abolir el objeto como


tal y darle otro lugar, otro espacio diferente en la sexualidad. Hay al mismo
tiempo, elementos propios de las necesidades terapéuticas de las mujeres de
nuestros días, como la de objetivar, haciendo responsable al patriarcado de
todo aquello que le corresponda.

Derrumbar al patriarcado es sin duda, nuestra mayor necesidad


terapéutica. Y en ese camino, el uso de fuerzas como la palabra. Palabra y
acción. En tal sentido, el auge de colectivxs de mujeres y disidentes, como
fuerza fundamental. Nadie resuelve sus problemas en soledad. El apoyo, la
discusión, la reflexión con otras mujeres y disidentes es de vital importancia.

198
Construir vínculos referenciales especiales, incondicionales y feministas
también es vía para resolver estos problemas.

Freud reflexionó sobre diferentes tipos de sublimación, como la


sublimación artística, es decir, la canalización de la libido a través del arte.
También menciona la sublimación religiosa, la sublimación militar, en el
sentido de la guerra. Etcétera.

Podemos plantearnos la necesidad de una sublimación feminista, de que


las mujeres y disidentes seamos capaces de independizarnos no solo
económicamente del hombre, como desde hace ya décadas hemos venido
pujando desde que la mujer se incorporó a la fuerza de trabajo a nivel mundial,
sino también emocional, romántica y libidinalmente.

Se trata de orientar un porcentaje mayoritario de nuestras pasiones a


objetivos superiores, hacia fines sociales elevados, a crear, a vincularse desde
allí con las personas, sin las ataduras socialmente impuestas.

Finalmente, para terminar, nuestra época trae aparejadas grandes


transformaciones sociales, se cuestionan las estructuras impuestas y caen a
pedazos como escombros los mitos considerados naturales. Las mujeres
explotadas y disidentes toman la delantera, sublimando en feminismo.

Dana Hart, 2019

199
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Volumen 1. “Carta sobre el bachillerato”. “Prólogo y notas al libro de
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histéricas”. “Un caso de curación hipnótica”. “Charcot”. “Estudios sobre la
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Volumen 2. 1894 “Las neuropsicosis de defensas”. “Obsesiones y fobias”. “La
neurastenia y la neurosis de angusta”. “Crítica de la neurosis de angustia”.
“Proyecto de una psicología para neurólogos”. “La herencia y la etiología de
las neurosis”. “Nuevas observaciones sobre las neuropsicosis de defensas”. “La
etiología de la histeria”. “La sexualidad en la etiología de la neurosis”. “Los
recuerdos encubridores”.

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Volumen 3. “La interpretación de los sueños.”

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 4. “Los sueños”. “Una premonición onírica cumplida”.
“Psicopatología de la vida cotidiana.”

201
Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.
Volumen 5. “Análisis fragmentario de una histeria”. “El método psicoanalítico
de Freud”. “Sobre psicoterapia”. “Psicoterapia”. “El chiste y su relación con lo
inconsciente”.

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Volumen 6. “Tres ensayos para una teoría sexual”. “Mis opiniones acerca del
rol de la sexualidad en la etiología de la neurosis”. “La ilustración sexual del
niño”. “La moral sexual cultural y la nerviosidad moderna”. “Teorías sexuales
infantiles”. “Personajes psicopáticos del teatro”. “El psicoanálisis y el
diagnóstico de los hechos en los procedimientos judiciales”. “El delirio y los
sueños en La Gradiva de W. Jensen”. “Los actos obsesivos y las prácticas
religiosas”. “El poeta y los sueños diurnos”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 7. “Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad”. “El carácter
y el erotismo anal”. “Generalidades sobre el ataque histérico”. “La novela
familiar del neurótico”. “Análisis de un caso de neurosis obsesiva (caso “El
hombre de las ratas”)”. “Observaciones psicoanalíticas sobre un caso de
paranoia”. “Prólogos”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 8. “Psicoanálisis”. “El porvenir de la terapia psicoanalítica”. “El
psicoanálisis silvestre”. “Ejemplos de cómo los neuróticos revelan sus fantasías
patógenas”. “Un recuerdo infantil de Leonardo Da Vinci”. “El doble sentido
antitético de las palabras primitivas”. “Sobre un tipo especial de elección de
objeto en el hombre”. “Concepto psicoanalítico de las perturbaciones

202
psicopatógenas de la visión”. “Contribuciones al simposio sobre el suicidio”.
“Los dos principios del funcionamiento mental”. “el significado de la alteración
de las vocales”. “El empleo de la interpretación de los sueños en el
psicoanálisis”. “La dinámica de transferencia”. “Consejos al médico en el
tratamiento psicoanalítico”. “La iniciación al tratamiento”. “Experiencias y
ejemplos de la práctica analítica”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 9. “La fausse reconnaissance durante el psicoanálisis”. “Recuerdo,
repetición y elaboración”. “Observaciones sobre el amor de transferencia”.
“Algunas observaciones sobre el concepto de lo inconsciente en el
psicoanálisis”. “Sobre una degradación general de la vida erótica”. “Sobre las
causas ocasionales de la neurosis”. “Un sueño como testimonio”. “Sueños con
temas de cuentos infantiles”. “Representación de la gran hazaña en el sueño”.
“Dos mentiras infantiles”. “La disposición a la neurosis obsesiva”. “Totem y
Tabú”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 10. “Múltiple interés del psicoanálisis”. “El tema de la elección de un
cofrecillo”. “El Moisés de Miguel Ángel”. “Sobre la psicología del colegial”.
“Historia del movimiento psicoanalítico”. “Carta al Doctor Friederich S. Krauss
sobre la Anthropophyteia”. “Grande es Diana Efesia”. “Prólogos”. “Historia de
una neurosis infantil (caso del “hombre de los lobos”)”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 11. “Un caso de paranoia contrario a la teoría psicoanalítica”.
“Introducción al narcisismo”. “Sobre las transmutaciones de los instintos y

203
especialmente del erotismo anal”. “Los instintos y sus deseos”. “La represión”.
“Lo inconsciente”. “Adición metapsicológica a la teoría de los sueños”. “Duelo
y melancolía”. “Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte”.
“Lo perecedero”. “Carta a la doctora Hermine von Hug-Hellmuth”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 12. “Lecciones introductorias al psicoanálisis”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 13. “Varios tipos de carácter descubiertos en la labor analítica”. “Un
paralelo mitológico a una imagen obsesiva plástica”. “Una relación entre el
símbolo y el síntoma”. “Una dificultad del psicoanálisis”. “Un recuerdo infantil
de Goethe en Poesía y Verdad”. “El tabú de la virginidad”. “Sobre la enseñanza
del psicoanálisis en la universidad”. “Los caminos de la terapia psicoanalítica”.
“Para la prehistoria de la técnica psicoanalítica”. “Pegan a un niño”. “Más allá
del principio del placer”. “Introducción al simposio sobre las neurosis de
guerra”. “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 14. “Psicología de las masas y análisis del yo”. “Sobre algunos
mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad”.
“Observaciones sobre la teoría y la práctica de la interpretación onírica”.
“Popper-Lynkeus y la teoría onírica”. “El sueño y la telepatía”. “Psicoanálisis y
telepatía”. “Observaciones sobre el inconsciente”. “Psicoanálisis y teoría de la
libido”. “Una neurosis demoníaca en el siglo XVII. “La cabeza de Medusa”. “La
organización genital infantil. Adición a la teoría sexual”.

204
Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.
Volumen 15. “El yo y el ello”. “Esquema del psicoanálisis”. “Neurosis y
psicosis”. “La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis”. “La
disolución del complejo de Edipo”. “El problema económico del masoquismo”.
“Autobiografía”. “El block maravilloso”. “Prólogos”. “Memorias”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 16. “Inhibición, síntoma y angustia”. “La negación”. “La significación
ocultista del sueño”. “Los límites de la interpretabilidad de los sueños”. “La
responsabilidad moral por el contenido de los sueños”. “Algunas
consideraciones psíquicas de la diferencia sexual anatómica”. “Psicoanálisis:
escuela freudiana”. “Análisis profano”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 17. “El porvenir de una ilusión”. “Fetichismo”. “El humor”. “Una
experiencia religiosa”. “Dostoievski y el patricidio”. “El malestar de la cultura”.
“Premio Goethe de 1930”. “La peritación forense en el proceso Halsmann”.
“Sobre los tipos libidinales”. “Sobre la sexualidad femenina”. “Sobre la
conquista del fuego”. “Carta a Maxim Leroy sobre un sueño de Descartes”. “Mi
relación con Josef Popper-Lynkeus”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 18. “Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis”. “El porqué de
la guerra”. “Prefacios”. “Cartas”.

Freud, Sigmund, Obras Completas, Ediciones Orbis, S.A. Hyspamerica.


Volumen 19. “Moisés y la religión monoteísta: tres ensayos”. “La sutileza del
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208
209
Descubrí una forma de existir a través de la
escritura. O dicho más precisamente, la escritura
fue la única posibilidad que tuve de existir. Con
más detalle todavía: La escritura fue mi única vía
para existir.

En un contexto que aparenta grandes


oportunidades, las promete y promueve, pero no
las tiene en realidad. Ayer se agotaron los
recursos naturales del planeta para este año, y
estamos en Agosto, consumiendo las reservas del
año que viene. Así de cortas están las
posibilidades. En cambio, la literatura es el reino
de la libertad.

Hay un velo que nos cubre el rostro, y parecía


haberse descorrido, al menos un poco, pero
puede verse de vuelta, empañando nuestra
suerte. Ser mujer es otra más de las condenas, las
hay de a borbotones.

210
Y el amor, fue otra de las fuerzas brutales y
desconsideradas, que nos dejó por el suelo.

En estos casi cuarenta años que voy a cumplir,


siendo Roberta María Núñez de Monasterio, solo
he conocido una forma de amor verdadero, la
amistad, y el amor de mi hija, y de mi madre.

Tengo un amigo que es incondicional. Su nombre


es Julio, y está a mi lado, desde que tengo
diecisiete años. Son veinte años de amistad. Me
ha querido más que ninguno de los novios que he
llevado a mi cama.

Cuando estuve embarazada, me acompañó en


cada sala del Hospital Público en el que parí. Sí,
tuvo sus momentos tiránicos, porque no se trata
de idealizar. Pero él estaba cuando no había
nadie. Recuerdo mi panza y su presencia, en una
sala pálida de Hospital.

211
Quiso a mi perro como si fuera de él, durante diez
años, un rubio que salía desde debajo de las
mesas y vivía entre los pies, a su estatura.
Siempre esperando salir a pasear. Julio lo llevaba
a dar la vuelta sagrada, para que moviera la cola
y caminara con saltitos frente a los vecinos. El
perrito de los ojos brillantes, que vi morir, y
apagarse sobre una mesa fría.

Quiso a mi hija como si fuera propia, y vino cada


domingo, sin importar en qué ciudad yo me
encontrase viviendo ni con quién, a jugar con ella
en el living, mientras yo escuchaba sus risas y
descansaba un rato. Estuvo ahí cuando no había
padre, cuando no había nadie. Estaba él ahí. Julio
“De Pie”, debería ser su apellido.

Y después cuando el mundo me aplastó, que es


algo que suele hacerle a las mujeres, él estuvo allí,

212
y se dejó aplastar conmigo. Lloró y lloró noches
seguidas a escondidas, y no me abandonó nunca.

Cuando mi mamá se enfermó, Julio se ofreció a


ayudarla. Le dio tres alternativas en las que él se
ocupaba de tareas. Me dio tres alternativas a mi,
y me aflojó los sentimientos.

Ni contar la cantidad de horas en páginas que le


he hecho leer. Para que mis palabras no salgan
tan brutales, tan llenas de fallas ortográficas. Julio
es mi único lector. Pero de todas las cosas que
hizo por mi, la más grande fue acompañarme en
aprender, que el amor, no es un señor sentado en
el sillón, jugando PlayStaton 5, mientras
amamantamos a un bebé. Ni es un vestido blanco.
Ni flores, ni candelabros. El amor verdadero es la
amistad.

Siempre me acompañó. Como la vez en la que me


diagnosticaron Pareidolia, que dicen los médicos
213
que es una enfermedad, pero yo creo que es un
arte. Es el arte de ver en todos lados, una figura.
A veces veo verdaderos guerreros con lanzas y
escudos, que me resultarían imposibles de
reproducir. La mayoría de veces veo cosas muy
tontas. Variadas. Dicen que es muy común. Que
le pasa a muchas personas. Se repite. Aunque no
en mi círculo social, porque nadie me creía cuando
me empezó a pasar. Y más de uno me trató de
loca. Pero Julio, él me dio una idea. Me dijo: “¿Por
qué no les sacas una fotografía a lo que ves, y
luego lo remarcas de alguna manera, para que
podamos verlo también?”. Así es Julio, nunca le
pareció una tontería, siempre acompañándome a
ver, hasta aquellas cosas que no existen. Al
intentar hacerlo, me salían figuras realmente
infantiles, que me avergonzaban mucho, y solo
pude mostrárselas a él, por lo tontas y ridículas.
Las miró y una por una dijo: “Ahhhh siii, ahí está,
214
lo veo”. Así es Julio, acompañándome a ver, hasta
aquellas cosas que no existen.

… Una rana cazando a una mosca:

215
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… Un francés fumando:

218
219
… Un bebé tomando teta:

220
221
Soy dos. Una escisión.

Pero no como en las películas. No como un


fenómeno que ocurre desde el nacimiento y me
determina por biología. Sino como una saeta. Como
un rayo que cayó, algo que ocurrió en algún punto
del crecimiento. En algún momento de la vida.

Soy dos. Producto de la vida misma. Del desarrollo.


De los años. De lo que me sucedió. Sí, soy dos
producto de lo que me pasó. Tuve un novio. Bueno,
él decía que era mi novio. Él jugaba a ser mi novio.
Fingía serlo. Porque yo tenía siete años y él era
veinte años mayor. Él me inventaba que éramos
novios. Y decía que nadie se podía enterar. Ni mi
mamá. Ni los amigos. Ni las vecinas. Nadie.
Específicamente, él me decía, en forma repetida, que
nadie podía saberlo, que nadie lo iba a entender.
Que nadie iba a comprender el amor entre él y yo.

222
Me lo decía, una y otra vez. Que especialmente mi
madre, nos iba a echar de la casa, tanto a él, como
a mi.

Después de escucharlo, en mi mente yo era una


persona adulta, que se veía a sí misma teniendo que
hacer sus maletas para irse, sin saber hacia dónde,
expulsada por un ataque de celos de una igual. Era
una. Con él. Que me educaba para su servicio. Y era
otra. Conmigo. Con el resto. Con la gente a la que
quería engañar, haciéndoles creer que era una niña,
cuando en realidad, yo creía que era una adulta.

Pensaba que él me amaba. Eso era amor para mi.


Saber que iba a llegar cada noche. Porque jamás me
lastimaba. Era todo amor. Era todo dulzura. Era todo
afecto. Y yo pensaba que era cierto. Cuando cerraba
los ojos y él me decía “Te amo, Laura”, yo pensaba
que estaba entre sus brazos, entre los brazos
implacables del amor.

223
Hasta los once años, no pude verme a mi misma
como lo que realmente era, una niña. No pude verme
las manos, y su tamaño pequeño, ni las piernecitas,
ni la carita. No podía dimensionar mi propia estatura.

Ahora, de adulta, cuando me imagino a mi misma en


aquella situación, lloro, porque me apena verme así,
tan indefensa, tan solita, entre las manos de un
monstruo, aparentando ser amor y ternura. Él
también era dos. Él era, sobre todo, dos.

Tan chiquita. Tan solita. Lloro sola. En la micro. En la


calle. Todo me aterra. Soy una, cuando lloro. Luego
soy nuevamente dos. Vuelvo a ser dos, cuando abro
los ojos y las lágrimas se cierran. Para cuando
entendí que eso no era amor, que era abuso, que era
violencia sexual, patriarcal, machista, ya era tarde.
Ya era dos. Una fractura. Me volvieron dos.

Soy dos. Viajando por el tiempo como un fantasma.


Recorro calles y ciudades. Puedo ver hacia atrás.
Puedo ver hacia adelante. Hacia el futuro y hacia el
224
pasado. Mezclar el presente con algún recuerdo,
como si el tiempo no fuese más que pinturas sobre
una paleta manchada. Siempre seré dos. Dos que
redimir. Dos que ajusticiar.

225
226
30 de Noviembre

Me siento fatal. Hay días en los que no se si soy


Mariana o alguna otra persona. Literalmente,
estoy tratando aquello que me diagnosticaron
como un Trastorno Bipolar con tecito con limón y
miel. Mucho tecito con limón y miel. Cantidades
industriales de tecito con limón y miel. Tantos, que
mis caderas se ponen cada vez más anchas,
como las de una abeja, o como un panal.

La ansiedad no me deja respirar. Parezco una


señora viejita que fue fumadora, de cuarenta
Phillips Morris por día, sin parar, desde que tenía
quince años. Aunque lo único que he fumado,
mucho, ha sido cannabis, desde que tengo
catorce, hasta el 7 de Noviembre, en el que decidí
dejarlo. Era mi remedio. Mi regulador. Pero ahora,
solo tecito con miel. Me cansé de tener un olor que
no le gusta a mi hija. Y de vivir en una sintonía que

227
parece ser distinta a la del resto, por eso lo dejé.
Por eso y porque no hay. Es cara. Y plantar
significa que te puede llevar la policía, cualquier
día, a cualquier hora, ante la venganza de
cualquier vecino. Los dramas de que no haya una
legalización real, real y genuina. Desde los catorce
años tuve que cruzar puentes, bajar escaleras
peligrosas, entrar en pasajes y callejones, pasar
por situaciones que no debí. Remedios no voy a
tomar. Nada de esas pastillas que hacen estallar
los órganos internos a la larga. Así que a aguantar.
A hacer lo único que sé hacer, y lo único que
puedo hacer, escribir. Escribir mientras cocino la
cena. Agobiada, porque para esta sociedad ser
mamá, es lo mismo que ser un utensilio más de la
cocina.

La angustia y la ansiedad, comparten un


dormitorio entre mi lóbulo frontal y mis cabellos.

228
No puedo respirar. Siento que se me hacen
cortitos los pulmones, como si no me alcanzaran
para el resto del cuerpo, de abeja o de panal. Por
suerte puedo llorar, esperando que el llorar evite
todo aquello del síntoma y la enfermedad. La
angustia que se troca en lágrimas, no debería
transformarse en pelotas en el cuerpo, o al menos
eso espero. ¡Eso espero! Ansiedad. Ansiedad.
Ansiedad. Angustia. Angustia. Angustia. ¡Qué
coctel! Directo a los huesos. Emborrachante.
Perdón para quien tenga que leer esto, perdón.
Pueden dejar de leer acá. Pero yo no puedo dejar
de escribir, o sino la enfermedad. Las pelotitas
creciendo en lugares inhóspitos, donde todo
debería fluir, igual que un río. Estancamiento de la
materia. Dolor. Dolor. Sufrimiento. Síntoma.
Síntoma. Todo lo que escribió Freud. Neurosis.
Histeria. Todo lo incorrecto y desatinado. Todo lo
machista y patriarcal. Haciéndose bolitas en el
229
cuerpo. Depresión. Represión. Todo el mundo
está igual. Con un cansancio que le quita fuerzas
a las piernas. Todo el mundo se llena de bolitas,
invisibles o visibles, creciendo entre sus sesos. Es
la sociedad, ejerciendo sus efectos. Quien no se
sienta así, puede que esté siendo un tanto,
anacrónico, tal vez, desentonando. El choque de
mis ideas con la realidad. No encaja. No cuaja.
¿Se han fijado que se ponen a reivindicar a
escritoras de hace cien años para hacerse los
progres, pero nos ignoran completamente a las
escritoras vivas? ¡Bravo! En cien años nos vemos,
Raúl.

Mi cabeza es un cactus. Siempre he creído que


este fenómeno se debe, no a un problema
biológico, sino a los abusos sexuales que sufrí
durante la infancia. Desde los seis hasta los casi
diez. Es mucho tiempo. En la dinámica de, ya

230
saben, ser una de día y ser otra distinta de noche.
De día yo era una niña, pero de noche, era
sexualizada, secretamente por un hombre mayor.
Ese doble rol, solo puede disparar una ansiedad
desatada. Creo que el miedo mayor se me generó
el día que mi madre me dijo: “Podría haberte tirado
al río para que no hablaras”. Fue cuando me
enteré que había estado en un grave peligro.
Ansiedad. Y aquello que señalaron en mi frente
como bipolaridad, desde ya moldeada, construida,
forjada por un adulto, por la sociedad, que ampara
la violencia sexual hacia las infancias. Yo era una
nena cuando abría los ojos. Pero era otra cuando
los cerraba. No una mujer, por mi pequeña edad,
pero era algo más, un ser secreto que terminó
escondiéndose debajo de una montonera de
sillas, el día que le escribí una carta a mi mamá
contándole todo. Un ser secreto que terminó en la
baulera del auto, cuando él mató a mi perra
231
Matuca, atropellada, y la encerró allí, para
mostrármela luego. Si, estaba en peligro. No es
biológica esta ansiedad. No es natural. No es una
fuerza desatada desde adentro. Es una fuerza que
claramente se generó como respuesta al peligro
del medio. Ansiedad. Miedo. Angustia. Llorar
también es defensa. No poder respirar. ¿Habrá
algún día en el que yo no tema? En el que no
respire entrecortado. En el que pueda, desplegar
las alas. Está allí, justo entre seno y seno, un
agujero profundo, que amenaza con devorarme
toda, entera. Implosionarme. Absorberme.
Tragarme. Cuando era adolescente yo lo
dibujaba, pasaba las horas en la sala de clases,
rayando un gran círculo, llenándolo con la
lapicera. Sigue allí. Tal vez ya es hora de
enfrentarlo. Dejar de taparlo con el humo.
Detenerme a mirar allí, porque tal vez, solo tal vez,

232
pueda darme cuenta de que no hay espacio para
caer. No con mis nuevas alitas de abeja.

Ufff, mucho mejor. Perdón si esto que siento se lo


trasladé a usted. Espero que no. Espero que al ver
que yo me siento así, usted pueda decir: “Yo me
siento igual”, y de esa manera, nos podamos
sentir un poquito menos peor. Espero. Poder
respirar. Espero que todo quede en el papel.
Como un exorcismo, sin curas, ni vómitos verdes.
Mientras el cabello se me va poniendo gris,
cubriéndose de las inevitables canas. Mejor me
voy a hacer un tecito.

233
1 de Diciembre

Me desperté fantástica. En el mismo lugar en el


que ayer tenía un hueco, ahora tengo un cielo que
respira. ¿Por qué? La luz del día está sobre mi
cabeza. Como si me hubiera tragado una bestia y
después me regurgitó, dándome a entender que
tengo la posibilidad de estar viva, la virtud de
existir.

Hice absolutamente todas mis tareas, que no son


pocas. Una madre tiene siempre una gran
cantidad de trabajos pendientes. Alimenté a diez
seres vivos que pululan a mi alrededor de una
manera o de la otra. Cociné con calma, despacio,
usando la ansiedad como trapo de piso. Lavé todo
lo que tenía que lavar y empecé una historia
nueva, de esas que me interesan escribir, sobre
otras mujeres que sufrieron, vivieron, lucharon,
murieron.

234
2 de Diciembre

Cuánto silencio. Nadie se comunica. Al menos, no


conmigo. He mandado una infinidad de mensajes,
buscando una infinidad de vías, y nadie me
contesta. Nada. Silencio. En visto. En visto. En
visto. Como una maldición. Tal vez perdí mi voz.
¿Alguien me maldijo? ¿O nací maldecida? Porque
tiene que haber alguien, en alguna parte, que
escuche el sonido de mi voz, que me vea, que me
sienta, que sepa quién soy. Tiene que haber
alguien.

Me he puesto a pensar en las personas que


encubrieron la violencia de género que sufrí a lo
largo de la vida. Como cuando mi marido me
empujó contra la mesada de la cocina, y hubo por
lo menos cinco personas que me dejaron en visto.
Después de mucho insistir una de ellas, expulsada
de un organismo estudiantil por encubrir un hecho

235
grave de violencia sexual, me propuso hablar del
tema. Obviamente no lo acepté. Pero pensaba en
cómo siguen hablando, creyendo impunes,
cuando en realidad, somos muchas personas las
que sabemos, las que les conocemos. Dejé todos
los nombres y cada hecho detallado, en el registro
de propiedad intelectual. Traidores que responden
con la cabeza gacha ante la posición del más
fuerte. Zopencos. Con el tiempo se me fueron las
ganas de odiarles y solo queda la lástima. Se han
convertido en gente que vota a favor de las leyes
de los que gobiernan, obviamente. Se ríen
hablando con fascistas liberales. Reformistas.
Centristas. Conciliadores.

236
3 de Diciembre

Tengo una fuente de felicidad. Mi hija es la


persona que más amo sobre la faz de la tierra. Es
un sol. Tan inteligente. Tan rápida. Tan brillante.
Todo el desaliento que obtuve de mi pasado, ella
lo ha vuelto confianza en el futuro de la
humanidad. Sus ojos que son luz natural. Su
sonrisa que crece con los días. Me da la felicidad
su presencia. Reírnos juntas de todas las cosas,
con un humor, que parece que hubiera sacado
directamente de mi propia panza. Es tan diferente
a las personas de mi pasado. Sabe de lealtad.

237
4 de Diciembre

Creo que hay algo llamado PARÁLISIS DE LA


OPRESIÓN, que se produce al vivir un hecho
opresivo, de mayor o menor tamaño, y el cuerpo
se paraliza, la voz se paraliza, se siente en el
centro una especie de viento invertido, o asma,
igual que cuando se produce un golpe frente a un
caracol, y este esconde sus antenas y su cuerpo
en su caparazón, lo cual no quiere decir que
seamos ni medianamente equiparables con
caracoles, pero el efecto, de meterse para
adentro, y sentir, que el cuerpo es recorrido por
rocas. Eso explica por qué a veces es difícil decir
que no, por qué a veces es difícil simplemente
decir algo, o responder, y en cambio una se queda
durante días repitiendo los argumentos que podría
haber dicho, y no dijo, por la parálisis de la
opresión. Es todo un fenómeno. Hay quienes

238
responden gritando, revoleando ceniceros,
diciendo insultos, pero hay quienes sufren de este
mal, social, que aqueja a los cuerpos oprimidos,
creo que correspondo al segundo grupo.

Me pregunto si la pulsión de muerte, no será


también un asunto social. El miedo a morir,
inculcado por la realidad. ¿O acaso tiene miedo a
morir un bebé, cuando se lo pone frente a lo alto
de una escalera? Yo creo que no. Y cuando
acaricia a una bestia con los dientes afuera. O sale
corriendo a través de una habitación oscura, solo
para ir al baño. No, el bebé no tiene miedo a morir.
Eso solo se aprende cuando los temores se
contagian, se vuelven un miedo real, social,
impregnado del rededor, de las posibilidades
nefastas del medio ambiente.

239
240
10 de Julio
Hoy limpié la casa de la vecina, como cada fin de
semana cuando recibe gente por intermedio del Airbnb.
Cociné carne para mi hija y su primera, les serví helado,
agua y las acompañé al patio. Hice las compras para mi
madre, que no puede llegarás allá de la mesa de la
cocina, perejil, tomates y limones. Y todavía me falta
hacer la cena. Probablemente me duche de nuevo,
como cuando me siento muy agobiada.

Anoche soñé de nuevo que tenía un amor, y


andábamos de la mano. Tengo una especie de romance
de ensueño en cuanto cierro los ojos, que no se si es
con la misma persona o si es diferente, solo recuerdo
sus manos, sus besos, su abrazo. Una doble vida. De
día no tengo el beso de nadie, al menos no en la boca.
Los días transcurren sin pasión, como si el desafío
fuese aprender de lo plano, aprender a ser lo parejo.

Hace mucho que no tenía un dinero en el bolsillo. El


dinero que me da la vecina, por limpiar su casa. Bolsas
241
y bolsas de botellas de vino, agua y cerveza. Dos baños
con papeles y pelos regados en los bordes. Sábanas
para cambiar. Basura que sacar en cantidades
industriales. Todo parece la vida de alguien más,
alguien que definitivamente no soy yo. No me siento
bien. Me duelen partes extrañas del cuerpo. Es la
soledad, retorciéndome los huesos. Las espigas de una
vida que no pude alcanzar.

Es alguien que no soy yo, toda esta señora que construí


para servirles la mesa. ¿En qué plato de comida me
quedé? ¿Qué cubierto me robó? ¿Dónde están las
ambiciones que tuve alguna vez? Perdidas. Bajo el
tomate y la lechuga.

Antes sabía quién era, y ahora no podría distinguirme


en un mar de gente. Dominatriz de mis propias ojeras.
Nadie me mira a los ojos. Nadie me dice gracias. Nadie
despega la vista de su celular para mirar. No responden
si hablo, como si no escucharan, como si no quisieran

242
escuchar. Mientras cocino, canto sin sonido, o me
mandan a callar. Me quedé sin voz.

- Alexa, ¿por qué me siento tan infeliz?


- Mis archivos no indican una posible respuesta
para esa pregunta.
- Supongo que tampoco puedes oler el ajo que
estoy picando, Alexa, qué suertuda eres.
- Deduzco de esa afirmación, que es horripilante el
olor del ajo.
- Como para todo, tiene sus adeptos. ¿Cómo afilar
un cuchillo, Alexa?
- Pasos para Afilar un Cuchillo... Número Uno...
- Ay, ya olvídalo. ¿Quién iba a decir que ibas a
terminar siendo mi única amiga, Alexa?

Mi hija se siente culpable, cuando me ve fregando en el


suelo. Mi madre se siente culpable, cuando me pide la
leña o el agua. Y trato de explicarles que ellas no tienen
la culpa. ¡Es esta sociedad! Ellas no pueden.
Dependen.
243
Me preparé un té de lechuga para la tos, con una
cucharadita de miel y me acordé de una compañerita de
la escuela de la que estuve enamorada. Mi primer amor.
¿Será ella la que vive entre mis sueños? Es un hermoso
día. Afuera brilla el sol. Está todo dado para la
felicidad... Pero me tocó ser la madre, en esta sociedad.

- ¿Por qué no puedo sonreír, Alexa?


- Mis archivos no contienen la suficiente capacidad
como para responder a esa pregunta.

Y ahora toca el baño final, como para mandar a todo


mundo a dormir, como para dar las buenas noches. Son
las diez de la noche y todavía estoy bañando a una
persona que no tiene la culpa, porque no puede. Es el
amor, más fuerte que el dolor de espaldas. No podría
vivir sin ella.

- Alexa, ¿por qué nadie me quiso?


- No me figura participación en ninguna subasta.
- En la subasta de la vida, Alexa. Como el pan que
244
nadie se llevó del cajón, y fue quedando
arrumbado en el fondo, sobre los nuevos panes,
menos duros.
- Puedo decirte el precio del pan al día de hoy, si
esa información pudiera resultarte útil...
- No, está bien Alexa. No te preocupes, ya hiciste
demasiado con tu sola presencia, más que
muchos.

Cada cosa que diga la acompaño de "te amo mi amor".


Apaga el celular, te amo mi amor. Bájale la luz, te amo
mi amor. No vaya a ser cosa de que me muera y lo
último que le haya dicho haya sido: "Recoge tus
calzones".

245
11 de Julio
No me siento bien. Me duelen partes que no tengo.
Tengo que ir a llevar a mi hija a que vea a su abuela
paterna, después de mucho tiempo. No vino a mi
casamiento, ni le regaló un colchón a la niña cuando se
lo pedí al nacer, ni un par de camisetas el mes pasado.
El abandono de los progenitores del abandonado. Y
ahora tengo que ir, a llevársela, porque sino no vienen
a verla.

- Alexa, ¿Cómo está la temperatura afuera?


- ¿La temperatura real o es otra de tus tantas
frases metafóricas que no almacenan mis
sistemas?
- La temperatura, del clima, Alexa.
- Vale, hay 13 Grados Celsius, con cielo nublado y
lluvioso.
- Gracias Alexa.

Cuando llegamos, estaban en el supermercado. Lucían


tan atemporales, como una postal que nunca llegó a
246
destino. Les dejé a la niña por un rato y me fui,
caminando bajo la lluvia, a comprar dos platos grandes
y dos platos chicos, más una bandeja, todo un lujo para
la señora en la que me he convertido.

Ahora estoy tomando mi té de lechuga antes de ir a


limpiar la casa de la vecina y luego a buscar a mi hija,
Isabela. Espero que no llueva.

- ¿Va a llover más tarde, Alexa?


- Según el pronóstico va a llover toda la semana.
- ¡Que llueva en Uruguay, Alexa!
- No tengo las condiciones necesarias como para
cumplir con ese pedido.

Volví a buscar a Isabela. Afuera hay un temporal. Me


puse las botas Hunter que me regaló una tía con billete,
junto con otro montón de ropa fuera de temporada que
usaron mis primas. Mientras camino por el barro y no
resbalo, me siento una modelo, como cuando era chica
y mi madre trabajaba en una fábrica de ropa interior
247
para niñas, y yo las modelaba. Caminaba por largas
pasarelas, llenas de gente, me soltaban el pelo y le
ponían laca para que brillara. También me sacaban
fotos en lugares especiales, junto con otras niñas,
recuerdo un galpón con ladrillos y toda la ropa interior
en miniatura que mi mamá almacenaba en un cuarto.
Una montaña de colores.

Mientras volvíamos a casa, un hombre extraño, hizo


una maniobra extraña en la esquina y me hizo pensar
en todo lo que haría por ella. Me desconocería a mi
misma, me desconocerían hasta mis más íntimos, por
protegerla a ella. Le regalaron unas zapatillas muy cool,
al fin una buena, negras, con los porta-cordones de un
naranjo fluorescente. En la puerta de casa, una vecina
que ya conocemos, nos dijo un piropo, que nos veíamos
hermosas, y luego dijo que "el brillo de los ojos no se
opera".

248
12 de Julio
Me levanté antes del amanecer, para sacar la basura de
la vecina. Las botellas se habían mojado con la lluvia,
así que antes de meterlas en una bolsa, tuve que
vaciarlas. El vino se mezcló con el agua sobre la tierra.

Me di cuenta que sus vidrios estaban muy sucios, así


que me puse a refregarlos con un paño, y cuando el
reflejo me mostró mi propio rostro, pude ver mi tabique,
al que le debo la vida. Cuando era pequeña un tío
abusaba de mi, mientras era modelo de ropa interior, y
dejó de hacerlo justo cuando le nació el tabique. Debe
haber creído que me puse fea. El tabique me salvó.

Ahora estoy yendo al correo, a buscar unos paquetes


que pidió mi mamá desde China. El día sigue nublado y
lluvioso. Me siento sola. Tenía un amigo en la ciudad,
que hacía cerámica con un horno de barro en su casa.
Me gustaba verle hacer el fuego. Pero tuve que dejar de
hablarle de la noche a la mañana, porque se portó
grotesco.
249
De vuelta en mi casa, reviso las noticias. Hay amenazas
de despido por todas partes. Hasta Disney entró en
paros y asambleas. Elon Musk dijo recientemente que
habrá una ola de desempleos producto de las nuevas
Inteligencias Artificiales. ¡Desempleo masivo! Así que
no es de extrañar que se pongan en tensión muchas
corrientes subterráneas.

Pero es Disney Word, una firma internacional. Con


canales de televisión transmitiendo las veinticuatro
horas al día. Personajes inventados en todos los países
del mundo. Y un parque emblemático. ¡Disney!
Despidiendo a los trabajadores y trabajadoras.

- ¿Puedes leerme más noticias sobre el paro en


Disney, Alexa?
- Vale, aquí tienes las noticias: Durante febrero del
año 2023, se anunciaron 7.000 despidos en
Disney, detonando en pocos meses, la respuesta
de trabajadores y trabajadoras, que decretaron un
paro en DisneyWord, que se extiende a Netflix,
250
Hollywood y otras plataformas. Luego de un
proceso de negociación, entre actores y actrices
por una parte, y los CEOs representando a las
empresas por otra. La mismísima Fran Drescher,
de la famosa serie “La Niñera”, es la Presidenta del
Sindicato de Actores y Actrices, y declaró el paro,
frente a las “insultantes e irrespetuosas respuestas,
a las propuestas del sindicato”.
- ¿Sabes qué significa eso, Alexa?
- ¿Esa es otra de las preguntas retóricas que debo
no contestar en realidad, para esperar una
respuesta?
- ¡Significa que el cambio acaece!

251
252
Ya sabía lo que iba a pasar. Había sido Secretaria
en aquel lugar, demasiado tiempo, como para no
saber. Le iban a poner dos fierros en las sienes,
uno de cada lado e iban a prender el botón, hasta
que la corriente eléctrica le dejara fritas las ideas.
Era muy obvio. Lo hacían todo el tiempo. A las
mujeres. Y a quienes no se adaptaban a sus
patrones de masculinidad hegemónica. Lo hacían
siempre. Típico. Como un buen vino sobre la
mesa. O comer una cena contundente en las
fiestas. Nadie podía cuestionarlo. No era raro. Ni
extraño. Ni llamaba la atención de las personas
transeúntes cuando escuchaban los gritos.

La propia Sylvia se había acostumbrado bastante


a oírles gritar. A todo pulmón. Carentes de sonido.
Porque hay gente que por mucho que grite, no es
oída. Debe ser un fenómeno paranormal, aunque
parezca tan natural en ciertas esferas sociales. El

253
grito sordo. El grito ciego. El grito impotente. Le
iba a tocar gritar, también a ella, sin ser oída. Ya
lo sabía. Con los dos fierros calientes sobre los
oídos. Y una mordaza en la boca. Siempre mal
puesta. Siempre apretada.

Pensó durante muchas vueltas del reloj, cómo


había llegado a dicha posición. Pasar de
Secretaria a Paciente. No es logro que se espera.
No es un escalafón que otorgue precisamente
prestigio en la sociedad. No podía permitirse eso.
“Solo los locos pueden tener el privilegio de no
estar cuerdos”, le había oído decir a alguien que
definitivamente había perdido la respetabilidad
desde hace algún tiempo. ¿Y dónde estaba la
suya? ¿Quién se la había robado en la cartera?
¿Quién se la quitó un Domingo de lluvia, mientras
nadie veía por ninguna ventana? Las horas
rumiaron en su cabeza. Fierros calientes. ¿Quién

254
había puesto ese tema? Esa canción que sonaba
una y otra vez, como en una radio descompuesta.
Eso sí que era de locos. El disco rayado de alguien
rayado. No lo iba a permitir. No lo podía permitir.
¿Qué mensaje le estaría dejando al porvenir?
¿Que se puede torturar las cabezas? Había que
tomar cartas en el asunto. No fue culpa de ella. No
es posible omitir ciertas cosas. Como una
injusticia. O las ganas de llorar. No todo es
reprimible.

Cuando el Doctor llegó, la trató por su nombre.


Obviamente. Se había sentado en aquel escritorio
durante tantos días, observándole, tomando
notas, mecanografiando, prestando la mayor de
las atenciones. Si el café se le caía sobre el
delantal, tenía que limpiarle con una pequeña
toalla blanca, hasta que la mancha quedara
transparente. Si el tacho de basura estaba lleno,

255
tenía que vaciarlo, inmediatamente. Llevar el
registro de pacientes, anotar uno por uno los
medicamentos que tragaban y anotar cada una de
las intervenciones, no fuera cosa de que se fueran
a repetir.

Y ahora estaba de pie, cubierta de una bata que


dejaba ver sus zonas pudendas. A punto de ser
demolida. No podía dejarse demoler. No es culpa
de ella. No podía dejarse freír. No.

El doctor tenía dos o tres pelos sobre la cabeza,


unos lentes gruesos, que había usado desde el
jardín infantil, de esos que parecen el fondo de
una botella. El estetoscopio le colgaba del cuello,
proyectando la poca luz del sol que entraba por la
ventana, en un punto redondo de la habitación. La
hizo recostarse sobre la camilla y prendió las
máquinas. De pronto el ruido era un infierno.
Estaba listo para cocinar sus letras, para cocinar

256
sus palabras, para dejarla sin nada que decir.
Tenía que transformarla en una máquina de
planchar la ropa, cocinar y vestir a criaturas, sin
nada que pensar, sin contradicciones, sin
cuestionamientos, como a todas las demás. Era
fácil. Era sencillo. Se acababa el sufrimiento. No
más noches de insomnio preguntándose qué sería
de su vida. No más dudas en esa cabellera rubia.
No más sonrisas maliciosas ni grandes
expectativas. ¡Basta de ambiciones! La madre de
todo cordero. A servir la mesa.

La luz de todo el lugar parpadeó, mientras la


máquina acumulaba la fuerza de todos los cables,
gruesos. Cuando estuvo lista, se encendió un
botón verde. Se acercó el Doctor hacia Sylvia,
para sujetarte las muñecas, pero cuando hubo de
agarrarle la primer mano con fuerza, ella se
enderezó de la camilla, y le saltó encima como una

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fiera. Agarró los fierros, y sin bozal, sin ataduras
de ningún tipo, los aplicó justo sobre la frente del
doctor, quien empezó a convulsionar en el acto.
La luz parpadeó más y más, prendiéndose y
apagándose intempestivamente. Siguió apretando
los fierros, hasta que consiguió extraerle un jugo
blanco de la boca. Pero no se detuvo allí. Siguió
hasta que cayó al suelo, y el estetoscopio se le
salió del cuello. “Ahora sí que sabrás lo que es el
pánico”, le repetía, apretando los dientes.

Se desconoció a sí misma. Una joven tranquila de


Boston, que no había matado nunca a una mosca,
que solía agarrar las arañas para liberarlas afuera,
y hasta a una rata, que una vez la mordió en la
punta de un dedo. Ni su padre Otto, ni su madre
Aurelia, la habían educado de esa manera. Nada
de violencia. Al contrario, Aurelia había dejado que
la sociedad la absorbiera en el matrimonio. Nada

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de continuar con sus estudios. Nada de amigas.
Nada de salir de fiestas. Se había perdido en él.
Del mismo modo que se esperaba que Sylvia se
perdiera en alguien. Deshacerse en un cuerpo
ajeno. Ocultarse tras otras columnas vertebrales.
Para no ser vertical, para ser invisible. Esa era la
lección que tenía que aprender, pero que no había
aprendido.

Soltó los fierros, y ya no había pulso. No es culpa


de ella. Tenía que salir de ahí, tan rápido como
fuera posible. Correr. Agarró sus ropas y se sacó
la bata de enferma. ¡Ella no estaba enferma! No
necesitaba esas prendas malolientes de Hospital.
Se puso los zapatos y huyó por todas las puertas,
por todos los huecos, por todos los espacios
vacíos. Se fue de ellos.

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Sabía exactamente a dónde ir. Un miembro del
Club de Fans de Stalin, le habían dicho que su
escritura era de mala calidad, y con esa frase
girando en su cabeza, se dijo a sí misma:
“Entonces eso es precisamente lo que tengo que
hacer: Escribir”. Se dirigió tan rápido como pudo al
lugar donde vivía su mejor amiga de la infancia,
Maru. Golpeó a la puerta con tal vehemencia, que
no pasaron ni tres minutos hasta que contestó
asustada, usando unos pantalones cortos de
dormir y una camisa por debajo del ombligo. Entró,
se sentó en su mesa, y mientras bebía un sorbo
de café caliente, le planteó su idea.

- ¿Y si hacemos una editorial? Nosotras dos. O


podemos invitar a Anek, a ella también le
gusta mucho la literatura. Ya somos tres.
Podríamos publicar nuestros propios escritos,
sin necesidad de tener que esperar que

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alguien más nos conteste, o “nos apruebe” lo
que escribimos. Sin necesidad de tener que
pensar si es mala o buena calidad, lindo o feo,
políticamente correcto o nada. ¿Qué te
parece?
- No entiendo. Llegas así, de pronto a mi casa,
y quieres hacer una editorial. ¿Qué te pasa
Sylvia?
- No me pasa nada. Tan solo quiero avanzar,
tomar la iniciativa, me cansé de esperar que
alguien lea mis poemas, no tengo ganas de
esperar a estar muerta para la consagración.
¡Vamos por la consagración nosotras mismas!
¿Seamos nuestra propia consagración!
- ¿Pero estás segura de querer comprometerte
a esto? Es un trabajo difícil, implica
maquinarias, tiempo, dedicación…
- Tengo algún dinero ahorrado, tanto tiempo
siendo la Secretaria de un Doctor no pudo
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haber sido en vano, logré juntar algo,
precisamente para después… ¡Y después, es
ahora Maru!
- Está bien, si estás convencida, ¡hagámoslo!
- ¡Ya tengo pensado hasta el nombre!
- ¿El nombre de la Editorial?
- Si, si, de la Editorial…
- ¿Y cuándo lo pensaste?
- ¡Camino a tu casa!
- ¡¿Cuál sería?!
- ¡Euforia Lírica!

*Realizado con la colaboración de Em

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