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Bélgica, primer país en aprobar la eutanasia en

menores de edad 1

El pasado 11 de febrero, el gobierno belga dio los primeros pasos para convertirse en el
segundo país a nivel mundial, después de Holanda, en autorizar la eutanasia en menores de 18
años de edad. El nuevo ordenamiento autoriza a las instituciones de salud a
proporcionar asistencia para morir a niños(as) y adolescentes que padezcan una
enfermedad terminal, por la cual el dolor físico sea insoportable y la muerte a corto
plazo inevitable.

Para llevar a cabo esto, los padres del menor deberán firmar una autorización por
escrito, así como contar con la anuencia de un médico especialista junto con la
opinión de un segundo médico ajeno al tratamiento. Asimismo, el menor deberá ser
entrevistado por un psicólogo pediátrico o psiquiatra que certificará por escrito la
capacidad de discernimiento del menor sobre la medida a tomar. Una vez hecho esto,
el médico del niño deberá informar a los familiares o tutores del menor y asegurarse
de que estén de acuerdo con la decisión del menor.

Para muchos esto es algo innimaginable, un escenario de pesadilla.


La mayoría de nosotros no experimentará la cruel realidad de ver la salud de un
niño deteriorarse como resultado de una enfermedad en fase terminal. Sin
embargo, algunos pediatras belgas afirman que a los niños se les debe permitir el
derecho a poner fin a sus vidas si no se les pueden aliviar los síntomas físicos de
su mal.
"Raramente -pero ocurre- hay niños que intentamos tratar, pero no hay nada que
podamos hacer para mejorarles su condición. Esos menores deben tener el
derecho a decidir sobre el fin de sus vidas", asegura el doctor Gerlant van Berlaer,
pediatra de la Universidad Ziekenhuis.

La eutanasia infantil se aplica a niños gravemente enfermos o que padecen


defectos de nacimiento significativos. En 2005, los Países Bajos se convirtieron en
el primer país en despenalizar la eutanasia para los bebés con pronóstico inútil y
dolor intratable.

¿Cuáles son los requisitos para aplicar la eutanasia?


- Nadie puede tomar la decisión por él.

-Sufrir una enfermedad grave e incurable o padecer una enfermedad grave,


certificada por el médico responsable. -Prestar consentimiento informado
previamente a recibir la prestación de ayuda para morir. Dicho
consentimiento se incorporará a la historia clínica del paciente.
Estas ideas para la toma de decisión de la eutanasia son en Colombia.

Aquí les contamos 5 ideas para tener en cuenta sobre la eutanasia y los menores de
edad.

Idea 1. No todos los menores de edad pueden acceder a la eutanasia.

La Resolución 825 de 2018 estableció que los siguientes NNA están excluidos para
solicitar la eutanasia:
1. Los recién nacidos y neonatos.
2. La primera infancia (entre 0 y 5 años).
3. NNA que presenten estados alterados de conciencia.
4. NNA con discapacidades intelectuales.
5. NNA con trastornos psiquiátricos diagnosticados que alteren la competencia para
entender, razonar y emitir un juicio reflexivo.
Los niños o niñas del grupo poblacional entre los 6 y 12 años podrán presentar solicitudes
bajo dos condiciones. Primero, deben alcanzar un desarrollo neurocognitivo y psicológico
excepcional que les permita tomar una decisión libre e informada y, segundo, su concepto
de muerte debe alcanzar el nivel esperado para un niño mayor de 12 años. Este concepto
de muerte se refiere al entendimiento de que todo el mundo, incluso uno mismo, va a morir
tarde o temprano.

Idea 2. En algunos casos, quienes ejerzan la patria potestad del menor deberán estar de
acuerdo con la solicitud.

Después de evaluar las condiciones psicológicas, emocionales y de competencia de los


NNA, se requiere la participación de quienes ejercen la patria potestad. En la mayoría de
los casos se trata del padre y la madre.

Al momento de hacer la solicitud, quienes ejerzan la patria potestad de los menores de


edad entre 6 y 14 años deberán expresar que están de acuerdo con la solicitud del
procedimiento. En estos casos es obligatoria la concurrencia tanto del NNA que tiene la
enfermedad en estado terminal como de los adultos a su cargo. Para los adolescentes entre
14 y 17 años NO es obligatorio contar con la participación de los adultos que ejercen
la patria potestad. Cuando el la persona tome la decisión de practicar el procedimiento, se
le informara a quienes ejerce la patria potestad sobre la voluntad expresadas.
Para que la competencia de quién ejerza la patria potestad sea válida, debe descartarse la
presencia de posibles conflictos de interés o del síndrome del cuidador cansado.

Idea 3. Para acceder a la eutanasia los NNA deben cumplir varios requisitos.

Los requisitos para que la solicitud del NNA sea tramitada por parte del Comité para Morir
Dignamente es parecida a la requerida para los casos de eutanasia en adultos. Además de la
participación de quienes ejercen la patria potestad y evaluar las aptitudes para la toma de
decisiones, estos son los requisitos:
1. La condición del NNA debe encontrarse en fase terminal.
2. El NNA debe manifestar sufrimiento constante e insoportable a pesar de que se
haya tratado el dolor y se hayan adecuado las medidas terapéuticas.
3. La solicitud realizada por el NNA deberá ser expresada y reiterada directamente de
manera libre, informada e inequívoca.
4. Se debe suscribir un documento donde se registre la solicitud elevada por el NNA y
quien ejerza la patria potestad.
Después de que estos requisitos sean cumplidos por el NNA, se convocará el Comité
encargado de evaluar la solicitud y aprobar el procedimiento. Este Comité está conformado
por: un médico pediatra, un médico psiquiatra y un abogado de la IPS autorizada.

Idea 4. El consentimiento sustituto solo tiene efectos para reiterar la voluntad del NNA.

El consentimiento sustituto es entendido como el expresado por quienes ejercen la patria


potestad del menor cuando éste se encuentra en la imposibilidad de reiterarlo. En estos
casos ocurre que el NNA se ha manifestado de manera libre y voluntaria pero luego se
encuentra en un estado que le imposibilita comunicarse. Es decir, el consentimiento
sustituto solo tiene efectos para reiterar lo comunicado por el NNA con anterioridad,
es decir, no es sustituto.

Lo anterior significa que el NNA que no haya manifestado su voluntad de practicarse


el procedimiento al personal médico, no podrá acceder a su derecho a morir
dignamente a través de la eutanasia.

Idea 5. Los menores de edad entre 14 y 18 años pueden diligenciar Documentos de


Voluntad Anticipada.
Aunque los NNA deben suscribir un documento para la solicitud del procedimiento, el
Documento de Voluntad Anticipada (DVA) regulado por el Ministerio de Salud y
Protección Social es un documento diferente.

Los adolescentes entre 14 y 18 años podrán manifestar sus preferencias de manera


anticipada por medio de un DVA si encuentran en la capacidad de tomar decisiones sobre
este ámbito médico. Lo anterior supone la posibilidad del deterioro de la capacidad de
comunicación que imposibilite la reiteración de la voluntad del adolescente.

La norma establece que el DVA deben cumplir las mismas formalidades establecidas para
los adultos y que este debe ser sustituido una vez se cumpla la mayoría de edad.

Eutanasia y su Régimen Jurídico en Colombia.

Cabe destacar que, la Corte Constitucional mediante la sentencia C-239 (1997) argumentos
de la Corte, mencionó que en Colombia “no podrá derivarse responsabilidad penal para el
médico que ayude a un enfermo terminal a morir dignamente” Pero, es claro que, aunque
existe este precedente de hace 22 años, aun así, se encuentra un vacío en la materialización
de la garantía generada por medio de esa sentencia que consiguió la legalidad de un acto
que puede ayudar a preservar la dignidad de aquella persona que padece de una enfermedad
que limita por completo su derecho a poseer una vida digna. Al resolver la demanda
mediante la sentencia de la Honorable Corte Constitucional C-239 del 20 de mayo de 1997
declarando exequible el artículo 106 demandado del Código Penal (2000), el cual tipifica
como delito el homicidio por piedad Así mismo eximió a los médicos de cualquier pena en
caso de realizar un homicidio por piedad, claro está, con algunos requisitos impuestos a
estos. Primero, que el procedimiento de la eutanasia se realizará a un paciente con
enfermedad terminal; segundo, el paciente debe estar con un intenso sufrimiento o dolor;
que el sujeto hubiese solicitado, de manera libre el uso de sus facultades mentales, y
finalmente, la persona que realice el procedimiento debe estar calificado… es decir un
médico. (C-239/97). La sentencia emitida por la Honorable Corte Constitucional C-239/97
promueve la muerte digna para quienes consideran que su vida ha sido un proceso indigno
en el que el sufrimiento y el dolor se apoderan de su cuerpo y de su mente, dicha sentencia
no pretende otra cosa que velar por aquellas personas que necesitan de un sistema de salud
profesional, pues no se puede llevar una vida sin sentido e indigna si así lo concibe quien
desee aplicarse la eutanasia, por encima de cualquier cosa esta el sentido de la vida y el no
sufrimiento de esta. Por ello se afirma como principio bioético con respecto a la autonomía,
lo concernido en la Constitución Política (1991) en su artículo 16 que menciona “todas las
personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las
que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico.” De acuerdo con el artículo 11
del Código Penal (2000) y según lo manifiesta la sentencia C-239/97 emitida por la Corte
Constitucional (1997) cabe preguntar ¿si es contradictorio que se penalice el homicidio por
piedad y que al mismo tiempo se le dé vía a este procedimiento mediante una sentencia?
Como el deber del Estado es proteger la vida del cualquier ciudadano, se debe tener en
cuenta que se debe llevar una vida digna y autónoma dentro de los límites que se establece
en la ley, es decir que este procedimiento de la eutanasia no se debe tomar como algo
negativo, sino que más bien se trata de un medio por el que cualquier persona con
sufrimiento sin alivio puede proceder a concebir este procedimiento como un alivio. Según
lo planteado en la sentencia de la Corte constitucional C239/97 “exhortaba al congreso para
que en el tiempo más breve posible y conforme a los principios constitucionales y
elementales regule el tema de la muerte digna” (Díaz, 2017, p.137), sin embargo, tuvo que
pasar mucho tiempo para que las entidades de salud supieran cómo actuar ante este
procedimiento de la eutanasia. Un paciente con cáncer terminal interpuso una tutela para
exigir a su empresa de salud la eutanasia que le había sido negada y aunque el paciente
murió esperando recibir la atención solicitada la Corte Constitucional empezó a estudiar el
caso y resolvió el tema mediante la sentencia T-970/14 “reafirmando el derecho a morir
dignamente donde se le solicita al Ministerio de Salud y a la Protección Social en un plazo
menor a 10 días para que los proveedores de servicio superan como proceder con la
eutanasia.”

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