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¿Qué es la impulsividad?

La impulsividad es un rasgo de la personalidad caracterizado por la reacción


rápida, inesperada y desmedida ante cualquier situación. Se trata de una
condición por la cual la persona no puede controlar los impulsos, las tentaciones o
los deseos que siente y actúan sin tener en cuenta las consecuencias de sus
actos.

En algunos casos, se puede manifestar como una condición aislada mientras que
en otros puede ir acompañada de otras condiciones psicológicas más o menos
relacionadas. Otra de las características de las personas impulsivas es que suelen
ser propensas al consumo de alcohol, drogas o fármacos, aumentando
su agresividad y presentando mayores problemas para adaptarse a diferentes
situaciones.

Esta perturbación es extremadamente perjudicial tanto para las personas


afectadas, como para sus familias y la comunidad.

Existen diferentes tipos de impulsividad:

 Deseo sexual compulsivo: el paciente siente un deseo sexual elevado en


términos de pensamientos y comportamientos, lo que puede aumentar la
exposición a infecciones de transmisión sexual, riesgos para su propia
seguridad, bienestar emocional y estigma social.
 Adicción a Internet: es la forma más reciente de impulsividad, que se
caracteriza por el uso excesivo de Internet, plataformas de redes sociales,
juegos de azar o sitios pornográficos.
 Compras compulsivas: se caracteriza por una necesidad irresistible de
comprar más allá de las capacidades económicas.
 Piromanía: es un impulso incontrolable por iniciar incendios, que a menudo
pone en peligro la propia seguridad y la del resto de personas.
 Trastorno explosivo intermitente (IED): se caracteriza por explosiones de
agresión explosivas, repetidas y desproporcionadas.
 Cleptomanía: es un impulso incontrolable que conduce a robar por placer.
 Tricotilomanía: los pacientes experimentan una necesidad irresistible de
eliminar el vello del cuero cabelludo, las cejas y las pestañas.
 

¿Cuáles son los síntomas de la impulsividad?

Los síntomas específicos varían en función del tipo de impulsividad que afecta a la
persona, pero en cualquier caso, las etapas de la afección son las siguientes:

 Impulso
 Tensión creciente
 Placer al actuar
 Alivio y culpa (puede o no estar presente)
 

 estado emocional.
 Técnicas de relajación. Consiste en reducir la activación fisiológica para
mejorar la capacidad reflexiva y reducir el estrés y los síntomas de
ansiedad. Existen muchas otras estrategias terapéuticas consideradas
eficaces para reducir la impulsividad, como por ejemplo la terapia cognitivo-
conductual. 
 

Descripción general
El trastorno explosivo supone episodios repentinos y repetidos de conductas
impulsivas, agresivas y violentas, o arrebatos verbales agresivos en los que
reaccionas con demasiada exageración para la situación. La violencia vial, el
maltrato intrafamiliar, lanzar o romper objetos u otros berrinches temperamentales
pueden ser signos del trastorno explosivo .

Estos arrebatos intermitentes y explosivos te provocan una gran angustia, tienen


un impacto negativo en tus relaciones, en el trabajo y en la escuela, y pueden
tener consecuencias legales y financieras.

El trastorno explosivo intermitente es un trastorno crónico que puede continuar


durante años, aunque la gravedad de los arrebatos puede disminuir con la edad.
El tratamiento supone la administración de medicamentos y psicoterapia para
ayudarte a controlar los impulsos agresivos.
Síntomas
Las erupciones explosivas ocurren de repente, con poca o ninguna advertencia, y
suelen durar menos de 30 minutos. Estos episodios pueden ocurrir con frecuencia
o estar separados por semanas o meses de no agresión. Es probable que entre
los episodios de agresión física se produzcan arrebatos verbales menos graves.
La mayor parte del tiempo, puedes estar irritable, impulsivo, agresivo o enojado de
forma crónica.

Los episodios agresivos pueden ser precedidos por o ir acompañados de lo


siguiente:

 Ira

 Irritabilidad

 Aumento de energía

 Pensamientos acelerados

 Hormigueo

 Temblores

 Palpitaciones

 Opresión en el pecho

Los arrebatos verbales y conductuales están sobredimensionados y no se piensa


en las consecuencias. Entre ellos se pueden incluir los siguientes:

 Rabietas

 Diatribas

 Discusiones acaloradas

 Gritos

 Bofetadas, sacudidas o empujones

 Peleas físicas

 Daños materiales
 Amenazas o agresiones a personas o a animales

Es posible que tengas una sensación de alivio y cansancio después del episodio.
Más tarde puedes sentir remordimiento, arrepentimiento o vergüenza.
Cuándo debes consultar con un médico

Si reconoces tu propio comportamiento en la descripción del trastorno explosivo


intermitente, habla con el médico sobre las opciones de tratamiento o pídele que
te derive a un profesional de salud mental.

 Desarrolla nuevas maneras de pensar (reestructuración


cognitiva). Cambiar la manera de pensar acerca de una situación
frustrante mediante el uso de pensamientos racionales, expectativas
razonables y lógica puede mejorar la forma de ver y reaccionar ante
un evento.

 Usa la resolución de problemas. Crea un plan para buscar una


manera de resolver un problema frustrante. Incluso si no lo puedes
resolver de inmediato, tener un plan puede volver a centrar tu energía.

 Aprende formas de mejorar tu comunicación. Escucha el mensaje


que la otra persona quiere comunicarte y luego piensa en la mejor
respuesta que puedes darle en lugar de decir lo primero que se te
ocurra.

 Cambia tu entorno. Cuando sea posible, deja o evita las situaciones


que te alteren. Además, organizar tu tiempo personal puede ayudarte
a manejar mejor una situación estresante o frustrante en el futuro.

 Evita consumir sustancias que alteren el estado de ánimo. No


tomes alcohol ni consumas drogas recreativas o ilegales.

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